ANDR\u00c9S TORNOS<\/strong> ES PROFESOR EN LA UNIVERSIDAD PONTIFICIA COMILLAS (MADRID).<\/p>\n La idea esperanzada que debe esconder la referencia al \u00ab2000\u00bb es propia de \u00abcorredores de fondo\u00bb, no de velocistas o saltimbanquis. Esa \u00abidea\u00bb vinculada al \u00abtercer milenio\u00bb lleva dentro ingredientes previstos, imprevisibles y \u00abvisiones\u00bb. Hay que contar con todos ellos para, en definitiva, mirar y ver el futuro como \u00abtiempo de Dios\u00bb en donde confluyen el \u00abfactor humano\u00bb y el \u00abfactor cr\u00edstico\u00bb.<\/p>\n Hoy se multiplican los mensajes que nos ponen a todo el mundo, sobre todo al mundo joven, ante el panorama del\u00a0 a\u00f1o 2000. Maravillas tecnol\u00f3gicas, utop\u00edas sociales, nueva calidad de vida o desastres ecol\u00f3gicos y pesimismo, se destilan en esos mensajes.<\/p>\n Muchos son pura hojarasca insustancial, llamada a pulverizarse en el viento del realismo. Pero cuando pasan de ah\u00ed suponen, si se entienden bien, un juicio profundo sobre el mundo. Tambi\u00e9n sobre los j\u00f3venes.<\/p>\n Porque son juicio del mundo los mensajes que desaf\u00edan llamando a pensar en algo m\u00e1s que lo inmediato. Eso en el v\u00e9rtigo de hoy supone confiar en que somos capaces de superar la inmediatez.<\/p>\n Pero, adem\u00e1s, decir \u00ab a\u00f1o 2000\u00bb, si bien se mira, es contar los tiempos de la tierra a partir de Jes\u00fas y en funci\u00f3n de Jes\u00fas. Al fin y al cabo \u00ab a\u00f1o 2000\u00bb significa \u00ab a\u00f1o 2000 despu\u00e9s de Jesucristo\u00bb, y por tanto hace a Jes\u00fas centro de la marcha del tiempo, o centro para contar la historia del mundo.<\/p>\n Es verdad, apenas nos damos cuenta de eso. Pero ah\u00ed est\u00e1. La potencia con que entr\u00f3 Jes\u00fas en el mundo cre\u00f3 unas esperanzas que se imprim\u00edan en todo mirar hacia delante; y, donde prendieron esas esperanzas, hombres y mujeres se sintieron capaces de redimir los males y corrupci\u00f3n del pasado. A los tiempos futuros y a los tiempos pasados se les empez\u00f3 a comprender en funci\u00f3n de Jes\u00fas.<\/p>\n Esa visi\u00f3n se impuso a los pueblos a donde lleg\u00f3 el Evangelio y a partir de Jes\u00fas empezaron a contarse los siglos y los a\u00f1os, hacia antes y hacia despu\u00e9s.<\/p>\n Sin duda que esa forma de contar el tiempo, centr\u00e1ndolo en Jes\u00fas, se mantiene hoy en grand\u00edsima parte por inercia. As\u00ed ser\u00e1. Pero detr\u00e1s de esa inercia se esconde una verdad m\u00e1s fuerte: que el mundo no ha sabido inventar otra fecha que tuviera la menor posibilidad de servir para so\u00f1ar un centro de la historia.<\/p>\n Entonces con la fe naci\u00f3 en la humanidad una fuerza nueva para pensar los tiempos de la tierra en clave de esperanza, de avance hacia el futuro y de redenci\u00f3n del pasado, gracias a la generosidad de Dios que se descubri\u00f3 por Jes\u00fas y en Jes\u00fas. Hacia bendiciones caminar\u00eda la humanidad de todas formas, fueren cuales fueren los caminos que queramos escoger los hombres. Sin arrasarse nunca nuestra libertad, pero siempre sin dejarnos de su mano la grandeza de Dios.<\/p>\n Por eso las meras palabras \u00aba\u00f1o 2000\u00bb esconden una idea esperanzada sobre el mundo, y sobre las generaciones j\u00f3venes que en cada \u00e9poca recogen esa bendici\u00f3n del futuro del mundo realizada y asegurada con Jes\u00fas.