{"id":10701,"date":"2002-09-01T12:43:50","date_gmt":"2002-09-01T10:43:50","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=10701"},"modified":"2002-09-01T12:43:50","modified_gmt":"2002-09-01T10:43:50","slug":"como-entender-y-llevar-adelante-hoy-la-pastoral-vocacional","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/como-entender-y-llevar-adelante-hoy-la-pastoral-vocacional\/","title":{"rendered":"\u00bfC\u00f3mo entender y llevar adelante hoy la pastoral vocacional?"},"content":{"rendered":"

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Antonio S\u00e1nchez Orantos
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\nAntonio S\u00e1nchez Orantos, <\/strong>cmf, esprofesor en el \u00abEstudio Filos\u00f3fico Claretiano\u00bb y en la \u00abEscuela Regina Apostolorum\u00bb (Madrid).
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\nS\u00edntesis del Art\u00edculo
\nAnte los tiempos dif\u00edciles que corren e instalados en una \u00abconfortable decepci\u00f3n\u00bb, quiz\u00e1, no encontramos la forma de aceptar la cultura actual para hacer presenta en ella la \u00absiempre nueva verdad cristiana\u00bb. Verdad es que, en el caso concreto de la \u00abpastoral vocacional\u00bb no existen recetas milagrosas; con todo, el art\u00edculo propone un camino sugerente que pasa por acoger el nuevo proyecto de vida que sugiere la postmodernidad e implica un \u00abcambio de paradigma\u00bb en la elaboraci\u00f3n de los proyectos pastorales: \u00abcontemplaci\u00f3n y acogida; amor, reconocimiento y gratuidad; vida ecol\u00f3gica; apertura al misterio; encuentro experiencial; relaciones comunitarias c\u00e1lidas; sabidur\u00eda, no jactancia…\u00bb, vendr\u00edan a ser algunos de los nuevos elementos aderezados<\/em> seg\u00fan el modelo de Hch 11,19-30 (no desde el habitual de Hch 2,44-4).
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\nLa tan discutida crisis de la identidad cristiana es, ante todo, una crisis no ya de su mensaje, sino de sujetos e instituciones, que se sustraen en exceso al sentido inevitablemente pr\u00e1ctico del mensaje mismo y, de ese modo, quebrantan la fuerza de su inteligibilidad.
\nJ.B. Metz
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  1. Para meditar…<\/li>\n<\/ol>\n

    antes de la \u00absospechosa b\u00fasqueda\u00bb de milagrosas \u00abrecetas\u00bb pastorales
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    \nUna creencia parece haberse instalado en las comunidades eclesiales: vivimos tiempos dif\u00edciles para la fe. Sentimientos de desaliento y fracaso dominan el talante de la vida cristiana, que anclada en una \u00abconfortable decepci\u00f3n\u00bb \u2013justificada por un no-discernido sentimiento de impotencia, claro s\u00edntoma de \u00abdepresi\u00f3n\u00bb cristiana o, quiz\u00e1 peor, mecanismo de defensa para no enfrentar miedos, ausencia de radicalidad y carencia de creatividad\u2013 es incapaz de acoger las grandes posibilidades que nuestra cultura ofrece \u00adpara hacer presente la \u00absiempre nueva\u00bb verdad cristiana[1]<\/sup>.
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    \nCada cristiano, cada comunidad, con nuestros actos, con nuestras elecciones, nuestras palabras… colaboramos en la formaci\u00f3n de vigencias comunitarias que una vez establecidas influyen radicalmente sobre nuestro talante vital. Y como las vigencias establecidas no se corresponden (eso espero) ni con nuestras intenciones, ni con las esperanzas so\u00f1adas, nos parece estar sometidos a \u00abfuerzas ingobernables\u00bb, \u00abdemonios culturales\u00bb, ante los que nada podemos hacer. S\u00f3lo queda la impotencia y la condena agresiva (siempre de los otros) que abocan necesariamente a la a\u00f1oranza de tiempos pasados o a sue\u00f1os ilusorios de futuro que impiden la fidelidad en el presente concreto, en el tiempo que el Se\u00f1or de la historia nos ha concedido para ser testigos de su Verdad. \u00a1\u00a1\u00a1Y no tenemos otro!!!
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    \nElegimos sin darnos cuenta (eso espero) nuestros \u00abpropios venenos\u00bb… pero porque elegimos tambi\u00e9n podemos rechazar y volver a caminar… Podemos desacostumbrarnos a la impotencia, a la condena, a la mediocridad y en lo bello, noble, bueno y verdadero vivir resueltamente, sin miedo, sin m\u00e1s… Y nuestra cultura, esa que llaman postmoderna, tiene mucho de bello, noble, bueno y verdadero… Se trata de aprender a mirar como Jes\u00fas miraba, no para justificar lo injustificable, sino para responder a los anhelos de vida que el Esp\u00edritu genera en todo momento hist\u00f3rico, tambi\u00e9n en el nuestro. Porque Dios Madre\/Padre ni puede dejar de engendrar vida, ni puede dejar de cuidar\/alentar la vida engendrada.
