Tocar el corazón… ¡es tan difícil y tan necesario para transformar por dentro a las personas! Don Bosco era capaz de hacerlo y es su mejor herencia. “Procura hacerte querer”, decía. Él sabía que sólo desde el cariño y la valoración personal se abren los caminos que trastocan nuestros miedos y recelos, los miedos y recelos de muchos jóvenes a creer que Dios los ama especialmente, que son únicos para Él. Ese es nuestro reto, ser las manos y los pies al estilo de Juan Bosco para llevar el calor, la esperanza y el consuelo a tantos y tantos jóvenes. Ser capaces de transmitirles que ellos son la esencia de su tiempo, que en ellos se puede hacer realidad el cambio, a través de sus corazones.
Don Bosco en 2017. No sé dónde leía que vivimos tan deprisa, que a veces tenemos la sensación de no llegar y otras de qué nos hemos pasado. Yo hoy quiero reflexionar sobre la importancia del “calor” en el Encuentro.
Cuando somos capaces de entregar y disfrutar de un tiempo para mirarse a los ojos, escucharse en silencio, abrazarse en llanto y reírse desde lo más profundo de nuestro ser, ahí es cuando se produce el encuentro cálido. Encuentro que no nos deja indiferentes y que nos hace mirar al otro con los ojos del Amor, con los ojos de Dios, ¡es a lo que estamos llamados!
Ahora tenemos un montón de medios para visualizarnos, pero… ¿para encontrarnos? Tenemos muchos espacios donde comunicar, pero… ¿para escucharnos? Dedicamos mucho tiempo para relacionarnos, pero… ¿para abrazarnos?… ¡No sé!
Como Educadores y Agentes de Pastoral os invito a analizar cómo es nuestro tiempo cuando estamos en el patio, en la calle, en el centro, en la parroquia, en el barrio, en la asociación, en la familia, en la comunidad…..analizar si es un tiempo de Encuentro Cálido.
Lourdes Rojo Pol (Educación en la Fe – Inspectoría Salesiana Santiago el Mayor)
Honrados ciudadanos
En clave salesiana hay varias expresiones que nos hacen conscientes de la concepción del ser humano que tenía Don...