<\/p>\n Si esa perspectiva teol\u00f3gica no se incluye al decir \u00aba\u00f1o 2000\u00bb, entonces la verdad es que no tiene por qu\u00e9 distinguirse el\u00a0 a\u00f1o 2000 del 1997 o de cualquier otro, y la palabra \u00abtercer milenio\u00bb se ha convertido en un eslogan vac\u00edo. El m\u00e1s m\u00ednimo realismo nos dir\u00e1 que da igual un a\u00f1o que otro, que el correr del tiempo es como un r\u00edo que fluye siempre igual, y que al fin toda la humanidad se ahoga en \u00e9l.<\/p>\n Pero si de esto no puede prescindir nuestro mensaje sobre el nuevo milenio, supuesto que hablamos desde la vocaci\u00f3n al servicio del Reino, tampoco puede prescindir de lo que proclaman los otros infinitos mensajes sobre el 2000 que compiten con \u00e9l, tendiendo a sofocarlo o a viciarlo. A viciarlo, haciendo que tome la apariencia de mala publicidad en vez de hacer transparentar su transfondo de esperanza radical. A sofocarlo, haciendo que su voz desaparezca entre los millones de voces que hoy se hacen o\u00edr.<\/p>\n El corredor de fondo no compite con los velocistas y menos con los saltimbanquis. Los mensajes de la publicidad son para saltimbanquis de la vida, que siempre andan haciendo equilibrios y no se comprometen con nada. Los del \u00e9xito r\u00e1pido son para velocistas que siempre buscan como b\u00f3lidos su propio inter\u00e9s. Los mensajes de la fe sobre el a\u00f1o 2000 son para corredores de fondo y no tienen por qu\u00e9 competir con aquellos.<\/p>\n Pero la vida no es s\u00f3lo un circo para saltimbanquis y el velocista-b\u00f3lido tiene que pensar el estilo de vida que lleva entre carrera y carrera, so pena de hacer el rid\u00edculo al final. Eso quiere decir que todo ser humano siempre habr\u00e1 de ser corredor de fondo o borrego de reba\u00f1o. Corredor de fondo, si piensa sus estrategias contando con algo m\u00e1s que el ahora inmediato. O borrego, claro est\u00e1, si no piensa.<\/p>\n Hay momentos en que no viene a qu\u00e9 discursear sobre lo que vendr\u00e1 despu\u00e9s del instante presente, momentos en que es posible hablar y pensar sobre ese despu\u00e9s, y momentos en que ello es inevitable. Precisamente a los j\u00f3venes les asaltan m\u00e1s que a los mayores esos momentos inevitables. Porque los j\u00f3venes tienen que ocuparse de su entrada en el trabajo, de si empiezan un noviazgo, de si se van de casa…<\/p>\n Y si no son borregos, dan vueltas a lo que se les viene encima con el pr\u00f3ximo siglo. Sobre lo que a todos se nos viene encima.<\/p>\n Dos o tres clases de ingredientes tendr\u00e1 a la fuerza cualquier idea sobre el siglo que viene: lo previsto, lo imprevisible y las visiones.<\/p>\n Lo previsto<\/em> es lo que vemos que est\u00e1 en marcha y no puede sino llegar. A la fuerza tendr\u00edamos que contar con ello cuando pensamos en el nuevo milenio. Y as\u00ed contamos con nuevos avances enormes de la t\u00e9cnica y la ciencia.<\/p>\n Nos lo dicen por todas partes y es verdad: desde nuevos viajes planetarios hasta autos maravillosos; desde aparatos y aparatejos<\/em> que nos hagan mucho m\u00e1s f\u00e1cil y agradable la vida diaria -mucho m\u00e1s que las lavadoras que transformaron la vida del ama de casa-, hasta armas espantosas que ya est\u00e1n empezando a producirse.