{"id":10745,"date":"2002-05-06T23:00:24","date_gmt":"2002-05-06T21:00:24","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=10745"},"modified":"2002-05-06T23:00:24","modified_gmt":"2002-05-06T21:00:24","slug":"escuela-y-educacion-cristiana-raices-de-lo-especifico","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/escuela-y-educacion-cristiana-raices-de-lo-especifico\/","title":{"rendered":"Escuela y educaci\u00f3n cristiana: ra\u00edces de lo espec\u00edfico"},"content":{"rendered":"

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Enrique Gervilla
\n\u00a0<\/strong>
\nPie Autor
\nEnrique Gervilla Castillo<\/strong> es Catedr\u00e1tico de Filosof\u00eda de la Educaci\u00f3n en la Universidad de Granada.<\/em>
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\nS\u00edntesis del Art\u00edculo
\n\u00abPlural la sociedad, plural la educaci\u00f3n\u00bb, pero siempre una educaci\u00f3n cr\u00edtica ante la pluralidad, pues s\u00f3lo debe ser admisible en cuanto constructora de humanidad, esto es, en tanto que pluralidad humanizante. Sobre esa base com\u00fan de humanidad, sobre la base espec\u00edfica de los Derechos Humanos han de construirse todas las escuelas confesionales. La cristiana, en concreto, ante todo es y debe ser \u00abescuela\u00bb. Ahora bien, si ya la neutralidad es de por s\u00ed imposible, en la situaci\u00f3n actual resulta cada d\u00eda m\u00e1s urgente la propia definici\u00f3n y toma de posturas. Habr\u00e1 que compaginar adecuadamente ortodoxia, ortopraxis y eficacia a partir de la ra\u00edz o fundamento espec\u00edfico de la escuela cristiana: los valores evang\u00e9licos.
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  1. Pluralidad social y pluralidad educativa<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

     
    \nDesde el a\u00f1o 1975, fecha en el que se inicia la transici\u00f3n pol\u00edtica, la sociedad espa\u00f1ola ha experimentado una profunda y acelerada, aunque no violenta, transformaci\u00f3n. Hoy, superados ya los monismos culturales r\u00edgidos y cerrados, vivimos en un mundo y en una sociedad \u00ab<\/em>pluri\u00bb <\/em>y \u00ab<\/em>multi\u00bb<\/em> en todas, o en casi todas, las manifestaciones posibles del ser humano: ideolog\u00eda, religi\u00f3n, pol\u00edtica, cultura, educaci\u00f3n, etc. Los medios de comunicaci\u00f3n social, singularmente la TV, ofrecen a diario una pluralidad de formas de vida, modos de pensar y de ser, en las que, al parecer, todo o casi todo hoy vale con tal de que alguien o algunos lo defiendan.
    \nEsta pluralidad es singularidad, grandeza y valiosidad<\/em> de los humanos, lo que nos posibilita la opci\u00f3n, as\u00ed como el cambio de la misma. Pero, m\u00e1s que el cambio, propio de todos los tiempos, lo que hoy llama poderosamente la atenci\u00f3n es la celeridad del mismo. Lo nuevo r\u00e1pidamente se hace viejo. Los acontecimientos se suceden con tal rapidez que, en opini\u00f3n de Chesterton, con cada d\u00e9cada se inaugura hoy un siglo. Nos ha tocado vivir en una sociedad de permanente crisis, en la sociedad y cultura de lo ef\u00edmero y transitorio, frente a lo estable y duradero de hace s\u00f3lo unas d\u00e9cadas en nuestro pa\u00eds[1].
    \n 
    \nLa estabilidad, firmeza ideol\u00f3gica y axiol\u00f3gica de la Edad Media y de la Modernidad son hoy s\u00f3lo un recuerdo hist\u00f3rico sin posibilidad de recuperaci\u00f3n. Las cosmovisiones y los grandes h\u00e9roes han muerto para buena parte de la humanidad. La Historia ha perdido el sentido para abriese a m\u00faltiples sentidos. Her\u00e1clito, y no Parm\u00e9nides, es hoy para muchos el modelo de vida, que, en el fondo, no es m\u00e1s que una vida sin modelo, o bien una vida con tantos modelos que hacen dif\u00edcil o imposible diferenciar unos de otros[2]. \u00abSe hace camino al andar\u00bb.
