{"id":11826,"date":"2001-12-01T09:31:18","date_gmt":"2001-12-01T07:31:18","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=11826"},"modified":"2001-12-01T09:31:18","modified_gmt":"2001-12-01T07:31:18","slug":"evangelizar-la-ciudad-secular","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/evangelizar-la-ciudad-secular\/","title":{"rendered":"Evangelizar la ciudad secular"},"content":{"rendered":"

[vc_row][vc_column][vc_column_text]PIE AUTOR:
\nNorberto Alcover<\/strong>\u00a0es periodista y profesor de Teor\u00eda de la Comunicaci\u00f3n en la Universidad Ponticia Comillas (Madrid).<\/em>
\n 
\nS\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO:
\nArrancando de \u00abla Encarnaci\u00f3n como misterio permanente\u00bb y sirvi\u00e9ndose de referencias art\u00edsticas que acercan narrativa y pl\u00e1sticamente a cada una de las formulaciones te\u00f3ricas, el autor analiza la \u00abnaturaleza de la ciudad secular\u00bb para postular correlativamente una evangelizaci\u00f3n que arranque de una \u00abencarnaci\u00f3n secular\u00bb que, entre otras condiciones, exige una descodificaci\u00f3n de la actual formaci\u00f3n de los agentes de pastoral y una seria preparaci\u00f3n que pasa por los medios de comunicaci\u00f3n.
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\nAunque la nueva generaci\u00f3n de agentes de pastoral, tanto cl\u00e9rigos como seglares, vayan abriendo caminos un tanto nuevos a la evangelizaci\u00f3n en las nuevas estructuras ciudadanas, la verdad es que todav\u00eda andamos sumergidos en este reto l\u00edmite para la misi\u00f3n anunciadora de la Iglesia: c\u00f3mo conseguir que el Evangelio del Se\u00f1or Jes\u00fas, vinculado de forma tan radical a un determinado tipo de cultura (la oriental\/jud\u00eda), pueda abrirse paso en una realidad tan sumamente diversa a tal cultura, como es la llamada\u00a0ciudad secular<\/em>, en general de corte occidental y sin apenas restos de religiosidad en su vida cotidiana. Extra\u00f1a situaci\u00f3n que, si no fuera por nuestra obligaci\u00f3n creyente\/eclesial, dar\u00edamos por solventada con el abandono mismo de una pretensi\u00f3n casi imposible.
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\nSin embargo, existe una ra\u00edz sustancial en la misma naturaleza de esta\u00a0ciudad<\/em>\u00a0que se adjetiva con el concepto de\u00a0secular<\/em>, que nos permitir\u00e1 acceder a una serie de posibilidades de presente y de futuro en el terreno evangelizador, siempre y cuando seamos capaces de admitir que para un tipo de\u00a0ciudad nueva<\/em>, se hace absolutamente necesaria una\u00a0pastoral tambi\u00e9n nueva<\/em>, de forma y manera que el Evangelio encuentre lugar y forma diferentes a las existentes hasta no m\u00e1s de 25 a\u00f1os. Hasta entonces, Dios era alguien necesario para entender la realidad ciudadana, mientras que en este momento es perfectamente posible estarse un tiempo en Viena, Berl\u00edn, Nueva York, Pek\u00edn o el mismo Madrid, sin que Dios resulte ni necesario ni mucho menos urgente a la hora de comprender la naturaleza de esas ciudades como \u00abcasas en el tiempo\u00bb.
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  1. La Encarnaci\u00f3n como misterio permanente<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

