\nPie Autor
\nManuel Alac\u00e1, sj, es escritor y periodista.<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n
\nS\u00edntesis del Art\u00edculo
\nLa \u00abgalaxia digital\u00bb ha impuesto una especie de \u00abc\u00f3digo de velocidad\u00bb a la comunicaci\u00f3n. En la Iglesia \u2013como ya ocurriera al aparecer la \u00abgalaxia impresa\u00bb\u2013 seguimos evangelizando seg\u00fan m\u00e9todos de \u00e9pocas pasadas. M\u00e1s que preocupaciones exclusivamente morales o apuestas por disponer de medios propios, la reflexi\u00f3n debiera centrarse \u201cen los problemas estructurales<\/em> que plantean a la estructura \u00edntima de la fe<\/em> las nuevas formas de comunicaci\u00f3n\u201d. En ello se centra el autor, sugiriendo pautas concretas acerca de una metodolog\u00eda que permita una nueva codificaci\u00f3n\/descodificaci\u00f3n en las tareas evangelizadoras.
\nResultan ya casi t\u00f3picas las afirmaciones de que nos encontramos en medio de un cambio cultural <\/em>sin precedente hist\u00f3rico, de alcances imprevisibles y que tal cambio, en gran medida, es producto del impacto de las nuevas comunicaciones. <\/em>Por si todo esto fuera poco, la situaci\u00f3n se dificulta, al ser cada vez m\u00e1s inestables y din\u00e1micas las galaxias culturales, <\/em>a saber: todo el conjunto de s\u00edntomas, agrupados en torno a un acontecimiento decisivo que marca una etapa hist\u00f3rica concreta.
\n
\nDesde el descubrimiento occidental de la imprenta (1455) se origin\u00f3 la Galaxia Gutenberg, <\/em>cuyo centro din\u00e1mico fue la letra impresa, sobre todo en forma de libro y, luego, de prensa peri\u00f3dica y diaria. Su resultado fue el homo legens <\/em>(humanidad lectora) que suplant\u00f3 al homo audiens <\/em>(humanidad oyente), de las culturas orales previas.
\nTal hegemon\u00eda dur\u00f3 algo m\u00e1s de tres centurias. A finales del siglo xix, la Galaxia Gutenberg empieza a ser desplazada por otra nueva Galaxia <\/em>tripartita. Sus centros de gravedad fueron la radio<\/em>, el cine<\/em> y la televisi\u00f3n<\/em>. De todas ellas emergi\u00f3 el homo audiovisualis <\/em>(humanidad audiovisual).<\/em> Johannes Gutenberg cedi\u00f3 el liderazgo al grupo formado por el italiano Guillermo Marconi<\/em>, los hermanos alemanes Emil<\/em> y Max<\/em> Skladanovski,<\/em> los tambi\u00e9n hermanos franceses Augusto y Luis Lumi\u00e8re, <\/em>y por el escoc\u00e9s John L. Baird. <\/em>
\n
\nTodos \u00e9stos estuvieron en el candelero sucesivamente, pero durante bastante menos tiempo (apenas medio siglo), hasta ser arrolladas por los nuevos aconteceres de la Galaxia electr\u00f3nica digital, <\/em>cuya culminaci\u00f3n es el Internet. <\/em>Sus art\u00edfices no son personas individuales sino equipos de investigadores y t\u00e9cnicos que trabajan con las ayudas estatal o privada. Acaba de otorgarse el premio Pr\u00edncipe de Asturias<\/em> a cuatro personas consideradas \u00abpadres\u00bb de Internet,<\/em> cuyo prototipo sociol\u00f3gico es el homo navigator interactivus<\/em> (humanidad navegante interactiva). <\/em>Son los norteamericanos Lawrence G. Roberts (Proyecto comunicativo,<\/em> 1965), Robert Kalin (Protocolos tcp\/ipe,<\/em> 1980), Vinton Cerf (Correo electr\u00f3nico,<\/em> 1982) y el brit\u00e1nico Tim Berners-Lee (www,<\/em> 1990).