    \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/strong>Y si plural es la sociedad, plural ha de ser la educaci\u00f3n,<\/em> por cuanto el ser humano es un sujeto en permanente evoluci\u00f3n. La ausencia de cambio ser\u00eda la muerte misma de la persona y, por lo mismo, de la educaci\u00f3n, pues nacemos humanos pero no humanizados, sociables pero no socializados, educables pero no educados. Nos humanizamos con<\/em> y entre<\/em> los humanos, aprendemos a ser humanos incorporando valores a nuestra existencia al vivir y convivir con los otros. La pluralidad del mundo axiol\u00f3gico, hace posible la evoluci\u00f3n, el cambio, la libertad, as\u00ed como la multiplicidad de modelos educativos.
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    \nPero no todo cambio, tradici\u00f3n o costumbre son valiosos o humanizantes, por lo que la educaci\u00f3n ha de ser cr\u00edtica ante la pluralidad, pues su quehacer consiste tanto en fomentar las realidades valiosas, como en rechazar las antivaliosas. Hay tradiciones y costumbres \u2013falsamente llamadas cultura\u2013 emanadas de religiones, ideolog\u00edas o pa\u00edses, que es necesario abolir.
    \nLa pol\u00e9mica reciente del velo de la ni\u00f1a musulmana es altamente significativa de cuanto decimos. El problema, desde el punto de vista educativo, reside \u2013no en el derecho a la educaci\u00f3n, ni en si la escolarizaci\u00f3n ha de hacerse en un colegio p\u00fablico, privado o concertado\u2013 sino en el significado de tal prenda. Si se trata de un s\u00edmbolo cultural o religioso debe ser tolerado en todo centro educativo, y hasta aceptado con agrado, en aras a la riqueza de la pluralidad. Pero si tal s\u00edmbolo significa discriminaci\u00f3n de la mujer, lapidaci\u00f3n, subordinaci\u00f3n al hombre, esclavitud, etc. debe ser rechazado, en cualquier escuela \u2013p\u00fablica, privada o concertada\u2013 por ser algo opuesto a la esencia misma de la educaci\u00f3n. No es posible llamar religi\u00f3n o cultura a hechos o acontecimientos opuestos a la dignidad de los humanos, pues no es posible la existencia de un Dios deshumanizante, ni cultura alguna que no \u00abcultive\u00bb el valor, salvo falsas interpretaciones de la religi\u00f3n y de la cultura. As\u00ed, la conflictividad del valor se torna conflictividad social, cultural y educativa.
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    \nLa pluralidad y las controversias muestran y demuestran la \u00abdesnudez\u00bb o debilidad de la raz\u00f3n ante el valor y, por lo mismo, la \u00abdesnudez\u00bb o debilidad ante la educaci\u00f3n. En consecuencia, pues, es imposible demostrar con argumentos totalmente razonables y convincentes la superioridad de unos valores sobre otros, y, por lo mismo la superioridad de un modelo educativo sobre los dem\u00e1s. O no hay razones, o hay tantas razones para unos y para otros, que nos movemos en la duda, o caminamos entre inseguridades, o bien las seguridades son siempre personales. Hay valores porque hay subjetividad y, en consecuencia, pluralidad y libertad.
    \nTal desnudez<\/em>, sin embargo, no es total. No todo vale, aunque a alguien o a algunos les interese. La pluralidad tiene un punto de referencia para gran parte de los habitantes de esta planeta: los Derechos Humanos. Este documento es hoy la moral m\u00e1s razonable, aceptada y consensuada y, por tanto, el punto de referencia ineludible para determinar la valiosidad de ciertas costumbres, tracciones, religiones, culturas…
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    \n <\/p>\n

      \n
    1. Identidad de las escuelas confesionales<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

       
      \nLos centros confesionales se visten<\/em> con un conjunto de valores que configuran un determinado modelo educativo. Estos modelos, sobre la base com\u00fan de los Derechos Humanos, se ofrecen en las sociedades libres posibilitando la libertad de ense\u00f1anza. As\u00ed, las escuelas cristianas son elementos colaboradores a la pluralidad, entendida \u00e9sta como una riqueza social y educativa. Sin pluralidad no es posible la libertad, ni la educaci\u00f3n.
      \n 
      \nLos sistemas pol\u00edticos son, pues, determinantes de la existencia y del grado de desarrollo de los centros confesionales, por cuanto las dictaduras, del signo que sean, s\u00f3lo entienden de igualitarismo y de uniformismo. Los centros confesionales carecen de lugar en las dictaduras, salvo en las dictaduras de su mismo signo, que viven a costa de no dejar vivir las otras confesiones, s\u00f3lo por poseer signo o color distinto. De este modo, toda dictadura, confesional o atea, es opuesta a la educaci\u00f3n por atentar contra la libertad y la dignidad de la persona. Contra ellas es necesario luchar, pues la libertad frecuentemente no es un regalo, sino una conquista que se logra tras luchas y esfuerzos continuados.
