{"id":11886,"date":"2000-09-01T17:14:22","date_gmt":"2000-09-01T15:14:22","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=11886"},"modified":"2000-09-01T17:14:22","modified_gmt":"2000-09-01T15:14:22","slug":"la-religion-como-experiencia-narrada","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/la-religion-como-experiencia-narrada\/","title":{"rendered":"La Religi\u00f3n como experiencia narrada"},"content":{"rendered":"

S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO<\/strong>
\n\u00abLa religi\u00f3n pertenece a lo m\u00e1s \u00edntimo del alma\u00bb humana. Desde siempre, entre otras cosas, \u00abes lenguaje o forma de expresi\u00f3n del hombre. Y como tal no puede ser monopolizada por ninguna confesi\u00f3n religiosa\u00bb. Por eso, la religi\u00f3n entendida como cultura y, m\u00e1s concretamente, el desarrollo narrativo de lo religioso permiten una mirada profunda sobre \u00ablo humano\u00bb. Es lo que hace aqu\u00ed el autor, desarrollando sint\u00e9ticamente la \u00abidentidad narrativa del creyente\u00bb y la \u00abconfesi\u00f3n creyente como opci\u00f3n de fe desde lo humano\u00bb, as\u00ed como sugiriendo diversas narraciones religiosas, \u00abentendidas como ruptura, b\u00fasqueda y viaje, como silencio, l\u00edmite y noche…\u00bb; por \u00faltimo, se citan diversas narraciones heterodoxas de la religi\u00f3n.
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\nDomingo C\u00eda<\/strong>\u00a0Lamana<\/strong>\u00a0es profesor de Filosof\u00eda e Historia de las Religiones y coordinador del \u00abMaster en Ciencias de la Religi\u00f3n\u00bb de la Facultad de Teolog\u00eda de la Universidad \u00abRamon Llull\u00bb (Barcelona).<\/em>
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\nYa se ha pasado la moda volteriana de ser anti-religioso para poder vivir la est\u00e9tica del progresismo. Nuestro permisivo mundo llena de impunidad el vac\u00edo de las ideolog\u00edas o la elecci\u00f3n entre diferentes opciones, sean o no religiosas. Todo cabe en este mercado econ\u00f3mico que es Europa. Forma parte del gran \u00abcasino global\u00bb en que se ha convertido el mundo, seg\u00fan feliz expresi\u00f3n de Eugenio Tr\u00edas, uno de nuestros mejores fil\u00f3sofos. En esta \u00abrealidad de mundo\u00bb \u2014tan diferente del que hab\u00edamos vivido hace pocos a\u00f1os\u2014 la\u00a0Religi\u00f3n<\/em>\u00a0llama la atenci\u00f3n… cuando se hace cultura, cuando se hace narraci\u00f3n, es decir, cuando se hace\u00a0lenguaje<\/em>\u00a0y posibilidad humana sin m\u00e1s. La Religi\u00f3n, entonces, comienza a hacerse presente y tambi\u00e9n resulta sencillamente\u00a0impertinente<\/em>\u00a0\u2014ni las Iglesias pueden monopolizarla ni existe forma de ate\u00edsmo que pueda aniquilarla\u2014.
\nY es que la Religi\u00f3n pertenece a lo m\u00e1s \u00edntimo del alma. Sintonizo con esa bella descripci\u00f3n que aparece en la \u00faltima novela de Delibes,\u00a0El hereje:\u00a0<\/em>\u00ab…Cuando abri\u00f3 la boca apenas se le entendi\u00f3 una palabra:\u00a0religi\u00f3n.\u00a0<\/em>Al o\u00edrla su t\u00edo extendi\u00f3 el brazo y le puso una mano efusiva en el hombro: \u2014Ese es el rinc\u00f3n m\u00e1s \u00edntimo del alma, dijo. Obra en conciencia y no te preocupes de lo dem\u00e1s. Con esa medida seremos juzgados\u00bb.
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  1. La religi\u00f3n como cultura<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

     
    \nLas reflexiones que siguen est\u00e1n tomadas del curso sobre \u00abLa Religi\u00f3n como experiencia narrada\u00bb que impart\u00ed recientemente en la Facultad de Teolog\u00eda de Barcelona. Estoy convencido de que el tema religioso interesa ahora mucho m\u00e1s que hace unos a\u00f1os. Ha pasado de moda la\u00a0est\u00e9tica<\/em>\u00a0de ir siempre en contra de lo religioso para poder aparentar que una persona era\u00a0progre,<\/em>\u00a0de\u00a0izquierdas,<\/em>\u00a0en fin,\u00a0libre.<\/em>\u00a0Aunque pueda extra\u00f1ar, hoy, la Religi\u00f3n es atendida y estudiada en la Universidad p\u00fablica y las mismas Iglesias van comprendiendo que \u00ablo religioso\u00bb se puede vivir como cultura, arte, textos… que llegan al gran p\u00fablico. De esa dimensi\u00f3n p\u00fablica y cultural de la Religi\u00f3n, estrechamente vinculada al lenguaje, trataba el curso al que me refiero y hablar\u00e1 cuanto sigue a continuaci\u00f3n.
    \nEl mismo esquema de aquel curso me sirve ahora como estructura de estas notas (Quiero aclarar al lector que la exposici\u00f3n del presente art\u00edculo va a resultar muy esquem\u00e1tica y atomizada. Espero, en breve, ofrecer un desarrollo m\u00e1s completo de todo ello en un libro). Aunque la fe es don y gracia, los propios creyentes han de ser los primeros en comprender que la \u00abreligi\u00f3n como cultura\u00bb despierta admiraci\u00f3n y llena lagunas que hasta hace poco hab\u00edan sido\u00a0suplidas<\/em>\u00a0con lenguajes l\u00f3gico-cient\u00edficos impropios. Un \u00abclima de cultura religiosa\u00bb puede despertar esa fe que cuidan las Iglesias.