     
    \nHay dos maneras absolutamente diferentes de contemplar este misterio fundante que es la Encarnaci\u00f3n del Cristo de Dios en el Jes\u00fas humano. Una consiste en hacer de tal misterio algo\u00a0puntual<\/em>\u00a0por hist\u00f3rico y narrativo: Dios se encarn\u00f3 en Jes\u00fas en un momento dado y, desde entonces, vivimos referidos a tal realidad pero en cuanto esa misma realidad dej\u00f3 de producirse en el tiempo y espacio humanos.
    \nLa segunda manera es muy diferente: la Encarnaci\u00f3n de lo divino en lo humano tiene una doble lectura, duplicidad que, en su complementariedad, nos permite comprender y experienciar el misterio encarnatorio de forma completamente desveladora del sentido \u00faltimo de la historia y del sujeto hist\u00f3rico como acumulaci\u00f3n narrativa. De tal manera que cualquier reto evangelizador pasa necesariamente por esta doble lectura de la Encarnaci\u00f3n del Cristo en Jes\u00fas.
    \n 
    \nCuando la Palabra se hace Carne, en un hacerse que resulta imposible de explicar aunque sea levemente, toda la Carne resulta afectada por la presencia en ella misma de la Palabra, y as\u00ed, en la misma medida que la Carne se desarrolla en el tiempo y espacio humanos, tambi\u00e9n lo hace la encarnadura de la Palabra.
    \nSe trata, pues, de un doble acto deseado por la Paternidad de Dios: acto de\u00a0inmersi\u00f3n puntual<\/em>\u00a0y acto de\u00a0extensi\u00f3n hist\u00f3rica<\/em>. En otras palabras, la Palabra se hace Carne en una encarnaci\u00f3n tan completa desde el comienzo como necesitada de crecimiento en el tiempo y espacios humanos. La inmersi\u00f3n est\u00e1 potenciando una y otra vez esa extensi\u00f3n.\u00a0Y la extensi\u00f3n se verifica en todo lo humano hist\u00f3rico<\/em>, precisamente en la medida en que lo humano hist\u00f3rico, del menor al mayor detalle, se verifica en lo cotidiano.
    \nNada escapa a esta complementariedad entre inmersi\u00f3n y extensi\u00f3n, pero al mismo tiempo, cuando se olvida esa complementariedad, entonces caemos en una suerte deencarnaci\u00f3n est\u00e1tica y reductiva<\/em>, que saca fuera del devenir espacio\/temporal al conjunto de las cuestiones a resolver para evangelizar. La consecuencia es obvia: sin presencia de un Cristo Jes\u00fas que se hace Carne en las sucesivas presencialidades hist\u00f3ricas cotidianas, es imposible descubrir en esas presencialidades la potencia expansiva del Cristo Jes\u00fas siempre viviente.
    \n 
    \nPor ello mismo, tal es la ra\u00edz sustancial de todo proyecto pastoral de corte cristiano: la historia se encamina hacia su plenitud en la medida en que los hombres y mujeres de cada momento hist\u00f3rico son capaces de leer c\u00f3mo se presencializa el Evangelio en las realidades hist\u00f3ricas m\u00e1s obvias por terrenales e inmediatas. Ah\u00ed est\u00e1 la ra\u00edz de todo.
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    \n 
    \n\u00c4\u00a0Referencia art\u00edstica<\/strong>
    \n\u00a0<\/strong>
    \nDado que la ciudad secular ha entronizado unos nuevos templos\/capillas como son las salas cinematogr\u00e1ficas, sin las que resulta imposible explicarse la factura del hombre y mujer contempor\u00e1neos, en cada situaci\u00f3n de este texto y como referente, comentaremos brevemente una pel\u00edcula susceptible de visionarse en v\u00eddeo. As\u00ed, cuando llevamos escrito, constituye el basamento \u00faltimo de esa obsesiva b\u00fasqueda de la belleza en estado puro, que realiza el profesor Von Achenbach en la persona del atractivo Tadzio, y que, en su ambig\u00fcedad, acaba por destruirlo en la arena del Lido veneciano (Muerte en Venecia<\/em>, Luchino Visconti, 1971).
    \n 
    \nLa met\u00e1fora es de una sublime sencillez: se busca lo perfecto en su dimensi\u00f3n absoluta en la medida en que est\u00e1 hecho carne en Tadzio, pero adem\u00e1s, se le puede rozar con la mano porque adem\u00e1s de estar hecho carne\u2026 siempre permanece en su hacerse carne en la vida concreta, verbal, gestual, mostrada, del provocador Tadzio. Tadzio\/inmerso es Tadzio\/extenso. As\u00ed, y solamente as\u00ed, el viejo maestro de m\u00fasica se aproxima a lo que, de suyo, es indominable por serlo inalcanzable: la belleza perfecta. Y en esa b\u00fasqueda, agotadora y desesperante, sobreviene nada menos que la muerte, como especie de identificaci\u00f3n radical con cuanto se buscaba. Pocas veces el arte moderno ha plasmado de forma tan inteligente y bella esa encarnaci\u00f3n del Misterio en lo Material, de la Palabra en la Carne, pero tambi\u00e9n, de\u00a0\u00a0lo Metahist\u00f3rico en lo Hist\u00f3rico, que tal es nuestra llevada y tra\u00edda\u00a0ciudad secular<\/em>.
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    \n <\/p>\n

