{"id":11593,"date":"2001-12-01T12:53:27","date_gmt":"2001-12-01T10:53:27","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=11593"},"modified":"2001-12-01T12:53:27","modified_gmt":"2001-12-01T10:53:27","slug":"teo-logica-cristiana-ante-la-pobreza-y-la-riqueza","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/teo-logica-cristiana-ante-la-pobreza-y-la-riqueza\/","title":{"rendered":"\u00abTeo-l\u00f3gica\u00bb cristiana ante la pobreza y la riqueza"},"content":{"rendered":"

[vc_row][vc_column][vc_column_text]PIE DE AUTOR
\nJulio Lois Fern\u00e1ndez\u00a0<\/strong>es profesor en el Instituto Superior de Pastoral (Madrid).<\/em>
\n\u00a0<\/em>
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO
\nLa \u00abcuesti\u00f3n del dinero\u00bb y la abismal diferencia entre pobres y ricos que genera su desigual distribuci\u00f3n nos sit\u00faan ante el \u00abdesaf\u00edo de la injusticia\u00bb. \u201cDesde la perspectiva de la fe cristiana… la cuesti\u00f3n de la injusticia y el clamor que se eleva desde sus v\u00edctimas es, en buena media, la\u00a0cuesti\u00f3n de Dios\u201d.\u00a0<\/em>La identidad teologal de este tema remite a los pobres como \u00absacramento\u00bb o presencia de Dios. A partir de aqu\u00ed, si queremos reconocer la \u00abl\u00f3gica de Dios\u00bb hemos de mirar a Jes\u00fas de Nazaret; quien, precisamente y adem\u00e1s de sus palabras, eligi\u00f3 una forma de vida pobre. Se trata, no obstante, no solo de conocer sino de asumir y practicar esa \u00abteo-l\u00f3gica\u00bb: la identidad cristiana \u00abincluye como algo fundamental situarse pr\u00e1cticamente ante la pobreza y la riqueza, los pobres y los ricos\u00bb.
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  1. Introducci\u00f3n<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

     
    \nTras la mirada tanto psicol\u00f3gica como \u00e9tica que ofrecen los dos art\u00edculos anteriores sobre la \u00abcuesti\u00f3n del dinero\u00bb o, m\u00e1s espec\u00edficamente, sobre la cuesti\u00f3n de la pobreza y de la riqueza, vamos a intentar en \u00e9ste presentar, a la luz de la fe cristiana, la mirada teol\u00f3gica o, si se quiere, la \u00abl\u00f3gica del Dios de Jes\u00fas\u00bb respecto a la misma cuesti\u00f3n.
    \nEs imprescindible advertir desde el primer momento que la \u00abcuesti\u00f3n del dinero\u00bb, tal como la vamos a considerar aqu\u00ed, est\u00e1 vinculada esencialmente a su desigual distribuci\u00f3n actual, que se expresa en la existencia de riqueza y pobreza, esto es, de ricos y pobres. No vamos a hablar del dinero en s\u00ed mismo considerado, de lo que supuso su aparici\u00f3n en la historia de la humanidad, del papel que juega en el funcionamiento econ\u00f3mico de nuestras sociedades, de la necesidad que el ser humano tiene hoy de \u00e9l para adquirir los bienes que le son necesarios para satisfacer sus necesidades. Vamos a hablar m\u00e1s bien de esa forma de situarse ante \u00e9l que se puede convertir, desde la perspectiva de la fe cristiana, en idolatr\u00eda y que conduce a generar abismos de desigualdad injusta entre los seres humanos. Y tambi\u00e9n, naturalmente, de esa otra forma de relacionarse tan radicalmente distinta de la anterior que es la que lleva consigo la pobreza evang\u00e9lica. Vamos a hablar, pues, de la pobreza y de la riqueza, de los pobres y los ricos.
