{"id":10060,"date":"2003-03-01T13:17:33","date_gmt":"2003-03-01T11:17:33","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=10060"},"modified":"2003-03-01T13:17:33","modified_gmt":"2003-03-01T11:17:33","slug":"educar-en-la-ciudadania-aprender-a-construir-el-mundo-juntos","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/educar-en-la-ciudadania-aprender-a-construir-el-mundo-juntos\/","title":{"rendered":"EDUCAR EN LA CIUDADAN\u00cdA. APRENDER A CONSTRUIR EL MUNDO JUNTOS."},"content":{"rendered":"

Juan Esc\u00e1mez S\u00e1nchez <\/strong>es catedr\u00e1tico de Filosof\u00eda de la Educaci\u00f3n en el Departamento de Teor\u00eda de la Educaci\u00f3n de la Universidad de Valencia.
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\nS\u00edntesis del art\u00edculo:
\nEducar es lograr que la persona sea aut\u00f3noma y tome su vida en sus manos, es decir, sea responsable<\/em> de s\u00ed misma. El autor nos muestra que esta tarea, para responder a las necesidades de hoy, ha de ser educaci\u00f3n en la ciudadan\u00eda<\/em>, que consiste en \u201ctrabajar con los estudiantes la cultura de la responsabilidad\u201d. Para ello es necesario formar para la participaci\u00f3n y la acci\u00f3n ciudadana y social, as\u00ed como en la convivencia intercultural, en una relaci\u00f3n de igualdad aut\u00e9ntica (que se debe reflejar en la mismas estructuras del centro escolar). Adem\u00e1s, se debe educar para formar ciudadanos y ciudadanas verdaderamente cosmopolitas, promoviendo la preocupaci\u00f3n y acci\u00f3n en favor de la paz, del respeto de la naturaleza y de la cooperaci\u00f3n en el desarrollo de todos los pueblos.
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\n1.-La educaci\u00f3n en las sociedades modernas.
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\nNuestras sociedades se caracterizan por la pluralidad en las formas de socializaci\u00f3n, de adquisici\u00f3n de una cultura u otra, de sociabilidad, de estructuraci\u00f3n de la identidad personal, de lenguas, de modos de estar en el mundo y relacionarse con los dem\u00e1s. M\u00e1s que nunca el deber de cada uno es saber qui\u00e9n se quiere ser , y el deber de la escuela es saber qu\u00e9 individuo puede, quiere y debe formar para la sociedad de ma\u00f1ana. En este sentido es necesario volver a pensar el papel que ha de desempe\u00f1ar la escuela de nuestro tiempo y hacer la opci\u00f3n por una filosof\u00eda y unas pr\u00e1cticas adecuadas a las necesidades actuales. La educaci\u00f3n en la ciudadan\u00eda responde a tal reto.
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\n2.- La educaci\u00f3n para una ciudadan\u00eda responsable.
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\nToda persona, tambi\u00e9n los j\u00f3venes, tienen dignidad y no precio. Tal afirmaci\u00f3n kantiana significa que toda persona es capaz de autonom\u00eda o gobierno por s\u00ed misma. La consecuci\u00f3n de tal autonom\u00eda, sin embargo, no es f\u00e1cil tanto por las dificultades que est\u00e1n dentro de nosotros mismos como por las dificultades que se nos imponen en los diversos ambientes en los que vivimos.
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\nLa autonom\u00eda o se\u00f1or\u00edo sobre uno mismo se consigue cuando se tienen pensamientos propios, aquellos de los que se pueden dar cuenta y no pensamientos impuestos; tambi\u00e9n cuando se toman las decisiones que le afectan a uno seg\u00fan los proyectos de su vida personal, porque considera que son las mejores para \u00e9l, y tales decisiones no son tomadas por otras personas seg\u00fan otros intereses o proyectos, aunque sean bienintencionados.