      \n
    1. Naturaleza de la ciudad secular<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

       
      \nEscribir sobre la\u00a0ciudad secular<\/em>\u00a0no es lo mismo que hacerlo de la\u00a0ciudad secularista<\/em>, porque se trata de dos perspectivas completamente diferentes. Ciudad secular es la que, superado el momento en que lo divino imped\u00eda la autonom\u00eda de lo estrictamente humano e invad\u00eda un campo que no era el suyo, para el carro y comienza a formularse como ciudad establecida seg\u00fan una recta comprensi\u00f3n entre la dimensi\u00f3n humana y la dimensi\u00f3n divina, entre lo inmanente y lo trascendente, entre \u00ablas cosas ata\u00f1entes al hombre en cuanto hombre\u00bb y en esas otra que le ata\u00f1en \u00abporque se relaciona con Dios\u00bb.
      \n 
      \nSi propusi\u00e9ramos un tipo de ciudad en que lo divino ha sido completamente eliminado y barrido, estar\u00edamos hablando de una ciudad secularista y no secularizada, si bien, en determinados casos, ya haya comenzado a darse esta tipolog\u00eda de\u00a0ciudad secularista<\/em>. En la que estamos analizando, de cara a su necesaria evangelizaci\u00f3n, Dios tiene su lugar: otra cosa es que nosotros, en cuanto Iglesia, no hayamos sido capaces de encontrarle las vueltas a la presencialidad del Cristo hecho Carne en sus estructuras y en su ponerse cotidiano. Una cosa para nada quita la otra, y es muy urgente caer en la cuenta de tal cosa.
      \n 
      \nSi es as\u00ed, el problema a resolver por el creyente cristiano no ser\u00e1\u00a0d\u00f3nde colocar la encarnaci\u00f3n<\/em>\u00a0sino\u00a0c\u00f3mo descubrir la presencia de la encarnaci\u00f3n en los plurales datos de la ciudad secular<\/em>. Nunca deber\u00edamos preocuparnos por \u00abcolocar en\u00bb sino por \u00abdescubrir c\u00f3mo\u00bb, pues la posibilidad de evangelizaci\u00f3n sabemos que est\u00e1 dada en todas las presencialidades de esta compleja ciudad secular y no secularista. El problema est\u00e1, as\u00ed, en\u00a0saber mirar<\/em>\u00a0para\u00a0poder descubrir<\/em>. Porque cuando descubrimos la presencia encarnada de Dios en alguna realidad hist\u00f3rica, entonces podemos establecer su correspondiente pastoral de respuesta: pero no desde afuera hacia adentro, antes bien desde adentro (de la realidad) hacia afuera (de la pastoral).
      \nDicho de otra manera, la evangelizaci\u00f3n ser\u00e1 la respuesta adecuada y adecuadora que el pastoralista cristiano emite como quien descubre huellas presenciales de lo divino en lo humano, del Cristo Jes\u00fas encarnado de una vez por todas pero tambi\u00e9n extendido en su encarnaci\u00f3n a todo tiempo y espacio humano hist\u00f3ricos.
      \n 
      \n\u00c4\u00a0Referencia art\u00edstica<\/strong>
      \n 
      \nJos\u00e9 Luis Garci no es un intelectual cinematogr\u00e1fico, pero est\u00e1 en posesi\u00f3n de esa capacidad intuitiva popular, que le conduce a expresar cuestiones muy hondas en breves expresiones sencillas y hasta populistas. En\u00a0Canci\u00f3n de cuna<\/em>\u00a0(Espa\u00f1a, 1994), esa bell\u00edsima introducci\u00f3n en el universo de unas religiosas de clausura, escuchamos estas palabras eminentes:\u00a0\u00abq<\/em>uien sabe mirar sabe amar\u00bb,<\/em>\u00a0en evidente elogio del cine en cuanto arte de la mirada, si bien no deja de ser cierta la lectura de la frase al rev\u00e9s: \u00abquien sabe amar sabe mirar\u00bb, lo que implica otro elogio a la esencia del ser cristiano, que es un amor que ama. Pues la verdad es que, tomando a Jos\u00e9 Luis Garci como referente, cuando acertamos a mirar lo real con ojos limpios de evangelio cre\u00eddo, entonces estamos amando esto o lo otro, porque nuestra mirada es la mirada del Jesucristo encarnado en nosotros mismos. El que mira bien, es el que ama bien. Y el que ama bien, de forma irreductible, encuentra esas presencialidades del misterio divino en la ciudad secular, que no secularista.
      \n 
      \nSi todo esto es as\u00ed de sencillo, y para nada es facilit\u00f3n, \u00bfpor qu\u00e9 no comenzar a establecer un ejercicio pastoral fundado\u00a0en la mirada<\/em>, de forma que los agentes de pastoral vayan percibiendo d\u00f3nde est\u00e1 realmente el Se\u00f1or Jes\u00fas, invit\u00e1ndonos a encontrarnos con \u00e9l y precisamente para mostrarlo a nuestros hermanos all\u00ed presentes? Insistimos en que llegado el momento de abandonar una \u00abpastoral desde fuera hacia adentro\u00bb para sustituirla por otra \u00abdesde adentro hacia fuera\u00bb, pues es en el adentro donde nos espera Jesucristo en tantas presencialidades ciudadanas seculares. Saber mirar. Y entonces ser capaces de todo y mucho m\u00e1s porque sabremos amar. El buen arte siempre acaba por resultar un camino antropol\u00f3gico de alta fiabilidad.
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      \n <\/p>\n

