{"id":1042,"date":"1997-12-01T18:37:31","date_gmt":"1997-12-01T18:37:31","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/index2.php\/?p=1042"},"modified":"1997-12-01T18:37:31","modified_gmt":"1997-12-01T18:37:31","slug":"sonar-la-iglesia-para-que-los-jovenes-puedan-sentir-con-ella","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/sonar-la-iglesia-para-que-los-jovenes-puedan-sentir-con-ella\/","title":{"rendered":"\u00abSo\u00f1ar,\u00bb la Iglesia para que los j\u00f3venes puedan \u00absentir con ella\u00bb"},"content":{"rendered":"

Mariola L\u00f3pez<\/h3>\n

Mariola L\u00f3pez, <\/strong>rscj, es periodista<\/p>\n

S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/h3>\n

Desde \u00a0la propia experiencia, la autora sugiere narrar \u00ablas historias\u00bb de la Iglesia pa\u00adra \u00abso\u00f1ar\u00bb con el Dios que las inspira y alienta. De ese modo se descubrir\u00e1 su identidad de Pueblo de Dios y a tantas personas que \u00abhan tirado de ella en la direcci\u00f3n del Evangelio\u00bb cuando parec\u00eda imposible enderezar la marcha. \u00abEs sano el sentido cr\u00edtico de los j\u00f3venes respecto a la Iglesia\u00bb, prosigue el art\u00edculo, pero la Iglesia tambi\u00e9n es \u00abcomo aquel campo que esconde un tesoro\u00bb. Con todo, los j\u00f3venes, \u00abcon sus gestos y sus palabras, sus exce\u00adsos y sus b\u00fasquedas, quieren decir a esta Iglesia adormecida, establecida, <\/em>anquilosada… que se levante, que despierte\u00bb. Por eso, para \u00absentir con la Iglesia\u00bb necesitan tambi\u00e9n que ella se renueve y les acompa\u00f1e con talante compasivo.<\/p>\n

Quiero contar una an\u00e9cdota que es signi\u00adficativa para lo que va a seguir. Este verano estuve airando el libro de religi\u00f3n de ni\u00f1os\/as de 1 0 <\/sup>ESO, me iba a estrenar con ellos y que\u00adr\u00eda situarme. Me encant\u00f3 porque era sobre la vida de Jes\u00fas y el Reino. A la vuelta de vaca\u00adciones me encuentro con que el curso que voy a tener es el de 2\u00ba de ESO y para mi asombro el tema era la Iglesia, \u201c\u00a1qu\u00e9 mala suerte, me di\u00adje, no se me va a ocurrir nada\u201d. <\/em>Entonces le\u00ed en la introducci\u00f3n del libro unas reflexiones de Mart\u00edn Velasco,<\/em> que me hicieron pensar y que me han animado a intentar expresar algo sobre el tema.<\/p>\n

\u201cA un te\u00f3logo importante <\/em>que hab\u00eda tenido problemas con la jerarqu\u00eda le <\/em>preguntaban: <\/em>por qu\u00e9 no <\/em>abandona usted la Iglesia? No re\u00ad<\/em>cuerdo su respuesta pero s\u00ed el malestar <\/em>que me produjo la pregunta misma. \u00bfPor qu\u00e9 no <\/em>aban\u00addono la Iglesia? \u00bfPorque todav\u00eda <\/em>tiene arre\u00ad<\/em>glo?, \u00bfporque <\/em>desde su interior se <\/em>puede tra\u00adbajar por su <\/em>transformaci\u00f3n? <\/em>\u00a1No, por Dios! <\/em>\u00a1Que ella no me abandone a m\u00ed!, <\/em>\u00a1que no me deje a mis luces, a <\/em>mis fuerzas, <\/em>a mis <\/em>iniciativas! <\/em>\u00bfQu\u00e9 har\u00eda con mis <\/em>culpas sin <\/em>la <\/em>solidaridad en <\/em>esperanza en <\/em>que me ba\u00f1a? \u00bfD\u00f3nde mejor <\/em>que en ella puedo hacer <\/em>realidad <\/em>la fraternidad universal a la que aspiro? Desde la <\/em>experiencia del gozo por la pertenencia a <\/em>la Iglesia, sus <\/em>la\u00ad<\/em>dos negativos no desaparecen, ni <\/em>desaparece <\/em>la necesidad de <\/em>luchar contra ellos, pero cam\u00ad<\/em>bia el signo de esa lucha… \u00bb<\/em><\/p>\n

