{"id":11767,"date":"2001-04-01T12:41:29","date_gmt":"2001-04-01T10:41:29","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=11767"},"modified":"2001-04-01T12:41:29","modified_gmt":"2001-04-01T10:41:29","slug":"el-poder-narrativo-de-la-historia-de-las-religiones-potencial-cognitivo-y-experiencial-de-las-religiones","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/el-poder-narrativo-de-la-historia-de-las-religiones-potencial-cognitivo-y-experiencial-de-las-religiones\/","title":{"rendered":"El poder narrativo de la \u00abhistoria de las religiones\u00bb: potencial cognitivo y experiencial de las religiones"},"content":{"rendered":"

PIE AUTOR:
\nDomingo C\u00eda<\/strong>\u00a0es profesor de Filosof\u00eda e Historia de las Religiones y coordinador del \u00abMaster en Ciencias de la Religi\u00f3n\u00bb de la Facultad de Teolog\u00eda de la Universidad \u00abRamon Llull\u00bb (Barcelona).<\/em>
\n 
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO:
\nCon el paso de \u00abhomo loquens\u00bb a \u00absujeto narrativo\u00bb. Esta forma humana de vivir es la que permite a las personas\u00a0curar<\/em>\u00a0su miedo frente a \u00abla terror\u00edfica prepotencia del universo\u00bb, creando una \u00abtradici\u00f3n de s\u00edmbolos\u00bb, haciendo\u00a0memoria,\u00a0<\/em>empleando la terapia de la ficci\u00f3n. Narrando es como mejor experimenta la \u00abrealidad religiosa\u00bb: \u201cDios no hace Religi\u00f3n. Es el sujeto religioso el que tiene que narrar lo que le ha pasado con \u00c9l\u201d. Por eso, \u201cm\u00e1s que pedir la uni\u00f3n de las Religiones, habr\u00eda que pedir respeto a la originalidad de cada una de ellas\u201d. Por ah\u00ed, con el poder cognitivo y experiencial de cada experiencia religiosa, se superar\u00edan los fundamentalismos, dogmatismos, etc.
\n <\/p>\n

    \n
  1. La terror\u00edfica prepotencia del universo<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

     
    \nEvolucionando con formas m\u00e1s complejas que el resto de los animales, el \u00abhomo loquens\u00bb se va progresivamente convirtiendo en sujeto narrativo. El hombre, finalmente animal erguido y capaz de fabricar instrumentos, comienza a hablar. Siempre tendremos la duda de si fue la mano prensil la que ayud\u00f3 a pensar al hombre o, como quiere Arist\u00f3teles, el hombre perfeccion\u00f3 todo lo que tiene que ver con las manos a causa de su privilegiada inteligencia.<\/a>\u00a0Ser\u00eda m\u00e1s f\u00e1cil ponernos de acuerdo en que, inicialmente, el hombre construy\u00f3 artefactos, pint\u00f3 en las paredes de sus cavernas, construy\u00f3 las primeras herramientas de s\u00edlice y luego trat\u00f3 de explicarse y hablar fon\u00e9ticamente. Siglos m\u00e1s tarde, esta doble posibilidad de pensar-expresar, lo griegos la apellidaron \u00ablogos\u00bb.
    \nDesde el lenguaje, o gracias a \u00e9l, el hombre fue tomando conciencia de ser un sujeto diferente del resto de los animales, con los que siempre tuvo una tensa relaci\u00f3n de proximidad y diferencia. Los animales y \u00e9l mismo\u00a0ven, oyen, huelen, comen, sienten…,<\/em>\u00a0pero s\u00f3lo el hombre es capaz de \u00abmirar\u00bb, de \u00abresponder prometiendo responsabilidad\u00bb, de \u00abrecordar nombrando\u00bb y… de \u00abcelebrar un banquete\u00bb. S\u00f3lo el hombre es capaz de enterrar a sus muertos y simbolizar alg\u00fan tipo de despedida.
    \n 
    \nConvirtiendo las cavernas y las cuevas en espacios dom\u00e9sticos, posiblemente, le fue m\u00e1s f\u00e1cil al hombre ocultar su miedo y pintar sus ficciones y fantasmas. Debi\u00f3 ser en los per\u00edodos interglaciares, cuando sali\u00f3 de las cavernas y se asom\u00f3 a la estepa, por detr\u00e1s del espesor del bosque y gracias a los caminos que hab\u00eda construido. En las encrucijadas de los caminos celebr\u00f3 citas con sus semejantes.
    \nEn aquellos primitivos \u00ab\u00e1goras\u00bb hizo intercambio de \u00fatiles y alimentos, pero sobre todo se encontr\u00f3 con el\u00a0poder de la narraci\u00f3n.<\/em>\u00a0Encontrarse con otros hombres en las encrucijadas de los caminos, era tener acceso a alg\u00fan tipo de narraci\u00f3n experimentada: las novedades familiares, las peleas mantenidas, las muertes ocurridas. El\u00a0homo loquens,<\/em>\u00a0el\u00a0homo faber,<\/em>\u00a0era tambi\u00e9n \u00absujeto narrativo\u00bb.
