{"id":11681,"date":"2001-05-01T12:22:06","date_gmt":"2001-05-01T10:22:06","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=11681"},"modified":"2001-05-01T12:22:06","modified_gmt":"2001-05-01T10:22:06","slug":"donde-esta-el-futuro-de-la-iglesia","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/donde-esta-el-futuro-de-la-iglesia\/","title":{"rendered":"\u00bfD\u00f3nde est\u00e1 el futuro de la Iglesia?"},"content":{"rendered":"
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\nJos\u00e9 M. Castillo<\/strong>\u00a0es profesor en la Facultad de Teolog\u00eda de Granada.<\/em>
\n
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO
\n\u00ab\u00bfD\u00f3nde y en qu\u00e9 lugar est\u00e1 el futuro de la Iglesia? \u00bfC\u00f3mo debe ser la Iglesia del futuro?\u00bb. Tras unas pinceladas generales para\u00a0situar el futuro,<\/em>\u00a0precisamente, el autor afronta con rigor, valent\u00eda y claridad estas \u00abproblem\u00e1ticas\u00bb cuestiones. Antes de nada, los peligros fundamentales: \u00abla religi\u00f3n que sustituye a Dios\u00bb y \u00abel poder\u00bb como \u00abla gran tentaci\u00f3n de cualquier instituci\u00f3n religiosa\u00bb. Respecto al primer aspecto, el sitio de la Iglesia para poder hablar de Dios tiene que ser el sitio que ocup\u00f3 Jes\u00fas… El problema del poder en la Iglesia, sin duda, necesita una profunda revisi\u00f3n: \u00abmientras no se plantee hasta el fondo el problema del poder \u2014palabras que cierra el art\u00edculo\u2014, la Iglesia se debatir\u00e1 siempre ante un futuro incierto\u00bb.
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\nSi nos preguntamos por el futuro de la Iglesia, es porque no lo tenemos claro. Lo cual es comprensible. En un momento como el que estamos viviendo, en el que tantas cosas cambian (y cambian a tanta velocidad), es l\u00f3gico que los cristianos nos preguntemos d\u00f3nde, en qu\u00e9 y c\u00f3mo estar\u00e1 el futuro de la Iglesia. Pero no se trata s\u00f3lo de que casi todo est\u00e1 cambiando con mucha rapidez. Si hoy nos preguntamos por el futuro de la Iglesia, es porque en ella vemos cosas que no nos gustan, cosas con las que no estamos de acuerdo, cosas que a unos preocupan, a otros sorprenden y a algunos escandalizan. Por eso, hay quienes se plantean esta pregunta:\u00a0\u00bfes que la Iglesia va a tener que seguir siendo siempre como es ahora?<\/em>
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\nPara situar exactamente esta pregunta, es necesario indicar dos cosas.\u00a0En primer lugar<\/em>, por muchas cr\u00edticas que se hagan o se puedan hacer contra la Iglesia actual, es un hecho que esta Iglesia nuestra es una enorme instituci\u00f3n de \u00e1mbito mundial,\u00a0que est\u00e1 haciendo mucho bien en todo el mundo<\/em>. Por m\u00e1s ciertas que sean las denuncias que se hacen contra la Iglesia y sus dirigentes, nadie puede negar, ni poner en duda, que ahora mismo hay m\u00e1s de un mill\u00f3n de mujeres y hombres que, en nombre de la Iglesia y por mandato de ella, est\u00e1n dedicados (a tiempo pleno) a anunciar el Evangelio, a sanar enfermos, a educar ni\u00f1os, a dar de comer a gentes muertas de hambre, a luchar por la justicia y los derechos de los pueblos, a conseguir que muchas personas sean menos desgraciadas de lo que ser\u00edan si la Iglesia no existiera.
\nEn segundo lugar<\/em>, es un hecho tambi\u00e9n que, en esta Iglesia nuestra,\u00a0hay cosas que van mal<\/em>. Y se puede afirmar sin exageraci\u00f3n que algunas de esas cosas\u00a0van muy mal<\/em>. Cada d\u00eda hay m\u00e1s gente que, sin decir nada a nadie, abandona la Iglesia. Porque su presencia y su mensaje, no s\u00f3lo no interesa, sino que molesta y hasta resulta insoportable para muchas personas. De ah\u00ed que la presencia de la Iglesia en la sociedad es que cada d\u00eda m\u00e1s marginal. Porque su pensamiento ya apenas influye en la cultura, en las costumbres y, sobre todo, en la soluci\u00f3n de los grandes problemas que hoy preocupan a la gente y hacen sufrir a tantos ciudadanos.