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\nAlgunas veces, parece que nuestras vidas y el futuro de nuestras comunidades est\u00e1 dise\u00f1ado por fuerzas que escapan a nuestro control y nos arrastran no sabemos bien a d\u00f3nde. Tal percepci\u00f3n se ha ido extendiendo entre los ciudadanos en estos tiempos de globalizaci\u00f3n econ\u00f3mica, pol\u00edtica y cultural. Parece como si las leyes del mercado o de la pol\u00edtica o de la cultura marcaran al futuro un sentido o direcci\u00f3n desconocido para nosotros, pero inevitable. Si as\u00ed son los hechos, \u201c\u00bfqu\u00e9 podemos hacer?\u201d, nos decimos.
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\nLas fuerzas de la econom\u00eda, la pol\u00edtica o la cultura, que sin lugar a dudas influyen en nuestras vidas y en la de nuestras comunidades, responden a intereses de individuos o grupos muy concretos y poderosos que nos los quieren imponer y, de hecho, nos los imponen, pero que podemos contrarrestar. El futuro de nuestra vida y el de nuestras comunidades no lo conocemos, est\u00e1 abierto y hay posibilidades buenas y malas que pueden hacerse efectivas, unas s\u00ed y otras no. Nadie puede arrogarse razonablemente el don de conocerlo. Nuestro futuro es incierto y el que tome una direcci\u00f3n u otra depende de lo que nosotros vayamos haciendo.
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\nNosotros somos, mediante nuestras acciones, quienes tenemos la posibilidad de conferirle a tal futuro un sentido y significado concreto \u00a1Esa es nuestra responsabilidad! Los hechos de la econom\u00eda, de la pol\u00edtica o de la cultura no tienen sentido al margen de las personas que los producen. Somos los humanos quienes introducimos sentido a esos hechos. Por ejemplo, las personas no somos iguales unas a otras en riquezas, competencias intelectuales o modos de interpretar la vida, pero nosotros podemos decidirnos a luchar por la igualdad de derechos b\u00e1sicos para todos los seres humanos. De modo semejante, las instituciones sociales, estatales o privadas, no son racionales necesariamente, pero podemos decidirnos a luchar por hacerlas racionales. Y, como \u00faltimo ejemplo, las relaciones humanas manifiestan frecuentemente el dominio de los poderosos sobre los d\u00e9biles, pero nosotros podemos decidirnos a trabajar por unas relaciones basadas en el entendimiento y la justicia.
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\nNuestra responsabilidad consiste en echarnos nuestra vida y la de nuestras comunidades a la espalda y decidir qu\u00e9 camino tomamos y a d\u00f3nde nos dirigimos. Realmente no sabemos si tendremos \u00e9xito en el camino emprendido, ya que cualquier decisi\u00f3n que tomemos puede estar equivocada, pero, al menos, nuestro comportamiento estar\u00e1 a la altura de la dignidad humana puesto que somos guionistas y actores del proyecto de nuestra vida.
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\nDe nuestras acciones se derivan efectos o consecuencias positivas o negativas para nosotros y para los dem\u00e1s. Los beneficios o perjuicios a \u201clos otros\u201d confieren a la responsabilidad una dimensi\u00f3n \u00e9tica. La dignidad de cualquier persona clama por el reconocimiento de sus derechos y por la satisfacci\u00f3n de sus necesidades hasta donde alcance nuestro poder de hacerlo. La \u00e9tica de la responsabilidad pone el acento en el compromiso vital con los otros, especialmente con los m\u00e1s d\u00e9biles y excluidos, y con la naturaleza, que hace posible la vida humana.
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\nTal compromiso \u00e9tico exige la transformaci\u00f3n de los escenarios sociales en los que se producen las relaciones reales de las personas y las condiciones pol\u00edticas y econ\u00f3micas que provocan la injusta marginaci\u00f3n y exclusi\u00f3n de muchas personas y de comunidades enteras. La \u00e9tica de la responsabilidad nos obliga a la acci\u00f3n, que es la \u00fanica facultad que tenemos para producir los cambios sociales necesarios, junto con otros, formando colectivos o participando en instituciones, para que nuestras decisiones tengan posibilidades de \u00e9xito. Es cierto que no podemos confundir los valores y las actitudes de la ciudadan\u00eda con los valores y actitudes morales, pero tambi\u00e9n es necesario reivindicar que los valores centrales de la ciudadan\u00eda, que articulan nuestra Constituci\u00f3n y la Declaraci\u00f3n de los Derechos Humanos, son valores morales.