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    \nLa Religi\u00f3n, desde siempre, es lenguaje o forma de expresi\u00f3n del hombre. Como tal no puede monopolizarlo ninguna confesi\u00f3n religiosa. Se abre as\u00ed una ventana a la libertad que tiene la persona para seguir se\u00f1alando que el \u00e1mbito de lo posible no se puede reducir a los l\u00edmites de lo s\u00f3lo racional y l\u00f3gico (la\u00a0religi\u00f3n<\/em>\u00a0que se\u00f1ala, por ejemplo, \u00abla m\u00edstica\u00bb o la \u00abteolog\u00eda de la liberaci\u00f3n\u00bb colocan al ser humano frente a lo ilimitado e infinito).
    \nInsisto: esta capacidad no es monopolio de las Iglesias. La Religi\u00f3n est\u00e1\u00a0dictando<\/em>\u00a0a todo hombre que la Realidad no se reduce a lo visible y abarcable; Dios se transforma en met\u00e1fora de promesas imposibles en las que muchas personas encuentran el mayor\u00a0encanto,<\/em>\u00a0pertenezcan o no a una determinada Iglesia. La Religi\u00f3n, pues, se convierte en\u00a0algo\u00a0<\/em>impertinente para quienes se empe\u00f1an en reducirla a un dato acient\u00edfico, infantil, dogm\u00e1tico, en dos palabras, \u00abalgo inhumano\u00bb.
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    \nEl desarrollo narrativo de lo religioso es el reconocimiento de que lo sagrado tiene la mirada o percepci\u00f3n de lo humano. De ah\u00ed el punto primero del esquema: \u00abLa impertinencia de lo religioso\u00bb;\u00a0i<\/em>mpertinencia\u00a0<\/em>porque Dios es lo suficientemente grande como para que no quepa en una sola interpretaci\u00f3n, ni en un solo bolsillo (desde \u00ablo narrativo\u00bb se podr\u00eda entender el mutuo respeto entre las diferentes religiones…).
    \nUna vez definida \u00abLa identidad narrativa del creyente\u00bb (2), al igual que la confesi\u00f3n del creyente como opci\u00f3n de fe desde lo humano (3. \u00abCreer que se cree\u00bb), se introduc\u00edan diversas narraciones religiosas (4. \u00abViaje de experiencia y rompimiento con lo dom\u00e9stico\u00bb), entendidas como\u00a0ruptura, b\u00fasqueda y viaje<\/em>. Se trataba de presentar la figura de Abraham \u2014recog\u00eda para ello el an\u00e1lisis de S. Kierkegaard en su\u00a0Temor y temblor\u2014<\/em>.
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    \nTratamos despu\u00e9s (5. \u00abLa inocencia religiosa y la naturaleza\u00bb)\u00a0la narraci\u00f3n religiosa como\u00a0c\u00e1ntico a la Naturaleza<\/em>, analizando el\u00a0C\u00e1ntico<\/em>\u00a0a la Creaci\u00f3n<\/em>\u00a0de san Francisco de As\u00eds. Conclu\u00eda este apartado de narraciones de arquetipos religiosos con la narraci\u00f3n religiosa vista como\u00a0Silencio, L\u00edmite y Noche<\/em>\u00a0(6. \u00abLa noche oscura y el escepticismo religioso\u00bb), analizando el\u00a0C\u00e1ntico<\/em>\u00a0de san Juan de la Cruz. De este modo, se leen e interpretan los grandes textos de esos prototipos religiosos (Abraham, san Francisco de As\u00eds, san Juan de la Cruz…) \u00abdesde lo humano\u00bb, como \u00abnarraciones humanas\u00bb, pese a tener igualmente otro tratamiento m\u00e1s dogm\u00e1tico o teol\u00f3gico.
    \nUna\u00a0lectura narrativa<\/em>\u00a0consiste precisamente en se\u00f1alar c\u00f3mo el hombre narra su experiencia religiosa (7. \u00abLa narraci\u00f3n de una antropolog\u00eda religiosa\u00bb): \u00abnarra el hombre aunque sea Dios quien hable\u00bb. En esta parte analizamos la\u00a0narraci\u00f3n m\u00edtica<\/em>\u00a0de la Creaci\u00f3n en el G\u00e9nesis, susceptible de sumar otras muchas interpretaciones a cuantas apuntan las Iglesias cristianas.
    \nPor \u00faltimo y tambi\u00e9n con el mismo respeto, analizamos las narraciones heterodoxas de la religi\u00f3n (8.\u00a0Nietzsche y H\u00f6lderlin \u2013 9.\u00a0\u00abLas narraciones religiosas del ate\u00edsmo\u00bb), pregunt\u00e1ndonos si ser\u00e1n los creyentes una especie de monopolizadores de la trascendencia.
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    \nResulta parad\u00f3jico que los tres ateos contemplados \u2014Marx, Freud y Nietzsche\u2014 narren su\u00a0experiencia religiosa<\/em>\u00a0aunque sea a la contra. La cultura religiosa que los tres contienen, sobre todo Nietzsche y Freud, es superior a lo normal de cualquier pensador, incluso religioso. Siempre me han dado que pensar las risas autosuficientes y vac\u00edas de los pueblerinos que reciben al loco de la\u00a0Gaya Ciencia\u00a0<\/em>de Nietzsche, cuando les anuncia la \u00abmuerte de Dios\u00bb. El coro de pueblerinos, recuerda el eco fatuo de las risas de nuestros seriales de televisi\u00f3n que tratan de trivializarlo todo. Pues eso es lo que no podemos hacer, decir que est\u00e1 loco el que afirma algo contrario a nuestros convencimientos narrativos. Siempre nos acecha la mezquindad de tildar a quien no piensa como nosotros de hereje y decir de \u00e9l que las verdades le han enloquecido.
