{"id":11865,"date":"2000-10-01T12:18:34","date_gmt":"2000-10-01T10:18:34","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=11865"},"modified":"2000-10-01T12:18:34","modified_gmt":"2000-10-01T10:18:34","slug":"camboya-adolescente-y-solitaria","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/camboya-adolescente-y-solitaria\/","title":{"rendered":"Camboya, adolescente y solitaria"},"content":{"rendered":"
[vc_row][vc_column][vc_column_text]Chumbriet-suo (hola en camboyano)\u00a0\u00a0a los lectores de\u00a0Misi\u00f3n Joven.<\/em><\/strong>\u00a0Ya casi nadie habla de Camboya o de Phnom Penh \u2014esa ciudad moderna, digna de ser visitadas en vacaciones, para\u00edso del turismo\u2014. Realmente no tiene ning\u00fan atractivo que represente los mismos paradigmas esperados por un turista normal cuando llega a cualquier pa\u00eds. Son otros los atractivos de Camboya, esos que van m\u00e1s all\u00e1 del simple ver o disfrutar y que s\u00f3lo resultan accesibles a aquellos que no miran a los pueblos con los \u00abojos en r\u00e1faga\u00bb, como dice una canci\u00f3n sudamericana, sino que son capaces de demorarse en los peque\u00f1os pero infinitos detalles de una cultura. [vc_row][vc_column][vc_column_text]Chumbriet-suo (hola en camboyano)\u00a0\u00a0a los lectores de\u00a0Misi\u00f3n Joven.\u00a0Ya casi nadie habla de Camboya o de Phnom Penh \u2014esa ciudad moderna, digna de ser visitadas en vacaciones, para\u00edso del turismo\u2014. Realmente no tiene ning\u00fan atractivo que represente los mismos paradigmas esperados por un turista normal cuando llega a cualquier pa\u00eds. Son otros los atractivos de Camboya, […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[122,254,530,94],"tags":[],"class_list":["post-11865","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-2000-mision-joven-2","category-albeiro-rodas","category-experiencias-285","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11865"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=11865"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11865\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=11865"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=11865"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=11865"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\nNo hay monta\u00f1as propiamente en Phnom Penh, pero su nombre significa \u00abmonta\u00f1a sagrada\u00bb. Una peque\u00f1a colina en el centro de la ciudad es la base del principal centro de culto budista del pa\u00eds, con hermosos jardines en donde anta\u00f1o viv\u00edan cientos de monos \u2014como el animal sagrado\u2014. Digno de ver el movimiento en esta ciudad; ante todo, una cantidad inmensa de motocicletas sin ning\u00fan orden que cruzan en todos los sentidos y desesperan hasta al m\u00e1s paciente.
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\nUna ciudad llena de comerciantes tailandeses, vietnamitas, chinos y japoneses que parecen los verdaderos habitantes, mientras los camboyanos viven y trabajan en el campo. Esencialmente nos encontramos en un pa\u00eds agrario, arrocero, cuya cultura gira en torno a ello. Su idioma es el\u00a0kamer,<\/em>\u00a0un lenguaje bastante antiguo con lejan\u00edsimas familiaridades con el s\u00e1nscrito. Sencilla la gram\u00e1tica, pero dif\u00edcil la pronunciaci\u00f3n para los occidentales, am\u00e9n\u00a0\u00a0de las numeros\u00edsimas palabras que pueblan el vocabulario.
\nLa religi\u00f3n mayoritaria es el budismo, y su filosof\u00eda permea los actos cotidianos del camboyano: la manera de saludar, que consiste en una reverencia con las manos juntas a la altura de la barbilla, el lenguaje diferenciado para los distintos gremios, el espiritu de tolerancia y respeto y esa permanente amabilidad y sonrisa asi\u00e1tica, que en muchos casos oculta sus tristezas. Con todo esto, no se encuentra explicaci\u00f3n para una guerra tan cruel como la que tuvo este pa\u00eds, donde en un corto per\u00edodo de tiempo fueran asesinados casi dos millones de personas en un terrible magnicidio m\u00e1s que comparable al genocidio nazi.