\n
\n
\nBastan tales datos para constatar que la sucesi\u00f3n de galaxias<\/em> comunicadoras<\/em> adem\u00e1s de cambiar sus contenidos, se han acelerado hist\u00f3ricamente. La velocidad de la Galaxia digital o electr\u00f3nica, <\/em>en la segunda mitad del siglo xx, ha sido tan r\u00e1pida y vertiginosa que ya no es una evoluci\u00f3n, sino una aut\u00e9ntica revoluci\u00f3n. Ello, no s\u00f3lo por el hecho de constante alteraci\u00f3n interna, sino por las consecuencias inesperadas llenas de novedad y, en gran medida, totalmente imprevisibles y radicales.
\nLa simple adaptaci\u00f3n a tal Galaxia,<\/em> para no so\u00f1ar ni de lejos en su asimilaci\u00f3n, resulta cada vez m\u00e1s dif\u00edcil. No hay reposos hist\u00f3ricos. Si los primeros cambios en las generaciones electr\u00f3nicas duraban a\u00f1os, desde hace ya lustros, no llegan a meses.
\n
\n <\/p>\n\n- Impactos en la comunicaci\u00f3n<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n
\nEn todos esos casos, pues, su denominador com\u00fan es el c\u00f3digo de velocidad. <\/em>Al acelerarse los fen\u00f3menos comunicativos, el tiempo psicol\u00f3gico subjetivo<\/em> adquiere un valor consistente, casi personalizado. Aumenta la \u00abprisa grupal\u00bb que desplaza a otros valores. Todo lo que marcha a ritmo lento, parece culturalmente devaluado. Surgen, entonces, efectos de \u00abcrono-angustia\u00bb y \u00abcrono-stress\u00bb. S\u00f3lo parece v\u00e1lida la respuesta inmediata y casi simult\u00e1nea a la consulta. Por esto, el homo navigator interactivus <\/em>anda ansioso por lograr una comunicaci\u00f3n m\u00e1s r\u00e1pida aunque no siempre sea mejor.
\n
\nTal c\u00f3digo de velocidad,<\/em> adem\u00e1s, tiende a producir una desintegraci\u00f3n interna, dentro de las formas culturales. Las culturas homog\u00e9neas y consistentes, hasta hoy prioritarias, se desplazan y dan paso a otro estilo cultural que puede llamarse raps\u00f3dico. <\/em>Parece como si se reanimasen las figuras del antiguo recitador heleno o del bardo medieval que lo mismo declamaban poes\u00edas, contaban romances, hac\u00edan mimo, teatro, baile, circo o juegos malabares. Internet <\/em>es hoy un rapsoda o bardo impersonal que a\u00fana prodigiosamente los antiguos g\u00e9neros literarios de la comunicaci\u00f3n. La red inform\u00e1tica mundial es hoy, al mismo tiempo, correo, radio, prensa, cine, televisi\u00f3n, teatro, pintura, dise\u00f1o, oferta de publicidad y muchas cosas m\u00e1s.
\nEn esta nueva cultura raps\u00f3dica, los saberes se solapan <\/em>cada vez m\u00e1s de forma rec\u00edproca <\/em>y se hacen cada vez menos espec\u00edficos<\/em>. De otra parte, las estructuras<\/em> se eclipsan, los sistemas <\/em>se debilitan y los conocimientos se hacen m\u00e1s superficiales y transitorios. <\/em>Al crecer las expresiones visuales y auditivas, se debilitan los lenguajes hablado y escrito, cediendo terreno al lenguaje ic\u00f3nico. <\/em>Basta contemplar una pantalla de ordenador para constatar que muchos conceptos abstractos han sido desplazados por iconos visuales. En cierto modo, estamos volviendo al jerogl\u00edfico <\/em>en su significaci\u00f3n literal, pues no faltan tendencias que proyectan la electr\u00f3nica al \u00e1mbito de lo sagrado<\/em>.
\n
\n
\nLos impactos en nuestra generaci\u00f3n son varios. Junto a la citada decadencia de lectura y de memoria, <\/em>hecho acentuado por la creciente difusi\u00f3n de la telefon\u00eda m\u00f3vil en plena expansi\u00f3n y sus restricciones de espacio, tiempo e imaginaci\u00f3n, surgen otras nuevas. As\u00ed, una mediaci\u00f3n devaluada de la autoridad<\/em>. S\u00f3lo tiene credibilidad lo que es visible, inmediato, audible y palpable. Unido a ello se produce de una forma inexorable la infraestima de cualquier tradici\u00f3n<\/em>, frente a la exaltaci\u00f3n de lo nuevo y novedoso, por el mero hecho de serlo, con decreciente atenci\u00f3n de sus contenidos objetivos.