(J. Mart\u00edn Velasco)<\/p>\n

1. Un tema que no vende<\/h3>\n

Creo, por experiencia propia, que es \u00e9ste un tema que no vende entre los j\u00f3venes, que son pocas las invitaciones que les hacemos a habitar en una Iglesia que les diga algo, que pueda ser un espacio de referencia para sus vidas, que les movilice en el apasionamiento por su Se\u00f1or. M\u00e1s bien la perciben descolga\u00adda de los ambientes en que vivimos, con nos\u00adtalgia de un tiempo en que brillaba m\u00e1s, es\u00adclerotizada en sus formas y en sus edificios, conservadora en sus \u00aborganigramas internos\u00bb y trasnochada en la imagen que dan de ella los medios de comunicaci\u00f3n.<\/p>\n

Reconozco que, personalmente, siempre he tenido poco sentido de \u00ablo eclesial\u00bb, mi trayec\u00adtoria de fe no se ha gestado en grupos, ni en parroquias, sino a trav\u00e9s de relaciones muy concretas. As\u00ed que la pertenencia a la Iglesia ha sido primero para m\u00ed formar parte de un grupo de mujeres que buscan c\u00f3mo seguir a Jes\u00fas y desde ah\u00ed situarme en ese \u00e1mbito mayor y co\u00adm\u00fan que es la Iglesia. Y m\u00e1s que a la Iglesia, as\u00ed en general, me sent\u00eda vinculada a grupos afines, y con muy poco que ver con eso que mal entendemos, generalmente, cuando deci\u00admos \u00abla Iglesia\u00bb (l\u00e9ase jerarqu\u00eda y estructuras). En todo caso, me identificaba sobre todo con gente de iglesia de Am\u00e9rica Latina y comuni\u00addades de base. A muchos j\u00f3venes es lo que m\u00e1s les toca, ver a todos esos hombres y mu\u00adjeres que est\u00e1n all\u00ed en unas condiciones dif\u00edci\u00adles, arriesgando, trabajando para ayudar a otros a vivir. Eso les merece la pena, esa es \u00abgente legal\u00bb, <\/em>aqu\u00ed \u00ablos de la Iglesia habl\u00e1is de\u00admasiado y viv\u00eds poco lo que dec\u00eds… \u00bb<\/em><\/p>\n

\u00a0<\/strong>2. Narrar sus historias<\/h3>\n

Estudiando la trayectoria de la Iglesia, se me fue despertando un sentido nuevo. Poco a po\u00adco fui conociendo su historia de pecado, sus tentaciones de creer que ella y el Reino eran lo mismo; asombrada, cada vez, de ver c\u00f3mo el Esp\u00edritu era capaz de empujarla hacia adelan\u00adte, de sacarla de s\u00ed, de tirar de ella en la direc\u00adci\u00f3n del Evangelio a trav\u00e9s de personas como Francisco de As\u00eds y muchos otros y otras.<\/p>\n

Me conmovi\u00f3 el testimonio de tanta gente que ha permanecido en ella a pesar de las in\u00adcomprensiones.<\/p>\n

Me impresion\u00f3 que Catalina de Siena mu\u00adriera a los 33 a\u00f1os, de pasi\u00f3n por la Iglesia; que Henri de Lubac cuando se le prohibi\u00f3 se\u00adguir ejerciendo como te\u00f3logo escribiera su obra m\u00e1s preciosa sobre la Iglesia; que al car\u00addenal Newman, despu\u00e9s de su conversi\u00f3n de la iglesia anglicana a la Iglesia cat\u00f3lica se le prohibiera trabajar por ella y se le marginara. Y \u00e9l dec\u00eda: \u00abComo protestante sent\u00eda <\/em>que mi re\u00adligi\u00f3n era <\/em>triste, <\/em>pero mi <\/em>vida no, como cat\u00f3li\u00ad<\/em>co siento <\/em>que mi vida es triste pero mi <\/em>religi\u00f3n <\/em>no\u00bb. <\/em>Sufri\u00f3 mucho a causa de la ignorancia y la desconfianza por parte de los que en la Igle\u00adsia ten\u00edan autoridad sobre \u00e9l, y sin embargo toda su vida sigui\u00f3 fielmente el consejo de san Agust\u00edn: \u00abAmad a <\/em>esta Iglesia, permaneced en esta Iglesia, sed vosotros esta Iglesia\u00bb. <\/em>El fruto de su trabajo lo recoger\u00eda, casi cien a\u00f1os des\u00adpu\u00e9s, el Vaticano\u00a0 del que fue inspirador.<\/p>\n

