{"id":10713,"date":"2002-07-01T13:19:30","date_gmt":"2002-07-01T11:19:30","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=10713"},"modified":"2002-07-01T13:19:30","modified_gmt":"2002-07-01T11:19:30","slug":"compartir-suenos-que-pinta-hoy-el-cine","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/compartir-suenos-que-pinta-hoy-el-cine\/","title":{"rendered":"Compartir sue\u00f1os: qu\u00e9 pinta hoy el cine"},"content":{"rendered":"

Ninfa Watt
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\nPie Autor
\nNinfa Watt<\/strong> es profesora de la Universidad Pontificia de Salamanca y directora del Departamento de Radio y Televisi\u00f3n de la Conferencia Episcopal Espa\u00f1ola.<\/em>
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\nS\u00edntesis Art\u00edculo
\n\u201cSer educador tiene mucho de acto de amor y de obra creativa. Quien no es capaz de vislumbrar en el futuro la realizaci\u00f3n de un sue\u00f1o y caminar hacia \u00e9l pre\u00f1ado de esperanza, no sirve para embarcarse en este l\u00edo\u201d. Y en eso, nos dice la autora, \u00abpinta mucho el cine\u00bb; de ah\u00ed que debamos compartir el cine con los adolescentes y j\u00f3venes, de ah\u00ed que debamos compartir sue\u00f1os porque, en el fondo, \u00abeducar no es sino pintar sue\u00f1os mirando al futuro\u00bb. El art\u00edculo se cierra sugiri\u00e9ndonos concretamente algo que hacer \u00abentre pinceladas, paletas y trapos empapados de aguarr\u00e1s\u00bb.
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\nCompartir la tarea educativa es una forma de compartir nuestros sue\u00f1os. Es poner en com\u00fan las energ\u00edas que volcamos en esa empresa tan dif\u00edcil, tan hermosa, de caminar junto a otros mientras crecen.
\nEntre nuestros sue\u00f1os est\u00e1n mezcladas, convertidas en fotogramas, las im\u00e1genes del profesor, del educador que queremos ser. Por ah\u00ed se nos cruza Kitting forjando librepensadores en el Club de los poetas muertos<\/em>, y nos gustar\u00eda enfrentarnos a cualquier rebeli\u00f3n en las aulas<\/em> con el acierto de Sidney Poitier. Quisi\u00e9ramos saber transmitir la idea de justicia como Atticus, para que nadie mate a un ruise\u00f1or<\/em>, y provocar tambi\u00e9n nosotros cadenas de favores<\/em> o descubrir las habilidades ocultas de un alumno como se descubre a Forrester<\/em> o a un Billy<\/em> que quiere bailar<\/em>. Qu\u00e9 estupendo ser\u00eda despertar a nuestro paso la m\u00fasica del coraz\u00f3n<\/em> para que no haya ni uno menos<\/em> entre los muchachos que se nos encomiendan, porque todo empieza hoy<\/em>.
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\nEn nuestra retina est\u00e1n prendidas muchas escenas que un d\u00eda fueron sue\u00f1o para un guionista, para un director, para un grupo de actores y de t\u00e9cnicos que contribuyeron a la creaci\u00f3n de una obra, tal vez de arte.
\nTambi\u00e9n nosotros so\u00f1amos con ver convertidos en hombres y mujeres libres, maduros, aut\u00e9nticos, coherentes, comprometidos, a los adolescentes que ahora requieren de nosotros tan alta dosis de entrega y de ilusi\u00f3n siempre nueva.
\nSer educador tiene mucho de acto de amor y de obra creativa. Quien no es capaz de vislumbrar en el futuro la realizaci\u00f3n de un sue\u00f1o y caminar hacia \u00e9l pre\u00f1ado de esperanza, no sirve para embarcarse en este l\u00edo.
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1. Qu\u00e9 pinta el cine en todo esto<\/h3>\n

