{"id":11662,"date":"2001-07-01T10:56:32","date_gmt":"2001-07-01T08:56:32","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=11662"},"modified":"2001-07-01T10:56:32","modified_gmt":"2001-07-01T08:56:32","slug":"sentido-humano-del-ocio","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/sentido-humano-del-ocio\/","title":{"rendered":"Sentido humano del ocio"},"content":{"rendered":"
[vc_row][vc_column][vc_column_text]PIE AUTOR: <\/p>\n [vc_row][vc_column][vc_column_text]PIE AUTOR: Manuel Cuenca Cabeza\u00a0es fundador del \u00abInstituto de Estudios de Ocio\u00bb y Vicerrector de Investigaci\u00f3n de la Universidad de Deusto (Bilbao). S\u00cdNTESIS ESTUDIO: Nuestra sociedad no se entiende sin el ocio y el tiempo libre. Ahora bien, \u201cno es suficiente con el tiempo libre para tener una experiencia de ocio\u201d. El autor se […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[120,612,614,94],"tags":[],"class_list":["post-11662","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-2001-mision-joven-2","category-estudios-294-295","category-manuel-cuenca-cabeza","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11662"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=11662"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11662\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=11662"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=11662"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=11662"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\nManuel Cuenca Cabeza<\/strong>\u00a0es fundador del \u00abInstituto de Estudios de Ocio\u00bb y Vicerrector de Investigaci\u00f3n de la Universidad de Deusto (Bilbao).<\/em>
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\nS\u00cdNTESIS ESTUDIO:
\nNuestra sociedad no se entiende sin el ocio y el tiempo libre. Ahora bien, \u201cno es suficiente con el tiempo libre para tener una experiencia de ocio\u201d. El autor se detiene en el an\u00e1lisis de esto \u00faltimo como experiencia humana integral que \u00abrecrea\u00bb o es \u201cun medio para restablecer la voluntad y el valor de vivir\u201d. As\u00ed planteado, apenas cabe la identificaci\u00f3n del ocio con el descanso, con el premio al trabajo bien realizado o con el mero pasatiempo; tampoco tiene que ser necesariamente \u00abtiempo libre\u00bb. Por lo dem\u00e1s, \u201cla vivencia creativa del ocio, que conduce al desarrollo de un nuevo humanismo, es uno de los grandes retos de la Pedagog\u00eda del Ocio\u201d. Y de ello se ocupan las reflexiones finales del art\u00edculo.
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\nLa invitaci\u00f3n a escribir en\u00a0MISI\u00d3N JOVEN\u00a0es ocasi\u00f3n inesperada para expresar mi admiraci\u00f3n hacia la labor inabarcable de la gran familia de Don Bosco. Como educador que estudia y profundiza en la trascendencia humana del ocio, hace tiempo que sent\u00ed estar ante un tema en el que, adem\u00e1s de reflexionar, era necesario intervenir. Y es ah\u00ed, en la acci\u00f3n comprometida que he podido ver y analizar a lo largo del tiempo, donde surge mi admiraci\u00f3n hacia Don Bosco y la familia salesiana. Pues ambos han sabido poner en pr\u00e1ctica planteamientos que se pueden encuadrar en una Pedagog\u00eda de Ocio comprometida y de vanguardia.
\nLa invitaci\u00f3n de los responsables de\u00a0MISI\u00d3N JOVEN\u00a0ha servido tambi\u00e9n para descubrir el buen hacer de la propia revista y, a trav\u00e9s de ella, llegar a vosotros, a quienes la le\u00e9is y a quienes la utiliz\u00e1is como elemento de trabajo y reflexi\u00f3n. Poder comunicarme con vosotros y compartir\u00a0mis preocupaciones y anhelos\u00a0en un tema que tanto me ocupa y me preocupa es tambi\u00e9n causa de satisfacci\u00f3n que llena de sentido el objeto de mis reflexiones.
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\nS\u00f3lo tengo unas breves p\u00e1ginas en las que escribir sobre lo que se me pide y por eso debo acotar el tema cuanto antes, presentando el punto de vista en el que me sit\u00fao. Debo decir, sin rodeos, que hablar\u00e9 del ocio y no tratar\u00e9 el tema del tiempo libre, alguna de las razones la se\u00f1alar\u00e9 despu\u00e9s. Hablar\u00e9 del ocio en cuanto experiencia humana integral y derecho, algo bien diferente del ocio-producto de la sociedad de consumo. Bien es verdad que el consumo se ha vinculado tanto al ocio que resulta dif\u00edcil separarlos, pero quiero aclarar que mi objetivo es tratar de esclarecer una concepci\u00f3n del ocio actual y humana. Tal es mi compromiso y la tarea a la que he dedicado profesionalmente los \u00faltimos doce a\u00f1os.
