Estas cuatro imágenes pertenecen al escritor checo Franz Kafka (1883-1924), cuya obra literaria se considera una de las más influyentes del siglo XX a pesar de ser muy breve: tres novelas (El proceso, El Castillo y América) y una novela corta (La metamorfosis) además de algunas parábola, relatos breves y escritos autobiográficos, la mayoría póstumos, que han dado la imagen de una persona profundamente sensible y físicamente débil. Cuando era adolescente, había realizado unos dibujos, que Max Brod conservó y, unos años más tarde, presentó como dibujos de “un gran artista”.
Estos dibujos se acaban de reproducir en una obra reciente (Franz Kafka, Dibujos, Sexto piso, 2011), acompañados de acotaciones originales del escritor checo o de fragmentos de sus obras. Son 40 dibujos que basculan entre el expresionismo y el absurdo: siluetas espigadas a lo Giacometti en actitud pensante, practicando la esgrima o dobladas sobre la mesa. De ahí tomamos estos cuatro. Se trata de un Kafka dibujante o dibujado, de quien dice Brod: “Su pensamiento se construía en forma de imágenes”. Con ellos podemos acercarnos a… ***
Los dibujos
Vemos los dibujos y nos centramos en ellos, primero de forma general y después en cada uno de ellos.
– ¿Qué nos llama la atención? ¿Qué nos sugieren?
– ¿Que sentimientos nos provocan?
– ¿Qué les pasa a esos personajes?
– ¿Qué reflejan de nosotros mismos?
– ¿Qué reflejan de la realidad que vivimos?
– ¿Cuáles reflejan a los jóvenes actuales? ¿En qué?
– ¿Con cual de ellos me quedo? ¿Cuál rechazo de plano? ¿Por qué?
El pensador
“Me atenía en mi pensamiento a las cosas presentes, y a su situación presente, no por rigor o por un interés demasiado ligado a ellas, sino por tristeza y por miedo, si es que la causa no era la debilidad de mi pensamiento; tristeza porque, resultándome tan triste el presente, yo creía que no debía abandonarlo hasta que desembocase en la felicidad; miedo porque, igual que temía el más pequeño paso en el presente, también me consideraba indigno, dado mi despreciable aspecto infantil, de juzgar seriamente, con responsabilidad, mi gran futuro de hombre adulto, que casi siempre se me ha figurado tan imposible que todo pequeño progreso me parecía una falsificación, y lo más cercano, inalcanzable.”[Kafka, Diarios, 2 de enero de 1912]
– ¿Qué es lo que más me preocupa ahora?
– ¿A qué tengo miedo? ¿Cómo librarme de él?
– ¿Qué me produce tristeza?
– ¿Cómo me imagino de adulto?
– ¿Cómo me gustaría ser? ¿Qué he de hacer para ello?
Hombre con la cabeza sobre la mesa
– ¿Qué le pasa a este personaje?
– ¿Qué palabras está escuchando? ¿De quién?
– ¿Qué refleja de los jóvenes?
– ¿Por qué ha llegado a estar en esa situación?
– ¿Cómo puede salir de ella?
Hombre entre rejas.
“Él se habría conformado con una cárcel. Pero era una jaula de barrotes. Indiferente, imperativo, como si es- tuviera en su propia casa, el ruido del mundo entraba y salía a oleadas por entre los barrotes, el preso en realidad estaba libre, podía participar en todo, no se le escapaba nada de lo de fuera, incluso habría podido abandonar la jaula, los barrotes estaban a muchos metros unos de otros, él ni siquiera estaba preso.” [Kafka, Diarios, 13 de enero de 1920]
– ¿Cómo está este personaje? ¿Qué le aprisiona?
– ¿Cómo ha llegado a esa situación?
– ¿Cómo podría superarla?
– ¿Cuáles son las rejas de los jóvenes?
Hombre con bastón
“El arte se abstrae de sí mismo y se suprime a sí mismo: lo que en realidad es huida, se hace pasar por divagación o incluso por ataque.”[Kafka, «Cuaderno en octavo D», 1917/18]
– ¿En qué se parece este personaje a los jóvenes actuales?
– ¿Es huida lo que tienen o es divagación?
– Por cierto. ¿Qué oración haría este personaje? ¿Y los otros tres? Las escribimos. Y las hacemos nuestras.
Herminio Otero
http://www.sextopiso.com/images/productos/pdf/89257787_Fragmento%20Dibujos%20de%20Kafka.pdf
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