      \nHemos, pues, de exigir al poder pol\u00edtico leyes justas que favorezcan las libertades, en el \u00e1mbito educativo, la posibilidad real de creaci\u00f3n y direcci\u00f3n de centros, as\u00ed como la libertad de los ciudadanos para elegir el modelo educativo acorde con su ideolog\u00eda y creencias. Y, si al poder pol\u00edtico hemos de exigirle libertad<\/em>, a los centros confesionales hemos de reclamarle la permanencia de su identidad:<\/em> ser aquello que dicen ser, y no otra cosa[3], pues la p\u00e9rdida de su ser conllevar\u00eda la carencia de sus valores espec\u00edficos, de su raz\u00f3n de ser, convirti\u00e9ndose en fraude o enga\u00f1o para la educaci\u00f3n y para la sociedad, pues parecen ser lo que no son, y dicen ser lo que no viven.
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      \n <\/p>\n

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      1. La escuela cristiana<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

        \u00a0<\/strong>
        \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/strong>Los colegios cristianos, de gran tradici\u00f3n y n\u00famero entre nosotros, son centros educativos cuyo fundamento y finalidad consiste en educar cristianamente, esto es, formar a las personas seg\u00fan los valores evang\u00e9licos. Los cambios actuales, en intensidad y extensi\u00f3n, demandan una vigilancia y cuidado especial en cuanto a la <\/em>ortodoxia, ortopraxis y eficacia,<\/em> para que la crisis de valores no da\u00f1e la identidad, y las escuelas cristianas sean, acordes con la singularidad de cada tiempo y lugar, espacios de construcci\u00f3n humana y cristiana.
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        \n3.1. El sustantivo escuela<\/em> <\/strong>
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        \nLa escuela cristiana es, ante todo, escuela, y no otra cosa, cuya esencia y finalidad es la educaci\u00f3n. No son, pues parroquias, ni centros de espiritualidad, sino escuela. \u00c9ste es el sustantivo o pilar \u2013com\u00fan a toda escuela\u2013 que fundamenta y justifica su existencia. En consecuencia, pues, una escuela que no educa no es escuela, por cuanto no es el nombre, sino las acciones all\u00ed realizadas las que definen la educaci\u00f3n, la buena educaci\u00f3n o educaci\u00f3n de calidad.
        \nHoy, una vez garantizada la total escolarizaci\u00f3n, podemos seleccionar la escuela mejor, la educaci\u00f3n de calidad. De aqu\u00ed que esta palabra sea actualmente un centro de inter\u00e9s especial: c\u00f3mo relacionar los diversos elementos materiales y humanos para hacer m\u00e1s valioso al ser humano en su dimensi\u00f3n individual y social. Esta educaci\u00f3n completa o integral es la educaci\u00f3n de calidad que, a tenor la Logse, se alcanza mediante: \u00abla cualificaci\u00f3n y formaci\u00f3n del profesorado, la programaci\u00f3n docente, los recursos educativos, la funci\u00f3n directiva, la innovaci\u00f3n e investigaci\u00f3n educativa, la orientaci\u00f3n educativa y profesional, la inspecci\u00f3n educativa, y la evaluaci\u00f3n del sistema educativo\u00bb[4].
        \nEn realidad todos los elementos que intervienen en el proceso educativo \u2013personales, materiales y funcionales\/organizativos\u2013 son responsables de los tres grandes \u00e1mbitos de la calidad: La integridad<\/em> que comprende todas las dimensiones de la persona; la eficacia<\/em> que pretende alcanzar los objetivos propuestos empleando, del modo m\u00e1s eficaz, todos recursos; y la coherencia<\/em> entre fines, objetivos, actividades y evaluaci\u00f3n.
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        \nEn consecuencias, pues, es imposible una educaci\u00f3n de calidad desde la parcialidad, la ineficacia o la incoherencia. La calidad educativa es propia de todo centro educativo, confesional o no, estatal o privado. Ello, sin embargo, siendo te\u00f3ricamente deseable, no siempre se consigue realmente, por lo que una de las cualidades que diferencian unas escuelas de otras reside en el nivel de calidad. La escuela cristiana, en raz\u00f3n del sustantivo, ha de velar por la calidad de las ense\u00f1anzas que imparte, sin olvidar la calidad del adjetivo, que le hace, simult\u00e1neamente, igual y distinta de las dem\u00e1s.
