TRAS LA NOCHE OSCURA . Celebración del vía crucis

1 marzo 2005

José María Escudero
Colegio Hijos de Mª Inmaculada (Pavonianos)
 
Ofrecemos el modelo de un Vía crucis tal como se desarrolló con jóvenes en un colegio de Valladolid. Junto al Víacrucis de Cristo va estrechamente unido el Víacrucis de Adil (uno de tantos emigrantes que intentan acercarse a nuestras vidas) y en definitiva el Víacrucis de tantos hermanos nuestros. El camino que hizo Cristo hasta el Gólgota se sigue repitiendo hoy en nuestras ciudades, en nuestros barrios y seguramente también en nuestros colegios.
 

Sugerencias

 
Junto a las imágenes de las diferentes estaciones colocan fotografías de personas condenadas por la miseria, la pobreza y el abandono. Una buena fuente para obtener dichas láminas es:
www.civilia.es/diferentes/exposiciones.html
Tanto las diferentes estaciones como la reflexión la leen alternativamente los jóvenes. Los compromisos de cada una de las estaciones vienen señalados por un recuadro. Cada joven deberá señalar con una cruz uno de ellos, comprometiéndose a llevarlo a cabo.
 
Texto evangélico: Mt 25, 31-46
 
Tú serás mi hermano (Kairoi)
(Se cantan distintas estrofas a lo largo del Vía crucis)
 
Cuando tuve hambre me diste comida.
Cuando tuve sed, me diste de beber.
Cuando estaba intranquilo, calmaste mis penas.
Cuando era niño me enseñaste a leer.
 
Cuando estaba sin casa, abriste tus puertas.
Cuando estaba desnudo, me diste tu manto.
Cuando estaba cansado, me ofreciste reposo
Cuando estaba solo, me trajiste el amor.
 
Cuando estaba en la cárcel, viniste a mi celda.
Cuando estaba en cama, tú me cuidaste.
En país extranjero, tú me acogiste.
Cuando fui torturado, tú llevaste mi cruz.
 
Cuando estaba parado, me encontraste trabajo.
Fui herido en combate, vendaste mis heridas.
Yo buscaba bondad, me tendiste la mano,
fuera negro o blanco, eso nunca importó.
 
Tu siempre serás mi hermano,
Tú serás mi hermano
Te lo dice Jesús.
Te lo dice Jesús.
 
Animador:
Cuando Adil llegó al cielo, Jesús le estaba esperando con los brazos abiertos. Después de un fuerte abrazo le invitó a tomar asiento haciendo gala de su enorme simpatía y ternura. Adil todavía con sus ojos apagados como nublados por un gran velo que denotaba demasiado sufrimiento se sentó. Ambos guardaron silencio durante un largo rato.., al fin Adil percatándose del lugar donde estaba y de la persona que estaba a escasos metro de él, intentó disculparse:
 
Mira Señor cuando oí hablar de Ti pensé que mi vida podía cambiar, que Tu eras lo que yo más necesitaba. Tus palabras eran el consuelo y la esperanza que yo tanto anhelaba. Pero.., pero desgraciadamente eso cambió muy pronto. Apenas conocí a unas personas que se declararon seguidores tuyos me di cuenta de que no podía tenerte por amigo. Tu y yo éramos totalmente diferentes y..”
 
Jesús no dejó que Adil continuara, agarrando suavemente sus manos le dijo:
 
“Mira Adil, se lo que han hecho contigo, hace años lo sufrí en mis propias carnes. Tu y yo somos muy parecidos. Los dos hemos hecho juntos el camino de la cruz, del dolor y del desprecio, pero siempre tras la agonía, tras la noche oscura aparece el milagro…”
 
Viendo que los hombros de Adil se hundían y sus párpados se abrían en señal de duda, Jesús le invitó a recorrer con Él, el camino de sus vidas:
 
1ª Estación: Jesús y Adil son condenados a muerte
 
LECTOR 1: Jesús, un hombre bueno y justo al que le sobraba demasiado espacio en su corazón, deciden llenársele con nuestros pecados. Con un currículo tan lleno de odio y de desamor de sus propios hijos no es de extrañar que Jesús tuviera que aceptar su castigo. Es condenado a una muerte dolorosa, una muerte de cruz.
 
