{"id":10781,"date":"2017-01-01T00:08:18","date_gmt":"2016-12-31T22:08:18","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=10781"},"modified":"2017-01-01T00:08:18","modified_gmt":"2016-12-31T22:08:18","slug":"taller-de-microrrelatos","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/taller-de-microrrelatos\/","title":{"rendered":"Taller de \u00abmicrorrelatos\u00bb"},"content":{"rendered":"
[vc_row][vc_column][vc_column_text]Jos\u00e9 J. G\u00f3mez Palacios
\n
\n <\/p>\n
\nEn este art\u00edculo se exponen los pasos a dar para desarrollar un \u00abTaller de microrrelatos\u00bb encaminado a la toma de conciencia sobre la situaci\u00f3n del menor en los inicios del siglo XXI. Se incluyen algunos ejemplos pr\u00e1cticos de los realizados por los alumnos y alumnas del Colegio Salesiano \u00abSan Antonio Abad\u00bb (Valencia).
\n
\nBajo el t\u00edtulo de \u00abTaller de microrrelatos\u00bb se ha desarrollado en el Colegio Salesiano \u00abSan Antonio Abad\u00bb de Valencia, una experiencia educativa destinada a adolescentes. El objetivo central de dicha experiencia consisti\u00f3 en tomar conciencia y expresar la lacerante situaci\u00f3n en la que se hallan los Derechos del Ni\u00f1o. Seg\u00fan el informe de Unicef \u00abEstado de la Infancia\u00bb, publicado anualmente, la situaci\u00f3n de los menores atraviesa momentos tan dif\u00edciles que podr\u00edan verse hipotecados los logros realizados por la humanidad en los \u00faltimos veinticinco a\u00f1os. La experiencia en cuesti\u00f3n se desarroll\u00f3 en tres etapas: recogida de informaci\u00f3n; an\u00e1lisis de la situaci\u00f3n; confecci\u00f3n de \u00abmicrorrelatos\u00bb.
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\n <\/p>\n
As\u00ed mismo cabe consultar el libro de Manuel Leguineche \u00abLos \u00e1ngeles perdidos\u00bb (Espasa, Madrid 1998). Entre m\u00faltiples noticias acerca de la situaci\u00f3n de los ni\u00f1os y ni\u00f1as del mundo se encuentran informes monogr\u00e1ficos tales como:<\/p>\n q Cristales de algod\u00f3n<\/strong> [vc_row][vc_column][vc_column_text]Jos\u00e9 J. G\u00f3mez Palacios Narran los J\u00f3venes En este art\u00edculo se exponen los pasos a dar para desarrollar un \u00abTaller de microrrelatos\u00bb encaminado a la toma de conciencia sobre la situaci\u00f3n del menor en los inicios del siglo XXI. Se incluyen algunos ejemplos pr\u00e1cticos de los realizados por los alumnos y alumnas […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[656,56,94],"tags":[],"class_list":["post-10781","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-dossier-300-301","category-jose-j-gomez-palacios","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/10781"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=10781"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/10781\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=10781"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=10781"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=10781"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\nLa experiencia debe iniciarse con una informaci\u00f3n previa a la que seguir\u00e1 una toma de conciencia. Los pasos a dar ser\u00e1n: investigaci\u00f3n, recogida de datos, verificaci\u00f3n de los mismos, puesta en com\u00fan y debate. Seg\u00fan afirma el informe anual de Unicef, gran parte de los menores que pueblan el planeta en los inicios del siglo XXI, se halla en una situaci\u00f3n extraordinariamente grave. Frente a esta problem\u00e1tica, quienes habitamos en los llamados \u00abpa\u00edses desarrollados\u00bb, solemos mostrar una cierta indiferencia por falta de informaci\u00f3n. La experiencia educativa nos dice que cuando se proporciona dicha informaci\u00f3n, la actitud de los adolescentes se transforma en inter\u00e9s y los sentimientos en compromiso. Basten algunos datos de las organizaciones Unicef y \u00abSave The Children\u00bb \u2013que consignamos a continuaci\u00f3n\u2013 para corroborar esta situaci\u00f3n de la infancia.
\n
\n1.1 Una voz de alerta<\/strong>
\n
\n\u00abEn los inicios del siglo XXI, hay en el mundo una abrumadora mayor\u00eda de ni\u00f1os y mujeres entre las personas que viven en la pobreza. Los ni\u00f1os y las mujeres tambi\u00e9n constituyen la inmensa mayor\u00eda de los civiles que resultan heridos y lesionados en los conflictos. Son los m\u00e1s vulnerables al contagio con el Vih\/Sida. Sus derechos, estipulados en la Convenci\u00f3n sobre los \u00abDerechos del Ni\u00f1o\u00bb, son conculcados cada d\u00eda. Las cantidades de tales transgresiones son tan grandes que ni siquiera es posible computarlas. Los \u00f3rganos gubernamentales, los grupos civiles, las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas, las Ongs, y los empresarios responsables \u2013as\u00ed como los propios ni\u00f1os y adolescentes\u2013, han entablado alianzas con el prop\u00f3sito de rectificar esos males. Dispuestos a avanzar para promocionar el bienestar de los ni\u00f1os del mundo, los representantes de estos grupos diferentes se congregar\u00e1n en una reuni\u00f3n extraordinaria en el oto\u00f1o del a\u00f1o 2001 en el \u00e1mbito de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
\nEl objetivo de esta reuni\u00f3n consiste en que todos los ni\u00f1os vivan una existencia plena y saludable, y que se aseguren y protejan sus derechos. Su compromiso es lograr que todos los reci\u00e9n nacidos comiencen su vida en condiciones saludables; que todos los ni\u00f1os de corta edad sean cuidados y atendidos; que todos los menores, incluidos los m\u00e1s pobres y los que est\u00e1n en situaci\u00f3n menos ventajosa, reciban educaci\u00f3n b\u00e1sica completa y de buena calidad, y que todos los adolescentes tengan oportunidad de desarrollarse plenamente y participar en la sociedad.
\n\u00a0<\/strong>
\n1.2 Sombr\u00edos relatos<\/strong>
\n
\nEn la \u00faltima d\u00e9cada del siglo XX, se consiguieron muchos logros en materia de sanidad y bienestar social. Pero en los inicios del siglo XXI hay sombr\u00edos relatos. No todas las personas han disfrutado de los frutos del progreso. Esos frutos han sido denegados especialmente a ni\u00f1os y mujeres. La situaci\u00f3n es alarmante. En los \u00faltimos 20 a\u00f1os, la econom\u00eda mundial ha crecido a un ritmo exponencial y, al mismo tiempo, el n\u00famero de personas que viven en la pobreza ha aumentado hasta 1.200 millones, es decir, una de cada cinco personas, incluidos 600 millones de ni\u00f1os.
\nCada d\u00eda que los pa\u00edses desarrollados dejan de cumplir sus obligaciones morales y pol\u00edticas, y de dar vigencia a los \u00abDerechos del Ni\u00f1o\u00bb, hay 30.500 ni\u00f1os y ni\u00f1as menores de 5 a\u00f1os que pierden la vida por causas susceptibles de prevenci\u00f3n. Y existen cantidades a\u00fan mayores de ni\u00f1os y de j\u00f3venes que sucumben a enfermedades, descuidos, accidentes y ataques que no tendr\u00edan que ocurrir. Por cada mes en que se aplaza una en\u00e9rgica campa\u00f1a para frenar la pavorosa pandemia de Vih\/Sida, se contagian 250.000 ni\u00f1os y j\u00f3venes. Cada a\u00f1o, pierden la vida 585.000 mujeres debido a complicaciones del embarazo y el parto que podr\u00edan haberse prevenido. Solamente el \u00faltimo a\u00f1o, 31 millones de refugiados y personas desplazadas quedaron atrapados en los conflictos que azotaron el mundo.
