{"id":11910,"date":"2000-07-01T09:02:21","date_gmt":"2000-07-01T07:02:21","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=11910"},"modified":"2000-07-01T09:02:21","modified_gmt":"2000-07-01T07:02:21","slug":"educadores-apasionados-por-la-vida","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/educadores-apasionados-por-la-vida\/","title":{"rendered":"Educadores apasionados por la vida"},"content":{"rendered":"

[vc_row][vc_column][vc_column_text]S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO
\n\u00abEducar para la fe\u00bb requiere coherencia, competencia… Existe, por encima de cualquiera de las\u00a0\u00a0cualidades que debe tener el educador, una fundamental que ha de impregnarlas y atravesarlas a todas ellas: el apasionamiento por la vida. Sin duda, para vivir profundamente esta pasi\u00f3n, \u00abnecesitamos nacer de nuevo\u00bb, esto es, cambiar mente y coraz\u00f3n para desear que todos puedan vivir dignamente, en particular los m\u00e1s privados de dignidad, los pobres; desearlo con una fuerza, an\u00e1lisis y compromiso tales como para convertir dicha pasi\u00f3n en un verdadero y alternativo proyecto cultural.
\n 
\nRiccardo Tonelli<\/strong>\u00a0es profesor en la Universidad Pontificia Salesiana de Roma y Director de la revista \u00abNote di Pastorale Giovanile\u00bb.<\/em>
\n 
\n 
\nPara ser educador, en una \u00e9poca como la que estamos viviendo, se requiere la adquisici\u00f3n de muchas competencias que ayuden a convertir el entusiasmo en alta profesionalidad. De estas competencias, algunas conciernen a su ser y su persona; otras son exigidas por su servicio y por las tareas relacionadas con \u00e9l.
\nEn este art\u00edculo, subrayo una, que es transversal a todas ellas:\u00a0la pasi\u00f3n por la vida<\/em>. Considero esta competencia tan necesaria como para afirmar que, si un educador no tiene una fuerte pasi\u00f3n por la vida, es mejor para \u00e9l, y para los dem\u00e1s, que cambie cuanto antes de vocaci\u00f3n y profesi\u00f3n.
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\n <\/p>\n

    \n
  1. Una experiencia en la ra\u00edz<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

     
    \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0<\/em>Las motivaciones con que justifico una afirmaci\u00f3n tan perentoria, hunden sus ra\u00edces en una de esas experiencias que marcan la vida de las personas. En cierto momento, me pregunt\u00e9 a m\u00ed mismo sobre cu\u00e1l ser\u00eda la referencia religiosa de mi dedicaci\u00f3n educativa y pastoral. Me encontr\u00e9 rodeado por mil puntos de vista. Todos me dejaban bastante decepcionado, aunque me ven\u00eda espont\u00e1neo el reconocer sus razones.
    \nHe dirigido mi pregunta a Jes\u00fas de Nazaret, seg\u00fan la narraci\u00f3n de la experiencia que tuvieron sus disc\u00edpulos y que nos han dejado en los Evangelios. No busqu\u00e9 una simple cita que solucionara de modo definitivo la cuesti\u00f3n. Necesitaba un texto que me proporcionara una clave interpretativa de mi existencia y me abriera el camino hacia perspectivas concretas de acci\u00f3n.
    \n\u00a0<\/strong>
    \n\u00a0<\/strong>
    \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a01.1. La historia de Nicodemo<\/strong>
    \n 
    \nAs\u00ed llegu\u00e9 a descubrir la historia de Nicodemo (Jn 3,1-21), una p\u00e1gina que casi se ha convertido en una imprevista r\u00e1faga de viento, capaz de hacer volar todos los folios que estaban tranquilamente colocados sobre mi mesa de trabajo. Recuerdo, en forma narrativa esa historia que, poco a poco, se ha convertido en objeto de mis meditaciones y mis narraciones.
