{"id":11912,"date":"2000-07-01T09:08:30","date_gmt":"2000-07-01T07:08:30","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=11912"},"modified":"2000-07-01T09:08:30","modified_gmt":"2000-07-01T07:08:30","slug":"pasion-por-la-justicia","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/pasion-por-la-justicia\/","title":{"rendered":"Pasi\u00f3n por la justicia"},"content":{"rendered":"
[vc_row][vc_column][vc_column_text]S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO algunos datos significativos<\/strong> \u00a0\u00a0\u00a0\u00a0existente entre fe cristiana y pasi\u00f3n por la justicia<\/strong> \u00a0\u00a0\u00a0\u00a0que implica \u00abla pasi\u00f3n por la justicia\u00bb para todo creyente cristiano<\/strong> estudios@misionjoven.org [vc_row][vc_column][vc_column_text]S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO \u00abLa pasi\u00f3n por la justicia est\u00e1 estrechamente ligada con la cuesti\u00f3n de Dios […]: experimentar al Dios verdadero equivale a sentir dicha pasi\u00f3n\u00bb. Con Jes\u00fas de Nazaret, se concreta todav\u00eda m\u00e1s en la causa de las v\u00edctimas: desde la fidelidad a la memoria de la pasi\u00f3n y muerte de Jes\u00fas, los creyentes […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[122,507,508,94],"tags":[],"class_list":["post-11912","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-2000-mision-joven-2","category-estudios-282-283","category-julio-lois-fernandez","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11912","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=11912"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11912\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=11912"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=11912"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=11912"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\n\u00abLa pasi\u00f3n por la justicia est\u00e1 estrechamente ligada con la cuesti\u00f3n de Dios […]: experimentar al Dios verdadero equivale a sentir dicha pasi\u00f3n\u00bb. Con Jes\u00fas de Nazaret, se concreta todav\u00eda m\u00e1s en la causa de las v\u00edctimas: desde la fidelidad a la memoria de la pasi\u00f3n y muerte de Jes\u00fas, los creyentes cristianos tienen que ser fieles a la memoria de las v\u00edctimas de la historia; desde la fidelidad a la \u00abmemoria resurrectionis\u00bb la fe plantea tambi\u00e9n la exigencia de mantener firme la esperanza. La educaci\u00f3n en la fe, pues, ha de vincularse estrechamente al apasionamiento por la justicia.
\nJulio Lois Fern\u00e1ndez<\/strong>\u00a0es profesor del Instituto Superior de Pastoral (Madrid) de la Universidad Pontificia de Salamanca.<\/em>
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\nLa breve reflexi\u00f3n que ofrezco est\u00e1 informada por esta convicci\u00f3n: \u00abla pasi\u00f3n por la justicia\u00bb \u2014con el contenido significativo que intentar\u00e9 precisar m\u00e1s adelante\u2014 representa una forma privilegiada de afirmar pr\u00e1cticamente a Dios en el momento presente. Es una convicci\u00f3n vinculada a esta otra: la injusticia existente \u2014con el abismo de desigualdad creciente e intolerable que genera y con sus consecuencias de pobreza severa y hasta exclusi\u00f3n social\u2014 es el m\u00e1s decisivo de todos los desaf\u00edos que el cristianismo tiene ante s\u00ed al iniciar este nuevo siglo.
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\nLo dicho equivale a decir que \u00abla pasi\u00f3n por la justicia\u00bb est\u00e1 estrechamente relacionada con \u00abla cuesti\u00f3n de Dios\u00bb, es decir, \u201cno puede ser tratada\u00a0\u00a0por m\u00e1s tiempo como una simple cuesti\u00f3n de moralidad cristiana\u201d (A. Nolan). Tiene, en realidad, \u00abun estatuto marcadamente teologal\u00bb, al estar esencialmente conectada con la afirmaci\u00f3n creyente del Dios b\u00edblico, manifestado de forma culminante y decisiva en Jes\u00fas de Nazaret. No parece exagerado decir que nada oculta tanto el rostro del Dios que confiesa la fe cristiana \u2014Padre y Madre que ama gratuita e incondicionalmente\u2014 como la insensibilidad ante la injusticia que convierte en v\u00edctimas a los que tendr\u00edan que ser hermanos y hermanas.