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\nEstando as\u00ed las cosas, y precisamente por lo que acabo de decir, nos preguntamos: \u00bfD\u00f3nde y en qu\u00e9 debe estar el futuro de la Iglesia? \u00bfC\u00f3mo debe ser la Iglesia del futuro?
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\n <\/p>\n\n
\nLas gentes que vivimos en los pa\u00edses que se aproximan a lo que, desde los a\u00f1os posteriores a la segunda guerra mundial, se ha llamado el \u00abEstado del Bienestar\u00bb tenemos el peligro de no darnos cuenta del futuro tan incierto y preocupante que tenemos a la vista. Como en estos pa\u00edses la mayor parte de la gente vive bien, seguramente nos imaginamos que esta situaci\u00f3n, no s\u00f3lo se va a perpetuar, sino que incluso va a ir a mejor. Adem\u00e1s, los pol\u00edticos y los medios de comunicaci\u00f3n se encargan de \u00abentontecer\u00bb a grandes sectores de la opini\u00f3n p\u00fablica con ideas como, por ejemplo, \u00abEspa\u00f1a va bien\u00bb o \u00abpara dentro de cinco a\u00f1os habremos acabado con el paro\u00bb, etc.
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\nLa realidad, sin embargo, es muy distinta.<\/p>\n\n
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\nNo sabemos lo que podr\u00e1 durar este estado de cosas. Lo que s\u00ed conocemos son los efectos que todo esto est\u00e1 produciendo. La enorme crisis ecol\u00f3gica, con la consiguiente alteraci\u00f3n de los climas, las aguas potables, la qu\u00edmica de los suelos, las sociedades humanas. A esto se a\u00f1ade la inestabilidad de los pueblos, cuya expresi\u00f3n m\u00e1s aterradora es el fen\u00f3meno de las migraciones: gentes que huyen de sus pa\u00edses de origen para escapar de la muerte por hambres, guerras, enfermedades y miserias sin cuento.
\nAdem\u00e1s, est\u00e1 el hecho de los cambios profundos que se est\u00e1n produciendo en el interior de nosotros mismos. Ya no tenemos la misma escala de valores que ten\u00edamos hace a\u00f1os. Ahora importa m\u00e1s la pareja que el matrimonio. Interesa m\u00e1s la ganancia que la honradez. Preocupa m\u00e1s el confort que el bienestar. Cada d\u00eda aumenta la cantidad de personas que sufren depresiones o que simplemente no le ven sentido a la vida que llevan.
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\n\u00bfEn qu\u00e9 va a parar todo esto? Nadie lo sabe. Ni lo puede saber. En cualquier caso,\u00a0hay razones serias para no ser pesimistas<\/em>, a pesar de todo. M\u00e1s bien, se puede pensar que estamos asistiendo a uno de los grandes cambios que ha experimentado la humanidad. El cambio se viene gestado hace bastantes a\u00f1os. Y tardar\u00e1 a\u00f1os en cuajar. Para que surjan nuevas formas de organizar la pol\u00edtica, la econom\u00eda, la convivencia de las gentes y de los pueblos. Hasta que surja una nueva cultura. Tanto despilfarro, por parte de unos, y tanto exterminio en el resto del mundo, son cosas que no podr\u00e1n durar demasiado.\u00a0La fuerza de la vida terminar\u00e1 por imponerse<\/em>. En eso, que es lo m\u00e1s fuerte (la vida misma) radica nuestra esperanza. Que no es sino la convicci\u00f3n de un futuro mejor.
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\n <\/p>\n\n
\nLa pregunta es l\u00f3gica. \u00bfQu\u00e9 papel est\u00e1n desempe\u00f1ando las religiones en la situaci\u00f3n de cambio que estamos viviendo? \u00bfEst\u00e1n las grandes religiones contribuyendo a que este proceso de cambios profundos desemboque en un futuro m\u00e1s digno para la humanidad?