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\nEs necesario educar a las nuevas generaciones para que ejerzan una ciudadan\u00eda responsable. La tarea de la educaci\u00f3n es hacer responsable a la gente. Durante demasiado tiempo no se ha tenido claro que la infancia y la juventud son periodos transitorios, aunque hermosos y valiosos, hacia la mayor\u00eda de edad o edad adulta. La mayor\u00eda de edad, en sentido jur\u00eddico, es la edad legal a partir de la cual una persona es plenamente responsable de sus actos. En sentido moral, la mayor\u00eda de edad se muestra cuando se adopta la decisi\u00f3n personal de ejercer la propia responsabilidad para con uno mismo y para con la comunidad a la que se pertenece.
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  1. La educaci\u00f3n en la ciudadan\u00eda y la acci\u00f3n social.<\/li>\n<\/ol>\n

     
    \nLa responsabilidad es, ante todo, un compromiso con la acci\u00f3n para hacer el mundo de los hombres y las mujeres m\u00e1s habitable. Y tal responsabilidad nos demanda unir nuestra acci\u00f3n a las acciones de los dem\u00e1s. La esfera de los asuntos humanos est\u00e1 formada por la trama de relaciones que existe donde quiera que los hombres viven juntos. En esa trama, ya existente, cada agente introduce su acci\u00f3n que afecta a los dem\u00e1s como la acci\u00f3n de los dem\u00e1s le afecta a \u00e9l. Esa acci\u00f3n y reacci\u00f3n entre las personas nunca se mueve en un c\u00edrculo cerrado y nunca se limita a unos pocos participantes, sino que se difunde al resto de miembros de la sociedad y a las personas que pueden constituir la sociedad del futuro. El acto m\u00e1s peque\u00f1o en las circunstancias m\u00e1s limitadas lleva la simiente de la cosecha, ya que un acto, a veces una palabra, basta para cambiar la situaci\u00f3n presente o la direcci\u00f3n que se imprime a los acontecimientos futuros. La responsabilidad ciudadana se traduce en un compromiso aut\u00e9ntico por la mejora de las leyes y las instituciones pol\u00edticas. Una persona obra responsablemente cuando toma en sus manos sus propios asuntos y hace lo que puede para la mejora de los problemas p\u00fablicos y de la vida democr\u00e1tica.
    \nLa educaci\u00f3n en la ciudadan\u00eda consiste en trabajar con los estudiantes la cultura de la responsabilidad, que exige dialogar y entrar en la actividad social y pol\u00edtica, participar, movilizarse c\u00edvicamente, muchas veces desde el fomento de la asociaci\u00f3n para los fines y esfuerzos comunes. Asumir la responsabilidad como ciudadanos significa confiar en que tambi\u00e9n nosotros somos realmente agentes de la democracia, encargados de ciertas cosas y garantes de determinados funcionamientos de nuestra sociedad, que hemos de darnos nuestros propios principios desde nuestra capacidad de autonom\u00eda, que hemos de rechazar aquello que desvirt\u00faa los modos de comportamiento democr\u00e1tico y que hemos de dar cuenta de nuestras decisiones y acciones.
