{"id":10753,"date":"2002-04-01T23:12:02","date_gmt":"2002-04-01T21:12:02","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=10753"},"modified":"2002-04-01T23:12:02","modified_gmt":"2002-04-01T21:12:02","slug":"como-y-de-que-libera-la-fe-cristiana","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/como-y-de-que-libera-la-fe-cristiana\/","title":{"rendered":"\u00bfC\u00f3mo y de qu\u00e9 libera la fe cristiana?"},"content":{"rendered":"
[vc_row][vc_column][vc_column_text]Antonio Jim\u00e9nez \u00a0<\/strong> \u00a0<\/strong> \u00a0\u00a0 guiar al joven a la experiencia liberadora de Dios<\/strong> \u00a0<\/strong> [vc_row][vc_column][vc_column_text]Antonio Jim\u00e9nez Pie de Autor Antonio Jim\u00e9nez Ortiz es profesor en la Facultad de Teolog\u00eda de Granada. S\u00edntesis del Art\u00edculo El autor, antes de nada, define la fe cristiana y sit\u00faa la clave de su poder liberador en el encuentro con el Dios manifestado en Jes\u00fas. A partir de ah\u00ed, […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[674,675,94],"tags":[],"class_list":["post-10753","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-antonio-jimenez-ortiz","category-estudios-303","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/10753","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=10753"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/10753\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=10753"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=10753"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=10753"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\n
\nPie de Autor
\nAntonio Jim\u00e9nez Ortiz<\/strong> es profesor en la Facultad de Teolog\u00eda de Granada.<\/em>
\n
\n
\n
\n
\nS\u00edntesis del Art\u00edculo
\nEl autor, antes de nada, define la fe cristiana y sit\u00faa la clave de su poder liberador en el encuentro con el Dios manifestado en Jes\u00fas. A partir de ah\u00ed, el \u00abc\u00f3mo y de qu\u00e9\u00bb se aclaran en torno a la \u00abacci\u00f3n misteriosa del Esp\u00edritu\u00bb y a la \u00absalvaci\u00f3n\u00bb. Termina el art\u00edculo aplicando<\/em> esta tem\u00e1tica a los terrenos de la pastoral juvenil que, por lo tanto, ha de dar prioridad a la tarea de \u00abguiar al joven a la experiencia liberadora de Dios\u00bb.
\n
\n
\n
\nYa han pasado los tiempos en los que la experiencia religiosa, y m\u00e1s en concreto las creencias, eran consideradas generadoras de patolog\u00edas o, al menos, expresiones de conflictos ps\u00edquicos no superados. Quiz\u00e1s hoy la tendencia vaya en sentido contrario: hacia la aceptaci\u00f3n cr\u00e9dula y acr\u00edtica del potencial terap\u00e9utico de las vivencias religiosas y espirituales. No ser\u00eda prudente negar el poder y el influjo de las \u00abcreencias\u00bb, religiosas o no, en el ser humano desde una visi\u00f3n hol\u00edstica de su compleja realidad, en la que las diversas dimensiones (corporalidad, psiquismo, afectividad, inteligencia, esp\u00edritu…) se influyen rec\u00edprocamente. Pero conviene mantener una actitud cr\u00edtica frente a la avalancha de opiniones, m\u00e9todos y propuestas que provienen de ambientes esot\u00e9ricos y de la Nueva Era sobre los supuestos poderes paranormales de la mente, del esp\u00edritu, de la meditaci\u00f3n o de la oraci\u00f3n[1].
\n
\nHay que reconocer que el poder ps\u00edquico de las experiencias religiosas es enorme, ya que pocos dinamismos de la persona son capaces de movilizar tantas energ\u00edas interiores. Sin embargo no se debe olvidar la ambig\u00fcedad que afecta a todo lo humano: la vivencia de lo religioso y espiritual, condicionada por factores biogr\u00e1ficos, psicol\u00f3gicos o ambientales, ha sido fuente de maduraci\u00f3n y equilibrio personal y tambi\u00e9n en otros casos elemento decisivo de regresi\u00f3n y desestructuraci\u00f3n psicol\u00f3gica.
\n\u00bfY c\u00f3mo y de qu\u00e9 libera la fe cristiana? La correcta respuesta a esta pregunta s\u00f3lo es posible si contestamos adecuadamente a la cuesti\u00f3n: \u00bfDe qu\u00e9 fe hablamos cuando hablamos de fe cristiana? No tratamos aqu\u00ed de una religiosidad o espiritualidad gen\u00e9ricas, ni simplemente de ciertas experiencias llamadas oce\u00e1nicas, de absoluto o de trascendencia.
\n
\n\u00a0<\/strong><\/p>\n\n
\nLos cristianos somos creyentes, que afirmamos que Dios se ha revelado definitivamente en la persona de Jesucristo, en su vida, en su muerte y en su resurrecci\u00f3n. En el marco de la tradici\u00f3n religiosa jud\u00eda en la que trascurre la existencia de Jes\u00fas de Nazaret, nosotros reconocemos al Dios de Israel como el Dios en el que \u00e9l cree y al que anuncia como creador del universo, como se\u00f1or de la historia, como Padre de infinita ternura. En Jes\u00fas de Nazaret se realiza lo que significa la fe y lo que implica como fundamento de la existencia en Dios, como confianza, como entrega total, como luz que ilumina todos los caminos de la vida, incluso aquellos que, desde el punto de vista humano, conducen a la oscuridad, a la soledad, a la ausencia y al silencio de Dios.