Observando tambi\u00e9n los grandes cambios que se han dado a lo largo de la historia, uno ve que cosas que en un tiempo parecen ina\u00admovibles pueden cambiar aunque muy lenta\u00admente. Cuando hemos conocido a papas co\u00admo Juan XXIII y, hoy, a obispos como Pedro Casald\u00e1liga entonces creemos que los cam\u00adbios son posibles, sobre todo, porque el Esp\u00ed\u00adritu es Se\u00f1or de lo Imposible (que de esto sa\u00adb\u00eda mucho Mar\u00eda).<\/p>\n

Habr\u00eda que encontrar formas en que los j\u00f3\u00advenes pudieran asomarse a estas historias con ganas, que conocieran, sin temor por nuestra parte, la pasta tan humana de la que est\u00e1 he\u00adcha su Iglesia y, as\u00ed, poder reconocer tambi\u00e9n en ella ese Aliento mayor que continuamente la sostiene.<\/p>\n

\u00a0<\/strong>3.\u00a0El campo y el tesoro<\/h3>\n

Es sano el sentido cr\u00edtico de los j\u00f3venes respecto a la Iglesia y hay que cultivarlo, pero creo que, al mismo tiempo, nos hace falta tambi\u00e9n despertar en ellos un sentimiento de gratitud (que tenemos que ir viviendo primero nosotros).<\/p>\n

Avivar el agradecimiento por todo cuanto hemos recibido en ella, por esa \u00abnube extraor\u00ad<\/em>dinaria de testigos\u00bb que nos ha precedido y que nos acompa\u00f1a en el camino.<\/p>\n

Ayudarles a descubrir con fuerza que es en ella y por ella que hemos recibido el evangelio de Jes\u00fas, que todo lo que sabemos de \u00e9l lo sabernos por ella, desde que aquellos hom\u00adbres y mujeres transformados llevaron por pri\u00admera vez a otros, el anuncio de que el Se\u00f1or estaba vivo; y se juntaron, con enorme alegr\u00eda y tambi\u00e9n con enormes conflictos, para partir Su pan y compartir Su proyecto, de genera\u00adci\u00f3n en generaci\u00f3n.<\/p>\n

La Iglesia es como aquel campo que es\u00adconde un tesoro… No es ella el tesoro, pero s\u00ed la tierra que se nos regala para encontrarlo, Y hay mucho por desbrozar en ese campo: sus zonas vetadas a las mujeres, su monopoliza\u00adci\u00f3n de las palabras del Evangelio, su inmovi\u00adlismo para abrirse a lo nuevo… Qu\u00e9 gusto da\u00adr\u00eda, por ejemplo, poder vivir m\u00e1s entre todos el ministerio de la reconciliaci\u00f3n, eso que dice Jes\u00fas al final del evangelio de Juan: \u00abRecibid el Esp\u00edritu para perdonar…\u00bb <\/em>(Jn 20, 22-23), co\u00admo si fuera el don mayor que Jes\u00fas quiere darnos, el poder de acogernos unos a otros.<\/p>\n

Aqu\u00ed necesitarnos explotar la creatividad de los j\u00f3venes y su capacidad de imaginaci\u00f3n, bus\u00adcar con ellos caminos alternativos donde pue\u00addan darse vivencias de comunidad y de Iglesia m\u00e1s \u00abcirculares\u00bb.<\/p>\n

\u00a0<\/strong>4.\u00a0Con lo d\u00e9bil del mundo<\/h3>\n

La percepci\u00f3n que tenemos muchas ve\u00adces de la Iglesia es que est\u00e1 \u00aba la defensiva\u00bb y que lo suyo es m\u00e1s exigir y llevar cuentas, que invitar y dar oportunidades. No se puede que\u00adrer tener las cosas tan claras y decir \u00abesto es blanco o es negro\u00bb, porque la realidad est\u00e1 muy mezclada y es ambigua.<\/p>\n