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    \nLa \u00abcuesti\u00f3n del dinero\u00bb es, pues, desde la perspectiva en que aqu\u00ed nos situamos, la cuesti\u00f3n de la riqueza y la pobreza \u2013es decir, de la acumulaci\u00f3n no compartida y de la escasez obligada que amenaza incluso la posibilidad misma de vivir\u2013 y nos sit\u00faa inevitablemente ante el desaf\u00edo de la injusticia, tal vez el m\u00e1s radical de los desaf\u00edos que tiene ante s\u00ed la humanidad en el momento presente.
    \nLo que interesa destacar es que la cuesti\u00f3n de la injusticia \u2013que tiene su fuente, como queda dicho, en la relaci\u00f3n idol\u00e1trica con el dinero\u2013, cuando se contempla desde la l\u00f3gica propia del Dios de Jes\u00fas, no se sit\u00faa solamente en el campo de la \u00e9tica, sino que adquiere un \u00abestatuto rigurosamente teologal\u00bb. En realidad, el hecho de la injusticia que genera pobres y hasta excluidos, la insolidaridad que la perpet\u00faa, la mentira que la encubre y la ideolog\u00eda que la justifica, oculta o entenebrece el rostro del Dios cristiano, es incluso su negaci\u00f3n m\u00e1s radical[1]<\/a>. La \u00abmuerte de Dios\u00bb est\u00e1, para muchos, vinculada a la realidad de la injusticia.
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    \nDesde la perspectiva de la fe cristiana se puede afirmar que la cuesti\u00f3n de la injusticia y el clamor que se eleva desde sus v\u00edctimas es, en buena medida, la \u00abcuesti\u00f3n de Dios\u00bb, al situarnos a los creyentes ante la m\u00e1s radical de las disyuntivas: la fe en el Dios verdadero, que es fuente de vida, o la adhesi\u00f3n a los \u00eddolos falsos, que se nutren de la injusticia y sus secuelas de pobreza, exclusi\u00f3n, sufrimiento y muerte
    [2]<\/a>.
    \nLa cuesti\u00f3n de la pobreza y la riqueza, el hecho de que existan pobres y ricos separados por desigualdades hirientes, exige de todo creyente concreci\u00f3n y clarificaci\u00f3n teol\u00f3gicas. Como dice J. Sobrino \u201cen un mundo de v\u00edctimas, poco se conoce de un ser humano por el mero hecho de que \u00e9ste se proclame creyente o increyente, hasta que no se a\u00f1ada en qu\u00e9 Dios cree y contra qu\u00e9 \u00eddolos combate. Y si en verdad es id\u00f3latra, poco importa a la postre que afirme aceptar la existencia de un ser trascendente o negarla. Y eso no es nada nuevo: ya lo afirm\u00f3 Jes\u00fas en la par\u00e1bola del juicio final\u201d. En consecuencia, a\u00f1ade, \u201cpara decir toda la verdad siempre hay que decir dos cosas: en qu\u00e9 Dios se cree y en qu\u00e9 \u00eddolo no se cree. Sin esa formulaci\u00f3n dial\u00e9ctica la fe permanece muy abstracta, puede ser vac\u00eda y, lo que es peor, puede ser muy peligrosa, pues permite que coexistan creencia e idolatr\u00eda\u201d
    [3]<\/a>. Como tendremos ocasi\u00f3n de ver m\u00e1s adelante, Jes\u00fas de Nazaret se esforz\u00f3 por hacernos ver la imposibilidad de esa letal coexistencia.
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    \nEsta recuperaci\u00f3n de la identidad teologal de la cuesti\u00f3n de la justicia conduce l\u00f3gicamente a reivindicar lo que la teolog\u00eda de la liberaci\u00f3n llama el \u00abestatuto teologal de los pobres\u00bb. Es un estatuto que deriva fundamentalmente de que los pobres, seg\u00fan la vida y ense\u00f1anza de Jes\u00fas, son verdadero \u00ablugar teol\u00f3gico\u00bb, es decir, lugar donde Dios se manifiesta de forma especial.