\nCada a\u00f1o en que los gobiernos omiten destinar los recursos necesarios para apoyar los servicios sociales b\u00e1sicos, se priva a millones de ni\u00f1os de los pa\u00edses en desarrollo de acceso al agua potable e instalaciones de saneamiento, as\u00ed como de servicios escolares y de salud que son vitalmente necesarios para que puedan sobrevivir y desarrollarse.
\nLas se\u00f1aladas son graves violaciones de los derechos de los ni\u00f1os y las mujeres y, en la medida en que persistan \u2013y que permanezcan invariables las circunstancias que las causaron\u2013, el desarrollo humano estar\u00e1 en peligro. Nunca hab\u00eda soportado nuestra humanidad tan elevado n\u00famero de ni\u00f1os malviviendo en la pobreza y sufriendo las m\u00e1s variadas y crueles vejaciones\u00bb.
\n
\n1.3 Para ampliar la informaci\u00f3n<\/strong>
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\nPara ampliar esta informaci\u00f3n se puede recurrir a las siguientes p\u00e1ginas web:<\/p>\n\n
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\nUna vez recogida la informaci\u00f3n, organizada, contrastada y debatida, se pasa a explicar la t\u00e9cnica del \u00abmicrorrelato\u00bb. Un microrrelato<\/em> es una narraci\u00f3n breve. Desarrolla una historia con principio y final. Estas narraciones no suelen exceder de medio folio. Su lenguaje debe ser conciso.
\n\u00a0<\/strong>
\n2.1. Microrrelatos con un lenguaje de \u00abmodulaci\u00f3n\u00bb<\/strong>
\n
\nNuestra cultura actual tiende a revestir las ideas abstractas. Suele encarnarlas en personajes y situaciones concretas. Los lenguajes filos\u00f3ficos, donde priman conceptos claros y distintos, efectos y causas… han ca\u00eddo en desuso. La nueva cultura popular, amamantada en las \u00abiconoesferas\u00bb que produce la televisi\u00f3n, prefiere im\u00e1genes que provocan sensaciones, que afectan a la emoci\u00f3n, que adquieren brillo propio mediante los subrayados sensacionalistas.
\nHoy en d\u00eda priman los \u00ablenguajes de modulaci\u00f3n\u00bb sobre los \u00ablenguajes alfab\u00e9ticos\u00bb. Es decir: aquellos lenguajes que acent\u00faan lo emotivo, lo concreto y lo din\u00e1mico tienen m\u00e1s predicamento que el desarrollo conceptual y abstracto de las ideas. Se habla m\u00e1s a la emoci\u00f3n que a la raz\u00f3n.
\nLa influencia del universo audiovisual ha terminado por incidir tambi\u00e9n en la Galaxia de Gutemberg. Asistimos a un estilo de informaci\u00f3n escrita que potencia lo sensorial, lo din\u00e1mico, lo narrativo, lo emotivo, lo sensacional… La literatura period\u00edstica ha terminado por imponer un estilo de redacci\u00f3n de frases breves y narraciones menos ret\u00f3ricas. A todo ello hay que sumar nuevos efectos de maquetaci\u00f3n, textura de papeles, tama\u00f1o de t\u00edtulos y titulares, espacios en blanco…
\nNuestra \u00abTaller de microrrelatos\u00bb tendr\u00e1 en cuenta todos estos elementos derivados de una nueva cultura m\u00e1s vertiginosa y sensacionalista que nos sumerge en \u00ablos lenguajes de modulaci\u00f3n\u00bb.
\n
\n2.2. La gram\u00e1tica de la fantas\u00eda<\/strong>
\n
\nUn Taller de \u00abmicrorrelatos\u00bb no pretende relatar, de forma fr\u00eda, las experiencias que han impactado en el proceso de informaci\u00f3n y toma de conciencia. Hay que sumergirse en la situaci\u00f3n, vivirla y describirla desde dentro. Para ello se han sugerido a los participantes dos t\u00e9cnicas:
\n
\nq La autobiograf\u00eda fant\u00e1stica<\/strong>
\nMediante esta t\u00e9cnica el autor o autora del \u00abmicrorrelato\u00bb se sit\u00faa en el interior del personaje a describir, y de forma autobiogr\u00e1fica, expresa sus sentimientos y situaciones. Para realizar adecuadamente los microrrelatos con este soporte narrativo, se precisa una informaci\u00f3n previa de lugares geogr\u00e1ficos, nombres aut\u00f3ctonos, elementos socioculturales… a fin de hacer cre\u00edble el personaje y la situaci\u00f3n en la que se desenvuelve. Por ejemplo: si voy a contar, en primera persona, la historia de una muchacha de un pa\u00eds africano, deber\u00e9 informarme sobre alguna ciudad de dicho pa\u00eds, los nombres propios que reciben las chicas de ese lugar, las costumbres… de tal forma que mi relato resulte cre\u00edble.
\n
\nq El realismo fant\u00e1stico<\/strong>
\nEsta segunda posibilidad narrativa consiste en lo siguiente: un objeto narra, como si cobrara vida, una experiencia de la que \u00e9l es el protagonista. Por ejemplo: para describir la terrible situaci\u00f3n de las \u00abminas antipersona\u00bb y los efectos que causan en los menores, el autor o autora prestar\u00e1 su voz a una \u00abmina antipersona\u00bb para que sea ella quien relate sentimientos y vicisitudes vividas. Mediante este artificio literario se consigue una gran vivacidad y originalidad en la narraci\u00f3n. Es como si mostr\u00e1ramos la realidad desde un \u00e1ngulo de vista distinto al habitual. Si se utiliza esta t\u00e9cnica, conviene facilitar al lector, desde el principio, de qu\u00e9 objeto se trata. De lo contrario pueden resultar microrrelatos de dif\u00edcil comprensi\u00f3n.
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\n <\/p>\n\n
\nEn el \u00abTaller de microrrelatos\u00bb particip\u00f3 algo m\u00e1s de un centenar de adolescentes en edades comprendidas entre los 15 y 16 a\u00f1os. La investigaci\u00f3n, la recogida de datos y los debates previos, aportaron elementos suficientes para elaborar interesantes y creativas narraciones que abarcaron la amplia problem\u00e1tica en la que se hallan sumergidos millones de ni\u00f1os y ni\u00f1as.
\nLa cuidada expresi\u00f3n literaria de muchos de ellos estuvo compaginada con una toma de conciencia y sensibilizaci\u00f3n sobre los problemas que trataban. A modo de ejemplificaciones presentamos una selecci\u00f3n del \u00abTaller de microrrelatos\u00bb con la esperanza que sirvan de soporte para iniciativas educativas similares. Al final del texto de cada \u00abmicrorrelato\u00bb aparece el nombre del autor o autora y la tem\u00e1tica y t\u00e9cnica utilizadas.