\n
\n <\/p>\n\n- Alerta eclesial<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n
Aunque la red \u00abwww\u00bb <\/em>de la Galaxia<\/em> Electr\u00f3nica<\/em> se halla en furibunda expansi\u00f3n desde hace ya m\u00e1s de 10 a\u00f1os, s\u00f3lo muy recientemente el Consejo Pontificio para las comunicaciones sociales,<\/em> \u00f3rgano oficial de nuestra Iglesia cat\u00f3lica-romana, ha decidido publicar un doble documento sobre Internet <\/em>(22 de febrero de 2002). Se trata de un texto tard\u00edo que corre el riesgo de nacer ya desfasado. Algo an\u00e1logo ocurri\u00f3 durante el Vaticano II (1962-65) con su decreto \u00abInter Mirifica\u00bb (1963) sobre las comunicaciones sociales. Pretend\u00eda ser una novedad y naci\u00f3 con serias dificultades. Concebido para ser tratado entre los documentos finales, se desplaz\u00f3 a los iniciales. Esta aceleraci\u00f3n dificult\u00f3 bastante su enfoque profesional que al moverse a\u00fan en la galaxia Gutenberg,<\/em> resultaba desfasado. La cr\u00edtica lo considera hoy, por su falta de madurez espec\u00edfica, como el documento m\u00e1s endeble de la asamblea ecum\u00e9nica.
\n
\nDe la lectura de los recientes textos vaticanos sobre Internet<\/em> parece, al menos, que en su redacci\u00f3n han intervenido, junto a curiales centrados en aspectos \u00e9ticos y doctrinales, otros con perspectivas bastante m\u00e1s cercanas a la realidad de los medios de comunicaci\u00f3n social<\/em> que es la terminolog\u00eda usada por la Iglesia, frente a la secular de medios de masa (mass media)<\/em>.
\n
\nEl primer texto \u00abLa Iglesia e Internet<\/em>\u00bb se sit\u00faa en la l\u00ednea conciliar y enumera las oportunidades y desaf\u00edos que ofrece la red electr\u00f3nica mundial. La Jerarqu\u00eda admite sus ventajas tanto para la catequesis como para la nueva evangelizaci\u00f3n y reconoce las facilidades que ofrece para comunicarse con grupos, a los que es muy dif\u00edcil acceder de otra manera. De ah\u00ed que insista en preparar a los fieles para su uso adecuado. Su postura de fondo es, en principio, positiva.
\n
\nA continuaci\u00f3n a\u00f1ade los problemas especiales<\/em> que se plantean en la red. As\u00ed, la presencia de centros hostiles a la fe y moral cristianas. Tambi\u00e9n la proliferaci\u00f3n de \u00abp\u00e1ginas web\u00bb que se apellidan \u00abcat\u00f3licas\u00bb y que no tienen doctrina aut\u00e9ntica oficial. Finalmente, la posible disoluci\u00f3n de la realidad y de la comunidad. Por eso, el texto termina exhortando a los fieles el uso de Internet<\/em> en clave de fidelidades a la verdad, justicia, generosidad y a los valores m\u00e1s caracter\u00edsticos del mensaje cristiano.
\n
\nEl segundo texto \u00abEtica en Internet\u00bb<\/em> tras su inevitable introducci\u00f3n gen\u00e9rica, pasa a subrayar los puntos preocupantes. As\u00ed, la brecha digital <\/em>entre ricos y pobres, acentuada por la globalizaci\u00f3n <\/em>econ\u00f3mica; la dominaci\u00f3n cultural occidental<\/em> de otras culturas tradicionales; <\/em>los diversos problemas en la libertad de expresi\u00f3n<\/em>, las presiones ideol\u00f3gicas o comerciales, el exceso de informaci\u00f3n no suficientemente evaluada <\/em>y la tendencia al aislamiento<\/em> y a la falta de solidaridad<\/em>. El documento acaba exhortando a la sociedad a reglamentar los nuevos sistemas de comunicaci\u00f3n y alerta sobre el respeto a la privacidad, como expresi\u00f3n de los derechos de la persona.