\nPero Jes\u00fas no es para nosotros solamente un creyente radical o simplemente un enviado de Dios. Confesamos que \u00e9l es el Hijo de Dios. Por eso lo espec\u00edfico de la fe cristiana no consiste en creer con Jes\u00fas y como Jes\u00fas, sino creer en Jes\u00fas, el Cristo, y fundamentar la propia existencia en su persona y en su seguimiento. El centro del cristianismo es Dios Padre, revelado en Jesucristo, su Hijo, por el amor del Esp\u00edritu Santo.
\n
\nPor tanto, la fe tiene ciertamente un contenido, que no puede ser olvidado ni mutilado. En la experiencia cristiana el acto personal de fe y la aceptaci\u00f3n vital de su contenido deben estar unidos de forma indisoluble. La fe consiste en entregarse confiadamente al T\u00fa de Dios. Es un encuentro personal que compromete a todo nuestro ser, y en el que aceptamos la palabra que Dios nos dirige.
\nSi se pregunta d\u00f3nde radica lo decisivo de la experiencia cristiana, habr\u00e1 que responder: en la fe en cuanto que fundamenta la existencia en la persona de Jesucristo. Quien vive eso con coherencia, tiene la fuerza necesaria para prestar tambi\u00e9n su asentimiento al contenido de la fe y a su expresi\u00f3n concreta. El cristiano no cree en una trascendencia an\u00f3nima, sino en el Dios que anuncia Jes\u00fas como salvaci\u00f3n y misericordia infinita. La expresi\u00f3n \u00abseguimiento de Jes\u00fas\u00bb manifiesta el sentido \u00faltimo de la fe cristiana. Pero ese seguimiento no es una mera actitud existencial, ni un simple compromiso de vida. Es seguimiento de Alguien. La fe como contenido es, en su esencia, la historia de Jes\u00fas el Cristo, como punto culminante de la Historia de la Salvaci\u00f3n, transmitida, reflexionada e interpretada por la Iglesia a lo largo de los siglos.
\n
\nLa fe es, al mismo tiempo, un acto libre del hombre y un don de Dios. En las relaciones humanas hacemos no pocas veces la experiencia de que el amor que sentimos o expresamos es respuesta a un amor, a una confianza que se nos ha otorgado primero. No siempre es as\u00ed, pero esta experiencia es real. En el Antiguo y Nuevo Testamento, comprobamos c\u00f3mo la fe del hombre es siempre respuesta al amor, a la misericordia, a la gracia de Dios. Desde la experiencia de la presencia de Dios en la vida del creyente, \u00e9ste abre los ojos a la realidad de un amor, que lo am\u00f3 primero y desde siempre. El cristiano se siente inmerso en un plan eterno de salvaci\u00f3n, que, sin bloquear su libertad y responsabilidad, le precede desde siempre. La gracia de Dios, su amor infinito, le ilumina y lo acompa\u00f1a en el camino hacia la opci\u00f3n de fe, como decisi\u00f3n humana libre y razonable (Cf. Jn 6, 44; 6, 65; 17, 24; G\u00e1l 4, 9; Rom 8, 29-30; Flp 1, 29; 2, 13; Ef 1,8).
\nLos cristianos pensamos que el hombre encuentra a Dios, si Dios lo gu\u00eda hacia ese encuentro: el misterio de Dios es inaccesible a nuestras posibilidades humanas, si la gracia de Dios no nos abre el camino hacia el encuentro con \u00e9l. Sin embargo, esto no significa que nuestra libertad sea pisoteada. El s\u00ed o el no dependen de nuestra voluntad, pero ser\u00e1n siempre la respuesta a un amor que desde siempre nos am\u00f3.
\n
\n <\/p>\n\n
\nLas creencias asumidas vitalmente, una espiritualidad que ilumine la existencia, la pr\u00e1ctica de la meditaci\u00f3n trascendental o de la contemplaci\u00f3n como control mental… pueden desatar procesos terap\u00e9uticos o de sanaci\u00f3n en los individuos a nivel fisiol\u00f3gico o psicol\u00f3gico. Es posible. Pero no es el objeto de nuestra reflexi\u00f3n. La esencia de la fe cristiana es el encuentro con Dios, con el Misterio trascendente, que se nos ha revelado en Jes\u00fas como amor infinito y misericordioso. Si esta fe libera al ser humano, es porque Dios lo libera. Y as\u00ed lo vive y anuncia Jes\u00fas.
\nJes\u00fas experimenta a Dios como el poder que genera vida, que s\u00f3lo quiere el bien y que se opone a todo lo que hace da\u00f1o al ser humano. Es el Dios creador que alienta e impulsa todo lo que existe: \u201cMirad c\u00f3mo las aves del cielo no siembran, ni siegan, ni encierran en graneros, y vuestro Padre celestial las alimenta. \u00bfNo val\u00e9is vosotros m\u00e1s que ellas?\u201d (Mt 6, 26).
\n
\nEn medio de una historia humana llena de dolor y esperanzas nunca cumplidas, Jes\u00fas conf\u00eda en la ternura de Dios. Y esa confianza es la clave de su libertad sorprendente e insobornable frente a la ley y a los poderosos, libertad vivida como servicio y entrega total hasta la muerte. Dios no es el enemigo del hombre. Dios le libera de las cadenas que atan su coraz\u00f3n y su conciencia: el pecado, el ego\u00edsmo, el odio, el miedo, el legalismo, la angustia, la desesperanza… El Dios de Jes\u00fas no es un verdugo al acecho de nuestros errores. Es el Padre que quiere nuestra felicidad y nuestra salvaci\u00f3n: \u201cJes\u00fas los oy\u00f3 y les dijo: No tienen necesidad de m\u00e9dico los sanos, sino los que se encuentran mal. Id y aprended lo que significa: \u00abMisericordia quiero y no sacrificio\u00bb. Porque no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores\u201d (Mt 9, 13).
