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Bendíceme
Bendíceme,
Dios de bondad,
y bendice todo cuanto hoy
tome en mis manos.
Bendice mi trabajo,
para que, correctamente hecho,
se convierta también
en bendición para otros.
Bendice mis pensamientos,
para que piense bien de los demás.
Bendice mis palabras,
para que despierten vida en ellos.
Bendice mi vida,
para que con ella
haga realidad continuamente
la imagen única que tú te has hecho de mí.
Bendíceme para que yo,
con todo cuanto soy,
pueda convertirme
en fuente de bendición
para las personas
con las que me encuentro.
Concédeme creer que todas ellas
son bendecidas por ti.
Entonces las veré con otros ojos
y reconoceré la bendición
que sale a mi encuentro
en cada persona.
Bendice a todas las personas
que llevo en mi corazón,
Dios bueno y misericordioso,
Padre, hijo y Espíritu Santo. Amén.
Anselm Grün