    \nA diferencia de las otros animales, sab\u00eda dar su palabra, pero tambi\u00e9n mentir; escuchar y\u00a0mal<\/em>interpretar, responder, contar, narrar. La verdadera caracter\u00edstica del hombre, que luego se iba a llamar \u00abidentidad del sujeto\u00bb, consist\u00eda precisamente en eso: narrar desde la memoria lo que le hab\u00eda pasado, cuanto pensaba y maquinaba, y contar lo que deseaba sucediera en un futuro; todo a trav\u00e9s de creaciones m\u00edticas, llenas de atrevimiento y poes\u00eda. Octavio Paz lo ha reconocido po\u00e9ticamente: \u00abEl hombre es un ser que se ha creado a s\u00ed mismo al crear el lenguaje. Por la palabra, el hombre es una met\u00e1fora de s\u00ed mismo\u00bb
    <\/a>.
    \n 
    \n 
    \n1.1. La contingencia del \u00abhomo loquens\u00bb<\/em><\/strong>
    \n 
    \nCuando decimos que el\u00a0homo loquens<\/em>\u00a0se convierte en sujeto narrativo, expresamos que el hombre no es ning\u00fan Dios que conozca inmediatamente…; al contrario, es un ser temporal, contingente. Quiz\u00e1s es lo m\u00e1s importante que queremos indicar con la categor\u00eda narraci\u00f3n: la forma humana de vivir la existencia no es la de los dioses.
    \nEl ser humano es contingente porque desde el comienzo de su existencia vive dentro de situaciones que no puede controlar y sobre las que no puede expresar nada definitivamente. La vida, el sufrimiento, la muerte, hacen comprender al hombre que la vida guarda algo del \u00aborden de lo indisponible\u00bb: no todo est\u00e1 al alcance, ni todo tiene f\u00e1cil remedio, como parece empe\u00f1ada en mostrarnos la sociedad de consumo a trav\u00e9s de sus particulares anestesias.
    \nQuiz\u00e1s el hombre cur\u00f3 su miedo aprendiendo a \u00abnombrar las cosas\u00bb. Creando y recibiendo la \u00abtradici\u00f3n s\u00edmbolos\u00bb, esa carga de sentido que nunca podr\u00e1\u00a0maniobrar.<\/em>\u00a0No le es f\u00e1cil ahuyentar el miedo, encontrar el sentido y, a la hora de ponerse en contacto con la realidad exterior, no dispone de la\u00a0fuerza<\/em>\u00a0de los dioses. Para llegar a conocer, necesita la secuenciaci\u00f3n del tiempo; as\u00ed se va enterando de lo que llega hasta \u00e9l para ser conocido: \u00ab\u00c9rase una vez…, al salir de casa… se encontr\u00f3 con la sorpresa… hasta que, al final, comprendi\u00f3\u00bb. Los nombres, los s\u00edmbolos, las palabras del\u00a0homo loquens<\/em>\u00a0acabaron de gestar el \u00absujeto narrativo\u00bb
    <\/a>.
    \n 
    \n 
    \nCuando a las encrucijadas de los caminos llegaron rapsodas que contaban la\u00a0memoria<\/em>\u00a0de otras tribus, el hombre comprendi\u00f3 que pod\u00eda construir su propia narraci\u00f3n. Estos rapsodas recitaban de memoria c\u00f3mo hab\u00eda sido creado el hombre del barro de la tierra, c\u00f3mo y por qu\u00e9 los humanos llegaron a culpabilizarse, hablaban de \u00e1rboles fabulosos y sagrados llenos de prohibiciones, a la par, que cargados de ciencia y vida, hac\u00edan referencia a Para\u00edsos perdidos. As\u00ed comenzaron a gestarse los mitos de los diferentes pueblos que forman las narraciones m\u00e1s antiguas
    <\/a>.
    \nEl hombre, construyendo literariamente aquellos sentimientos, comprendi\u00f3 que estaba haciendo con las palabras lo mismo que hab\u00eda hecho con los colores y l\u00edneas en las paredes de las cavernas: pintar y\u00a0ficcionar<\/em>\u00a0la realidad. Trataba de contar de forma narrativa convencimientos profundos. Si las pinturas rupestres se refer\u00edan a algo que no estaba all\u00ed en la pared; con los mitos suced\u00eda algo semejante: aquellas ficciones narrativas trataban de expresar sus convencimientos m\u00e1s \u00edntimos. Las narraciones m\u00edticas no acababan con la trama del cuentecillo, porque todos los oyentes entend\u00eda que se estaban refiriendo a\u00a0otra cosa.<\/em>
    \n 
    \n 
    \n1.2. La ficci\u00f3n como terapia<\/em><\/strong>
    \n 
    \nMucho m\u00e1s tarde apareci\u00f3 la palabra ficci\u00f3n, proveniente de la latina \u00abfingo\u00bb que significa pintar. La palabra ficci\u00f3n, en este contexto, es imprescindible para entender lo que hacemos cuando narramos: pintamos, simulamos…, creamos ficciones. Y as\u00ed recreamos lo que nos ha sucedido, recordamos y\u00a0construimos\u00a0<\/em>la memoria que queremos perpetuar; anticipamos lo que nos acontecer\u00e1 al final. Narr\u00e1ndonos a nosotros mismos momentos ya vividas, comprendemos las novedades que nos cuentan. S\u00f3lo as\u00ed, por ejemplo, es como llegamos a comprender, narrativamente, las nociones de espacio y tiempo. En esta perspectiva, el lenguaje m\u00edtico que poseen todas las Religiones es modelo y ejemplo de los ingredientes de la \u00abcategor\u00eda narraci\u00f3n\u00bb a la que venimos refiri\u00e9ndonos.