        \n 
        \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 3.2. El adjetivo cristiana<\/em><\/strong>
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        \nLa educaci\u00f3n siempre tiene un adjetivo, un vestido que, sobre un mismo cuerpo humano, le distingue y diferencia de otros adjetivos que configuran los diversos modelos antropol\u00f3gicos. No existe, pues, educaci\u00f3n neutra, totalmente desnuda, sin vestido y sin piel. \u00c9sta afortunadamente no es posible, ni deseable, por cuanto el ser humano siempre es humano en su multitud de manifestaciones. Quienes hablan de neutralidad son ignorantes o manipuladores, al pretender una humanizaci\u00f3n sin persona, sin carne, ni huesos. Toda educaci\u00f3n se fundamenta en un conjunto de valores, unos u otros, con distinta intensidad y diverso orden jer\u00e1rquico o preferencial[5].
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        \nDesde este fundamento es posible calificar la educaci\u00f3n de musulmana, budista, socialista, individualista o cristiana… Incluso dentro de estos grandes modelos, es posible la preferencia o intensificaci\u00f3n de alg\u00fan o algunos valores. As\u00ed dentro del cristianismo las diversas \u00f3rdenes religiosas, desde una misma base com\u00fan, optan prioritariamente por el amor a los pobres, el valor mariano, el cuidado de los j\u00f3venes, etc. Todas las educaciones coinciden en ser educaci\u00f3n, ya que todas tienen como finalidad perfeccionar el ser humano individual y socialmente, pero son diferentes en el cuadro axiol\u00f3gico en cuanto a su jerarqu\u00eda, sentido e intensidad. Ello determina el adjetivo y, por lo mismo, la identidad. Sin calificativos no es posible la pluralidad y, por lo mismo, tampoco la libertad.
        \n\u00a0<\/strong>
        \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 3.3.<\/strong> Vigilancia y cuidado de la identidad<\/strong>
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        \nLos cambios sociales y educativos, y m\u00e1s a\u00fan, la intensidad y rapidez de los mismos, ocasionan nuevas circunstancias que pueden poner en peligro la identidad de la escuela cristiana. Se hace, pues, necesario un estado de vigilancia para adecuarse a las nuevas circunstancias sin perder las ra\u00edces espec\u00edficas. La escuela cristiana siendo la misma, no ha de ser lo mismo<\/em>, debe adaptarse a las circunstancias cambiantes sin dejar que \u00e9stas corrompan la ra\u00edz, poseer la flexibilidad del \u00e1rbol para ceder ante el viento, permaneciendo inm\u00f3viles sus ra\u00edces. El inmovilismo, as\u00ed como la aceptaci\u00f3n de toda novedad sin discriminaci\u00f3n alguna, pueden producir el debilitamiento, y hasta la muerte, de la escuela cristiana.
        \n 
        \nq Ortodoxia<\/strong>
        \n 
        \nLa educaci\u00f3n, para preservar su identidad, ha de cuidar el adjetivo, en nuestro caso, cristiana, <\/em>por ser \u00e9sta la ra\u00edz de lo espec\u00edfico. El inter\u00e9s, por tanto, de la Comisi\u00f3n Episcopal de Ense\u00f1anza en orden a la ortodoxia<\/em> de los contenidos a impartir es justificado y justificable. De no ser as\u00ed, el adjetivo corre el riesgo de perder su identidad, de perder sus ra\u00edces o de manifestar lo que no es. La educaci\u00f3n cristiana lo es por sus contenidos y finalidad y no por el nombre del colegio. Velar por la esencia del adjetivo es cuidar el fundamento mismo del modelo educativo cristiano, hacer que lo que es, sea<\/em>, sin desvirtuarse, en todos y alguno de sus elementos y manifestaciones esenciales. Lo contrario ser\u00eda aparentar lo que no es, descafeinar o desvirtuar el mensaje y, en consecuencia, defraudar a alumnos, padres, sociedad e Iglesia. Los idearios o Car\u00e1cter Propio de los centros educativos cumplen esta finalidad: ofrecer un conjunto de valores, configuradores de un modelo educativo, en los cuales se forme eficazmente la persona. \u00c9sta debe encontrar realmente en el colegio lo que \u00e9ste p\u00fablicamente les ofrece y aquello por lo que padres y alumnos libremente han optado.