    \n 
    \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0Nicodemo era un hombre culto y honesto. No pod\u00eda soportar m\u00e1s lo que estaba sucediendo y esperaba con ansiedad a alguien que ofreciera un poco de paz, de tranquilidad, de confianza. Hab\u00eda o\u00eddo hablar muy bien de Jes\u00fas. \u00bfNo ser\u00eda \u00e9l, quiz\u00e1s, el Profeta tan esperado? A decir verdad, eso le proporcionaba alguna confianza: de Jes\u00fas le hab\u00edan narrado gestos y palabras que abr\u00edan el coraz\u00f3n a la esperanza.<\/em>
    \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0Nicodemo, con todo, prefer\u00eda pisar sobre seguro. Era un hombre curtido ya en la vida y sab\u00eda demasiadas cosas como por dejarse seducir por un simple golpe de efecto.<\/em>
    \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0Un d\u00eda, se arma de valor y decide dar la cara. Busca a Jes\u00fas. Lo encuentra. Lo aborda en solitario, con toda la calma del mundo. Y le lanza la pregunta que, desde hac\u00eda tiempo, le quemaba por dentro: \u00abMaestro, t\u00fa haces cosas maravillosas. La gente te sigue y se f\u00eda de ti. Dime la verdad: \u00bfqui\u00e9n eres t\u00fa? \u00bfQu\u00e9 buscas? \u00bfQu\u00e9 has venido a hacer?\u00bb.<\/em>
    \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0Sus preguntas eran sinceras. Las palabras sal\u00edan temblorosas de los labios, como las que brotan directamente del coraz\u00f3n. \u00abNadie puede hacer las cosas maravillosas que t\u00fa haces, si no es enviado por Dios. \u00bfEres t\u00fa el profeta prometido por Dios para salvar a Israel? \u00bfEs as\u00ed… o estoy equivocado?\u00bb.<\/em>
    \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0Jes\u00fas se da cuenta enseguida de la sinceridad de Nicodemo. Lo considera ya de su parte. S\u00f3lo necesita el \u00faltimo empuj\u00f3n, el decisivo, antes de arriesgarlo todo. Nicodemo lo buscaba con el temblor y con el sufrimiento interior que toda elecci\u00f3n de vida comporta.<\/em>
    \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0Si Jes\u00fas le hubiera dicho un claro s\u00ed, sin m\u00e1s rodeos, Nicodemo se habr\u00eda lanzado de cabeza en su seguimiento. Pero quiere profundizar m\u00e1s. Ha encontrado, por fin, a alguien con quien hablar de los secretos de su existencia. Por eso, no le responde directamente: hubiera sido demasiado c\u00f3modo, tambi\u00e9n para un tipo como Nicodemo. Lo lanza, en cambio, hacia horizontes m\u00e1s amplios.<\/em>
    \n\u00a0<\/em>
    \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0No le dice ni qui\u00e9n es ni mucho menos qu\u00e9 ha venido a hacer. Afirma, sin m\u00e1s, que para entenderlo a \u00e9l hace falta \u201cnacer de nuevo\u201d. El pobre Nicodemo entra en crisis. \u00abNacer de nuevo… Jes\u00fas, est\u00e1s de broma. Yo ya soy viejo… Ya me dir\u00e1s t\u00fa c\u00f3mo puedo entrar de nuevo en el seno de mi madre…\u00bb.<\/em>
    \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0Realista como era, Nicodemo esper\u00f3 un cambio de ruta: \u201cEn fin, Nicodemo, es un decir… No te lo tomes tan en serio. Alg\u00fan golpe de humor al iniciar la conversaci\u00f3n sirve para romper el hielo y hacer amigos… Ahora hablemos en serio: \u00bfqu\u00e9 quieres saber acerca de m\u00ed?\u00bb. Si Jes\u00fas le hubiera dicho cosas parecidas, Nicodemo estaba dispuesto a sonre\u00edr: \u00abDe acuerdo…, eres un tipo simp\u00e1tico. Dime, pues, \u00bfqui\u00e9n eres en realidad?\u00bb.<\/em>
    \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0En cambio, Jes\u00fas no retir\u00f3 ni una sola de sus palabras. M\u00e1s a\u00fan, insisti\u00f3 y profundiz\u00f3 su posici\u00f3n. Relanz\u00f3 su provocadora invitaci\u00f3n a \u00abnacer de nuevo\u00bb. Pero explic\u00f3 que ese hecho no era de tipo f\u00edsico, sino cuesti\u00f3n de mentalidad. Hay que cambiar la cabeza y el coraz\u00f3n. Solo quien est\u00e1 dispuesto a cambiar su modo de pensar, puede comprender el proyecto de Dios, que Jes\u00fas tiene intenci\u00f3n de revelar a Nicodemo. Las cosas que est\u00e1 a punto de decir son de las que dejan huella; no se pueden regatear las condiciones.<\/em>
    \n\u00a0<\/em>
    \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0A Jes\u00fas le cae simp\u00e1tico Nicodemo. Ha captado de qu\u00e9 temple es este bravo israelita, amante de Dios, fiel observante de la Ley, capaz de arriesgarse en las cosas que valen de veras.<\/em>
    \nNo intenta ni siquiera averiguar si es posible cambiar de cabeza y de coraz\u00f3n. Est\u00e1 seguro de ello. Nicodemo ha venido por esto. No ha buscado a Jes\u00fas por una curiosidad de tipo intelectual. No le ha hecho una pregunta capciosa para ponerlo a prueba, como sol\u00edan hacer sus colegas fariseos. Nicodemo busca a Jes\u00fas movido por una intensa pregunta sobre la vida.