        \n
      1. Evangelizar desde la encarnaci\u00f3n secular<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

         
        \nLlegados aqu\u00ed, la cuesti\u00f3n se formula con gran delicadeza y sentido: \u00bfc\u00f3mo ser\u00e1 posible evangelizar\/entregar la buena noticia del evangelio, sumergidos en esa ciudad secular y desde el horizonte encarnatorio? Porque si no alcanzamos esta dimensi\u00f3n de la problem\u00e1tica, permanecemos al margen de la misma, y solamente dedicaremos nuestros esfuerzos a repetir las medidas tantas veces comentadas y tantas otras verificadas ante la apat\u00eda de la gente. O de una vez intentamos dar con determinaciones originales en funci\u00f3n de cuanto llevamos escrito, o estaremos por en\u00e9sima ocasi\u00f3n ante toma de postura voluntaristas pero completamente ineficaces. Si la ciudad secular es nueva, confront\u00e9mosla desde una estrategia tambi\u00e9n nueva por renovadora de lo ya cumplido. La cuesti\u00f3n, repetimos, siempre residir\u00e1 en responder pastoralmente a la \u00abextensi\u00f3n encarnatoria\u00bb ya propuesta con anterioridad.
        \nNuestras concretas propuestas son las siguientes:
        \n <\/p>\n\n\n\n
        Aceptar como una realidad urgente que la Parroquia debe de soportar una visi\u00f3n absolutamente transformadora de su naturaleza, de su estructura y de su funci\u00f3n en el contexto de la ciudad secular<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n

