UN CENTRO QUE SE TRANSFORMA POR LA NOCHE

1 marzo 2009

Cuando se acerca la primavera con el buen tiempo, nos animamos a salir de nuestras casas y ciudades y tener más experiencias en relación con la naturaleza y los otros. Y a veces, también dentro de nuestra propia ciudad, realizamos actividades que nos animan a descubrir horizontes de sentido.
En esta clave en la Asociación Xuvenil AMENCER de Ourense organizamos por estas fechas una noche de convivencia con todos los participantes de los grupos de tiempo libre de nuestra asociación. Invitamos a los chicos y chicas de Buxaina (de 6 a 8 años), a los que pertenecen a Andaina (de 9 a 11 años) y a los de los grupos ADS (de 12 a 14 años) a vivir una aventura nocturna en las dependencias del colegio salesiano.
 Los objetivos que nos proponemos son:
–          Favorecer la relación entre los chicos y chicas y con los equipos de animación.
–          Descubrir con nuevos ojos, es decir, con nuevas experiencias, un lugar conocido
–          Aprovechar la atmósfera mágica de la noche para el encuentro, lo lúdico, la reflexión y la oración.
–          Irnos educando en un ocio nocturno alternativo donde se subraya lo relacional y lo lúdico.
 Dentro de la organización previa, reservamos los locales para que no haya incompatibilidad de horarios con otras actividades programadas, diseñamos una actividad rica en lo que queremos subrayar, aseguramos un equipo mínimo de animadores y animadoras y preparamos la circular informativa con la autorización pertinente y la lista de lo que hay que traer.
 La actividad comienza sobre las 22:00 h. Así todos cenamos en casa y simplificamos la logística de la noche. La acogida la realizan animadores de los tres grupos infantiles que participan. En un lugar indicado dejan la pequeña mochila y el saco y empezamos a jugar mientras van apareciendo el resto de los participantes. El equipo de animación organiza para todos actividades lúdicas de acogida: la cuerda está lista, los balones no pueden faltar, el paracaídas mola, el brilé masivo es una tradición ya, en una sala hay tebeos, libros, juegos de mesa…
 A las 22.30 nos reunimos y tenemos la explicación de lo que viviremos esta noche, siempre con algún elemento sorpresa que nos adelanta cómo será esa noche especial.
 Comenzamos con un gran juego nocturno por los campos e instalaciones del cole. La organización de los grupos que participan en el juego es ya un elemento educativo pues queremos que de los tres grupos estén mezclados y se conozcan… Por eso habrá pruebas de correr y de habilidad, y otras de conocimiento del pequeño grupo. Lógicamente uno o dos animadores acompañaran y jugarán con el pequeño grupo.
 A las 23:45 llega el descanso y la invitación a un colacao con galletas.
 A las 00:00 en pequeños grupos descubrimos que la noche puede ayudarnos a conocernos un poco mejor a nosotros, a nuestros compañeros y a nuestro Dios. Comentamos y evaluamos el juego y sobre todo nuestras vivencias, dándonos a conocer un poquito más. Y si se puede, vemos el firmamento también nos habla.
 A las 00:20 llegan las “buenas noches”. Esta vez lo ambiental, lo narrativo, la escenificación, el vestuario cuentan y mucho. No es una historia de miedo es una narración de vida, de su vida… una narración que se convierte en dialogo y reflexión.
 Y a las 00:30 viene la aventura de dormir juntos en el gimnasio… La aventura de abrir y meterse en un saco, de buscar al compañero con el que quiero estar cerca, del suelo duro, de la morriña de mamá…
 A las 8:30 de la mañana o cuando la luz nos despierte, nos levantamos y nos organizamos para, a las 9, irnos solos a nuestras casas o con nuestros padres que estarán esperando por nosotros.
Merece la pena que el cole se transforme para acompañar en nuevas experiencias, sentirse acompañado en la noche, descubrir las “buenas noches” (nada que ver con los buenos días o buenas tardes)…, aunque sea solo una noche.

Xulio C. Iglesias

 
 

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