\n <\/p>\n\n
\n
\nMe fabricaron para ser cristal de ventana. Y de cristal ejerc\u00ed durante treinta a\u00f1os en la negra habitaci\u00f3n de un orfanato de Mosuckro, en \u00c1frica. Siendo consciente de la clandestinidad del habit\u00e1culo, conoc\u00ed durante este tiempo la oscuridad. Pero no esa oscuridad plagada de estrellas en la que reposan los pa\u00edses desarrollados.
\nDurante esos largos a\u00f1os observ\u00e9 compadecido a tantos ni\u00f1os que, en su sufrimiento, buscaban a trav\u00e9s de m\u00ed un trocito de paisaje con el que evadirse, desgast\u00e1ndome con la mirada. Ellos nunca pensaron que yo era testigo de lo que all\u00ed dentro se hac\u00eda, ni de que aquella misma tarde ser\u00eda yo quien participara en la mutilaci\u00f3n.
\nCuando me vi convertido en un trozo de cristal roto y sucio quise ablandarme, volverme de algod\u00f3n. Dese\u00e9 no rozar los genitales de aquella ni\u00f1a, evitar que la peque\u00f1a perdiera el don m\u00e1s \u00edntimo de la vida: su sexualidad. Me arrojaron al suelo. Furioso, hecho pedazos, pretend\u00ed rajarle el rostro a la vieja, deseando arrojar por tierra la absurda tradici\u00f3n de la ablaci\u00f3n. Llor\u00e9 de impotencia. Nac\u00ed para ser cristal ventana, como tantos otros cristales… Gritos, tajos, dolor, sangre. La muerte. Tambi\u00e9n a ella la hab\u00eda visto antes.
\n\u00a0<\/em>
\nClara Luc\u00eda Tronch Lizarbe (15 a\u00f1os)<\/em>
\nTem\u00e1tica:<\/em> \u00abAblaci\u00f3n\u00bb. T\u00e9cnica:<\/em> Realismo fant\u00e1stico.
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\n
\nq Recuerdos de una mujer sin rostro<\/strong>
\nMi nombre es Namita Akter y nac\u00ed en un pueblecito del sudoeste de Bangla Desh, llamado Khulna. Nacer en aquel lugar, formado por una extensa llanura aluvial, fue una terrible maldici\u00f3n. Durante toda mi infancia sufr\u00ed la tiran\u00eda de mis propios padres, que me maltrataban y explotaban por el simple hecho de ser ni\u00f1a. M\u00e1s tarde tuve que soportar los abusos de mis propios hermanos que se cre\u00edan superiores a m\u00ed. Yo era una ni\u00f1a de familia pobre, delgada, pero muy guapa. Los recuerdos que constituyen mi infancia no son agradables, pero no puedo borrarlos y olvidarme de ellos. A medida que crec\u00eda, aumentaban m\u00e1s mis obligaciones y disminu\u00edan mis derechos. No hab\u00eda d\u00eda en que no me acostara llena de golpes, ara\u00f1azos e incluso heridas. Yo no pod\u00eda negarme a ser la esclava de mi familia; ten\u00eda asumido que era un ser inferior; nacida para servir.
\nLa \u00faltima etapa de mi pesadilla tuvo como due\u00f1o absoluto a Shafiqui Alam, un joven rico de Khulna que pretendi\u00f3 casarse conmigo. Yo me negu\u00e9. Y una noche de invierno fr\u00eda y solitaria, cuando estaba con mi familia en el comedor, apareci\u00f3 \u00e9l. Sin pronunciar palabra se dirigi\u00f3 a m\u00ed y roci\u00f3 mi cara con \u00e1cido sulf\u00farico. Fue castigado por la ley a siete a\u00f1os de c\u00e1rcel, pero Shafiqui soborn\u00f3 al juez con 10.000 takas y consigui\u00f3 la libertad. La botella que utiliz\u00f3 aquel hombre sin rostro, cost\u00f3 300 takas y destruy\u00f3 completamente mi vida.
\nDebido al \u00e1cido sulf\u00farico, a mi rostro le falta un ojo y no puedo casi hablar. Hay miles de personas que se han quedado en el camino, v\u00edctimas de los cr\u00edmenes de hombres s\u00e1dicos y alocados. Yo he luchado por la libertad y por los derechos de la mujer, y voy a continuar haci\u00e9ndolo durante el resto de mi vida.
\n\u00a0<\/em>
\nMilagros Mart\u00ednez Lorente (15 a\u00f1os)<\/em>
\nTem\u00e1tica:<\/em> Situaci\u00f3n de la mujer en Asia. T\u00e9cnica:<\/em> Autobiograf\u00eda fant\u00e1stica
\n
\nq \u00abSilencio\u00bb<\/strong>
\n
\nSus manos est\u00e1n te\u00f1idas con el color de la muerte. Con ellas ha llevado a cabo un trabajo casi diario que comenz\u00f3 cuando ten\u00eda s\u00f3lo once a\u00f1os. Sus amigos le llaman \u00abSilencio\u00bb porque hace callar, de manera r\u00e1pida y eficaz, las voces de aquellos que hablan demasiado. Su verdadero nombre es Ketton. A los pocos d\u00edas de que su madre diera a luz a su cuarto hermano, los guerrilleros de una zona de Nigeria incendiaron su poblado, violaron a las mujeres y a las ni\u00f1as y pasaron a cuchillo a todos los hombres que se negaron a unirse a la guerrilla. Entre ellos estaban los hermanos y el padre de Ketton. \u00c9l los vio caer al suelo como simples sacos de harina. Ante sus propios ojos uno de los soldados les cort\u00f3 brutalmente el cuello con un machete. \u00abHan hablado demasiado. T\u00fa deber\u00e1s aprender a callar\u00bb.
\nKetton fue obligado a acompa\u00f1ar a aquel hombre hasta el cami\u00f3n que les conducir\u00eda al campamento. All\u00ed fue entrenado para matar y eliminar a aquellos que no deb\u00edan haber existido nunca, y cuyas palabras no deber\u00edan haberse escuchado. Pas\u00f3 a\u00f1os enteros enrolado en la guerrilla. Poco a poco fue olvid\u00e1ndose del valor de la vida, de sus padres, de sus recuerdos, y pensando s\u00f3lo en que deb\u00eda sobrevivir siendo el mejor en su trabajo.
\nPor sus manos de ni\u00f1o guerrillero han rodado las cabezas de otros ni\u00f1os, de hombres, e incluso de ni\u00f1as. Siempre deja un rastro inconfundible: el silencio.
\n\u00a0<\/em>
\nRaquel Jord\u00e1 Bres\u00f3 (15 a\u00f1os)<\/em>
\nTem\u00e1tica:<\/em> Los ni\u00f1os de la guerra. T\u00e9cnica:<\/em> Autobiograf\u00eda fant\u00e1stica
\n
\nq Una cuna para las ni\u00f1as de China<\/strong>
\n
\nLlevo toda mi vida aqu\u00ed en China. Me han movido dos o tres veces del lugar que ocupo. Soy fuerte. Me construyeron con madera de buena calidad. Mi \u00fanica utilidad es sostener sobre mi lomo a cuatro, cinco y hasta seis ni\u00f1as reci\u00e9n nacidas. Me gustar\u00eda sostener tan s\u00f3lo a una ni\u00f1a, y tratarla como a una reina. Disponer de un colch\u00f3n, un pa\u00f1al, un pijama digno y una manta limpia y muy bonita. Pero creo que jam\u00e1s podr\u00e9 conseguir mi sue\u00f1o, porque soy una cuna fr\u00eda, oscura, inc\u00f3moda… La cuna de un orfanato clandestino.
