{"id":10086,"date":"2003-01-01T13:57:12","date_gmt":"2003-01-01T11:57:12","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=10086"},"modified":"2003-01-01T13:57:12","modified_gmt":"2003-01-01T11:57:12","slug":"que-esta-pasando-en-catequesis","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/que-esta-pasando-en-catequesis\/","title":{"rendered":"\u00bfQU\u00c9 EST\u00c1 PASANDO EN CATEQUESIS?"},"content":{"rendered":"

\u00c1lvaro GINEL
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\n\u00c1lvaro GINEL, Director de la revista CATEQUISTAS
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\nEsta secci\u00f3n de \u201cExperiencias\u201d queremos que en los n\u00fameros de 2003 \u2013diez en total\u2013 est\u00e9 consagrada al an\u00e1lisis de la situaci\u00f3n de la Pastoral Juvenil hoy en Espa\u00f1a<\/em><\/strong> desde aquello que se est\u00e1 viviendo, las soluciones que se vienen aportando y los caminos que se quieren abrir para hacer frente a los interrogantes e inquietudes de los j\u00f3venes que hoy tenemos entre nosotros. Y todo ello desde \u201cfrentes\u201d y \u201cambientes\u201d distintos: catequesis, pastoral familiar, j\u00f3venes alejados, centros juveniles, alternativas de ocio y tiempo libre, la escuela, el lenguaje religioso, el voluntariado, el mundo sociopol\u00edtico… Se trata de analizar procesos<\/em><\/strong> que reflejen el cambio \u201c\u00e9pocal\u201d <\/em><\/strong>en el que vivimos.
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\nLos a\u00f1os ochenta fueron a\u00f1os de una gran actividad catequ\u00e9tica en las comunidades cristianas de nuestra Iglesia en Espa\u00f1a. Los Obispos espa\u00f1oles escrib\u00edan: \u201cDurante estos a\u00f1os, la catequesis ha dado pruebas de ser campo realmente privilegiado de la renovaci\u00f3n eclesial, en que han destacado con mucho las luces, aunque no hayan estado ausentes las sombras. Por todas partes en Espa\u00f1a, un gran n\u00famero de sacerdotes, religiosos y seglares se han consagrado con entusiasmo y constancia a la comunicaci\u00f3n y educaci\u00f3n de la fe en el \u00e1mbito de la catequesis. Y ha sido admirable el n\u00famero de iniciativas brotadas en este terreno\u201d[1].
\nMirando hacia atr\u00e1s advertimos una progresiva y lenta disminuci\u00f3n de grupos de adolescentes y j\u00f3venes en catequesis. Los grupos de adultos siempre fueron menos numerosos, pues la catequesis estaba volcada en las primeras edades. Los ni\u00f1os, sobre todo los que se preparan para la primera comuni\u00f3n, da a\u00fan cifras elevadas en catequesis, cifras que descienden bruscamente tras la celebraci\u00f3n de la llamada primera comuni\u00f3n.<\/em>
\nHabr\u00eda que recorrer los archivos parroquiales y cuantificar el n\u00famero de primeras comuniones y de confirmaciones de ayer y de hoy. Una simple comparaci\u00f3n con la actualidad arrojar\u00eda datos interesantes. El dato m\u00e1s obvio posiblemente sea el descenso de inscritos en la catequesis. Pero no nos podemos quedar en ese dato, para el que hay muchas lecturas; una muy sencilla es la disminuci\u00f3n de la poblaci\u00f3n infantil y juvenil. Nuestra pregunta tiene que ir m\u00e1s all\u00e1.
\n\u00bfQu\u00e9 est\u00e1 pasando hoy en la catequesis?<\/em> Se trata de una pregunta que se plantean muchos en el momento presente[2]. La formulamos mirando expl\u00edcitamente a la catequesis en acci\u00f3n, es decir, a las catequesis que funcionan en las parroquias y comunidades cristianas. No partimos de encuestas, sino de observaci\u00f3n personal. Ah\u00ed est\u00e1 el l\u00edmite de la reflexi\u00f3n que sigue. El objetivo de estas l\u00edneas no es una descripci\u00f3n exhaustiva, sino unas pinceladas para \u201cdar que pensar\u201d.
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  1. D\u00f3nde estamos<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

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    1. a) Realidad muy plural<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

