{"id":10755,"date":"2002-04-01T23:15:55","date_gmt":"2002-04-01T21:15:55","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=10755"},"modified":"2002-04-01T23:15:55","modified_gmt":"2002-04-01T21:15:55","slug":"la-invitacion-a-la-fe-y-su-acompanamiento-para-una-praxis-liberadora","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/la-invitacion-a-la-fe-y-su-acompanamiento-para-una-praxis-liberadora\/","title":{"rendered":"La invitaci\u00f3n a la fe y su acompa\u00f1amiento para una praxis liberadora"},"content":{"rendered":"

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Francisco Santos
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\nPie Autor
\nFrancisco Santos <\/strong>es profesor del Instituto Superior de Teolog\u00eda \u00abDon Bosco\u00bb de Madrid.<\/em>
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\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 S\u00edntesis del Art\u00edculo<\/strong><\/td>\n<\/tr>\n
Arrancando del \u00abacto humano de fe\u00bb como un \u00abacto vital\u00bb, esto es, directamente entrelazado con las cuestiones del sentido de la propia existencia, el art\u00edculo describe la fe \u2013siempre en relaci\u00f3n con la \u00abeducaci\u00f3n de los j\u00f3venes a la fe\u00bb\u2013 m\u00e1s como \u00abinvitaci\u00f3n\u00bb a un encuentro y a establecer una relaci\u00f3n que como simple conjunto de contenidos o doctrina. Y m\u00e1s a\u00fan: un encuentro y una relaci\u00f3n \u00absalvadores\u00bb que pueden experimentarse<\/em> a trav\u00e9s de pr\u00e1cticas liberadoras vinculadas m\u00e1s espec\u00edficamente a la fe en Jes\u00fas de Nazaret, el Cristo, el \u00abDios-con-nosotros\u00bb. El art\u00edculo se cierra apuntando diversos aspectos concretos para acompa\u00f1ar la fe de los j\u00f3venes con praxis liberadoras.<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n

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\n\u00a0<\/strong>
\nNuestro objetivo es doble: manifestar que la vida tiene sentido desde la fe, y que la fe puede aportar a ese sentido un car\u00e1cter liberador que lleve a una realizaci\u00f3n plena de las posibilidades humanas. El an\u00e1lisis que ofrecemos pretende reflexionar sobre la fe en las condiciones sociales, culturales y juveniles actuales y desde ellas ofrecer un posible itinerario de educaci\u00f3n e incorporaci\u00f3n de la fe partiendo de su acogida positiva y orientando hacia una pr\u00e1ctica de la fe en la vida cotidiana.
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  1. El acto humano de fe, un acto vital<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

     
    \nDesde el punto de vista actual, la fe es una cuesti\u00f3n que suscita inc\u00f3modas reacciones. Nuestra cultura experimenta un deseo de obtener resultados tangibles en todas sus acciones que supedita toda credibilidad a esta condici\u00f3n. De este modo, abordar lo que en lenguaje creyente<\/em> habitualmente llamamos verdades de fe<\/em> supone una tarea no s\u00f3lo extra\u00f1a sino in\u00fatil. Es en esta l\u00ednea en la que se intuyen dificultades muy enraizadas en la cultura que impermeabilizan ante cualquier intento de aproximaci\u00f3n al asunto amplio y ya de por s\u00ed complejo de la fe.
    \nA pesar de todo, surge continuamente en el hombre de nuestro tiempo \u2013como en el de todos los tiempos si extrapolamos la cuesti\u00f3n\u2013 la interrogaci\u00f3n existencial acerca del sentido de la vida<\/em>. Y es en los distintos atisbos de respuesta donde el hombre va re-definiendo su propio concepto de fe en unas coordenadas m\u00e1s amplias de las que en nuestro \u00e1mbito creyente cristiano hemos podido recluir el t\u00e9rmino. La ocasi\u00f3n que ofrece al hombre la reflexi\u00f3n sobre la propia existencia, su propia historia le puede llevar a plantearse bajo m\u00faltiples variantes el tema de la fe.
    \n 
    \nEncadenando pasos en este proceso, despu\u00e9s de un interrogante acerca del sentido de la propia existencia \u2013algo que todos acabamos por plantearnos en alg\u00fan momento de la vida\u2013 surge la intuici\u00f3n convencida de que la fe \u2013el creer\u2013 es algo habitual en nuestra vida y de lo cual no podemos desprendernos. Lo que desde ni\u00f1os aprendimos en el colegio, lo admitimos bas\u00e1ndonos en el conocimiento de nuestros maestros; las noticias que leemos a diario en los peri\u00f3dicos, nuestras relaciones cotidianas, la convivencia, la colaboraci\u00f3n con otras personas en los m\u00e1s distintos \u00e1mbitos de la vida…, todo nos indica que no podr\u00edamos vivir si no crey\u00e9ramos en los dem\u00e1s. Esta es la actitud desde la que intentaremos describir el posible itinerario y aplicar el valor de la fe al hoy de nuestra vida y a su sentido.
    \nEl car\u00e1cter de la fe que destaca en este planteamiento es su capacidad de servir al hombre para interpretar su propio ser, su existencia, el sentido de su vida. Se descubre inmediatamente la necesidad de recuperar esta dimensi\u00f3n \u2013la fe\u2013 en nuestra vida cuando nos percatamos de que el racionalismo, el inmanentismo, las ideolog\u00edas humanistas reducidas a la \u00abhorizontalidad\u00bb en el modo de concebir la vida, las relaciones y el futuro han ido recortando parcelas del cristianismo abierto a la trascendencia.
    \n 
    \nNo nos contentamos, adem\u00e1s, con mostrar la licitud de la fe, ni siquiera su m\u00e1s que probable plausibilidad a la hora de entrar en di\u00e1logo con la ciencia y la raz\u00f3n, sino que sobre todo pretendemos manifestar la conveniencia y la necesidad de la fe para desarrollar en modo m\u00e1s totalitario las posibilidades inherentes al ser humano. Ciertamente, se trata de una opci\u00f3n creyente y en este sentido no de por s\u00ed universalmente aceptada. Pero la propuesta es totalmente incluyente. Nadie se puede sentir discriminado de la \u00abpr\u00e1ctica\u00bb de su propia condici\u00f3n humana. En este sentido, por distintos caminos, se puede llegar a tener experiencia personal de la fe, conciencia \u2013subjetiva si se quiere\u2013 de estar ante una decisi\u00f3n \u00edntima \u2013racional, personal y libre\u2013 de apertura a la trascendencia.
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    \n 
    \nDe la libertad de la fe queremos tratar tambi\u00e9n, ya que \u00abuna de las afirmaciones mayores de la doctrina cat\u00f3lica, contenida en la palabra de Dios y ense\u00f1ada constantemente por los Padres, es que el hombre, al creer, debe responder voluntariamente a Dios, y que, por tanto, nadie puede ser forzado a abrazar la fe contra su voluntad\u00bb (Dignitatis humanae<\/em>, 10). En este sentido, la propuesta de la fe y el contenido de la misma no podr\u00e1 ser sino una invitaci\u00f3n a la fe. Desde aqu\u00ed arranca nuestra reflexi\u00f3n. La fe como invitaci\u00f3n, con todo lo que tiene de propuesta v\u00e1lida, coherente, y al mismo tiempo atrayente de por s\u00ed.
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    \n <\/p>\n