    \nTodo se ten\u00eda que contar para poderse entender. Habr\u00eda que preguntarse si el hombre dedic\u00f3 m\u00e1s esfuerzo a contar ganancias y bienes o a narrar historias. Pero una cosa qued\u00f3 clara: el sujeto era narraci\u00f3n; las cosas, los acontecimientos y las personas exist\u00edan si se pod\u00edan narrar.
    \nEl espacio se recorr\u00eda para lograr alg\u00fan punto se\u00f1alado. Al ponerse en camino, se perd\u00eda la cueva. A este perderse y buscarse llam\u00f3 tiempo. Con la noticia de la muerte de los seres m\u00e1s pr\u00f3ximos y de los animales m\u00e1s dom\u00e9sticos, el mismo sujeto se reconoci\u00f3 como \u00abun trozo de tiempo\u00bb. F\u00e1cil le ser\u00eda al hombre narrar mitos que expresaran su convencimiento.
    \n 
    \nA diferencia de los animales, el hombre era capaz de tomar conciencia de lo infinito del espacio. Posiblemente contemplando lo infinito de la estepa, con su horizonte lejano abierto e inalcanzable, el hombre sinti\u00f3 miedo y coloc\u00f3 all\u00ed \u2014en un mundo lejano e inaccesible\u2014 \u00ablas vidas\u00bb de sus muertos y las \u00abhabitaciones\u00bb de los dioses.
    \nA medida que la mano prensil del hombre iba configurando diferentes instrumentos, optimizaba la calidad de vida, hasta negarse a morir para siempre: era \u00e9ste el verdadero miedo. Y traslad\u00f3 a los dioses las caracter\u00edsticas de inmortalidad que no hab\u00eda alcanzado todav\u00eda. La muerte no ten\u00eda porqu\u00e9 tener la \u00faltima palabra. Quiz\u00e1s constituya el secreto mejor guardado en todas las Religiones: el convencimiento de la existencia de otra realidad, de otra vida.
    \nS\u00f3lo narrando se experimentaba esa\u00a0realidad religiosa.<\/em>\u00a0Para que esta experiencia llegara a la totalidad de la persona, no bastaba s\u00f3lo con experimentar con las manos o calcular con la cabeza. La persona toda ten\u00eda que quedar conmovida o trasformada. A este\u00a0cambio,<\/em>\u00a0se le fue llamando\u00a0formaci\u00f3n,<\/em>\u00a0conversi\u00f3n, fe. Se lograba no por demostraciones l\u00f3gicas y racionales, sino de una forma\u00a0sapiencial.<\/em>\u00a0La primera narraci\u00f3n que manej\u00f3 el hombre fue la sapiencial. Despu\u00e9s vendr\u00edan \u2014enfrent\u00e1ndose no pocas veces\u2014 las narraciones filos\u00f3ficas que se dirig\u00edan m\u00e1s al \u00ablogos\/raz\u00f3n\u00bb del sujeto narrativo y menos a sus sentimientos e instintos.
    \n <\/p>\n

      \n
    1. Blumenberg en su \u00abTrabajo sobre el Mito\u00bb \u201chabla, por un lado, del absolutismo de la realidad, la terror\u00edfica prepotencia del universo y la incomprensibilidad del cosmos mudo e insondable; y, por otro lado, de las distintas medidas para domesticar y distanciarse de esta poderosa y muda realidad con el mito y el s\u00edmbolo. El hombre es un ser viviente que produce mundos simb\u00f3licos con los que sentirse seguro, haciendo desaparecer la realidad terrorista del universo tras un plano inaccesible y as\u00ed liberarse de la presi\u00f3n de su prepotencia\u00bb<\/a>.<\/li>\n<\/ol>\n

       
      \n <\/p>\n

        \n
      1. La religi\u00f3n como lenguaje humano<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

         
        \nAnalizar la tem\u00e1tica religiosa desde lo que estamos llamando \u00abcategor\u00eda narraci\u00f3n\u00bb o, sin m\u00e1s, de forma narrativa, no es lo habitual. Lo religioso ha sido tratado, normalmente, desde el punto de vista teol\u00f3gico, catequ\u00e9tico o doctrinal.
        \nQuede claro desde el principio, que al referirme a la Religi\u00f3n como\u00a0narraci\u00f3n,\u00a0<\/em>estoy indicando que no puede ser monopolio de ninguna de las religiones, como tampoco ninguna contiene en exclusiva la \u00abPalabra de Dios\u00bb.
        \nLa Religi\u00f3n es posibilidad y lenguaje humano. Ning\u00fan testimonio mejor que el de las Religiones para advertir que el hombre es pol\u00edglota. Y es el hombre el que habla de Dios.
        \n 
        \n 
        \n2.1. El hombre habla de Dios<\/em><\/strong>
        \n 
        \nLo caracter\u00edstico de las Religiones es la abundancia de mediaciones empleadas por Dios. Pero \u00abnadie ha visto su rostro\u00bb, ni Mois\u00e9s; tampoco Buda o Mahoma; ning\u00fan m\u00edstico, ni profeta alguno lo han logrado. Dios siempre viene descrito como \u00abTodo-lo-Otro que no es el hombre\u00bb.