\n\u00bfC\u00f3mo reconocer la presencia de ese Dios en un mundo carente de pasi\u00f3n por la justicia? \u00bfC\u00f3mo, sin esa pasi\u00f3n, anunciar el Reino de justicia y de paz que ofreci\u00f3 Jes\u00fas preferentemente a los pobres? En la existencia o inexistencia de \u00abla pasi\u00f3n por la justicia\u00bb en la vida de los cristianos se juega el futuro del cristianismo. Estamos, pues, ante uno de los criterios m\u00e1s decisivos de verificaci\u00f3n de su verdad y de su bondad.
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\n <\/p>\n\n
\nSuele decirse, inspir\u00e1ndose en el derecho romano, que la justicia consiste en \u00abdar a cada uno lo suyo\u00bb. Pero esta definici\u00f3n tan gen\u00e9rica remite a una ulterior determinaci\u00f3n de lo que es suyo de cada uno. Y bien sabemos que el orden legal establecido hoy en este mundo nuestro, al fijar tal determinaci\u00f3n, puede establecer desigualdades de 72 a 1 (que son las que se dan entre el pa\u00eds m\u00e1s rico y m\u00e1s pobre en el a\u00f1o 1.992 seg\u00fan el \u00abInforme sobre el Desarrollo Humano\u00bb de las Naciones Unidas de 1.999).
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\nPara la Biblia la justicia consiste m\u00e1s bien en \u201cdar lo suyo a aquel a quien se le ha arrebatado\u201d (G. Faus). Puede y debe considerarse una concreci\u00f3n del amor de Dios que busca la defensa de los indefensos, manifestando as\u00ed de forma parad\u00f3jica, pero sumamente realista, la universalidad de ese amor. J. Alonso D\u00edaz, tras un minucioso an\u00e1lisis del Antiguo y del Nuevo Testamento[1]<\/a>, llega a la conclusi\u00f3n de que la justicia en la Biblia \u201ces el af\u00e1n por sacar adelante los derechos conculcados, pero especialmente del pobre y del desvalido, es decir, los derechos de aquel que no tiene de por s\u00ed los medios de sacarlos adelante\u201d y de ah\u00ed que el juzgar (\u00absapat\u00bb) nunca sea en el texto sagrado una operaci\u00f3n \u00abneutra\u00bb\u00a0\u00a0ya que supone \u201ctomar partido por el injustamente oprimido y liberar su derecho conculcado\u201d. Para la revelaci\u00f3n b\u00edblica \u00abla pasi\u00f3n por la justicia\u00bb es, pues, pasi\u00f3n por la causa de los pobres y excluidos.
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\nVoy a intentar ahora mostrar, mediante un breve recorrido b\u00edblico, que la vivencia de la fe cristiana est\u00e1, como queda dicho, vinculada esencialmente a esa \u00abpasi\u00f3n por la justicia\u00bb, que lleva a comprometerse en favor de la vida y la dignidad de las v\u00edctimas de la historia. Pero antes parece necesario situarse ante el hecho de la injusticia para percibir en sus inquietantes dimensiones el car\u00e1cter decisivo del reto que nos plantea.
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\n <\/p>\n\n
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\nLa injusticia nos muestra su rostro perverso en las manifestaciones de desigualdad que genera, que pueden percibirse en los distintos niveles o subsistemas que configuran la realidad -econ\u00f3mico-social, jur\u00eddico-pol\u00edtico, ideol\u00f3gico-cultural-, y que se traducen en pobreza, marginaci\u00f3n y hasta exclusi\u00f3n social, discriminaci\u00f3n de la mujer, desprecio cultural, racismo, xenofobia…
\nMe limito a presentar, dada la brevedad obligada de este trabajo, algunas expresiones de dicha desigualdad injusta en el campo socioecon\u00f3mico, tomadas literalmente todas ellas de los Informes del PNUD de 1998 y 1999:
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\n\u00a1\u00a0\u201cLas desigualdades del consumo son brutalmente claras. A escala mundial, el 20% de los habitantes de los pa\u00edses de mayor ingreso hacen el 86% del total de los gastos en consumo privado, y el 20% m\u00e1s pobre, un min\u00fasculo 1,3%\u201d.
\n\u00a1\u00a0\u00a0\u201cLos 225 habitantes m\u00e1s ricos del mundo tienen una riqueza combinada superior a un bill\u00f3n de d\u00f3lares, igual al ingreso anual del 47% m\u00e1s pobre de la poblaci\u00f3n mundial (2.500 millones de habitantes)\u201d.
\n\u00a1\u00a0\u00a0\u201cLas tres personas m\u00e1s ricas tienen activos que superan el PIB combinado de los 48 pa\u00edses menos adelantados\u201d.