<\/p>\n Y por los audiovisuales y la inform\u00e1tica dicen que vendr\u00e1n los cambios m\u00e1s imparables. Mil formas de saber para los que lo quieran; im\u00e1genes y espect\u00e1culos incre\u00edbles para quienes los busquen; un campo inmenso para los manipuladores y para quien se deje manipular.<\/p>\n Todo eso est\u00e1 super-previsto. Pero a quien quiere profundizar m\u00e1s, puede que varios interrogantes le enturbien la imagen del nuevo milenio prometida por las previsiones t\u00e9cnicas. Y ante todo: \u00bfqui\u00e9n mandar\u00e1 en las t\u00e9cnicas, en la inform\u00e1tica y los audiovisuales? O para decirlo m\u00e1s a lo claro, el enorme poder que las nuevas t\u00e9cnicas aportan a la humanidad, sobre todo armas y manipulaci\u00f3n medi\u00e1tica, \u00bfen manos de quien va estar?<\/p>\n Ya existen hoy dominadores, adaptados y sublevados. Pero los dominadores mantienen la mayor parte del tiempo t\u00e1cticas mansas y se contentan, relativamente, con su cuota de poder. Y as\u00ed resulta que los adaptados somos la mayor parte y los mensajes de sublevaci\u00f3n son m\u00e1s bien mansos, como los de la ecolog\u00eda, o disparatados, como los terroristas.<\/p>\n \u00bfVa a seguir siendo as\u00ed en el siglo XXI?<\/p>\n Hay cosas que hacen dudar. El Tercer Mundo est\u00e1 en marcha y muchos profetizan que si un d\u00eda China y la India van a querer un consumo de energ\u00eda que les permita niveles de vida como los nuestros, entonces la confrontaci\u00f3n va a dejar de ser mansa. \u00bfQu\u00e9 har\u00e1n en ese momento los dominadores de hoy?<\/p>\n Otro hecho: la mundializaci\u00f3n audiovisual es inocente comparada con la mundializaci\u00f3n del mercado de trabajo. Las se\u00f1ales de alarma se encienden en los pa\u00edses m\u00e1s ricos ante el convencimiento de que las migraciones no se paran con leyes y polic\u00edas, y ante el grito de los nacionalistas en Europa y Estados Unidos contra el futuro de mestizaje y mercados laborales ca\u00f3ticos por ellos temido a 50 a\u00f1os vista. Y es falso que las migraciones vayan a racionalizarse, o en todo caso las luchas contra ellas, mientras dure la actual desigualdad entre unos y otros pa\u00edses.<\/p>\n Por otra parte, en el campo de los dominadores suena ruido de sables, y no s\u00f3lo se afilan \u00e9stos contra los sublevados. Las luchas entre los PRISA y los ANTIPRISA van a resultar una peque\u00f1ez cuando avance la mundializaci\u00f3n. Y si ya ahora una empresa como Renault<\/em> decidi\u00f3 cerrar su f\u00e1brica de B\u00e9lgica, dejando a varios miles en la calle, no fue desde luego por el gusto de ganar menos dinero ahorr\u00e1ndose una parte de su producci\u00f3n. Las f\u00e1bricas de autos de Jap\u00f3n, o Corea, o tambi\u00e9n de Espa\u00f1a, tuvieron que ver con el asunto.<\/p>\n Todas estas luchas son tan previsibles como los avances t\u00e9cnicos.<\/p>\n Ultimamente los hechos nos est\u00e1n forzando a contar con lo imprevisible<\/em> mucho m\u00e1s que en tiempo de nuestros padres. La brutalidad de la \u00faltima guerra hizo pedazos las ilusiones que generalmente se compart\u00edan a prop\u00f3sito de la altura moral de los pa\u00edses de Occidente. Y aunque de eso supimos olvidarnos deprisa, porque era mejor atribuirlo a la locura de cuatro malvados, los imprevistos han ca\u00eddo golpe tras golpe sobre nuestra presunci\u00f3n de saber lo que viene. La ca\u00edda del Muro de Berl\u00edn, la crueldad de las guerras en la antigua Yugoeslavia o \u00faltimamente las crisis econ\u00f3micas de los nuevos \u00abtigres industriales\u00bb del Extremo Oriente, han cogido desprevenidos a los pa\u00edses mejor informados.