Una cruz llena de vida

1 noviembre 2010

Esta imagen de Fano, artista residente en Málaga y cristiano comprometido, se puede encontrar con facilidad en la red (odresnuevos.files.wordpress.com/2008/05/la-senal-de-la-cruz.pdf, por ejemplo), lo mismo que otras muchas imágenes suyas, todas ellas sugerentes y de suficiente calidad como para ser reproducidas, incluso a color. Él las ofrece generosamente a todos por principio. Este mismo dibujo, se puede encontrar también coloreado en la misma página (y se puede reproducir a color). Aquí lo reproducimos a línea: los más pequeños lo pueden colorearla (a la vez que aprender a hacer la señal de la cruz y descubren su sentido mínimo); los mayores podemos centrarnos en el profundo significado que tiene hacer la señal de cruz para vivirlo cada vez que la hagamos.
La imagen

  1. Nos centramos en la imagen. ¿Qué vemos ahí? ¿Qué nos recuerda?
  2. La imagen es claramente una cruz… ¿Qué nos dice?
  3. El contorno de la cruz delimita cuatro partes bien diferenciadas: ¿Qué contiene cada una de ellas? Señalamos lo que en ellas se ve (aunque conviene que ellos lo descubran):
  • Arriba: sol, luna estrellas, montaña con nieve, arco iris, animales (jirafa, cebra, camaleón).
  • Abajo: una madre con un niño en el vientre (la asociamos con María, por la corona) unidos por el cordón umbilical del amor, el mundo (Europa, África, América…), una persona con los abrazos abiertos y alzados (Jesús anunciando su mensaje de amor y alabando a Dios o celebrando la vida), la cruz y rayos de luz (muerte y resurrección de Jesús).
  •  A la derecha según se mira: la imagen de Dios,  (alegre y sudoroso, mirando… ¿al futuro?), con remiendos, también en el triángulo identificativo, pero dueño del tiempo (reloj), con un corazón en la mano sobre el que está la paloma del Espíritu…
  • A la izquierda: Una persona que agarrándose en Dios ofrece su mano a otra mano que pide: pan, bebida, ropa, medicinas… (Resuenan las palabras del Evangelio: Dar de beber al sediento y de comer al hambriento, vestir al desnudo, curar al enfermo…)

La señal de la cruz

  1. ¿Qué puede tener que ver el contenido de esa cruz con la señal de la cruz?
  2. Al hacer la señal de la cruz llevamos la mano a la mente (Dios nos ha pensado, su pensamiento nos crea continuamente…), al vientre (Hijo que se encarna), hombro izquierdo y derecho (“arrimar el hombro, “con corazón”y “con fuerza”: trabajar, esforzarse, entregarse…
  3. Según eso se puede recordar que la señal de los cristianos no es la cruz sino “amarnos unos a otros”, amar también a los enemigos… ¿Cómo lo llevamos?
  4. Jugadores y otras personas hacen la señal de la cruz (Messi cuando mete un gol, otros jugadores cuando salen al campo…). ¿Cuándo hacemos nosotros la señal de la cruz? ¿Cómo la hacemos? ¿Con qué grado de conciencia?

Otra cruces

  1. Hay otras muchas cruces que siguen esta misma estructura (una ancha cruz con imágenes dentro sobre un tema: cruz marianista, cruz de la ascensión, cruz del nacimiento, cruz latinoamericana…). Buscamos algunas de ellas.
  2. Siguiendo ese esquema, elaboramos nuestra cruz personal o de grupo: preparamos una cruz con imágenes que muestren lo mejor que tenemos, lo que queremos vivir como cristianos, los sueños que nos habitan… Que sea una cruz llena de vida.

Aprender a hacer la señal de la cruz
El mismo autor del dibujo señala algunas claves de esta cruz para enseñar a santiguarse. : “Nos tocamos la cabeza cuando decimos Padre, porque fue el Padre el que pensó todas las cosas: que las cebras tuvieran rayas y las jirafas manchas, que el arco iris tuviera siete colores y las montañas altas terminen en nieve… El Padre se hizo niño y bajó (descendemos los dedos desde la frente a la barriga), al vientre de una mujer, María. Por eso al decir Hijo nos tocamos la barriga. Y ese Dios Padre que se hace Hijo en el vientre de una mujer, envía su Espíritu, esa fuerza invisible que nos viene de Dios y nos ayuda a ser mejores. ¿Y sabéis cuál es lo primero que toca? El corazón  (lado izquierdo). Podemos hablar con Dios, estar con Él siempre, pero el Espíritu también mueve nuestra mano (a la derecha) para dar de comer al hambriento, de beber al sediento, abrazar el inmigrante…”

Herminio Otero