Esta ambig\u00fcedad forma parte de nuestras vidas y hay que convivir con ella, y cuando la ambig\u00fcedad no se tolera se tienden a ver las situaciones que no son claras como forma de amenaza. Pero si miramos la vida de Jes\u00fas, parece que la ambig\u00fcedad le rodea en todo momento (se presenta como Maestro y Se\u00f1or -Mt 10, 25- y, a la vez, como alguien que vino \u00abno a ser servido, sino a servir\u00bb <\/em>-Mt 20, 28-, le critican la ambig\u00fcedad de sus \u00abmalas compa\u00f1\u00edas y esa forma tan abierta de tratar con las mujeres) y no fue a pesar de esa ambig\u00fcedad sino a causa precisamente de ella, que \u00abJes\u00fas pudo revelar la paciencia amorosa de Dios pa\u00adra con todos\u00bb[1]<\/a>.<\/p>\n

Para que la Iglesia sea el lugar de todos <\/em>tie\u00adne que recuperar los gestos y actitudes de Je\u00ads\u00fas, aprender de sus dinamismos de inclu\u00adsi\u00f3n; alumbrar,<\/sup> un rostro m\u00e1s humano y vulne\u00adrable.<\/p>\n

\u00a0<\/em>Madelaine Delbr\u00eal, <\/em>una mujer laica, que viv\u00eda en comunidad con otras, mezclada con el nundo obrero marxista de la Francia de los 60 y que ten\u00eda contactos, sobre todo, con perso\u00adnas no creyentes (anticip\u00f3 con su vida esa apertura de la Iglesia a que dio lugar el conci\u00adlio Vaticano II: el paso de estar frente al mun\u00addo, a querer entrar en di\u00e1logo con \u00e9l), escribe en un libro precioso: \u00abLa Iglesia <\/em>debe <\/em>fijar su <\/em>vida all\u00ed donde <\/em>Jes\u00fas ha <\/em>fijado <\/em>la suya. Jesu\u00ad<\/em>cristo no habita en <\/em>los poderes <\/em>del mundo: fue hijo de arte familia humilde de un antiguo y pe\u00adque\u00f1o pueblo. No fue ni un ciudadano roma\u00adno -que ten\u00eda e1 imperio de la tierra- ni <\/em>un b\u00e1r\u00ad<\/em>baro que habr\u00eda tenido <\/em>el imperio <\/em>del ma\u00f1ana; ni un griego -que ten\u00eda <\/em>el <\/em>imperio del esp\u00edritu-, ni un esclavo -que <\/em>ten\u00eda <\/em>la <\/em>fuerza de la masa oprimida-. Jes\u00fas vivi\u00f3 y vive en lo <\/em>d\u00e9bil <\/em>del <\/em>mundo<\/em>\u00bb[2]<\/a><\/em><\/p>\n

A veces da la sensaci\u00f3n de <\/em>que la Iglesia pi\u00adde \u00ab<\/em>condiciones\u00bb para estar bien en ella, como s\u00ed, a la manera de la predicaci\u00f3n de Juan el Bautista, la gente tuviera que cambiar primero para poder recibir el Reino, mientras que Jes\u00fas ofrece lo del Padre gratuitamente, sin que ten\u00adgamos que \u00ab<\/em>ganarnos\u00bb nada. Lo suyo no es pedir condiciones, previas, \u00e9l va justo por el otro lado, corno si dijera: \u00ablos que est\u00e9is m\u00e1s perdidos, los agobiados por la vida, aqu\u00e9llos que os hall\u00e1is equivocado, los que no sab\u00e9is qu\u00e9 quer\u00e9is, todos los que os sent\u00eds fuera… Venid a m\u00ed\u00bb. Y es esta invitaci\u00f3n la que provo\u00adca en nosotros; las ganas de corresponderle.<\/p>\n