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\nAll\u00e1 por los a\u00f1os 60 y 70 del siglo pasado, se hablaba insistentemente del final de la era religiosa de la humanidad y, por tanto, de la muerte de la religi\u00f3n. Los hechos han demostrado que aquellos \u00abprofetas de desgracias\u00bb no ten\u00edan raz\u00f3n. Las religiones siguen vivas. Y hasta se puede decir que ahora tienen m\u00e1s presencia en nuestra sociedad que hace cuarenta a\u00f1os. El problema est\u00e1 en que ha aparecido un nuevo tipo de religi\u00f3n.\u00a0Una religi\u00f3n que sustituye a Dios<\/em>. Porque, aunque sea cierto que la religi\u00f3n tiene ahora m\u00e1s fuerza que hace unos a\u00f1os, el hecho es que le fe en Dios es un problema creciente para muchas personas. Hasta el punto de que hay individuos que no se pierden una procesi\u00f3n o una romer\u00eda, pero al mismo tiempo son ateos militantes o simplemente agn\u00f3sticos.
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\nPero esto, con ser tan grave, no es lo m\u00e1s preocupante. Lo peor de todo es que las grandes tradiciones religiosas son representadas y gestionadas por\u00a0instituciones religiosas<\/em>, con sus l\u00edderes y dirigentes, sus dogmas, sus liturgias, sus tradiciones, sus normas y prohibiciones. Y tambi\u00e9n, como es natural, con sus intereses de poder y de influencia en la sociedad.
\nAhora bien, con demasiada frecuencia ocurre que\u00a0los intereses de las instituciones religiosas se anteponen a los fines de dichas instituciones.<\/em>\u00a0De donde resulta que, por una parte, las religiones predican el amor y la solidaridad, pero, por otra parte, fomentan divisiones y enfrentamientos, nacionalismos a ultranza, comportamientos racistas y xen\u00f3fobos, sin que falten las guerras de religi\u00f3n que siguen derramando demasiada sangre entre gentes fanatizadas por sus creencias religiosas.
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\nTodo esto quiere decir que, en una situaci\u00f3n de cambio cultural como la que estamos viviendo, las religiones tienen que estar all\u00ed donde se defiendan los derechos de la vida de las personas, la igualdad efectiva (no meramente te\u00f3rica) de todos los ciudadanos, la dignidad y la felicidad para cualquier ser humano, sea cual sea su origen; y sean las que sean sus creencias, sus tradiciones, sus costumbres o incluso su comportamiento. En este sentido, las religiones tienen hoy un papel decisivo para el futuro de la humanidad. Porque son un factor de paz y estabilidad o, por el contrario, de conflictos y enfrentamientos mucho m\u00e1s fuertes de lo que algunos se imaginan.
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\nLa consecuencia es clara: las religiones tienen que organizarse de tal manera que puedan ser agentes decisivos para el logro de\u00a0una \u00e9tica planetaria<\/em>, es decir, generar una espiritualidad y una m\u00edstica que sean capaces de fundamentar una \u00ab\u00e9tica mundial\u00bb (L. Boff, H. K\u00fcng). Porque es evidente que mientras no se logre el com\u00fan acuerdo de una \u00e9tica mundial para la justicia, el respeto y la convivencia, no habr\u00e1 paz en el planeta tierra. Y menos a\u00fan habr\u00e1 una igualdad razonable entre los pueblos, culturas y tradiciones que se extienden por el mundo. Desde este punto de vista, se puede afirmar, sin miedo a exagerar, que la aportaci\u00f3n de las religiones ser\u00e1 m\u00e1s decisiva cada d\u00eda, para el logro de una humanidad que pueda convivir en condiciones dignas del ser humano.
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\n <\/p>\n\n
\nDe acuerdo con lo que he explicado hasta ahora, es evidente que el futuro de la Iglesia no est\u00e1 en peligro. Porque la Iglesia es una instituci\u00f3n religiosa. Y sabemos que la religi\u00f3n no se est\u00e1 debilitando, sino todo lo contrario. Por eso, cada a\u00f1o, cuando se celebran determinadas fiestas religiosas (por ejemplo, la semana santa) o con motivo de tal o cual peregrinaci\u00f3n, romer\u00eda o concentraci\u00f3n eclesi\u00e1stica, la masiva afluencia de gentes (que quiz\u00e1 vienen de medio mundo) es con frecuencia tan multitudinaria que resulta impresionante.