    2.\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 La fe como invitaci\u00f3n a una relaci\u00f3n<\/h2>\n

    \u00a0<\/strong>
    \nTodo educador en mayor o menor medida ha tenido experiencia de lo que en el joven suscita cualquier imposici\u00f3n que no ofrece razones. El rechazo es inmediato. A\u00fan en el caso de ofrecer razones que acompa\u00f1en aquello que el educador pretende de su destinatario, si estas razones no son convincentes desde el punto de vista del joven, el rechazo ser\u00e1 la respuesta m\u00e1s l\u00f3gica.
    \nToda acci\u00f3n educativa debe tener en cuenta la capacidad receptiva del destinatario y el modo, el talante y el estilo en que el educador realiza esta transmisi\u00f3n educativa. Con respecto a la fe y su transmisi\u00f3n, no basta entonces con \u00abhacer ver\u00bb la conveniencia, racionabilidad o valor de la fe, sino que tambi\u00e9n habr\u00e1 que buscar el modo de hacer que la propuesta sea invitaci\u00f3n \u2013que puede ser acogida o rechazada\u2013 a algo que tiene que ser aceptado y no impuesto, acogido afectivamente y no s\u00f3lo intelectualmente, aplicado a la propia vida descubriendo sus posibilidades en lugar de incorporarlo al esquema personal de visi\u00f3n de la realidad pero en modo est\u00e9ril e inoperante.
    \n 
    \nLa propuesta de la fe, la invitaci\u00f3n a creer, pensando especialmente en los j\u00f3venes a quienes se realiza la propuesta, se formula de modo que no s\u00f3lo consista en creer que Dios existe, sino m\u00e1s bien en captar y expresar que creer significa que nosotros existimos para \u00c9l. Se trata de invitar a creer en una manera que nos implica totalmente. La fe en Dios indica que compartimos la experiencia de tantos hombres y mujeres que nos han expresado su convicci\u00f3n de saber que Dios se ha interesado por ellos, la buena experiencia de saber que Dios est\u00e1 cerca, en modo asequible, para nuestro bien. De este modo, con tal inicio, la propuesta, la invitaci\u00f3n a la fe se realiza mediante el relato, la narraci\u00f3n de la experiencia de Dios que ha tenido quien realiza la invitaci\u00f3n a creer.
    \nEn esto consiste \u00abhacer ver\u00bb la fe. Se trata de contar la propia experiencia, dar testimonio, poner en acto los rasgos de testigo que hay en todo creyente, exponiendo dicha experiencia con la humildad que requiere saber que se trata de una experiencia personal, parcial, y por tanto susceptible de ser infravalorada o rechazada. Pero es ah\u00ed donde se hace la invitaci\u00f3n. \u00c9ste ha sido el \u00abm\u00e9todo\u00bb de quienes a lo largo de los siglos \u00abhan hecho ver\u00bb su fe en Dios.
    \nLa adhesi\u00f3n de fe, la respuesta positiva, la aceptaci\u00f3n de esta invitaci\u00f3n consiste en acoger la experiencia narrada como confianza en que con un Dios as\u00ed experimentado, tambi\u00e9n para m\u00ed hoy es posible entablar una relaci\u00f3n. El Dios de Abrah\u00e1n, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob, …el Dios de Jesucristo, puede ser tambi\u00e9n mi Dios. La relaci\u00f3n de estos y tantos otros hombres y mujeres con Dios puede ser tambi\u00e9n mi propia experiencia.
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    \n <\/p>\n

