Origen
La imagen está tomada del material proporcionado por Globalmarch: la marcha mundial contra la explotación laboral de la infancia, que en España tuvo lugar del 4 al 17 de mayo de 1998. La marcha fue se llevó a cabo sólo en aquella ocasión, pero la realidad de la explotación infantil sigue igual o ha aumentado. ¿Cómo nos afecta a nosotros? ¿Qué podemos hacer? ¿En qué podemos comprometernos?
Algunos datos
– La Marcha comenzó en Asia el 17 de enero de 1998 y, después de recorrer todos los continentes, llegó a Ginebra el 1 de junio, coincidiendo con la 86 Conferencia Internacional del Trabajo.
– De los 2.000 millones de niños que hay en el mundo, trabajan 250 millones, de los cuales 120 millones trabajan a tiempo completo (más de 8 horas diarias) y 90 millones trabajan al menos 6 días a la semana.
– Según la OIT, más de 120 millones de niños y niñas trabajan en el mundo sin poder ir a la escuela. Se trata de trabajos en industrias o plantaciones, en las minas o el comercio sexual, que en algunos casos realizan niños y niñas desde los 5 años. Eso atenta contra su dignidad y les ocasiona graves deficiencias personales y sociales.
– Su situación les obliga a trabajar pero, a la vez, es consecuencia de su explotación.
– El coste estimado de la escolarización de todos los niños y niñas en el año 2000 sería de 6.000 millones de dólares anuales, además de los gastos actuales. Puede parecer una cantidad muy alta, pero representa tan sólo el 1,1 % de los gastos mundiales en armamento.
Objetivos
– Centrarse en el trabajo infantil y en la explotación laboral de la infancia para caer en la cuenta de una doble realidad: nuestros privilegios y las deficiencias de unos 250 millones de personas de nuestra edad, niños y niñas, que en vez de prepararse (estudiar, alimentarse, jugar…) tienen que trabajar.
– Tomando conciencia de la realidad global (el mundo en que vivimos genera diferencias y contradicciones, una de las cuales afecta a los niños: la explotación laboral), podremos cambiar la nuestra: aprovechar más nuestras oportunidades de estudio, denunciar situaciones de injusticia, colaborar para la mejora de su situación…
Actividades
- Repartir y ver el dibujo: que expliquen ellos brevemente las ilustraciones del dibujo.
- Caer en la cuenta de que son dos mundos distintos, aunque en una misma realidad: una jornada de 24 horas. Leer lo que pasa en cada uno de esos mundos en cada hora del día.
- Comenzar por el círculo de fuera: decir todo lo que pasa en él. Al final, comentar lo que hace cada uno en una jornada. Recalcar cómo lo hace: qué actitudes tiene, si es consciente o no…
- Centrase en el círculo de dentro: decir todo lo que pasa en él… Buscar más datos sobre la situación de esos 120 millones de niños… y tomar conciencia de su realidad.
- Resumir los dos círculos escribiendo dos diarios paralelos que abarquen lo que hace que cada niño en una jornada…
- Ver qué expectativas de futuro tiene por delante cada uno de esos protagonistas: imaginar que han pasado quince años y escribir otro diario de ambos protagonistas durante una jornada.
- Ver el cuadro de abajo y, en las dos primeras columnas, escribir palabras que reflejen la situación de «Nosotros» y de «Niños explotados».
- A partir del dibujo y de las palabras de las columnas, revisar y comentar: ¿Qué expectativas de futuro tienen por delante cada uno de esos protagonistas?
- Añadir una tercera columna: «Qué podemos hacer nosotros». Concretar acciones específicas que nos lleven a superar esas situaciones y hacer un mundo más justo.
Nosotros | Niños explotados | Qué podemos hacer nosotros |
1. 2. 3. … |
1. 2. 3. … |
1. 2. 3. … |
- Organizar un debate: como ciudadano podemos ayudar a construir un mundo más justo. ¿Cómo podemos hacerlo? ¿O no es posible? ¿Cuáles son las causas de esa explotación injusta y cómo podemos luchar contra ella? (Comenzar aplicándonos el cuento: ver si empleamos algún producto elaborado por niños, desde zapatillas Nike a… Miembros de distintas oenegés sabrán darnos datos sobre esto).
HERMINIO OTERO