    \nA la hora de analizar la religi\u00f3n, no pod\u00edamos ocultar la narraci\u00f3n religiosa relacion\u00e1ndola, por ejemplo, con Marx, Freud y Nietzsche. Han sido llamados\u00a0maestros de la sospecha<\/em>porque nos est\u00e1n indicando los peligros en que puede caer la Religi\u00f3n. Vienen a decir que la Religi\u00f3n puede reducirse a opio o alienaci\u00f3n (Marx), enfermedad o neurosis (Freud) y a Palabras manipuladas que tendr\u00edan que morir definitivamente (Nietzsche). Su cr\u00edtica se convierte en aviso de los peligros en los que puede caer cualquier pr\u00e1ctica religiosa. Pero se podr\u00eda demostrar que no siempre sucede as\u00ed; por eso, tambi\u00e9n se puede criticar su generalizaci\u00f3n.
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    \nEstudiando estos pensadores surg\u00eda la necesidad de la confrontaci\u00f3n, precisamente desde y en el terreno de lo humano, y no desde la fe de ninguna opci\u00f3n religiosa. Al hacer esta cr\u00edtica, nos introduc\u00edamos en los fantasmas que sobre la Religi\u00f3n pueden tener muchas personas, respetando completamente la opci\u00f3n atea como una forma de experimentar la vida, completamente v\u00e1lida.
    \nResulta sumamente interesante dejar que los textos ateos dialoguen con los de san Juan de la Cruz o san Francisco de As\u00eds. Se hace la luz. La Religi\u00f3n entendida como\u00a0narraci\u00f3n humana\u00a0<\/em>tambi\u00e9n resulta\u00a0impertinente<\/em>\u00a0para el mundo ateo. Coloca en situaci\u00f3n embarazosa muchos de los t\u00f3picos que sobre la Religi\u00f3n se han afirmado, a veces de forma excesivamente prepotente. Y la Religi\u00f3n no es prepotente, al menos entendida como narraci\u00f3n. La Religi\u00f3n, entendida como lenguaje, es balbuceo humano y no prepotencia: siempre se est\u00e1 refiriendo a lo Inefable.
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    1. Experiencia, narraci\u00f3n y \u00abmet\u00e1fora del viaje\u00bb<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

       
      \nLa filosof\u00eda como narraci\u00f3n<\/em>\u00a0se presta al equ\u00edvoco de pensar que es una invitaci\u00f3n posmoderna a terminar de hacer filosof\u00eda y dejarse seducir por el \u00abpensiero debole\u00bb, en la l\u00ednea de Lyotard o de Derrida cuando afirma que la filosof\u00eda \u00abs\u00f3lo es un g\u00e9nero literario particular\u00bb.
      \nPues no, no se trata de convertir a los fil\u00f3sofos en novelistas y periodistas. Esto es, cuando hablamos de \u00ablo narrativo\u00bb suele entenderse como estrategia para poder expresar lo fundamental que siempre est\u00e1 en otro lado. La narraci\u00f3n, para muchos, es s\u00f3lo forma. Y lo impertinente de la\u00a0categor\u00eda narraci\u00f3n<\/em>\u00a0es que ella misma es protagonista por ser una\u00a0categor\u00eda epistemol\u00f3gica<\/em>. Por ejemplo, desde la narraci\u00f3n tratamos de conocer la \u00abperplejidad de lo humano\u00bb y hablar de la \u00abidentidad narrativa del hombre\u00bb.
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      \nEl mismo ser del hombre viene identificado como narraci\u00f3n ya que de toda vida humana siempre podemos decir: \u00ab\u00c9rase una vez…\u00bb, y construir la biograf\u00eda narrativa de cualquier persona relatando las secuencias por las que ha atravesado y experimentado. La \u00abcategor\u00eda narraci\u00f3n\u00bb es una\u00a0categor\u00eda s\u00edntesis<\/em>\u00a0de otras caracter\u00edsticas como la \u00abficci\u00f3n\u00bb o el reconocimiento del \u00abtiempo\u00bb, de la \u00abmemoria\u00bb o del viaje de \u00abexperiencia\u00bb, un viaje que puede llegar hasta los l\u00edmites o frontera del pensamiento, etc.
      \nSin embargo, la caracter\u00edstica m\u00e1s importante de la \u00abcategor\u00eda narraci\u00f3n\u00bb est\u00e1 conformada por el\u00a0reconocimiento de que el hombre es temporal<\/em>. Desde ella pude organizar el esquema del curso. Porque es tiempo, el hombre entiende y se entiende \u00abpoco a poco\u00bb,\u00a0secuencialmente,<\/em>\u00a0d\u00e1ndose tiempo.
      \nEl hombre siempre tendr\u00e1 que \u00abrealizar alg\u00fan viaje\u00bb; por tanto, ha de estar convencido de que en su\u00a0casa<\/em>\u00a0no lo tiene todo. Si se parte del supuesto del \u00abpara qu\u00e9 viajar si en mi\u00a0pueblo<\/em>\u00a0ya lo tengo todo\u00bb, no podr\u00e1 haber ning\u00fan \u00abcambio de conciencia\u00bb o de\u00a0saber,<\/em>\u00a0como dir\u00eda Hegel. Curioso, por cierto, que Hegel defina la cultura como una realidad que se confunde con la extranjer\u00eda. Y es verdad, puesto que conocer es hacernos con algo que nos es ajeno y extra\u00f1o.