    3.\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Existe un itinerario para cada persona<\/h2>\n

     
    \nDespu\u00e9s de la invitaci\u00f3n a la fe, si la acogida ha sido favorable \u2013y en esto debemos admitir procesos de acercamiento m\u00e1s o menos estables, reacciones m\u00e1s o menos coherentes, tiempo m\u00e1s o menos largo, con sus progresos y recesiones inherentes al mismo proceso\u2013, se va interiorizando, personalizando el proceso de incorporaci\u00f3n de la fe a la propia realidad. Como se ve, hay todav\u00eda una distancia entre la acogida de Dios como posibilidad y la aceptaci\u00f3n de un modo concreto de \u00abver\u00bb a Dios. Los dos polos de este itinerario quedan recogidos en creer<\/em> en<\/em> alguien con quien se entra en relaci\u00f3n, creer en Dios, para llegar a creer que<\/em> lo que \u00e9l nos revela \u2013hablaremos del c\u00f3mo y d\u00f3nde se realiza\u2013, lo que \u00e9l nos ha transmitido, es verdadero.
    \nLa fe es un acto humano, que tiene su comienzo al depositar la confianza en la posibilidad de relaci\u00f3n y encuentro con Dios. No se identifica s\u00f3lo con el proceso intelectual al que en ocasiones, por rigor acad\u00e9mico, la hemos podido reducir. Aunque comprenda este proceso y en \u00e9l se realice, no queda reducida a \u00e9l. Tiene un car\u00e1cter m\u00e1s global. La fe de la que estamos tratando, no se ofrece s\u00f3lo o exclusivamente a la raz\u00f3n, al entendimiento o a las capacidades intelectuales. Si as\u00ed fuera, ser\u00eda una reducci\u00f3n a algo demasiado irrelevante para los j\u00f3venes de hoy, que rechazan no s\u00f3lo las imposiciones, sino tambi\u00e9n las propuestas no atrayentes.
    \n 
    \nLa fe es una invitaci\u00f3n a toda la persona a entrar libre y enteramente en relaci\u00f3n con Dios. Esta relaci\u00f3n se establece \u2013tambi\u00e9n\u2013 acogiendo lo que Dios nos comunica, pero ser\u00e1 el paso posterior. Precisando un poco m\u00e1s diremos que Dios no s\u00f3lo comunica contenidos que<\/em> creer… sino que ante todo se comunica a s\u00ed mismo como Aquel en quien<\/em> creer. Vemos as\u00ed que la aceptaci\u00f3n de la fe significa iniciar un proceso que tendr\u00e1 distintas etapas, graduales y progresivas.
    \n 
    \nLa manera que tiene Dios de comunicar es d\u00e1ndose, haci\u00e9ndose don. La comunicaci\u00f3n de Dios, la comunicaci\u00f3n que Dios mismo es deviene salvaci\u00f3n para el hombre que le acoge y le acepta. La acogida de la posibilidad de la relaci\u00f3n con Dios es posible porque aparece cuando el hombre descubre que es razonable creer en Dios; es decir, creer que \u00e9l existe. Este ser\u00eda el primer aspecto o paso referente al modo de afrontar la presentaci\u00f3n de la fe. Aqu\u00ed se descubre que la posibilidad de la fe puede resultar importante incluso para la realizaci\u00f3n personal.
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    \n 
    \nLos pasos del proceso de aceptaci\u00f3n de la fe son tres, y ya aparecen en la tradici\u00f3n de la Iglesia a lo largo de tantos siglos y manifestados en la experiencia de tantas personas que han relatado su relaci\u00f3n personal con Dios. Se trata de los tres aspectos de la fe que empezando por creer que<\/em> hay Dios \u2013creer que Dios existe; llega a una segunda etapa en la que se puede creer a<\/em> Dios: consiste en creer en su palabra, en el contenido de su revelaci\u00f3n\u2013 y concluye de modo definitivo en el concepto b\u00edblico m\u00e1s amplio y totalizador de creer en<\/em> Dios como quien da sentido a la propia existencia. Creer en esta \u00faltima acepci\u00f3n ser\u00e1 la fe enteramente cristiana, la fe propiamente liberadora y llena de sentido para la vida.
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    \n <\/p>\n

    4.\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 La fe presentada y acogida como salvaci\u00f3n<\/h2>\n