         
        \nLa atomizaci\u00f3n progresiva, cuantitativa y cualitativa, de las nuevas formas ciudadanas, no soporta una partici\u00f3n del territorio y de las urgencias evangelizadoras tan racionalista como la actual, siempre subordinada a una concepci\u00f3n verticalista parroquial. Hay que marchar hacia una\u00a0concepci\u00f3n horizontalista parroquial<\/em>, en la que se proceda por \u00e1mbitos que acojan amplias zonas de la ciudad secular, aunque pertenezcan, a su vez, a determinados \u00e1mbitos de naturaleza m\u00e1s vinculada al culto y a los sacramentos.
        \n 
        \nPor ejemplo: el \u00e1mbito de la cultura creativa, el \u00e1mbito de las articulaciones sociales, el \u00e1mbito de la\u00a0\u00a0mujer, el \u00e1mbito pol\u00edtico, el \u00e1mbito de la marginalidad, el \u00e1mbito de la vida sacerdotal, el \u00e1mbito de religiosos\/religiosas, etc. Cada Parroquia tendr\u00e1 creyentes vinculados a algunos de estos \u00e1mbitos, pero existir\u00e1n estructuras supra\/parroquiales para afrontar sus necesidades de pervivencia, de formaci\u00f3n y de identidad. El universo parroquial conservar\u00e1 la \u00fanica responsabilidad de \u00abcuidar espiritualmente\/personalmente de tales creyentes\u00bb.
        \n 
        \n\u00c4\u00a0Referente art\u00edstico<\/strong>
        \n 
        \nPhiladelphia<\/em>, de Jonathan Demme (EE.UU., 1993), es un ejemplo clar\u00edsimo de esta primera propuesta. Al personaje protagonista del film, es imposible que llegue una actividad parroquial estructurada como hasta hoy. Sin embargo, los responsables de un posible \u00ab\u00e1mbito del SIDA\u00bb en la ciudad secular, de car\u00e1cter interparroquial, estar\u00edan en disposici\u00f3n de asumir el caso y ver de darle alguna soluci\u00f3n. Hay que comenzar por llevar a cabo una estrategia de dimensiones verticales\/est\u00e1ticas vinculadas a un permanente lugar, y otras horizontales\/din\u00e1micas, pendientes de urgencias m\u00f3viles en el complejo mundo de la ciudad inmensa, en la que somos y existimos sin remedio.
        \n\u00a0<\/strong><\/p>\n\n\n\n
        Reformulaci\u00f3n de los lugares en que el hombre y la mujer habitantes de la ciudad secular, en todos sus momentos, pero especialmente los dedicados al ocio, son susceptibles de engendrar situaciones de encuentro entre ese ocio, el que sea, y la oferta del Evangelio como respuesta, puede que muy indirecta a efectos estrat\u00e9gicos, al ocio disfrutado.<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n

        \u00a0<\/strong>
        \nDeterminar tales lugares ser\u00e1 una tarea inicialmente en manos de los soci\u00f3logos y psic\u00f3logos, que ofrecer\u00e1n el resultado de los lugares analizados y no menos de sus integrantes. \u00bfQu\u00e9 debemos organizar en ese lugar ya analizado? Sencillamente, algo as\u00ed como un \u00abClub de Dios\u00bb, en el que las personas integradas en el ocio lugare\u00f1o, sepan que pueden entrar en ese club, para charlar, para aquietarse, para rezar, para parar el carro de la vida, convertida en ocio inmediatista y extr\u00ednseco a s\u00ed misma. Tales\u00a0clubs,<\/em>\u00a0nunca depender\u00e1n de la Parroquia m\u00e1s cercana, antes bien, formar\u00e1n uno de los planteados \u00e1mbitos de car\u00e1cter horizontalista. La gracia radica en permitir y en colaborar a que un creyente en cuanto tal, un indiferente o un agn\u00f3stico puedan abrir una puerta y encontrarse con lo que constituye una oferta atractiva por diferente: el club de Dios.
        \n 
        \n\u00c4Referente art\u00edstico<\/strong>
        \n 
        \nD\u00edas contados<\/em>, de Imanol Uribe (Espa\u00f1a, 1994), nos permite contemplar todo un ambiente en que drogadicci\u00f3n, venta de cuerpos, marginalidad y hasta terrorismo, se cruzan de forma normal y cotidiana, para producir asco y piedad. Se trata de una submundo cutre, humillante y despersonalizado, en que el ser humano es objeto de compra y venta como cualquier otro objeto, convertido el barrio en una informe masa de perdedores. La abundancia de pel\u00edculas de esta naturaleza, permiten no insistir m\u00e1s en este ambiente que actualmente recorre todas las ciudades que superen los 200.000 habitantes. Un submundo gris de estercolero: si en \u00e9l mueres, te entierran y nada m\u00e1s. No se tratar\u00eda de algo exactamente igual a los \u00abclubs humanos\u00bb. El evangelio sana cuando se ofrece expl\u00edcito, pero no menos cuando se le entrega a trav\u00e9s de mediaciones inteligibles por los \u00abpacientes\u00bb. En tales lugares no se trata de rehabilitar complemente a un marginal, sino de salir al encuentro en un momento dado, si bien pueda repetirse en el tiempo cuantas veces lo quiera as\u00ed. Es saber que\u00a0saben que estamos junto a ellos<\/em>.
        \n <\/p>\n\n\n\n
        En el universo ciudadano secular existe un sector que, en cuanto tal, suele escaparse a la evangelizaci\u00f3n eclesial\/parroquial<\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n