        \n 
        \nq Ortopraxis<\/strong>
        \n 
        \nEn este mismo sentido de cuidado y vigilancia por las ra\u00edces de lo espec\u00edfico, la autoridad competente, debe tambi\u00e9n cuidar atentamente la ortopraxis:<\/em> la vida y conducta de todos los componentes de la comunidad educativa, singularmente de los educadores, para que el mensaje y el comportamiento de los mensajeros, el decir y el hacer, se unan sin contradicci\u00f3n. El ejemplo es doctrina a la que se une la vida, es palabra vivida. Decir y no hacer pone en duda la credibilidad de lo que se dice. De aqu\u00ed la importancia educativa del ejemplo.
        \nLa pureza de la ortopraxis, sin embargo, se hace m\u00e1s dif\u00edcil y complicada que la pureza del mensaje o doctrina, pues la debilidad \u2013no la maldad\u2013 es connatural a todo ser humano. El tesoro lo llevamos en vasos de barro, por lo cual se hace imprescindible la separaci\u00f3n expresa entre el mensaje y el mensajero, para que la debilidad o maldad de los mensajeros no afecte a la integridad de la doctrina. El mensaje cristiano siempre ser\u00e1 un valor, se viva o no. El valor y la vivencia del valor se relacionan y distinguen como el mensaje y el mensajero, como el tesoro y el vaso de barro. Mejor si el mensajero vive, en su integridad, el mensaje que proclama, y el vaso es acorde con el tesoro que contiene; pero si no es as\u00ed, ello no anula la valiosidad del ideal. La vivencia afecta a la credibilidad, pero no a la fundamentaci\u00f3n. El valor siempre vale, no porque se viva, sino que se vive porque vale.
        \n 
        \nLos educadores hemos de insistir, a tiempo y destiempo, en la necesidad de la vivencia del mensaje, pero tambi\u00e9n, dada la debilidad de la naturaleza humana, en la valiosidad de la doctrina cristiana al margen de la conducta de los educadores, pues la identificaci\u00f3n entre el mensaje y la vida, puede conducir a graves inconvenientes, tales como: contribuir al mantenimiento de una fe infantil, identificando lo bueno y lo malo con la conducta de los mensajeros, por lo que el esc\u00e1ndalo de cualquier persona destacada en la jerarqu\u00eda eclesi\u00e1stica hace peligrar su fe. La raz\u00f3n es evidente: el fundamento no es Jesucristo (el mensaje), sino el mensajero. Con ello tambi\u00e9n desvirtuamos el mensaje, al hacer del medio el fin. Los mensajeros son \u00abvasos de barro\u00bb que portan un \u00abgran tesoro\u00bb, sembradores y labradores, pero no la semilla que ocasiona el crecimiento.
        \nUna educaci\u00f3n, pues, fundamentada m\u00e1s en mensajeros que en el mensaje, necesariamente ha de ser defectuosa. De aqu\u00ed que no pocos j\u00f3venes manifiesten rechazo o indiferencia hacia la religi\u00f3n, al detectar, frecuentemente, entre educadores y mensajeros, la incongruencia entre lo que dicen y hacen. Los estudios sociol\u00f3gicos son un\u00e1nimes en la valoraci\u00f3n positiva del mensaje cristiano, pero tambi\u00e9n en la minusvaloraci\u00f3n o rechazo a los mensajeros: sacerdotes, obispos, religiosos, etc. La fe cristiana subsiste por s\u00ed misma, posee valor propio, al margen del mensajero, pues \u00e9ste siempre, por ser humano, ser\u00e1 d\u00e9bil, defectuoso y pecador. Sacralizar excesivamente las personas tiene sus grandes riesgos educativos. La defensa siempre<\/em> de la autoridad religiosa o educativa, sin reconocer faltas y pecados, beneficia a los mensajeros\/educadores, pero perjudica al mensaje\/educaci\u00f3n.
        \nLos hechos recientes de profesoras de religi\u00f3n, a las que no se le ha renovado contrato por su modo de vida, han ocasionado m\u00faltiples valoraciones, dentro y fuera de la Iglesia. Tales decisiones, siempre complejas, no s\u00f3lo afectan a un aspecto o valor de la persona, sino a otros muchos: p\u00e9rdida del trabajo, relaci\u00f3n vida privada\/ p\u00fablica, personas en situaciones iguales\/similares a las que no se le aplica la norma, etc., por lo cual, desde el punto de visa educativo, estas decisiones pueden provocar m\u00e1s esc\u00e1ndalo que ejemplaridad. \u00bfCu\u00e1ntos profesores de religi\u00f3n cumplen con el precepto dominical, reciben los sacramentos, hacen uso cristiano del dinero, saben perdonar, cumplen sus obligaciones profesionales…? La estricta ortopraxis, y en todos los aspectos del mensaje, har\u00eda imposible la figura del educador cristiano, pues \u00abel que est\u00e9 libre de pecado que tire la primera piedra\u00bb<\/em> (Jn 8, 7). La exclusi\u00f3n oficial deber\u00eda dar paso a la autoexclusi\u00f3n, al constar el educador la incongruencia de su vida y las implicaciones educativas que ello comporta.