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    \nEn muchos encuentros de pastoral siempre la misma pregunta: \u00ab\u00bfQu\u00e9 podemos hacer?\u00bb. Y, cada vez, un convencimiento mayor de que la mejor respuesta es: \u00ab\u00bfY t\u00fa que est\u00e1s haciendo?\u00bb. Porque cuando favorecemos la cr\u00edtica amarga, la mediocridad; cuando aceptamos rutinas est\u00fapidas, huimos de la claridad y discutimos para defender posiciones inaceptables… nos \u00abempeque\u00f1ecemos\u00bb, apuntalamos el sentimiento de impotencia y lo que m\u00e1s importa: estamos cerrando nuestras vidas a la creatividad.
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    \nPorque quiz\u00e1 no vivamos tiempos dif\u00edciles para la fe, sino un cambio cultural (de \u00e9poca, dicen muchos) que nos est\u00e1 exigiendo (re)crear nuestras expresiones de fidelidad. Y, por eso, el gran problema que enfrentamos es dar cauce a la creatividad que siempre ha caracterizado la sensibilidad\/inteligencia\/voluntad cristiana[2]<\/sup>. Porque ante la magnitud de los problemas que enfrentamos, sometidos al v\u00e9rtigo de una historia acelerada, en una realidad cada vez m\u00e1s compleja, la \u00fanica soluci\u00f3n es crear. Crear porque los retos que enfrentamos son radicalmente nuevos. Crear porque la vida se hace hacia adelante y no hacia atr\u00e1s. Crear nuevas formas de amarnos, de vivir en comunidad, de relacionarnos con los dem\u00e1s. Crear \u00abpresencias\u00bb significativas para los hombres de nuestro tiempo… Crear vida de verdad.
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    \nCrear es hacer que algo valioso que no exist\u00eda, exista. Crear es volver a creer en la fuerza del Esp\u00edritu. Crear es abrir, otra vez, nuestras entra\u00f1as a la gracia carism\u00e1tica. Crear es vivir creativamente para abrir en nuestra historia, humana y muy humana, \u00abcaminos de esperanza\u00ab, \u00abcaminos de fidelidad\u00bb.
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    1. Para pensar…<\/li>\n<\/ol>\n

      antes de la \u00absospechosa b\u00fasqueda\u00bb de milagrosas \u00abrecetas\u00bb pastorales
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      \nCrear, no so\u00f1ar mundos ilusorios. Porque crear es dar \u00abforma\u00bb bella a las posibilidades reales, por tanto, verdaderas, que genera en la historia (inmanencia: encarnaci\u00f3n) la Verdad \u00faltima, la Verdad escatol\u00f3gica (transcendencia: imposibilidad de poder\/dominio humano): cr\u00edtica radical de lo conseguido, imposibilidad de vida burguesa, exigencia de maduraci\u00f3n continua, peregrinar sin \u00abciudad\u00bb permanente, negaci\u00f3n de la inmutabilidad, vida por hacer.
      \n\u00bfQu\u00e9 posibilidades ha abierto en nuestra cultura la \u00absabidur\u00eda escatol\u00f3gica\u00bb del Esp\u00edritu de Dios? Esta es la pregunta que debe ser respondida por todo proyecto pastoral que quiera ofrecer objetivos v\u00e1lidos para el tiempo actual. En la respuesta nos jugamos la fidelidad.
      \nPues bien, vamos a dar por sabida la cr\u00edtica a la cultura actual, muchas veces inmisericorde, y que obligar\u00e1, seguramente, a nuevas peticiones trasnochadas de perd\u00f3n. Si la cr\u00edtica no se sabe, posibilidad poco probable, es f\u00e1cil encontrarla en cualquier libro que trate de postmodernidad y, sobre todo, en cualquier di\u00e1logo y documento eclesial. Por otra parte, dicha cr\u00edtica est\u00e1 asumida impl\u00edcitamente, pero con radicalidad, en la exigencia de dar \u00abforma\u00bb bella, resplandor de la verdad, a las posibilidades de nuestro momento cultural.
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      \nY corramos el riesgo de ofrecer esa respuesta en la que estoy convencido de que nos jugamos nuestra fidelidad. Es mi respuesta, por tanto, parcial y, por eso, abierta, no a la refutaci\u00f3n dogm\u00e1tica, sino a la cr\u00edtica racional y al di\u00e1logo abierto que busca la verdad. Porque pertenezco con orgullo a un tiempo que, gracias a Dios, ha quebrado la posibilidad del \u00abargumento de autoridad\u00bb.