\n
\n <\/p>\n\n- Impactos en la evangelizaci\u00f3n<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n
\nResulta, sin embargo, llamativo que ninguno de ambos documentos ahonde en los problemas estructurales<\/em> que plantean a la estructura \u00edntima de la fe,<\/em> las nuevas formas de comunicaci\u00f3n e inmediatamente a sus mensajes evangelizadores. <\/em>En verdad, ah\u00ed es donde parecen anidar, tanto los desaf\u00edos como las oportunidades para la evangelizaci\u00f3n futura. No conviene, pues, que ambos textos se reduzcan a la coyuntura pastoral siguiente, sino que sean, m\u00e1s bien, punto de partida de nuevas f\u00f3rmulas estructurales en donde siempre se encuentran la fe, la raz\u00f3n y la cultura.
\n
\nEl problema no deber\u00eda reducirse a la preocupaci\u00f3n jer\u00e1rquica por disponer de medios de comunicaci\u00f3n propios, sino centrarse en la reflexi\u00f3n sobre la metodolog\u00eda que hoy plantea la difusi\u00f3n de contenidos doctrinales, su codificaci\u00f3n\/descodificaci\u00f3n a unas generaciones que abandonan la galaxia escrita por la telem\u00e1tica globalizada.
\nSi se comparan sin\u00f3pticamente los modos expresivos de la transmisi\u00f3n de la fe en las galaxias impresa-audiovisual<\/em> (tradicionales) y en la telem\u00e1tica global<\/em> (de hoy d\u00eda), aparecer\u00eda, m\u00e1s o menos, el siguiente cuadro que presentamos a continuaci\u00f3n:
\n <\/p>\nTransmisi\u00f3n del Mensaje Cristiano<\/h3>\n\n\n\n| Galaxias<\/td>\n | Impresa y Audiovisual<\/td>\n | Telem\u00e1tica Global<\/td>\n<\/tr>\n | \nComunicaci\u00f3n preferente:<\/em><\/td>\n| Interpersonal, grupal<\/td>\n | Masiva e impersonal<\/td>\n<\/tr>\n | \nFormas de comunicaci\u00f3n:<\/em><\/td>\n| Oral, escrita, audiovisual<\/td>\n | Simb\u00f3lica, ic\u00f3nica<\/td>\n<\/tr>\n | \nEstructura comunicativa:<\/em><\/td>\n| Memoria y tradici\u00f3n<\/td>\n | Presencia, mostraci\u00f3n<\/td>\n<\/tr>\n | \nInformaci\u00f3n:<\/em><\/td>\n| Dosificada por calidad<\/td>\n | Desbordada en cantidad<\/td>\n<\/tr>\n | \nCodificaci\u00f3n mental:<\/em><\/td>\n| Abstracta<\/td>\n | Concreta<\/td>\n<\/tr>\n | \nDescodificaci\u00f3n mental:<\/em><\/td>\n| Conceptual<\/td>\n | Asociativa<\/td>\n<\/tr>\n | \nApoyo exterior:<\/em><\/td>\n| Autoridad<\/td>\n | Pura presencia<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n
\nA lo largo de la tradici\u00f3n religiosa cristiana durante la galaxia verbal<\/em>, continuado de alguna manera durante la impresa<\/em>, el mensaje catequ\u00e9tico <\/em>protot\u00edpico era oral, <\/em>especialmente sintetizado<\/em> y jerarquizado <\/em>por el catequista, en torno a los \u00abcredos\u00bb, y protegido<\/em> de los influjos externos por la supervisi\u00f3n<\/em> del obispo y de sus delegados.
\nNo debe olvidarse que en su mismo origen griego, las palabras catequesis<\/em> y obispo<\/em>, proceden etimol\u00f3gicamente de la escucha desde abajo<\/em> y la vigilancia desde arriba. <\/em>En ambas se alude, pues, m\u00e1s o menos impl\u00edcitamente, al sentido de autoridad <\/em>que se manifestar\u00eda constantemente por recursos a los argumentos de la tradici\u00f3n.