 
\nPinta mucho. Por el tiempo que les dedican, y por el puesto que ocupan entre sus preferencias, las pel\u00edculas pintan mucho en la vida de los j\u00f3venes. Por lo que tienen de f\u00e1brica de sue\u00f1os, y por lo que \u00e9stos tienen de anticipaci\u00f3n del futuro.
\nTodav\u00eda hay personas cultas (\u00bf!), muy sesudas ellas, que alardean de no ir al cine (\u00bfpresumir\u00edan de no leer libros, de no estar informados de la actualidad, de no saber idiomas, de \u2013pudiendo hacerlo- no conocer otros lugares y otras gentes?). Por suerte, esa postura forma parte de un talante en v\u00edas de extinci\u00f3n.
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\nEntre los j\u00f3venes la cosa var\u00eda. El cine est\u00e1 incorporado en sus vidas como parte del h\u00e1bitat natural. El cine es, por supuesto, una de las ocupaciones favoritas para el tiempo de ocio y, sin pretenderlo, uno de los terrenos en los que \u2013criterios de selecci\u00f3n o formaci\u00f3n para el an\u00e1lisis f\u00edlmico aparte- se mueven con datos abundantes.
\nLas posibilidades que ofrece la televisi\u00f3n, a las que habr\u00eda que a\u00f1adir las de los v\u00eddeos y dvds, no han hecho sino ampliar el espacio-tiempo dedicado al cine. Lejos de sustituir la asistencia a las salas de proyecci\u00f3n, se han convertido en un complemento que acent\u00faa la tendencia y la afici\u00f3n.
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\nA la parte de industria y mercado que tiene el cine le interesan los resultados de taquilla. Es vital para el crecimiento econ\u00f3mico del sector el n\u00famero de entradas y el precio que por ellas se paga (bastante caro, por cierto).
\nA los educadores, sin embargo, nos interesan las influencias del cine sobre los j\u00f3venes y las interacciones que pueden propiciar.
\nCon relaci\u00f3n al primer aspecto \u2013la influencia de las pel\u00edculas en la formaci\u00f3n\u2013, es indiferente que hablemos de \u00abir al cine\u00bb o \u00abponer un v\u00eddeo\u00bb en casa. Para el segundo aspecto \u2013las relaciones que se establecen en torno al cine\u2013 conviene no olvidar la importancia de las condiciones de recepci\u00f3n de una pel\u00edcula y lo que supone de experiencia personal y\/o compartida.
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\n\u00abIr al cine\u00bb sigue siendo un modo de crear un espacio entre iguales al margen del hogar. La actividad grupal conserva su atractivo por lo que tiene de separaci\u00f3n de los adultos, especialmente para los adolescentes. Y el ambiente que se favorece ante la pantalla grande \u2013oscuridad, silencio, exclusividad de la atenci\u00f3n\u2013 provoca unas condiciones de mayor vulnerabilidad ante la pel\u00edcula. Tambi\u00e9n de mayor disfrute. Es verdad que a veces los sorbos del refresco del vecino o las palomitas masticadas con fruici\u00f3n rompen toda la magia del momento. Es verdad tambi\u00e9n que la actitud \u00abde pandilla\u00bb de muchos adolescentes altera las condiciones \u00f3ptimas de visionado para el resto de los espectadores, pero para ellos, para el grupo, eso forma parte de la pertenencia a un mundo propio aglutinado en ese momento en torno al cine.
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\nAdem\u00e1s de los estrenos queda siempre el recurso al alquiler de v\u00eddeo, m\u00e1s barato, con m\u00e1s posibilidades de elecci\u00f3n y sin sujeci\u00f3n a un horario. Seg\u00fan el Bar\u00f3metro de Actividades Culturales del Centro de Investigaciones del Mercado Cultural (cimec), ocho de cada diez j\u00f3venes de entre 14 y 19 a\u00f1os alquilan v\u00eddeos\/dvds varias veces a la semana. Entre los 20 y los 24 a\u00f1os hacen lo mismo siete de cada diez. El volumen es considerable.
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\n\u00bfQu\u00e9 g\u00e9neros son los que m\u00e1s piden en los videoclubs?: pel\u00edculas de acci\u00f3n (35%), misterio (16%), aventuras (14%), humor (13%), drama (7%), y comedia rom\u00e1ntica (7%).
\nA esto hay que a\u00f1adir la oferta televisiva. Los espectadores j\u00f3venes suelen ver la televisi\u00f3n unas tres horas y media diarias. De ese tiempo, una buena parte est\u00e1 ocupada por la ficci\u00f3n, sean pel\u00edculas, telefilmes o series. Si la hora de emisi\u00f3n es inoportuna, se graba y arreglado.
\nLos j\u00f3venes pasan mucho tiempo bebiendo de la pantalla historias que les impactan, modelos de comportamiento, formas de vida, presupuestos vitales, modas, lenguajes, gestos ideas, sentimientos\u2026 todo ello del modo m\u00e1s f\u00e1cil y atractivo, servido en bandeja para ser asimilado.
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\nCerrar los ojos al cine es volver la espalda al arte m\u00e1s genuino del siglo xx y comienzos del xxi. Es a la vez lenguaje, modo de comunicaci\u00f3n y compendio de la idea que el hombre de nuestro tiempo tiene sobre el mundo, la vida, la humanidad y hasta sobre el mismo Dios. \u00bfTanto? S\u00ed: las gentes normales \u2013j\u00f3venes y adultos\u2013 no suelen leer grandes tratados de Filosof\u00eda, pero van al cine. No conocen tal vez las teor\u00edas de los pensadores que mueven el mundo, pero ven pel\u00edculas. No est\u00e1n al tanto de las corrientes de pensamiento, pero saben de actores, de directores, de t\u00edtulos, de argumentos, de personajes, de bandas sonoras\u2026 porque van al cine. Y lo cierto es que los sistemas filos\u00f3ficos motores de la historia se filtran por los poros de la sociedad hasta empaparla convertidos en pintura, en moda, en canci\u00f3n, en danza\u2026 en cine.
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\nSi a la pr\u00e1ctica se lleva lo que antes se ha pensado, o so\u00f1ado, habr\u00e1 que estar alerta a tantos sue\u00f1os forjados en torno a una pantalla.
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2. Compartir cine, compartir sue\u00f1os<\/h3>\n

