Últimamente, dentro de los contenidos de religión católica aparecen todo tipo de religiones. Los que «debemos» saber algo de la religión cristiana debemos, según las editoriales, conocer todas las religiones habidas y por haber. Ya no solo se conforman con las religiones contemporáneas –que creemos necesario dar a conocer y ser sensibles a sus planteamientos–, sino que se incorporan las «religiones histórico-míticas» y… –por ejemplo– aparece una lista de los dioses griegos y romanos como las de «reyes godos» de antaño…
Y nos vemos envueltos en la encrucijada: ¿profundizamos o un simple barniz?, ¿repetimos los cuatro datos que se indican en ciencias sociales de la ESO sobre esas religiones o damos un paso más… quitándole horas a la religión cristiana –en el fondo, la gran desconocida y nuestro objetivo central–?
Como solución intermedia proponemos aquí una actividad sencilla de organizar y realizar para que, a través de la investigación y de la creatividad, podamos en unas pocas clases dar a conocer la religión greco-romano de una manera vivencial y un poco más profunda que el simple listado de dioses.
Formamos grupos de 5 ó 6 miembros cada uno. Y proponemos que cada participante del grupo elija ser un dios o diosa greco-romano. Podemos partir del listado sencillo que nos indica el libro de texto, de un elenco mucho más amplio o, simplemente, dejar abierto el tema a la investigación del grupo (dependerá del nivel de cada clase –cultural, motivacional, experiencia en trabajos de investigación…–). Con todo, hemos de proporcionar varias pistas: los libros de sociales, cultura clásica, e historia; el mundo abierto de internet y algun libro de fácil lectura sobre mitología grecolatina.
Presentada y trabajada durante una semana la actividad, a la siguiente clase se inicia el trabajo en grupos. Cada participante del grupo aportará toda la información conseguida y selecionarán un dios o diosa para cada miembro del grupo. Entre todos y todas, cada grupo deberá cubrir una ficha por dios o diosa, en la que se indicará el nombre (tanto para los latinos como para los griegos) y una breve descripción (origen e historia, atribuciones, etc.). Una vez seleccionados, se deberán buscar elementos distintivos del dios/diosa. Además, habrá que buscar elementos clásicos o modernos que hagan referencia a ese dios o diosa e indicarlos en la ficha, explicando la elección de esos tres o cuatro objetos con los que se disfrazará en el «desfile de dioses».
Para simular la vestimenta tradicional de esa época, bastará con una sábana o toalla grande (blanca) de las que todos pueden disponer; servirá de base para añadir los elementos significativos que se crean necesarios, a fin de que cuantos asistan al acto «descubran» de qué dios o diosa se trata. Por otro lado, se anima y favorece la creatividad incorporando elementos de la vida moderna que signifiquen o traduzcan elementos clásicos o atribuciones de cada dios; en este caso, se ha de pedir una mínima lógica y explicar el por qué.
A la siguiente clase y en un aula más amplia que la habitual –el mismo salón de actos del centro–, se realiza la presentación de los dioses. En grupos se van presentando al resto de los compañeros y compañerasrepresentando al dios/diosa elegido –brevemente y sin leer–, con sus propias palabras: cada cual se va presentando, contando algo de su origen, vida, y atribuciones principales…, además de enseñar y contextualizar los objetos y elementos que lleva encima.
Creemos que es una actividad vivencial y creativa (que nos dará más de una sorpresa), sencilla de realizar, en fin, que puede ayudarnos a comprender el sentimiento religioso de aquellas épocas. ¡Que los dioses nos acompañen!
Xulio C. Iglesias