\nNo puedo hacerme a la idea de tener que terminar aqu\u00ed mis d\u00edas. Todas y cada una de mis astillas tienen clavados momentos duros y escalofriantes que me gustar\u00eda no haber vivido nunca. Cada d\u00eda traen nuevas ni\u00f1as reci\u00e9n nacidas que ni tan siquiera son lavadas. Directamente son envueltas en dos mantas y arrojadas sobre el cuerpo de madera de otras tantas cunas hermanas m\u00edas.
\nMe siento impotente al no poder hacer nada. Cada d\u00eda veo los ojos almendrados de las ni\u00f1as abandonadas; condenadas a no ser nadie. Me gustar\u00eda poder evitar todo el mal que sufren estas peque\u00f1as por el hecho de haber nacido en China. Ni\u00f1as olvidadas para siempre por el hecho de haber nacido en un pa\u00eds donde s\u00f3lo se puede tener un hijo… y donde ser ni\u00f1a es una maldici\u00f3n.
\n\u00a0<\/em>
\nPaula Malt\u00e9s Romero (15 a\u00f1os)<\/em>
\nTem\u00e1tica:<\/em> Situaci\u00f3n de las ni\u00f1as en China. T\u00e9cnica:<\/em> Realismo fant\u00e1stico.
\nq Sue\u00f1os rotos<\/strong>
\n
\nAnhelo ser libre alg\u00fan d\u00eda. No quiero seguir as\u00ed; no puedo seguir as\u00ed… Cuando los primeros rayos de sol iluminan mi poblado, me pongo en pie. Doy un beso a mi hermana peque\u00f1a que duerme tranquila. Me gusta su respiraci\u00f3n: regular, inocente, que no conoce el todav\u00eda el dolor del esfuerzo… Tras recorrer un largo camino llego a la mina. Es all\u00ed donde trabajo y donde cada d\u00eda muere un poquito de mi alma.
\nBueno, a\u00fan no me he presentado. Me llamo Miguelito. Trabajo en la mina del pueblo vecino. O lo que es lo mismo, en una intrincada red de t\u00faneles asfixiantes, llenos de polvo, suciedad, agobio, oscuridad… Bajar a la mina me da miedo… Arrastro vagonetas que chirr\u00edan sobre ra\u00edles tendidos en t\u00faneles oscuros. Tengo nueve a\u00f1os. Aunque cre\u00e1is que es mentira, a mis nueve a\u00f1os no s\u00e9 lo que es jugar. Desde que era bien peque\u00f1o, comenc\u00e9 a trabajar del alba hasta el anochecer. Trabajo porque quiero mucho a mi madre y a mi hermana. Necesitamos el dinero para sobrevivir.
\nNo s\u00e9 lo que es jugar, pero en mis a\u00f1os de trabajo no ha habido una sola noche en la que no haya so\u00f1ado con un bal\u00f3n, una sonrisa, un amigo, un colegio… Cuando salgo de la mina no veo el sol: fuera ya est\u00e1 oscuro. Entonces me refugio en mi mundo de sue\u00f1os. Seguir\u00e9 trabajando para mi familia, para mejorar, para jugar, para superar mis miedos. Dentro de unos a\u00f1os no so\u00f1ar\u00e9 mi vida; vivir\u00e9 mi sue\u00f1o…
\n(Miguelito muri\u00f3 a los 12 a\u00f1os. La vagoneta que arrastraba descarril\u00f3 y le aplast\u00f3. El a\u00f1o que viene, su hermana seguir\u00e1 sus mismos pasos).<\/em>
\nMar\u00eda Serrano Mart\u00ednez (15 a\u00f1os)<\/em>
\nTem\u00e1tica:<\/em> Explotaci\u00f3n laboral infantil. T\u00e9cnica:<\/em> Autobiograf\u00eda fant\u00e1stica.
\nq Los ojos del baobab<\/strong>*
\n
\nTodav\u00eda no ha amanecido. Mis hojas pronto se orientar\u00e1n hacia el sol que asciende lentamente. Mientras tanto, entre mis ra\u00edces, comienza a retumbar el sonido mon\u00f3tono de cada d\u00eda. Son las j\u00f3venes azadas que danzan al tictac del capataz. Mis hojas se estremecen escuchando los lamentos callados y las l\u00e1grimas de los ojos claros de aquellos peque\u00f1os \u00e1ngeles de la tierra que trabajan a mis pies.
\nSe detiene el mon\u00f3tono ruido del trabajo. Tan s\u00f3lo un pu\u00f1ado de ma\u00edz para comer. Los muchachos no tienen suficiente para reponer las fuerzas. Comen con ansiedad. Con la escasa comida, termin\u00f3 el sue\u00f1o de los ni\u00f1os. Se reanuda el trabajo. Vuelta al sufrimiento, al ruido de los golpes, a los chasquidos secos que padecen como rutina.
\nAnochece. Mis ojos de \u00e1rbol gigante, de puntillas sobre la sabana africana, no se podr\u00e1n cerrar hasta que los camiones, llenos de esfuerzo y pocos a\u00f1os, marchen al pueblo. Mi tristeza es mayor que el n\u00famero de anillos que tiene mi tronco. Llegar\u00e1n nuevos d\u00edas, nuevas generaciones\u2026 y yo seguir\u00e9 aqu\u00ed sin poder descansar. [* Baobab:<\/em> \u00e1rbol de \u00c1frica. Mide m\u00e1s de 12 metros de altura. Tiene un grueso tronco que puede alcanzar los 10 metros de circunferencia. Flores grandes y blancas. Frutos capsulares y carnosos].
\n\u00a0<\/em>
\nLuc\u00eda L\u00f3pez de Ocariz y Esther Terr\u00e9n Gil (15 a\u00f1os)<\/em>
\nTem\u00e1tica:<\/em> Explotaci\u00f3n laboral infantil. T\u00e9cnica:<\/em> Realismo fant\u00e1stico.
\nq La historia del bal\u00f3n \u00abNike Geo\u00bb<\/strong>
\n
\nMi nombre es Nike Geo. Soy un bal\u00f3n. Llevo casi un a\u00f1o con Luis. Todos los d\u00edas nos divertimos mucho jugando. Pero intuyo que me queda poco tiempo de vida. Se me est\u00e1 cayendo la piel a trozos y tengo varias magulladuras. Antes de llegar a las manos de Luis anduve un largo camino que quiero relatarte.
\nComo bien sabr\u00e1s, soy hijo de la multinacional Nike. Nac\u00ed en Thailandia. Sal\u00ed de las manos de un peque\u00f1o ni\u00f1o del que no s\u00e9 su nombre. S\u00f3lo s\u00e9 que era m\u00e1s peque\u00f1o que Luis. Cuando vi por primera vez su cara descubr\u00ed tristeza y cansancio en sus peque\u00f1os ojos. En aquella f\u00e1brica hab\u00eda cientos de ni\u00f1os peque\u00f1os. Todos sufr\u00edan la misma rutina, como peque\u00f1as m\u00e1quinas automatizadas. Ellos eran los encargados de darnos vida. Se levantaban a las cinco de la ma\u00f1ana. Entonces unos hombres mayores les repart\u00edan el material. Nunca vi a ning\u00fan capataz decir una palabra amable a cualquiera de los ni\u00f1os. Los peque\u00f1os comenzaban sus labores al amanecer. Sacaban sus agujas. Cos\u00edan parches de cuero como peque\u00f1os aut\u00f3matas.