        \nDicho esto, habr\u00e9 de a\u00f1adir en seguida que lo m\u00e1s conmovedor de \u00ablo religioso\u00bb, sin embargo y parad\u00f3jicamente, es que todos estos sujetos religiosos se han visto atravesados por la experiencia de Dios, en forma de\u00a0Presencia,<\/em>\u00a0en una\u00a0Cita\u00a0<\/em>o, sobre todo, en forma de\u00a0Palabra.<\/em>
        \nMois\u00e9s pide a Yahv\u00e9 ver su rostro y, al dejarle contemplar s\u00f3lo su sombra, le ofrece las Palabras que ha de trasladar al Pueblo (Ex 3,4-6). Sirva este pasaje de la Biblia como ejemplo de lo que intentamos decir. Por tanto, en la tem\u00e1tica religiosa, hacer referencia a la narraci\u00f3n quiere decir que es el hombre (sujeto religioso) el que escucha la Palabra o tiene una experiencia divina (hierofan\u00eda). Dios no hace Religi\u00f3n; es el sujeto religioso el que tiene que narrar lo que le ha pasado con Dios.
        \n 
        \nLa historia de las Religiones es la historia contada a partir de las narraciones experimentadas por diferentes sujetos religiosos. La historia siempre ha sido contada por los vencedores. En la historia de las Religiones, existen narraciones religiosas de los vencidos que la ortodoxia de las diferentes Religiones consider\u00f3 como narraciones her\u00e9ticas, ap\u00f3crifas, prohibidas. Tenerlas en cuenta y contarlas ser\u00e1 trabajo del historiador de las Religiones. La grandeza de las Religi\u00f3n est\u00e1 en que es lenguaje humano o, si se quiere, que habla todos los lenguajes; incluso, aunque pueda resultar parad\u00f3jico, podemos referirnos a \u00abnarraciones religiosas de los heterodoxos\u00bb y hasta a \u00abnarraciones religiosas del Ate\u00edsmo\u00bb.
        \nLagerkvist, Premio Nobel Literatura en 1951, ilustra po\u00e9ticamente ese Dios que, por no caber ni en un s\u00f3lo bolsillo, ni en una sola Iglesia, puede estar ocupando de los que dicen no creer:
        \n\u00abUno que yo no conozco.
        \nUn desconocido lejano, lejano.
        \nPor \u00e9l mi coraz\u00f3n est\u00e1 lleno de nostalgia.
        \nPorque \u00e9l no est\u00e1 cerca de m\u00ed.
        \n\u00bfQuiz\u00e1s porque \u00e9l no existe en absoluto?
        \n\u00bfQui\u00e9n eres t\u00fa que llenas
        \nmi coraz\u00f3n de tu ausencia,
        \nque llenas toda la tierra de tu ausencia?\u00bb.
        \n 
        \n 
        \n2.2. La guerra de las Religiones<\/em><\/strong>
        \n 
        \nA Dios no se le puede hacer responsable de las guerras entre Religiones. La \u00abPalabra de Dios\u00bb, sirva este lenguaje como expresi\u00f3n de la nueva y hasta in\u00e9dita comprensi\u00f3n actual del tema, ha llegado a cada una de las Religiones: a las grandes y las peque\u00f1as, a las m\u00e1s antiguas y paganas, que decimos, o a las m\u00e1s modernas, que no olvidan la \u00abguerra de Religiones\u00bb.
        \nEn \u00abLa muerte de una tragedia\u00bb, el cr\u00edtico y ensayista George Steiner cuenta la siguiente y hermosa narraci\u00f3n, convertida en met\u00e1fora del cansancio de Dios ante la visi\u00f3n de tanta guerra y odio entre Religiones que dicen creer en \u00c9l. En una desconocida aldea de la Polonia central \u2014nos dice\u2014 hab\u00eda una peque\u00f1a sinagoga. Una noche, al hacer la ronda, entr\u00f3 el rabino y vio a Dios sentado en un rinc\u00f3n sombr\u00edo. Se ech\u00f3 al suelo de bruces y exclam\u00f3: \u00ab\u00a1Se\u00f1or Dios!, \u00bfqu\u00e9 haces aqu\u00ed?\u00bb. Dios le respondi\u00f3, pero no como el trueno ni como el torbellino de viento, sino con voz apagada: \u00ab\u00a1Estoy cansado, rabino, estoy muerto de cansancio!\u00bb. Al final, herido por tanto desconsuelo, caracter\u00edstico de la Edad Media, Dios se retir\u00f3 a la esquina m\u00e1s remota del mundo y a\u00fan no ha vuelto.
        \nSer\u00eda\u00a0humanitario<\/em>\u00a0no\u00a0cansar<\/em>\u00a0tanto a Dios. M\u00e1s que pedir la uni\u00f3n de las Religiones, habr\u00eda que pedir respeto a la originalidad de cada una de ellas. Todo otro intento de monoling\u00fcismo religioso es fundamentalismo y perversi\u00f3n de aquello que est\u00e1n custodiando las Religiones: La Palabra de Dios. Las Religiones no pueden olvidar que Dios ha demostrado saber todas las lenguas: habl\u00f3 a todos los Pueblos desde que el hombre supo hacer cultura.
        \n 
        \n 
        \n2.3. El fundamentalismo religioso<\/em><\/strong>
        \n 
        \nLas Religiones han tendido siempre a monopolizar cada una su propia opci\u00f3n religiosa, entablando guerras continuas entre ellas: \u00ablas guerras de Religi\u00f3n\u00bb que ocupan muchas de las p\u00e1ginas de la Historia.