    \nJes\u00fas no responde como hace normalmente quien busca ganarse admiradores. Para explicar qui\u00e9n es \u00e9l y qu\u00e9 ha venido a hacer, revela qui\u00e9n es Dios y cu\u00e1l es su proyecto sobre todos. En primer lugar, razona en un terreno com\u00fan a ambos: el de la Ley y los Profetas, en los que Nicodemo era un experto. Despu\u00e9s, inesperadamente, Jes\u00fas va al n\u00facleo de la cuesti\u00f3n. \u201c\u00bfQuieres saber qui\u00e9n soy yo y qu\u00e9 he venido a hacer? Te respondo enseguida. Lo he constatado: tienes un coraz\u00f3n nuevo y me puedes entender\u201d.<\/em>
    \nEsta es la respuesta de Jes\u00fas, transcrita literalmente por el Evangelio de Juan: \u201cTanto am\u00f3 Dios al mundo que dio a su Hijo \u00fanico, para que todo el que crea en \u00e9l no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por \u00e9l\u201d\u00a0(Jn 3,16-17).
    \n 
    \n 
    \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a01.2. \u00bfPor qu\u00e9 cabeza y coraz\u00f3n nuevos?<\/strong>
    \n 
    \nJes\u00fas pide a Nicodemo disponibilidad para nacer de nuevo, de ese modo comprender\u00eda hasta el fondo lo que \u00e9l deseaba decirle. \u00bfEra realmente tan necesario el cambio de mentalidad que Jes\u00fas exige a Nicodemo para prepararlo a acoger su propuesta? Considero que s\u00ed. Hay muchas razones para afirmarlo.
    \n 
    \nLa primera, por ejemplo, est\u00e1 unida al modo utilizado por Jes\u00fas para manifestar a Nicodemo qui\u00e9n es \u00e9l. Eso choca contra la l\u00f3gica com\u00fan. De hecho, nosotros identificamos a las personas seg\u00fan aspectos formales, por ejemplo: los t\u00edtulos de los que podemos ufanarnos, la preparaci\u00f3n y habilidades que tenemos, la pertenencia a un pueblo o a una familia. Jes\u00fas se identifica por la pasi\u00f3n profunda que empapa su vida, aquella\u00a0perla preciosa<\/em>\u00a0(Mt 13,46) en cuya conquista se declara dispuesto a arriesgarlo todo. Esta pasi\u00f3n, adem\u00e1s, abarca a todos. Los buenos hebreos reconoc\u00edan poseer una relaci\u00f3n especial con Dios…, pero restringida al \u00e1mbito del pueblo hebreo. Jes\u00fas la ensancha sin restricciones a todos, sin ninguna condici\u00f3n previa.
    \n 
    \nLa segunda raz\u00f3n se refiere a los destinatarios del amor de Dios. Ning\u00fan buen israelita dudaba del amor especial de Dios. Ten\u00edan much\u00edsimas pruebas de ello y continuamente se lo hab\u00eda ido recordando con fuerza la voz de los profetas. Las palabras de Jes\u00fas subvierten esta perspectiva: destacan que el amor de Dios llega todos y que todos ser\u00e1n colmados de vida por la potencia de este amor.
    \nLo afirma del modo m\u00e1s provocativo posible: Dios ama al\u00a0mundo<\/em>\u00a0y lo quiere lleno de vida. Ha mandado a su propio Hijo para que el juicio y la condena se transformen en acogida y restituci\u00f3n de vida.
    \nEsta es la inesperada y gran\u00a0buena noticia<\/em>\u00a0que Jes\u00fas revela a Nicodemo y, a trav\u00e9s de \u00e9l, a todos nosotros. La meditaci\u00f3n de la historia de Nicodemo me ha hecho descubrir la dimensi\u00f3n m\u00e1s radical de la responsabilidad educativa y la consiguiente exigencia de cambio de mentalidad.
    \n 
    \n\u00a0<\/strong><\/p>\n

      \n
    1. \u00bfQu\u00e9 vida?<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

       
      \nRecuerdo que, las primeras veces en que se hablaba de la vida en el trabajo educativo y pastoral, aparec\u00eda enseguida y espont\u00e1neamente una objeci\u00f3n. \u201cVida es una expresi\u00f3n equ\u00edvoca \u2014afirmaba alguno\u2014. No la podemos utilizar en el \u00e1mbito educativo porque produce confusi\u00f3n. Solo la podemos usar despu\u00e9s de haber aclarado su significado\u201d. La objeci\u00f3n era l\u00f3gica… en personas, como somos muchos de nosotros, acostumbrados a proceder con una previa clarificaci\u00f3n de t\u00e9rminos y eventualmente haciendo la lista de los adversarios. Aclarados los t\u00e9rminos y etiquetados los participantes, queda ya resuelta buena parte de las dificultades.