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\n <\/p>\n1. Para situarnos en el contexto<\/h6>\n
\nResulta muy dif\u00edcil entender la sociedad que nos rodea ignorando el ocio. El ocio se vislumbra como un importante pilar de desarrollo para el siglo XXI. Para ver que esto es as\u00ed, basta con pararse a pensar lo que significa hoy, econ\u00f3mica y culturalmente, el mundo del espect\u00e1culo, la televisi\u00f3n, los deportes, el turismo, la m\u00fasica moderna, los parques tem\u00e1ticos, los juegos de azar o los museos.\u00a0La experiencia\u00a0humana de ocio est\u00e1 en todas partes y en todas las personas, aunque de un modo especial en ni\u00f1os y j\u00f3venes. Est\u00e1 presente en juegos, pr\u00e1cticas deportivas, viajes, vacaciones y fines de semana llenos (o vac\u00edos) de m\u00fasica, fiesta y un largo etc. Su ausencia se puede ver en el aburrimiento, en la falta de integraci\u00f3n, de creatividad, de iniciativa… y, como consecuencia, en la tristeza, las borracheras, el sinsentido, la drogadicci\u00f3n…\u00a0El ocio es una realidad en continuo cambio, que est\u00e1 sufriendo una metamorfosis total antes de ocupar su hueco en la era del conocimiento.
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\nCon la llegada del tercer milenio se est\u00e1 produciendo un cuestionamiento de nuestra forma de ser y vivir de dif\u00edcil parang\u00f3n. Nuevas concepciones de las cosas, nuevos usos y nuevas formas de estar en el mundo conducen a lo que pudi\u00e9ramos llamar, de un modo gen\u00e9rico y global, una nueva ciudadan\u00eda. El cambio experimentado en los \u00faltimos a\u00f1os, especialmente en los pa\u00edses desarrollados, ha puesto de manifiesto la importancia de nuevos estilos de vida que plantean interrogantes desconocidos.
\nEl ocio es un elemento significativo de este cambio y un aspecto cada vez m\u00e1s importante de nuestra sociedad.\u00a0La nueva realidad que nos rodea ha aumentado nuestras posibilidades de elecci\u00f3n exponencialmente, de manera que la satisfacci\u00f3n no se consigue con tener m\u00e1s o gastar m\u00e1s, sino optando por aquello que nos haga sentirnos mejor con nosotros mismos y nuestro entorno. En la era del conocimiento debemos aprender a vivir en un contexto distinto que, aunque ya sea realidad diaria, no tiene precedentes en la historia de la humanidad. En este nuevo contexto deberemos redefinir h\u00e1bitos, usos de tiempo y espacio o la manera de entender trabajo y ocio. En este art\u00edculo tratar\u00e9 de plantear la relaci\u00f3n que existe entre el ocio y la vida en el contexto de un cambio social y cultural que nos envuelve de d\u00eda en d\u00eda.
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\n <\/p>\n2. El ocio desde una visi\u00f3n humanista<\/h5>\n
\nEs bastante habitual que, en el lenguaje cotidiano, utilicemos el concepto de ocio con un significado similar a tiempo libre o a la realizaci\u00f3n de unas determinadas actividades. Pero, en su sentido m\u00e1s estricto, el ocio no debe ser identificado con el tiempo, puesto que el tiempo en s\u00ed mismo no define la acci\u00f3n humana. La identificaci\u00f3n que se produjo entre ocio y tiempo libre, a ra\u00edz de los estudios \u2013especialmente sociol\u00f3gicos\u2013 llevados a cabo entre los a\u00f1os cincuenta y ochenta, dificult\u00f3 la comprensi\u00f3n del ocio al separarlo de su percepci\u00f3n psicol\u00f3gica. No es suficiente con el tiempo libre para tener una experiencia de ocio, el tiempo es una coordenada vital presente en cualquier acto humano. La importancia del ocio radica en ser un ejercicio libre de identidad, autorreconocimiento y voluntad.
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\nCuando el ocio se identifica con la actividad o con el resultado de la misma, la vivencia del ocio se objetiviza, se socializa y se hace cuantitativa. No se puede afirmar, por ejemplo, que ver un partido de f\u00fatbol sea una actividad de ocio en s\u00ed misma mientras haya personas a las que no les gusta el f\u00fatbol. La acci\u00f3n es un aspecto m\u00e1s que, junto a la percepci\u00f3n de quien la realiza, puede transformarse o no en vivencia de ocio. Esto explica que los pensadores idealistas considerasen que la esencia del ocio est\u00e1 en el \u00abmodo de ser\u00bb, refiri\u00e9ndose al modo de sentir personal. Kriekemans defini\u00f3 el ocio como \u201cuna \u00abrecreaci\u00f3n\u00bb, o sea, un medio para restablecer la voluntad y el valor de vivir\u00bb[1]<\/a>. El t\u00e9rmino \u00abrecreaci\u00f3n\u00bb est\u00e1 usado aqu\u00ed en un sentido m\u00e1s profundo que el de \u201cdiversi\u00f3n, alegr\u00eda o deleite\u201d. Siguiendo la definici\u00f3n de la Real Academia, su significado es \u201cacci\u00f3n y efecto de recrear\u201d, entendiendo por recrear la acci\u00f3n de \u201ccrear o producir algo nuevo\u201d que, en este caso, es una nueva voluntad de vivir y un redescubrimiento del valor de la vida.