\nHacia el mediod\u00eda tomaban el primer bocado. Sol\u00eda ser una pasta que les serv\u00edan en cuencos de madera. Muchos de los ni\u00f1os ten\u00edan que comer con las manos. No ten\u00edan derecho a protestar. Las quejas se castigaban con golpes y falta de comida. Un buen d\u00eda nos metieron en cajas y nos llevaron a un cami\u00f3n. Me llev\u00e9 una gran sorpresa cuando nos vendieron por trescientas pesetas. Despu\u00e9s de un largo trayecto, llegamos a un aeropuerto. Salimos rumbo a Espa\u00f1a. Nos apilaron en un gran almac\u00e9n. A los cinco d\u00edas me trasladaron a una tienda.
\nA m\u00ed me expusieron en un gran escaparate pulcro y muy bien decorado. Todos los d\u00edas observaba c\u00f3mo ni\u00f1os bien vestidos me miraban con ojos brillantes. Una tarde se acerc\u00f3 un chaval con su madre. \u2013\u00abQuiero \u00e9ste\u00bb, dijo el ni\u00f1o. Y me se\u00f1al\u00f3. Una chica joven me sac\u00f3 y me meti\u00f3 en una bolsa de pl\u00e1stico. Yo ve\u00eda al chaval ilusionado. Escuch\u00e9 como la chica dijo: \u2013\u00abSon nueve mil pesetas\u00bb. Me qued\u00e9 at\u00f3nito. Yo nac\u00ed por trescientas pesetas, y ahora val\u00eda mucho m\u00e1s de lo que nunca imagin\u00e9…
\n\u00a0<\/em>
\nAlberto Blas y David Latorre (15 a\u00f1os)<\/em>
\nTem\u00e1tica:<\/em> Explotaci\u00f3n laboral infantil. T\u00e9cnica:<\/em> Realismo fant\u00e1stico.
\nq S\u00f3lo un perro<\/strong>
\n
\n\u00a1Es \u00e9l! \u00a1Viene hacia aqu\u00ed!… No, no… ya se marcha… Por hoy, mi due\u00f1a se libra de otra paliza. Cada noche veo a mi due\u00f1a nerviosa y atemorizada. Cuando David (mi due\u00f1o) llega de trabajar, la aborda con preguntas est\u00fapidas. Mi due\u00f1a, no sale nunca de casa. S\u00f3lo para sacarme al parque a que haga mis necesidades. Pero, David insiste en que ella se ve con otros hombres. Ella lo niega. Y es ah\u00ed cuando comienza todo. Yo me escondo debajo de la cama. No me atrevo ni siquiera a ladrarle. En esos momentos, s\u00f3lo ellos se encuentran en la casa. Yo estoy ausente.
\nSiempre ocurre lo mismo: la empuja, la insulta, la da pu\u00f1etazos donde sea… Da igual, el caso es pegar. El resultado son los moratones por todo el cuerpo que mi due\u00f1a intenta ocultar con verg\u00fcenza. Temo por la vida de mi due\u00f1a. Hasta que un d\u00eda, una tarde de s\u00e1bado, en la que mi due\u00f1a estaba d\u00e1ndome de comer, David se acerc\u00f3 a ver que hac\u00edamos. Sin motivo alguno, la cogi\u00f3 bruscamente del brazo y se la llev\u00f3 a la habitaci\u00f3n.
\nO\u00ed golpes, gritos… y muchas m\u00e1s cosas que me dejaron asombrado. Lleg\u00f3 un momento, en el que la estridente lucha termin\u00f3. Se hizo un silencio absoluto. Yo estaba asustado. Me acerqu\u00e9 sigilosamente hasta la puerta, cuando de repente mi due\u00f1o, fuera de s\u00ed, me grit\u00f3: \u00a1\u00abQue haces aqu\u00ed maldito chucho\u00bb!
\nFue tal la patada que me dio, que rod\u00e9 por el suelo de la habitaci\u00f3n. Mi aullido de dolor fue escuchado por todos los vecinos de la finca. Ahora estoy en el veterinario. Me parece que ya es de noche. Todo ha acabado. Ayer escuch\u00e9 decir al hombre que me cuida: \u00abPobrecito. Ahora te quedar\u00e1s conmigo. Lo has pasado muy mal, \u00bfeh?\u00bb. No s\u00e9 que habr\u00e1 sido de David. En realidad no me importa… Pero, mi due\u00f1a, mi querida due\u00f1a… descansa en paz.
\n\u00a0<\/em>
\nPablo Pardo Su\u00e1rez (15 a\u00f1os)<\/em>
\nTem\u00e1tica: Violencia dom\u00e9stica. T\u00e9cnica:<\/em> Realismo fant\u00e1stico.
\n
\nq Sobraba en mi familia<\/strong>
\n
\nNac\u00ed en China. Crec\u00ed en una peque\u00f1a aldea de campesinos. Yo \u00absobraba en mi familia\u00bb. Cada familia s\u00f3lo pod\u00eda tener un hijo y yo sobrepasaba ese n\u00famero. Mi madre no contaba conmigo hasta que cumpli\u00f3 los cuatro meses de embarazo. No quer\u00eda abortar porque eran m\u00e9todos clandestinos y ten\u00eda miedo a morir, adem\u00e1s ya sent\u00eda que yo formaba parte de ella.
\nTodos los ni\u00f1os de mi edad iban a la escuela diariamente, pero yo acompa\u00f1aba a mi madre a recoger arroz. Cuando me pon\u00eda enferma jam\u00e1s iba al m\u00e9dico porque no estaba registrada. Yo no era nadie. Cuando cumpl\u00ed los diez a\u00f1os, mis padres me vendieron a un hombre extranjero que les promet\u00eda una vida mejor para m\u00ed. Para mi padre fue un alivio deshacerse de m\u00ed porque ya no corr\u00eda ning\u00fan peligro ante las autoridades, y era una boca menos que alimentar.
\nEste hombre me llev\u00f3 con \u00e9l a otro pa\u00eds; un pa\u00eds mucho m\u00e1s desarrollado que el m\u00edo. Me puso en un burdel de ni\u00f1as prostitutas donde me obligaban a pasearme desnuda con un n\u00famero en la espalda. Hombres extranjeros me eleg\u00edan cada noche y pagaban por m\u00ed altas cantidades de dinero que nunca llegaba mis manos. Aquella situaci\u00f3n me daba asco, pero si no obedec\u00eda me pegaban y me drogaban para que me calmara. Muchas chicas se resistieron y acabaron muertas por sobredosis o por un disparo en el callej\u00f3n del burdel. Yo sigo aqu\u00ed en la misma situaci\u00f3n, prefiero no arriesgar mi vida.
\n\u00a0<\/em>
\nAmparo Cortina M\u00e1\u00f1ez (15 a\u00f1os)<\/em>
\nTem\u00e1tica:<\/em> Prostituci\u00f3n infantil. T\u00e9cnica:<\/em> Autobiograf\u00eda fant\u00e1stica.