 
\nNo es f\u00e1cil entrar en la vida de otros. Menos a\u00fan en la de j\u00f3venes y adolescentes cuando uno ya es adulto.
\nNo es f\u00e1cil crear cauces adecuados para transmitir valores ni crear situaciones en las que el lenguaje sea com\u00fan y significativo.
\nNo es nada f\u00e1cil encontrar terrenos a medio camino en los que se una la vida de dos mundos distantes y distintos.
\nA veces la clave (=la llave) est\u00e1 en lograr experiencias compartidas. Entrar en el mundo de ellos y participar de lo que ellos ya comparten. Escuchar m\u00fasica juntos, o ver juntos una pel\u00edcula, puede ser una buena opci\u00f3n.
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\nNo es que tenga mucha fe en ciertos estudios sociol\u00f3gicos a los que son tan aficionados los norteamericanos, pero una investigaci\u00f3n reciente afirma que las personas que ven mucho la televisi\u00f3n tienen una experiencia de relaci\u00f3n social vicaria semejante a la de quienes tienen muchos amigos.
\nM\u00e1s realista parece sin embargo lo que vivimos cualquiera de nosotros si somos de los que \u00abnos metemos\u00bb en las pel\u00edculas (sin necesidad de llegar a los extremos de La rosa p\u00farpura de El Cairo<\/em> o de Persiguiendo a Betty<\/em>). Cuando \u00abentramos en la pell\u00bb<\/em> con otro, tenemos la oportunidad de vivir una experiencia compartida: ambos hemos estado all\u00ed, hemos conocido los mismos lugares\/escenarios, las mismas personas\/personajes, las mismas historias so\u00f1adas, pero cada uno con nuestros ojos. Y podemos intercambiar despu\u00e9s recuerdos y puntos de vista.
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\nMuchos temas de conversaci\u00f3n imposibles por falta de conexi\u00f3n en la vida real tienen una zona de encuentro en las pel\u00edculas. Despu\u00e9s del visionado los temas y las situaciones son ya comunes.
\nEl cine recoge una parte de la realidad y nos ense\u00f1a mucho sobre la condici\u00f3n humana y sus procesos. Incluso cuando nos parece que se falsean ciertas situaciones, no carece de inter\u00e9s conocer c\u00f3mo ven otros lo existente, cu\u00e1l es su perspectiva, su \u00e1ngulo, lo que de sus propias mentes proyectan directores y guionistas.
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\nLa literatura y el cine muestran, encarnado en personajes concretos, lo que no permite un percepci\u00f3n directa, el mundo interior: pensamientos, sentimientos, deseos, miedos, enso\u00f1aciones. Aunque no existan esos personajes \u00abas\u00ed\u00bb, tal como la novela o la pel\u00edcula describen, s\u00ed existe la visi\u00f3n que sobre esos personajes tiene su creador. Son parte de su alma.
\nCompartir con otros de este modo, a trav\u00e9s del cine, el conocimiento del alma humana, puede ser una preciosa experiencia com\u00fan.
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3. Educar: pintar sue\u00f1os mirando al futuro<\/h3>\n