      Lo primero de todo es confesar que no contamos con encuestas fiables sobre lo que es y hace la catequesis en el seno de la comunidad cristiana. Es dif\u00edcil hablar de porcentajes. Pero existe un conocimiento de la realidad que se realiza por observaci\u00f3n directa, por informaciones que provienen de catequistas y de encargados de la catequesis. Yo me sit\u00fao en esta \u00faltima fuente de informaci\u00f3n.
      \nEn segundo lugar hay que se\u00f1alar la realidad plural. Ni todas las iglesias particulares ni todas las comunidades cristianas que convocan a ni\u00f1os, adolescentes, j\u00f3venes y adultos para la catequesis lo hacen con los mismos objetivos, con la misma pedagog\u00eda, con la misma organizaci\u00f3n. Damos por hecho que todos tienen como finalidad \u00faltima: el anuncio del Evangelio. Pero la forma de realizarlo es muy diversa. Por ejemplo, mientras en unas comunidades cristianas se encomienda la acci\u00f3n catequ\u00e9tica a cristianos adultos, en otras comunidades esta acci\u00f3n se pone en manos de los reci\u00e9n confirmados \u201cporque as\u00ed, teniendo algo que hacer en la comunidad, se quedan, se sienten \u00fatiles ya que de lo contrario se van y no les volvemos a ver\u201d. Mientras en unas comunidades se cuida muy mucho la formaci\u00f3n de los catequistas y se les exige un m\u00ednimo de edad, de cursillos b\u00e1sicos y de profundizaci\u00f3n, en otras, se anuncia al inicio de curso: \u201cSe necesitan catequistas, \u00bfqui\u00e9nes se apuntan?\u201d. A los que se apuntan, se les da un cursillo de tres tardes (6 horas) y ah\u00ed se para pr\u00e1cticamente toda la formaci\u00f3n de los catequistas. Otra pista que nos habla de la realidad plural que existe se constata en el \u201cconsumo\u201d de materiales de catequesis. El m\u00e9todo usado se\u00f1ala una orientaci\u00f3n, una opci\u00f3n, una manera de concebir el hacer catequ\u00e9tico. Hoy encontramos un abanico amplio y diverso de m\u00e9todos: unos m\u00e9todos son impuestos desde los Secretariados de Catequesis o desde la parroquia, en otros casos se funciona sin \u201clibro editado\u201d, y son los catequistas y el encargado de la catequesis quienes van confeccionando su propio m\u00e9todo, s\u00edntesis m\u00e1s o menos bien hecha de otros muchos, hecha a base de cortar y pegar…
      \nLa realidad es plural tambi\u00e9n por la forma de concebir la animaci\u00f3n de la comunidad cristiana. Hay veces que la animaci\u00f3n observable en comunidades de periferia no tiene nada que ver con la de las comunidades del centro de la ciudad, por poner un ejemplo; o la de las zonas rurales con la capital de provincia.<\/p>\n

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      1. b) Crisis o desconfianza<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