      \nMuchos, movidos por la experiencia de Nicodemo, hemos resistido con energ\u00eda frente a este modo de proceder. En el fondo nos daba miedo. No quer\u00edamos dividir el camino antes de dar el primer paso. Y despu\u00e9s ten\u00edamos la impresi\u00f3n de que demasiados adjetivos calificativos pod\u00edan rebajar la pasi\u00f3n por la vida, tratando de manipularla y conducirla hacia nuestros proyectos.
      \n 
      \nSi la vida es un patrimonio com\u00fan a todos, quiz\u00e1s el \u00fanico realmente plenamente compartido, lo que nos une es m\u00e1s que lo que nos separa. Podemos comenzar el camino en la amable compa\u00f1\u00eda de todos los que aman la vida y, de alg\u00fan modo, la quieren abundante, aunque tengan proyectos diversos y precomprensiones diferentes. Actuando juntos, es mucho m\u00e1s f\u00e1cil y enriquecedora la mutua confrontaci\u00f3n. No podemos pretender aclarar las ideas\u00a0antes<\/em>\u00a0de apasionarnos por la vida, como si fuera una condici\u00f3n para estar juntos. En el di\u00e1logo y la confrontaci\u00f3n descubriremos la necesidad de clarificar y concretar. La confrontaci\u00f3n llegar\u00e1 a ser un\u00a0choque<\/em>\u00a0precisamente en nombre de la vida y de su calidad. Y as\u00ed, con esa contrariedad los caminos se dividir\u00e1n, quiz\u00e1s tan irremediablemente que cierren todo encuentro sucesivo.
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      \n 
      \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a02.1. La atenci\u00f3n al presente<\/strong>
      \n 
      \nLos modelos de existencia cristiana en los que hemos crecido y que a\u00fan ahora nos son propuestos, est\u00e1n en general inclinados hacia el futuro.
      \nEl presente es una especie de banco de pruebas, en el que hay que mostrar el deseo de eternidad, tomando opciones coherentes en esta perspectiva. El educador se presenta como el testimonio del futuro. Ama la vida de los j\u00f3venes porque los orienta hacia el futuro. Pone en juego todos los recursos para activar los controles y evaluaciones sobre la vida cotidiana, con la intenci\u00f3n declarada de asegurar mejor la consolidaci\u00f3n de lo que realmente vale. La vida que atrae nuestra atenci\u00f3n es la que esperamos, y que hemos de preparar con esfuerzo. Para evitar equ\u00edvocos, el sustantivo vida est\u00e1 continuamente calificado con una serie de adjetivos que indican control y referencia ulterior. El \u00faltimo y m\u00e1s radical adjetivo es\u00a0eterna:<\/em>\u00a0vida es la eterna…, por tanto, no puede ser la cotidiana.
      \n 
      \n\u00bfEs \u00e9sa \u2014la del futuro y hasta la eterna\u2014 la vida que hemos de amar y de poner en el centro de nuestro servicio educativo y pastoral?
      \nCreo que el cambio de cabeza y coraz\u00f3n se juega hoy, en primer lugar, en este plano. El centro de la pasi\u00f3n educativa es el presente y, por tanto, la vida, sin ulteriores adjetivaciones o, a lo sumo, con la connotaci\u00f3n de \u00abcotidiana\u00bb para eliminar toda confusi\u00f3n. Hay que apasionarse por esta vida: toda presencia educativa se mide y califica en el compromiso de restituirla plena y abundante a su protagonista.
      \n 
      \nLa vida eterna no es una alternativa a la vida cotidiana. Ciertamente, desde la perspectiva del Evangelio, no la podemos considerar como el premio que justifica \u2014o que endulza un poco\u2014 el esfuerzo de rechazar el deseo de felicidad o, a\u00fan peor, la que empuja a huir de las responsabilidades de la existencia. Hasta la implacable invitaci\u00f3n que Jes\u00fas dirige a sus amigos de\u00a0perder la propia vida<\/em>\u00a0est\u00e1 motivada por el deseo de poseerla.
      \nLa vida eterna es la plenitud de la vida cotidiana, la consolidaci\u00f3n y el cumplimiento de lo que hemos realizado en el ritmo comprometido de nuestros d\u00edas. Lo recuerda tambi\u00e9n la\u00a0Gaudium et Spes:<\/em>\u00a0\u201cLos bienes de la dignidad humana, la uni\u00f3n fraterna y la libertad; en una palabra, todos los frutos excelentes de la naturaleza y de nuestro esfuerzo, despu\u00e9s de haberlos propagado por la tierra en el Esp\u00edritu del Se\u00f1or y de acuerdo con su mandato, volveremos a encontrarlos, cuando Cristo entregue al Padre el reino eterno y universal\u201d (GS 39).
      \n 
      \nUn acontecimiento ha se\u00f1alado un valioso punto de contrastaci\u00f3n y alivio: la meditaci\u00f3n de la enc\u00edclica\u00a0Evangelium vitae (EV)<\/em>. Quiz\u00e1s es la primera vez que, en t\u00e9rminos tan expl\u00edcitos, en un documento del Magisterio solemne de la Iglesia, la referencia a la vida se dirige hacia la vida cotidiana, hacia los problemas que la recorren, hacia las perspectivas que nos hacen so\u00f1ar en una renovada calidad de vida.
