<\/p>\n
NARRAR PARA DESCUBRIR \u00abYa hab\u00eda ca\u00eddo la tarde […] cuando Jos\u00e9 de Arimatea, distinguido miembro del Consejo que aguardaba tambi\u00e9n el Reino de Dios, arm\u00e1ndose de valor se present\u00f3 a Pilato y le pidi\u00f3 el cuerpo de Jes\u00fas…\u00bb (Mc 15,42-43). Algo semejante nos dicen todos los Evangelios sobre este personaje\u00a0recreado\u00a0en la narraci\u00f3n ofrecida aqu\u00ed. […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","inline_featured_image":false,"footnotes":""},"categories":[120,596,160,94],"tags":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11688"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=11688"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11688\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=11688"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=11688"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=11688"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\n\u00abYa hab\u00eda ca\u00eddo la tarde […] cuando Jos\u00e9 de Arimatea, distinguido miembro del Consejo que aguardaba tambi\u00e9n el Reino de Dios, arm\u00e1ndose de valor se present\u00f3 a Pilato y le pidi\u00f3 el cuerpo de Jes\u00fas…\u00bb (Mc 15,42-43). Algo semejante nos dicen todos los Evangelios sobre este personaje\u00a0recreado<\/em>\u00a0en la narraci\u00f3n ofrecida aqu\u00ed. Nada m\u00e1s se nos cuenta de este personaje en el Nuevo Testamento. Podemos imaginarnos c\u00f3mo esperaba el Reino para as\u00ed descubrir mejor qu\u00e9 es el Reino de Dios.
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\nq\u00a0El testimonio de Jos\u00e9 de Arimatea<\/strong>
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\nEn Arimatea no se hablaba de otra cosa. Dec\u00edan cuantos lo hab\u00edan visto, que un gran profeta hab\u00eda aparecido en Israel. Se llamaba Jes\u00fas y era de Nazaret. De \u00e9l contaban cosas que a todos sorprend\u00edan. Muchos pensaban que ese hombre ten\u00eda algo de Dios, porque hac\u00eda cosas que solo Dios podr\u00eda hacer. Todos empezaron a tener el convencimiento de que ese nazareno pod\u00eda ser el enviado de Dios, el libertador que todos esper\u00e1bamos. Un ambiente de euforia nos envolvi\u00f3.
\nLo que durante tanto tiempo hab\u00edamos esperado parec\u00eda que estaba llamando a nuestras puertas. Desde el primer momento en que o\u00ed hablar de ese Jes\u00fas de Nazaret, surgi\u00f3 en mi mente un interrogante: si era verdad todo aquello, si hab\u00eda llegado con aquel hombre la hora del Reinado de Dios, \u00bfqu\u00e9 pod\u00eda hacer yo para colaborar?
\nNo se me ocurr\u00eda nada. Coment\u00e1ndolo con Lidia, mi mujer, encontramos una manera de hacerlo. Coger una parte de nuestros ahorros y ofrec\u00e9rselos a Jes\u00fas para que pudiera llevar adelante sus planes. No es que tuvi\u00e9ramos mucho dinero, pero viv\u00edamos en una posici\u00f3n bastante desahogada. Y as\u00ed lo hicimos. Llevando en una bolsa todas las monedas, me fui en busca de Jes\u00fas.
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\nTom\u00e9 el camino que llevaba a Nazaret pensando que lo encontrar\u00eda all\u00ed. Pero en ese pueblo solo encontr\u00e9 a su madre, Mar\u00eda, que viv\u00eda sola en una peque\u00f1a casa. Quiso que me quedara a comer con ella. Qued\u00e9 encantado con aquella mujer. La verdad es que me trat\u00f3 como si fuera su propio hijo. Nunca hab\u00eda probado unos guisos tan sabrosos.
\nMientras com\u00edamos llamaron a la puerta. Era una ni\u00f1a que ven\u00eda a devolverle una cazuela vac\u00eda. Cuando se march\u00f3, me cont\u00f3 la triste historia de aquella ni\u00f1a. Era hu\u00e9rfana de padre y su madre estaba enferma. No ten\u00edan dinero ni medicinas y si no pagaban el alquiler se quedar\u00edan en la calle. Mar\u00eda se encargaba de hacerles la comida y de recaudar dinero en el pueblo para ayudarles, pero no hab\u00eda suficiente. Qued\u00e9 impresionado por la actitud de esta mujer. Saqu\u00e9 mi bolsa y le di monedas suficientes para solucionar todo aquel problema. No pod\u00eda hacer menos.
\n
\nMe march\u00e9 de Nazaret pensando que si la madre de Jes\u00fas era as\u00ed, c\u00f3mo ser\u00eda su hijo. Tal y como ella me indic\u00f3, me dirig\u00ed hacia Cafarna\u00fam. Lo m\u00e1s probable es que all\u00ed encontrara a Jes\u00fas. Por el camino encontr\u00e9 a un hombre tirado en el suelo. Parec\u00eda haber sufrido un desmayo a causa del calor. Como pude lo llev\u00e9 a una posada cercana y encargu\u00e9 que lo cuidaran hasta que se repusiera. Dej\u00e9 unas monedas de la bolsa para cubrir los gastos y continu\u00e9 el camino.