        Creo que podemos hablar hoy de una crisis o desconfianza respecto a lo que se hace con los que van a catequesis, o respecto a la catequesis que ofrecen no pocas comunidades parroquiales. \u201c\u00bfQu\u00e9 le puede ense\u00f1ar ese ni\u00f1ato a mi hijo en catequesis si yo s\u00e9 muy bien lo que es?\u201d. \u201c\u00bfC\u00f3mo quieres que vaya a la reuni\u00f3n de padres para escuchar las bobadas que nos cuentan?\u201d. As\u00ed se expresan, a veces, padres que, conociendo a los catequistas, ya desconf\u00edan de la catequesis que hacen.
        \nOtra vertiente de la desconfianza se traduce en estos t\u00e9rminos: los ni\u00f1os, adolescentes y j\u00f3venes que en la escuela tienen como profesores a personas \u201ctituladas\u201d, con un expediente acad\u00e9mico que avala su preparaci\u00f3n para la tarea que realizan, en la catequesis nos encontramos con \u201cpersonas de buena voluntad\u201d. Ciertamente que muchas de estas personas est\u00e1n dando lo mejor de s\u00ed y lo mejor de su fe. Ciertamente que la catequesis tiene una dimensi\u00f3n que escapa a toda posibilidad de evaluaci\u00f3n, pues interviene el Esp\u00edritu. Ciertamente que los catequistas est\u00e1n haciendo una labor que en muchos casos ni quieren ni pueden hacer los presb\u00edteros que la comunidad tiene. Ciertamente que gracias a la fe de catequistas sencillos muchos hombres y mujeres han entrado en di\u00e1logo con el Dios de Jes\u00fas. Todo esto es cierto. Y m\u00e1s. Pero tambi\u00e9n es verdad que el Esp\u00edritu nos pide en toda ocasi\u00f3n hacer el esfuerzo de responder con valent\u00eda, ciencia y preparaci\u00f3n a las necesidades del momento para acoger la realidad del sujeto que demanda iniciarse en el seguimiento de Jes\u00fas de Nazaret.
        \nTanto el tiempo que se dedica a la catequesis, como los m\u00e9todos, las personas que la realizan, el proyecto catequ\u00e9tico comunitario dentro de la acci\u00f3n global de la comunidad, las respuestas que se ponen en marcha, etc. ilusionan poco hoy a los destinatarios y a los progenitores de los destinatarios; a\u00fan con riesgo de equivocarme, creo que esta constataci\u00f3n vale para la catequesis de ni\u00f1os, adolescentes, j\u00f3venes y adultos. De ah\u00ed la crisis o desconfianza. En ocasiones, la falta de preparaci\u00f3n espec\u00edfica puede estancar la catequesis en una rutina o repetici\u00f3n sin abrirla a respuestas pensadas, a apuestas nuevas, a horizontes cr\u00edticos para avanzar hacia propuestas pastorales m\u00e1s acordes con la realidad de nuestro hoy.
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        1. Algunos elementos que interrogan<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

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          \nElegimos tres elementos de interrogaci\u00f3n que para nosotros engloban una amplia variedad de casu\u00edstica. Quiz\u00e1s \u00e9stos sirvan para que el lector complete la enumeraci\u00f3n con los interrogantes que \u00e9l mismo se plantea.
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          1. a) <\/strong>El ambiente religioso ambiental y familiar<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

            Para muchos destinatarios de la catequesis hoy[3], lo que escuchan en la catequesis es como una \u201cisla\u201d. En su \u201ccontinente\u201d: la calle, la familia, los amigos, la escuela, los medios de comunicaci\u00f3n… no viven y no ven ni escuchan lo que la catequesis les propone. La catequesis se convierte en una \u201cisla\u201d. Lo que \u201cpasa en la isla\u201d no tiene nada que ver con lo que el destinatario palpa y vive en el \u201ccontinente\u201d que habita. Lo que se les propone en la \u201cisla\u201d no tiene relaci\u00f3n alguna con lo que se les propone en su \u201cmundo\u201d, en su \u201ccontinente\u201d.
            \nProbablemente esta realidad la viven los m\u00e1s j\u00f3venes de manera no reflexiva. Pero llegan a percibir que hay dos mundos: el mundo de la catequesis y todo lo de m\u00e1s. En el fondo se trata de dos mundos opuestos. Tan opuestos que experimentan interiormente que comportarse del modo que se les dice en catequesis les lleva a ser \u201cextra\u00f1os\u201d o \u201ctontos\u201d fuera de la catequesis. La constataci\u00f3n puede ser considerada como un triunfo de la catequesis ya que el Evangelio anunciado denuncia los valores del mundo. El problema est\u00e1 en si lo que es opci\u00f3n libre del Reino para el adulto lo puede asumir el ni\u00f1o y el adolescente.
            \nLos catequistas, a su vez, conocen bien esta realidad entre lo que anuncian y lo que el mundo propone, y se sienten solos en el hacer catequ\u00edstico. Se lamentan de la poca implicaci\u00f3n de los padres en el proceso catequ\u00e9tico de los hijos. Saben muy bien que no podr\u00e1n apoyarse en la familia ni animar a los hijos a que pregunten cosas a sus padres sobre determinados temas tratados en la reuni\u00f3n de catequesis. Lo que no hagan ellos, quedar\u00e1 sin hacer.<\/p>\n

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            1. b) <\/strong>La concepci\u00f3n que el sujeto tiene de s\u00ed mismo<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

