Viaje al Olimpo

1 marzo 2002

Últimamente, dentro de los contenidos de religión católica aparecen todo tipo de religiones. Los que «debemos» saber algo de la religión cristiana debemos, según las editoriales, conocer todas las religiones habidas y por haber. Ya no solo se conforman con las religiones contemporáneas –que creemos necesario dar a conocer y ser sensibles a sus planteamientos–, sino que se incorporan las «religiones histórico-míticas» y… –por ejemplo– aparece una lista de los dioses griegos y romanos como las de «reyes godos» de antaño…
Y nos vemos envueltos en la encrucijada: ¿profundizamos o un simple barniz?, ¿repetimos los cuatro datos que se indican en ciencias sociales de la ESO sobre esas religiones o damos un paso más… quitándole horas a la religión cristiana –en el fondo, la gran desconocida y nuestro objetivo central–?
Como solución intermedia proponemos aquí una actividad sencilla de organizar y realizar para que, a través de la investigación y de la creatividad, podamos en unas pocas clases dar a conocer la religión greco-romano de una manera vivencial y un poco más profunda que el simple listado de dioses.
Formamos grupos de 5 ó 6 miembros cada uno. Y proponemos que cada participante del grupo elija ser un dios o diosa greco-romano. Podemos partir del listado sencillo que nos indica el libro de texto, de un elenco mucho más amplio o, simplemente, dejar abierto el tema a la investigación del grupo (dependerá del nivel de cada clase –cultural, motivacional, experiencia en trabajos de investigación…–). Con todo, hemos de proporcionar varias pistas: los libros de sociales, cultura clásica, e historia; el mundo abierto de internet y algun libro de fácil lectura sobre mitología grecolatina.
Presentada y trabajada durante una semana la actividad, a la siguiente clase se inicia el trabajo en grupos. Cada participante del grupo aportará toda la información conseguida y selecionarán un dios o diosa para cada miembro del grupo. Entre todos y todas, cada grupo deberá cubrir una ficha por dios o diosa, en la que se indicará el nombre (tanto para los latinos como para los griegos) y una breve descripción (origen e historia, atribuciones, etc.). Una vez seleccionados, se deberán buscar elementos distintivos del dios/diosa. Además, habrá que buscar elementos clásicos o modernos que hagan referencia a ese dios o diosa e indicarlos en la ficha, explicando la elección de esos tres o cuatro objetos con los que se disfrazará en el «desfile de dioses».
Para simular la vestimenta tradicional de esa época, bastará con una sábana o toalla grande (blanca) de las que todos pueden disponer; servirá de base para añadir los elementos significativos que se crean necesarios, a fin de que cuantos asistan al acto «descubran» de qué dios o diosa se trata. Por otro lado, se anima y favorece la creatividad incorporando elementos de la vida moderna que signifiquen o traduzcan elementos clásicos o atribuciones de cada dios; en este caso, se ha de pedir una mínima lógica y explicar el por qué.
A la siguiente clase y en un aula más amplia que la habitual –el mismo salón de actos del centro–, se realiza la presentación de los dioses. En grupos se van presentando al resto de los compañeros y compañerasrepresentando al dios/diosa elegido –brevemente y sin leer–, con sus propias palabras: cada cual se va presentando, contando algo de su origen, vida, y atribuciones principales…, además de enseñar y contextualizar los objetos y elementos que lleva encima.
Creemos que es una actividad vivencial y creativa (que nos dará más de una sorpresa), sencilla de realizar, en fin, que puede ayudarnos a comprender el sentimiento religioso de aquellas épocas. ¡Que los dioses nos acompañen!
 

  Xulio C. Iglesias

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