\n\u00a1\u00a0\u201cSe estima que el costo de lograr y mantener el acceso universal a la ense\u00f1anza b\u00e1sica para todos, atenci\u00f3n b\u00e1sica de salud para todos, atenci\u00f3n de salud reproductiva para todas las mujeres, alimentaci\u00f3n suficiente para todos y agua limpia y saneamiento para todos es aproximadamente de 44.000 millones de d\u00f3lares por a\u00f1o. Esto es inferior al 4% de la riqueza combinada de las 225 personas m\u00e1s ricas del mundo\u201d.
\n\u00a1\u00a0\u201cLas diferencias de ingreso entre la gente y los pa\u00edses m\u00e1s pobres y los m\u00e1s ricos han seguido ampli\u00e1ndose. En 1.960 el 20% de la poblaci\u00f3n mundial que viv\u00eda en los pa\u00edses m\u00e1s ricos ten\u00eda 30 veces el ingreso del 20% m\u00e1s pobre; en 1.977 era 74 veces superior\u201d.
\n\u00a1\u00a0\u201cLas diferencias est\u00e1n aumentando tanto entre los pa\u00edses como dentro de ellos. De hecho, \u201ccasi todos los pa\u00edses experimentaron un aumento de la desigualdad durante el decenio de 1.980, salvo Alemania e Italia\u201d.
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\nEn Espa\u00f1a el estudio reciente del INE (Instituto Nacional de Estad\u00edstica), publicado en diciembre de 1999, nos sit\u00faa ante m\u00e1s de 6 millones de personas que viven por debajo de lo que convenimos en llamar \u00abumbral de la pobreza\u00bb. De ellas, unas 800.000 personas est\u00e1n rigurosamente excluidas, desterradas del sistema y con carencia de lo m\u00e1s indispensable para satisfacer las necesidades primarias. Y otras 700.000 est\u00e1n en la frontera de esa exclusi\u00f3n severa, a punto de deslizarse al abismo.
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\nSon desigualdades que derivan de profundas injusticias estructurales y que esconden, cuando somos capaces de ver m\u00e1s all\u00e1 de las cifras y gr\u00e1ficos en que se expresan, demasiado sufrimiento acumulado sobre las espaldas de las personas que las padecen. Constituyen un desaf\u00edo ineludible para toda persona que experimente la pasi\u00f3n por la justicia y plantean la necesidad de un compromiso orientado a su superaci\u00f3n. Pero antes de concretar las exigencias que tal compromiso parece demandar a la luz de la fe cristiana, vamos a tratar de fundamentar primero la relaci\u00f3n esencial ya establecida anteriormente entre vivencia de la fe y pasi\u00f3n por la justicia.
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\n <\/p>\n\n
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\nSe trata, dig\u00e1moslo una vez m\u00e1s, de mostrar que la revelaci\u00f3n b\u00edblica sit\u00faa \u00abla pasi\u00f3n de la justicia\u00bb, que conduce a abrazar la causa de las v\u00edctimas de la injusticia existente, en un nivel estrictamente teologal, al presentarla como componente esencial de la verdadera experiencia de Dios.
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\n3.1.<\/strong>\u00a0En el Antiguo Testamento la imagen de Dios<\/strong>
\n\u00a0\u00a0\u00a0aparece esencialmente vinculada a \u00abla pasi\u00f3n por la justicia\u00bb<\/strong>
\n
\nEn la revelaci\u00f3n b\u00edblica, a partir de la experiencia del \u00c9xodo \u2014n\u00facleo generador de la fe de Israel\u2014, el Dios b\u00edblico aparece esencialmente vinculado a la escucha del clamor del pueblo injustamente oprimido, hasta el punto de que tal escucha, traducida en intervenci\u00f3n hist\u00f3rica liberadora, identifica al Dios verdadero y le distingue de los falsos dioses. En la imponente figura de Mois\u00e9s aparece claramente que experimentar al Dios verdadero equivale a sentir \u00abla pasi\u00f3n por la justicia\u00bb que lleva a escuchar la interpelaci\u00f3n de las v\u00edctimas (el pueblo esclavizado en Egipto) y demanda un compromiso liberador.