              El \u201ccontinente\u201d en el que los catequizandos viven la mayor parte de su tiempo y vida (el tiempo de la catequesis se reduce a una o dos horas a la semana) modela a la persona y le da una estructura mental, le crea unos deseos y formas de vivir seg\u00fan los principios de la sociedad del bienestar. Hay unos valores y estilo de vivir que penetran casi sin querer en la configuraci\u00f3n de la persona. La persona tiene tantos reclamos y solicitudes que acaba fragmentada y dividida. Preguntas como \u00bfQui\u00e9n soy yo? \u00bfQu\u00e9 quiero ser? \u00bfQu\u00e9 deseo hacer con mi vida? <\/em>son dif\u00edciles de plantear y de responder. Muchos acaban concluyendo: es mejor vivir sin preguntas profundas; basta con vivir el momento presente.
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                \n
              1. c) <\/strong>El significado mismo de ser creyente<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                Responder a la pregunta \u00bfQu\u00e9 significa ser creyente?<\/em> entra\u00f1a no pocas dificultades. Es posible responder a la pregunta de memoria, con una frase hecha. Pero es m\u00e1s dif\u00edcil concretar la respuesta diciendo: Ser creyente es vivir como…, es ser como…, es comportarse… <\/em>La misma organizaci\u00f3n de la catequesis dentro de la comunidad parroquial no permite una visi\u00f3n global de la comunidad cristiana ni de sus miembros. Salvo los ni\u00f1os y adolescentes cuyos padres est\u00e9n directamente implicados en actividades parroquiales, los dem\u00e1s tendr\u00e1n una visi\u00f3n parcial de la comunidad cristiana. \u00c9sta a lo mejor no es m\u00e1s que unos locales, un tiempo de catequesis con un catequista y, para algunos, la reuni\u00f3n semanal de la celebraci\u00f3n eucar\u00edstica. El elemento comunitario del ser creyente no es pr\u00e1cticamente perceptible. De ah\u00ed a decir que \u201cyo creo y me las entiendo a solas con Dios\u201d no hay nada m\u00e1s que un peque\u00f1o paso.
                \nHablando con responsables de comunidades cristianas y de catequesis parroquiales salen expresiones como: \u201cYa no sabemos qu\u00e9 hacer\u201d. \u201c\u00a1Mira que hemos intentado cosas y la gente no responde a nada!\u201d. Existe como un cierto \u201cdesconcierto\u201d o desaz\u00f3n porque no se logra dar con la f\u00f3rmula que atraiga y cree la comunidad cristiana que se desea. A veces hay que mantener un estilo de vida cristiana que es v\u00e1lido para determinadas personas, pero que no es significativo para edades m\u00e1s j\u00f3venes o para determinadas mentalidades. Algunos pastores \u201cviven cierto desconcierto\u201d porque tienen que hacer aquello de lo que no est\u00e1n muy convencidos, y sin embargo no logran cuajar propuestas innovadoras de la acci\u00f3n pastoral. Parece que no ha llegado la hora de conjugar simult\u00e1neamente un abanico plural de ofertas en el seno de la misma comunicad cristiana.
                \nHay que reconocer que hay confusi\u00f3n y preocupaci\u00f3n por el modelo de comunidad visible que se ofrece. Otros se sienten \u2018escandalizados\u2019 ante algunos modelos de comunidad que parecen muy vivos, cargados de una fuerte clericalizaci\u00f3n e imposici\u00f3n de formas externas, al menos.
                \n 
                \n <\/p>\n

                  \n
                1. Acentuaciones del tiempo presente para un nuevo futuro<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

