Esta dinámica de comunicación se realizó en el Centro Juvenil Entre Amics de Valencia, con motivo de la asamblea de inicio. El objetivo de la misma es situarse en el grupo y sentirse grupo.
La historia se desarrolla en el transcurso de un viaje en tren, donde un grupo de jóvenes van de convivencia o acampada. Estos jóvenes trasmiten una serie de valores y una alegría particular en sus caras. En un momento dado, pasa el revisor, y queda sorprendido positivamente por este gru­po de jóvenes. El revisor se hace el propósito de regresar en cada parada y realizar una de las preguntas que lleva cuestionándose…
Si nos metemos en la dinámica de la historia y nos dejamos interpelar, podemos contestar las preguntas del revisor como si fuésemos nosotros los jóvenes del tren.
 
1.ª ESTACIÓN
El revisor nos pregunta:
– ¿Qué y cuáles son los motivos por los que nos hemos aventurado a subir a este tren llamado Albaida, (se coloca el nombre del grupo o asociación)?
 
2.ª ESTACIÓN
Le hemos caído en gracia al revisor y vuelve al ataque con otra pregunta:
– Durante el tiempo que llevas embarcado/a en este tren, ¿Cuáles son los aspectos que más valoras de las personas que están embarcadas aquí?
 
3.ª ESTACIÓN
Vuelve a pasar el revisor y nos ve sonriendo, le llama la atención y quiere contagiarse de nues­tra alegría.
– ¿Qué cosas os divierten, y qué os agrada de la gente? ¿Y de vosotros mismos?
 
4.ª ESTACIÓN
Tenemos al revisor en el bolsillo, ya no le importa quén suba o quién baje, les deja que hagan lo que quieran y se queda con nosotros.
– ¿Cuál es vuestro futuro inmediato, qué vais a hacer?
 
5.ª ESTACIÓN
Observamos que tras un momento de silencio el revisor queda taciturno y melancólico; al pre­guntarle qué fe pasa nos contesta con otra pregunta que le ronda por la cabeza referida a nuestra familia y a nuestro ambiente; cree que ésa es la causa de nuestra alegría…
– ¿Puedes describir, en pocos segundos, tu familia y tu historia educativa (dónde has estudiado y qué otros valores y cualidades te han enseñado)?
 
6ª. ESTACIÓN
Fin de trayecto. Estamos llegando a nuestra meta. El revisor, pletórico de alegría se entristece al ver el fin del trayecto tan cercano. De repente salta con ímpetu y nos lanza un grito: ¡No os bajéis! Y la última de sus preguntas.
– No sé si os queréis quedar en este tren, pero si os quedáis, ¿en qué os gustaría participar, o cuál pensáis que podría ser vuestro lugar en él?
 
 
7.ª ESTACIÓN
Despedida cordial y un ¡Hasta pronto!
 
Nota. Es muy importante en esta dinámica que el monitor o la persona que lleve el grupo se ponga en el papel del revisor y trasmita los sentimientos y las actitudes del mismo.
 
 
F. Javier Granell Ferré