      \n\u201cPresentando el n\u00facleo central de su misi\u00f3n redentora, Jes\u00fas dice: \u00abYo he venido para tengan vida y la tengan en abundancia\u00bb (Jn 10,10). Se refiere a esa vida\u00a0nueva<\/em>\u00a0y\u00a0eterna<\/em>, que consiste en la comuni\u00f3n con el Padre, a la que todo hombre est\u00e1 llamado gratuitamente en el Hijo por obra del Esp\u00edritu Santificador. Pero es precisamente en dicha\u00a0vida<\/em>\u00a0donde adquieren pleno significado todos los aspectos y momentos de la vida del hombre\u201d (EV 1). \u201cEn tal perspectiva, el amor que cada ser humano tiene por la vida no se reduce a la simple b\u00fasqueda de un espacio en el que expresarse a s\u00ed mismo y entrar en relaci\u00f3n con los dem\u00e1s, sino que se desarrolla en la gozosa consciencia de hacer de la propia existencia el lugar de la manifestaci\u00f3n de Dios, del encuentro y de la comuni\u00f3n con \u00e9l\u201d (EV 39).
      \nLa\u00a0Evangelium vitae<\/em>\u00a0coloca la vida en el centro de la pasi\u00f3n ministerial de Jes\u00fas y de sus disc\u00edpulos. Y ayuda a dar un significado preciso a la misma vida.
      \n 
      \n 
      \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a02.2. Una propuesta concreta<\/strong>
      \n 
      \nLa atenci\u00f3n a la vida no es un compromiso que hay que adquirir. Forma parte del mismo vivir, porque es un dato espont\u00e1neo e imposible de dominar. El problema es otro: en el plano reflejo y consciente, \u00bfqu\u00e9 significa\u00a0atenci\u00f3n<\/em>\u00a0y hacia qu\u00e9 vida dirigir la atenci\u00f3n?
      \nEn este punto, finalmente, es posible aterrizar en lo concreto, elaborando una propuesta concreta, precisa y comprometida. Vida es dominio del ser humano sobre la realidad, creaci\u00f3n de estructuras de vida para todos, comuni\u00f3n filial con Dios.
      \nEl dominio del hombre sobre la realidad implica la liberaci\u00f3n del hombre del poder esclavizante de las cosas para adue\u00f1arse de todas las potencialidades que en ellas existen.
      \n 
      \nConstruir vida significa, por consiguiente, restituir a cada persona la conciencia de la propia dignidad. Significa colocar la subjetividad personal en el centro de la existencia, contra toda forma de alienaci\u00f3n y desposeimiento. Supone, entonces, una relaci\u00f3n nueva consigo mismo y con la realidad, para que cada hombre sea el se\u00f1or de su propia vida y de las cosas que la llenan y rodean.
      \nEste objetivo pide, pues, un compromiso concreto, forjado en una esperanza laboriosa, para que todos recuperen la plena subjetividad. Trabajar por la vida significa, por tanto, contribuir a que cada hombre recupere y se apropie de esta conciencia, a que el juego de la existencia se realice dentro de estructuras que permitan eficazmente a todos ser\u00a0se\u00f1ores<\/em>.
      \nLa creaci\u00f3n de estructuras para la vida de todos, y especialmente para la de los pobres, exige que desaparezcan del mundo actitudes, relaciones y estructuras de divisi\u00f3n y explotaci\u00f3n.
      \n 
      \nQuien vive en Dios est\u00e1 en la vida; quien lo ignora, el que lo teme o considera un cruel tirano est\u00e1 en la muerte. En el nombre de la verdad del hombre que intenta servir y reconstruir, el creyente se esfuerza por restituir a cada uno libertad y responsabilidad en estructuras m\u00e1s humanas, proclamando en voz alta al Dios de Jes\u00fas e invitando expl\u00edcitamente a un encuentro personal con \u00c9l. Al propio tiempo y con el mismo gesto, recompone aut\u00e9nticamente el verdadero rostro de Dios, que con frecuencia han desfigurado tambi\u00e9n los cristianos. Por ese motivo, se esfuerza por erradicar todo tipo de miedo y de irresponsabilidad en su relaci\u00f3n con \u00c9l y cualquier forma de idolatr\u00eda: s\u00f3lo en este espacio de libertad es posible despu\u00e9s hacer crecer unas adecuadas relaciones afectivas y pr\u00e1cticas.
      \nLa pasi\u00f3n por la vida es, pues, un servicio apasionado por\u00a0esta<\/em>\u00a0calidad de vida. Aqu\u00ed el educador manifiesta su decisi\u00f3n vocacional m\u00e1s comprometida.