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      \nLa met\u00e1fora del viaje sirve para indicar la necesidad que tiene el hombre de hacer experiencias para poder comprender. No olvidemos que\u00a0experior\u00a0<\/em>en lat\u00edn, de donde procede experiencia, quiere decir caminar para as\u00ed formarse una determinada conciencia o cultura de las cosas.
      \nAh\u00ed es donde se inserta la fundamentaci\u00f3n de la \u00abCultura Religiosa\u00bb. Como indiqu\u00e9, Hegel estudia una serie de secuencias diferentes de este viaje con los que entrelazar el tratamiento de los arquetipos religiosos a los que se refer\u00eda el programa del curso.
      \nHab\u00eda que romper, en primer lugar, el \u00ablugar dom\u00e9stico\u00bb como Abraham. Y lo represent\u00e1bamos como fronterizo, ap\u00e1trida, extranjero. Caracter\u00edsticas que se\u00f1alan muchas veces la vivencia religiosa. El viaje tiene una primera parada idealista y grandiosa. En esta secuencia se comprende que el horizonte es mucho m\u00e1s amplio que el espacio dom\u00e9stico de donde se ha huido.
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      \nEl viajero se funde con esta realidad; algo parecido hace san Francisco de As\u00eds con su \u00abC\u00e1ntico a la Naturaleza\u00bb. Pero el tiempo pasa y la conciencia, afirma Hegel, se hace esc\u00e9ptica en una tercera etapa. La noche parece que se echa sobre el caminante… San Juan de la Cruz repet\u00eda en lo religioso esta secuencia de noche, negaci\u00f3n y nada. Una nada propia del enamorado de lo Inefable. Y esto es lo que estudi\u00e1bamos en el \u00abC\u00e1ntico de la Noche oscura\u00bb.
      \nHegel denomina como \u00abconciencia desgraciada\u00bb a una de las \u00faltimas fases del viaje narrativo. Pretend\u00eda indicar con esta frase tan existencialista que el hombre, por fin y despu\u00e9s de la constataci\u00f3n esc\u00e9ptica, comprende lo que es la vida: \u00abDetr\u00e1s del tel\u00f3n de la vida no hay nada\u00bb. Sin embargo es capaz de poner su fe y muchas veces la vida en alguna opci\u00f3n cre\u00edble.
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      \nSe podr\u00eda hacer otra clase de hermen\u00e9utica que tenga m\u00e1s que ver con la realidad de la fe, en una tensi\u00f3n m\u00e1s hagiogr\u00e1fica. Pero textos tan magn\u00edficos, como aquellos del santo de As\u00eds, los siguen escribiendo hombres de carne y hueso. Me gusta expresarlo del\u00a0\u00a0modo ya citado: \u00abHabla Dios pero lo cuenta el hombre\u00bb. A veces, al narrar esta experiencia que ha tenido el hombre, resulta humanamente tan extraordinaria, que es el hombre el que se queda sin palabras: \u00abMe qued\u00e9 no sabiendo, toda ciencia trascendiendo\u00bb, dice san Juan de la Cruz despu\u00e9s de la experiencia de lo Inefable.
      \nEstos personajes son \u00absujetos narrativos religiosos\u00bb porque les caracteriza el estar\u00a0apalabrados<\/em>\u00a0\u2014por esas palabras\u2014 como gusta repetir Llu\u00eds Duch.
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      \nSuelo hablar de ficci\u00f3n, durante el curso al que hago referencia, poni\u00e9ndola en relaci\u00f3n con la fe. Coloquialmente ficci\u00f3n sugiere fantas\u00eda, falta de fundamento, mentira. En un mundo tecnificado como el nuestro, f\u00e1cilmente las palabras han perdido sus ra\u00edces. Ficci\u00f3n viene del verbo latino\u00a0fingo,<\/em>\u00a0que se podr\u00eda traducir como pintar. En este sentido emplea Hegel la palabra ficci\u00f3n. El que pinta un cuadro re-construye o re-crea una realidad cre\u00edble, como quien cree en algo re-construye o crea para s\u00ed algo cre\u00edble.
      \nCreer en el amor, en la justicia, en la \u00e9tica, en Dios… es finalmente una construcci\u00f3n personal o una convicci\u00f3n que no podemos tocar, pero por cuyo convencimiento los creyentes son capaces de dar la vida. Este convencimiento, nosotros s\u00f3lo lo podemos representar simb\u00f3licamente, como si para el hombre lo definitivo siempre estuviera en otro lado. Es como si \u00abel hombre pudiera administrar de forma finita lo Infinito\u00bb, apuntaba Hegel.
      \nConcluyo resumiendo algunos elementos concretos de los nueve puntos del esquema del curso antes citados. Se\u00f1alo, entre par\u00e9ntesis, diversos textos o narraciones que estudiamos en cada una de las distintas fases, junto a otros tantas referencias b\u00edblicas que no especifico; igualmente cierro el apunte con la bibliograf\u00eda del curso.