<\/p>\n Si no caemos en las man\u00edas del catastrofismo, no tenemos por qu\u00e9 pensar que ser\u00e1 malo todo lo que en el pr\u00f3ximo siglo va a venir por sorpresa. En todo caso debemos contar con que bastantes cambios imprevisibles pueden transtornar en el siglo futuro nuestros actuales esquemas de vida, pero como no sabemos cuales ser\u00e1n esos cambios, el contar con ellos apenas puede servirnos para otra cosa que para no pasarnos de ingenuos.<\/p>\n A un campo, de todas maneras, nos convendr\u00eda estar atentos para que lo imprevisible no nos desconcierte: al campo de las manipulaciones y los manipuladores de opini\u00f3n.<\/p>\n No hay duda de que en ese campo va estar coci\u00e9ndose algo. Los dominadores vender\u00e1n sus ideas sobre lo mucho que nos conviene seguirles, los resistentes descubrir\u00e1n modos y maneras de hacer su vida sin dejarse coger de tontos, los sublevados discurrir\u00e1n l\u00edneas para su lucha.<\/p>\n Todos ellos tendr\u00e1n sus expertos y procurar\u00e1n exhibirlos como grandes autoridades que de veras saben lo que est\u00e1 en juego: sus cient\u00edficos, sus economistas, sus soci\u00f3logos, sus psic\u00f3logos y sus pol\u00edticos. Habr\u00e1n le\u00eddo esos expertos cantidad de libros y tendr\u00e1n datos en abundancia sobre cualquier cosa.<\/p>\n El siglo que viene ser\u00e1 un siglo de expertos, porque es muy grande, en la actual vida mundializada y superdesarrollada, la cantidad de datos o conocimientos que se requieren para entender los problemas y resolverlos. Para todo se est\u00e1n necesitando especialistas.<\/p>\n Pero dos cosas son imprevisibles a prop\u00f3sito de los expertos: \u00bfse crear\u00e1 entre ellos un clima de la mayor honradez, de manera que no se vendan a los manipuladores de turno? \u00bfDescubriremos el resto de los mortales alguna manera de distinguir entre expertos vendidos y expertos honestos?<\/p>\n Llamo visiones<\/em> a las perspectivas con que uno puede mirar hacia el futuro desde convencimientos profundos. Eso que decimos: \u00abyo veo las cosas as\u00ed\u00bb. Las hay progresistas o catastrofistas, idealistas o c\u00ednicas, esc\u00e9pticas o razonadoras. Y tambi\u00e9n creyentes o descre\u00eddas.<\/p>\n Estas perspectivas ya se ve que incluyen algo m\u00e1s que datos para la inteligencia y la previsi\u00f3n. Incluyen tambi\u00e9n tomas de postura personales.<\/p>\n Si yo miro al futuro desde una de estas perspectivas no trato ya de aclararme lo que va a ocurrir con datos puramente exteriores. Contar\u00e9 con que tambi\u00e9n mi futuro va a depender de m\u00ed mismo, de la postura que tome ante las cosas. Y situarse as\u00ed ante el nuevo milenio se vuelve necesario, porque las previsiones<\/em> firmes nos abren sobre interrogantes a prop\u00f3sito del poder t\u00e9cnico y medi\u00e1tico y los imprevisibles<\/em> nos imponen la necesidad de enfrentarnos a nuestro futuro con una conciencia despierta. Pero para las conciencias despiertas las posturas personales son lo m\u00e1s decisivo.