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\nEsa misma vinculaci\u00f3n esencial entre experiencia de Dios y \u00abla pasi\u00f3n por la justicia\u00bb est\u00e1 presente en la prohibici\u00f3n b\u00edblica de construir im\u00e1genes idol\u00e1tricas de Yahv\u00e9 (cf. \u00c9x 20, 4-6; Dt 5, 8-10). Cuando la relaci\u00f3n de Dios no urge la realizaci\u00f3n de la justicia es prueba de que no se est\u00e1 experimentando el verdadero perfil de Dios. Dios se transmuta en \u00eddolo. Los \u00eddolos son falsos y se proh\u00edbe relacionarse con ellos porque, al no urgir la realizaci\u00f3n de la justicia, falsean el rostro de Dios. Por eso precisamente la idolatr\u00eda aparece como el gran pecado b\u00edblico, pues entra\u00f1a la negaci\u00f3n pr\u00e1ctica y radical de Dios por mucho que se le siga afirmando oralmente.
\n
\nUn an\u00e1lisis de las categor\u00edas b\u00edblicas decisivas como Alianza, Promesa y Reino nos conducen a id\u00e9ntica conclusi\u00f3n. Los grandes profetas de Israel \u2014que son los personajes suscitados por Dios para recordar al pueblo precisamente el compromiso de la Alianza y mantenerle fiel en la esperanza suscitada por las Promesas abiertas todas ellas a la llegada del Reino\u2014 protestan con fuerza contra las injusticias cometidas por los poderosos de su tiempo (cf. Is 1, 23, 3, 14-15; 10, 1-2;\u00a0\u00a0Jer 21, 12; 22, 3. 13-17), vinculan el conocimiento del Dios verdadero a \u00abla pasi\u00f3n por la justicia\u00bb, especialmente referida a los pobres (cf. Jer 22, 15-16; Os 2, 21-22; 4, 1b-2; 6, 4-6; Is 11, 1-9) y denuncian el culto realizado de espaldas al clamor de las v\u00edctimas (viudas, hu\u00e9rfanos, extranjeros), ya que transforma el templo en \u201ccueva de bandidos\u201d, objetiva a Dios y lo convierte en un \u00eddolo a nuestro servicio (cf Is 1, 10-18, Jer 7, 1-11).
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\n3.2.<\/strong>\u00a0El Dios revelado por Jes\u00fas mantiene la misma vinculaci\u00f3n esencial<\/strong>
\ncon \u00abla pasi\u00f3n por la justicia\u00bb, ahora fundamentada m\u00e1s claramente en el amor
\n
\nLa caracter\u00edstica principal del Reino de Dios \u2014centro del mensaje y de la vida de Jes\u00fas\u2014 es que con su llegada se va a realizar el ideal regio de justicia de defensa de los indefensos, de liberaci\u00f3n de los que son v\u00edctimas de la injusticia. Con el Reino que llega como don de Dios el clamor de las v\u00edctimas es escuchado.
\nHay textos evang\u00e9licos verdaderamente program\u00e1ticos en los que el compromiso de Jes\u00fas con la realizaci\u00f3n de la justicia adquiere especial relevancia: cf., por ejemplo, Lc 4, 18-19; Mt 11, 4-6 y Lc 7, 22-23; Mt 5, 1-12 y Lc 6, 20-26; Mt 25, 31-46. Muchas de sus fascinantes par\u00e1bolas (oveja y moneda perdidas, rico que banquetea y el pobre L\u00e1zaro, buen samaritano, hijo pr\u00f3digo, fariseo y publicano, dos hijos invitados a trabajar en la vi\u00f1a…) reflejan la inequ\u00edvoca \u00abpasi\u00f3n por la justicia\u00bb de Jes\u00fas, siempre vinculada a la defensa de los indefensos, desvelando as\u00ed el \u00abrostro\u00bb del Dios verdadero.
\n
\nLos milagros de Jes\u00fas \u2014\u00absignos o clamores\u00bb del Reino\u2014 son realizados por Jes\u00fas a impulsos de su misericordia solidaria hacia las v\u00edctimas de la injusticia. Muestran que el Reino que significan representa el ideal de una sociedad nueva, en donde la justicia ser\u00e1 realizada. Igualmente las comidas de Jes\u00fas son especialmente significativas en la misma direcci\u00f3n. Con ellas Jes\u00fas quiere tambi\u00e9n manifestar su \u00abpasi\u00f3n por la justicia\u00bb al expresar que el Reino es como un banquete en el que tienen que sentarse todos \u2014comensalidad com\u00fan, abierta e igualitaria\u2014, especialmente y de forma preferente, los excluidos por las situaciones de desigualdad injusta.