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                    \n
                  1. a) <\/strong>Los catequistas<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                    Partamos de un principio eclesiol\u00f3gico: la tarea catequ\u00e9tica es una responsabilidad de toda la comunidad cristiana. \u201cLa iniciaci\u00f3n cristiana, en efecto, no deben procurarla solamente los catequistas o los sacerdotes, sino toda la comunidad de los fieles. La misma educaci\u00f3n permanente de la fe es un asunto que ata\u00f1e a toda la comunidad\u201d (DGC 220).
                    \nLa vocaci\u00f3n de catequista brota del sacramento del Bautismo, es robustecida por el sacramento de la Confirmaci\u00f3n, gracias a los cuales el catequista participa de la \u201cmisi\u00f3n sacerdotal, prof\u00e9tica y real de Cristo\u201d.
                    \nHecha esta precisi\u00f3n de fondo, tenemos que reconocer que \u201ccualquier actividad pastoral que no cuente para su realizaci\u00f3n con personas verdaderamente formadas y preparadas, pone en peligro su calidad. Los instrumentos de trabajo no pueden ser verdaderamente eficaces si no son utilizados por catequistas bien formados. Por lo tanto, la adecuada formaci\u00f3n de los catequistas no puede ser descuidada a favor de la renovaci\u00f3n de los textos y de una mejor organizaci\u00f3n de la catequesis. En consecuencia, la pastoral catequ\u00e9tica diocesana debe dar absoluta prioridad a la formaci\u00f3n de los catequistas laicos. Junto a ello, y como elemento realmente decisivo, se deber\u00e1 cuidar al m\u00e1ximo la formaci\u00f3n catequ\u00e9tica de los presb\u00edteros, tanto en los planes de estudio de los seminarios como en la formaci\u00f3n permanente\u201d (DGC 234).
                    \n\u201cSe buscan catequistas que sean, a un tiempo, maestros, educadores y testigos\u201d (DGC 237).
                    \nEstas orientaciones son las que tienen que gu\u00edar hoy la preparaci\u00f3n de los catequistas. No tenerlas en cuenta, por los motivos que sean, es poner en peligro la misma catequesis.
                    \nY cuando se habla de formaci\u00f3n de catequistas, tenemos que perfilar bien la finalidad de la formaci\u00f3n. No vale cualquier formaci\u00f3n. \u201cLa formaci\u00f3n (de los catequistas) trata de capacitar para transmitir el Evangelio a los que desean seguir a Jesucristo. La finalidad de la formaci\u00f3n busca, por tanto, que el catequista sea lo m\u00e1s apto posible para realizar un acto de comunicaci\u00f3n: \u2018La cima y el centro de la formaci\u00f3n de catequistas es la aptitud y habilidad de comunicar el mensaje evang\u00e9lico\u2019 (DGC 235). \u201cLa pedagog\u00eda utilizada en esta formaci\u00f3n tiene una importancia fundamental. Como criterio general hay que decir que debe existir una coherencia entre la pedagog\u00eda global de la formaci\u00f3n del catequista y la pedagog\u00eda propia de un proceso catequ\u00e9tico. Al catequista le ser\u00eda muy dif\u00edcil improvisar en su acci\u00f3n catequ\u00e9tica un estilo y una sensibilidad en los que no hubiera sido iniciado durante su formaci\u00f3n\u201d (DGC 237).
                    \nEstas citas del Directorio General para la Catequesis manifiestan claramente la importancia de los catequistas y de su formaci\u00f3n. Hoy es uno de los problemas fundamentales de la catequesis que las comunidades cristianas tienen que abordar. Toda inversi\u00f3n en formaci\u00f3n de catequistas es poca.
                    \n <\/p>\n