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\nPero, de acuerdo tambi\u00e9n con lo que he explicado, precisamente el auge de la religi\u00f3n puede convertirse en el gran peligro para la Iglesia. Y esto por dos razones: 1\/ Porque, como ya he dicho, hoy abunda\u00a0la religi\u00f3n que sustituye a Dios;<\/em>\u00a02\/ Porque\u00a0la gran tentaci\u00f3n de cualquier instituci\u00f3n religiosa es el poder.<\/em>\u00a0Ahora bien, en la medida en que estas dos razones son verdad, el futuro de la Iglesia resulta enormemente problem\u00e1tico, si es que tomamos en serio la funci\u00f3n m\u00e1s importante y m\u00e1s urgente que, en este momento, tienen que desempe\u00f1ar las religiones en el mundo. Porque bien puede suceder que tengamos una Iglesia que concentra a millones de personas para actos religiosos. Y que adem\u00e1s est\u00e1 dirigida por un papa que goza de una popularidad y un poder de convocatoria que atrae a miles y miles de fieles que le ovacionan y le aplauden.
\nPero todo eso puede ocurrir de tal manera que la Iglesia no cumpla con el fin que tiene que desempe\u00f1ar en el mundo. Por eso se puede (y se debe) hablar del\u00a0problem\u00e1tico futuro de la Iglesia.\u00a0<\/em>Cuando los \u00abhombres de Iglesia\u00bb ven que la gente acude en masa a determinados actos religiosos, se pueden alucinar con semejantes \u00e9xitos y bien pueden llegar a pensar que la Iglesia est\u00e1 ahora mejor que nunca. Y, sobre todo, si el poder se mantiene s\u00f3lidamente organizado dentro de la instituci\u00f3n eclesi\u00e1stica, los que manejan ese poder tendr\u00e1n ciertamente el convencimiento de que la Iglesia va bien y hace lo que tiene que hacer.
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\nNo parece aventurado pensar que esto exactamente es lo que est\u00e1 ocurriendo ahora mismo en la Iglesia. La religi\u00f3n cat\u00f3lica en auge. Y el poder del papa y de la Curia Romana m\u00e1s s\u00f3lidamente afianzado que nunca. De ah\u00ed, la enorme dificultad que tienen muchos dirigentes eclesi\u00e1sticos para ver lo que tendr\u00edan que ver. Y para darse cuenta de los cambios que ser\u00eda necesario asumir con urgencia, para que la Iglesia cumpla realmente con su misi\u00f3n en este momento de la historia humana.
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\n <\/p>\n\n
\nPor supuesto, lo primero que tiene que hacer la Iglesia es dar testimonio de Dios, afirmar la existencia y la presencia de Dios, en cada lugar y en cada momento de la historia. La Iglesia no es una instituci\u00f3n de servicios sociales. La Iglesia tiene su origen en Dios. Y su misi\u00f3n es ser testigo de Dios. Pero con decir esto, no hemos dicho lo esencial. Porque no se trata de anunciar a cualquier Dios. Se trata de hacer presente en la sociedad al\u00a0Dios de Jes\u00fas.<\/em>\u00a0Es decir, al Dios que anunci\u00f3 Jes\u00fas o, m\u00e1s exactamente, al Dios que se nos revel\u00f3 en el hombre Jes\u00fas de Nazaret (Jn 1,18; Mt 11,27; Jn 14,9).
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\nAhora bien, si es que efectivamente el Dios, en el que creemos los cristianos, se nos dio a conocer en Jes\u00fas, eso quiere decir que nuestro Dios se nos revel\u00f3 en un hombre. Concretamente, en un hombre que naci\u00f3 en extrema pobreza, vivi\u00f3 entre las gentes pobres y marginales de aquel tiempo, y muri\u00f3 ajusticiado como un delincuente, colgado entre dos\u00a0lestai<\/em>\u00a0(Mc 15,27), una palabra que el historiador Josefo utiliza para designar a los rebeldes contra los poderes p\u00fablicos y contra el orden establecido.
\nPor lo tanto, el Dios en el que creemos los cristianos no se entiende, ni se puede entender, desde la condici\u00f3n de los poderosos y su \u00abpoder\u00bb, sino a partir de la situaci\u00f3n de los d\u00e9biles y su \u00abdebilidad\u00bb (cf. 1Cor 1,25). El Evangelio representa, desde este punto de vista, la m\u00e1s asombrosa subversi\u00f3n en la historia de las tradiciones religiosas de la humanidad. Porque el Dios del cristianismo, a partir del misterio de la encarnaci\u00f3n, se funde y se confunde con lo humano, con lo m\u00e1s d\u00e9bil de la condici\u00f3n humana, la\u00a0sarx<\/em>, la \u00abcarne\u00bb (Jn 1,14), que es la debilidad propia de los seres humanos (cf. Mt 26,41). Por eso Jes\u00fas, en nombre de Dios, pudo decir: \u201clo que hicisteis que uno de estos, conmigo lo hicisteis\u201d (Mt 25,40).