\u00a0<\/strong>5.\u00a0Como una ni\u00f1a agradecida<\/h3>\n

Los j\u00f3venes son muy sensibles a toda aquella gente que se siente desplazada <\/em>dentro de la iglesia: divorciados, curas casados, ho\u00admosexuales… personas cuyas vidas por lo ge\u00adneral conllevan grandes dosis de sufrimiento. Para muchos de ellos la Iglesia est\u00e1 incapaci\u00adtada para reconocerlos, su condici\u00f3n les im\u00adposibilita entrar en relaci\u00f3n con ella (no tanto con personas concretas que hacen una tara preciosa de escucha y relaciones curativas, si\u00adno con la Iglesia oficial en tanto que emisora de \u00abmensajes\u00bb que se han de seguir).<\/p>\n

Esta situaci\u00f3n podemos recorrerla desde el texto de la curaci\u00f3n de la hija de Jairo, en Mc 5, 21-43. Recordamos la escena: \u00abLlega uno <\/em>de <\/em>los jefes <\/em>de la <\/em>sinagoga, llamado Jairo, y al <\/em>verle <\/em>cae a sus pies y <\/em>le <\/em>suplica con <\/em>insisten\u00ad<\/em>cia: \u00abMi <\/em>hija <\/em>est\u00e1 <\/em>a punto <\/em>de morir, ven, imp\u00f3n <\/em>tus manos <\/em>sobre ella para que se cure y viva. Y se fue <\/em>con \u00e9l\u00bb <\/em>(Por el camino, lo entretiene la hemorro\u00edsa, bendita mujer, que ojal\u00e1 le pida\u00admos que nos contagie algo de su confianza y su humildad). <\/em>Entonces <\/em>llegan unos de la casa del jefe de la sinagoga <\/em>diciendo: <\/em>,<\/sup><\/em>Tu hija <\/em>ha <\/em>muerto, \u00bf <\/em>a qu\u00e9 <\/em>molestar ya al maestro?\u00bb…\u00bb<\/em><\/p>\n

As\u00ed aparece muchas veces nuestra Iglesia ante estas personas, como una ni\u00f1a muerta an\u00adte la que ya no pueden hacer nada, como una ni\u00f1a que se va quedando in vida que ofrecer\u00adles, con la que no pueden comunicarse, por\u00adque no ruede ya mirarles ni entrar en relaci\u00f3n con ellos…\u00abEntonces <\/em>Jes\u00fas dice a Jairo: \u00abNo temas, tan solo ten <\/em>fe\u00bb. <\/em>Cuando <\/em>llega a la <\/em>casa unos alborotaban y otros daban <\/em>grandes alari\u00addos. Jes\u00fas entra y les dice: \u00ab\u00bfPor <\/em>qu\u00e9 <\/em>alboro\u00adt\u00e1is y llor\u00e1is? la ni\u00f1a no ha muerto, est\u00e1 dormi\u00ad<\/em>da…<\/em> \u00bb<\/em>, <\/sup><\/em>y tomando la ruano <\/em>de la ni\u00f1a le dice: <\/em>\u00abTalit\u00e1 Kum\u00bb, \u2014muchacha, a ti te digo, levanta\u00adte\u00bb. Cuentan que <\/em>la ni\u00f1a se levant\u00f3 al instante y se puso a andar<\/em>\u00ab<\/em>.<\/em><\/p>\n

Tambi\u00e9n los j\u00f3venes, en nombre de Jes\u00fas, con sus gestos y sus palabras, sus excesos y <\/em>sus b\u00fasquedas, quieren decir a esta Iglesia adormecida, establecida, anquilosada… que se levante, que despierte; que se ponga a an\u00addar ella tambi\u00e9n (no s\u00f3lo a esperar que ven\u00adgan) hacia tanta gente herida que necesita que una mano se tienda hacia ellos. <\/em>Que sea esa \u00abni\u00f1a agradecida\u00bb que vive en memoria de Jes\u00fas, que vive de su amor para entregar\u00adlo, que mira a los ojos de la gente y que lo que m\u00e1s desea es que esa vida dichosa y en abun\u00addancia que Jes\u00fas nos trae, pueda alcanzar a muchos.<\/p>\n

\u00a0<\/strong>6.\u00a0Frescura y fragilidad<\/h3>\n

Para poder \u00absentir con <\/em>la Iglesia\u00bb <\/em>(Igna\u00adcio de Loyola), los j\u00f3venes necesitan so\u00f1arla primero, alcanzarla con su frescura, y ser acom\u00adpa\u00f1ados por ella con ese talante compasivo que tanto necesita nuestro mundo.<\/p>\n