\n
\nAl aparecer la Galaxia impresa<\/em> (1455) se produjo cierto cambio en la catequesis. La difusi\u00f3n masiva o grupal de las nuevas formas de comunicaci\u00f3n, fue aprovechada para la evangelizaci\u00f3n. En el \u00e1rea protestante de Centroeuropa, Mart\u00edn Lutero edita su Catecismo<\/em> (1529). Le siguen, en la cat\u00f3lica, D. Erasmo (1533), G. Witzel (1535), J. Dietenberger op (1537) y P. Canisio sj (1554, 1556, 1558). <\/em>En Espa\u00f1a, al cabo de medio siglo, aparecen los textos de Gaspar de Astete sj (1580) y Jer\u00f3nimo Ripalda sj (1616), a los que acompa\u00f1aron y siguieron otros, m\u00e1s o menos oficiales y doctrinales. Los primeros catecismos, sin embargo, fueron transmitidos seg\u00fan los m\u00e9todos de la etapa anterior. En vez de concentrar todos sus esfuerzos en una alfabetizaci\u00f3n, los catequetas insist\u00edan, incluso ante oyentes alfabetizados, en memorizar<\/em> los textos al pie de la letra. Los m\u00e9todos, pues, no cambiaron esencialmente y mantuvieron en algunos casos hasta muy entrado el siglo xx, provoc\u00e1ndose el desfase cultural.
\n
\nEl fen\u00f3meno tiene ciertas analog\u00edas con lo que ocurre ahora. La Iglesia oficial que exhorta al dominio de los medios electr\u00f3nicos, sigue produciendo una inmensa cantidad de documentos en un momento de r\u00e1pido descenso del nivel de lectura. Tales textos son extensos, tradicionales, clericales, t\u00e9cnicos, minoritarios y perfeccionistas. No hay que decir que tal invasi\u00f3n de papeles (papelorum progressio) <\/em>no llega al p\u00fablico al que te\u00f3ricamente se dirige, por falta de adecuaci\u00f3n estructural. El resultado es que son ignorados por su destinatario, el pueblo de Dios.
\n
\n <\/p>\n\n- Evangelizaci\u00f3n en la Galaxia digital<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n
\n<\/strong>
\nParece claro que para lograr una expresi\u00f3n adecuada a la Galaxia<\/em> telem\u00e1tica global <\/em>de hoy, har\u00eda falta recoger de ella ciertos impulsos, aplic\u00e1ndolos a la nueva evangelizaci\u00f3n. Se exponen aqu\u00ed algunos m\u00e1s obvios y de forma telegr\u00e1fica, aunque s\u00f3lo fuera por no desentonar del c\u00f3digo de velocidad,<\/em> antes aludido.
\n <\/p>\n\n- Del enorme exceso de datos <\/em>facilitados por Internet,<\/em> unido al creciente c\u00f3digo de velocidad<\/em>, habr\u00eda que fomentar en la evangelizaci\u00f3n las actitudes de concisi\u00f3n<\/em> y brevedad a ultranza. <\/em>Un texto eclesial que pretenda ser le\u00eddo hoy, no deber\u00eda pasar mucho del par de folios. Una homil\u00eda que pretenda ser escuchada y no s\u00f3lo padecida, no tendr\u00eda que rebasar los cinco minutos.<\/li>\n<\/ol>\n
<\/p>\n \n- Ante la niebla informativa <\/em>que origina el aluvi\u00f3n de datos, habr\u00eda que sacar la lecci\u00f3n de la mayor claridad posible<\/em>. Se trata de un aut\u00e9ntico servicio a la difusi\u00f3n de la Palabra de Dios que debe ser siempre luz, no s\u00f3lo en la tiniebla sino en la niebla.<\/li>\n<\/ol>\n
<\/p>\n \n- Condici\u00f3n indispensable para ello es la simplificaci\u00f3n ling\u00fc\u00edstica. Se impone, la purificaci\u00f3n de las adherencias perfeccionistas y t\u00e9cnicas, propias del tradicional lenguaje clerical, demasiado amigo de Gutenberg en su mensaje religioso. La Galaxia telem\u00e1tica<\/em> global de hoy<\/em> pide una reducci\u00f3n progresiva de vocabulario.<\/li>\n<\/ol>\n