     
    \nA las nuevas generaciones juveniles se les inicia en el camino de incorporaci\u00f3n de la fe en la propia existencia desde una invitaci\u00f3n a creer en un Dios personal, y a iniciar una relaci\u00f3n que no deja de lado sino que pone en el centro la admiraci\u00f3n, el reconocimiento y la personalizaci\u00f3n de trato. Hablar de fe con los j\u00f3venes hoy significa reconocer al Dios viviente, que comparte realidad en la existencia junto con tantas otras experiencias. Lograr que los j\u00f3venes encuentren en la fe un valor que ayude a interpretar la propia vida, no puede por menos de ser liberador.
    \nQuien entra en di\u00e1logo con Dios en la fe y va profundizando esta relaci\u00f3n interpersonal con \u00e9l, de alg\u00fan modo establece una respuesta progresiva a la primera y originaria cuesti\u00f3n que Dios plantea a todo hombre creer en \u00e9l. Dios tiene la iniciativa de entrar en relaci\u00f3n con su criatura. Dios pronuncia la primera palabra, y \u00e9sta es una palabra de amor, de alianza, de inter\u00e9s y preocupaci\u00f3n \u2013desvelo\u2013 por el hombre. Todos estos aspectos de la comunicaci\u00f3n de Dios al hombre se recogen en la tradici\u00f3n cristiana como salvaci\u00f3n, como liberaci\u00f3n plena del hombre para que ame, para que en su historia descubra huellas de Dios que le remiten continuamente a un encuentro.
    \n 
    \nPara los j\u00f3venes de hoy, sirve ante todo el planteamiento de un esquema de propuesta de vida, de sentido de la propia existencia en el que se realice una pr\u00e1ctica liberadora desde la fe, desde el di\u00e1logo y la relaci\u00f3n con Dios. Las claves de la salvaci\u00f3n liberadora tendr\u00e1n en cuenta a los protagonistas, Dios y el hombre; y tambi\u00e9n tendr\u00e1n en cuenta los contenidos de esa relaci\u00f3n, la liberaci\u00f3n-salvaci\u00f3n.
    \nLa fe conecta de modo inexorable con la pr\u00e1ctica, con la vida que se vive cotidianamente, desde la condici\u00f3n humana, que es al mismo tiempo, naturalmente, historia y \u00e9sta de salvaci\u00f3n. Dicho de otro modo: para los j\u00f3venes, inicialmente la fe no es, no pueden ser las f\u00f3rmulas, el cat\u00e1logo de verdades a creer para llevarnos al conocimiento de Dios. Con los j\u00f3venes, progresivamente, hay que ir m\u00e1s all\u00e1 de la adhesi\u00f3n a una serie de verdades \u2013a veces el punto de partida del conocimiento de y sobre Dios\u2013 para llegar a que la fe sea cada vez m\u00e1s reconocimiento del camino para acceder a Dios y encuentro con \u00c9l.
    \n 
    \n <\/p>\n

    5.\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 La pr\u00e1ctica de la liberaci\u00f3n desde la fe en Jesucristo<\/h2>\n