\n
\nq Mischa<\/strong>
\n
\nMischa, tumbada sobre un mont\u00f3n de paja sucia, despert\u00f3 al sentir un t\u00edmido rayo de sol sobre su carita. Durante unos momentos se neg\u00f3 a levantarse. Deseaba seguir so\u00f1ando. Su sue\u00f1o hab\u00eda sido tan real… Hab\u00eda visto a pap\u00e1, sentado en el suelo fumando en su pipa. Mam\u00e1 estaba cosiendo y su hermanito corr\u00eda por fuera de la modesta casita. A Ar\u00fan, su hermano de dos a\u00f1os, le gustaba mucho correr con sus piernecitas cortas y regordetas. Casi no hac\u00eda otra cosa, excepto sonre\u00edr. Eso tambi\u00e9n le encantaba. Mischa se pregunt\u00f3 cu\u00e1nto tiempo habr\u00eda pasado desde que se fue. No sab\u00eda contar, y aunque hubiese sabido, ya habr\u00eda perdido la cuenta de los d\u00edas.
\nOy\u00f3 al encargado gritar: \u00a1Despertaos! y de mala gana, se incorpor\u00f3. Todav\u00eda le dol\u00edan las mejillas y los hombros por culpa de aquel turista de ayer. El encargado, al pasar por su lado, le pregunt\u00f3 que qu\u00e9 era eso. T\u00edmidamente, Mischa le cont\u00f3 c\u00f3mo le hab\u00eda pegado el turista, dici\u00e9ndole que si gritaba, la matar\u00eda. El encargado se puso furioso. Le dijo que no ten\u00eda que hacer caso de eso, y que hoy no podr\u00eda trabajar. Se enfad\u00f3 tanto que empez\u00f3 a pegarle. Mischa, peque\u00f1a para su edad, no se resisti\u00f3. El encargado no paraba, y de pronto… Mischa se sinti\u00f3 maravillosamente. Ya no ve\u00eda nada, s\u00f3lo a su hermano corriendo y riendo alrededor de la casa.
\nEn el burdel de Bangkok, el resto de chicas miraba el cuerpecito inerte de Mischa, que no volver\u00eda a levantarse. Ella, con la cara desencajada por los golpes, sonre\u00eda a su hermano peque\u00f1o.
\n\u00a0<\/em>
\nKrysia Cogollos Latham-Koenig (15 a\u00f1os)<\/em>
\nTem\u00e1tica:<\/em> Prostituci\u00f3n infantil. T\u00e9cnica:<\/em> Autobiograf\u00eda fant\u00e1stica
\n
\nq La tienda de campa\u00f1a de unos refugiados<\/strong>
\n
\nCerca de la ciudad de Chuadanga, al oeste de Bangla Desh, viven refugiadas tres familias procedentes de Sri Lanka. Por lo que comentaron durante el viaje, en una miserable embarcaci\u00f3n, en su tierra hab\u00eda mucha miseria. Por m\u00e1s que se mataban a trabajar, no consegu\u00edan suficientes monedas para dar de comer a todos sus hijos.
\nCuando llegaron al puerto, todos corrieron hasta alejarse de los n\u00facleos de poblaci\u00f3n. Durante muchos d\u00edas, me desplegaron y montaron en diferentes lugares… Hasta que me montaron por \u00faltima vez aqu\u00ed, en Chuadanga. Por las ma\u00f1anas, los tres hombres se iban y las mujeres se quedaban a cuidar de los siete peque\u00f1os. Al principio todo iba bien, ya que los hombres tra\u00edan dinero y comida. Pero \u00e9stos \u00faltimos d\u00edas todo ha cambiado: las familias viven asustadas porque los hombres han sido amenazados por ser extranjeros. Les roban el dinero que ganan.
\nAhora se vive un ambiente de tensi\u00f3n y rabia contenida dentro de m\u00ed. Los ni\u00f1os tienen hambre porque desde que comenzaron las amenazas no han comido nada. Esta noche los hombres no han vuelto todav\u00eda, y ya es muy tarde… \u00bfPero qu\u00e9 ocurre? \u00a1Alguien me est\u00e1 cortando con un machete! Me caigo al suelo, los palos que me sujetan se han roto… \u00bfQu\u00e9 pasa? Oigo voces extra\u00f1as… S\u00ed, est\u00e1n gritando a las madres; parece que les pegan. Los ni\u00f1os lloran desconsoladamente… Se oyen disparos. El llanto de los ni\u00f1os se ha callado s\u00fabitamente. Ahora s\u00f3lo escucho los gritos de s\u00faplica de las tres mujeres para que no les arranquen sus vestidos…
\nYo me caigo lentamente. Poco a poco voy cubriendo los cuerpos sin vida de los siete ni\u00f1os, mientras los gritos y el llanto de las madres se clavan en m\u00ed.
\n\u00a0<\/em>
\nAlicia Mart\u00ednez Varea (15 a\u00f1os)<\/em>
\nTem\u00e1tica:<\/em> Inmigraci\u00f3n. T\u00e9cnica:<\/em> Realismo fant\u00e1stico.
\nq Jard\u00edn de l\u00e1grimas<\/strong>
\n
\nSoy un frasco de perfume de jazm\u00edn. Gusto a muchas personas por mi olor, por mi color, por mi fragancia… Estoy en los ambientadores y en los finos frascos de cristal que se apilan sobre la estanter\u00eda del cuarto de ba\u00f1o… Para que me conozcan mejor, les contar\u00e9 mi historia.
\nCuando era una planta de jazm\u00edn, nac\u00ed y viv\u00ed cerca de El Cairo. Al norte de esta ciudad existen unos inmensos cultivos de jazmineros: \u00e9se fue mi primer hogar. Mis compa\u00f1eras y yo vivimos bien y somos felices, pero no vean c\u00f3mo nos entristecemos y nos avergonzamos, cuando en las primeras semanas de primavera, durante las fr\u00edas noches, decenas de ni\u00f1os y ni\u00f1as de seis a ocho a\u00f1os recogen nuestras flores para echarlas en grandes capazos que apenas si pueden arrastrar.
\nNo se imaginan lo duro que es ver a estas pobres criaturas hambrientas, sedientas, agotadas, vestidas con harapos, descalzas, heladas… deseando que amanezca para ir a dormir; unos pocos a su casa y los dem\u00e1s en la calle. Sufrimos mucho viendo esos ojos oscuros, tristes y llenos de dolor; ojos que piden ayuda a gritos y a los que nadie escucha. En la plantaci\u00f3n trabajan cientos de ni\u00f1os y ni\u00f1as porque sus menudos cuerpos y sus finos dedos recogen con facilidad nuestras flores para despu\u00e9s llevarlas a las f\u00e1bricas y elaborar perfumes y esencias. Mano de obra barata la de los ni\u00f1os esclavos.
\nEs doloroso escuchar a los capataces dando \u00f3rdenes, chillando, peg\u00e1ndoles sin concederles un solo minuto de descanso… Todo esto ocurre sin que yo pueda decir a esos ni\u00f1os que descansen, que ya seguir\u00e1n ma\u00f1ana, que no lloren m\u00e1s. Cu\u00e1nto me gustar\u00eda poder gritar a los capataces que se callen, que se est\u00e9n quietos, que si quieren jazm\u00edn que lo cojan ellos…
\nAhora que ya conocen mi historia \u00ab\u00bfDe verdad creen que vale la pena perfumarse con mi perfume y ambientar sus casas con mis esencias?\u00bb.