<\/p>\n El m\u00e1s importante, por tanto, de los ingredientes que se mezclan en nuestra previsiones de futuro es \u00e9ste de las visiones, de las perspectivas que uno tiene en virtud de sus convencimientos profundos. Siempre son ellas para aquel que las tiene como reveladoras de posibilidades y tareas hacia el futuro de la vida. Pueden brotar espont\u00e1neas en el \u00e1nimo de quien mira hacia delante, aunque m\u00e1s corrientemente uno las recibe del ambiente cultural en que vive ya hechas y razonadas.<\/p>\n Los grandes pensadores han tenido esas visiones, los grandes pol\u00edticos, los grandes cr\u00edticos de la civilizaci\u00f3n, los grandes fundadores de religiones. El com\u00fan de los mortales se encuentra con ellas y asume una u otra, casi siempre adapt\u00e1ndola a su experiencia. Y es en funci\u00f3n de la visi\u00f3n asumida como atiende a lo que puede preverse y hace un sitio para contar con lo imprevisible.<\/p>\n Pero unas \u00abvisiones\u00bb dejan m\u00e1s sitio que otras para la previsi\u00f3n y tambi\u00e9n para lo imprevisible.<\/p>\n Por ejemplo: una visi\u00f3n esc\u00e9ptica, que piensa que puede ocurrir cualquier cosa, no hace caso de las previsiones y se plantea el futuro como confrontaci\u00f3n con lo imprevisible. Pero todav\u00eda puede prepararse para esa confrontaci\u00f3n de modos muy distintos: tal vez desde planteamientos ideales, autorrealizarse dignamente ocurra lo que ocurra; o tal vez desde planteamientos rastreros: sacarle a la vida lo que pueda dar de s\u00ed, y s\u00e1lvese quien pueda.<\/p>\n Las visiones engre\u00eddas o autosuficientes tampoco dejan buen lugar para lo imprevisible. As\u00ed por ejemplo ocurri\u00f3 entre los a\u00f1os 50 y 70 con los entusiastas del materialismo hist\u00f3rico. Estaban seguros de que vendr\u00eda el hundimiento del capitalismo y de momento vino la ca\u00edda del muro de Berl\u00edn y la subida al poder de las mafias rusas. Y por cierto que los especialistas en prospectiva no mostraron m\u00e1s acierto en su diagn\u00f3stico de esos hechos, que ya en los 70 pod\u00edan preverse bastante bien. Porque la descomposici\u00f3n de la burocracia y el aparato productor de los pa\u00edses del Este era desde antes un secreto a voces.<\/p>\n En cuanto a nosotros, si vamos a referirnos al a\u00f1o 2000 en nuestros contextos formativos, y si lo vamos a hacer desde una visi\u00f3n cristiana, tenemos que mantener una atenci\u00f3n correcta hacia lo previsible y lo imprevisible. En caso contrario ridiculizaremos la visi\u00f3n de la fe.<\/p>\n Es caracter\u00edstico de las visiones del futuro nacidas del cristianismo el contar con Dios como Se\u00f1or del tiempo, y con Jes\u00fas como quien descifra el avance de los tiempos hacia su culminaci\u00f3n en Dios. Y contar tambi\u00e9n con las creaciones de la libertad humana, a sabiendas de su doble din\u00e1mica: desarrollo de los g\u00e9rmenes de grandeza implantados en la humanidad por el acto creador de Dios, y efecto tambi\u00e9n muchas veces de aquellas estructuras de soberbia y rebeli\u00f3n a que se refieren las tradiciones sobre el pecado original.<\/p>\n Este contar positivamente con la permanencia en el mundo de una bondad original impresa en \u00e9l por el acto creador de Dios, contrapone la mirada hacia el futuro creyente y cristiana a la mirada catastrofista en que se enredaron los apocalipsis de los jud\u00edos, abuelos del empe\u00f1o cristiano por contar con Dios para pensar lo venidero. Y por otra parte el contar con el misterio del mal (con el pecado original, que sol\u00eda decirse) vacuna a ese mismo mirar cristiano contra la ingenuidad avestrucista<\/em> del \u00abtodo va bien porque el mundo est\u00e1 bien\u00bb.