    \u00a0<\/strong>
    \nEn la vida de cada persona que inicia la relaci\u00f3n de encuentro con la fe como opci\u00f3n libre de acogida de la invitaci\u00f3n a la relaci\u00f3n con Dios \u2013as\u00ed hemos expuesto la comprensi\u00f3n del itinerario de fe\u2013, se sigue un proceso de b\u00fasqueda de caminos concretos, de pr\u00e1ctica visible, tangible, comprensible para las situaciones concretas de la vida. Dios, tal y como se nos revela, no es s\u00f3lo una presencia trascendente, incomprensible, sino que tambi\u00e9n ha llegado concretamente a la humanidad en su Palabra hecha carne, en Jesucristo. Es en \u00e9l en quien de modo definitivo tenemos acceso a Dios.
    \nEn la predicaci\u00f3n de Jes\u00fas durante su vida terrena, por medio del anuncio de la Buena Noticia, y mediante el anuncio de sus disc\u00edpulos y seguidores de su presencia como permanente posibilidad de encuentro por su esp\u00edritu vivificado, encontramos el modo positivo y estimulante de propuesta para la aceptaci\u00f3n de la bondad, la belleza y la verdad de Dios; la Bondad, Belleza y Verdad que Dios mismo es. Jesucristo con su encarnaci\u00f3n posibilita que el hombre se haga como \u00e9l, lo cual comporta la m\u00e1xima expresi\u00f3n de la adhesi\u00f3n de fe, la acogida radical en la propia existencia de la acci\u00f3n de Dios. Esta actuaci\u00f3n se descubre liberadora y salvadora para el hombre, para el joven en particular.
    \n 
    \nPor esto, desde la clave de cristificaci\u00f3n<\/em> del hombre, la realidad de la liberaci\u00f3n deber\u00eda ser contenido fundamental de toda transmisi\u00f3n de la fe en la actualidad. Todos los anhelos del hombre \u2013del joven en particular\u2013 se pueden sintetizar en lo que expresan ideas tales como \u00abdeseo de libertad\u00bb o \u00abb\u00fasqueda de liberaci\u00f3n\u00bb. Ante el hecho de la fe, las posibilidades son numerosas. La fe es liberadora porque, si es aut\u00e9ntica, es un acto humano, un acto que pertenece a nuestra estructura humana, capaz de dar sentido y plenitud a su existencia.
    \nAlgunos rasgos de la liberaci\u00f3n que supone la fe se recogen \u2013y actualizadas siguen siendo v\u00e1lidas\u2013 en la experiencia que narra el pueblo de Israel en el Antiguo Testamento: la fe como respuesta integral a Dios, porque genera seguridad y confianza en quien se apoya en Dios. Creer en Dios, tener fe en \u00e9l significa apoyarse en \u00e9l: Abrah\u00e1n, por ejemplo, se f\u00eda, conf\u00eda en la promesa de Dios, cree en \u00c9l (Gn 15,6). En el itinerario de educaci\u00f3n en la fe, descubrir gradualmente el aspecto de la confianza<\/em> en Dios como apoyo en los distintos momentos de la vida, encontrar en Dios ese amigo que camina a nuestro lado e incluso precede nuestros pasos, aqu\u00e9l en quien se puede confiar y aqu\u00e9l en quien la confianza es criterio de la relaci\u00f3n.
    \n 
    \nCon Jesucristo se produce el paso decisivo en el camino de la fe. Se unen la historia de la salvaci\u00f3n, que envuelve a los hombres desde la creaci\u00f3n, con la encarnaci\u00f3n de la Palabra de Dios: Dios en nuestra historia, Jes\u00fas de Nazaret, Dios con nosotros. Todo lo dicho hasta el momento encuentra desde Jes\u00fas su m\u00e1xima posibilidad de realizaci\u00f3n. El proceso de la fe en Dios, creer en \u00e9l resulta mediado por Cristo. \u00c9l se presenta como el mediador entre Dios y los hombres. Por tanto, la categor\u00eda de mediaci\u00f3n cristol\u00f3gica<\/em> resulta fundamental en el proceso de incorporaci\u00f3n de una fe liberadora.
    \nEn la medida en que Jes\u00fas vaya estando presente en la vida del joven, del creyente en general, su funci\u00f3n mediadora ser\u00e1 m\u00e1s relevante. En el acercamiento a la figura de Jes\u00fas se produce el conocimiento que da su seguimiento como actitud vital de acogida operativa de la fe. Toda persona que se relaciona con Jes\u00fas, entrando en contacto bien con su palabra, bien con su mensaje o sus ideales presentados por sus seguidores, comienza a desplegar el proceso de integraci\u00f3n de la fe profundizando en el conocimiento de Jes\u00fas y en el compromiso que con \u00e9l se puede llegar a adquirir.
    \n 
    \nLa fe hecha vida tiene su fundamento en Jesucristo. \u00c9l es su objeto y su fin. En Cristo, mediador de la fe, Hijo de Dios hecho hombre, se nos manifiesta la totalidad del misterio que Dios es. Es \u00e9l, Cristo, el que ofrece la mayor liberaci\u00f3n salvando mediante la uni\u00f3n de todos los hombres con Dios. \u201cDios envi\u00f3 a su Hijo… para que recibi\u00e9semos la condici\u00f3n de hijos adoptivos. Y como prueba de que sois hijos, Dios ha enviado a vuestros corazones el Esp\u00edritu de su Hijo, que clama: \u00a1Abba, Padre!\u201d (G\u00e1l 4, 4-6).
    \nLa adhesi\u00f3n vital al contenido del mensaje de Jes\u00fas constituye el mayor grado de pr\u00e1ctica de la fe en clave liberadora. La fe es liberadora si consigue realizar en el hoy del creyente el proyecto de vida anunciado por el mensaje de Jes\u00fas, recogido en su propio devenir hist\u00f3rico: el anuncio del reino de Dios, la proclamaci\u00f3n del amor del Padre, su muerte y resurrecci\u00f3n y tambi\u00e9n los rasgos de su personalidad, por la que se manifiesta la calidad de la presencia de Dios.
    \n 
    \nLa fe como proceso humano es relaci\u00f3n con Dios en el sentido de haber sido suscitada por Dios, como es suscitada la existencia, y actualizada en la palabra y la actividad de Jes\u00fas. Debemos considerar que la fe nace de la atracci\u00f3n que el Padre por medio de su Hijo Jesucristo, ejerce invitando al hombre a asociarse a su vida, ofreci\u00e9ndole realizaci\u00f3n plena: salvaci\u00f3n.
    \nRecapitulando, se establece que a partir de la acogida de Dios en la propia existencia y al hacer expl\u00edcita esta acogida con la incorporaci\u00f3n del contenido del mensaje de Jesucristo, se puede ir gradualmente dando pasos hasta una incorporaci\u00f3n de la dimensi\u00f3n de fe a la propia existencia. En este sentido, la vida de fe aportar\u00e1 al creyente una largura, una profundidad y una altura que completen su itinerario de liberaci\u00f3n de todo cuando impide y aparta de la propia realizaci\u00f3n como persona \u2013ya entendida en la \u00f3rbita de Dios\u2013 y libere para que esa presencia de Dios sea m\u00e1s expl\u00edcita en la propia vida.
    \n 
    \n <\/p>\n

    6.\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Las razones liberadoras de la fe<\/h2>\n