                      \n
                    1. b) <\/strong>La catequesis<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                      Siguiendo la reflexi\u00f3n del profesor Flavio Payer, m\u00e1s arriba citado, nos topamos hoy con un destinatario de la catequesis que est\u00e1 \u201cprivado de experiencia religiosa\u201d, por lo general. M\u00e1s a\u00fan, hoy la dimensi\u00f3n religiosa tiende a reducirse al silencio; ser o no ser creyente ni inquieta ni preocupa. Se vive bien de manera no religiosa, al menos en el sentido en que lo podemos entender nosotros, persona con valores evang\u00e9licos. Como mucho, encontramos personas preocupadas por valores humanos. En esta situaci\u00f3n, bastante generalizada, la estrategia o planteamiento general de la catequesis tiene que tomar opciones nuevas pues la realidad es nueva, posiblemente in\u00e9dita, al menos para un buen n\u00famero de catequistas.
                      \n\u00bfPor d\u00f3nde puede venir la novedad? \u201cLa fe se transmite hoy mejor a trav\u00e9s del testigo cristiano que narre lo que le ha sucedido en lugar de decir lo que hay que creer\u201d[4].
                      \nLa referencia cl\u00e1sica a la que se nos env\u00eda hoy para renovar la catequesis es la iniciaci\u00f3n cristiana[5]<\/em>. El RICA[6] es la fuente a la que tenemos que acudir para adaptar la iniciaci\u00f3n a nuestro contexto.
                      \nEl Equipo Europeo de catequesis[7] se\u00f1alaba algunos aspectos que debe potenciar la catequesis de iniciaci\u00f3n: la relaci\u00f3n personal, la relativizaci\u00f3n de la dimensi\u00f3n cognitiva (sin suprimirla) y acentuaci\u00f3n del marco personal de significatividad (que el sujeto pueda ir encajando progresivamente en su historia personal los datos del mensaje cristiano), la pluralidad de modelos de pastoral catequ\u00e9tica para responder a la pluralidad de realidades de las personas, la creaci\u00f3n de lugares y tiempos en los que se haga lo que se dice en lugar de decir lo que hay que hacer, la creaci\u00f3n de plataformas en las que puedan participar personas de todas las edades en lugar de dividir por edades a las personas, la prioridad de la catequesis de adultos, la posibilidad real de elecci\u00f3n de caminos y de m\u00e9todos de acuerdo con la realidad de la comunidad, la decidida voluntad de \u201censayar\u201d nuevas formas de anuncio sin a\u00f1orar y restaurar modelos infantiles y que no hacen creyentes adultos.
                      \nEntrar en esta din\u00e1mica de b\u00fasqueda, de recreaci\u00f3n de modelos de transmisi\u00f3n o proposici\u00f3n de la fe no es f\u00e1cil ni es c\u00f3modo. En muchas ocasiones no tendremos modelos previos de referencia; no podremos decir: \u201cvi hacer\u201d, \u201cconmigo hicieron\u201d… Estamos, pues, en una situaci\u00f3n de \u201cmalestar\u201d que ser\u00e1 soportable s\u00f3lo desde la fe y no desde los resultados, desde la pasi\u00f3n por el Reino y no desde los n\u00fameros que reconfortan.
                      \n <\/p>\n

                        \n
                      1. c) <\/strong>Reflexi\u00f3n<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                        Es posible que durante mucho tiempo hayamos vivido de rentas, es decir, de poner en pr\u00e1ctica lo que hab\u00edamos visto hacer o lo que hab\u00edan hecho con nosotros. Hoy la catequesis est\u00e1 convocada a reflexionar para poder hacer y ofrecer respuestas. Hemos confiado mucho en los m\u00e9todos y materiales que ten\u00edamos a disposici\u00f3n. Son muchos los que cambian de materiales catequ\u00e9ticos y, al a\u00f1o, tienen las mismas dificultades de antes con los nuevos materiales implantados. Razones econ\u00f3micas y razones de autojustificaci\u00f3n les llevan a mantener los materiales y desv\u00edan el problema hacia los destinatarios: \u201cNo saben nada\u201d. La verdadera pregunta es: \u00bfQu\u00e9 nos est\u00e1 ocurriendo? \u00bfQui\u00e9nes son? \u00bfQu\u00e9 es lo que les damos y qu\u00e9 es lo que no funciona? \u00bfQu\u00e9 tenemos que presentarles y c\u00f3mo? Quiz\u00e1s muchas veces buscamos respuestas sin haber formulado bien la pregunta, sin haber analizado el problema, sin habernos dejado retar por la situaci\u00f3n de los destinatarios de nuestra acci\u00f3n catequ\u00e9tica. Nos falta h\u00e1bito de reflexi\u00f3n para profundizar y para crear; nos falta sentido de observaci\u00f3n y escucha de la necesidad del otro para aportarle respuestas cercanas y reales. Lo dejamos todo a \u201clas sindicaciones que nos vengan de arriba\u201d. El problema est\u00e1 abajo y es abajo donde hay que pensar y repensar la respuesta concreta en comuni\u00f3n con el arriba.
                        \nCatequistas j\u00f3venes constatan y se alarman (quiz\u00e1s m\u00e1s que otros m\u00e1s veteranos) al experimentar que lo que fue v\u00e1lido para ellos, al cabo de cuatro o cinco a\u00f1os ya no es v\u00e1lido. Son ellos los primeros en decir: \u201cSi es que no les entiendo\u201d. \u201c\u00a1Qu\u00e9 diferentes son a lo que nosotros s\u00e9ramos\u201d! Y se quedan sin respuestas, casi paralizados porque lo \u00fanico que saben hacer es lo que hicieron con ellos. Pero ya no es v\u00e1lido. Desde aqu\u00ed se entiende mejor la importancia de la formaci\u00f3n de los catequistas para ser autores de un acto de comunicaci\u00f3n en la fe.
                        \n <\/p>\n