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\nPero es claro, si todo es as\u00ed, Dios es y ser\u00e1 siempre un problema para la Iglesia. Por una raz\u00f3n que se comprende enseguida. La Iglesia es una instituci\u00f3n religiosa, muy celosa de su poder, de su autoridad, de su capacidad para mandar y para ser obedecida. Seg\u00fan el Derecho Can\u00f3nico, el papa tiene una potestad \u201cque es suprema, plena, inmediata y universal\u201d, que \u201cpuede siempre ejercer libremente\u201d (c. 331). Y adem\u00e1s se trata de una potestad tal que, en este mundo, \u201cno cabe apelaci\u00f3n ni recurso contra una sentencia o un decreto del Romano Pont\u00edfice\u201d (c. 333,3). M\u00e1s a\u00fan, el canon 1404 afirma que el papa \u201cno puede ser juzgado por nadie\u201d.
\nAhora bien, un poder tan universal y tan pleno, que no admite ni cr\u00edtica ni disensi\u00f3n alguna, y al que nadie puede enjuiciar o juzgar, es un poder \u00fanico en este mundo. Pero entonces el problema est\u00e1 en saber d\u00f3nde, c\u00f3mo y en qui\u00e9n se fundamenta semejante poder. \u00bfEn virtud de qu\u00e9 argumento se \u00ablegitima\u00bb ese poder absoluto? Es evidente que, al ser un poder religioso, su \u00ablegitimaci\u00f3n\u00bb tiene que estar en Dios. Los papas de todos los tiempos lo han dicho de mil maneras: el poder que ellos tienen y representan no es sino la expresi\u00f3n en la tierra del Dios Omnipotente.
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\nY aqu\u00ed es donde est\u00e1 el problema. Una Iglesia Jer\u00e1rquica, tan celosa de su poder, no tiene m\u00e1s remedio que presentar a un Dios que se entiende a partir del poder, del dominio, de la autoridad que se impone y exige obediencia y sometimiento. Y una Iglesia que descalifica, rechaza y condena a los que no le someten, tiene que anunciar forzosamente a Dios que juzga y castiga, que proh\u00edbe y amenaza. Por eso el Dios de Jes\u00fas es un problema para la Iglesia. Porque la Iglesia del poder, de los anatemas, del control sobre las conciencias, del rechazo de los que no se someten a sus verdades y mandatos, es la Iglesia que no sabe qu\u00e9 hacer con el Dios que anunci\u00f3 Jes\u00fas. Porque quien va por la vida con semejantes pretensiones de poder no puede entender al Dios de Jes\u00fas. Y menos a\u00fan puede hablar de ese Dios con un m\u00ednimo de coherencia.
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\nPara poder comprender al Dios de Jes\u00fas y poder hablar de ese Dios hay que situarse donde se situ\u00f3 Jes\u00fas. Y vivir como vivi\u00f3 Jes\u00fas. Por eso, sin duda, el propio Jes\u00fas dijo que todo esto se oculta a los sabios y entendidos, mientras que quienes lo entienden son la gente sencilla, los\u00a0nepioi<\/em>\u00a0(Mt 11,25), los que literalmente no tienen nada que decir en este mundo.
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\n\u00bfD\u00f3nde tiene que estar la Iglesia del futuro, si es que quiere de verdad hablar de Dios y mostrar a Dios? Su sitio tiene que ser el sitio que ocup\u00f3 Jes\u00fas. Desde el poder supremo en la tierra, desde los desfiles triunfales entre los grandes de la pol\u00edtica, los famosos de los\u00a0media<\/em>, los polic\u00edas y los guardaespaldas, los clamores del \u00e9xito y el triunfo, se podr\u00e1n decir palabras, palabras, palabras…, incluso palabras sublimes sobre Dios. Pero no se dir\u00e1 ni media palabra sobre el Dios de Jes\u00fas. La gran contradicci\u00f3n de la Iglesia del poder est\u00e1 en que a todas horas tiene el nombre de Dios en la boca, pero sorprendentemente no suele anunciar al Dios que tiene que anunciar. Porque desde el poder,\u00a0sobre todo si es el poder religioso,<\/em>\u00a0no se hace otra cosa que deformar y desfigurar al Dios que anunci\u00f3 Jes\u00fas.