\nDios es aqu\u00e9l que ama y perdona sin l\u00edmites. El cristiano manifiesta su condici\u00f3n de hijo de Dios, cuando deja arraigar en su coraz\u00f3n los sentimientos de Dios, cuando ama y perdona: \u201cSed misericordiosos, como vuestro Padre celestial es misericordioso. No juzgu\u00e9is y no ser\u00e9is juzgados; no conden\u00e9is y no ser\u00e9is condenados; perdonad y ser\u00e9is perdonados\u201d (Lc 6, 36-37). Y el perd\u00f3n desactiva el odio y ofrece un espacio donde hace germinar una nueva vida.
\n
\n
\nEl Dios de Jes\u00fas es tambi\u00e9n un Dios sorprendente y desconcertante, que rompe nuestros esquemas y nuestros planes. Jes\u00fas lo sinti\u00f3 en su propia carne en la soledad terrible de Getseman\u00ed, cuando vio c\u00f3mo se acercaba la muerte: \u201cSe adelant\u00f3 un poco, se postr\u00f3 en tierra y oraba que, si era posible, se alejase de \u00e9l aquella hora. Dec\u00eda: Abba, Padre, t\u00fa lo puedes todo; aparta de m\u00ed este c\u00e1liz. Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya\u201d (Mc 14, 35-36). El Dios de la salvaci\u00f3n y de la misericordia sigue siendo un Misterio: \u201cMis planes no son vuestros planes, vuestros caminos no son mis caminos -or\u00e1culo del Se\u00f1or-. Como el cielo est\u00e1 por encima de la tierra, mis caminos est\u00e1n por encima de los vuestros y mis planes de vuestros planes\u201d (Is 55, 8-9).
\nPero ese Misterio es, en la experiencia de Jes\u00fas, un Misterio de amor: ofrece un futuro a todos los que carecen de \u00e9l. Transforma el coraz\u00f3n del ser humano por la fuerza de una esperanza, que va m\u00e1s all\u00e1 de la muerte. En libertad y responsabilidad, el cristiano se pone en camino hacia el futuro sorprendente de Dios, que desbordar\u00e1 nuestras expectativas y esperanzas. La fe no nos evita las experiencias del desierto o de la oscuridad, de la soledad o del sufrimiento. Pero es la luz que ilumina el denso misterio de la vida y del coraz\u00f3n humano. La fe nos descubre a Dios como Alguien en quien se puede confiar y en quien se puede uno abandonar, porque el futuro est\u00e1 en sus manos y es obra de su misericordia infinita: \u201cNo os inquiet\u00e9is, pues, por el ma\u00f1ana; porque el d\u00eda de ma\u00f1ana ya tendr\u00e1 sus propias inquietudes. B\u00e1stale a cada d\u00eda con su af\u00e1n\u201d (Mt 6, 34).
\n
\n <\/p>\n\n
\n\u00bfY c\u00f3mo genera Dios en el ser humano, en el contexto de la historia, de su biograf\u00eda, de sus condicionamientos sociales y psicol\u00f3gicos, procesos de liberaci\u00f3n? \u00bfResulta superflua esta pregunta si creemos en la omnipotencia divina?
\nQue Dios es todopoderoso parece ser una \u00abevidencia\u00bb cuando se cree en Dios. \u00bfO se podr\u00eda imaginar una divinidad sin omnipotencia? Resulta frecuente, aunque a veces sea de forma inconsciente, identificar ese poder total de Dios con la imagen de un Dios soberano absoluto, se\u00f1or de vidas y haciendas, capaz de cualquier capricho. No puede ser as\u00ed. La omnipotencia de Dios debe ser pensada e interpretada desde la misericordia. Es la omnipotencia de su bondad infinita.
\nSi Dios es amor entra\u00f1able que se entrega totalmente (y en este punto es omnipotente), entonces no tiene m\u00e1s remedio (porque \u00e9l lo ha querido) que respetar la libertad de esa criatura, que es el ser humano, que ha creado inteligente y libre. Ya Dios no puede interrumpir los procesos din\u00e1micos de esa libertad, porque no ser\u00eda pensable un Dios caprichoso e incoherente con las decisiones de su creaci\u00f3n. Y as\u00ed su amor pone l\u00edmites a su omnipotencia en la historia, ofreci\u00e9ndonos la realidad de un amor, aparentemente, impotente. Jes\u00fas muere porque los hombres matan. Y Dios guarda silencio (\u00bfimpotente?) ante el misterio de una libertad usada para el mal.
\n
\nEn la cruz se encuentran el amor todopoderoso de Dios, que libera a los hombres del pecado, del mal, de la muerte, y la omnipotencia crucificada de Dios, que en esta historia tiene las manos aparentemente atadas ante la libertad humana. \u00bfPor qu\u00e9 aparentemente si su impotencia es \u00abevidente\u00bb? Porque el amor de Dios tendr\u00e1 siempre la \u00faltima palabra sobre nuestra vida, sobre nuestra historia, sobre nuestro destino: en el m\u00e1ximo respeto hacia nuestra libertad y responsabilidad, que pueden plantarse en contra de Dios, su amor es capaz de liberar y salvar a todo hombre y mujer, que deje una rendija abierta a su infinita paciencia, a su infinito perd\u00f3n. \u00bfEntonces c\u00f3mo act\u00faa Dios en nuestra historia?