                          \n
                        1. d) <\/strong>Prestar atenci\u00f3n a los modelos que ponemos en pr\u00e1ctica<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                          En un trabajito[8] reciente para la formaci\u00f3n de catequistas abordo el tema del grupo y catequesis. Narro all\u00ed un hecho que me ocurri\u00f3 con unos adolescentes que estaban de convivencia de preparaci\u00f3n a la Confirmaci\u00f3n. Los catequistas les mandaron a hacer silencio. Unos cuantos (un tercio del grupo general) se juntaron para charlar. Entr\u00e9 en conversaci\u00f3n con ellos y me explicaron que el silencio les era dif\u00edcil. Pero \u201cya sab\u00edan\u201d lo que ten\u00edan que decir \u201cpara quedar bien\u201d en el momento de compartir en el gran grupo la experiencia de silencio, que ellos no hab\u00edan hecho. El hecho me interrog\u00f3 vivamente. Se pueden decir cosas \u201cbonitas\u201d para que las escuchen otros, o los catequistas, para quedar bien y \u00a1no haber hecho la experiencia! Al cabo de dos a\u00f1os de catequesis de confirmaci\u00f3n estaban \u201cbien iniciados\u201d en lo que \u201chab\u00eda que decir en grupo\u201d sin necesidad de \u201creflexionar y sin necesidad de hacer silencio\u201d.
                          \nHay unos modelos de hacer que pueden crear una doble vida (parecer si ser), un doble lenguaje: como ya s\u00e9 lo que hay que decir, me evito la experiencia de vivir y de entrar en el silencio.
                          \nLos modelos que no ayuden a personalizar, a ir m\u00e1s all\u00e1 de lo que se sabe, a enfrentar a cada persona con sus propias preguntas y con su propia palabra no evangelizar\u00e1n de verdad a la persona. Es cierto que cada uno tiene su hora. Pues habr\u00e1 que aprender a esperar y a seguir el ritmo de cada persona. Lo que no es sostenible es una catequesis superficial, que no ponga a la persona en disposici\u00f3n de entablar un di\u00e1logo progresivo con el Dios que quiere hacer alianza personal. No decimos \u201ccreemos\u201d, sino \u201ccreo\u201d. Decir creo compromete personalmente.
                          \nCuidar lo que hacemos, los modelos pr\u00e1cticos que visibilizan la acci\u00f3n de la Iglesia es caer en la cuenta de que el hacer, en pastoral, es contenido, es traducci\u00f3n pr\u00e1ctica de unos principios. Las par\u00e1bolas pueden ser hoy un modelo de referencia para \u201cinventar\u201d acciones de pastoral catequ\u00e9tica: el grano de mostaza, la levadura, la oveja perdida, etc.
                          \n <\/p>\n