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\n <\/p>\n\n
\nLa Iglesia tiene una \u00abestructura\u00bb divina que, precisamente porque proviene de Dios, es inmutable. Ni se puede cambiar, ni se puede poner en discusi\u00f3n. La estructura divina de la Iglesia se concreta en su \u00abestructura jer\u00e1rquica\u00bb: el colegio episcopal, como sucesor del colegio apost\u00f3lico, cuya cabeza es el obispo de Roma, el papa. Pero en la Iglesia, una cosa es la \u00abestructura\u00bb y otra cosa es la \u00aborganizaci\u00f3n\u00bb. Porque la estructura jer\u00e1rquica de la Iglesia se puede organizar de muchas maneras. Y sabemos que hist\u00f3ricamente ha estado organizada y ha funcionado de formas muy diversas. La actual organizaci\u00f3n y administraci\u00f3n de la Iglesia es una de las posibles. Pero no es la \u00fanica. Ni es la mejor de todas.
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\nPor otra parte, el asunto de la organizaci\u00f3n administrativa de la Iglesia representa un problema mucho m\u00e1s importante de lo que algunos se imaginan. Porque de la organizaci\u00f3n depende\u00a0c\u00f3mo se gestiona el poder en la Iglesia<\/em>. Si el poder se gestiona como, de hecho, se hace en la actualidad, la consecuencia es dram\u00e1tica. No s\u00f3lo se deforma la imagen de Dios, sino que adem\u00e1s la instituci\u00f3n eclesi\u00e1stica vive m\u00e1s preocupada por asegurar su poder y sus derechos, que por defender la paz, la justicia y los derechos de los seres humanos, sean cuales sean sus creencias, su condici\u00f3n social o su forma de vida.
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\nAhora bien, si la gesti\u00f3n del poder en la Iglesia se quiere afrontar en serio y con todas sus consecuencias, es imprescindible y urgente resolver tres grandes cuestiones:
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\n6.1. \u00bfQui\u00e9n es el sujeto de suprema potestad en la Iglesia?<\/strong>
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\nEl concilio Vaticano II dice que \u201cel Romano Pont\u00edfice tiene… potestad plena, suprema y universal sobre la Iglesia, que puede siempre ejercer libremente\u201d (LG\u00a0\u00a022,2). Pero el mismo concilio dice a continuaci\u00f3n que \u201cel orden de los obispos… es tambi\u00e9n sujeto de la suprema y plena potestad sobre la universal Iglesia\u201d (LG 22,3). Esto quiere decir que el papa, por s\u00ed solo, no es el sujeto de suprema potestad en la Iglesia. Porque tambi\u00e9n el conjunto de los obispos, junto con el papa y nunca sin \u00e9l, tiene la suprema potestad en la Iglesia. Esto es lo que nos dice la\u00a0teolog\u00eda<\/em>\u00a0de la Iglesia. Lo que pasa es que la\u00a0organizaci\u00f3n<\/em>\u00a0eclesi\u00e1stica est\u00e1 montada de tal manera que, de hecho, quien ejerce el poder supremo en la Iglesia es \u00fanicamente el papa.
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\nY la raz\u00f3n est\u00e1 en esto: lo que \u00abteol\u00f3gicamente\u00bb no est\u00e1 resuelto en la Iglesia, el Derecho Can\u00f3nico lo ha zanjado \u00abjur\u00eddicamente\u00bb, asignando al papa el ejercicio exclusivo del poder. Lo cual es cierto hasta tal punto que el canon 1372 dispone que si alguien recurre al Concilio Ecum\u00e9nico o al Colegio de los Obispos contra una decisi\u00f3n del papa, debe ser castigado con una censura. O sea, en la Iglesia manda un solo hombre. Y ese hombre tiene tal poder, que \u00e9l decide qui\u00e9n est\u00e1 en la verdad o en el error, qui\u00e9n va por el camino del bien o por el camino de la perdici\u00f3n. Adem\u00e1s, el papa quita y pone, premia o castiga, a cualquier cardenal, a cualquier obispo, a cualquier cargo eclesi\u00e1stico.