        \n 
        \nq Eficacia<\/strong>
        \n 
        \nY todo ello en aras a la eficacia,<\/em> pues toda acci\u00f3n educativa intencionalmente tiende a alcanzar la finalidad propuesta, pues sin eficacia la labor de tantos colegios ser\u00eda est\u00e9ril e in\u00fatil. La escuela ha de educar y la escuela cristiana ha de educar formando buenos cristianos, pues los colegios cristianos que s\u00f3lo educan han perdido su identidad, su raz\u00f3n de ser al no producir el fruto deseado. \u00abPor sus frutos los conocer\u00e9is… Todo \u00e1rbol bueno da frutos buenos\u00bb <\/em>(Mt 7, 17-18). <\/strong><\/em>El \u00e1rbol produce el fruto adecuado a su naturaleza y al grado de bondad del mismo, pues no es posible que un naranjo produzca manzanas, ni que un buen naranjo produzca malas naranjas. La calidad de los frutos nos remite a la naturaleza del \u00e1rbol y a la bondad de sus ra\u00edces.
        \nEl \u00e1rbol de la educaci\u00f3n cristiana hoy, como siempre, se conoce por sus frutos espec\u00edficos. La eficacia, en cuanto criterio de calidad, viene dada por la cantidad y calidad de los resultados, en funci\u00f3n del sustantivo escuela<\/em> y del adjetivo cristiana. <\/em>Las investigaciones al respecto ponen de manifiesto el gran n\u00famero de \u00e1rboles que, al parecer, no producen los frutos deseados. El gran n\u00famero de colegios cat\u00f3licos y el alto porcentaje de alumnos que cursan la religi\u00f3n en colegios p\u00fablicos, no se corresponden con los resultados o frutos obtenidos. El descenso progresivo de j\u00f3venes que abandonan el mensaje, por rechazo o indiferencia, es preocupante. M\u00faltiples estudios, y de diversa procedencia, son coincidentes en este dato.
        \n 
        \nRecientemente la Comisi\u00f3n Episcopal de Ense\u00f1anza y Catequesis afirmaba este descenso, al dar a conocer los datos sobre la Ense\u00f1anza religiosa en los centros p\u00fablicos y de titularidad cat\u00f3lica, durante el presente curso acad\u00e9mico 2001-2002: Los padres que han opado por la Ere de todos los niveles, incluido el bachillerato, ha pasado de 78.40% al 76.1%, es decir, un 2% menos. En los de titularidad cat\u00f3lica es el 98.5%. \u00ab<\/em>Significativa e incesante\u00bb<\/em> es la ca\u00edda que cada a\u00f1o se da en la Educaci\u00f3n Secundaria Obligatoria. Este curso en los dos ciclos ha sido de 2,8 puntos. En el a\u00f1o pasado la disminuci\u00f3n de alumnos fue de 4 puntos[6]. Las razones de este abandono \u201c<\/em>son explicables si se tienen en cuenta factores sociales y acad\u00e9micos adversos y variantes en cada curso que inciden negativamente sobre la ense\u00f1anza religiosa cat\u00f3lica\u00bb <\/em>afirmaba, desde la Comisi\u00f3n de Ense\u00f1anza, su presidente el Arzobispo de Granada[7]<\/em>. <\/em>
        \nLa falta de eficacia reside, sin duda alguna, en factores sociales que escapan al control de la Iglesia, pero tambi\u00e9n en factores internos relativos al profesorado, medios, m\u00e9todos, motivaci\u00f3n, contenidos, estructura de la Iglesia, vida de los mensajeros, etc. Sin una autocr\u00edtica sincera y fundamentada de los responsables de los colegios cristianos, dif\u00edcilmente se va a superar este descenso \u00absignificativo e incesante\u00bb. Es ilustrativo al respecto, que los datos sociol\u00f3gicos sean coincidentes en constatar el alto aprecio que los j\u00f3venes manifiestan hacia el mensaje cristiano, as\u00ed como la minusvaloraci\u00f3n hacia los mensajeros[8]. Ello demanda un cambio que s\u00f3lo es posible tras el reconocimiento de deficiencias y errores. Ejemplo al respecto dio el papa Juan Pablo II: pidi\u00f3 p\u00fablicamente perd\u00f3n por los pecados de la Iglesia en la ceremonia penitencial del 12 de marzo del a\u00f1o 2000.