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\nEsta es una aportaci\u00f3n que da profundidad al concepto ocio, marcando pautas para una lectura actual y moderna del ocio humanista. Un ocio que \u00abrecrea\u00bb, que da vida, no puede ser una experiencia superficial, sino que ha de estar anclado en la vida interior y en los valores base. A partir de aqu\u00ed, los recursos y las posibilidades comerciales se convierten en medios y no en un fin en s\u00ed mismos. La evasi\u00f3n y la diversi\u00f3n que se proponen desde la sociedad de consumo tienden a identificarse con el ego\u00edsmo y el placer personal. La vivencia de un ocio capaz de recrear vida en quien lo experimenta es, por esencia, un ocio compartido, porque las ganas de vivir y la satisfacci\u00f3n que lleva impl\u00edcita su vivencia implica la apertura al otro y el desarrollo de \u00e1mbitos de comunicaci\u00f3n que trascienden a los sujetos que la experimentan.
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\nLos tratamientos humanistas actuales del ocio se sustentan en la necesidad de realizaci\u00f3n e identificaci\u00f3n personal y grupal. Tambi\u00e9n inciden en los valores y beneficios, haci\u00e9ndonos ver la funci\u00f3n autorrealizadora y su incidencia en la salud y el bienestar. En cualquier caso, el ocio humanista no es algo que se desarrolla espont\u00e1neamente, es una vivencia basada en la formaci\u00f3n[2]<\/a>. Desde este punto de vista, hablar del ocio en la actualidad es hablar de sentidos de vida, de ocupaci\u00f3n gustosa y voluntaria, de derechos de la llamada tercera generaci\u00f3n. Es tambi\u00e9n hablar de salud, econom\u00eda y desarrollo personal o comunitario.
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\n <\/p>\n3. Un nuevo modo de entender el ocio<\/strong><\/h1>\n
\nLa nueva cultura, de la que hablaba antes, nos abre a otro modo de entender la vida, tambi\u00e9n a un modo nuevo de entender el ocio. El ocio de la sociedad moderna, consecuencia de la era industrial, ha sido una realidad en continuo desarrollo. No s\u00f3lo se ha aumentando en cantidad y nuevos usos, sino en posibilidad de acceso. Al inicio del siglo XXI, los pa\u00edses desarrollados pueden hablar de la existencia de un ocio democr\u00e1tico y generalizado. Su nacimiento y evoluci\u00f3n, a lo largo de m\u00e1s de un siglo, ha supuesto el descubrimiento de modos de vida que han hecho posible la situaci\u00f3n que conocemos.\u00a0Pero, desde mi punto de vista, la g\u00e9nesis del ocio actual radica en un cambio de mentalidad, en la diferente concepci\u00f3n de la vida y el mundo que nos rodea.
\nAlain Corbin ha escrito que \u00ablos especialistas de la historia natural saben hoy estudiar las instituciones, los objetos y las pr\u00e1cticas pero no se atreven a abordar los mecanismos afectivos cuyo conocimiento constituye el \u00fanico medio capaz de dar un sentido a sus pacientes y fruct\u00edferas investigaciones\u00bb[3]<\/a>. La g\u00e9nesis del ocio, en cuanto que el ocio es una experiencia elegida y deseada, es la g\u00e9nesis de los deseos, la manera en que han ido emergiendo deseos personales y sociales que antes no exist\u00edan, pr\u00e1cticas y h\u00e1bitos de vida que, independientemente de las posibilidades, se abren camino en el tiempo hist\u00f3rico y se convierten en objeto de deseo de una comunidad determinada.
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\nSe puede afirmar que el ocio de la era del conocimiento aprovechar\u00e1 todos los inventos conseguidos hasta ahora, integr\u00e1ndose en nuevos modos de hacer que descubrir\u00e1n a su vez nuevas posibilidades. A\u00fan as\u00ed la transformaci\u00f3n radical del ocio en la \u00abera de los conocedores\u00bb ir\u00e1 m\u00e1s al fondo, al modo de entenderlo. El ocio que se se\u00f1ala como ideal, al comienzo del nuevo milenio, es un ocio humano y libre, capaz de realizar a las personas y dar sentido a sus vidas. Apenas tiene que ver con el ocio identificado con el descanso y el premio al trabajo realizado.\u00a0Te\u00f3ricamente se hace eco de las principales tendencias, que se recogen tanto en planteamientos pol\u00edticos como en l\u00edneas de investigaci\u00f3n. Destaco tres de las argumentaciones principales: autorrealizaci\u00f3n, derecho y calidad de vida.