      \n 
      \n <\/p>\n

        \n
      1. Qu\u00e9 pasi\u00f3n por la vida<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

         
        \nNo podemos quedarnos, simplemente, en aclarar el significado de la\u00a0vida<\/em>\u00a0por la que apasionarnos. La pasi\u00f3n por la vida no es una decisi\u00f3n que madura s\u00f3lo a trav\u00e9s del entusiasmo. Exige valor y una profunda capacidad cr\u00edtica. No es, como dec\u00eda al principio, una habilidad o cualificaci\u00f3n m\u00e1s para a\u00f1adir a la serie de otras que se exigen profesionalmente al educador. Significa y representa, sobre todo, la cualidad global de su existencia y de su servicio: una determinada colocaci\u00f3n en la compleja trama de la realidad y el criterio de orientaci\u00f3n y evaluaci\u00f3n de su servicio.
        \nEs urgente dar contenido operativo a la palabra\u00a0pasi\u00f3n.<\/em>\u00a0Lo voy a intentar recordando tres urgencias.
        \n 
        \n3.1. Olfato para descubrir los verdaderos problemas
        \n 
        \nNos ponemos a pensar y preparar proyectos, cuando nos sentimos inquietados por los problemas a los que deseamos dar respuestas adecuadas. Con frecuencia, los problemas que nos agobian son verdaderos y reales. Algunas veces, sin embargo, son problemas falsos.
        \nPueden ser falsos por diferentes causas: o porque sencillamente nos los hemos inventado, quiz\u00e1s por exceso de celo; o porque representan algo que no tiene ra\u00edces s\u00f3lidas; o porque se refieren s\u00f3lo a un grupo concreto de personas, encerradas en sus propios problemas no se dan cuenta de las grav\u00edsimas dificultades que sufren los dem\u00e1s.
        \nEl adjetivo\u00a0falsos<\/em>\u00a0se toma aqu\u00ed, por tanto, a beneficio de inventario. Pero eso ciertamente no puede tranquilizar a nadie.
        \n 
        \nPara establecer cu\u00e1les son los problemas\u00a0verdaderos<\/em>, hay que referirse de nuevo a la historia de Nicodemo. Tras mirar y escuchar a Jes\u00fas, para identificar cu\u00e1les son verdaderos y cu\u00e1les son\u00a0falsos,<\/em>\u00a0antes de nada, hemos de tener en cuenta a\u00a0todos<\/em>\u00a0los seres humanos. No basta con referirse a los que sentimos cerca, a los que nos preocupan, a los que interpretamos dej\u00e1ndonos llevar por esas peque\u00f1as presunciones que nacen del amor.
        \n\u00abTodos\u00bb<\/em>\u00a0es un dato serio: se refiere a la gente que vive en nuestras ciudades, que toma el autob\u00fas por la ma\u00f1ana, obligada a despertarse a primera hora para no perderlo y llegar a tiempo a su trabajo, que se afana y espera, con mil proyectos en la cabeza. A esta indicaci\u00f3n, hay que a\u00f1adir la atenci\u00f3n hacia los \u00faltimos, la preocupaci\u00f3n por los m\u00e1s pobres, los que quedan en la cuneta de la vida por mil diferentes razones. S\u00f3lo teniendo en cuenta a los \u00faltimos podemos, de verdad, considerar que nuestro camino sea posible para todos.
        \n 
        \nVisto desde los \u00faltimos, no hace falta mucho para descubrir que los problemas, los\u00a0verdaderos<\/em>, son los que surgen en torno a la vida. Los dem\u00e1s problemas, otros muchos que con frecuencia nos inquietan, o son\u00a0falsos<\/em>\u00a0o son menos urgentes que aqu\u00e9llos.
        \nVivimos, de hecho, en una difusa y permanente situaci\u00f3n de\u00a0emergencia<\/em>\u00a0o, mejor dicho, la vida est\u00e1 hoy en una constante situaci\u00f3n de emergencia. Para muchos,\u00a0vivir<\/em>\u00a0la vida, tal como el Dios de la historia la ha proyectado para los hombres y mujeres a los que llama hijos suyos, resulta una empresa imposible.
        \n 
        \nMuchos han superado ese primer estadio de vida en situaci\u00f3n de emergencia. Pero buscan de forma desesperada o resignada, una calidad de vida que la haga verdaderamente\u00a0vivible,\u00a0<\/em>digna de ser vivida.
        \nAdem\u00e1s, todos sentimos la amenaza y la sombra de la muerte: la cotidiana, que nos acompa\u00f1a como un enemigo invisible e invasor; la violenta y final, que parece aniquilar todo proyecto. No sabemos d\u00f3nde poner con seguridad nuestra esperanza. Existen demasiadas propuestas; pero, apenas aceptamos una como buena, sentimos que se nos escapa de las manos, como si la muerte tuviera el capricho de apagar los farolillos de colores que alegran la fiesta de la vida. De ese modo, todos experimentamos la situaci\u00f3n de emergencia en la que se encuentra el sentido de la vida.