\nLa respuesta a esta pregunta es f\u00e1cil y, al mismo tiempo, tremendamente dif\u00edcil: Dios act\u00faa en la historia… como Dios. Y volvemos a empezar: \u00bfY c\u00f3mo act\u00faa Dios? La reflexi\u00f3n anterior sobre la omnipotencia nos puede ayudar: Dios interviene en nuestra historia desde el amor entra\u00f1able y desde el respeto a la libertad humana. Pero Dios no es un objeto entre otros objetos, ni una causa m\u00e1s en el entramado de este mundo emp\u00edrico. Dios es el Misterio trascendente, y, al mismo tiempo, el Misterio cercano que, en el coraz\u00f3n de la realidad creada, lo sostiene todo con su Esp\u00edritu de Vida. Lo sostiene todo, respetando sus procesos y din\u00e1micas que \u00c9l ha desatado con su palabra creadora.
\n
\nEn el evangelio de Lucas se nos apunta hacia la respuesta, que creemos acertada: \u201c\u00bfQu\u00e9 padre entre vosotros, si su hijo le pide pan, le da una piedra?, o si le pide pescado \u00bfle dar\u00e1 en vez de pescado una serpiente?, o si pide un huevo \u00bfle dar\u00e1 un escorpi\u00f3n? Pues si vosotros, con lo malos que sois, sab\u00e9is dar cosas buenas a vuestros hijos, cu\u00e1nto m\u00e1s vuestro Padre del cielo dar\u00e1 el Esp\u00edritu Santo a quienes lo pidan\u201d (Lc 11, 11-13).
\nLa acci\u00f3n providencial de Dios se ejerce especialmente en lo profundo del ser humano, por la presencia real y misteriosa del Esp\u00edritu, que sin anular la libertad del hombre, sino m\u00e1s bien potenci\u00e1ndola, orienta su interioridad, hacia la b\u00fasqueda de la verdad y hacia la realizaci\u00f3n del bien en esta historia, si no se resiste mediante una elecci\u00f3n consciente y libre por el mal. El Esp\u00edritu Santo es el poder creador de vida, que alienta todo hacia la salvaci\u00f3n, transformando misteriosamente el coraz\u00f3n del hombre y el coraz\u00f3n de la realidad, como la levadura en la oscuridad de la masa: \u201c[…] y finalmente, por el env\u00edo del Esp\u00edritu Santo, lleva a su plenitud y confirma con testimonio divino la revelaci\u00f3n de que Dios est\u00e1 con nosotros para liberarnos de las tinieblas del pecado y de la muerte y resucitarnos para la vida eterna\u201d(DV 4).
\n
\n <\/p>\n\n
\nPero \u00bfqu\u00e9 salvaci\u00f3n? Resulta hoy dif\u00edcil manejar ciertos conceptos tradicionales de la fe, cargados por siglos de historia de connotaciones ambiguas y negativas, privados de experiencias actuales de referencia que faciliten su comprensi\u00f3n, arrinconados en la conciencia social por ignorancia, por falta de credibilidad, por opacidad significativa, por analfabetismo simb\u00f3lico. La salvaci\u00f3n cristiana aparece as\u00ed como una oferta alienante, que cae de lo alto como algo espiritualista y ultraterreno, intimista e individualista, en competencia con propuestas antropol\u00f3gicas, sociales o pol\u00edticas de emancipaci\u00f3n hist\u00f3rica, y confinada al final de la historia como un desaf\u00edo a la inconsistencia de los proyectos de liberaci\u00f3n humana. Esta imagen de la salvaci\u00f3n cristiana no tiene ning\u00fan eco ni siquiera en la conciencia de la mayor\u00eda de los cat\u00f3licos.
\n
\nEn la Escritura se habla de la salvaci\u00f3n como vida, justicia, amor, paz, perd\u00f3n, liberaci\u00f3n… Por la vida, muerte y resurrecci\u00f3n de Jes\u00fas la salvaci\u00f3n se experimenta \u00abya\u00bb en la historia, pero \u00abtodav\u00eda no\u00bb en su plenitud definitiva. Es don de Dios, pero tambi\u00e9n exige la responsabilidad del hombre, es respuesta integral a sus anhelos m\u00e1s profundos, a su b\u00fasqueda constante de sentido, de luz, de vida, de felicidad, de amor, de ternura, de comuni\u00f3n en la realidad de su ser encarnado. La salvaci\u00f3n es el futuro y la esperanza de este universo como creaci\u00f3n, y de esta historia como tarea inacabada del hombre. Pero es en esta historia donde acontece la mediaci\u00f3n definitiva de la salvaci\u00f3n en Jes\u00fas, el Se\u00f1or resucitado, y es en ella donde Dios hace surgir de la responsabilidad y compromiso de hombres y mujeres, guiados y sostenidos por su Esp\u00edritu, signos, elementos de la salvaci\u00f3n definitiva y escatol\u00f3gica en la b\u00fasqueda y en el esfuerzo humano en favor de la vida, de la justicia, de la libertad, de la paz.