     
    \nEs conveniente destacar que la vida de fe despliega toda su potencialidad en colaboraci\u00f3n con las posibilidades humanas, sin porfiar con ellas; no sustituye ni solapa las razones que ofrece la propia naturaleza para vivir coherentemente desde la aportaci\u00f3n intelectual. Sin embargo, la vida de fe aporta una saludable apertura a una realidad que no es meramente emp\u00edrica; apunta a la trascendencia sin por ello perder su virtud intelectual. Lo contrar\u00edo ser\u00eda una especia de m\u00edstica irracional, al margen de las zonas intelectuales, que sin el sometimiento a la verdad y la necesaria verificaci\u00f3n en la realidad conducir\u00eda a una irrelevante actitud de c\u00f3modo fide\u00edsmo, dif\u00edcil de justificar.
    \nA pesar de que las razones para creer no dispensan del acto de creer, la fe tiene que ser razonable y razonada para que sea acto humano. Conviene tener en cuenta este aspecto a la hora de proseguir un itinerario de fe con los j\u00f3venes que tenga garant\u00edas suficientes de ser correcto. Sin embargo, no se trata tampoco de un exclusivo proceso intelectual. Es necesario que los acompa\u00f1antes de los procesos de educaci\u00f3n en la fe sean conscientes de este dif\u00edcil equilibrio. Para eso, debe quedar claro que hay que integrar dos aspectos: la actividad humana y la iniciativa de Dios.
    \n 
    \nContrariamente a lo que se puede considerar, el proceso de formaci\u00f3n de la fe no es una huida, un no ver \u2013o no querer ver\u2013 la realidad por no querer hacerse cargo de ella. La formaci\u00f3n y la educaci\u00f3n en la fe es una actividad por la que la persona llega a hacer suyo el pensamiento de Dios. Acoger la palabra de Dios, la presencia de Dios \u2013su posibilidad al menos\u2013 no significa ni mucho menos que se est\u00e9 renunciando a la b\u00fasqueda personal de la verdad. Se busca la verdad accediendo a la perspectiva de Dios sobre ella. Ciertamente, con esto establecemos lo que consideramos presupuestos irrenunciables desde los que construimos nuestra estructura liberadora desde la fe: el hombre es esp\u00edritu infinito y tiene capacidad de relaci\u00f3n con Dios; es apertura a Dios. Por esta raz\u00f3n surge la necesidad de hacer que la fe aparezca ante los j\u00f3venes en acto, expl\u00edcita, y no en un compendio de f\u00f3rmulas.
    \nS\u00f3lo as\u00ed la fe ser\u00e1 capaz de afrontar los problemas de la existencia sin evadirse de ellos y sin privar a la persona de ninguna de las posibles competencias humanas con respecto a su condici\u00f3n de ser en el mundo.
    \n 
    \nLa fe integradora logra mantener unidos ambos aspectos de actividad humana<\/em> iluminada por la fe y de presencia de Dios<\/em> que dinamiza las potencialidades humanas. Este modo de proceder evita algunos de los escollos mayores a la hora de incorporar la fe a un modo de ver, experimentar y estar en el mundo de espaldas a Dios. Este fen\u00f3meno actual de irrelevancia de la fe, quiz\u00e1s ha podido estar influenciado por una transmisi\u00f3n de la fe que no ha llegado a suscitar adhesi\u00f3n y afecto en el creyente; ha podido ser decisiva en la escasa relevancia de la fe la falta de credibilidad de sus principales transmisores; y por \u00faltimo, es posible constatar tambi\u00e9n que nuestro mundo actual carece de una adecuada presencia de Dios tal vez debido a que en tantas ocasiones se ha predicado a un Dios sin referencia al mundo.
    \nLa fe, como respuesta a la llamada gratuita de Dios sigue siendo una respuesta humana a una llamada que tiene su origen en Dios. Al darnos cuenta de esto, desde el punto de vista de la praxis, podemos afirmar que el objeto propio de la fe es Dios mismo, y no la idea que de Dios podamos tener. La raz\u00f3n definitiva de la fuerza liberadora de la fe consiste en su propia raz\u00f3n de ser. La fe, acto humano, tiene su origen en Dios, de quien emana. Proviene de Dios con poder de salvaci\u00f3n y de liberaci\u00f3n para el hombre. Acoger desde la fe el acontecimiento de la resurrecci\u00f3n de Jesucristo es posible por la misma fuerza que lo resucit\u00f3. S\u00f3lo as\u00ed la adhesi\u00f3n por la fe a Jesucristo podr\u00e1 tener un valor salv\u00edfico y liberador.
    \n 
    \n <\/p>\n

    7.\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 Dimensiones pr\u00e1cticas de la fe para dar sentido a una vida<\/h2>\n

    \u00a0<\/strong>
    \nComo educadores de la fe de los j\u00f3venes, nos damos cuenta de la enorme dificultad que existe a la hora de hacer un trasvase de todos estos contenidos de la fe y sus mecanismos de transmisi\u00f3n a las mentalidades juveniles tan poco acostumbradas a estos razonamientos y a cuestiones concernientes al sentido de la vida.
    \nConscientes de esta dificultad, resulta en cierto modo un reto aplicar algunas de las pautas que a modo de sugerencia proponemos. Son insistencias en un itinerario que se desarrolla gradualmente: del planteamiento de fe en la propia existencia hasta la acogida de Jesucristo como criterio de discernimiento en las situaciones de la vida. En la medida que se vayan viviendo estas dimensiones, se ir\u00e1 afianzando la fe en el joven, ya que una fe que no se cuida, y este cuidado es permanente, acaba por languidecer y quedar reducida a la irrelevancia.
    \n 
    \nNo bastar\u00e1 con realizar la primera fase del itinerario de educaci\u00f3n en la fe. Una vez acogida la posibilidad de creer; tras haber establecido una relaci\u00f3n de amistad con Dios y haber admitido la necesaria complementariedad de las potencialidades humanas y la fe, tras identificar a Cristo como el medio y contenido fundamental de la fe, hay que proseguir el itinerario de incorporaci\u00f3n de la fe iniciando una segunda fase de crecimiento hasta la madurez. Indicaremos a continuaci\u00f3n algunos aspectos que pueden contribuir eficazmente a este crecimiento.
    \n <\/p>\n

