Viaje de ida y vuelta
Ven, Señor Jesús.
¿Mas cómo vas a hacer el viaje? ¿Acaso vas a venir en una de las pateras que a diario se “estampanan” contra nuestras costas?
¿Te reconoceremos?… Ten en cuenta que no tienes los papeles en regla.
Ven, Señor Jesús.
Y ¿dónde vas a encontrar asilo? A lo mejor eres dulcemente conducido a una residencia de monjitas
¿Te reconoceremos?… Mira que ni tus más allegados se acuerdan ya de ti.., Bueno, me equivoco: se acordarán el día que “tú partas” para repartir tus bienes.
Ven, Señor Jesús.
Oye, dime, ¿y cómo vas a sobrevivir? No sé, pero creo que te tocará hacer largas colas en las oficinas de empleo; esto del trabajo cada vez está más difícil.
¿Te reconoceremos?… Por muchos currículos que envíes, me temo que serás archivado o, lo que es peor, arrojado directamente a la papelera.
Ven, Señor Jesús.
¿Qué me dices, que tus palabras te abrirán camino entre la gente? Probablemente te tomen como unchalao, un charlatán, un… ¡Ten cuidado!, existen “lugares” para gente como tú.
Además, ¿tú crees que te vamos a reconocer?… Tus palabras escuecen y la mayoría de la gente ya no escucha por los oídos, algunos lo hacen con el estómago y los más, con el bolsillo.
Ven, Señor Jesús.
Que ya te has acostumbrado a sacar el viaje de ida y vuelta? No me extraña…, pero, por favor, ven. Te necesitamos, aunque pronto nos cansemos de ti y te pongamos de patitas en la calle…
Ven, Señor Jesús, a ver si entre todos arreglamos “este desaguisado”
y cada vez somos más los que te reconocemos
sin pedirte el pasaporte, el contrato laboral o la cuenta bancaria…
Ven, Señor Jesús.
José María Escudero