        \nPara entender lo que hoy llamamos \u00abfundamentalismo religioso\u00bb, habremos de recordar que en las religiones, como en cualquier instituci\u00f3n humana, hay unas personas m\u00e1s abiertas, tolerantes, progresistas…, y otras m\u00e1s tradicionales, conservadoras, intransigentes…, que hoy llamamos\u00a0fundamentalistas.<\/em>
        \nHay una serie de caracter\u00edsticas comunes entre los fundamentalismos de las diferentes religiones. Entre \u00ablas Religiones del Libro\u00bb \u2014Juda\u00edsmo, Cristianismo, Islam\u2014: las interpretaciones literales de los textos religiosos, sin admitir los \u00abg\u00e9neros literarios\u00bb, como el mito, la met\u00e1fora o las formas po\u00e9ticas y apocal\u00edpticas. La Palabra de Dios, le\u00edda al pie de la letra, ha de informar las leyes, costumbres, ritos, relaciones. En una palabra, se trata de huir de cualquier tipo de secularizaci\u00f3n o autonom\u00eda de la vida ciudadana, y obligar \u2014muchas veces de forma agresiva, por no decir terrorista\u2014 a que todos los ciudadanos piensen y se comporten mim\u00e9ticamente, como viven y piensan los fundamentalistas, pues ellos son la ortodoxia; todos los otros, particularmente \u00ablas otras\u00bb, que intentan vivir y pensar de otra forma, son herejes, cism\u00e1ticos y objeto de continua persecuci\u00f3n.
        \n 
        \n 
        \n2.4. Lo Infinito recogido en formas finitas<\/em><\/strong>
        \n 
        \nEl recorrido del tiempo es lo que caracteriza la narraci\u00f3n, porque es lo que caracteriza al hombre. Cuando reivindicamos la necesidad de la narraci\u00f3n subrayamos la realidad temporal de lo humano, en contra de todos los intentos de quererlo falsamente eternizar. Naturalmente que el inspirado\u00a0(m\u00edstico),<\/em>estar\u00e1 tentado de volcar su inspiraci\u00f3n en una sola palabra. Pero como la Palabra de los dioses, anunciada por la Sybila durante la danza b\u00e1quica, la inspiraci\u00f3n del artista o m\u00edstico tendr\u00e1 que ser narrada por los sacerdotes. Cuando los dioses han llegado a los humanos, se han dirigido a ellos por mediadores.
        \nLo Infinito siempre ha sido recogido de forma muy finita por los humanos, en unas narraciones que llamamos mitos. Los pensamientos humanos son siempre pensamientos mortales. La necesidad de narrar proviene de esta estructura temporal de lo humano. Es el mismo hombre el que ante la complejidad y heterogeneidad de la realidad que le envuelve, necesita ir entendiendo en secuencias, poco a poco, escuchando una narraci\u00f3n.
        \n 
        \nAl referirme a la narraci\u00f3n como medio con el que se expresa el sujeto religioso, estoy eligiendo una concreta percepci\u00f3n del fen\u00f3meno religioso, que se puede entender y percibir de m\u00faltiples formas. Las ciencias de la Religi\u00f3n, como he dicho, han tenido diferentes tratamientos: el sociol\u00f3gico, el psicol\u00f3gico el teol\u00f3gico.
        \nEl tratamiento narrativo de lo religioso parte de dos premisas fundamentales y diferenciadoras. Por una parte,\u00a0narra<\/em>\u00a0esta nueva conciencia que se ha formado el sujeto religioso. Hablar de narraci\u00f3n religiosa es referirse a la comunicaci\u00f3n de alg\u00fan tipo de construcci\u00f3n o nueva formaci\u00f3n de la conciencia de un sujeto, que ha atravesado experiencias originales en relaci\u00f3n con lo Sagrado. Y, por otra parte, lo narrativo tiene que ver con la realidad hist\u00f3rica y temporal del sujeto, que huye as\u00ed de otras formas m\u00e1s estructurales como puedan ser las formas teol\u00f3gicas, sociol\u00f3gicas o filos\u00f3ficas.
        \n 
        \n 
        \n <\/p>\n

          \n
        1. El tratamiento narrativo de lo religioso<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

           
          \nEn nuestra cultura, por falta de narraci\u00f3n, nos hemos introducido en lo que llama Steiner una \u00abprofund\u00edsima crisis gramatical\u00bb. Se refiere con ello a que, en nuestra cultura, las palabras han perdido su potencia evocadora, pues han dejado de vehicular experiencias. Y si las palabras ya no significan, negamos amplias zonas de la realidad. En las enciclopedias sovi\u00e9ticas, borraban los nombres y las fotos de los personajes que ca\u00edan en desgracia para el r\u00e9gimen; as\u00ed dejaban de existir. Para el hombre s\u00f3lo existe aquello que es capaz de expresar: de aqu\u00ed la importancia de dar al ser humano todos los lenguajes y todas las palabras para que pueda expresar todos los sentimiento, tambi\u00e9n los religiosos. Y lo interesante de toda palabra, como dec\u00eda Ernst Bloch \u2014sobre todo de las \u00abpalabras religiosas\u00bb\u2014, es que no solamente \u00abdicen\u00bb sino que \u00abintentan decir\u00bb y referirse a otro tipo de realidades que no est\u00e1n al alcance de las manos.