    \nEl tipo de compromiso ciudadano, que la \u00e9tica de la responsabilidad estimula a descubrir, no est\u00e1 referido s\u00f3lo a personas individuales y a comunidades pol\u00edticas y sociales pr\u00f3ximas, ya que la mayor\u00eda de los grandes problemas de nuestro tiempo se han vuelto asunto de pol\u00edtica a escala mundial. En las dos \u00faltimas d\u00e9cadas, ante viejos y nuevos problemas sociales y ecol\u00f3gicos, los ciudadanos empiezan a tomar conciencia de la necesidad de asumir responsabilidades colectivas por lo que est\u00e1 sucediendo a otras gentes y pueblos: la cooperaci\u00f3n para el desarrollo del tercer mundo, el derecho de injerencia en las pol\u00edticas de otros pa\u00edses ante la vulneraci\u00f3n de los derechos humanos de las minor\u00edas culturales o \u00e9tnicas, la defensa de los derechos del individuo frente al Estado y la creaci\u00f3n de tribunales internacionales en el \u00e1mbito de lo penal, que salvaguarden tales derechos y juzguen a quienes los pisotean, la b\u00fasqueda de soluciones colectivas al futuro del planeta y de la especie humana ante el deterioro del medio ambiente, la promoci\u00f3n de la cultura de la sostenibilidad como alternativa a un desarrollo econ\u00f3mico depredador de la naturaleza que, a su vez, aumenta las injustas desigualdades entre los pa\u00edses del Norte y del Sur.<\/p>\n

      \n
    1. Aprendiendo a construir el mundo juntos.<\/li>\n<\/ol>\n

       
      \nEn una sociedad plural cada vez m\u00e1s heterog\u00e9nea y compleja, la educaci\u00f3n en la ciudadan\u00eda tiene que instaurar los valores democr\u00e1ticos y los valores comunes a todos sus miembros. Se trata de establecer s\u00f3lidos v\u00ednculos c\u00edvicos sin exclusi\u00f3n de nadie. La ciudadan\u00eda se asocia a un estatuto jur\u00eddico, pero tambi\u00e9n a una capacidad, un poder y una voluntad de actuar. La escuela puede y debe contribuir a la construcci\u00f3n de una ciudadan\u00eda que se ha llamado \u201ccosmopolitismo arraigado\u201d, ciudadanos comprometidos con la comunidad concreta en la que han nacido y con la comunidad humana.
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      \nEl principio b\u00e1sico que tiene que animar tal compromiso es el reconocimiento de la dignidad de cualquier persona. La \u00e9tica de nuestro tiempo ha mostrado que el otro es siempre distinto, peculiar, original. La \u00e9tica es justamente el encuentro con el otro como un otro<\/em> que yo, que se me muestra en una exigencia de libertad y respeto a su complejidad. En eso consiste la consideraci\u00f3n del otro como un individuo singular, que pertenece a la categor\u00eda de mis iguales como persona. Toda desigualdad en la relaci\u00f3n humana transforma a unos en actores y a otros en receptores, y entra\u00f1a una relaci\u00f3n de poder, real o simb\u00f3lico, que es fuente de violencia, real o potencial.
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      \nUna l\u00ednea de acci\u00f3n prioritaria de nuestras escuelas es hacer posible la convivencia de las gentes diversas que est\u00e1n conformando la sociedad espa\u00f1ola. La propuesta de favorecer las interacciones entre individuos de culturas diversas, desde la convicci\u00f3n de que la mayor\u00eda de nuestras sociedades se han convertido en multiculturales y as\u00ed ser\u00e1 de aqu\u00ed en adelante. Cada cultura tiene sus caracter\u00edsticas espec\u00edficas, en principio respetables, y la pluralidad de culturas es una riqueza del patrimonio com\u00fan de la sociedad; m\u00e1s a\u00fan, el mestizaje cultural es una fuente inagotable para el aprendizaje. De ah\u00ed, que la educaci\u00f3n para una sociedad de la complejidad y la mezcla no s\u00f3lo es una barrera contra la violencia, sino un principio activo de enriquecimiento cultural y c\u00edvico.
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      \nLa interculturalidad implica una transformaci\u00f3n revolucionaria en la filosof\u00eda y en las pr\u00e1cticas de la educaci\u00f3n. Afirma el valor de la variabilidad y la diversidad en los centros escolares y en las aulas, frente al prestigio de la homogeneidad de los alumnos; pone en cuesti\u00f3n el principio de segregaci\u00f3n de los centros seg\u00fan criterios \u00e9tnicos, culturales, religiosos, econ\u00f3micos o de cualquier otro tipo; considera que la funci\u00f3n principal de la educaci\u00f3n es facilitar las condiciones para que el sujeto sea creador de su propia cultura m\u00e1s que receptor pasivo de la cultura de su comunidad de origen. El individuo es considerado menos determinado por la cultura a la que pertenece, menos producto de su cultura, y m\u00e1s actor o agente de cultura.