 
\nDicen que lo que el hombre es capaz de pensar, es capaz de realizarlo. S\u00f3lo es cuesti\u00f3n de tiempo. Que se lo digan a so\u00f1adores insignes que en su tiempo hicieron ciencia-ficci\u00f3n y hoy resultan ser ingenuos dise\u00f1adores precoces de realidades consumadas.
\nPor eso son esperanzadores los sue\u00f1os de quienes luchan por hacer un mundo m\u00e1s humano y se ponen a ello, y aterradores los de aquellos que vuelcan sobre el futuro el retorcimiento de sus mentes.
\nNuestros proyectos no son sino sue\u00f1os cargados de energ\u00eda que adelantan el futuro, que lo dise\u00f1an, que lo pintan de antemano del mejor modo imaginable. S\u00f3lo son posibles si la mirada llega m\u00e1s lejos que nuestro pie en el presente.
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\nLo que el cine \u00abproyecta\u00bb en la pantalla hace \u00abreal\u00bb hoy lo que es posible imaginar. No hay nada que un guionista-director no pueda realizar, porque los efectos especiales convierten lo imaginado en una realidad virtual capaz de poner ante nuestros ojos lo que ya-no-es, o lo que todav\u00eda-no-es.
\nAs\u00ed el educador: lo suyo es so\u00f1ar lo deseable, adelantar con su mirada lo que a\u00fan-no-es proyectado hacia el futuro para que sea posible. Y despu\u00e9s, secuencia a secuencia \u2013atenci\u00f3n a los di\u00e1logos, a ver esa iluminaci\u00f3n, cuidado con la banda sonora, \u00bfes buena la interpretaci\u00f3n de los distintos papeles?, que no lo estropee el montaje\u2026\u2013 avanzar hacia el The End.<\/em> Pintar sue\u00f1os, proyectar sue\u00f1os. \u00a1De pel\u00edcula!
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\n <\/p>\n

4. Entre pinceles, paletas y trapos empapados de aguarr\u00e1s<\/h3>\n

\u00a0<\/strong>
\nAterricemos. Mucho sue\u00f1o, mucho cine, mucho color\u00edn, pero a la hora de la verdad nos encontramos con un grupo de chicos a los que hay que educar y acompa\u00f1ar. Lo de pintar sue\u00f1os se concreta en la vida real en que nos vemos enfangados entre pinceles sucios, paletas de colores mezclados y un insoportable olor a aguarr\u00e1s. Muy bonito eso de compartir experiencias sugestivas, pero a ver: cuando hay que lanzarse al ruedo y tratar de transmitir valores, \u00bfqu\u00e9 pinta el cine?
\nPues sigue pintando mucho. El cine puede ser una herramienta educativa de primer orden como transmisor de valores. Eso de poner ante los ojos lo bueno como bueno, lo verdadero como verdadero y lo bello como bello a trav\u00e9s de narraciones, sin teorizar, no es un invento moderno. Hacerlo con sentido cristiano tampoco es nuevo: hace unos dos mil a\u00f1os ya lo hac\u00eda as\u00ed Jes\u00fas de Nazaret. S\u00f3lo que ahora podemos contar esos relatos de forma audiovisual, en forma de pel\u00edcula.
\n <\/p>\n

\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 4.1. El cine, un valor disponible<\/h3>\n

 
\nEl cine, por s\u00ed mismo,<\/em> es un valor disponible. Educar para el cine requiere educarse<\/em> para el cine y disfrutar con el cine. Son indispensables ciertos presupuestos por parte del educador, de modo que pueda despu\u00e9s transmitirlos a los j\u00f3venes:
\n <\/p>\n