          \n 
          \nHay una serie de narraciones, en la memoria de todos los pueblos, llenas de palabras insinuantes. Se subraya de este modo la necesidad de la memoria como caracter\u00edstica de lo narrativo
          <\/a>. Los textos de las diferentes Religiones cobran una altura particular al ser le\u00eddos como textos de unos \u00abrapsodas de la memoria\u00bb. En un principio, el pensamiento humano fue raps\u00f3dico, es decir, completamente inaccesible a una reconstrucci\u00f3n argumental. Por ah\u00ed se sit\u00faan los viejos textos de todas las Religiones.<\/p>\n

            \n
          1. Benjamin trat\u00f3 el tema de la narraci\u00f3n como nadie. Formaba parte de aquellos escritores \u2014junto con Scholem, Buber, Bloch y Kafka\u2014 que se rebelaron contra el positivismo y el cientificismo, cultivando corrientes alternativas, como las apocal\u00edpticas y m\u00edsticas dentro de la tradici\u00f3n jud\u00eda<\/a>. En su c\u00e9lebre ensayo \u00abEl narrador\u00bb<\/a>, Benjamin ha constatado que \u00abel narrador toma de la experiencia propia u o\u00edda lo que cuenta, y lo convierte de nuevo en experiencia propia de aquellos que escuchan su historia\u00bb. Preocupado por la necesidad de consolidar el conocimiento, vuelve una y otra vez sobre la cuesti\u00f3n: \u00abSi llamamos aura a las representaciones que, asentadas en la memoria involuntaria, pugnan por agruparse en torno a un objeto sensible, ese aura corresponder\u00e1 a la experiencia que como ejercicio se deposita en un objeto utilitario\u00bb.<\/li>\n<\/ol>\n

             
            \n\u00abEl narrador\u00bb pone de manifiesto la virtud evocativa del mensaje narrado y, sobre todo, la importancia de este personaje que en nuestros d\u00edas pr\u00e1cticamente ha desaparecido. Narrar es \u00abla facultad de intercambiar experiencias\u00bb. Por ello, debe a\u00f1adirse que \u00abel narrador toma lo que narra de la experiencia, de la propia o de la que le han relatado. Y a su vez la convierte en experiencia de los que escuchan su historia\u00bb.
            \nEste tema ocupaba la mente de Benjamin desde hac\u00eda tiempo. En 1929 se preguntaba, escribiendo a Hofmannsthal: \u00abPor qu\u00e9 muere el arte de contar historias, es decir, el arte de recitar oralmente?\u00bb. En fin, la fuerza cr\u00edtica y liberadora de tales historias no puede ser demostrada ni reconstruida\u00a0a priori.<\/em>\u00a0Es preciso encontrarse con ella, escucharla, y proseguir narrando esa historia peligrosa, muchas veces.
            \n 
            \n <\/p>\n

              \n
            1. El poder cognitivo y experiencial de las religiones<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

               
              \nUna de los aspectos m\u00e1s interesantes de la fenomenolog\u00eda religiosa es constatar cuanto le sucede al sujeto religioso cuando narra la experiencia de la \u00abPresencia de lo Sagrado\u00bb. La nueva\u00a0identidad<\/em>\u00a0alcanzada, s\u00f3lo se puede expresar adecuadamente de forma narrativa. Como lectores u observadores de narraciones religiosas podremos dudar de esta Presencia; Pero lo caracter\u00edstico de dicha forma de expresi\u00f3n se realiza sin ning\u00fan tipo de imposici\u00f3n o voluntad de convencimiento: el sujeto religioso \u00abcuenta\u00bb, \u00abnarra\u00bb que \u00e9l ha cambiado. Su\u00a0mobiliario<\/em>\u00a0intelectual ha sufrido cambios, bien bruscos a veces. Ejemplos paradigm\u00e1ticos podr\u00edan ser: la ca\u00edda del caballo de San Pablo, Buda despu\u00e9s de la Revelaci\u00f3n cerca del \u00c1rbol Sagrado o Mahoma tras la comunicaci\u00f3n del \u00c1ngel.
              \n 
              \n 
              \n4.1. Cambio de paradigmas cognitivos<\/em><\/strong>
              \n 
              \nHay que se\u00f1alar desde el principio que este cambio de mentalidad trasciende la dimensi\u00f3n personal del sujeto religioso, para introducirse en un \u00e1mbito m\u00e1s institucional o social: \u00ablas Religiones son fen\u00f3menos originales e irrepetibles que acompa\u00f1an, modifican y critican las diversas etapas de la evoluci\u00f3n hist\u00f3rica de la cultura donde se han originado y desarrollado\u00bb
              <\/a>.
              \nApoy\u00e1ndonos en las intuiciones de Benjamin, podr\u00edamos a\u00f1adir tambi\u00e9n que el tratamiento narrativo de lo religioso intenta introducirse en la experiencia m\u00e1s original de este fen\u00f3meno, que s\u00f3lo de forma narrativa se puede expresar: los textos religiosos tratan las secuencias de una cita, de la Presencia de un testigo ante la aparici\u00f3n de lo Sagrado, y esto dif\u00edcilmente se puede conceptualizar, s\u00f3lo se puede narrar.
              \n 
              \nLa persona que ha atravesado esta experiencia cambia su forma de ver las cosas. Despu\u00e9s del viaje inici\u00e1tico, donde se ha encontrado con esa Presencia, se transforman sus par\u00e1metros cognitivos. El sujeto religioso hab\u00eda huido de los lugares t\u00f3picos y c\u00f3modos del conocer convencional, para lanzarse hacia lo que todo el mundo le dec\u00eda que era un l\u00edmite peligroso. Quien realiza esta ruptura frente al mito del progreso o el absoluto de lo emp\u00edrico y de la ciencia, est\u00e1 emprendiendo la primera secuencia del viaje en cualquier proceso formativo, esto es, la ruptura con lo dom\u00e9stico.