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      \nEl problema de dar \u00abforma\u00bb bella a las posibilidades que abre todo proceso de maduraci\u00f3n cultural es el problema de la verdad, es decir, el grave problema de ofrecer un \u00abfundamento\u00bb salv\u00edfico\/liberador (que engendre bondad) para la vida personal y social actual (no la de ayer, ni la de ma\u00f1ana). La teor\u00eda epistemol\u00f3gica es siempre teor\u00eda pol\u00edtica; la teor\u00eda pol\u00edtica esconde siempre una teor\u00eda epistemol\u00f3gica. Esta relaci\u00f3n, conocida desde antiguo, pero con frecuencia olvidada, dirigi\u00f3 todo el pensar de la modernidad. Su pretensi\u00f3n radical fue la salvaci\u00f3n\/liberaci\u00f3n de la vida humana desde principios universales de racionalidad, es decir, la (re)creaci\u00f3n de una teor\u00eda epistemol\u00f3gica que lograse la eticidad de la humanidad: la salida de la \u00abautoculpable minor\u00eda de edad\u00bb, b\u00fasqueda de un nuevo ajuste, de una novedosa sinton\u00eda entre verdad, justicia y libertad.
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      \nAcabar con la \u00abminor\u00eda de edad\u00bb de la humanidad parec\u00eda exigir para la mentalidad moderna negar toda certeza\/validez a la Tradici\u00f3n (carencia de memoria-imposibilidad de memorial). Negaci\u00f3n que obliga a considerar la interioridad (yo sin alteridad) como \u00e1mbito propio y exclusivo de la verdad. Exceso de subjetividad que imposibilitar\u00eda toda vida social (lucha de todos contra todos) si no fuese corregida (m\u00e9todo cr\u00edtico) por los \u00abuniversales\u00bb generados por la prepotente \u00abraz\u00f3n l\u00f3gica\u00bb, que al no saber ni querer atender al particular, necesariamente abocan a la construcci\u00f3n de \u00abentidades abstractas\u00bb (imperios, estados, naciones, patrias, para\u00edsos, instituciones…) que matan la vida concreta y real[3]<\/sup><\/a>.
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      \nDicho de otro modo, el proceso de salvaci\u00f3n\/liberaci\u00f3n iniciado por la modernidad, deslumbrado por el descubrimiento de la subjetividad, supuestamente fundada sin necesidad de alteridad, se ve obligado a buscar en la \u00abraz\u00f3n l\u00f3gica\u00bb el camino de \u00absalida\u00bb hacia la sociabilidad. Esta \u00absalida\u00bb supone que la \u00abraz\u00f3n l\u00f3gica\u00bb puede ofrecer una verdad universal donde todas las razones particulares puedan converger y, por eso, progresivamente, por la misma l\u00f3gica del camino (m\u00e9todo) elegido, se convierte en la \u00abraz\u00f3n de uno\u00bb: la totalidad de la verdad total. (\u00bfHay una forma m\u00e1s r\u00e1pida y segura de universalidad?: \u00abpensamiento \u00fanico\u00bb, que suele ostentar el \u00abl\u00edder salvador\u00bb, siempre, por cierto, muy generoso y espiritual). El \u00abverdadero saber\u00bb, entonces, debe ignorar al hombre de carne y hueso, siempre particular, para alcanzar la objetividad universal que supuestamente fundamenta la sociabilidad. El \u00absaber\u00bb moderno que emerge en la subjetividad (contra la premodernidad) exige parad\u00f3jicamente la negaci\u00f3n de la subjetividad (abocando sorprendentemente a la premodernidad). Es la aguda cr\u00edtica de la postmodernidad.
      \nEl desarrollo del ejercicio moderno de la \u00abraz\u00f3n\u00bb camina, pues, en sentido opues\u00adto a los ideales buscados. Es decir, la \u00abraz\u00f3n\u00bb exige la eliminaci\u00f3n del hombre de carne y hueso, \u00fanico, original e irrepetible. Y si la \u00abraz\u00f3n moderna\u00bb se identifica con la raz\u00f3n humana, entonces, el hombre de carne y hueso se ve obligado a optar entre \u00abraz\u00f3n\u00bb y vida personal (\u00fanica, original e irrepetible). Y la postmodernidad no duda en su elecci\u00f3n (y nosotros apoyamos su opci\u00f3n): la vida humana.
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      \nPero, entonces, la postmodernidad recoge la m\u00e1s maravillosa herencia de la modernidad: la lucha contra un modo de comprender la inteligencia humana (para la modernidad: la premodernidad; para la postmodernidad: los grandes relatos de la modernidad) que obliga a la negaci\u00f3n de la vida personal, \u00fanica, original e irrepetible. Y, por eso, porque recoge consciente\u00admente esta herencia, y gracias a la labor cr\u00edtica (des-ideol\u00f3gica) de la misma modernidad, acontece como una nueva posibilidad de preguntar: \u00bfExiste una oposici\u00f3n entre inteligencia y vida humana? \u00bfSe oponen verdad y vida humana \u00fanica, original e irrepetible? Y desde este para muchos d\u00e9bil e ingenuo preguntar ofrece la posibilidad, tambi\u00e9n, de un nuevo proyecto de vida para la humanidad:
      \n 
      \nEs el \u00abdespertar\u00bb:<\/p>\n