\n
\nLa salvaci\u00f3n significa liberaci\u00f3n de cadenas y esclavitudes, liberaci\u00f3n del pecado, de la maldad, del absurdo, liberaci\u00f3n de legalismos, miedos, ego\u00edsmos, liberaci\u00f3n de la caducidad, de la fragilidad, del sufrimiento, de la angustia, de la muerte. La salvaci\u00f3n cristiana no es fruto de la historia, pero ya est\u00e1 en ella, transform\u00e1ndola misteriosamente, porque la salvaci\u00f3n, en realidad, es Dios mismo: Dios presente en todo coraz\u00f3n que busca la verdad, que intenta hacer el bien, que anhela la eternidad de la felicidad y del gozo. S\u00f3lo m\u00e1s all\u00e1 de la muerte descubriremos la plenitud de la salvaci\u00f3n en el encuentro definitivo con el Misterio luminoso y misericordioso de Dios, en los cielos nuevos y tierra nueva, como final del proceso de liberaci\u00f3n que genera la fe cristiana.
\nPor tanto la vivencia liberadora de la fe es real, cuando se vive coherente y responsablemente una aut\u00e9ntica experiencia de Dios, en las limitaciones y fragilidades de la vida cotidiana.
\n
\n <\/p>\n\n
\n\u00a0<\/strong>
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/strong>Dios est\u00e1 presente en este mundo al que ama y al que ofrece la salvaci\u00f3n. Pero la experiencia de Dios resulta m\u00e1s dif\u00edcil y menos plausible actualmente para los j\u00f3venes que en d\u00e9cadas pasadas. Secularizaci\u00f3n y libertad religiosa, pluralismo y tolerancia, individualismo y solidaridad, filosof\u00eda de mercado y pol\u00edtica social, ambiente empirista y tendencias espiritualistas, participaci\u00f3n democr\u00e1tica y poderes an\u00f3nimos, ciencia y esoterismo, violencia y movimientos pacifistas, sensibilidad ecol\u00f3gica y contaminaci\u00f3n ambiental, pol\u00edtica y corrupci\u00f3n… son algunos de los binomios que describen la complejidad inabarcable de nuestras sociedades occidentales.
\nAs\u00ed el pluralismo ideol\u00f3gico se hace ilimitado y reina la confusi\u00f3n: son muchas y muy dispares las jerarqu\u00edas de valores en circulaci\u00f3n.
\nYa no se cree en los grandes mitos, grandes palabras o en las utop\u00edas pol\u00edticas y religiosas. Se conf\u00eda en el amigo, en la familia, en el entorno cercano, mientras se toma distancia de las instituciones sociales y se rechazan las iglesias. Se siente la necesidad de sentido, de orientaci\u00f3n, de luz en un mundo complejo y conflictivo, pero resulta dif\u00edcil fiarse de alguien porque no hay certezas absolutas.
\n
\nLos j\u00f3venes, en su gran mayor\u00eda, no rechazan a Dios y creen en \u00e9l: pero lo desean familiar, cercano, domesticado, gratificante emocionalmente. Es preferible una imagen de Dios como fuerza c\u00f3smica manipulable, que no como un T\u00fa en un di\u00e1logo responsable y exigente. A los adolescentes y j\u00f3venes les resulta muy dif\u00edcil comprender que la fe tiene que ver tambi\u00e9n con desierto, sed, abismo, noche oscura, con el Mysterium tremendum et fascinosum<\/em> de la b\u00fasqueda religiosa del ser humano durante milenios.
\nAdolescentes y j\u00f3venes crecen pensando que las cosas… \u2013y tambi\u00e9n desgraciadamente las personas\u2013 funcionan y act\u00faan por simple presi\u00f3n de botones. Y en la inform\u00e1tica podemos borrar una palabra fuera de sitio, una p\u00e1gina brillante, una historia o una imagen, o toda una biblioteca… con s\u00f3lo tocar una tecla, sin ning\u00fan tipo de dramatismo. Se pasa por la vida intentando que los acontecimientos, vivencias y experiencias no dejen huellas, siempre ligeros de equipaje para no perder las m\u00faltiples ocasiones que se presentan, provisionales y pasajeras como hojas de oto\u00f1o. Lo m\u00e1s acertado es no hacer renuncias ni grandes sacrificios, no comprometerse para siempre: patinar, flotar, volar… no atarse ni dejarse entusiasmar por la pasi\u00f3n.
\n\u00bfSer\u00edan comprensibles hoy las aventuras religiosas de Mois\u00e9s, de Isa\u00edas, de Jerem\u00edas… los desaf\u00edos inquietantes de Job o la pasi\u00f3n de Jes\u00fas por Dios, su abba<\/em>? \u00bfC\u00f3mo guiar a una experiencia de Dios que estructure la personalidad del joven y que sea vivida como un proceso de liberaci\u00f3n interior y tambi\u00e9n de liberaci\u00f3n frente a los \u00eddolos de todo tipo que pueblan la sociedad actual?[2]
\n
\n5.1. Abrirse a la experiencia de la creaturalidad y del l\u00edmite<\/strong>
\n
\n\u00bfC\u00f3mo abrir los ojos, la mente y el coraz\u00f3n a la realidad que est\u00e1 m\u00e1s all\u00e1 de mis intereses, de mi yo enquistado en la comodidad, en la superficialidad, en una cotidianidad sin horizonte trascendente? Es la confrontaci\u00f3n con la muerte la que hace definitivamente consciente de las fronteras de la vida, de la inquietante experiencia de la finitud. Los j\u00f3venes suelen vivir la existencia como una evidencia, como algo dado. Y la muerte surge como una sorpresa imprevista que cuestiona la vida cotidiana, su sentido. La muerte obliga al realismo: la bella experiencia de la vida tiene en su seno una frontera que no se puede atravesar.