\nM\u00e1s adelante me par\u00f3 un ciego que estaba al borde del camino. Me pidi\u00f3 que le ayudara a llegar hasta la ciudad de Magdala. Como me pillaba de camino acced\u00ed a acompa\u00f1arle.
\nTras algunas vicisitudes m\u00e1s, llegu\u00e9 a Cafarna\u00fam. Pregunt\u00e9 por Jes\u00fas y me indicaron una casa de pescadores que estaba junto al lago de Genesaret. Fui hasta ella, pero cuando iba a llamar a la puerta, me llev\u00e9 la mano a la bolsa del dinero para asegurarme que la ten\u00eda. Al tocarla, me di cuenta de que estaba casi vac\u00eda. Hab\u00eda gastado demasiadas monedas por el camino, y lo que ahora quedaba, era rid\u00edculo entreg\u00e1rselo al Mes\u00edas. Poca cosa se pod\u00eda hacer con aquellas monedas. Cuanto estaba dando la vuelta para marcharme, se abri\u00f3 la puerta. Era Jes\u00fas. Con voz afable me dijo: \u2014 \u00bfD\u00f3nde vas, amigo?
\n
\nEn esos momentos no tuve m\u00e1s remedio que contarle todo lo sucedido. La verdad es que estaba avergonzado por la manera en que hab\u00eda malgastado el dinero. Pero Jes\u00fas se sinti\u00f3 conmovido por que le hab\u00eda contado. No entend\u00ed aquella reacci\u00f3n. Jes\u00fas se sent\u00f3 a mi lado y me dijo:
\n\u2014 No est\u00e1s lejos del Reino de Dios. Estate tranquilo, Jos\u00e9, porque ya has comenzado a colaborar conmigo sin darte cuenta. Has demostrado con tus acciones que Dios ya reina en tu coraz\u00f3n. Y todo lo que has hecho a cada uno de los que te has encontrado por el camino, a m\u00ed me lo has hecho. As\u00ed es como se construye el reino que he venido a traer.
\nOyendo hablar a Jes\u00fas de aquella manera, comenc\u00e9 a comprender en qu\u00e9 consist\u00eda la revoluci\u00f3n que se propon\u00eda llevar adelante. Y desde esa hora, pudo contar conmigo para ser uno de sus\u00a0revolucionarios.<\/em>
\n
\nq\u00a0PARA LA REFLEXI\u00d3N Y EL DI\u00c1LOGO<\/strong>
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\n\u00a1\u00a0Antes o despu\u00e9s del di\u00e1logo, orar con \u00abDescubrir al otro\u00bb. \u00bfD\u00f3nde se suele buscar a Dios hoy en d\u00eda? \u00bfY d\u00f3nde est\u00e1 realmente presente con toda seguridad?
\n\u00a1\u00a0\u00bfTenemos conciencia de que Jes\u00fas est\u00e1 realmente presente en cada persona?
\n\u00a1\u00a0\u00bfSe puede amar a Dios y aborrecer al hermano?
\n\u00a1\u00a0\u00bfC\u00f3mo se construye el Reino de Dios? \u00bfQu\u00e9 tiene eso de revoluci\u00f3n?
\n\u00a1\u00a0\u00bfC\u00f3mo construyes t\u00fa el Reino all\u00ed donde te encuentras? \u00bfEn qu\u00e9 podr\u00edas mejorar?
\n\u00a1\u00a0\u00bfQu\u00e9 quiere decir que el Reino de Dios ya est\u00e1 entre nosotros? \u00bfQu\u00e9 signos descubres en nuestra sociedad actual de que el Reino de Dios ya est\u00e1 presente y actuando?
\n
\nq\u00a0Descubrir al otro<\/strong>
\nSe\u00f1or,
\nhazme descubrir detr\u00e1s de cada rostro,
\nen el fondo de cada mirada,
\nun hermano,
\nsemejante a Ti y, al mismo tiempo,
\ncompletamente distinto
\nde todos los otros.
\n
\nQuisiera, Se\u00f1or,
\ntratar a cada uno a su manera,
\ncomo T\u00fa lo hiciste con la Samaritana,
\ncon Nicodemo, con Pedro…,
\ncomo lo haces conmigo.
\n
\nQuisiera empezar,
\nde una vez por todas y ya,
\na comprender a cada uno en su mundo,
\ncon sus ideales,
\ncon sus virtudes y debilidades,
\ntambi\u00e9n, \u00bfpor qu\u00e9 no?…,
\n\u00a1\u00abcon sus chifladuras\u00bb!
\n
\nAy\u00fadame, Se\u00f1or,
\na ver a todos como T\u00fa los ves:
\nA valorarlos no s\u00f3lo por su inteligencia,
\nsu fortuna o sus talentos,
\nsino por la capacidad
\nde amor y de entrega
\nque hay en ellos.
\n\u00a1Que el \u00abotro\u00bb, vi\u00e9ndome,
\nte vea a Ti, Se\u00f1or!
\nSe\u00f1or, que te vea detr\u00e1s de cada rostro.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"