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\n <\/p>\n<\/a>3.1. El ocio como autorrealizaci\u00f3n<\/h2>\n
En \u00e9l, se parte de una percepci\u00f3n de ejercicio de libertad y, consiguientemente, autodesarrollo personal y comunitario. Enlaza con la tradici\u00f3n cl\u00e1sica del ocio, actualizada y defendida por autores como Dumazedier, Pierre Laine o Erich Weber. Tambi\u00e9n se relaciona con la defensa de un ocio liberador, en el sentido que lo defienden Racionero o Jos\u00e9 Luis L\u00f3pez Aranguren. Las personas somos los \u00fanicos sujetos y protagonistas de la libertad; pero el ocio es un campo espec\u00edfico en el que la necesidad de expresar esa libertad es posible y conveniente. En las pr\u00e1cticas de ocio ve Eliade el refugio de valores existenciales escondidos por la racionalidad del trabajo u otras formas de eficacia propias de la vida moderna. El ocio, en cuanto fuente de satisfacci\u00f3n, alegr\u00eda y creatividad, nunca podr\u00e1 ser algo\u00a0impuesto, sino que, al contrario, necesita del ejercicio de la libertad. Esto permite que sea considerado fuente de autorrealizaci\u00f3n. Brightbill lleg\u00f3 a formular una sentencia que recoge con acierto esta idea: \u00abDime lo que eres cuando eres libre de realizar tus deseos y te dir\u00e9 qu\u00e9 clase de persona eres\u00bb.<\/h2>\n
<\/a>3.2. El ocio entendido como derecho<\/h2>\n
Es una de nuestras m\u00e1s preciadas formas de expresi\u00f3n de libertad. Distintos autores consideran que es una experiencia irrenunciable a la que tienen derecho todos los seres humanos, independientemente de su raza, estatus, g\u00e9nero, religi\u00f3n o habilidades. El derecho al ocio supone una defensa del ocio en s\u00ed mismo, es decir, del ocio considerado como fin, como experiencia vital diferenciada, no como medio para conseguir otras metas. El derecho al ocio forma parte de la categor\u00eda jur\u00eddica de los Derechos Humanos, del conjunto de atributo innato, de las \u00abcualidades cuyo origen no ha de buscarse en la ley humana, sino en la propia dignidad del individuo\u00bb[4]<\/a>. Se explicita de manera directa, como ocio en s\u00ed mismo, y de forma indirecta, reconociendo el derecho de los ciudadanos a manifestaciones tales como cultura, deporte, turismo, etc.\u00a0El ejercicio del derecho al ocio adquiere un sentido especial cuando se piensa en las personas discapacitadas, colectivo que ha venido reclamando paulatinamente sus derechos ciudadanos y, entre ellos, se ha incorporado en los \u00faltimos a\u00f1os el derecho al ocio en sus diversas manifestaciones.<\/h2>\n
<\/a>3.3. El ocio como calidad de vida<\/h2>\n
Nos remite, en un primer momento, a un imaginario colectivo tradicional en el que ambos conceptos se asociaban al lujo, la abundancia y otras muchas pr\u00e1cticas relacionadas con la suntuosidad y las clases pudientes. La percepci\u00f3n moderna va por un camino bien distinto. Calidad de vida tiene que ver en la actualidad con las distintas necesidades humanas y su satisfacci\u00f3n, desde unos par\u00e1metros sociales y humanos equitativos y justos[5]<\/a>. Una sociedad con calidad de vida ser\u00e1 aquella que garantice la satisfacci\u00f3n de sus necesidades (alimentaci\u00f3n, vivienda, salud, educaci\u00f3n, ocio…) sobre una base de igualdad, respeto y no discriminaci\u00f3n.<\/h2>\n
Ello significa el reconocimiento de la importancia de la vida cotidiana, de su contexto ambiental y social, junto a la valoraci\u00f3n de la satisfacci\u00f3n de la comunidad que consigue poder realizar adecuadamente dichas necesidades.\u00a0Josep Mu\u00f1oz Redon, en\u00a0Filosof\u00eda de la felicidad[6]<\/a>, recoge unas palabras de La Rochefoucauld que resultan oportunas en este contexto: \u00abC’est avec qu’on aime qu’on est hereaux et non avec ce que les autres trouvent aimable (Cada uno es feliz con lo que ama y no con lo que otros encuentran digno de amar)\u00bb. La felicidad, afirmaba Levinas, no est\u00e1 hecha de ausencia de necesidades sino de la satisfacci\u00f3n de todas las necesidades.<\/h2>\n
\n <\/p>\n4. La experiencia de ocio<\/h4>\n
\nHe se\u00f1alado antes que el ocio es una experiencia humana relacionada con nuestros valores y significados profundos. Quisiera detenerme ahora en este aspecto, puesto que considero que el ocio vivido como experiencia humana es fuente de desarrollo y prevenci\u00f3n de ocios nocivos.