<\/p>\n \n- Ante la homogeneidad <\/em>de Internet<\/em>, donde las informaciones tienen s\u00f3lo el valor de su presencia en pantalla, urge cada vez m\u00e1s una radical jerarqu\u00eda de verdades<\/em> que distinga entre la fe y su comentario, el dogma y la teolog\u00eda, la quintaesencia y el f\u00e1rrago.<\/li>\n<\/ol>\n
<\/p>\n \n- Junto a la expresi\u00f3n concreta <\/em>del mensajes de Internet, <\/em>parece m\u00e1s adecuado substituir el enfoque abstracto de mucha evangelizaci\u00f3n tradicional por relatos breves, par\u00e1bolas y alegor\u00edas. <\/em>La diferencia se da en el Nuevo Testamento entre la predicaci\u00f3n rab\u00ednica de Jes\u00fas y los escritos teologizantes de Pablo. Lo m\u00e1s hondo del mensaje en par\u00e1bolas corr\u00eda por cuenta del auditorio con o\u00eddos para o\u00edr. <\/em>Hoy la oferta ser\u00edan de puertos para el navegante <\/em>y bases para el internauta <\/em>perdido entre multitud de ofertas de todo tipo, debidamente provocado e incluso fascinado por el mensaje cristiano.<\/li>\n<\/ol>\n
\u00a0<\/em>
\n
\n<\/em><\/p>\n\n- Como consecuencia del predominio ic\u00f3nico<\/em> se impone el uso del s\u00edmbolo <\/em>en la comunicaci\u00f3n de la fe. S\u00edmbolos son signos que identifican<\/em>. As\u00ed fueron los \u00abcredos\u00bb de la primera y segunda generaci\u00f3n cristiana. Baste el ejemplo del \u00abmaranat\u00e1\u00bb o las primeras f\u00f3rmulas trinitarias, donde se concentra toda la fe cristiana. Si los s\u00edmbolos cristianos surgieron en eras de persecuci\u00f3n y clandestinidad, la secularizaci\u00f3n actual ha producido nuevas clandestinidades y persecuciones del mensaje que deber\u00edan superarse con la creatividad de nuevos s\u00edmbolos ic\u00f3nicos interactivos.<\/li>\n<\/ol>\n
<\/p>\n \n- La nueva evangelizaci\u00f3n no puede renunciar a las aportaciones de la tradici\u00f3n eclesial, pero pide, cada vez m\u00e1s, tino en las citas de la misma. Con mucha frecuencia el argumento de autoridad est\u00e1 devaluado. Se requiere, pues, mucho acierto para en cada momento atinar con la \u00abautoridad\u00bb que m\u00e1s sirve para el fin pretendido.<\/li>\n<\/ol>\n
\nLos ejemplos de tal forma de lenguaje ser\u00edan innumerables. Casi todos parten de iniciativas privadas. Nuestra revista pretende colaborar tambi\u00e9n en esta direcci\u00f3n, de acuerdo con su propia definici\u00f3n de una misi\u00f3n joven<\/em> y abierta al futuro de Dios. n
\n <\/p>\nManuel Alcal\u00e1<\/h6>\nestudios@misionjoven.org<\/a><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"Manuel Alcal\u00e1 Pie Autor Manuel Alac\u00e1, sj, es escritor y periodista. S\u00edntesis del Art\u00edculo La \u00abgalaxia digital\u00bb ha impuesto una especie de \u00abc\u00f3digo de velocidad\u00bb a la comunicaci\u00f3n. En la Iglesia \u2013como ya ocurriera al aparecer la \u00abgalaxia impresa\u00bb\u2013 seguimos evangelizando seg\u00fan m\u00e9todos de \u00e9pocas pasadas. M\u00e1s que preocupaciones exclusivamente morales o apuestas por […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","inline_featured_image":false,"footnotes":""},"categories":[699,701,94],"tags":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/10715"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=10715"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/10715\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=10715"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=10715"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=10715"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
| | | | | | | | |