\n
\nA trav\u00e9s de su largo contencioso con el templo de Jerusal\u00e9n, y de forma muy especial con la expulsi\u00f3n de los mercaderes que negociaban en el atrio (cf. Mt 21, 12-17; Mc 11, 15-19; Lc 19, 45-48; Jn 2, 13-22), Jes\u00fas nos quiere decir, una vez m\u00e1s, que el \u00fanico y verdadero Dios es el que est\u00e1 comprometido con su Reino de justicia y que, en consecuencia, no es admisible relacionarse con \u00c9l por \u00abla v\u00eda del atajo\u00bb, es decir, sin \u00abpasi\u00f3n por la justicia\u00bb. Un culto que olvide esto convierte el templo en \u00abcueva de bandidos\u00bb. \u00bfY no hay que conceder significaci\u00f3n similar a la posici\u00f3n de Jes\u00fas ante la ley, consistente en defender que cesa de obligar cuando est\u00e1 en juego la justicia referida a los m\u00e1s d\u00e9biles (cf., por ejemplo, Mc 3, 1-6; Mt 12, 1-8)?
\nEn suma, \u00abla pasi\u00f3n por la justicia\u00bb, que abraza solidariamente y por amor la causa de las v\u00edctimas, a la luz de la revelaci\u00f3n b\u00edblica, debe situarse en el espacio propio de la identidad teologal.
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\n <\/p>\n\n
\n
\nTal vez podr\u00eda decirse que las m\u00e1s decisivas exigencias que implica la fe cristiana en relaci\u00f3n con \u00abla pasi\u00f3n por la justicia\u00bb se derivan de la fidelidad a la memoria de la vida de Jes\u00fas, concluida hist\u00f3ricamente en la muerte de cruz y finalizada por la fuerza del amor de Dios en la resurrecci\u00f3n.
\nTal fidelidad la concretar\u00eda en dos exigencias fundamentales que paso seguidamente a desarrollar de forma muy breve.
\n
\n4.1.<\/strong>\u00a0Desde la fidelidad a la memoria de la pasi\u00f3n y muerte de Jes\u00fas,<\/strong>
\nlos creyentes cristianos tienen que ser fieles a la memoria de las v\u00edctimas de la historia<\/strong>
\n
\nLa fe cristiana entendida como \u00abmemoria passionis et mortis Christi\u00bb exige a todo creyente activar el recuerdo de todas las v\u00edctimas de la injusticia a trav\u00e9s de la historia. De esta manera la fe cristiana \u2014siempre vinculada a una \u00abm\u00edstica de ojos abiertos\u00bb\u2014\u00a0\u00a0demanda fidelidad a la realidad, ya que la gran verdad de lo real, como dec\u00eda Mounier, es \u00abestar al lado de los pobres (v\u00edctimas)\u00bb.
\nAl activar tales recuerdos la fe se convierte, como ha subrayado el te\u00f3logo alem\u00e1n J. B. Metz, en\u00a0\u00a0\u00abmemoria peligrosa y subversiva\u00bb.
\nLa fe subvierte ejerciendo una funci\u00f3n cr\u00edtica en nuestras sociedades actuales, en las que la l\u00f3gica pol\u00edtica, informada por el poder de los m\u00e1s fuertes o de los \u00abvencedores\u00bb, se hace, en gran medida, reh\u00e9n de la l\u00f3gica de la econom\u00eda y del desarrollo incontrolado de la ciencia y de la t\u00e9cnica.
\n
\nFrente a la incapacidad que esa l\u00f3gica pol\u00edtica imperante parece tener para experimentar la injusticia del sistema o para hacerse cargo de la parcela de lo real constituida por los d\u00e9biles y los excluidos, la fe cristiana, fiel a la memoria de un inconformista crucificado, cuya forma de vivir y de hablar le llev\u00f3 a la cruz, actualiza en la vida de sus seguidores, personal y comunitariamente considerados, esa vertiente oscura e inquietante de la realidad social que configuran las v\u00edctimas, y conecta con su dolor y su fracaso, as\u00ed como con sus justas aspiraciones pendientes de realizaci\u00f3n. De esta forma cuestiona igualmente de forma radical el triunfalismo y bienestar de los m\u00e1s fuertes con todas sus justificaciones ideol\u00f3gicas, carentes siempre de verdadera universalidad.
\nLa \u00abpasi\u00f3n por la justicia\u00bb, vinculada a la fe cristiana, plantea una primera exigencia que podr\u00eda formularse as\u00ed: los creyentes deber\u00edan sentirse urgidos a impedir que se repita en la historia el sufrimiento injusto de las v\u00edctimas.