\nEn este sentido conviene recordar que John Dewey distingu\u00eda entre la experiencia com\u00fan y la verdadera experiencia. Afirmaba que la experiencia com\u00fan se corresponde con cualquier acci\u00f3n consciente de nuestra vida: ver la televisi\u00f3n, reconocer a alguien, desear hacer algo, etc. Cada d\u00eda est\u00e1 lleno de experiencias as\u00ed. Dewey separaba estas experiencias cotidianas de otras especialmente intensas, unificadas en torno a una situaci\u00f3n, un acontecimiento o un objeto cualquiera. Son las experiencias que siguen un curso procesual, de manera que tienen un cumplimiento que permite conservarlas como recuerdos perdurables. Pone como ejemplos escribir un libro, llevar a cabo una conversaci\u00f3n satisfactoria, jugar una partida de ajedrez, etc. Son experiencias que, a diferencia de las primeras, constituyen un todo independiente, caracterizado por la conciencia de elecci\u00f3n y voluntariedad; de ah\u00ed su cualidad individualizadora y autosuficiente. Esto hace que podamos hablar de una singularidad experiencial, en virtud de que su cualidad emocional satisfactoria proporciona una integraci\u00f3n interna que culmina gracias a su cumplimiento.
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\nEl ocio, entendido como experiencia humana, forma parte de este segundo tipo de experiencias y se separa as\u00ed del mero pasar el rato, transform\u00e1ndose en una vivencia llena de sentido. La vivencia de ocio es, o debiera serlo, una vivencia integral, relacionada con el sentido de la vida y los valores de cada uno, coherente con todos ellos. Pero esto no ocurre sin m\u00e1s ni m\u00e1s, sino gracias a la formaci\u00f3n. La experiencia de ocio crea \u00e1mbitos de relaci\u00f3n que pueden ser \u00abre-creativos\u00bb o no, pueden ser \u00e1mbitos de encuentro o desencuentro.
\nEl ocio, entendido como experiencia con valor en s\u00ed misma, se diferencia de otras vivencias por su capacidad de sentido y su potencialidad para crear encuentros creativos que originan desarrollo personal. El ocio vivido como encuentro nos entrelaza siempre con la vida de los otros, es una experiencia trascendente que nos abre hacia horizontes de comprensi\u00f3n y conocimiento. Porque el conocimiento no es algo ajeno a la vivencia de ocio, al contrario, a mayor conocimiento m\u00e1s capacidad de comprensi\u00f3n y satisfacci\u00f3n.
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\nLa vivencia de ocio gana significaci\u00f3n, importancia y calidad en la medida que se separa del mero \u00abpasatiempo\u00bb y se incardina en nuestras vidas rompiendo las barreras del tiempo objetivo. Es una experiencia que se enriquece al fijar su realidad en un presente procesual, coherente con el pasado y el futuro que le corresponde. El tiempo que precede a la realizaci\u00f3n de una actividad de ocio no tiene que ser necesariamente \u00abtiempo libre\u00bb, ni tampoco su tiempo posterior. La vivencia de una experiencia de ocio se inicia, o puede iniciarse, mucho antes de la realizaci\u00f3n de la actividad en s\u00ed misma. El atractivo de lo que ha de venir nos permite vivir con esperanza e ilusi\u00f3n. Ilusi\u00f3n y esperanza, dos proyecciones de futuro que habitualmente est\u00e1n presentes en la preparaci\u00f3n de nuestras fiestas, vacaciones, diversiones y\u00a0hobbies.<\/em>
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\nLa vivencia de ocio, en cuanto experiencia humana, tampoco completar\u00eda su sentido si no trascendiese a la realizaci\u00f3n misma de la actividad imbric\u00e1ndose en el recuerdo. Gracias al recuerdo podemos revivir mentalmente una experiencia pasada satisfactoria que, lo que puede ser a\u00fan m\u00e1s importante, al ser recodada se convierte en motivaci\u00f3n inicial de un nuevo proceso existencial. De modo que la vivencia de ocio cierra su ciclo con la uni\u00f3n de pasado, presente y futuro en una misma realidad. Este dinamismo temporal hace del ocio una experiencia din\u00e1mica y, consiguientemente, creativa.<\/a>
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\n <\/p>\n5. La experiencia \u00f3ptima<\/strong><\/h3>\n
\nEn esta l\u00ednea de pensamiento, Mihaly Csikszentmihalyi, a quien tuve la ocasi\u00f3n de conocer personalmente en el 6\u00ba Congreso Mundial de Ocio celebrado en Bilbao el a\u00f1o pasado, estudia desde hace tiempo la incidencia de las experiencias satisfactorias, que \u00e9l denomina \u00f3ptimas o experiencias de \u00abflujo\u00bb, t\u00e9rmino utilizado por muchas de las personas entrevistadas en sus estudios al describir lo que sienten. Para este autor las experiencias \u00f3ptimas se alcanzan \u00abcuando todos los contenidos de la conciencia se encuentran en armon\u00eda entre s\u00ed y con las metas que define el\u00a0self\u00a0<\/em>de la persona\u00bb[7]<\/a>. Son las condiciones subjetivas que permiten acceder al placer, la felicidad, la satisfacci\u00f3n y el disfrute.