              \nPor esto la Religi\u00f3n resulta impertinente tantas veces. Al hombre religioso no le sirven sin m\u00e1s los llamados valores del progreso o los de quienes los encierran dentro de los reducidos l\u00edmites de la ciencia. \u00c9sta es la \u00abpregunta impertinente\u00bb del hombre religioso: \u00bfPor qu\u00e9 la realidad se ha de acabar en los l\u00edmites de nuestro conocimiento humano; por qu\u00e9 la muerte ha de tener la \u00faltima palabra?
              \n 
              \nAdem\u00e1s de sospechar que \u00ablo occidental\u00bb se puede y debe confrontar con la riqueza que tambi\u00e9n tiene Oriente y sus Religiones, la impertinencia m\u00e1s significativa se produce al constatar que, ante la Religi\u00f3n, no se puede permanecer s\u00f3lo como espectador: hay que tomar partido. Toda religi\u00f3n compromete\u00a0\u00a0a trav\u00e9s de una \u00e9tica, una actuaci\u00f3n.
              \nEl nuevo \u00abcambio de conciencia\u00bb del que hablamos, a veces, queda expresado en forma de \u00abconfesi\u00f3n\u00bb. Ah\u00ed est\u00e1 la de San Agust\u00edn, una de las\u00a0confesiones<\/em>\u00a0m\u00e1s conocidas. Muchos cap\u00edtulos de la Biblia, del Libro de Buda o del Cor\u00e1n tienen esta misma textura. Pues bien, tal vez sea la forma m\u00e1s caracter\u00edstica de la narraci\u00f3n religiosa, precisamente por lo que tiene de comunicaci\u00f3n de hallazgos de la propia conciencia. Naturalmente que tambi\u00e9n nos podemos encontrar con otro tipo de textos y sucesos religiosos que nada tienen que ver con la propia confesi\u00f3n, sino con intereses rastreros que prostituyen esta gran palabra y hacen verdad aquello del \u00abcorruptio optimi, pessima\u00bb.
              \n 
              \n 
              \n4.2. El derecho de Dios a ser diferente<\/strong>
              \n 
              \nLa mirada o percepci\u00f3n del fen\u00f3meno religioso, como antes dec\u00edamos, puede proyectarse desde muchos \u00e1ngulos. Cuando hablamos de la Religi\u00f3n como narraci\u00f3n nos estamos refiriendo a la percepci\u00f3n de lo religioso como lenguaje y posibilidad humanas. El fen\u00f3meno religioso hace referencia a la hierofan\u00eda o manifestaci\u00f3n de lo Sagrado. Al respecto, vendr\u00eda bien aqu\u00ed recordar que \u00abDios tambi\u00e9n tiene sus derechos\u00bb, sobre todo, el derecho a realizar eso que llamamos existencia o vida de la forma y manera que mejor estime.
              \nLa advertencia del m\u00edstico, cuando indica c\u00f3mo Dios cre\u00f3 la Naturaleza para conocerse a s\u00ed mismo \u2014\u00bbNos usa para verse, para ver lo extra\u00f1o de s\u00ed mismo\u00bb\u2014, coloca la tem\u00e1tica religiosa en esa otra perspectiva, tambi\u00e9n existente detr\u00e1s del espejo donde queremos ver reflejado a Dios.
              \n 
              \nLo dicho: no se puede cosificar a Dios, creyendo que se posee la herramienta perfecta para captarlo. Dios se propone como espacio y \u00e1mbito, como fuente de \u00f3smosis que se percibe ahora con un sentido, luego con una vivencia. Dios se convierte en la met\u00e1fora de los deseos humanos que se van despertando en sucesivas secuencias. A \u00c9l se llega con el pensamiento y la voluntad, con el deseo y la inspiraci\u00f3n; en el esfuerzo y en la simple acogida del don. La presencia de lo Sagrado siempre ser\u00e1 inabarcable y, ante ella, el ser humano se confiesa pol\u00edglota.
              \nLa prohibici\u00f3n de hacer estatuas, presente en muchas religiones, indica precisamente que Dios no es manipulable ni se deja cosificar. Es \u00abEl-todo-otro\u00bb, siendo el hombre quien le declara algo sagrado o retira de la circulaci\u00f3n (tab\u00fa), queriendo hacer memoria, recordar lo que un d\u00eda experiment\u00f3, convertir la piedra, el espacio, el templo… en testigos de su convencimiento. Pero ni piedra ni el templo es Dios. S\u00f3lo la capacidad humana los engarza narrativamente.
              \n 
              \nEs precisamente as\u00ed como la \u00abcategor\u00eda narraci\u00f3n\u00bb aleja el peligro del fundamentalismo, dogmatismo o doctrinarismo. En los textos religiosos se nos contar\u00e1n experiencias, convencimientos, y una nueva forma de conocer. Cada testigo capta la Presencia de lo Sagrado con unos matices personales diferentes en narraciones que, por fuerza, tienen que ser diversas y originales.