\n\u00a0<\/em><\/strong>
\nIsabel Climent y Andrea Codo\u00f1er (15 a\u00f1os)<\/em>
\nTem\u00e1tica:<\/em> Explotaci\u00f3n laboral infantil. T\u00e9cnica:<\/em> Realismo fant\u00e1stico.
\n
\nq Sombrero de copa<\/strong>
\n
\nCuando la \u00fanica visi\u00f3n que tienes de la vida es a trav\u00e9s de un cristal, colocado sobre la fr\u00eda cabeza de un maniqu\u00ed, pocas elecciones puedes hacer en tu existencia. Comenc\u00e9 mi andadura por este mundo sirviendo a uno de los m\u00e1s poderosos se\u00f1ores de esta ciudad. Acompa\u00f1ado por elegantes ropas, fui durante a\u00f1os el centro de atenci\u00f3n de multitudes hist\u00e9ricas y pol\u00edticos con trajes impecables y corbatas de seda .
\nMi vida se convirti\u00f3 en un mon\u00f3tono desfile ante payasos disfrazados de dioses. Y un buen d\u00eda el destino me dio una sorpresa: Una simple r\u00e1faga de viento cambi\u00f3 mi existencia. Fui a parar a manos de un tal Perico. Perico era un pobre vagabundo que sobreviv\u00eda de limosnas y a quien la bebida le ganaba frecuentemente la batalla. Dorm\u00eda con otro grupo de vagabundos debajo de un puente. Aguantaba junto a un bid\u00f3n que resoplaba infernales llamas para hacer m\u00e1s tibia la soledad de las duras noches de invierno.
\nDurante esa \u00e9poca ejerc\u00ed como cesta para pedir limosna, como almohada y como \u00fanico amigo de las alucinaciones de un pobre anciano. He de reconocer que por primera vez mi vida tuvo sentido. Pero el viento fr\u00edo le cambi\u00f3 a \u00e9l la vida, aunque de manera rotunda: una pulmon\u00eda se lo llev\u00f3.
\nParece mentira los contrastes que he observado: Apenas le dol\u00eda la cabeza a mi primer due\u00f1o, ya ten\u00eda tres m\u00e9dicos encima, pero Perico muri\u00f3 solo y sin ayuda. Soy testigo de la pasividad de la gente que lo vio all\u00ed, tirado en la calle junto a un contenedor de basura, como si de un armario viejo se tratara. Ahora me pregunto qu\u00e9 es lo que diferencia a los hombres.
\n\u00a0<\/em>
\nDavid Fern\u00e1ndez Garc\u00eda (15 a\u00f1os)<\/em>
\nTem\u00e1tica:<\/em> Transe\u00fantes y mendigos. T\u00e9cnica:<\/em> Realismo fant\u00e1stico.
\n
\nq Una silla el\u00e9ctrica<\/strong>
\n
\nSoy una silla especial. Lo que me diferencia del resto de sillas de este centro penitenciario de Pelsting Ville, es que mi cuerpo est\u00e1 lleno de cables conectados a un generador de electricidad de una potencia diez veces superior a la de un hogar.
\nTodos los d\u00edas me encuentro en esta horrible sala deseando que nadie se siente en m\u00ed para morir electrocutado inevitablemente. Pero cada dos o tres semanas mi pesadilla se torna realidad: y llega alg\u00fan condenado a muerte a visitarme; esa visita desagradable que nunca repite nadie.
\nEstremecida, veo como, tras sentarle a la fuerza, le colocan los cables alrededor del cuerpo y, tras unas oraciones dichas por el capell\u00e1n de la prisi\u00f3n, el celador acciona el interruptor desde la sala contigua. En ese momento siento a la muerte galopar por el interior de todos mis cables. Es un galope que se torna cada vez m\u00e1s fuerte y potente. Una fuerza invisible que hace temblar al condenado, a quien no volver\u00e9 a ver.
\nY as\u00ed se engrosa la lista de las personas que mueren sin piedad cada a\u00f1o. Nunca me he enorgullecido de ser lo que soy.
\n\u00a0<\/em>
\nDiego Moreno Pr\u00f3sper (15 a\u00f1os)<\/em>
\nTem\u00e1tica:<\/em> Pena de muerte. T\u00e9cnica:<\/em> Realismo fant\u00e1stico.
\n
\nq La verg\u00fcenza me est\u00e1 matando<\/strong>
\n
\nSufro pisotones, lluvia, viento y muchas cosas desagradables que ser\u00eda incapaz de nombrar en estos momentos. Me da verg\u00fcenza ser lo que fui y lo que soy, y eso que a la luz del d\u00eda casi no se me ve. Parezco una insignificante piedrecilla, pero si la gente viera lo que en realidad soy, recordar\u00edan el terrible momento en que aquel pobre ni\u00f1o campesino puso su pie sobre m\u00ed… S\u00ed, soy el trozo de una mina antipersona, y me averg\u00fcenzo de ello.
\nA\u00fan recuerdo el d\u00eda en que me fabricaron. Yo intent\u00e9 evitarlo tir\u00e1ndome al suelo cada vez que se giraba el obrero que me fabricaba. Pero no dio resultado. Intent\u00e9 gritar para que frenaran mi proceso de fabricaci\u00f3n, pero nadie me o\u00eda. Gritaba con todas mis fuerzas y s\u00f3lo se escuchaba un silencio de muerte. Cuando me terminaron, me introdujeron en una caja de cart\u00f3n. Me rodearon con papeles dentro de ella. Creo que en ese momento me desactivaron y me dorm\u00ed.
\nCuando despert\u00e9, escuch\u00e9 voces acaloradas. Estaban negociando mi precio, y el de multitud de hermanas m\u00edas que me acompa\u00f1aban en aquel viaje final. Nos tasaron en 450 pesetas cada una. S\u00f3lo pensar en el d\u00eda en que dej\u00e9 sin piernas a aquel pobre ni\u00f1o campesino, siento ganas de morir… Me gustar\u00eda seguir fragment\u00e1ndome infinitamente, hasta desaparecer por completo.
\nQuisiera decirle a la gente que no pase por este lugar, ya que s\u00e9 donde est\u00e1n las otras compa\u00f1eras preparadas para explotar… pero no s\u00e9 c\u00f3mo hacer para que me escuchen. S\u00e9 que lo que hice est\u00e1 muy mal. Pero yo fui fabricada para matar, y eso es lo que he hecho. Cr\u00e9anme, que si yo hubiera podido hablar o andar, me hubiera apartado del camino de ese ni\u00f1o y de todas las personas que han pasado, que pasan y que pasar\u00e1n en un futuro no muy lejano. Ojal\u00e1 no hubiera existido nunca.
\n\u00a0<\/em>
\nVer\u00f3nica de Luca Fabra (15 a\u00f1os)<\/em>
\nTem\u00e1tica:<\/em> Minas antipersona. T\u00e9cnica:<\/em> Realismo fant\u00e1stico.