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\nEse es el nombre con el que se conoce a Jesucristo en Camboya. En torno a \u00e9l sigue viva una peque\u00f1a iglesia, que ha subsistido por muchos a\u00f1os a trav\u00e9s de la convulsa historia del pa\u00eds. Y una sola parroquia con sede en Phnom Penh, aunque existen congregaciones religiosas entregadas de pleno a la misi\u00f3n. Los domingos en la ma\u00f1ana se re\u00fanen cat\u00f3licos, que son un buen n\u00famero, de todos los alrededores de Phnom Penh. La capilla es un edificio de tres pisos con cierto estilo franc\u00e9s, varios salones utilizados para catequesis y dos templos amplios y ambientados con numerosos s\u00edmbolos kamer.
\nNo existen asientos en ning\u00fan centro de culto, de manera que los fieles se sientan en los siempre relucientes pisos \u2014con esteras y en posici\u00f3n de loto, posici\u00f3n normal para los camboyanos\u2014, y as\u00ed permanecen toda la Eucarist\u00eda, siguiendo las lecturas en los folletos en kamer y cantando con sus voces suaves y agudas. Verlos entrar al templo, sin\u00a0zandalias\u00a0<\/em>(porque en Camboya usar zapatos es bien dif\u00edcil, dado que siempre se quitan los calzados al entrar a cualquier recinto y m\u00e1s si es sagrado), y hacer su t\u00edpica inclinaci\u00f3n ante el Sant\u00edsimo, chicos y grandes, y despu\u00e9s sentarse en el piso, crea e invita a meterse en un aut\u00e9ntico ambiente de recogimiento.
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\nLos domingos por la tarde, los j\u00f3venes van a la catequesis para preparar su bautismo. Esa preparaci\u00f3n es todo un camino, con metas pormenorizadas y lectura permanente de la Biblia. Una buena cantidad de muchachos ha iniciado su caminar al lado de Cristo. (Es el domingo, por supuesto, el d\u00eda en que se todos se ponen sus mejores vestidos: los varones con atuendos occidentales\u2014 salvo el uso de la zandalia\u2014 y las chicas unas faldas estrechas, oscuras y largas hasta las pantorrillas, junto a la cl\u00e1sica blusa blanca; todo apunta a normas muy conservadoras para la mujer que, por cierto, sufre de un machismo milenario \u2014por ejemplo, el noviazgo no existe en Camboya, est\u00e1 mal visto; practicamente el matrimonio es un convenio entre el hombre y los padres de la muchacha en donde hay practicamente una compra\u2014).
\nHombres y mujeres parecen vivir en mundos distintos y excluyentes y en donde las expresiones entre los dos sexos est\u00e1n mal vistas. Por lo mismo, la zona de tolerancia en Phnom Penh es otro drama: all\u00ed abundan las prostitutas, por lo general vietnamitas, en un comercio sexual aberrante \u2014oficial y supuestamente prohibido\u2014, adem\u00e1s de todo tipo de abuso con ni\u00f1os y ni\u00f1as menores de edad que constituyen uno de los mayores\u00a0atractivos<\/em>\u00a0del \u00abturismo sexual\u00bb.
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\nEn provincias, la Iglesia est\u00e1 presente en los misioneros. S\u00f3lo Phnom Penh puede considerarse propiamente una ciudad con casi un mill\u00f3n de habitantes, los dem\u00e1s son peque\u00f1os poblados y aldeas. La vida en el campo es bien distinta a la de la ciudad; completamente de espaldas a cualquier manifestaci\u00f3n de la vida moderna: numerosos lugares sin servicios p\u00fablicos; casas peque\u00f1as, de aproximadamente 8 metros cuadrados, sin divisiones interiores, en madera y reposando sobre cuatro pilares que dejan un espacio inferior que llenan de agua para los regad\u00edos de arroz. Frente a cada casa, una especie de mesa que ocupa media fachada de la casa y funciona como lugar de reposo en donde la familia entera se sienta al medio d\u00eda y al atardecer, despu\u00e9s de la dura faena, en posici\u00f3n de loto, a conversar o simplemente a mirar en una actitud que recuerda la meditaci\u00f3n budista.