         
        \nMe refiero al mundo intelectual,\u00a0<\/strong>a la gente dedicada a vivir desarrollando ideas, proponiendo defensas y acusaciones ciudadanas, gente, en fin, con una altura de inteligencia y de sensibilidad fuera de lo normal, y que ayuda a desarrollar sistem\u00e1ticamente, un estilo de vida, un estilo de relacionarse y, en fin, un estilo de concebir lo real. Es cierto que tales personajes est\u00e1n atravesando un p\u00e9simo momento social, pero seguramente tambi\u00e9n se vislumbra la posibilidad de que, dado tanto tono gris y hasta sensaci\u00f3n de vac\u00edo, comiencen a surgir peticiones de que retornen cuanto antes. Ser\u00eda el\u00a0retorno<\/em>\u00a0de los maestros<\/em>.
        \n 
        \n\u00c4\u00a0Referente art\u00edstico<\/strong>
        \n 
        \nLa lengua de las mariposas<\/em>, de Jos\u00e9 Luis Cuerda (Espa\u00f1a, 1999), relata, con sereno esp\u00edritu contemplativo, la presencia en un peque\u00f1o lugar, de un profesor\/maestro republicano, aut\u00e9ntico experto en vida, que de forma permanente ense\u00f1a, sugiere, armoniza, desde su cultura, su inteligencia y su bondad. Los peque\u00f1os le admiran y los mayores le veneran, a pesar de sus discrepancias pol\u00edticas. De forma parecida, el hombre y la mujer cristianos tienen ante s\u00ed un fustigante panorama evangelizador: se trata de no ocultar la propia pertenencia a la fe en Dios por medio de la Iglesia, erigi\u00e9ndose, cada quien, en sus tareas de todo tipo, en\u00a0referente intelectual<\/em>\u00a0del misterio de Dios. Porque, lentamente, hemos ido abdicando de una fe manifestada, de una esperanza encubierta y de una caridad ofrecida, de tal forma que quienes nos rodean pueden preguntarse, con todo derecho, qu\u00e9 es eso de lo que hablamos unos con otros los creyentes.
        \n\u00a0<\/strong>
        \nTodo lo anterior,<\/em>\u00a0<\/strong>y que solamente es un peque\u00f1o muestrario de las posibilidades de reestructuraci\u00f3n horizontalista eclesial\/parroquial,\u00a0<\/strong>tiene dos condiciones de posibilidad de realizaci\u00f3n:<\/em>
        \n 
        \nn\u00a0Una\u00a0descodificaci\u00f3n de la actual formaci\u00f3n de los agentes de pastoral,<\/em>\u00a0haci\u00e9ndoles tener presente la necesidad urgente de modificar su forma y fondo de formaci\u00f3n, de manera que tal formaci\u00f3n corresponda a la complejidad de la sociedad y ciudad secular en que deber\u00e1n moverse. No se tratar\u00eda ya de prepararse para una Parroquia estilo \u00ab\u00e1mbito verticalista\u00bb, como hasta ahora. Se tratar\u00eda de prepararse para parroquias en la l\u00ednea de \u00abhorizontalismo m\u00f3vil\u00bb, con sus correspondientes \u00ab\u00e1mbitos seg\u00fan las exigencias\u00bb, con sus \u00abclubs de Dios\u00bb y sus \u00abclubs humanos\u00bb siempre cercanos al mundo del ocio, y con sus \u00abpreparados intelectuales\u00bb de forma que quienes nos rodean reencuentran en todos nosotros un motivo para sobrevivir desde la esperanza en nuestra ciudad.
        \n 
        \nn\u00a0La conciencia seriamente admitida de que la ciudad secular, en su mayor\u00eda de casos,\u00a0est\u00e1 en manos de los poderes medi\u00e1ticos,<\/em>\u00a0incapaz de evitarlos o matizarlos. Los digiere, los maldigiere y le causan males nunca comentados. Es preciso conocer los medios, estar en posesi\u00f3n de sus correspondientes elementos de lectura, hasta llegar a ser capaces de descifrar sus mensajes, todos ellos llenos de intencionalidades. Inclusive se hace cada vez m\u00e1s urgente la participaci\u00f3n de agentes pastorales en los mismos medios, aceptando su dureza. Un film como\u00a0Eyes wide shut<\/em>\u00a0(USA, 1999), el \u00faltimo film del gran Stanley Kubrick, resulta completamente diferente si sabe leerse o si permanecemos en \u00e9l a nivel de mera narraci\u00f3n; y las posibilidades de presencia cristiana en prensa y televisi\u00f3n, no ofrecer\u00eda dificultades si, desde las c\u00fapulas, se careciera de miedo a posibles confrontaciones.
        \n 
        \n <\/p>\n