<\/p>\n La palabra clave de la mirada cristiana hacia el futuro es pues el mensaje que de muchas maneras repiten los Evangelios: \u00abvigilad\u00bb. Viene desde luego la grandeza de Dios, con un venir asegurado por la fuerza cr\u00edstica que se hizo historia por la Encarnaci\u00f3n. Pero no sabemos cu\u00e1ndo ni c\u00f3mo, o marchando por qu\u00e9 via crucis.<\/em> Los cap\u00edtulos 24 y 25 de Mateo, el 13 de Marcos y el 21 de Lucas son terminantes en cuanto a esto.<\/p>\n El factor cr\u00edstico,<\/em> o sea, la gran esperanza de que Dios por Cristo conduce a los tiempos hacia su plenitud positiva, es irrenunciable para nuestra mirada hacia el 2000. Y tiene una cosa de particular: que no es posible pensarlo aparte del factor humano,<\/em> y de una manera especial de enfocar el factor humano.<\/p>\n No es posible mirar hacia el futuro desde la fe sin tener en cuenta el factor humano, o sea, si uno atiende a previsiones sobre la t\u00e9cnica, la calidad de vida o la distribuci\u00f3n del poder, pero sin acordarse de pensar en lo que pasar\u00e1 con las personas, con todas las personas del mundo. Porque la fe que mira al futuro est\u00e1 comprometida, ante todo y sobre todo, con el futuro de todas las personas.<\/p>\n Pero el modo de contar con el factor humano caracter\u00edstico de la mirada cristiana hacia el futuro tiene todav\u00eda algo m\u00e1s de especial. No s\u00f3lo incluye el factor humano hacia adelante en su visi\u00f3n del ma\u00f1ana, sino que lo incluye tambi\u00e9n humano en el aqu\u00ed y ahora de quien mira, porque \u00e9l aspira a tener y tiene un mirar compartido: el mirar de una comunidad solidaria entre s\u00ed y solidaria con la mirada de Jes\u00fas.<\/p>\n Esta presencia operante del factor humano en el aqu\u00ed y ahora de quien mira con fe hacia el futuro quiere decir, por tanto, que un creyente no mira hacia despu\u00e9s en solitario ni al margen de los hombres y mujeres que comparten su fe. Si es consciente de ello, sabe que su mirar es parte de una experiencia compartida vital y total: a la vez mirada, valor, tenacidad y paso al frente, hacia un tiempo que se descubrir\u00e1 como tiempo de Dios.<\/p>\n \u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Andr\u00e9s Tornos<\/strong><\/p>\n <\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Andr\u00e9s Tornos ANDR\u00c9S TORNOS ES PROFESOR EN LA UNIVERSIDAD PONTIFICIA COMILLAS (MADRID). \u00a0S\u00edntesis del Art\u00edculo La idea esperanzada que debe esconder la referencia al \u00ab2000\u00bb es propia de \u00abcorredores de fondo\u00bb, no de velocistas o saltimbanquis. 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1 Mensajes sobre el a\u00f1o 2000<\/h3>\n
2 Ambientes para plantearse lo que nos viene con el a\u00f1o 2000<\/h3>\n
3 Ingredientes para ideas y mensajes sobre el nuevo milenio: las previsiones<\/h3>\n
4 Segundo ingrediente para pensar el\u00a0 2000: contar con lo imprevisible<\/h3>\n
5 Tercer ingrediente para pensar el futuro: las visiones<\/h3>\n
6 Mirada creyente hacia el\u00a0 a\u00f1o 2000: el factor cr\u00edstico y el factor humano<\/h3>\n