\nLa educaci\u00f3n, por otra parte, es nula en un pa\u00eds que siempre estuvo en guerra \u2014veinte a\u00f1os seguidos\u2014, de manera que el analfabetismo es alto, pocos los profesores y mal pagados. Pero por ah\u00ed, camina Prea Yes\u00fa, con una\u00a0crom\u00e1<\/em>\u00a0\u2014chal caracter\u00edstico de Camboya\u2014 en la cabeza y sent\u00e1ndose en posici\u00f3n de loto en el frontis de cada casa de familias que no tienen idea de d\u00f3nde queda Nazaret de Galilea.
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\nLa inmensa tropa de ni\u00f1os y muchachos hu\u00e9rfanos, ni\u00f1os de la calle y viudas,\u00a0\u00a0es tan numeroso como los granos del arroz con el que viven. Si vas al mercado, de pronto sientes que una manita tira de tu pantal\u00f3n, y ves a un peque\u00f1\u00edn despu\u00e9s con sus manitas juntas en la barbilla, una mirada de s\u00faplica y unas frases en kamer que, si no entiendes, comprendes. Son los ni\u00f1os de la calle, sin nada y sin nadie. Centenares. Ni las\u00a0ONG\u00a0ni las comunidades religiosas dan abasto. Los que est\u00e1n recogidos en internados son relativamente pocos. S\u00f3lo en esos lugares encuentran comida, ropa que nunca tuvieron y la educaci\u00f3n que su Estado no les puede brindar. Y pese a todo, tambi\u00e9n en los internados, se encuentra uno con ni\u00f1os y muchachos con el alma completamente desolada. Como el asi\u00e1tico abre muy poco su coraz\u00f3n a la expresi\u00f3n, se cubre con una sonrisa, pero en el interior de sus ojos se percibe la tristeza y la incertidumbre por el futuro.
\nA veces se apartan a cualquier rinc\u00f3n y su mirada se pierde en el infinito en donde los fantasmas acuden a su encuentro. Muchos nacieron en campos de refugiados, otros vieron morir a sus familias, otros perdieron piernas en campos cobardemente minados.
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\nA pesar de todo, tienen consigo las ganas de vivir y eso es ya una gran esperanza, tienen tambi\u00e9n las manos de una gran cantidad de misioneros que se han entregado completamente a Camboya. \u00abCamboya enamora… tarda, pero enamora\u00bb, dice uno de ellos; eso de tarda remite a lo dif\u00edcil que resulta inicialmente la comunicaci\u00f3n: no bastan las palabras, se necesita tiempo para saber qu\u00e9 piensa un camboyano, para hacerle entender a qu\u00e9 se ha ido a Camboya, que el extranjero no siempre significa d\u00f3lares, sino que muchos van para significar amor.
\nEnamora cuando el camboyano abre su coraz\u00f3n completamente, cuando est\u00e1 dispuesto a que te pasees por su alma tranquilamente; es, entonces, cuando ya no sientes su sonrisa por simple amabilidad social, sino que sientes el brillo de la amistad \u2014y donde hay amistad est\u00e1 el campo abierto al Evangelio\u2014.
\nCon sus tristezas, sus recuerdos amargos, Camboya tiene futuro. Basta que creamos en ella, no s\u00f3lo los que hemos venido aqu\u00ed, sino ellos mismos. A veces les invade un fuerte pesimismo: sienten que su idioma no es bueno, que no son\u00a0guapos,<\/em>\u00a0que cualquier extranjero siempre ser\u00e1 mejor que ellos. Hay que mostrarles cu\u00e1n bellos y grandes pueden ser. Adem\u00e1s, para la foto, nadie en el mundo sonr\u00ede mejor que un camboyano.[\/vc_column_text][\/vc_column][\/vc_row]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"