    7.1. La fe se celebra en comunidad<\/em><\/h6>\n

    \u00a0<\/strong>
    \nLa primera dimensi\u00f3n que se descubre en la vida de fe y que resulta importante a la hora de la propuesta a los j\u00f3venes es la dimensi\u00f3n comunitaria. Ninguno vive s\u00f3lo su fe. Comenzando por la relaci\u00f3n que entabla con el mismo Dios, tambi\u00e9n desde la fe se establecen relaciones con los dem\u00e1s creyentes. Este proceso, normalmente desemboca en una vivencia de la fe que se alimenta en la vida comunitaria, una fe que se comparte. La fe contiene en s\u00ed posibilidades que van gradualmente favoreciendo el crecimiento. Por la fe se llega a compartir en comuni\u00f3n la vida de Dios. Creer en \u00e9l y en la realidad del encuentro con \u00e9l pasa por la consideraci\u00f3n de la fe como veh\u00edculo para el amor y la libertad.
    \nDesde el encuentro con Dios se abren las posibilidades del encuentro con los dem\u00e1s. Y viceversa. Compartir con otros la experiencia de fe en Dios crea comunidad y desde la propia fe se descubre una vocaci\u00f3n de encuentro, de convocaci\u00f3n, de Iglesia. La fe aparece entonces en una dimensi\u00f3n eclesial irrenunciable, ya que la fe no es posible sino en y por la Iglesia. As\u00ed entendemos el testimonio de Cristo garantizando que \u00abdonde est\u00e1n dos o tres reunidos en mi nombre, all\u00ed estoy yo en medio de ellos\u00bb (Mt 18, 20).
    \n 
    \nSe hace necesario en este punto hacer una referencia a la mediaci\u00f3n eclesial como aspecto fundamental del crecimiento en la fe. La Iglesia, comunidad de creyentes, desempe\u00f1a una funci\u00f3n pedag\u00f3gica para la fe. En la Iglesia, en la comunidad, la fe se alimenta, se robustece y se expresa. Nos referimos a una dimensi\u00f3n importante en todo itinerario de fe: la dimensi\u00f3n celebrativa. Es en la comunidad eclesial donde se proclama y se ilumina la vida con la Palabra de Dios, se explica su sentido y se despierta la fe. Esta dimensi\u00f3n celebrativa es expresi\u00f3n de la salvaci\u00f3n.
    \nSe debe tener en cuenta en el proceso de maduraci\u00f3n de la fe de los j\u00f3venes el delicado momento de la incorporaci\u00f3n a la comunidad. Se trata de un proceso que hay que acompa\u00f1ar y cuidar especialmente. Una acogida gradual, progresiva y sensible a los itinerarios de fe es fundamental a la hora de integrar a los j\u00f3venes en una comunidad. Cuando esto se produce, y el joven est\u00e1 en condiciones de celebrar la fe en comunidad, se puede tener cierta garant\u00eda de un proceso de educaci\u00f3n en la fe desarrollado en su totalidad.
    \n 
    \nDentro de la celebraci\u00f3n comunitaria, eclesial, convendr\u00e1 tener en cuenta la dimensi\u00f3n sacramental, ya que es en la comunidad y para la comunidad donde se celebran los sacramentos. Si con la incorporaci\u00f3n a la comunidad se considera avanzado el proceso de itinerario de fe, por la celebraci\u00f3n y plena participaci\u00f3n en los sacramentos, se considera desarrollado el proceso de plena incorporaci\u00f3n a la comunidad creyente. En este aspecto, resulta indicativo que la celebraci\u00f3n de los sacramentos no \u00abda\u00bb la fe, sino que la supone aunque la robustece y la alimenta. Por esto el proceso de itinerario de fe lleva a la comunidad y a la celebraci\u00f3n, pero no puede quemar etapas ni anticiparlas.
    \nLa incorporaci\u00f3n plena a una comunidad que celebra su fe se realizar\u00e1 en el momento oportuno. Tal vez gran parte de la actual confusi\u00f3n en cuanto a la praxis sacramental provenga de la insuficiente educaci\u00f3n en la fe de quienes reciben los sacramentos. Abrir\u00edamos un largo debate, aunque en este momento nos basta con afirmar en coherencia con nuestra propuesta de itinerario que no resulta convincente la incorporaci\u00f3n de los j\u00f3venes a la vida plena de la comunidad por otras razones que no tengan en cuenta el grado de asimilaci\u00f3n y vivencia de la fe.
    \n <\/p>\n

    7.2.\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/em>La fe se expresa y se alimenta en la oraci\u00f3n<\/em><\/h6>\n