\n
\nq Arriesgando la vida<\/strong>
\n
\nYo era una \u00abpatera\u00bb que dorm\u00eda acurrucada en la playa bajo una lona grande. Me despertaron en medio de la noche. Me lanzaron al mar sin previo aviso. Me obligaron a transportar treinta personas, cuando s\u00f3lo puedo cargar sobre mi espalda a doce. Hice lo posible por aguantar a todas aquellas personas y ni\u00f1os que hab\u00edan colocado sobre m\u00ed.
\nCuando llev\u00e1bamos recorrido medio camino, comenc\u00e9 a sentir una fatiga inmensa. No pod\u00eda aguantar m\u00e1s. Not\u00e9 c\u00f3mo se resquebrajaba mi cuerpo de madera por la mitad y comenzaba a inundarme lentamente. No pod\u00eda hacer nada. La gente se ahogaba, y yo me hund\u00eda. Mientras sent\u00eda el agua del mar penetrar por mis entra\u00f1as, escuch\u00e9 los gritos de terror de los ni\u00f1os. Hice un supremo esfuerzo por ellos, pero todo fue en vano.
\nZozobraba cada vez m\u00e1s deprisa. No pod\u00eda mas. Lleg\u00f3 un momento en el que me hund\u00ed. Fui desapareciendo bajo aquellas aguas manchadas de miedo y oscuridad. Lo \u00faltimo que pude escuchar, fueron los gritos desesperados de aquellos inmigrantes que luchaban por sobrevivir. Las aguas oscuras del Estrecho<\/em> sepultaron los cuerpos de ni\u00f1os inmigrantes; ahogaron los sue\u00f1os de una vida mejor.
\n\u00a0<\/em>
\nCarlos Garc\u00eda (15 a\u00f1os)<\/em>
\nTem\u00e1tica:<\/em> Inmigraci\u00f3n. T\u00e9cnica:<\/em> Realismo fant\u00e1stico.
\n
\nq Okhan y el Kalashnikov<\/strong>
\n
\nAbr\u00ed los ojos a la vida. Todav\u00eda no sab\u00eda cu\u00e1l era mi propia identidad… Mir\u00e9 alrededor. Vi cientos de armas ordenadas. Reci\u00e9n fabricadas. Las que me acompa\u00f1aban eran Kalashnikov. As\u00ed fue como supe qui\u00e9n era. Yo era como todas ellas. Un arma autom\u00e1tica; un fusil ametrallador. Pasaron los d\u00edas. Nos recogieron y apilaron en una caja de madera. Not\u00e9 c\u00f3mo nos trasladaban. O\u00eda voces en el exterior. Eran los repartidores. As\u00ed fue como comprend\u00ed que nuestro destino era un grupo guerrillero.
\nNos metieron en el cami\u00f3n. Ser\u00edamos al menos quinientos o seiscientos los fusiles ametralladores viajando juntos. Despu\u00e9s de muchas horas de trayecto paramos. Nos bajaron. Creo que nos llevaron a un gran almac\u00e9n. Pasados unos d\u00edas nos repartieron. Hab\u00eda una largu\u00edsima cola formada por ni\u00f1os. Iban vestidos a manchas negras y verdes. A m\u00ed me toc\u00f3 ir con un ni\u00f1o de doce a\u00f1os. Se llamaba Okhan. Me subi\u00f3 en su hombro y marchamos juntos. \u00cdbamos a paso firme. Nos guiaban unos se\u00f1ores altos y fuertes. Okhan y yo nos hicimos muy buenos amigos. Nunca nos separ\u00e1bamos. Cuando Okhan ten\u00eda miedo, hablaba conmigo. Me us\u00f3 mucho. Much\u00edsimo. Dispar\u00e9 a cientos de personas. Muchas de ellas tambi\u00e9n eran ni\u00f1os.
\nUn d\u00eda, hac\u00eda mucho calor. Okhan estaba asustado. Cuando Okhan estaba apuntando al frente, le dispararon por detr\u00e1s. Entonces not\u00e9 un peque\u00f1o empuj\u00f3n. Okhan cay\u00f3. Se form\u00f3 un gran charco rojo. Me qued\u00e9 junto a \u00e9l. Recuerdo que dijo: \u00abMam\u00e1\u00bb. Se desvaneci\u00f3. As\u00ed es la guerra. No puedes confiar en que alguien est\u00e9 siempre a tu lado. El asesino de Okhan me cogi\u00f3. Me arroj\u00f3 a un hoyo. A\u00fan sigo aqu\u00ed, esperando que otro ni\u00f1o me recoja.
\n\u00a0<\/em>
\nAlberto Blas y David Latorre (15 a\u00f1os)<\/em>
\nTem\u00e1tica:<\/em> Los ni\u00f1os de la guerra. T\u00e9cnica:<\/em> Realismo fant\u00e1stico
\n
\n
\n <\/p>\nOraci\u00f3n \u00abDesde\u00bb las Narraciones de este Dossier<\/h1>\n
\nCerramos el dossier con esta sencilla oraci\u00f3n que puede unirse a cualquiera de los textos que aparecen anteriormente; de todos los modos, bien servir\u00e1 para que los educadores \u00aboren juntos\u00bb…
\n
\nSe\u00f1or, Dios,
\ncomo j\u00f3venes o como educadores de j\u00f3venes
\nacudimos juntos a ti.
\nJuntos exponemos ante ti nuestras vidas,
\njuntos queremos orientar de nuevo nuestro coraz\u00f3n
\nsiguiendo tus indicaciones.
\n
\nEn nuestro trabajo con los j\u00f3venes
\nno sabemos muy bien hacia d\u00f3nde dirigirnos.
\nBuscamos una luz que ilumine y clarifique nuestras vidas.
\nS\u00e9 T\u00fa nuestra luz para no andar en las tinieblas.
\n
\nPonemos ante ti los afanes y tareas.
\nMuchas veces nos olvidaremos de ti
\nmetidos como estamos en el tr\u00e1fago de la vida.
\nNo dejes que nos extraviemos y te olvidemos.
\nNo dejes que nuestros intereses oculten los tuyos
\ny los de los dem\u00e1s, que son nuestros hermanos.
\n
\nHaznos sensatos, justos, pac\u00edficos y equilibrados
\nen medio de la madurez de nuestras vidas.
\nQue nuestras decisiones sean acertadas
\nsiguiendo la luz del Evangelio de tu Hijo Jes\u00fas.
\n
\nNo todo lo haremos bien, pero no por ello permitas
\nque nos ofusque nuestra verdad frente a la tuya.
\nAleja de nosotros la cerraz\u00f3n, la intransigencia,
\nel ego\u00edsmo, la comodidad, la seguridad,
\nel miedo a la conversi\u00f3n y al cambio.
\n
\nPonemos nuestra confianza en ti.
\nConf\u00eda t\u00fa tambi\u00e9n, como vienes haci\u00e9ndolo, en nosotros.
\npero no nos abandones y danos la fe de cada d\u00eda,
\nsolo la de cada d\u00eda,
\nPara no terminar lejos de ti, ni de los dem\u00e1s,
\nque sabemos son T\u00fa en medio de este mundo.
\n
\nPor Jes\u00fas te lo pedimos. \u00c9l es nuestro aval e intercesor
\nque contigo vive y est\u00e1 en todo instante.
\nQue sea as\u00ed. De verdad. Am\u00e9n, am\u00e9n.[\/vc_column_text][\/vc_column][\/vc_row]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"