                            \n
                          1. e) <\/strong>Ep\u00edlogo<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                            La educaci\u00f3n en la fe, en la forma que sea, aqu\u00ed hablamos de catequesis, es encarnaci\u00f3n (vivir la vida en profundidad y descubrir a Dios en la profundidad silenciosa), reflexi\u00f3n, oraci\u00f3n y acci\u00f3n.
                            \nNo transmitimos nada, no damos la fe a nadie, no implantamos a Dios en el coraz\u00f3n de los dem\u00e1s. Dios est\u00e1 all\u00ed donde vamos antes que nosotros. Dios nos espera. Dios nos precede siempre tambi\u00e9n cuando \u201cdecimos\u201d que \u201cllevamos a Dios a los otros\u201d. Nuestra gran misi\u00f3n como catequistas y anunciadores es ayudar a los destinatarios a tomar conciencia, a consentir y a aceptar una presencia con la que el sujeto ha sido ya agraciado[9].
                            \nEl \u00e9xodo del catequista hacia los destinatarios no es tanto f\u00edsico cuanto de sinton\u00eda, de comunicaci\u00f3n, de aceptaci\u00f3n positiva de lo que el otro posee. Muchas veces queremos que el otro \u201cposea\u201d lo que nosotros le \u201cllevamos o damos\u201d como Bien Supremo. Somos nosotros los que tenemos que aceptar primero el don que el otro es, y la Presencia que en el otro hay para que se establezca comunicaci\u00f3n, pregunta y propuesta de una vida seg\u00fan la perspectiva de Jes\u00fas.
                            \nS\u00ed, hay mucho que cambiar en la catequesis, pero no s\u00f3lo cambiar para los destinatarios. El primer cambio comienza en el cambio de los llamados a catequizar.
                            \n 
                            \n\u00c1lvaro GINEL
                            \n 
                            \n[1] COMISI\u00d3N EPISCOPAL DE ENSE\u00d1ANZA Y CATEQUESIS, La Catequesis de la Comunidad, <\/em>Introducci\u00f3n, V, Edice, Madrid 1983.
                            \n[2] Flavio PAYER, La transmissi\u00f3n religieuse interrompue, <\/em>en \u201cLumen Vitae\u201d, vol. LVI, n. 1(2001)5-14. Alain ROY, 50 ans d\u2019histoire ou les vents dominants en cat\u00e9ch\u00e8se, <\/em>en \u201cCat\u00e9ch\u00e8se\u201d 165(2001)109-137. \u00c1lvaro GINEL, \u00bfD\u00f3nde est\u00e1 hoy la catequesis? Aproximaci\u00f3n a los aspectos m\u00e1s sensibles de la catequesis actual, <\/em>en \u201cTeolog\u00eda y Catequesis\u201d 74(2000)93-116. Idem, Hasta cu\u00e1ndo tendr\u00e9 que soportaros?, <\/em>en \u201cMisi\u00f3n Joven\u201d 282-283(2000)59-63. Idem, A las puertas del 2000: retos para la catequesis desde mi balc\u00f3n, <\/em>en \u201cSinite\u201d, vol. XXXVIII, n. 114(1997)159-176.
                            \n[3] Esto vale tambi\u00e9n para los adultos. En los grupos de adultos que re re\u00fanen para reflexionar en perspectiva evang\u00e9lica, sin que sean directamente grupos de catequesis, escucho con mucha frecuencia: \u201cVenimos al grupo para poder hablar de \u2018cosas\u2019 que no es posible hablar fuera del grupo\u201d. \u201cSi se te ocurre hablar de religi\u00f3n o algo as\u00ed en los c\u00edrculos de amigos que frecuentamos te tachan de \u2018raro\u2019. Est\u00e1 poco bien visto la preocupaci\u00f3n por la dimensi\u00f3n religiosa. No podemos hablar de esto fuera de aqu\u00ed\u201d.
                            \n[4] Flavio PAYER, art. cit., p\u00e1g. 13.
                            \n[5] CONFERENCIA EPISCOPAL ESPA\u00d1OLA, Orientaciones pastorales para el catecumenado, <\/em>Edice, Madrid 2002.
                            \n[6] Ritual de la Iniciaci\u00f3n Cristiana de Adultos. <\/em>Ordo Initiationis Christianae Adultorum, <\/em>Typis Polyglotis Vaticanis, 1972. Es la referencia normativa de toda iniciaci\u00f3n cristiana postconciliar
                            \n[7] Cfr. Flavio PAYER, art. cit. p\u00e1g. 13-14.
                            \n[8] Grupo y catequesis. <\/em>Aparecer\u00e1 en la Editorial CCS.
                            \n[9] Juan MARTIN VELASCO, La transmisi\u00f3n de la fe en la sociedad contempor\u00e1nea, <\/em>Sal Terrae<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

                            \u00c1lvaro GINEL     \u00c1lvaro GINEL, Director de la revista CATEQUISTAS   Esta secci\u00f3n de \u201cExperiencias\u201d queremos que en los n\u00fameros de 2003 \u2013diez en total\u2013 est\u00e9 consagrada al an\u00e1lisis de la situaci\u00f3n de la Pastoral Juvenil hoy en Espa\u00f1a desde aquello que se est\u00e1 viviendo, las soluciones que se vienen aportando y los caminos […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[142,755,94],"tags":[],"class_list":["post-10086","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-alvaro-ginel","category-experiencias-312-313","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/10086","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=10086"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/10086\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=10086"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=10086"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=10086"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}