          \n
        1. \u00bfDe verdad lo queremos?<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

           
          \nSi recuperamos el comienzo del este texto, que no en vano se encuadra en uno m\u00e1s amplio: \u00abLa ciudad como lugar teol\u00f3gico\u00bb, comprendemos que la evangelizaci\u00f3n corresponde a dos par\u00e1metros igualmente relevantes: el par\u00e1metro de la\u00a0concepci\u00f3n teol\u00f3gico\/encarnacionista de la historia<\/em>, y el par\u00e1metro de la\u00a0concepci\u00f3n horizontalista de la parroquia<\/em>. Y si la historia contiene elementos subyacentes de divinidad, de forma que continuamente Jesucristo est\u00e1 encarn\u00e1ndose en ella, algo parecido sucede con el hecho parroquial: que la verticalidad vinculada a un lugar fijo, se sucede en el tiempo en una parroquia con extensiones en los lugares m\u00e1s inveros\u00edmiles, lugares que, de suyo, mejor ser\u00eda que no perteneciesen a la misma parroquia, sino que se mantuvieran dependientes de organizaciones supraparroquiales.
          \n 
          \nQuiere decirse que nos ha llegado el momento en que una concepci\u00f3n teol\u00f3gica como la sostenida \u2014hace tantos a\u00f1os ya\u2014 por el gran Rahner, ahora, en este nuevo tiempo secular y secularizado, aparezca como condicionado la configuraci\u00f3n de lo que resulta medular en el organigrama eclesial de la evangelizaci\u00f3n ciudadana: si Jes\u00fas, el Cristo, es m\u00f3vil en toda realidad, entonces no podemos enfrentarnos a esta situaci\u00f3n desde la inmovilidad y fixismo evangelizadores. Deberemos acudir all\u00ed donde est\u00e9 Jesucristo espont\u00e1neamente, en los lugares de ocio, en ese c\u00famulo de situaciones l\u00edmite en que los humanos vivimos, en los \u00e1mbitos de estancia y existencia intelectuales, y tantas otras situaciones que, espont\u00e1neamente, no acudir\u00e1n al encuentro de la Buena Noticias porque no forma parte de sus intencionalidades. Se acabaron los d\u00edas f\u00e1ciles de \u00abesperar adentro a los de afuera\u00bb (porque no vendr\u00e1n); por el contrario, es necesario y urgente salirles nosotros a su encuentro, en un movimiento desde nuestro adentro a su afuera, para ver de interesarles por el evangelio sumergido en sus vidas, en sus \u00e1mbitos, en sus realidades.
          \n 
          \nEn esta tarea, debemos dar cancha a los imaginativos, a los creadores, a los innovadores, incluso a quienes nos desconciertan con sus propuestas, para que nos ofrezcan sus hallazgos pragm\u00e1ticos. Y los que ostentan el servicio de coordinar, Papa y Obispos, pero no menos Superiores Religiosos, bien har\u00edan en secundar estas iniciativas, porque en ellas nos va el futuro del conjunto eclesial que a todos incumbe. En definitiva, lo importante es viajar hacia lo desconocido, sabedores de que Dios camina a nuestro lado. Un Dios, manifestado en la encarnaci\u00f3n de Jesucristo, que late siempre en la ciudad secular. Nuestra ciudad.\u00a0n
          \n <\/p>\n