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\nPor supuesto, durante los diez primeros siglos de la Iglesia, todo esto no estuvo \u00aborganizado\u00bb de esta manera. Por ejemplo, a los obispos no los nombraba el papa, sino que eran elegidos en cada Iglesia local. En el sistema actual, existe el peligro evidente de que el papa, al nombrar a un obispo, piense m\u00e1s en si ese obispo le va a ser sumiso, que si va a ser un hombre libre para exigir los derechos de los fieles, de los infieles o de cualquier persona. Es evidente que mientras este problema no est\u00e9 resuelto, los \u00abhombres de Iglesia\u00bb tendr\u00e1n el peligro de mirar m\u00e1s a Roma que a las necesidades del pueblo. Y se preocupar\u00e1n m\u00e1s por estar en buena relaci\u00f3n con Roma que con los representantes de otras religiones. En estas condiciones, el di\u00e1logo con otras religiones, en busca de una \u00e9tica mundial, ser\u00e1 un asunto que no va a preocupar gran cosa a la mayor parte de los obispos de la Iglesia cat\u00f3lica.
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\n6.2. \u00bfQu\u00e9 derechos y qu\u00e9 poderes tiene la Curia Romana?<\/strong>
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\nEl problema de fondo, en este punto concreto, est\u00e1 en saber cu\u00e1l es el\u00a0estatuto teol\u00f3gico<\/em>\u00a0de la Curia. Seg\u00fan el actual C\u00f3digo de Derecho Can\u00f3nico, la Curia Romana es el organismo mediante el cual el papa \u201csuele tramitar los asuntos de la Iglesia universal, y que realiza su funci\u00f3n en nombre y por autoridad del mismo\u201d (el papa) (c. 360). Pero el Derecho Can\u00f3nico s\u00f3lo puede establecer el\u00a0estatuto jur\u00eddico<\/em>\u00a0de la Curia. La teolog\u00eda de la Curia es una cuesti\u00f3n que est\u00e1 por hacer.
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\nEn cualquier caso, lo m\u00e1s grave que aqu\u00ed se plantea es que un estamento, que no tiene un estatuto teol\u00f3gico claro (tal es el caso de la Curia), est\u00e1 por encima de otro estamento, que s\u00ed tiene su raz\u00f3n de ser en la estructura teol\u00f3gica fundamental de la Iglesia (tal es el caso del Colegio de los Obispos). De donde resulta que en la Iglesia tiene m\u00e1s poder quien tiene menos teolog\u00eda para justificar ese poder. De ah\u00ed que, en situaciones como la actual, con un papa que, por su edad y su salud, impresiona a quienes le ven ocupando el cargo que ocupa, resulta que quien realmente ejerce el poder en la Iglesia es quien menos claro tiene en virtud de qu\u00e9 argumento teol\u00f3gico ejerce semejante poder. Se sabe que, de hecho, los funcionarios de la Curia controlan a los obispos, les llaman la atenci\u00f3n en no pocas ocasiones, les imponen normas o les proh\u00edben lo que consideran que un obispo no debe hacer.
\nTodo esto, en un r\u00e9gimen de secretos, normas o disposiciones que no se conocen exactamente, denuncias que se ocultan, procesos que no resultan patentes, etc, etc. Y si controlan tan estrechamente a los obispos, mucho m\u00e1s controlan a los te\u00f3logos, a los sacerdotes, a las religiosas y religiosos, a las instituciones cristianas, a los laicos en general. La consecuencia inevitable es un r\u00e9gimen de miedo y la consiguiente falta de libertad. De ah\u00ed que en la Iglesia se piensa y se hace lo que en Roma agrada, mientras que no preocupa tanto lo que los cristianos se preguntan y, sobre todo, lo que la Iglesia tendr\u00eda que aportar a este mundo angustiado en el que nos ha tocado vivir.
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\n6.3. \u00bfQu\u00e9 derechos tienen en la Iglesia<\/strong>
\ntodos los que est\u00e1n bajo el poder supremo?<\/strong>
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\nEsta pregunta es inevitable despu\u00e9s de todo lo que acabo de explicar. Por supuesto, el Derecho Can\u00f3nico habla de las obligaciones y de los derechos de los fieles (cc. 224-231). Pero, desde el momento en que el mismo Derecho Can\u00f3nico establece que \u201cno cabe apelaci\u00f3n ni recurso contra una sentencia o un decreto del Romano Pont\u00edfice\u201d (c. 333,3), es evidente que en la Iglesia nadie tiene, ni puede tener, \u00abderechos adquiridos\u00bb. Porque cualquiera, en cualquier momento, puede ser depuesto de su cargo, puede ser trasladado, castigado con una censura eclesi\u00e1stica, etc, etc.