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\nLa experiencia \u00f3ptima que analiza Mihaly Csikszentmihalyi tiene en com\u00fan con la experiencia de ocio que puede experimentarse en distintos \u00e1mbitos y dimensiones. Para que una experiencia pueda ser \u00f3ptima, una persona debe percibir qu\u00e9 quiere y debe hacer algo (percepci\u00f3n de desaf\u00edo) que es capaz de hacer (que tiene habilidades para ello). Del mismo modo, en la experiencia de ocio maduro se establece un di\u00e1logo entre lo que queremos hacer y las habilidades que disponemos para llevarlo a cabo. El inter\u00e9s de la experiencia de ocio no est\u00e1 tanto en el tipo de actividad, sino en los \u00abdesaf\u00edos\u00bb que proporciona a la persona y en el disfrute de su realizaci\u00f3n.
\n
\nEsto quiere decir, siguiendo a Csikszentmihalyi, que es la persona, en \u00faltimo t\u00e9rmino, la que determina si una experiencia es gratificante, \u00f3ptima o, por el contrario, aburrida. De manera que los resultados de las experiencias \u00f3ptimas en general, o de las experiencias de ocio en particular, var\u00edan en funci\u00f3n de la personalidad de quien las experimenta. A pesar de este car\u00e1cter subjetivo, los estudios realizados al respecto determinan que las caracter\u00edsticas m\u00e1s habituales de esas experiencias positivas[8]<\/a>\u00a0son las siguientes:
\n
\n– Equilibrio entre \u00abdesaf\u00edos\u00bb y habilidades.
\n– Metas claras.
\n–\u00a0Feedback<\/em>\u00a0inmediato.
\n– Satisfacci\u00f3n para quien las vivencia.
\n– Alto nivel de motivaci\u00f3n.
\n– Olvido o distorsi\u00f3n del tiempo.
\n
\nLas consecuencias de vivir una experiencia \u00f3ptima de ocio tienen una amplia y rica bibliograf\u00eda conocida bajo la denominaci\u00f3n de\u00a0beneficios del ocio<\/em>. No obstante quisiera destacar aqu\u00ed la importancia de las experiencias satisfactorias en cuanto reafirmadoras del self, del \u00abs\u00ed mismo\u00bb, algo de especial importancia en nuestros d\u00edas.\u00a0Si consideramos v\u00e1lida una de las afirmaciones b\u00e1sicas en los trabajos de\u00a0Mihaly Csikszentmihalyi, que \u00abel disfrute es la piedra angular de la evoluci\u00f3n\u00bb[9]<\/a>, podemos considerar que las experiencias de ocio, en cuanto generadoras de vivencias que tienden a repetirse y mejorar la satisfacci\u00f3n que nos proporcionan, son fuentes de desarrollo humano individual y social.\u00a0Es decir, que el ocio, en cuanto experiencia satisfactoria, tiene una\u00a0incidencia m\u00e1s all\u00e1 de lo personal e individual, extendi\u00e9ndose tambi\u00e9n a niveles comunitarios y sociales.
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\nLa vivencia creativa del ocio, que conduce al desarrollo de un nuevo humanismo, es uno de los grandes retos de la Pedagog\u00eda del Ocio. Es la petici\u00f3n que hace a\u00f1os realizaba La\u00edn Entralgo cuando, hablando de ocio, proclamaba la necesidad de una formaci\u00f3n intelectual y est\u00e9tica que corrigiese el actual empobrecimiento, sacando a las personas de la estrechez propia del especialismo. Tambi\u00e9n Juli\u00e1n Mar\u00edas, refiri\u00e9ndose hace a\u00f1os a los efectos nefastos del ocio de consumo se\u00f1alaba que a la persona hay que instruirla y asesorarla desde la ni\u00f1ez para que aprenda a pensar; porque las ilusiones se incardinan por un proceso de sedimentaci\u00f3n que, \u201csi no recreamos interiormente las apetencias y los proyectos, si nos los imponen antes de desearlos, entonces te desmotivas y lo que consumes se convierte en pura inercia, en un acto mec\u00e1nico, sin sustancia ni inter\u00e9s\u00bb[10]<\/a>.