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      \n2.1. La impertinencia de lo religioso<\/strong>
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      \nCuando acercamos la\u00a0categor\u00eda narraci\u00f3n<\/em>\u00a0al hecho religioso hacemos una lectura no teol\u00f3gica sino filos\u00f3fica o cultural: la Religi\u00f3n se convierte en un\u00a0lenguaje humano,<\/em>\u00a0no convencional ni t\u00f3pico, es decir, cr\u00edtico.\u00a0Y tambi\u00e9n\u00a0impertinente,<\/em>\u00a0porque lo religioso no es monopolizable por ning\u00fan tipo de ortodoxia o de ate\u00edsmo. Al mismo tiempo, resulta impertinente porque la Religi\u00f3n siempre resultar\u00e1 una argumentaci\u00f3n contra el sistema establecido \u2014recordando al partido pol\u00edtico ganador que la\u00a0salvaci\u00f3n<\/em>\u00a0completa que promete nunca ser\u00e1 definitiva, siempre contingente\u2014<\/a>.
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      \nCuando hablamos de\u00a0Religi\u00f3n como experiencia narrada<\/em>\u00a0estamos se\u00f1alando otra forma de exponer y vivir la Religi\u00f3n. Tratamos de plantearla, al igual que ya hizo la Patr\u00edstica, en t\u00e9rminos de narraci\u00f3n, se\u00f1alando las experiencias del creyente en im\u00e1genes, s\u00edmbolos, lenguajes sugerentes, m\u00e1s que en t\u00e9rminos teol\u00f3gicos o dogm\u00e1ticos (la tendencia que ha prevalecido en el estudio de la Religi\u00f3n a partir del siglo XII). Peguy ya dec\u00eda que era posible \u00abuna correlaci\u00f3n entre el discurso literario y el religioso a causa de estar fundados los dos en el s\u00edmbolo\u00bb.
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      \n\u00a1\u00a0Comprensi\u00f3n religiosa desde el hombre: dejar que el hombre hable todos los lenguajes…, porque el hombre no es biling\u00fce es pol\u00edglota; lo religioso, antes de ser estructura comunitaria de una Iglesia, es una posibilidad estructural de lo humano.
      \n\u00a1\u00a0El lenguaje religioso apunta a un mundo de referencias diferentes: la utop\u00eda religiosa frente a lo emp\u00edrico mundano (sigue siendo m\u00e1s atrayente un monje del Tibet confeccionando las ruedas de un\u00a0mandala<\/em>\u00a0que un economista dictando estad\u00edsticas: \u00abTodo su arte est\u00e1 atravesado por una profunda impertinencia\u00bb…).
      \n\u00a1\u00a0Narraciones de la actualidad:\u00a0<\/em>el hombre invadido por la m\u00e1quina. Sus narraciones \u2014sus instrucciones\u2014 est\u00e1n redactadas en ingl\u00e9s y japon\u00e9s… Pero la m\u00e1quina un d\u00eda pidi\u00f3 una historia para poder hablar de esp\u00edritu.\u00a0\u00abUn hombre quer\u00eda saber algo acerca del esp\u00edritu, averigu\u00e1ndolo no en la naturaleza sino en su gran computadora. Le pregunt\u00f3: \u00bfCalcula que alguna vez pensar\u00e1s como un ser humano? La m\u00e1quina se puso entonces a trabajar para analizar sus propios h\u00e1bitos de computaci\u00f3n. Por \u00faltimo imprimi\u00f3 su respuesta en un trozo de papel. El hombre corri\u00f3 hacia la respuesta y hall\u00f3 n\u00edtidamente impresas, estas palabras: esto me recuerda una historia\u00bb<\/em>\u00a0(BATESON,\u00a0Esp\u00edritu y naturaleza,<\/em>\u00a0Ed. Amorrortu, p. 12).
      \n 
      \n 
      \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a02.2. La identidad narrativa del creyente<\/strong>
      \n 
      \nLa\u00a0categor\u00eda narraci\u00f3n\u00a0<\/em>permite subrayar y estudiar la opci\u00f3n religiosa del creyente como un lenguaje humano. \u00abEl hombre no es producto de la necesidad sino del deseo\u00bb. La identidad narrativa del creyente sugiere las diferentes secuencias de su experiencia hasta llegar a hacerla propia. Es el mismo proceso que se\u00f1ala Hegel en su\u00a0Fenomenolog\u00eda del Esp\u00edritu<\/em>para la formaci\u00f3n de la autoconciencia. En el lenguaje religioso se habla de Camino formativo, Viaje inici\u00e1tico, Catecumenado… Hegel se refiere al siguiente itinerario: 1\/ Fase del rompimiento de lo dom\u00e9stico; 2\/ Fase del optimismo estoico y la coincidencia con la Naturaleza; 3\/ Fase del escepticismo y de la noche oscura; 4\/ La conciencia desgraciada ha de elegir.
      \n 
      \nEl mismo sujeto es narraci\u00f3n y no s\u00f3lo productor de narraci\u00f3n. El sujeto es\u00a0sujeto narrativo\u00a0<\/em>porque siempre vive inmerso en alg\u00fan\u00a0mito<\/em>\u00a0desde el que percibe todo y a cuya narraci\u00f3n dedica sus mejores\u00a0m\u00e1scaras.\u00a0<\/em>El\u00a0sujeto narrativo<\/em>\u00a0es capaz de narrar y simbolizar en sus narraciones ciertos matices de la existencia (mancha, carga, servidumbre, esclavitud) a trav\u00e9s de expresiones que s\u00f3lo son accesibles simb\u00f3lica y metaf\u00f3ricamente.
      \nEl reconocimiento del tiempo es la demostraci\u00f3n de que el\u00a0sujeto narrativo<\/em>\u00a0ha dejado la\u00a0hybris<\/em>\u00a0de querer ser como los dioses (eterno, omnisciente, omnipresente) y sencillamente se reconoce humano (s\u00f3lo racional, mortal y finito). Descubierto el tiempo, aparece\u00a0el<\/em>\u00a0instante,<\/em>\u00a0la necesidad de decisi\u00f3n. En Kierkegaard, por ejemplo,\u00a0el instante<\/em>\u00a0consiste en osar el salto a la fe cuando Dios irrumpe en la vida y el individuo se siente llamado a la decisi\u00f3n.
