[vc_row][vc_column][vc_column_text]\u00abNos deber\u00eda sorprender lo poco que la Iglesia entra en conflicto
\ncon las instituciones sociales y con los poderosos,
\nsalvo en los casos en que atacan directa y expresamente a la Iglesia misma\u00bb.<\/p>\n
Cristiandad, Madrid 1972, 79
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\nEl mundo es lo que es, por m\u00e1s que nos empe\u00f1emos en no querer reconocerlo, por m\u00e1s que lo ocultemos o no queramos mirarlo. La realidad mayor, la veamos o no, es la injusticia. \u201cLas desigualdades aumentaron en el siglo XX en \u00f3rdenes de magnitud sin proporci\u00f3n […] \u2014nos recuerda el \u00faltimo Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Humano\u2014: la diferencia entre el ingreso de los pa\u00edses m\u00e1s ricos y el de los m\u00e1s pobres era de alrededor de 3 a 1 en 1920, de 35 a 1 en 1950, de 44 a 1 en 1973 y de 72 a 1 en 1992\u201d.
\nOtros cuantos datos de la realidad, tomados del Informe \u00abUn mundo mejor para todos\u00bb: en 1998 murieron 11 millones de ni\u00f1os menores de 5 a\u00f1os, la mayor\u00eda de ellos por causas que se pod\u00edan prevenir; ese mismo a\u00f1o hab\u00eda m\u00e1s de 10 millones de refugiados; de los 15 millones de personas que han muerto de Sida, m\u00e1s de 12 millones eran africanos y una cuarta parte de los muertos, ni\u00f1os; 790 millones de personas est\u00e1n desnutridas o mal alimentadas y 250 millones de ni\u00f1os son utilizados como mano de obra infantil… En fin, \u00a1mundo!, realidad pura y dura, y… \u00a1disparate! Baste pensar, por ejemplo, que con el dinero que el mundo destina a gastos militares durante 11 d\u00edas alcanzar\u00eda para alimentar y curar a todos los ni\u00f1os hambrientos del planeta.
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<\/p>\n [vc_row][vc_column][vc_column_text]\u00abNos deber\u00eda sorprender lo poco que la Iglesia entra en conflicto con las instituciones sociales y con los poderosos, salvo en los casos en que atacan directa y expresamente a la Iglesia misma\u00bb. RAHNER,Cambio estructural en la Iglesia, Cristiandad, Madrid 1972, 79 \u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0Realidad: un mundo injusto El mundo es lo que […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[120,7,94,607],"tags":[],"class_list":["post-11666","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-2001-mision-joven-2","category-jose-luis-moral","category-mision-joven-2","category-pagina3-293"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11666","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=11666"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11666\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=11666"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=11666"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=11666"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\nLa interpretaci\u00f3n primigenia tanto de la fe como de las comunidades cristianas debe concretarse en torno a la pregunta de si se trata de una fe e Iglesia \u00abreales\u00bb, es decir y al hilo de algunas reflexiones de J. Sobrino: puesto que la injusticia \u2014la injusta pobreza, m\u00e1s concretamente\u2014 es la realidad mayor, la fe e Iglesia cristianas deben estar activamente en ella. La tragedia de los injustamente tratados en este mundo debe configurar la vida personal y comunitaria de los creyentes, su saber, su esperanza, su praxis.
\nSi no nos dejamos\u00a0afectar,<\/em>\u00a0si no reaccionamos apasionadamente movidos por ese afecto \u2014viviendo en un mundo de pobres en su mayor\u00eda como si ello no dijese nada a nuestra fe\u2014 tendr\u00edamos que hablar de la \u00abirrealidad\u00bb de la Iglesia, de cristianos irreales, de la irrealidad de nuestra fe.
\nNo lo olvidemos: es delante de esta situaci\u00f3n de emergencia, donde adquieren su verdadero sentido aquellas palabras de Jes\u00fas: \u00abVenid benditos… porque tuve hambre y me disteis de comer\u00bb (Mt 25,34). Realmente benditos son aquellos que han servido al hombre; incluso si su relaci\u00f3n con Dios o con la Iglesia y su pr\u00e1ctica religiosa no eran muy claras, han realizado la misi\u00f3n esencial. Los otros, quiz\u00e1 a fuerza de querer estar irrealmente con Dios, no fueron sensibles a la debilidad del pr\u00f3jimo.<\/p>\n<\/h2>\n
\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0Fe: \u00abestar de parte\u00bb<\/h2>\n
\nY es que no hay fe o, mejor \u2014pues, en definitiva, en eso consiste\u2014, no hay amor como Dios manda, si no es asim\u00e9trico como el suyo; teniendo en cuenta, entonces, que amar en un mundo injusto s\u00f3lo es posible a trav\u00e9s de la construcci\u00f3n de la justicia.
\nUno de los rasgos m\u00e1s pronunciados del rostro de Dios es, sin duda, su\u00a0no neutralidad<\/em>\u00a0ante las situaciones de injusticia y su\u00a0parcialidad<\/em>\u00a0al\u00a0tomar partido<\/em>\u00a0por el pobre, al hacer suya la causa de los oprimidos y excluidos. Lo primero que hace el amor de Dios es rechazar de ra\u00edz que puedan existir hijos suyos despojados y tratados injustamente por sus propios hermanos. Dios no est\u00e1 de acuerdo \u2014Jes\u00fas lo deja claro desde el principio hasta el final de su vida\u2014 y\u00a0descaradamente<\/em>\u00a0se pone a su lado.
\nPor eso Jerem\u00edas llegar\u00e1 a establecer la equivalencia entre conocer a Dios y practicar la justicia: \u201cQuien quiera conocer y comprender al Se\u00f1or, [sepa] que es el que en la tierra establece la lealtad, el derecho y la justicia y se complace en ella (9,23). Y por eso, sobre todo, Jes\u00fas de Nazaret, el Cristo, sit\u00faa a la justicia como mediaci\u00f3n imprescindible para anunciar al Dios verdadero.
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\n <\/p>\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0Justicia: verificaci\u00f3n de la fe<\/h2>\n
\nPor ah\u00ed andamos, aunque sea un tanto a tientas. Sin embargo, el evangelio es claro: la lucha por la justicia resulta imprescindible para verificar, para contrastar la fe verdadera de la que no lo es. Y m\u00e1s: en el fondo, se trata de una justicia que brota de la misma fe (Rm 9,30).
\nPara no embarrar la fe, pues, para liberar a tantos enfangados por la injusticia de este mundo… hay que\u00a0situarse<\/em>\u00a0en la realidad, formando parte o, m\u00e1s exactamente, estando de parte de cuantos sufren las consecuencias de esa injusticia.
\nPara que la fe y la sacramentalidad salvadora de la Iglesia no se perviertan es necesario que la lucha por la justicia sea la forma liberadora e hist\u00f3rica del anuncio de la salvaci\u00f3n definitiva. De ah\u00ed que la praxis cristiana con j\u00f3venes, por cuanto toca m\u00e1s directamente a nuestra revista, deba girar tambi\u00e9n en torno al tema de la solidaridad y la justicia. Sin \u00abresucitar la realidad\u00bb, sin confrontar a las j\u00f3venes generaciones con la injusticia de un mundo desquiciado, no s\u00f3lo les resultar\u00e1 imposible reconocer el rostro de Dios sino que ni siquiera alcanzar\u00e1n a descubrir el propio.
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\nJos\u00e9 Luis Moral<\/strong>
\ndirector@misionjoven.org[\/vc_column_text][\/vc_column][\/vc_row]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"