Hay un deseo irrefrenable de exhibirse y de contar la propia vida en público. La televisión es maestra en poner en escena a la gente corriente que intenta mostrarse: son los reality show. ¿Sientes tú también ganas de compartir tu intimidad con el innumerable público de los medios de comunicación o prefieres proteger tu mundo, para que sea único y verdadero?
1 La puerta de tu habitación la tienes:
A Siempre cerrada, para delimitar tu espacio.
B Abierta; en caso contrario, te sientes fuera del mundo.
C Abierta o cerrada, según el humor del momento.
2 Los programas de TV que desvelan la vida privada son:
A Una amarga, pero justa ironía.
C Algo para reflexionar, pero verdaderamente irreal.
B Tomas inútiles, pues hoy ya no hay diferencia entre lo público y lo privado.
3 ¿Tienes necesidad, a veces, de contar a alguien los hechos de tu vida?:
C Solo cuando te encuentras en dificultad y necesitas un consejo.
A Sí, cuando ese alguien que me escucha es digno de confianza.
B No, prefieres guardar para ti tu vida privada.
4 ¿Tomarías parte en la selección de El gran hermano?:
A Absolutamente sí: ¡Tendría asegurados el éxito y la fama!
C Estás tentado a hacerlo, pero no del todo.
B No, porque deberías mostrar demasiados aspectos de ti.
5 Cuando ves o escuchas una historia triste en televisión:
C Atiendes entre interesado y distraído.
B Consideras que todo es un simple montaje.
A Te conmueves, pensando cuánta gente sufre.
6 Estás en la calle entre la gente:
B Nadie piensa en ti. Cada uno piensa en sí mismo.
A Te sientes observado y te comportas en consecuencia.
C Sabes que los demás te mirarán solo en caso de que tú intentes llamar la atención.
7 Estamos bajo el ojo vigilante de algún cámara de televisión:
C ¡No hay vida privada! De ti lo saben todo.
A Eso no es algo negativo. Siempre hay alguien que piensa en ti…
B No hay que exagerar esa invasión.
8 Estás parado en un embotellamiento de tráfico; al lado, dos personas discuten:
A Sin hacerte notar, observas la escena para enterarte de lo que pasa.
C Vuelves la mirada, de tanto en tanto, para satisfacer tu curiosidad.
B Te sientes molesto; algunas personas no saben respetar a los demás.
9 La habitación de enfrente de A. Hitchcock:
A Es una película que recuerda que los hombres han sido siempre mirones y curiosos.
C Expresa perfectamente la manía de curiosear que tiene hoy la gente.
B Hace ver que quien curioseando la vida de los demás no es capaz de pensar por sí mismo.
10. ¿Cuál de estas tres propuestas aceptarías sin dudar?:
A Posar para un calendario de gran difusión.
C Exhibirte en un escenario importante.
B Ser productor de un programa de éxito.
Corrección e Interpretación
¡ Mayoría de A: El perfecto mirón
Te encuentras a tus anchas en esta sociedad mirona. Tampoco tú renuncias a observar la vida de los demás para llenarte de su vida cotidiana; y no renuncias tampoco a hacer una bonita figura, en cuanto te es posible. Buscas que se den cuenta de ti y te molesta pasar inobservado en esta vida, que no ofrece nada de excepcional. No logras comprender la importancia de vivir sin que una cámara esté continuamente dirigida a ti. Ha de ser tú mismo y no un personaje. Reemprende tu vida y, en la sencillez, te descubrirás a ti mismo.
¡ Mayoría de B: Al abrigo de ojos indiscretos
Al revés que la mayoría de las personas, tú rechazas categóricamente el hacer pública tu vida y te parece ilógico que muchos otros lo hagan con tanta superficialidad. El Gran Hermano y todos los llamadosreality show son la gota que hace desbordar el vaso: ¡si hay que mostrar la vida en la plaza pública, por lo menos, que sea interesante! Consideras que lo privado ha llegado a ser una continua escenificación y que la intrusión de los medios de comunicación en la vida de cada ciudadano es excesiva. Entre cámaras de televisión, historias lacrimógenas, internet y teléfonos móviles, hemos equivocado el sentido de la realidad y el gusto de la intimidad.
¡ Mayoría de C: Mirón moderado
No te sustraes a la tendencia que estamos viviendo. Te agrada observar la vida de los demás y te gusta que los otros vean la tuya; pero, con frecuencia, te paras a pensar en la finalidad que tiene todo esto. Porque, a fin de cuentas, falta lo que era el gozne, el eje de la sociedad del siglo pasado: el compartir. Contar la propia vida tenía su sentido, porque se encontraba una respuesta, un consejo de los amigos. Ahora se tiende solo a exhibirse, para que los demás vean que uno está allí. Pero, siguiendo el estilo de usar y tirar de los medios de comunicación, terminas por desvanecerte todavía más deprisa.
M.T. Brot, Dimensioni Nuove 3(2001), 23.