\n
\nLa pregunta sobre la muerte desata una cascada de cuestiones. \u00bfQu\u00e9 ocurre con los imperativos \u00e9ticos de la dignidad, de la libertad, de la justicia? \u00bfC\u00f3mo exigirlos si la inmensa mayor\u00eda de los seres humanos han desaparecido en el remolino de la muerte sin que haya para ellos la posibilidad de justicia, de libertad, de dignidad? \u00bfC\u00f3mo luchar por el futuro si s\u00f3lo existe el abismo de la muerte? \u00bfD\u00f3nde fundamentar la esperanza? \u00bfQu\u00e9 es mi vida: pura casualidad, singularidad irrepetible? Desde la vida se busca una victoria sobre la muerte: \u00bfser\u00e1 posible ir m\u00e1s all\u00e1, ver m\u00e1s all\u00e1 de ese hecho oscuro, opaco, impenetrable? Y se constata en el ser humano una confianza \u00faltima en que el Ser no ser\u00e1 definitivamente engullido por la nada.
\n
\n5.2. Educar en el sentido de responsabilidad<\/strong>
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 y ense\u00f1ar a tomar decisiones<\/strong>
\n
\nSi queremos que el joven camine hacia la autenticidad de la experiencia de Dios, ha de reconocer que hay valores por los cuales vale la pena comprometer y recortar la libertad, que la vida ha de vivirse tambi\u00e9n con seriedad, asumiendo la propia responsabilidad. Esto significa saber \u00abresponder\u00bb a los dem\u00e1s, aceptando que ni la diversi\u00f3n, ni la competitividad pueden ser los motores de las relaciones personales. Que los dem\u00e1s deben ser acogidos, escuchados. Sus demandas sacuden nuestra conciencia y nos obligan a reconocer sus personas como valores que nos interpelan y que nos llevan al compromiso \u00e9tico, que abre un camino hacia el reconocimiento de la trascendencia.
\n
\n\u00bfC\u00f3mo lograr el coraje para tomar decisiones que comprometan de verdad? Sabiendo elegir las cosas que cuentan realmente. Por tanto ser\u00eda cuesti\u00f3n de una confrontaci\u00f3n de valores. Pero \u00bfes posible tal confrontaci\u00f3n sabiendo la facilidad con que se cambia de \u00abterreno de juego\u00bb, con que se convive con jerarqu\u00edas de valores te\u00f3ricamente no conciliables entre s\u00ed?
\nQuiz\u00e1s el camino hacia la decisi\u00f3n madura y resuelta en una atm\u00f3sfera de gran subjetivismo tendr\u00eda que venir del descubrimiento de su interioridad por parte del joven, acompa\u00f1\u00e1ndole en el proceso de conocerse y comprenderse, y ayud\u00e1ndole a conseguir la capacidad de proyectarse desde dentro, desde su intimidad, desde la soledad interior en la que es posible asimilar la necesidad de decisiones que unifiquen coherentemente la propia existencia[3]<\/sup>.
\n
\n5.3. Acompa\u00f1ar en la experiencia de oraci\u00f3n<\/strong>
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 y hacia el compromiso gratuito<\/strong>
\n
\nLa fe es confianza, entrega en las manos de un Misterio que me sale al paso en Jes\u00fas el Se\u00f1or. En un encuentro personal, guiado y sostenido por el Esp\u00edritu de Dios, el creyente se abre a una presencia que no se deja controlar ni manipular por los sentidos. Encuentra su fundamento \u00faltimo en Alguien que le ama desde siempre. En \u00e9l se ancla radical y existencialmente. Lo espec\u00edfico de la fe cristiana consiste en creer en Jes\u00fas, el Cristo, y fundar la propia existencia en su persona seg\u00fan su palabra y su Esp\u00edritu. Esta experiencia nos conduce a la luz, nos hace m\u00e1s aut\u00e9nticos, da densidad a nuestra libertad y profundidad a la realidad.
\nY este proceso no es posible sin la oraci\u00f3n. En \u00e9sta se realiza el dinamismo \u00faltimo de la fe. En cualquier circunstancia, en el \u00e9xito o en el fracaso, con palabras o sin ellas, en el silencio del dolor o en el silencio de la contemplaci\u00f3n del Misterio, tiene lugar en la oraci\u00f3n ese encuentro personal con Dios anhelado por el creyente.
\n
\nY aqu\u00ed surge un problema para la pastoral juvenil. No es dif\u00edcil crear un ambiente en el que sea bien acogida la oraci\u00f3n comunitaria. Hay predisposici\u00f3n y disponibilidad para la participaci\u00f3n gustosa en los diversos aspectos de la liturgia. Pero tenemos que reconocer que con frecuencia la oraci\u00f3n personal naufraga en un mar plagado de escollos como la mentalidad empirista, la incapacidad para la soledad, la b\u00fasqueda de gratificaci\u00f3n, la falta de veneraci\u00f3n frente al Misterio, la poca profundidad del acto de fe y, por tanto, la escasa sensibilidad para descubrir la oraci\u00f3n como el lugar privilegiado del encuentro personal con Dios.