     
    \nEn la comunidad creyente se establecen y se deben garantizar momentos intensos de oraci\u00f3n, en los que la educaci\u00f3n de la fe comienza a producir sus efectos en la vida de los j\u00f3venes. En la experiencia de la oraci\u00f3n se abren los ojos sobre la realidad de Dios y el misterio que es la propia existencia. En la oraci\u00f3n se ofrece y se recibe el testimonio de quienes se van preguntando ante Dios por el misterio que se alberga en cada ser humano y expresan con sencillez c\u00f3mo se orientan en la vida desde Dios. En la oraci\u00f3n se da la percepci\u00f3n de que la fe es obra de la voluntad que Dios tiene de amarnos con un amor personal. La oraci\u00f3n ser\u00e1 integrada en la propia vida cuando lleve las experiencias cotidianas ante Dios y desde \u00c9l se abra al compromiso por los valores del Reino.
    \n 
    \n 
    \nLa oraci\u00f3n, como expresi\u00f3n de la fe que escucha y reflexiona ante Dios, permite plantear cuestiones que escapan a la cotidiana inmanencia. Permite plantear la cuesti\u00f3n del m\u00e1s all\u00e1, la apertura al infinito, el rechazo de la finitud como l\u00edmite de la existencia. La oraci\u00f3n ense\u00f1a a ver nuestra propia existencia con los ojos de Dios, desde la fe. Y esta nueva visi\u00f3n sana de las cegueras de las que con tanta frecuencia en el mundo actual somos portadores: cerrarnos al misterio, no valorar en profundidad al otro, no conocernos a nosotros mismos, no saber leer los signos de los tiempos. Ver con los ojos de la fe, en la oraci\u00f3n, lleva a descubrir las nuevas posibilidades que el Esp\u00edritu de Dios ha puesto en nosotros. La fe nos abre a la posibilidad de un nuevo modo de vivir, esperar y recrear nuestra existencia desarrollando al m\u00e1ximo nuestro ser humano.
    \n <\/p>\n

      \n
    • 3. <\/strong>La fe compromete en solidaridad<\/strong><\/li>\n<\/ul>\n

       
      \nDesemboca este itinerario de incorporaci\u00f3n de la fe en un compromiso \u00e9tico de vivir conforme a lo que se experimenta en la relaci\u00f3n \u2013libremente aceptada\u2013 con Dios. La fe que se vive hace de la propia existencia un motivo viviente de credibilidad. La vida en relaci\u00f3n a la fe pone en acto la acogida que se hace de Dios. En cierto modo se entra en una dimensi\u00f3n de compromiso en el servicio a la fe. Servidores de la fe, puestos a su servicio en el sentido de seguir coherentemente cuanto desde ella se ha reconocido.
      \n 
      \nLa adhesi\u00f3n de fe a la verdad de la revelaci\u00f3n de Dios es acompa\u00f1ada por un comportamiento consecuente. Surge el compromiso, la alianza con el Dios que se nos ha revelado y cuyo mensaje hemos acogido vitalmente. Acoger a Dios en su Palabra afecta la existencia del creyente en la medida en que hace surgir lo que est\u00e1 enunciando. Se trata del valor de la Palabra pronunciada por Dios, capaz de transformar, liber\u00e1ndola, la existencia del hombre.
      \nLa fe en Dios compromete liberando. Uno de los servicios que presta es el de la verdad. Una fe profunda, sincera y aut\u00e9ntica est\u00e1 al servicio de la verdad y no renuncia a ello. Desde aqu\u00ed surgen importantes aplicaciones para la propia vida. Son los j\u00f3venes quienes de manera m\u00e1s atrevida afrontan el desaf\u00edo de la fe para cambiar tantas estructuras injustas, comprometi\u00e9ndose en proyectos de solidaridad con los m\u00e1s necesitados, a partir de las denuncias que la fe realiza de las situaciones de insostenible injusticia.
      \n <\/p>\n

        \n
      • 4. <\/strong>La fe ofrece razones para vivir y esperar <\/strong><\/li>\n<\/ul>\n

         
        \nDirigi\u00e9ndonos hacia una conclusi\u00f3n, es importante destacar que la fe no cercena, no disminuye las posibilidades humanas, ni las sustituye. La fe incorpora a la existencia nuevas razones integrantes,<\/em> sean espirituales, orantes, comunitarias, solidarias…, que desde la fe abren el horizonte a veces tan reducido y minimizado. La fe produce una recreaci\u00f3n de la propia existencia. Desde Dios, en di\u00e1logo, armon\u00eda y encuentro con \u00c9l, el hombre \u2013el joven de hoy\u2013 encuentra su posibilidad de realizaci\u00f3n, de afirmaci\u00f3n infinita. Desde la fe permite descubrir la novedad de la existencia cuando lanza hacia la libertad de ser felices desde el proyecto de Dios que no deja de ofrecer su amor gratuito y salvador. Dios es capaz de seducir con su proyecto una vez que ha sido aceptado el desaf\u00edo de entablar con \u00e9l una relaci\u00f3n de amistad, que llamamos fe.
        \nTal vez por esto merezca la pena iniciar itinerarios de acompa\u00f1amiento de la fe que lleven a los j\u00f3venes a preguntarse si no estar\u00eda bien dejar a Dios un espacio en la propia vida. Este ser\u00eda el comienzo de una Buena Noticia de salvaci\u00f3n. n
        \n\u00a0<\/strong>
        \nFrancisco Santos
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        [vc_row][vc_column][vc_column_text]Francisco Santos \u00a0 \u00a0 \u00a0 Pie Autor Francisco Santos es profesor del Instituto Superior de Teolog\u00eda \u00abDon Bosco\u00bb de Madrid.       \u00a0 \u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 S\u00edntesis del Art\u00edculo Arrancando del \u00abacto humano de fe\u00bb como un \u00abacto vital\u00bb, esto es, directamente entrelazado con las cuestiones del sentido de la propia existencia, el art\u00edculo describe la […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[675,676,94],"tags":[],"class_list":["post-10755","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-estudios-303","category-francisco-santos","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/10755"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=10755"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/10755\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=10755"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=10755"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=10755"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}