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      \nLa interacci\u00f3n es un concepto central en la educaci\u00f3n intercultural. El prefijo \u201cinter\u201d de la palabra intercultural sugiere la manera como se ve al otro y, por tanto, la manera como uno se ve. Percepci\u00f3n que no depende de las caracter\u00edsticas de \u00e9l y m\u00edas, sino de las relaciones mantenidas entre \u00e9l y yo. No se puede conocer a los dem\u00e1s sin comunicarse con ellos, sin relacionarse con ellos, sin permitirles expresarse como sujetos. La meta de la educaci\u00f3n intercultural no es aprender la cultura del otro como una superestructura objetiva, sino aprender a partir del encuentro con \u00e9l, de ver c\u00f3mo se da a conocer en sus presentaciones y en sus representaciones; en definitiva, aprender a reconocerse en \u00e9l, quien se presenta como un sujeto individual a la vez que miembro de la humanidad. La escuela puede ser un lugar privilegiado para que los estudiantes tengan la oportunidad de conocerse unos a otros en profundidad, compartan el mismo status, tengan intereses y objetivos comunes, y para ello la relaci\u00f3n de igualdad ha de ser apoyada por las normas del centro y por el profesorado, favoreciendo las situaciones de cooperaci\u00f3n y no de competencia.
      \n 
      \nUna segunda l\u00ednea de actuaci\u00f3n educativa est\u00e1 en la promoci\u00f3n de la solidaridad con la comunidad de los humanos. El valor de la solidaridad adquiere su aut\u00e9ntica dimensi\u00f3n \u00e9tica cuando nos damos cuenta que todas las personas somos interdependientes. Esto significa que la humanidad en su conjunto tiene que ser percibida no s\u00f3lo como un sistema de relaciones econ\u00f3micas, sino tambi\u00e9n culturales, pol\u00edticas y religiosas. Dicho con otras palabras, la mutua dependencia exige las respuestas adecuadas para asegurar nuestra supervivencia y la supervivencia de toda la humanidad. Para ello, es necesario mantener y mejorar las condiciones de vida en el peque\u00f1o y castigado planeta que compartimos, y dignificar la vida, especialmente la humana, en todas sus formas.
      \nLa educaci\u00f3n para esa ciudadan\u00eda universal se puede concretar en la formaci\u00f3n de nuevas convicciones y actitudes de respeto a la naturaleza, de b\u00fasqueda de la paz y de cooperaci\u00f3n para el desarrollo de los pueblos.
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      \nSe siguen estudiando las cuestiones m\u00e1s diversas, pintorescas e incluso grotescas cuando la mayor\u00eda de los ciudadanos, mayores y peque\u00f1os, todav\u00eda desconoce lo que ha de ser la conservaci\u00f3n de los bienes p\u00fablicos, la preservaci\u00f3n de los espacios naturales, el mantenimiento de especies que hoy est\u00e1n amenazadas de extinci\u00f3n y la no contaminaci\u00f3n del aire, del agua y de los suelos.
      \n 
      \nNo es f\u00e1cil ense\u00f1ar la cooperaci\u00f3n y la paz en un ambiente escolar en el que s\u00f3lo se aprecian los logros individuales y se estimula la competitividad. Es dif\u00edcil educar para la paz en un clima escolar en el que no se resuelven, o por lo menos no se gestionan bien, los conflictos del centro y de las aulas. El gran investigador de la paz Johan Galtung cre\u00eda que el sistema educativo tradicional no se adapta bien a la educaci\u00f3n para la paz y se hac\u00eda la siguiente pregunta: \u201cLa educaci\u00f3n para la paz, \u00bfno parecer\u00e1 una pura hipocres\u00eda? O, peor a\u00fan, \u00bfno parecer\u00e1 la paz una palabra hueca, anulada por el mensaje m\u00e1s fuerte de que la verticalidad y la dominaci\u00f3n son normales y aceptables, mensaje que se transmite por medio de la estructura del centro escolar?\u201d
      \n 
      \nNo es posible andar los caminos de la paz si no es con actitudes y pr\u00e1cticas de paz. La educaci\u00f3n para la paz tiene autenticidad cuando se articula en torno al valor de la justicia. Mientras permanezca la pobreza y la miseria en el mundo no podr\u00e1 haber paz. De ah\u00ed que haya que poner las bases para nuevas formas de desarrollo. Ello implica transformar el sistema econ\u00f3mico en el que nos movemos, evitando la marginaci\u00f3n y la exclusi\u00f3n de personas y de naciones enteras.