\nSi la oraci\u00f3n personal del joven se queda en el qu\u00e9 se trata y no con el qui\u00e9n se trata, se banaliza. Es la relaci\u00f3n personal con el T\u00fa la que decide sobre el sentido, el valor, la calidad de la oraci\u00f3n personal. Por eso resulta dif\u00edcil orar si no hay conciencia de la propia interioridad, si no se abre un espacio de intimidad a Dios, si no se sabe aguantar en la soledad frente al Misterio. Y por otro lado hay que advertir que no se debe interpretar la oraci\u00f3n en un sentido meramente emotivo o sentimental. La oraci\u00f3n adquiere consistencia, cuando la experiencia del amor liberador de Dios conduce al compromiso concreto en la existencia de cada d\u00eda.
\n
\nLa autenticidad de la propia vida, su profundidad y su misterio se descubren cuando el ser humano se decide a descentrarse. Nuestra existencia empieza a adquirir sentido cuando es capaz de estar a la escucha del otro, de sus necesidades y de sus gritos de auxilio. Salir de uno mismo es el camino para ir logrando la autenticidad. Vivir es emprender un camino de \u00e9xodo hacia los dem\u00e1s. Y en ese camino comprobamos la existencia de obst\u00e1culos, de l\u00edmites, tenemos experiencias de contraste que nos obligan a buscar. El otro y su sufrimiento nos impulsan a abrir los ojos y a mirar m\u00e1s all\u00e1. El adolescente y el joven en sus experiencias cotidianas de disponibilidad, de altruismo, de servicio gratuito, con su viva sensibilidad ante el dolor y la injusticia… van captando sus impotencias, sus l\u00edmites, su realidad de criatura contingente: el otro se convierte en s\u00edmbolo, puente hacia una posible realidad de la que pueda proceder la luz y el sentido que se ans\u00edan.
\n
\n <\/p>\n\n
\nLa presencia de Dios en el coraz\u00f3n humano genera una fuerza \u00fanica de transformaci\u00f3n interior, de liberaci\u00f3n, de conversi\u00f3n, de maduraci\u00f3n. Pero Dios no es un instrumento, ni una herramienta, ni un catalizador que frena o acelera los procesos psicol\u00f3gicos del individuo.
\nPor eso, en esa interrelaci\u00f3n original de la libertad del hombre y del amor de Dios como fuerza transformante, que respeta, sostiene, orienta… dicha libertad y sus decisiones, podemos afirmar que una experiencia de Dios que se va consolidando en la historia de un joven deja traslucir y evidenciar signos de esa presencia transformadora. Son los frutos del Esp\u00edritu vistos desde la realidad de la vida cotidiana en la concreta existencia juvenil.
\n
\nq Actitud de gratitud<\/strong>
\nUna fe que se va consolidando hace descubrir al joven los misteriosos vericuetos de su historia por los que Dios le ha conducido con infinita ternura. Y se abre agradecido a Dios. Y contempla su vida, a pesar de sus m\u00e1s y de sus menos, como una historia de amor, con la que \u00e9l se siente profundamente agraciado.
\nHoy la gratitud no est\u00e1 de moda: los ni\u00f1os y adolescentes han crecido en la sociedad \u00abde los derechos y no de las obligaciones\u00bb. Se sienten con derecho a todo, y a lo m\u00e1s act\u00faan con respeto en la exigencia obsesiva \u00abde lo que se les debe\u00bb. Crecer en la gratitud es un signo de maduraci\u00f3n personal y creyente.
\n
\nq Crece el sentido de responsabilidad<\/strong>
\nLa experiencia de Dios ayuda a descubrir que la gratitud, como reacci\u00f3n a lo que se ha recibido como don, conlleva el sentido de la gratuidad, como respuesta del que se ofrece oblativamente a los dem\u00e1s. La gratuidad es un fruto natural de la gratitud, que intenta discretamente devolver a los otros, a Dios lo que se ha recibido. El amor de Dios es amor fundante, incondicional. Pero en s\u00ed mismo es exigente: en mi vida se debe reflejar ese amor, que me pide ser responsable, saber responder a las necesidades, a las carencias, a los gritos de los que buscan un sentido y una esperanza.
\nEn el seno del grupo juvenil se ha de ir percibiendo c\u00f3mo el joven va respondiendo a las exigencias del d\u00eda a d\u00eda, a los compromisos del estudio, de la pastoral, del servicio concreto a los dem\u00e1s.
\n
\nq Se progresa en la identidad personal<\/strong>
\nEncontrarse con Dios tiene tambi\u00e9n como consecuencia un encuentro consigo mismo, porque se descubre a Dios como la verdad, como la luz que ilumina mi interioridad y mi misterio. Una consciente experiencia religiosa es fuente de identificaci\u00f3n personal, de clarificaci\u00f3n psicol\u00f3gica, de honda estructuraci\u00f3n afectiva. Y por otro lado en la experiencia fundante de la fe el joven adquiere ese n\u00facleo \u00edntimo, ese cimiento s\u00f3lido, ese fundamento definitivo que vertebra su personalidad y su deseo seg\u00fan una escala de valores inspirada en el evangelio.
\nY quien comienza a poseerse pierde el miedo a entregarse, a confiar, a abrirse, a sentirse miembro de un grupo, que supone limitaciones y posibilidades, dependencia y autonom\u00eda generosa, saber convivir, aprender a respetar, ser capaz de acoger y de ser acogido.