\nPor eso, en la Iglesia se escriben y se dicen maravillas sobre la responsabilidad de los laicos, sobre la importancia de las mujeres y su papel en la misi\u00f3n evangelizadora, sobre la corresponsabilidad de los obispos y los sacerdotes en el gobierno de la Iglesia, sobre la razonable democratizaci\u00f3n de las instituciones eclesi\u00e1sticas, sobre el poder como servicio a la comunidad, sobre la reforma de la Vida Religiosa….
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\nTodo eso, por muy razonado y argumentado que est\u00e9, desde el punto de vista del Evangelio y de la teolog\u00eda, a la hora de la verdad es papel mojado. Es decir, todo eso no se puede traducir en nada concreto y operativo. De ah\u00ed que, en la Iglesia, ocurre constantemente que se dicen unas cosas y se hacen otras. Por ejemplo, el papa organiza reuniones p\u00fablicas con los l\u00edderes de otras religiones, pero a rengl\u00f3n seguido Roma destituye a los te\u00f3logos que defienden en serio el di\u00e1logo con otras confesiones religiosas. Por eso, a cualquiera se le ocurre pensar que es muy dif\u00edcil que la Iglesia, mientras perdure su actual sistema organizativo, pueda aportar algo verdaderamente serio para elaborar, en di\u00e1logo de igualdad con las dem\u00e1s religiones del planeta, una \u00e9tica mundial en la que todos los seres humanos coincidamos para conseguir un mundo m\u00e1s justo, m\u00e1s humano y m\u00e1s digno.
\nEl papa y los obispos dir\u00e1n que est\u00e1n de acuerdo con ese proyecto y que est\u00e1n dispuestos a que se haga. Pero, si eso se tiene que hacer a base de bajarse del pedestal en el que la Iglesia cat\u00f3lica se ha colocado, como la \u00fanica religi\u00f3n que posee la plenitud de la verdad sobre Dios, el papa y los obispos no se pondr\u00e1n a dialogar en serio con las otras religiones.
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\nLa Iglesia tiene una estructura jer\u00e1rquica, querida por Dios y, por tanto, intocable. Pero esa estructura divina se puede organizar de muchas maneras. En el actual sistema organizativo de la Iglesia, el poder se ha concentrado de tal manera en un solo hombre, el papa, que eso ha tenido como consecuencia anular, en la pr\u00e1ctica, los derechos y, por tanto, la corresponsabilidad de todos los dem\u00e1s miembros de la Iglesia, desde los obispos hasta los laicos.
\nAhora bien, en un sistema as\u00ed, la consecuencia inevitable que se sigue es que se hace pr\u00e1cticamente imposible anunciar al Dios que Jes\u00fas revel\u00f3 al mundo. Porque una Iglesia en la que se concentra tanto poder, necesita un Dios que se tiene que entender a partir del poder, no desde la bondad, el amor y la tolerancia. Por otra parte, una Iglesia en la que el poder se gestiona de manera tan autoritaria y centralizada, no tiene m\u00e1s remedio que centrar sus mayores preocupaciones en defender su poder, su dignidad, su buen nombre, su prestigio. Y entonces lo dem\u00e1s (en la pr\u00e1ctica, no en teor\u00eda) pasa a segundo plano. Por eso en la Iglesia se castiga m\u00e1s la desobediencia que el desinter\u00e9s por los pobres o las confusas relaciones con los poderes que causan tanto sufrimiento en el mundo.
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\nFinalmente, una Iglesia que ejerce el poder de maneta tan absoluta, podr\u00e1 pedir perd\u00f3n por los errores del pasado, pero es muy dudoso que reconozca los errores que comete en el presente. Porque es una Iglesia que tiene que aparecer ante el mundo como quien posee la plenitud de la verdad y del bien. De ah\u00ed que a una Iglesia as\u00ed, le resultar\u00e1 muy dif\u00edcil ponerse a dialogar en plano de igualdad con otros creyentes, para buscar entre todos el camino que todos tenemos que andar en el siglo que estamos iniciando.
\nMuchos problemas tiene hoy la Iglesia. Y mucho tendr\u00e1 en el futuro. Pero mientras no se plantee hasta el fondo el problema del poder, la Iglesia se debatir\u00e1 siempre ante un futuro incierto.\u00a0n<\/p>\nJos\u00e9 M. Castillo<\/h2>\n