      \n\u00a0<\/strong>
      \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/strong>La cooperaci\u00f3n para el desarrollo de los pueblos ha tenido hist\u00f3ricamente tres referentes. El primero fue la cooperaci\u00f3n para el crecimiento econ\u00f3mico: sin crecimiento econ\u00f3mico acelerado, no son posibles ni el desarrollo ni la eliminaci\u00f3n de la pobreza. El segundo referente de desarrollo es el crecimiento con justicia social: no basta con crecer, sino que es preciso distribuir para atender a las necesidades de todos los ciudadanos. S\u00f3lo la modernizaci\u00f3n productiva, con justicia social, manifiesta el desarrollo de los pueblos. Actualmente, la cooperaci\u00f3n para el desarrollo de los pueblos, adem\u00e1s de lo anterior, se entiende como un proceso de expansi\u00f3n de las capacidades humanas, individuales y colectivas, de los pueblos con los que se coopera. La cooperaci\u00f3n para el desarrollo se produce en la b\u00fasqueda de soluciones en com\u00fan, como la ejecuci\u00f3n de proyectos compartidos por los pa\u00edses en desarrollo y desarrollados. El acento se pone en que las gentes desarrollen sus capacidades de trabajo, sus capacidades creativas y su autoestima.
      \n 
      \nLa educaci\u00f3n para la cooperaci\u00f3n internacional y el desarrollo de los pueblos tiene que centrarse en cuatro objetivos b\u00e1sicos: concienciar a los j\u00f3venes de que la cooperaci\u00f3n se legitima desde razones de justicia, no desde posiciones paternalistas; formar en el sentimiento de pertenencia a la comunidad de los humanos; generar el convencimiento de que los bienes de la tierra son producto de las personas que la habitan y, por lo tanto, tienen que ser universalmente distribuidos; promover que, ante los problemas del mundo de hoy, no cabe otra respuesta que una \u00e9tica universalista que tenga por horizonte, para la toma de decisiones, el bien universal, aunque sea preciso construirlo desde el bien local.
      \nJuan Esc\u00e1mez S\u00e1nchez<\/strong>
      \n\u00a0<\/strong><\/p>\n

      BIBLIOGRAF\u00cdA COMPLEMENTARIA<\/h1>\n

      Esc\u00e1mez, J. (director) (1999): Solidaridad y voluntariado social<\/em>, Valencia, Bancaja.
      \nEsc\u00e1mez, J.; Gil, R. (2001): La educaci\u00f3n en la responsabilidad<\/em>, Barcelona, Paid\u00f3s.
      \nEsc\u00e1mez, J.; Garc\u00eda, R.; Sales, A. (2002): Claves educativas para escuelas no conflictivas<\/em>, Barcelona, Idea Book.
      \nEsc\u00e1mez, J.; Gil, R. (2002): La educaci\u00f3n de la ciudadan\u00eda<\/em>, Madrid, CCS-ICCE.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

      Juan Esc\u00e1mez S\u00e1nchez es catedr\u00e1tico de Filosof\u00eda de la Educaci\u00f3n en el Departamento de Teor\u00eda de la Educaci\u00f3n de la Universidad de Valencia.     S\u00edntesis del art\u00edculo: Educar es lograr que la persona sea aut\u00f3noma y tome su vida en sus manos, es decir, sea responsable de s\u00ed misma. El autor nos muestra que […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","inline_featured_image":false,"footnotes":""},"categories":[763,764,94],"tags":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/10060"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=10060"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/10060\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=10060"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=10060"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=10060"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}