      \n\u00a0<\/em>
      \nLlevando todo esto al terreno religioso, podemos decir que nosotros comprendemos las estructuras religiosas tr\u00e1gicas, teol\u00f3gicas, m\u00edsticas, etc., en la narraci\u00f3n de alguien (Abraham, Francisco de As\u00eds, Juan de la Cruz o Eva-Ad\u00e1n narrando su propia vida) que las haya experimentado y que por lo tanto pueda contarlas.
      \n(An\u00e1lisis del proceso hegeliano se\u00f1alado en la\u00a0Fenomenolog\u00eda del Esp\u00edritu;<\/em>\u00a0Cap\u00edtulo \u00abSobre la muerte\u00bb en\u00a0Ser y Tiempo<\/em>\u00a0de\u00a0HEIDEGGER; Aspectos referidos en\u00a0C\u00f3mo hacer una novela<\/em>\u00a0de\u00a0UNAMUNO\u00a0y\u00a0El arte de la novela<\/em>\u00a0de M.\u00a0KUNDERA).
      \n 
      \n 
      \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a02.3. Experiencia religiosa: \u00abCreer que se cree\u00bb<\/strong>
      \n 
      \nLa\u00a0creencia<\/em>\u00a0religiosa se convierte en una realidad humana no vergonzante. La creencia religiosa antes de referirse a otros espacios entendidos desde la fe y fundados en la justificaci\u00f3n y la gracia, como quiso Lutero o Barth, tiene tambi\u00e9n una fundamentaci\u00f3n humana como ha subrayado el catolicismo o P. Tillich.
      \nEl creyente pasa de la Noche, de la duda y de su escepticismo, al momento de la decisi\u00f3n, de \u00ablanzarse sin alforjas al vac\u00edo\u00bb. La \u00fanica raz\u00f3n que es capaz de dar el creyente sobre su opci\u00f3n es que \u00abcree creer\u00bb\u00a0(<\/em>Creer que se cree<\/em>\u00a0ha confesado Vattimo).
      \nLas opciones humanas o los viajes de lo humano componen m\u00faltiples itinerarios. Entre otros:\u00a0El camino del empirismo de los sentidos; El camino del silencio de la m\u00edstica; El camino de la fe.
      \n 
      \nCada recorrido esconde sus\u00a0palabras:<\/em>\u00a0\u00abDime que me quieres aunque sea mentira\u00bb\u00a0(M. Roig);<\/em>\u00a0\u00ab…Pues si aunque lo que espero no esperara \/ lo mismo que te quiero te quisiera\u00bb\u00a0(An\u00f3nimo, s. XVI);\u00a0<\/em>\u00abYo no supe d\u00f3nde entraba \/ pero cuando all\u00ed me v\u00ed \/ sin saber d\u00f3nde me estaba \/ grandes cosas entend\u00ed \/ no dir\u00e9 lo que sent\u00ed \/ que me qued\u00e9 no sabiendo, \/ toda ciencia trascendiendo\u00bb\u00a0(san Juan de la Cruz);<\/em>\u00a0\u00abPor toda la hermosura nunca yo me perder\u00e9, sino por un no s\u00e9 qu\u00e9 que se alcanza por ventura\u00bb\u00a0(san Juan de la Cruz);\u00a0<\/em>\u00abYo conozco la Fuente, aunque es de Noche\u00bb\u00a0(san Juan de la Cruz);<\/em>\u00a0\u00abDetr\u00e1s de la \u00faltima palabra est\u00e1 lo que no se puede decir\u00bb\u00a0(E. Bloch);<\/em>\u00a0\u00abT\u00fa eres la promesa imposible de cumplir y en eso est\u00e1 tu encanto\u00bb\u00a0(P. Claudel);<\/em>\u00a0\u00abLa rosa carece de\u00a0por qu\u00e9. Florece porque florece\u00bb\u00a0(A. Silesius).<\/em>
      \n(An\u00e1lisis de diversos \u00abejemplos de recorridos\u00bb \u2014Galileo, Descartes, Hume, Kant\u2014 y G.\u00a0STEINER,\u00a0La muerte de la tragedia).<\/em>
      \n 
      \n 
      \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a02.4. El rompimiento de \u00ablo dom\u00e9stico\u00bb<\/strong>
      \n 
      \nCuenta el creyente (m\u00edstico, monje, creyente) que tuvo que romper una determinada percepci\u00f3n o mirada de su realidad dom\u00e9stica y ponerse en camino. As\u00ed Abraham, seg\u00fan el bello relato que Kierkegaard escribe en\u00a0Temor y temblor.<\/em>\u00a0Todo comienza con una escisi\u00f3n o rotura, con una\u00a0metanoia\u00a0<\/em>(An\u00e1lisis del \u00abElogio de Abraham\u00bb, texto de S.\u00a0KIERKEGAARD,\u00a0Temor y temblor).<\/em>
      \n 
      \n 
      \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a02.5. La inocencia religiosa y la naturaleza<\/strong>
      \n 
      \nEn el camino de la fe aparece, como primera estaci\u00f3n o secuencia, la inmediatez y cercan\u00eda de Dios fusionado con la naturaleza. La inocencia\u00a0pante\u00edsta<\/em>\u00a0de san Francisco de As\u00eds y su\u00a0Himno a la Naturaleza<\/em>\u00a0es quiz\u00e1 la mejor narraci\u00f3n religiosa para expresarlo (An\u00e1lisis del\u00a0C\u00e1ntico al Hermano Sol,<\/em>\u00a0en:\u00a0L. BOFF,\u00a0San Francisco de As\u00eds: Ternura y vigor,<\/em>\u00a0Sal Terrae, pp. 58 y ss.).