        \n 
        \n 
        \n3.2. La confianza en la vida: el problema como oportunidad
        \n 
        \nExisten modelos educativos y pastorales que consideran la vida cotidiana como un obst\u00e1culo que hay que controlar; otros se esfuerzan por huir de ella o, al menos, por reducir al m\u00ednimo sus condicionamientos. Mi hip\u00f3tesis es muy diversa. Reconozco que el crecimiento en la experiencia cristiana corre paralelo con la aceptaci\u00f3n de la propia vida, como misterio que compromete e interpela. Reconozco, por consiguiente, que esta misma vida ofrece de modo germinal los elementos m\u00e1s relevantes para su plenitud y autenticidad. La considero, en otras palabras, el gran resorte, que da sentido y perspectiva a todos los dem\u00e1s recursos educativos.
        \nQuien reconoce en la vida, concreta y cotidiana, la clave fundamental del proyecto educativo y pastoral, adopta una actitud de amplia colaboraci\u00f3n con todos. La vida y su calidad son realmente un problema verdaderamente com\u00fan a todos y por los mismos motivos: afecta a j\u00f3venes y adultos, a educadores y educandos, a creyentes y no creyentes.
        \n 
        \nPor esto, los disc\u00edpulos de Jes\u00fas, fuertes en su fe y en su esperanza, se comprometen en un terreno com\u00fan y buscan la plena colaboraci\u00f3n con todos aquellos que aman verdaderamente la vida y quieren luchar contra la muerte.
        \nEl reconocimiento de la vida como fuente y clave se realiza siempre con una expl\u00edcita e intensa preocupaci\u00f3n educativa. La acogida de la vida para todo creyente est\u00e1 fundada en la experiencia gozosa de la Pascua del Crucificado resucitado.
        \nAcoger la vida no es aceptar una situaci\u00f3n de hecho con actitud resignada, como si la realidad no pudiera ser cambiada. Acoger significa compartir para llevar a cumplimiento. Momento cualificado de la acogida es, por consiguiente, el compromiso por transformar continuamente lo que ha sido acogido incondicionalmente.
        \n 
        \n 
        \n3.3. Un estilo global: \u00absiervos-servidores\u00bb de la vida
        \n 
        \nLa pasi\u00f3n por la vida influye decididamente tambi\u00e9n en la calidad del servicio educativo y pastoral, a trav\u00e9s del cual la llevamos a plenitud. Entre promoci\u00f3n de la vida y reconocimiento de Dios existe un lazo muy estrecho. Romperlo o vaciarlo nos hunde en el Reino triste de la muerte, donde dominan la angustia y el miedo o donde el compromiso del hombre resulta arrogante y violento.
        \nJes\u00fas presenta todo esto, y el estilo de existencia que de \u00e9l se deduce, con la invitaci\u00f3n a asumir la actitud del \u00absiervo\u00bb: \u201cCuando hay\u00e1is hecho todo lo que os fue mandado, decid: \u00abSomos solamente siervos; hemos hecho lo que deb\u00edamos hacer\u00bb\u201d (Lc 17,10).
        \nLa invitaci\u00f3n del Evangelio representa un punto de referencia cualificado para la construcci\u00f3n de la vida y la esperanza. Quien busca y quiere la vida, se pone como Jes\u00fas al servicio de ella, con la conciencia de que la vida es el gran regalo de Dios. Eso exige esfuerzo y disponibilidad. Requiere capacidad de descentrarse hacia los otros, atendiendo a sus necesidades y exigencias. Pone, sobre todo, en primer plano la exigencia de\u00a0dar la vida<\/em>, para que la vida sea plena y abundante para todos.
        \n 
        \nEl primer gran servidor es, por tanto, Jes\u00fas de Nazaret. En el sufrimiento de la cruz ha preparado la fiesta de la vida, para que todos, y especialmente los pobres, puedan estar en fiesta. Su existencia ha sido el servicio total para la fiesta de todos. Por esto, el creyente lucha por la vida y resiste a la muerte con un estilo que resulta con frecuencia radicalmente contrario al que se considera como corriente.
        \nEn la cultura que cada d\u00eda respiramos, la posesi\u00f3n \u2014tener\u2014 supone la necesidad de conquistar, de arrebatar, de controlar perfectamente las cosas. Posee la vida quien la tiene bien agarrada con sus manos, como un tesoro precioso. Hasta la esconde bajo tierra, por miedo a los ladrones, como hizo el siervo necio de la par\u00e1bola de los talentos (Mt<\/em>\u00a025,14-28).