LECTOR 2: Adil sigue sus mismos pasos. Las circunstancias, el destino o más bien la repartición cruel y egoísta de los hombres del primer mundo le conducen, ya desde su más tierna infancia a una vida difícil donde las oportunidades de convertirse en “un hombre hecho y derecho” son más bien escasas. A Adil sólo le queda esperar un milagro para salir de tanta miseria.
 
Reflexión: Cada vez que insulto, me peleo o hago críticas negativas… ¿no estaré condenando a mis compañeros a una vida más difícil?
 
¨ Compromiso: Me iré acercando a esos compañeros que tienen pocos amigos, que se sienten muy a menudo solos. Apuntaré sus nombres en una libreta y de esta manera iré aumentando progresivamente mi círculo de amigos.
 
2ª Estación: Jesús y Adil cargan con la cruz
 
LECTOR 1: Después de la acusación a Jesús deciden hacerle la autopsia antes de morir para asegurarse bien de que no es portador del milagro que tanto les asusta. Jesús calla, aguanta y carga con su cruz camino del Calvario.
 
LECTOR 2: A miles de kilómetros, o quién sabe, tal vez en el mismo lugar Adil es condenado a llevar la cruz del hambre y la pobreza, la cruz de la explotación y la supervivencia.
 
Reflexión: A muchos jóvenes no les queda más remedio en el Tercer Mundo que trabajar a destajo entre 10 y 16 horas en unas penosas condiciones. Su sueldo diario no llega en muchas ocasiones a un euro… ¿Cuánto exijo a mis padres “de paga” cada fin de semana?
 
¨ Compromiso: Cada vez que me den dinero ahorraré una pequeña cantidad y se lo entregaré a una ONG o alguna otra institución que trabaje a favor del desarrollo del Tercer Mundo.
 
3ª Estación: Jesús y Adil caen por primera vez bajo el peso de la cruz
 
LECTOR 1: Diferentes cruces, diferentes escenarios, diferentes épocas, diferentes hombres.. y un mismo corazón, el del ser humano, donde suceden los más maravillosos milagros, pero donde también acontece las más crueles injusticias.
Jesús cae por primera vez al suelo preso del dolor que le proviene del abandono y el desprecio de los suyos.
 
LECTOR 2: Adil cae también por primera vez preso de la angustia y la impotencia. Su esperanza por un mundo mejor caen sobre él como una fuerte losa incapaz de levantar.
 
Reflexión: También en el colegio existen caídas: un suspenso, una mala noticia, el fracaso de una amistad… ¿Me doy cuenta de estas situaciones por las que a veces pasan mis compañeros?
 
¨ Compromiso: Pondré mucha más atención cuando un compañero suspende o pasa por alguna situación difícil. Le echaré una mano en todo cuanto pueda.
 
4ª Estación: Jesús y Adil se encuentran con sus madres
 
LECTOR 1: La mirada de Jesús y de su madre se cruzan. María siente la impotencia de no poder ayudar a su hijo. Jesús experimenta la amargura de saber que su Madre no entenderá por momentos lo qué le está sucediendo.
 
LECTOR 2: Adil no puede ver sufrir más a su madre y a sus hermanos. Debe ir inmediatamente a otro lugar a buscar el milagro que tanto necesitan. Debe, cueste lo que cueste, ayudar a su familia.
 
Reflexión: Seguramente entre tus compañeros hay alguno que haya perdido a un ser querido: padre, madre, hermano… ¿Me muestro más cercano a ellos, les ayudo a superar la situación?
 
¨ Compromiso: Agradeceré mucho más el trabajo y la dedicación que ponen mis padres para que yo pueda formarme y tener un montón de oportunidades. Se lo agradeceré mediante pequeños gestos: poner la mesa, hacer la cama, darles más a menudo las gracias, algún pequeño regalo…
 
5ª Estación: Jesús y Adil son ayudados a llevar sus cruces
 
LECTOR 1: Tanto Jesús como Adil comprenden que la ayuda no es más que un trámite, una obligación. A Jesús le ayuda a cargar con su cruz un campesino que pasaba por ahí.
 