              \nEl equ\u00edvoco de quien se pregunta por qu\u00e9 Dios no se ha manifestado de forma un\u00edvoca a todas las Religiones lo aclara la \u00abcategor\u00eda narraci\u00f3n\u00bb al se\u00f1alar este lado humano… Los textos narrativos de las Religiones se refieren a las mil formas con las que los hombres pueden experimentar lo Sagrado. La \u00abcategor\u00eda narraci\u00f3n\u00bb se\u00f1ala el lado humano, temporal… de toda experiencia humana. Cuando decimos que el sujeto religioso \u00abnarra\u00bb sus experiencias, el lector de estas narraciones tendr\u00eda que recibirlas, por lo menos, con respeto: estamos recibiendo el convencimiento de alguien que quiere comunicarnos su forma de ver, sentir y percibir. Es la m\u00e1s perfecta expresi\u00f3n de la b\u00fasqueda humana: no el hallazgo de la verdad, sino su personal vivencia de la misma, al tiempo que su convencimiento m\u00e1s profundo.
              \nLos humanos, estamos siempre vinculados a alguna \u00abforma de conciencia\u00bb. Ah\u00ed se sit\u00faa tambi\u00e9n la experiencia de lo Sagrado: \u00bfQu\u00e9 supone esta experiencia? \u00bfC\u00f3mo se consideran, a partir de este momento, todas las otras realidades? \u00bfCon qu\u00e9 tipo de lenguaje puede expresarse mejor? \u00bfVale igual el tiempo cuando se ha tocado la Eternidad…?
              <\/a>\u00a0n
              \n 
              \nDomingo C\u00eda<\/strong>
              \nestudios@misionjoven.org
              \n
              <\/a>\u00a0Cf.\u00a0B. FARRINGTON,\u00a0Mano y cerebro en la Grecia Antigua,<\/em>\u00a0Ayuso, Madrid 1974.
              \n
              <\/a>\u00a0O.\u00a0PAZ,\u00a0El arco y la lira,<\/em>\u00a0FCE, M\u00e9xico 1992, 34.
              \n
              <\/a>\u00a0Sobre el tema de la \u00abfilosof\u00eda de la narraci\u00f3n\u00bb o categor\u00eda narrativa, cf. mi art\u00edculo \u00abLa filosof\u00eda narrativa\u00bb en:\u00a0AA.VV.,\u00a030 a\u00f1os despu\u00e9s. Homenaje a M. Sacrist\u00e1n,\u00a0<\/em>EUB, Barcelona 1999, 143-154.
              \n
              <\/a>\u00a0La bibliograf\u00eda sobre el mito es extens\u00edsima.\u00a0Cf.\u00a0LL.\u00a0DUCH,\u00a0Mito: interpretaci\u00f3n y cultura,<\/em>\u00a0Herder, Barcelona 1999.
              \n
              <\/a>\u00a0F.J. WETZ,\u00a0H. Blumenber: la modernidad y sus met\u00e1foras,<\/em>\u00a0Novatores, Valencia 1996, 89. Ha sido precisamente\u00a0Blumenberg quien me ha guiado tanto en el t\u00edtulo como en las intuiciones fundamentales de este ep\u00edgrafe primero. Siguiendo la filosof\u00eda de las formas simb\u00f3licas de Cassirer \u2014quien defini\u00f3 al hombre como \u00abanimal symbolicum\u00bb\u2014 constata que\u00a0\u00a0\u00abLa realidad f\u00edsica parece retroceder en la misma medida en que gana terreno la actividad simb\u00f3lica del hombre. En lugar de v\u00e9rselas con las cosas, el hombre tiene que v\u00e9rselas constantemente consigo mismo. Ya no vive en un universo puramente f\u00edsico, sino en uno simb\u00f3lico\u00bb (Ib\u00edd., 81).
              \n 
              \n
              <\/a>\u00a0La \u00abcategor\u00eda narraci\u00f3n\u00bb abre espacios a experiencia, memoria, significatividad… Ll. Duch ha tratado el tema con particular maestr\u00eda en el primer volumen de su Antropolog\u00eda:\u00a0Simbolisme i salut,<\/em>\u00a0Ab. de Monserrat, Barcelona 1999.
              \n
              <\/a>\u00a0Sobre W. Benjamin: cf., por ejemplo,\u00a0C. FERN\u00c1NDEZ M.,\u00a0Walter Benjamin,\u00a0<\/em>Barcelona 1992;\u00a0G. SHOLEM,\u00a0Historia de una amistad,\u00a0<\/em>Barcelona 1987.
              \n
              <\/a>\u00a0W. BENJAMIN,\u00a0El narrador, \u00ab<\/em>Rev. de Occidente\u00bb 129(1973), 301-333.
              \n
              <\/a>\u00a0LL. DUCH,\u00a0Antropologia de la Religi\u00f3,<\/em>\u00a0PAM, Barcelona 1997, 29.
              \n
              <\/a>\u00a0El desarrollo de esta experiencia narrado a trav\u00e9s de la \u00abmet\u00e1fora del viaje\u00bb lo hice en el anterior art\u00edculo, publicado en \u00abMisi\u00f3n Joven\u00bb el n\u00famero del pasado septiembre.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

              PIE AUTOR: Domingo C\u00eda\u00a0es profesor de Filosof\u00eda e Historia de las Religiones y coordinador del \u00abMaster en Ciencias de la Religi\u00f3n\u00bb de la Facultad de Teolog\u00eda de la Universidad \u00abRamon Llull\u00bb (Barcelona).   S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO: Con el paso de \u00abhomo loquens\u00bb a \u00absujeto narrativo\u00bb. Esta forma humana de vivir es la que permite a […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","inline_featured_image":false,"footnotes":""},"categories":[120,521,582,94],"tags":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11767"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=11767"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11767\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=11767"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=11767"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=11767"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}