\n
\nq Aumenta la capacidad de alteridad y el respeto a la diversidad<\/strong>
\nEl narcisismo ambiental hace que los adolescentes y j\u00f3venes no s\u00f3lo vivan muy centrados en sus personas e intereses, sino que les lleva a instrumentalizar y manipular sutilmente a los dem\u00e1s. El yo se sit\u00faa en el centro de todo y todo es analizado y juzgado desde las posibles ventajas que le pueden proporcionar.
\nCuando la fe es aut\u00e9ntica, tiene una enorme fuerza de descentramiento: me obliga a salir de mi escondrijo y a abrirme al Misterio, al completamente Otro. Un joven que vaya madurando en su experiencia de Dios va aumentando su capacidad de empat\u00eda, de comprensi\u00f3n, de encuentro, de di\u00e1logo. Y el camino hacia la alteridad conduce hacia el respeto y aceptaci\u00f3n de la diversidad, del pluralismo, de la riqueza de los dem\u00e1s, de su originalidad. Este proceso es incompatible con cualquier forma de fundamentalismo, integrismo o xenofobia.
\n
\nq Va madurando la libertad<\/strong>
\nFrente al Misterio de Dios ante el cual se siente sujeto, sostenido por un amor incondicional que lo va liberando interiormente y que lo hace responsable, el joven madura en su libertad, reconoci\u00e9ndola como facultad de elegir, de decidir para el bien. Va pasando poco a poco de su peque\u00f1o mundo de necesidades, dominado por una \u00e9tica de las normas que le dan seguridad, pero que no le dejan crecer en autonom\u00eda, a una \u00e9tica de los valores que le plantea la necesidad de aprender a trascenderse, a discernir, a sopesar sus decisiones en un mundo complejo.
\n
\nLa asunci\u00f3n plena y madura de la libertad es una tarea para toda la vida. Pero pensamos que una aut\u00e9ntica experiencia religiosa es signo ya de cierto grado de libertad interior, y al mismo tiempo se convierte en camino hacia su maduraci\u00f3n en la entrega personal de quien sabe admirar e imitar en su vida la libertad solidaria y compasiva de Jes\u00fas.
\n
\nq Se va reconociendo a Dios, como Misterio, como T\u00fa,<\/strong>
\n\u00a0\u00a0 en el amor y en la exigencia<\/strong>
\nLa experiencia de la fe en su etapa inicial muestra su autenticidad cuando Dios, en la vivencia religiosa del joven, va pasando de ser objeto de necesidad, instrumento de deseos infantiles a un Dios Misterio que se le escapa de las manos, que rompe sus esquemas, que le abre caminos inesperados. Ya no es el Dios \u00absoluci\u00f3n para todo\u00bb, sino el sentido \u00faltimo de la realidad.
\nNo basta el conocimiento intelectual, sino que la confianza inquebrantable en Dios como Misterio de luz y de ternura, que va surgiendo en el joven, crea profundos v\u00ednculos afectivos, anclando esa experiencia religiosa en los estratos m\u00e1s hondos de la persona, haciendo que Dios sea el coraz\u00f3n de su coraz\u00f3n. Poco a poco se va aceptando que hacer la voluntad de Dios es mucho m\u00e1s decisivo y acertado que la obsesiva preocupaci\u00f3n por sacar adelante los propios planes y deseos. n
\n
\nAntonio Jim\u00e9nez Ortiz
\nestudios@misionjoven.org
\n[1] Sobre la dimensi\u00f3n terap\u00e9utica de la experiencia religiosa en los nuevos movimientos religiosos, cf. M. Aletti (dir.), Religione o psicoterapia? Nuovi fenomeni e movimenti religiosi alla luce della psicologia<\/em>, Ed. LAS, Roma 1994; A. N. Terrin, Il sacro off limits. L\u2019esperienza religiosa e il suo travaglio<\/em>, Ed. EDB, Bolonia 1994. En el caso de la Nueva Era resulta interesante el cap. VIII (pp. 274-319) sobre el nuevo paradigma \u201chol\u00edstico\u201d de la salud en M. Fergusson, La Conspiraci\u00f3n de Acuario. Transformaciones personales y sociales en este fin de siglo<\/em>, Ed. Kair\u00f3s, Barcelona 2<\/sup>1988. Cf. Adem\u00e1s sobre el mismo tema A. Fortin, Les galeries du Nouvel \u00c2ge<\/em>, Ed. Novalis, Outremont 1993. Sobre el tema \u201cfe y salud\u201d, cf. C. Dom\u00ednguez\u2013J.M\u00aa Uriarte\u2013M. Navarro, La fe, \u00bffuente de salud o de enfermedad?<\/em>, Ed. Idatz, San Sebasti\u00e1n 2001.
\n[2] Para los apartados 5 y 6 me apoyo en mis art\u00edculos: La experiencia fundante de la fe como tarea prioritaria de la formaci\u00f3n<\/em>, en \u00abProyecci\u00f3n\u00bb 48(2001) 103-120; \u00bfC\u00f3mo guiar hacia la experiencia personal de Dios?<\/em>, en \u00abSeminarios\u00bb 47(2001) 303-325.
\n<\/a>\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 [3]<\/sup>Cf. R. Tonelli, Prospettive pastorali per l\u2019educazione all\u2019esperienza religiosa<\/em>, en M. Midali-R. Tonelli (a cura di), L\u2019esperienza religiosa dei giovani. <\/em>3. Proposte per la progettazione pastorale<\/em>, Elle Di Ci, Leumann (Tur\u00edn) 1997, 45.[\/vc_column_text][\/vc_column][\/vc_row]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"