LECTOR 2: A Adil le ayuda a cruzar el estrecho un pobre hombre que no hace otra cosa que cumplir órdenes.
 
Reflexión: Cuando ayudo a mis compañeros… ¿Lo hago por interés, porque no queda más remedio o porque me sale del corazón?
 
¨ Compromiso: Cada día haré un favor a alguna persona sin esperar ninguna recompensa; lo apuntaré en una libreta. De esta manera al finalizar el curso tendré un montón de amigos y me encontraré mucho más a gusto conmigo mismo y con los demás.
 
6ª Estación: Un poco de alivio que conforta a Jesús y a Adil
 
LECTOR 1: Mientras que una mujer llamada Verónica limpia el rostro de Jesús quitándole el sudor y la sangre…
LECTOR 2: Adil es ayudado una vez llegado a la que él pensaba “la tierra de los milagros” por uno de sus hermanos que le anima y le dice los lugares a los que debe acudir.
 
Reflexión: Hay muchas personas que se dedican desinteresadamente a ayudar a los más necesitados… ¿ No podía ser yo uno de los que dedicaran parte de su tiempo en colaborar con causas justas y solidarias?
 
¨ Compromiso: Me informaré en periódicos, revistas, en el cole, en la parroquia… de grupos que ayudan a los más pobres, hablaré con mis padres y me apuntaré a uno de ellos.
 
7ª Estación: Jesús y Adil caen una vez más
 
LECTOR 1: El peso de la cruz se hace cada vez más insoportable. Jesús lo sabe y se pone de nuevo en pie, sabe de sobra que el camino a recorrer le conducirá al milagro: su muerte y nuestra salvación.
 
LECTOR 2: Adil siente por primera vez en país extranjero el desprecio, los insultos y el egoísmo de tantos hermanos que consideraba suyos. Las puertas se le cierran y Adil empieza a comprender que incluso los milagros pertenecen sólo a unos pocos.
 
Reflexión: En un mundo que avanza a pasos agigantados la pobreza sigue siendo nuestra vecina, y muchos hermanos nuestros la viven en sus propias carnes… ¿Conozco alguna situación de miseria que se esté dando en mi entorno?
 
¨ Compromiso: Dedicaré más tiempo a informarme sobre situaciones extremas de pobreza y de injusticia para con los últimos de este mundo. En este sentido utilizaré los periódicos y la televisión para leer o ver algo más que los deportes.
 
8ª Estación: Jesús y Adil sienten la cercanía y el dolor de los suyos
 
LECTOR 1: A lo largo del camino Jesús experimenta que su dolor se apacigua por momentos. Entre la multitud reconoce a unas mujeres que están llorando por ÉL. Jesús las consuela y sigue su camino sabiendo que dentro de poco saltarán de júbilo.
 
LECTOR 2: Mientras tanto Adil, después de un mes en tierra desconocida, tiene noticias de su madre y de sus hermanos. Un paisano que ha decido, como él, buscar el milagro le informa que su familia está sufriendo por su ausencia y esperan volverle a ver pronto.
 
Reflexión: En nuestro entorno hay muchas personas que nos quieren y algunas de ellas estarían dispuestas a dar la vida por nosotros… ¿me doy cuenta de las personas que sufren cuando yo lo estoy pasando mal?
 
¨ Compromiso: Intentaré aliviar a las personas que conozco y están pasando por un mal momento: una visita, una llamada, una carta, un mensaje.., en definitiva una palabra de aliento y de cariño.
 
9ª Estación: Jesús y Adil caen por tercera vez
 
LECTOR 1: Jesús cae exhausto. Los pecados, el abandono y la crueldad de sus hijos le golpean una vez más. Su rostro, sudoroso y ensangrentado, acarician de nuevo la tierra que Él tanto ama. Pero no se da por vencido. Se levanta de nuevo y sigue su camino.
 