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        1. Fundamentos o ra\u00edces de lo espec\u00edfico: los valores evang\u00e9licos<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

           
          \nToda educaci\u00f3n se fundamenta en valores, y toda educaci\u00f3n cristiana en valores evang\u00e9licos. Tales valores se hacen presentes en las diversas actividades programadas por la escuela (asignaturas, relaci\u00f3n educativa, ambiente, etc.), as\u00ed como en las no programadas (curr\u00edculum<\/em> oculto). Ello, sin embargo, no es nada f\u00e1cil, pues si educar en los valores m\u00e1s humanos y humanizantes se hace dif\u00edcil, educar en los valores evang\u00e9licos se hace m\u00e1s dif\u00edcil a\u00fan, por la adhesi\u00f3n a la fe que muchos de ellos comportan. La dificultad, sin embargo, en nada mengua la necesidad, s\u00f3lo manifiesta la exigencia y hasta urgencia, de una mayor sabidur\u00eda, cuidado, dedicaci\u00f3n y profesionalidad, ya que la carencia de los valores evang\u00e9licos conllevar\u00eda la p\u00e9rdida de las ra\u00edces, de lo espec\u00edfico, de la raz\u00f3n de ser de la escuela cristiana en una sociedad plural.
          \nPero los frutos de la educaci\u00f3n cristiana no se obtienen s\u00f3lo por querer<\/em> (buena voluntad), sino que tambi\u00e9n es necesario saber-hacer <\/em>(profesionalidad), pues educar en los valores evang\u00e9licos no es s\u00f3lo tarea vocacional, sino tambi\u00e9n de conocimiento cient\u00edfico. \u00ab<\/em>Hacer\u00bb<\/em> sin \u00ab<\/em>saber-hacer\u00bb<\/em> produce ineficacia, pues el cuidado y cultivo de los valores no se realiza de modo autom\u00e1tico, sino mediante la adhesi\u00f3n interior del educando, convenciendo a \u00e9ste de la bondad del valor, y no venciendo de modo impositivo.
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          \nUna tentaci\u00f3n, pues, de los colegios cristianos consiste en imponer, a golpe de ley, la identidad, mediante la obligatoriedad de la Ense\u00f1anza religiosa, o la vivencia de actividades catequ\u00e9ticas, o bien la selecci\u00f3n de aquellos alumnos que poseen la fe… Tales hechos, quiz\u00e1s socialmente los m\u00e1s llamativos de la confesionalidad, no son siempre los m\u00e1s educativos, pues estas actividades, como indican los datos estad\u00edsticos, se prestan lo mismo para hacer creyentes que agn\u00f3sticos o ateos[9]. Adem\u00e1s de sembrar, es necesario saber d\u00f3nde y c\u00f3mo se siembra en las circunstancias actuales.
          \nLa Sagrada Congregaci\u00f3n para la Educaci\u00f3n Cat\u00f3lica sostiene la necesidad de conjugar todos los elementos del centro educativo en orden a su identidad, destacando el papel decisivo de los educadores, pues estos son los primeros responsables en la creaci\u00f3n de un ambiente y estilo cristiano con la palabra y la vida. \u00abSi no es as\u00ed, poco o nada quedar\u00eda de la escuela cat\u00f3lica\u00bb[10]. Si son laicos, aportan su testimonio de fe y competencia cient\u00edfica; si son religiosos ofrecen su carisma, \u00absu vida al servicio de los alumnos, sin intereses personales, convencidos de que en ellos sirven al Se\u00f1or\u00bb[11]. De este modo, la escuela est\u00e1 orientada a formar personalidades cristianas en las que se \u00abfunden arm\u00f3nicamente la fe, la cultura y la vida\u00bb[12]. n
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          Enrique Gervilla<\/strong><\/h3>\n

          estudios@misionjoven.org<\/a>
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          <\/a>\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0[1] Los datos del informe Foessa del a\u00f1o 1975, relativos a la familia, son significativos al respecto: El 82% de la poblaci\u00f3n espa\u00f1ola piensa que los trabajos de la casa corresponden a la mujer, y s\u00f3lo en caso de enfermedad de la esposa debe hacerlos el marido. El 51.9% opina que la educaci\u00f3n de los hijos es tarea de la madre y s\u00f3lo en casos excepcionales debe intervenir el padre. El 78.9% creen que la mujer debe estar en casa cuando el marido regrese de trabajar. El 62.2% opina que la mujer no debe tener actividad fuera del hogar sin permiso del marido. Un 68% afirma que la educaci\u00f3n de la mujer debe estar orientada a atender a la familia, m\u00e1s que a aprender una profesi\u00f3n. (A. de Pablo Masa, \u00abLa familia espa\u00f1ola en cambio\u00bb, en Estudios sociol\u00f3gicos sobre la situaci\u00f3n social en Espa\u00f1a,<\/em> Foessa, Madrid 1975, 357).