      \n 
      \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a02.6. La noche oscura y el escepticismo religioso<\/strong>
      \n 
      \nLa m\u00edstica del\u00a0C\u00e1ntico\u00a0<\/em>de san Juan de la Cruz (Textos a comentar: G.\u00a0STEINER,\u00a0Lenguaje y silencio<\/em>, Gedisa, pp. 34 y ss.; R.\u00a0ROSSI,\u00a0Juan de la Cruz, Silencio y creatividad,<\/em>\u00a0Trotta).
      \n 
      \n 
      \n2.7. La narraci\u00f3n de una antropolog\u00eda religiosa<\/strong>
      \n 
      \nEl\u00a0creyente narrativo<\/em>\u00a0rompe con la\u00a0hybris<\/em>\u00a0de querer ser como Dios. Es humano: necesita del\u00a0tiempo,<\/em>\u00a0pues no tiene la\u00a0eternidad<\/em>\u00a0de los dioses. El tiempo para \u00e9l no es s\u00f3lo algo cosmol\u00f3gico, en \u00e9l se est\u00e1 gestando lo Sagrado, lo Santo. El tiempo es Historia Sagrada, Eterno Retorno, Tiempo de Salvaci\u00f3n. Cualquier espacio del d\u00eda puede ser sagrado y, tras la renuncia a ser como Dios, el creyente hace profesi\u00f3n de\u00a0fidelidad a la tierra<\/em>. Delante de ella se siente responsable, es decir, ecologista.
      \nFrente a Nietzsche y precisamente por sentirse \u00abhomo loquens\u00bb, no agota su instalaci\u00f3n en la tierra de forma reduccionista, sino que est\u00e1 abierto al\u00a0enigma<\/em>\u00a0de la naturaleza. Y, abri\u00e9ndonos a un lenguaje m\u00e1s estructural, podemos indicar tambi\u00e9n que los mitos tratan de ordenar el caos (etimol\u00f3gicamente: bostezo, abismo). De modo que, con esta nueva concepci\u00f3n espacio-temporal, se abre una\u00a0antropolog\u00eda religiosa<\/em>. Los mitos del\u00a0G\u00e9nesis<\/em>\u00a0la describen con un fuerza que hace exclamar a Mar\u00eda Zambrano que su pensamiento filos\u00f3fico ha estado siempre gest\u00e1ndose alrededor de ellos.
      \n(An\u00e1lisis de los textos de la creaci\u00f3n del\u00a0G\u00e9nesis,<\/em>\u00a0junto al\u00a0Diario de Ad\u00e1n<\/em>\u00a0en los \u00abcuentos\u00bb de M.\u00a0TWAIN,\u00a0La l\u00f3gica del l\u00edmite\u00a0<\/em>de E.\u00a0TRIAS\u00a0y\u00a0La embuscadura\u00a0<\/em>de E.\u00a0J\u00dcNGER).
      \n 
      \n 
      \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a02.8. \u00abEl Dios escondido\u00bb y la huida de los dioses<\/strong>
      \n 
      \nEn la secuencia de oscuridad, el creyente constata que no es lo m\u00e1s evidente la presencia de los dioses. H\u00f6lderlin lo reconoce:\u00a0<\/em>El\u00a0Cristo de H\u00f6lderlin\u00a0<\/em>es la figura en la que se instituye la huida de lo divino, en la que lo divino aparece decididamente como aquello que se va.\u00a0<\/em>Es precisamente en su irse, en su desaparecer, como Cristo deja que tenga lugar el esp\u00edritu\u00bb.<\/em>\u00a0Nietzsche platea otro \u00abdesaparecer de Dios\u00bb.
      \n(An\u00e1lisis de diversos textos de J.L.\u00a0L\u00d3PEZ ARANGUREN,\u00a0La edad del esp\u00edritu\u00a0<\/em>de E.\u00a0TRIAS,\u00a0Reflexiones sobre Dios. Investigaciones filos\u00f3ficas y conjeturas metaf\u00edsicas\u00a0<\/em>H.\u00a0JONAS\u00a0y\u00a0Resistencia y sumisi\u00f3n<\/em>\u00a0de D.\u00a0BONHOEFFER).
      \n 
      \n 
      \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a02.9. Las narraciones religiosas del ate\u00edsmo<\/strong>
      \n 
      \nComo no venimos a este mundo con el libro de instrucciones bajo el brazo, estamos siempre\u00a0vinculados a alg\u00fan tipo de conciencia\u00a0<\/em>que ateos y creyentes tratan de narrar. Desde el punto de vista del creyente, el ateo es un\u00a0voyeur\u00a0<\/em>que con sus razones no se atreve a dar el paso para unirse a la fiesta. Desde el punto de vista del ateo, el creyente, en el mejor de los casos, es un visionario en cuyo insensato juego s\u00f3lo cerrando los ojos le ser\u00eda posible participar.
      \n\u00bfQu\u00e9 narra el ate\u00edsmo?\u00a0<\/em>Que tiene hecha la\u00a0experiencia<\/em>\u00a0de poder vivir sin Dios. Que quiere seguir haciendo la\u00a0experiencia de la tierra<\/em>. Ante el creyente, muchas veces se presenta el ateo como una especie de\u00a0te\u00f3logo perverso<\/em>. Ha sufrido una ca\u00edda y ha experimentado una encarnaci\u00f3n que cambia todas las relaciones del pasado, presente y futuro, pero\u00a0no quiere ser salvado<\/em>. Ante el creyente suele contar una historia optimista de la realidad e insiste en el\u00a0mito de Atlas\u00a0<\/em>llevando el mundo m\u00e1s alto y m\u00e1s lejos, sobre sus anchas espaldas.