LECTOR 2: Adil entretanto suplica unos papeles que no le son concedidos. Experimenta a cientos de kilómetros de su tierra el mismo hambre y la misma miseria, pero esta vez teñida del abandono, el desprecio y la más absoluta crueldad de seres humanos que deciden repatriarle con los suyos.
 
Reflexión: A muchas personas se les cierra muy a menudo las puertas: las puertas del trabajo y de las oportunidades, las puertas de la amistad y de una vida digna… (¿creo que la vida de una persona puede medirse por la posesión de unos papeles en regla?)
 
¨ Compromiso: A nuestras ciudades llegan personas de diferentes lugares, culturas y religiones. Me acercaré a ellos, para que sientan en mis palabras y en mi compañía un amigo que les abre las puertas de su corazón.
 
10ª Estación: A Jesús y a Adil les despojan de lo único que les quedaba
 
LECTOR 1: Las burlas, las risotadas, el morbo de sus propios hijos le retan a Jesús a que haga el milagro. A Jesús no le queda más remedio que esperar. El milagro se está produciendo aunque bañado en sangre y dolor.
 
LECTOR 2: Adil vuelve a viajar, esta vez de regreso a casa con las manos vacías y el corazón herido. Adil fruto de la impotencia y la rabia se lanza otra vez en busca del milagro. Se resiste a volver a casa sin nada que ofrecer a los suyos.
 
Reflexión: Seguramente hayas oído alguna vez cómo hay países pobres que deben grandes sumas de dinero a otros países ricos. ¿Creo que es justo todo esto?
 
¨ Compromiso: Me informaré sobre la deuda externa. Recogeré datos, de manera que conozca más a fondo el tema y pueda ir adquiriendo una actitud crítica ante tantas situaciones de injusticia que rodean nuestro mundo.
 
11ª Estación: Jesús y Adil son clavados en la cruz
 
LECTOR 1: Los soldados alardean de su buen hacer con el martillo y los clavos. Como si se tratara de una obra de arte a Jesús le agujerean manos y pies. Inmovilizado se escucha por primera vez el resoplido de “tantos peces gordos de ayer y hoy” que descansan en sus amplios butacones convencidos de que el milagro ya no existe. No obstante en el corazón de Cristo sigue fermentando el milagro.
 
LECTOR 2: Adil lucha por llegar a tierra firme. Siente por momentos que sus brazos y sus piernas no dan para más. Como si de unos clavos se tratara, (¿tal vez los de Cristo?) Adil siente que sus extremidades se paralizan. Adil se sumerge bajo las olas suplicando al Creador del Mar que haga el milagro que tanto espera.
 
Reflexión: Cuántos clavos siguen hoy agujereando la esperanza de seres humanos que como tú y como yo intentan hacerse un hueco en la vida. Clavos de desprecio y desamor, clavos de odio e intolerancia… ¿No estaré en ocasiones, con mis acciones, ayudando a golpear el martillo?
 
¨ Compromiso: Cambiaré “los clavos” y utilizaré áquellos que ayuden a hacer la vida más agradable a mis compañeros. “Gracias, perdón, lo siento, ¿te ayudo?..” serán de ahora en adelante “las puntas” con las que me dirigiré a las personas de mi entorno.
 
12ª Estación: Jesús y Adil mueren
 
LECTOR 1:Ya acabó todo, basta ya de tanto dolor y sufrimiento. Jesús inclina la cabeza. Su mirada queda perdida entre la multitud que regresa a sus hogares.
LECTOR 2: Una mirada que va más allá, a miles de kilómetros traspasando épocas y lugares y que se cruza con la mirada de Adil que aparece muerto a la orilla del mar. El milagro se está produciendo. Sus miradas se entrecruzan, algo, algo muy importante está empezando a suceder.
 
Reflexión: Son muchos los crímenes que se dan en nuestro mundo. Millones de personas viven amedrentadas por el hambre, el terrorismo, el maltrato… ¿qué puedo yo hacer para construir un mundo mucho más justo y fraterno?
 