        \nEn el proyecto de Jes\u00fas, por el contrario, posee la vida quien la sabe dar, quien la pierde por amor: como el grano de trigo que llega a ser fuente de vida solo cuando muere (Jn 12,14; cf. tambi\u00e9n Mt 16,25).
        \n 
        \nPerder para compartir es la condici\u00f3n necesaria para asegurar m\u00e1s intensamente la posesi\u00f3n. El desprendimiento no es la actitud maniquea de quien desprecia todo por un principio superior. Desprendimiento quiere decir, por el contrario, consciencia creciente de una solidaridad que se convierte en responsabilidad. Las cosas son para la vida de todos. Y todos tienen derecho a gozar de ellas, especialmente aquellos a quienes se las han arrebatado m\u00e1s violenta e injustamente.
        \nEl pobre, \u00abel-ser-necesitado\u00bb, es la raz\u00f3n de nuestro desprendimiento. Nos privamos de las cosas, d\u00eda tras d\u00eda, precisamente cuando las poseemos con satisfacci\u00f3n, para permitir a otros gozarlas tambi\u00e9n.
        \n 
        \n\u00a0<\/strong><\/p>\n

          \n
        1. Traducir todo en un proyecto cultural<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

           
          \nVivimos en una cultura donde predomina la denuncia, el miedo, la incertidumbre y el des\u00e1nimo. Sufrimos bajo la pesadilla de lo que no funciona y de lo que provoca problemas, con la consiguiente y despiadada b\u00fasqueda de alguien \u2014persona o cosa\u2014 a quien culpabilizar de ello. Con frecuencia, casi como de rebote, es f\u00e1cil constatar una difusa tendencia a considerar normal y fascinante solo lo que es desviado, negativo, alternativo, hasta banalizar el ritmo fatigoso de la existencia de cada d\u00eda. La conflictividad, en el plano personal y social, est\u00e1 llegando a ser, en definitiva, una componente normal de los procesos existenciales.
          \nLa pasi\u00f3n por vida exige una diversa visi\u00f3n de la realidad. Proporciona al educador una especie de filtro con el que releer la realidad. Y se traduce en un compromiso nuevo y muy concreto de elaborar alternativas, serias y practicables, para una nueva cultura de la vida.
          \n 
          \nDos actitudes influyen en este esfuerzo: la conciencia de la limitaci\u00f3n para expresar la verdad sobre nosotros mismos; la acogida incondicional de la vida de todos para manifestar una confianza enraizada en el reconocimiento de la capacidad de autogeneraci\u00f3n y de transformaci\u00f3n, por el poder de Dios que la penetra por completo. Restituidos a la verdad, con la fuerza misma del amor a la vida, podemos descubrir continuamente que nosotros no somos el bien; no lo podemos ni siquiera pensar ni podemos construir justicia.
          \nEl camino hacia la verdad nos obliga a rechazar el \u00aborgullo ilustrado\u00bb que nos empuja a hacer de nosotros el \u00absujeto\u00bb de la misma, aumentando el potencial que poseemos o afinando nuestras capacidades. S\u00f3lo Dios es el principio del bien. \u00c9l lo construye, irrumpiendo en la historia con su acci\u00f3n creadora y dando a la misma la posibilidad de un final positivo y feliz. Es as\u00ed como en el reconocimiento y en la confianza, nos damos cuenta de que lo\u00a0podemos todo<\/em>\u00a0cuando apostamos por la vida. Nuestra debilidad, reconocida y aceptada, es el principio in\u00e9dito de transformaci\u00f3n.
          \n 
          \nNace as\u00ed, en t\u00e9rminos siempre m\u00e1s reflexionados, una cultura de la vida. Hoy comprendemos fuertemente su exigencia. Un largo camino se abre, en efecto, ante nuestra b\u00fasqueda para construir un nuevo proyecto cultural, capaz de traducir la pasi\u00f3n reconquistada con expresiones concretas y operativas.
          \nEste compromiso est\u00e1 en el centro de nuestro servicio educativo: llega a ser la plataforma de responsabilidad cotidiana de nuestra apuesta por la vida.\u00a0n
          \n <\/p>\n

          Riccardo Tonelli<\/strong><\/h3>\n

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          [vc_row][vc_column][vc_column_text]S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO \u00abEducar para la fe\u00bb requiere coherencia, competencia… Existe, por encima de cualquiera de las\u00a0\u00a0cualidades que debe tener el educador, una fundamental que ha de impregnarlas y atravesarlas a todas ellas: el apasionamiento por la vida. Sin duda, para vivir profundamente esta pasi\u00f3n, \u00abnecesitamos nacer de nuevo\u00bb, esto es, cambiar mente y coraz\u00f3n […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[122,507,94,277],"tags":[],"class_list":["post-11910","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-2000-mision-joven-2","category-estudios-282-283","category-mision-joven-2","category-riccardo-tonelli"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11910","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=11910"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11910\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=11910"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=11910"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=11910"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}