      \n 
      \nSi el ateo proviene de la creencia suele usar la virulencia del amante resentido:\u00a0\u00abGuatemala no existe, lo s\u00e9 porque viv\u00ed all\u00ed\u00bb\u00a0<\/em>(G. Arnaud).\u00a0<\/em>Hay otro ateo que proviniendo de la creencia narra c\u00f3mo fue una etapa superada en su viaje.
      \nEn la cuesti\u00f3n del ate\u00edsmo nos encontramos otra vez con el tema antropol\u00f3gico de la\u00a0racionalidad de la creencia<\/em>\u00a0(traducci\u00f3n gnoseol\u00f3gica). La racionalidad humana flota fragmentada en la superficie de insondable profundidad de lo\u00a0cre\u00eddo y cre\u00edble.<\/em>\u00a0Toda creencia, no s\u00f3lo la religiosa, incluye la espera, el amor, la fe y por la misma raz\u00f3n que la fe b\u00edblica, porque quien revela merece la adhesi\u00f3n por ser\u00a0fiel<\/em>.
      \nTampoco el creyente sabe dar razones\u00a0convincentes<\/em>\u00a0de su creencia. Le faltan palabras. En toda circunstancia hist\u00f3rica conocida, se ha cre\u00eddo que\u00a0la opci\u00f3n de la raz\u00f3n est\u00e1 m\u00e1s all\u00e1 de ella misma<\/em>. Se han atribuido las interpretaciones desgraciadas de la raz\u00f3n a inmadurez, emoci\u00f3n, pasiones; a subconscientes, poder exterior, inter\u00e9s de clase. Siempre, en el fondo de cualquier lenguaje, yace un oscuro fundamento de creencias.
      \n(An\u00e1lisis de\u00a0El milagro del te\u00edsmo\u00a0<\/em>de J.L.\u00a0MACKIE;\u00a0La dimensi\u00f3n perdida\u00a0<\/em>de P.\u00a0TILLICH;\u00a0Qu\u00e9 creo yo. Religi\u00f3n y ate\u00edsmo en el umbral del tercer milenio\u00a0<\/em>de diversos autores y distintas narraciones del agnosticismo \u2014Tierno Galv\u00e1n, Russel, S\u00e1daba, Puente Ojea, G. Bueno…\u2014, am\u00e9n de diversos textos de Marx, Freud y Nietzsche).\u00a0n
      \n <\/p>\n

      Domingo C\u00eda Lamana<\/h1>\n

      S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO \u00abLa religi\u00f3n pertenece a lo m\u00e1s \u00edntimo del alma\u00bb humana. Desde siempre, entre otras cosas, \u00abes lenguaje o forma de expresi\u00f3n del hombre. Y como tal no puede ser monopolizada por ninguna confesi\u00f3n religiosa\u00bb. Por eso, la religi\u00f3n entendida como cultura y, m\u00e1s concretamente, el desarrollo narrativo de lo religioso permiten una […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","inline_featured_image":false,"footnotes":""},"categories":[122,521,520,94],"tags":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11886"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=11886"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11886\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=11886"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=11886"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=11886"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}

      estudios@misionjoven.org
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      \nQ\u00a0BIBLIOGRAF\u00cdA<\/strong>
      \n 
      \n\u00a1\u00a0J.C.\u00a0ESCOBEDO,\u00a0Diccionario Enciclop\u00e9dico de la Mitolog\u00eda\u00a0<\/em>(Ed. De Vechi, 1985).
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      \n\u00a1\u00a0M.\u00a0ELIADE,\u00a0Las religiones en sus textos<\/em>\u00a0(Ed. Cristiandad, 1978).
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      \n\u00a1\u00a0J.L.\u00a0MACKIE,\u00a0El milagro del te\u00edsmo.<\/em>\u00a0Argumentos en favor y en contra de la existencia de Dios<\/em>\u00a0(Tecnos, 1995).
      \n\u00a1\u00a0M.\u00a0AUG\u00c9,\u00a0Dios como objeto. S\u00edmbolos-cuerpos-materias-palabras<\/em>\u00a0(Gedisa, 1996).
      \n\u00a1\u00a0A.\u00a0SANJU\u00c1N,\u00a0En qu\u00e9 creo yo<\/em>\u00a0(Ed. Yalde, 1992).
      \n\u00a1\u00a0G.\u00a0VATTIMO,\u00a0Creer que se cree<\/em>\u00a0(Paid\u00f3s, 1996).
      \n
      <\/a>\u00a0Me impresion\u00f3 la sinceridad de la confesi\u00f3n religiosa de G. Vattimo en su\u00a0Creer que se cree.\u00a0<\/em>Otros textos particularmente relevantes al respecto:\u00a0Pensar sobre Dios y otros ensayos<\/em>\u00a0del fil\u00f3sofo jud\u00edo Hans Jonas \u2014puede hacer cambiar la \u00abdescripci\u00f3n infantil\u00bb de Dios, sobre todo con\u00a0Hablar de Dios despu\u00e9s de Auschwitz<\/em>\u2014. Entre nosotros, Eugenio Tr\u00edas ha publicado\u00a0Las edades del esp\u00edritu, Pensar la religi\u00f3n, \u00c9tica y condici\u00f3n humana.<\/em><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"