    \nLos pobres, con su existencia dolorosa y crucificada, son \u00absacramento\u00bb o \u00abpresencia\u00bb de un Dios crucificado y sufriente, escondido y ausente. Son signo de que el Reino de Dios no est\u00e1 todav\u00eda entre nosotros. La muerte temprana e injusta del pobre, por ser negaci\u00f3n rotunda de la vida que viene de Dios, es rechazo radical de su Reino. Dios es negado y se ausenta all\u00ed donde su Reino de justicia y de vida es rechazado. Aunque ser\u00eda m\u00e1s preciso afirmar que Dios en tal supuesto sigue presente, pero como negado y reclamando ser afirmado
    [4]<\/a>.
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    \nLos pobres, con su existencia asumida cristianamente o vivida seg\u00fan el esp\u00edritu del Evangelio de Jes\u00fas, son\u00a0sacramento<\/em>\u00a0o\u00a0presencia<\/em>\u00a0de un Dios liberador que interviene activa y salv\u00edficamente en la historia. Son signos de que el Reino s\u00ed est\u00e1 ya entre nosotros. Son prueba inequ\u00edvoca de la dimensi\u00f3n liberadora de la fe cristiana.
    \nAs\u00ed, manteniendo la tensi\u00f3n entre el \u00abya s\u00ed\u00bb y el \u00abtodav\u00eda no\u00bb del Reino, sin resolver o eliminar el esc\u00e1ndalo, pero situ\u00e1ndolo en sus justas proporciones, sufriendo y luchando en este mundo injusto, los pobres son \u00ablugar teol\u00f3gico\u00bb: nos muestran el perfil verdadero del Dios cristiano y demandan que sea buscado y encontrado all\u00ed donde realmente est\u00e1, es decir, con ellos y a favor de su causa.
    \nEste estatuto teologal que, a la luz de la fe cristiana, adquiere la cuesti\u00f3n de la justicia-injusticia y la cuesti\u00f3n de los pobres-ricos
    [5]<\/a>, es el que vamos seguidamente a fundamentar con m\u00e1s precisi\u00f3n recurriendo para ello a la \u00abpostura de Jes\u00fas\u00bb, es decir, siguiendo de cerca los relatos evang\u00e9licos.
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      \n
    1. La posici\u00f3n de Jes\u00fas<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

      \u00a0<\/strong>
      \nPara la fe cristiana, Jes\u00fas de Nazaret, var\u00f3n jud\u00edo del siglo I, con toda su ense\u00f1anza, todo su vivir y tambi\u00e9n su morir y resucitar, es el lugar hist\u00f3rico por excelencia en el que se nos ha revelado qui\u00e9n es Dios. En Jes\u00fas la fe reconoce \u201cla palabra con la cual Dios rompi\u00f3 su silencio\u201d (Ignacio de Antioqu\u00eda), el lugar de la automanifestaci\u00f3n definitiva de Dios, la perfecci\u00f3n de su revelaci\u00f3n hist\u00f3rica, el espacio donde puede y debe ser pensado y reconocido: \u201cA Dios nadie lo ha visto jam\u00e1s; el Hijo \u00fanico que est\u00e1 en el seno del Padre, \u00e9l lo ha contado\u201d (Jn 1,18). En realidad, aunque \u201cde muchas maneras habl\u00f3 Dios antiguamente a nuestros padres por los profetas, ahora en esta etapa final nos ha hablado por su Hijo al que nombr\u00f3 heredero de todo, lo mismo que por \u00e9l hab\u00eda creado los mundos y las edades\u201d (Heb 1,1-2).
      \nSi queremos saber cu\u00e1l es la mirada o la \u00abl\u00f3gica\u00bb de Dios sobre nuestra cuesti\u00f3n de la pobreza y la riqueza hemos de volver entonces nuestra mirada hacia Jes\u00fas de Nazaret. Para conocer su posici\u00f3n vamos a considerar breve y separadamente su ense\u00f1anza oral y su forma de vivir, lo cual nos permitir\u00e1 comprobar la profunda coherencia que se dio entre ambas, fuente de su singular \u00abautoridad\u00bb.
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      \n2.1. La pobreza y la riqueza en la ense\u00f1anza de Jes\u00fas<\/strong>
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      \nLa riqueza aparece en la ense\u00f1anza de Jes\u00fas:
      \n <\/p>\n