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\nPero el ocio humanista, ya lo he se\u00f1alado antes, no es el ocio espont\u00e1neo que pudiera imaginarse, sino m\u00e1s bien el ocio posible que puede hacerse realidad gracias a la educaci\u00f3n. Deber\u00edamos hablar m\u00e1s de la educaci\u00f3n del ocio y su importancia. La educaci\u00f3n del ocio es un espacio inigualable de integraci\u00f3n y desarrollo de valores positivos: solidaridad, alegr\u00eda, visi\u00f3n l\u00fadica de la vida, disfrute compartido, etc. Los lectores interesados en ampliar este aspecto pueden acudir a otros lugares donde me he podido detener en esto que digo[11]<\/a>.
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\nLa Educaci\u00f3n del Ocio es una de las herramientas m\u00e1s valiosas para favorecer la formaci\u00f3n integral de la persona mediante la adquisici\u00f3n de conductas positivas. Constituye un proceso continuo de aprendizaje que conlleva el desarrollo de actitudes, valores, conocimientos, habilidades y recursos. Tambi\u00e9n ayuda a reducir las diferencias entre los grupos sociales, facilitando la igualdad de acceso al ocio, tanto desde el punto de vista\u00a0f\u00edsico y mental, como social y cultural. El ocio humanista pretende hacer realidad la igualdad de oportunidades, posibilitando la vivencia y la participaci\u00f3n personal y comunitaria.
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\nA partir de la publicaci\u00f3n de\u00a0Leisure Education: Theory and Practice<\/em>, de J. Mundy y L. Odum[12]<\/a>, en 1979, muchos autores consideran que la Educaci\u00f3n del Ocio es un proceso relacionado directamente con la mejora de la persona en relaci\u00f3n a sus vivencias de ocio. Del encuentro entre formaci\u00f3n y ocio surge un campo inmejorable de autoconocimiento, un \u00e1mbito \u00fanico de consciencia, una ocasi\u00f3n de desarrollo de valores y sentidos, una poderosa fuente para potenciar nuestra identidad personal y comunitaria. La Educaci\u00f3n del Ocio tiene sentido dentro de la educaci\u00f3n integral y total, pero su especificidad radica en el conocimiento y la toma de conciencia de la importancia del ocio en la vida personal y social. Porque el ocio que proporciona desarrollo y crecimiento se abre a la vivencia de un ocio solidario.
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\nLa Educaci\u00f3n del Ocio implica el desarrollo de conocimientos desinteresados, la revalorizaci\u00f3n de lo cotidiano y lo extraordinario, la vivencia creativa de tiempo, libertad, participaci\u00f3n, solidaridad y comunicaci\u00f3n. La Educaci\u00f3n del Ocio es un proceso de formaci\u00f3n continua a lo largo de toda la vida porque la vivencia de ocio es algo que debe evolucionar con nosotros mismos, con nuestras necesidades y capacidades. Su objetivo constante es aumentar nuestro potencial humano para vivir experiencias de ocio de calidad, coherentes con la edad, el estilo de vida y otras m\u00faltiples circunstancias que a menudo resultan dif\u00edciles de identificar.
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\nEl sentido espec\u00edfico de la Educaci\u00f3n del Ocio no es tanto la liberaci\u00f3n del aburrimiento o la prevenci\u00f3n de las lacras sociales que han proliferado en las sociedades de consumo, es la reivindicaci\u00f3n de la persona, de su libertad responsable y su generosidad. Es la defensa de lo satisfactorio por encima de lo \u00fatil o, si se quiere, la redefinici\u00f3n de nuestras acciones en funci\u00f3n de criterios diferentes a la utilidad, los resultados y las necesidades b\u00e1sicas. Esta manera de entender la Educaci\u00f3n del Ocio nos afecta a todos, porque en el ocio, como en la vida misma, estamos sometidos a un continuo proceso de cambio que requiere una sucesiva adaptaci\u00f3n a cada realidad vital. La Educaci\u00f3n del Ocio, no puede, ni debe, eludir la comunicaci\u00f3n personal; pero tampoco debe olvidar la reflexi\u00f3n sobre lo gen\u00e9rico y social: exclusi\u00f3n, manipulaci\u00f3n, reduccionismos de la libertad o modelos de vida sin sentido.