Ellos est\u00e1n ah\u00ed con su debilidad, su incons\u00adtancia, su necesidad de ser escuchados, su deso\u00adrientaci\u00f3n y su apat\u00eda, a veces,… pero tambi\u00e9n con toda su capacidad de arriesgar y cambiar las cosas, con su impaciencia y su locura, sus pies ligeros, su solidaridad y su m\u00fasica… So\u00adbrados de vida y hambrientos de Reino, aun sin saberlo. Con todo su potencial por estre\u00adnar.<\/p>\n

Cuenta el <\/em>final del evangelio de Marcos que \u00abestando a la mesa los once disc\u00edpulos <\/em>se les <\/em>apareci\u00f3 Jes\u00fas y les ech\u00f3 en cara su increduli\u00addad y su dureza de coraz\u00f3n, <\/em>por <\/em>no haber cre\u00ad\u00eddo a quienes les hab\u00edan visto resucitado. Y les dijo: Id por todo el mundo y proclamad la Bue\u00adna Nueva a toda la creaci\u00f3n\u00bb (Mc 16, 14-16).<\/em><\/p>\n

Y esto tiene que alegrarnos, saber que Jes\u00fas cuenta con nuestro coraz\u00f3n embotado y, mu\u00adchas veces, endurecido para abrirnos a lo dife\u00adrente, para dar confianza a los que sienten de distinto modo, para afrontar situaciones arries\u00adgadas, para soportar el peso de la ambig\u00fce\u00addad… pero conociendo de qu\u00e9 estamos he\u00adchos, y queri\u00e9ndonos as\u00ed, es como nos manda a decirlo suyo,<\/em> que es lo que de verdad impor\u00adta; que su Palabra prenda, alcance a otros, que contin\u00fae aliment\u00e1ndonos su Pan partido… y agradecer que, de cuando en cuando, aparez\u00adcan personas que sean como un estallido que rompe sus muros y los revienta, que la saca a ella tambi\u00e9n a espacio abierto, fuera de los centros de los poderosos, y la acerca a la in\u00adtemperie de los caminos, detr\u00e1s de aquellos a los que m\u00e1s frecuentaba el Maestro.<\/p>\n

Una Iglesia que no quiera ser fuerte, com\u00adpacta, brillante, segura… sino que se reconoz\u00adca una comunidad herida, pero como su Se\u00ad\u00f1or, tambi\u00e9n por esta misma herida, abierta. \u00abtocada\u00bb por tantos j\u00f3venes que viven hoy la experiencia de la fragilidad, aunque no \u00abhun\u00addida\u00bb que apostillar\u00eda Pablo (2Cor 4, 8ss). Co\u00admo reza aquella canci\u00f3n de Silvio Rodr\u00edguez, con un coraz\u00f3n <\/em>herido de dudas y amor.<\/em><\/p>\n

Mariola L\u00f3pez<\/strong><\/p>\n

 <\/p>\n

[1]<\/a> R.G. COTE, Dios canta en la noche: la ambig\u00fcedad como invitaci\u00f3n a creer, <\/em>\u00abConcilium\u00bb 242 (1992), 121-\u00ad133.<\/p>\n

 <\/p>\n

[2]<\/a> M. DELBR\u00c9L, La alegr\u00eda de creer,<\/em> Sal Terrae, Santan\u00adder 1997.<\/p>\n

 <\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Mariola L\u00f3pez Mariola L\u00f3pez, rscj, es periodista S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO Desde \u00a0la propia experiencia, la autora sugiere narrar \u00ablas historias\u00bb de la Iglesia pa\u00adra \u00abso\u00f1ar\u00bb con el Dios que las inspira y alienta. De ese modo se descubrir\u00e1 su identidad de Pueblo de Dios y a tantas personas que \u00abhan tirado de ella en la […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[36,76,9,10,77,19,2,5],"tags":[],"class_list":["post-1042","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-36","category-76","category-autores","category-estudios","category-mariola-lopez","category-materias","category-mision-joven","category-revistas"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1042","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=1042"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1042\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=1042"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=1042"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=1042"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}