          \n[2] E. Gervilla, Postmodernidad y educaci\u00f3n. Valores y cultura de los j\u00f3venes<\/em>, Dykinson, Madrid 3<\/sup>1997.
          \n[3] La identidad, del lat\u00edn \u00abidentitas\u2013tatis\u00bb, de \u00abidem\u00bb: lo mismo, es lo id\u00e9ntico, el hecho de ser una persona, entidad o cosa lo que es y no otra cosa. El principio de identidad reza as\u00ed: \u00abaquello que es lo que es y no otra cosa\u00bb.
          \n[4] Art.55
          \n[5] E. Gervilla, Valores del cuerpo educando. Antropolog\u00eda del cuerpo y educaci\u00f3n, <\/em>Herder, Barcelona 2000, 139-145.
          \n[6] \u00abVida Nueva\u00bb, n\u00ba 2321, 16 marzo 2002, p.15
          \n[7] Ib\u00edd.
          \n[8] As\u00ed la investigaci\u00f3n de la Fundaci\u00f3n Santa Mar\u00eda, J\u00f3venes espa\u00f1oles 99, <\/em>manifiesta una m\u00ednima valoraci\u00f3n de la religi\u00f3n. Los j\u00f3venes manifiestan que los dos \u00e1mbitos de menor importancia en sus vidas son la religi\u00f3n (6%) y la pol\u00edtica (4%). Esta escasa fuerza del valor trascendente queda patente en las pr\u00e1cticas religiosas. M\u00e1s preocupante todav\u00eda es constatar que no llega al 3% el porcentaje de j\u00f3venes que se\u00f1alan a la Iglesia como uno de los espacios en los que se dicen cosas importantes para la orientaci\u00f3n de su vida. Datos similares hemos constatado este mismo a\u00f1o en la Universidad de Granada. El Grupo de Investigaci\u00f3n de la Junta de Andaluc\u00eda \u00abValores Emergentes y Educaci\u00f3n Social\u00bb, ha llevado a cabo la aplicaci\u00f3n de un test de valores a todos los alumnos que inician sus estudios en la Facultad de Ciencias de la Educaci\u00f3n. En la jerarqu\u00eda de los diez valores analizados aparece primero el valor afectivo, y \u00faltimo el religioso. En \u00e9ste ocupan una fuerte valoraci\u00f3n los vocablos Dios, Jesucristo, caridad o misionero, as\u00ed como una m\u00ednima valoraci\u00f3n los t\u00e9rminos: sacerdote, obispo, papa, clase de religi\u00f3n.
          \n[9] E. Gervilla, La religi\u00f3n en la escuela: por qu\u00e9 y c\u00f3mo,<\/em> en \u00abMisi\u00f3n Joven\u00bb 284(2000).
          \n[10] Instrucci\u00f3n Dimensi\u00f3n Religiosa de la Educaci\u00f3n en la Escuela Cat\u00f3lica<\/em>, Roma, 7 abril 1988, n\u00ba 26.
          \n[11] Ib\u00edd., 35.
          \n[12] Ib\u00edd., 33-34.[\/vc_column_text][\/vc_column][\/vc_row]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

          [vc_row][vc_column][vc_column_text]Enrique Gervilla \u00a0 Pie Autor Enrique Gervilla Castillo es Catedr\u00e1tico de Filosof\u00eda de la Educaci\u00f3n en la Universidad de Granada.   S\u00edntesis del Art\u00edculo \u00abPlural la sociedad, plural la educaci\u00f3n\u00bb, pero siempre una educaci\u00f3n cr\u00edtica ante la pluralidad, pues s\u00f3lo debe ser admisible en cuanto constructora de humanidad, esto es, en tanto que pluralidad humanizante. […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[40,684,94],"tags":[],"class_list":["post-10745","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-enrique-gervilla","category-estudios-304","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/10745"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=10745"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/10745\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=10745"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=10745"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=10745"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}