          Norberto Alcover<\/h3>\n

          estudios@misionjoven.org<\/a>
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          F\u00d3RUM \u00abEVANGELIZACI\u00d3N JUVENIL Y ESCUELA CRISTIANA\u00bb<\/h4>\n

          Centro Arrupe \u2013 Valencia<\/strong><\/h4>\n

           
          \n\u00a1\u00a031.10.2000\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0Psicopat\u00edas juveniles: su prevenci\u00f3n en la familia y en la escuela<\/em>
          \nVicente Garrido Genov\u00e9s (Conferencia).
          \n\u00a1\u00a04-5.11.2000\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0La relaci\u00f3n de ayuda: escuchar, responder, dialogar<\/em>
          \nJavier Ortigosa (Cursillo).
          \n\u00a1\u00a011.11.2000\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0El Dios de la experiencia cristiana<\/em>
          \nAndr\u00e9s Torres Queiruga (Cursillo \u00abEvangelizaci\u00f3n Juvenil\/1\u00bb).
          \n\u00a1\u00a025.11.2000\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0Aprender a orar<\/em>
          \nJos\u00e9 Antonio Garc\u00eda Monge (Cursillo).
          \n\u00a1\u00a013.1.2001\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0Los contextos y formas de la experiencia de Dios<\/em>
          \nXavier Quiz\u00e1 (Cursillo \u00abEvangelizaci\u00f3n Juvenil\/2\u00bb).
          \n\u00a1\u00a016.1.2001\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0Una escuela alternativa en la sociedad global<\/em>
          \nJoaqu\u00edn Garc\u00eda Roca (Conferencia).
          \n\u00a1\u00a017.1.2001\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0Posibilidades y l\u00edmites de una escuela en tiempos de LOGSE<\/em><\/p>\n

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          1. Alonso-F. Marhuenda-I. Mart\u00ednez (Conferencia).<\/li>\n<\/ol>\n

            \u00a1\u00a017.2.2001\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0Los pobres y excluidos, lugar de experiencia de Dios<\/em>
            \nToni Catal\u00e1 (Cursillo \u00abEvangelizaci\u00f3n Juvenil\/3\u00bb).
            \n\u00a1\u00a010.3.2001\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0Perspectiva antropol\u00f3gica de la experiencia de Dios<\/em>
            \nPedro Rodr\u00edguez Panizo (Cursillo \u00abEvangelizaci\u00f3n Juvenil\/4\u00bb).[\/vc_column_text][\/vc_column][\/vc_row]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

            [vc_row][vc_column][vc_column_text]PIE AUTOR: Norberto Alcover\u00a0es periodista y profesor de Teor\u00eda de la Comunicaci\u00f3n en la Universidad Ponticia Comillas (Madrid).   S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO: Arrancando de \u00abla Encarnaci\u00f3n como misterio permanente\u00bb y sirvi\u00e9ndose de referencias art\u00edsticas que acercan narrativa y pl\u00e1sticamente a cada una de las formulaciones te\u00f3ricas, el autor analiza la \u00abnaturaleza de la ciudad secular\u00bb […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[122,548,94,49],"tags":[],"class_list":["post-11826","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-2000-mision-joven-2","category-estudios-287","category-mision-joven-2","category-norberto-alcover"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11826","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=11826"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11826\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=11826"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=11826"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=11826"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}