¨ Compromiso: Son muchas las personas que, aunque no conozco, necesitan de mi; personas con nombre y apellido: el compañero que lo está pasando mal, la familia que ha quedado sin hogar, el niño que es obligado a trabajar y no puede asistir a la escuela…. Dedicaré cinco minutos al día a presentar sus vidas al Señor.
 
13ª Estación: Jesús y Adil son bajados de la cruz
 
LECTOR 1: El rostro demacrado de un hijo nunca es plato de buen gusto para una madre. “Te empeñaste en ser un hombre bueno y justo y mira lo que te han hecho. Me avergüenzo de mí misma..” Los pensamientos de María se entremezcla con la alegría (aun ya sin vida) de tener a su hijo entre sus brazos. Recuerda cómo hace bien poco había sentido el milagro al que asiste toda madre al dar vida a un hijo. Ahora sólo la quedaba esperar que surgiera el otro milagro.
 
LECTOR 2: El mismo corazón de María viaja a miles de kilómetros donde otra madre acaricia por última vez a su hijo. Un sentimiento de tristeza invade todo su ser, hubiera preferido tener a su hijo vivo aun viviendo en la más absoluta miseria. Pero él no, testarudo a no poder más en busca del milagro.
 
Reflexión: No puede haber igualdad de oportunidades si no hay oportunidades para la igualdad… ¿he pensado en alguna ocasión en la multitud de oportunidades que se me presentan al día?
 
¨ Compromiso: Me tomaré los estudios mucho más en serio. Si me formo bien, podré ayudar a personas que no tienen mis oportunidades a ser algo en la vida.
 
14ª Estación: Jesús y Adil reciben sepultura
 
LECTOR 1: La soledad vuelve de nuevo a sus vidas y el milagro no aparece. Jesús y Adil son enterrados en lugares diferentes, en épocas distintas, con gentes que no se han conocido jamás.
LECTOR 2: Todo hace entrever que sólo un milagro unirá para siempre a Jesús y a Adil. Juntos han hecho el camino del dolor, juntos hallarán la vida eterna.
 
Reflexión: Hay momentos en la vida que piensas que todos te han dado la espalda, que las cosas te están saliendo mal, que nadie se acuerda de ti. Recuerda alguna situación que hayas vivido.
 
¨ Compromiso: Cuando las cosas me salgan rematadamente mal, no debo desfallecer… al contrario he de luchar por lo que más quiero. Ah, y no debo “hacerme el mártir”, pensaré en situaciones inmensamente peores por las que deben pasar todos los días hermanos míos.
 
15ª Estación: El milagro
 
ANIMADOR: Apareció, surgió el milagro. Jesús ha resucitado. Sí, Adil empieza a entender todo, la noche oscura tiene sentido. Jesús vence la muerte y Adil encuentra por fin lo que tanto había deseado.. Sí, es cierto, tras la noche oscura aparece el milagro…
 
Reflexión: Jesús resucita para permanecer al lado de cada uno de nosotros. Tu, yo, todos tenemos una misión que llevar a cabo. Ah, y no debemos tener miedo, Jesús, una vez más, se dirige a nosotros con estas palabras: “Sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el final de este mundo”
 

  • Compromiso: Oración de la paz (S. Francisco de Asís)

 
Señor, haz de mí un instrumento de paz.
Allí donde haya odio, que yo ponga amor,
allí donde haya ofensa, que yo ponga perdón,
allí donde haya discordia, que yo ponga unión,
allí donde haya error, que yo ponga fe,
allí donde haya desesperación, que yo ponga esperanza,
allí donde haya tinieblas, que yo ponga luz,
allí donde haya tristeza, que yo ponga alegría.
 
Oh, Maestro, que yo no busque tanto
ser consolado como consolar,
ser comprendido como comprender,
ser amado como amar.
Porque es olvidándose como uno se encuentra,
es perdonando como uno es perdonado,
es dando, como uno recibe,
es muriendo como uno resucita a la vida.