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\nDicho todo lo anterior, quisiera a\u00f1adir que, desde un punto de vista pr\u00e1ctico, la Educaci\u00f3n del Ocio es algo que est\u00e1 por hacer, pues ni la transformaci\u00f3n del Tiempo Libre en Ocio se realiza autom\u00e1ticamente, ni nos sirven los modelos de generaciones pasadas. Las nuevas posibilidades diversi\u00f3n, propias de la sociedad actual, abren nuevos cauces de desarrollo personal, pero tambi\u00e9n nuevos \u00e1mbitos de alienaci\u00f3n. No se trata s\u00f3lo de tener conciencia de la importancia del tema o de realizar aisladamente \u00e9sta u otra acci\u00f3n particular. Estamos ante una cuesti\u00f3n que debe ser abordada por instituciones educativas, asociaciones de padres y educadores de cualquier tipo.
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\nEl sentido humano del ocio demanda que revisemos nuestras concepciones, replanteando el papel que el ocio puede jugar en nuestras vidas y cambiando de actitud hacia el ocio de los otros.\u00a0El reto del ocio humanista que propongo va m\u00e1s all\u00e1 de\u00a0comprender la incidencia de las pr\u00e1cticas de ocio en la sociedad, m\u00e1s all\u00e1 del disfrute y el mero \u00abpasar el rato\u00bb, est\u00e1 necesitado de reflexi\u00f3n y actuaci\u00f3n.\u00a0Este es el reto comprometido que quer\u00eda compartir con cada uno de vosotros al empezar mi escrito. Mi deseo es que intentemos superarlo y, compartiendo nuestras m\u00faltiples experiencias, descubramos los caminos de un ocio m\u00e1s creativo y solidario. Un ocio que abra nuevos \u00e1mbitos de convivencia, respeto e integraci\u00f3n.\u00a0\u00a7
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\nManuel Cuenca Cabeza
\nestudios@misionjoven.org
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\n[1]<\/a>\u00a0A. KRIEKEMANS,\u00a0\u00abLa educaci\u00f3n del empleo de los ocios\u00bb en\u00a0\u00a0Pedagog\u00eda General<\/em>, Herder, Barcelona, 1973, 525.
\n[2]<\/a>\u00a0He desarrollado m\u00e1s a fondo estas ideas en el libro\u00a0Ocio humanista<\/em>, Documentos de Estudios de Ocio N\u00ba 16, Universidad de Deusto, Bilbao 2000.
\n[3]<\/a>\u00a0CORBIN, A.,\u00a0El territorio del vacio. Occidente y la invenci\u00f3n de la playa (1750-1840),<\/em>\u00a0Mondadori, Barcelona, 1993, p. 9.
\n[4]<\/a>\u00a0R. DE \u00c1NGEL,\u00a0Una teor\u00eda del Derecho,<\/em>\u00a0C\u00edvitas, Madrid 1993, 17.
\n[5]<\/a>\u00a0M.L. SETI\u00c9N,\u00a0Indicadores sociales de calidad de vida,<\/em>\u00a0CIS\/Siglo XXI, Madrid 1993.
\n[6]<\/a>\u00a0J. MU\u00d1OZ REDON,\u00a0Filosof\u00eda de la felicidad<\/em>, Anagrama, Barcelona 1999, 17.
\n[7]<\/a>\u00a0M. CSIKSZENTMIHALYI-I.S. CSIKSZENTMIHALYI,\u00a0Experiencia \u00f3ptima. Estudios psicol\u00f3gicos del flujo de la conciencia<\/em>, Descl\u00e9e de Brouwer, Bilbao 1998, 38.
\n[8]<\/a>\u00a0Ibid., p. 46.
\n[9]<\/a>\u00a0Ibid., p. 47.
\n[10]<\/a>\u00a0El Semanal<\/em>\u00a0(suplemento de\u00a0El Correo<\/em>, Bilbao), 18 de octubre de 1992.
\n[11]<\/a>\u00a0M. CUENCA CABEZA:\u00a0Temas de Pedagog\u00eda del Ocio<\/em>, Universidad de Deusto, Bilbao 1995;\u00a0Ocio y Formaci\u00f3n. Hacia la equiparaci\u00f3n de oportunidades mediante la Educaci\u00f3n del Ocio<\/em>, Documentos de Estudios de Ocio N\u00ba 7, Universidad de Deusto, Bilbao 1999;\u00a0Pr\u00e1ctica deportiva escolar con ni\u00f1os ciegos y de baja visi\u00f3n<\/em>, en colaboraci\u00f3n con Aurora Madariaga, Documentos de Estudios de Ocio N\u00ba 8, Universidad de Deusto, Bilbao 2000;\u00a0<\/em><\/strong>Ideas pr\u00e1cticas para la educaci\u00f3n del ocio: fiestas y clubes<\/em>, Documentos de Estudios de Ocio N\u00ba 15, Universidad de Deusto, Bilbao 2000.
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\n[12]<\/a>\u00a0\u00a0J. MUNDY-L.\u00a0ODUM,\u00a0Leisure Education: Theory and Practice<\/em>, John Wiley and Sons, New York 1979.[\/vc_column_text][\/vc_column][\/vc_row]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"