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\nLa presencia de la Religi\u00f3n en la escuela, en la historia de la educaci\u00f3n del occidente cristiano, ha sido un hecho aceptado durante siglos. El \u00abcatecismo\u00bb era una actividad escolar habitual. No obstante, cuando la teolog\u00eda avanz\u00f3 hacia un concepto m\u00e1s amplio de \u00abeducaci\u00f3n de la fe\u00bb, hacia la \u00abcatequesis\u00bb, tambi\u00e9n la Religi\u00f3n se transform\u00f3 en \u00abcatequesis escolar\u00bb. Cerca ya de nuestros d\u00edas, los cambios sociales y eclesiales empujaron hacia la actual \u00abense\u00f1anza religiosa escolar\u00bb.
\nSin duda, y por lo que ata\u00f1e m\u00e1s directamente a Espa\u00f1a, el pasado de la Religi\u00f3n en la escuela ha condicionado negativamente tanto la posibilidad de comprender el porqu\u00e9 de su presencia en el \u00e1mbito escolar, como su mismo sentido en la vida de los seres humanos. La ense\u00f1anza religiosa impositiva e intolerante del \u00abnacional-catolicismo\u00bb, por desgracia, adquiri\u00f3 tal aire fantasmag\u00f3rico como para, al menos, ser comprensivos con quienes \u2014militen en el bando que militen\u2014 nos vengan todav\u00eda con apariciones.
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\nNostalgias confesionales o anticlericales aparte, la sociedad es plural y democr\u00e1tica; mientras que la Iglesia dej\u00f3 claro en el \u00faltimo concilio \u2014aunque m\u00e1s de uno quiera desdecirlo\u2014 su voluntad de \u00abhacerse di\u00e1logo\u00bb con la cultura contempor\u00e1nea. Sin embargo, existe otro dato de gran relevancia: asistimos a un triste \u00abagotamiento de la socializaci\u00f3n religiosa\u00bb de las nuevas generaciones. Adem\u00e1s, el legado de los adultos a los adolescentes y j\u00f3venes \u2014al que no es ajena la misma Iglesia\u2014 no es otro que el de \u00abun soberano desinter\u00e9s por la religi\u00f3n y el sentido religioso\u00bb (A. Gonz\u00e1lez-Anleo).
\nPor su parte, la experiencia y los frutos de la actual ense\u00f1anza religiosa escolar no s\u00f3lo muestran una escasa relevancia y eficacia de cara a la adquisici\u00f3n de conocimientos culturales, sino \u2014lo que es m\u00e1s inquietante\u2014 una incidencia insignificante en la fe y actitudes de los alumnos y alumnas.
\nNada extra\u00f1o, pues, que la ense\u00f1anza escolar de la Religi\u00f3n sea puesta en crisis. Sin olvidar, por otro lado, que la propia Religi\u00f3n ha dejado de ser un factor central de cohesi\u00f3n social y de identidad personal.
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\nQuer\u00e1moslo o no \u2014y… \u00a1mucho mejor quererlo!, por supuesto\u2014, vamos hacia una nueva configuraci\u00f3n del papel de la Religi\u00f3n en la sociedad y en la escuela. Dentro de la actual pluralidad, la Religi\u00f3n no es sino un elemento dentro del conjunto m\u00e1s amplio de cuantos integran el sistema social; de ah\u00ed que s\u00f3lo en armon\u00eda con el resto de factores podr\u00e1 tener sentido y espacio propios.
\nComo bien sabemos, entonces, habr\u00e1 que superar todo tipo de \u00aborientaci\u00f3n catequ\u00e9tica\u00bb de la Religi\u00f3n en la escuela y \u2014\u00a1cu\u00e1nto m\u00e1s!\u2014 cualquier atisbo de adoctrinamiento.
\nPero no todo queda ah\u00ed. El futuro de la Religi\u00f3n en la escuela no parece que pueda basarse ni en las leyes, ni en la demanda social; tampoco recurriendo a la historia o a la vivencia de los creyentes. S\u00f3lo su car\u00e1cter humanizador y liberador, por un lado, y una perfecta integraci\u00f3n dentro de los objetivos y funciones propias de la escuela, por otro, ser\u00e1n bases firmes para su presencia en ella.
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\nEn fin, el futuro de la ense\u00f1anza escolar de la Religi\u00f3n va a depender, en gran medida, tanto de que la sociedad adquiera plena conciencia de su sentido como de que seamos capaces de convencer con propuestas humanizadoras. Ante el interrogante sobre \u00ab\u00bfqu\u00e9 hacer?\u00bb, por tanto, no sirven los rollos de siempre \u2014a los que se alude simb\u00f3licamente en la blanquecina portada de este n\u00famero de Misi\u00f3n Joven\u2014, donde frecuentemente se esconden deseos de control y privilegio \u2014cuando no una cierta incapacidad para encarar problemas propios de las comunidades parroquiales, en general, y de la pastoral o praxis cristiana, en particular\u2014.
\nLa Religi\u00f3n encontrar\u00e1 sitio en la escuela si se coloca m\u00e1s en la perspectiva antropol\u00f3gico-cultural que en la confesional. A partir de ah\u00ed habr\u00e1n de definirse otros muchos elementos m\u00e1s concretos, en los que \u2014en cualquier caso\u2014 siempre ha de aparecer como instancia cr\u00edtica y humanizadora, favorecedora del di\u00e1logo interreligioso y cultural.
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