\n
\n4.2.<\/strong>\u00a0Desde la fidelidad a la \u00abmemoria resurrectionis\u00bb<\/strong>
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0la fe plantea otra exigencia decisiva: mantener firme la esperanza<\/strong>
\n
\nPor otra parte, la fe cristiana, entendida igualmente como \u00abmemoria resurrectionis\u00bb, sit\u00faa esa funcionalidad cr\u00edtica y liberadora en el marco de una indeducible esperanza que alcanza incluso a los muertos que fueron vencidos por la injusticia de la historia. He ah\u00ed la otra exigencia fundamental que quisiera brevemente considerar.
\nSi es cierto, como opinan tantos, que la sensibilidad ante el clamor de las v\u00edctimas de la injusticia est\u00e1 en \u00abhoras bajas\u00bb, hasta el punto de que vivimos bajo la amenaza de la abdicaci\u00f3n de toda utop\u00eda, una de las contribuciones m\u00e1s decisivas de la vivencia de la fe, entendida como \u00abmemoria resurrectionis\u00bb, ser\u00e1 ofrecer esperanza. La Enc\u00edclica del Papa Juan Pablo II \u00abSollicitudo rei socialis\u00bb en su n\u00ba 47 dice al respecto:
\n
\n\u201cEn el marco de las tristes experiencias de estos \u00faltimos a\u00f1os y del panorama prevalentemente negativo del momento presente, la Iglesia debe afirmar con fuerza la posibilidad de la superaci\u00f3n de las trabas que por exceso o por defecto se interpongan al desarrollo y la confianza en una verdadera liberaci\u00f3n. Confianza y posibilidad fundadas, en \u00faltima instancia, en la conciencia que la Iglesia tiene de la promesa divina, en virtud de la cual la historia presente no est\u00e1 cerrada en s\u00ed misma, sino abierta al reino de Dios…Por tanto no se justifican ni la desesperaci\u00f3n, ni el pesimismo, ni la pasividad\u201d.
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\nLa esperanza cristiana, fundamentada \u00faltimamente en la memoria creyente de la resurrecci\u00f3n de Jes\u00fas, remite al ser humano, al mundo y a la historia, como bien\u00a0\u00a0se sabe, a un t\u00e9rmino de realizaci\u00f3n plena, \u00aba un cielo nuevo y una tierra nueva\u00bb en donde \u00abse enjugar\u00e1 toda l\u00e1grima de los ojos de los seres humanos y no habr\u00e1 ya muerte, ni habr\u00e1 llanto, ni gritos, ni fatigas, porque el viejo mundo ha pasado\u00bb, y en donde el mismo Dios ser\u00e1 \u00abtodo en todas las cosas\u00bb (cf. Ap 21, 1-4 y 1Cor 15, 28). Pero esta esperanza es, al mismo tiempo, fuente de resistencia ante toda contrautop\u00eda hist\u00f3rica fatalista y fuente generadora de utop\u00edas capaces de movilizar y otorgar sentido al compromiso hist\u00f3rico de los seres humanos al servicio de una sociedad nueva informada por la justicia.
\nLa dimensi\u00f3n \u00faltima transhist\u00f3rica de la esperanza cristiana \u2014prof\u00e9ticamente anticipada en la resurrecci\u00f3n de Jes\u00fas\u2014 tiene que combinarse dial\u00e9cticamente con su dimensi\u00f3n hist\u00f3rica. Como afirma la \u00abGaudium et Spes\u00bb, en su n\u00ba 39: \u201cLa espera de una tierra nueva no debe amortiguar, sino m\u00e1s bien avivar, la preocupaci\u00f3n de perfeccionar esta tierra, donde crece el cuerpo de la nueva familia humana, el cual puede de alguna manera anticipar un vislumbre del siglo nuevo\u201d.
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\nPero esta dimensi\u00f3n activa e hist\u00f3rica de la esperanza cuando se considera vinculada a \u00abla pasi\u00f3n por la justicia\u00bb debe ser cualificada. Como afirma J. Sobrino la resurrecci\u00f3n de Jes\u00fas es en primer t\u00e9rmino esperanza para los crucificados. \u201cDios \u2014nos dice\u2014 resucit\u00f3 a un crucificado y desde entonces hay esperanza para los crucificados… Con ello se establece una correlaci\u00f3n entre resurrecci\u00f3n y v\u00edctimas. La esperanza versa en directo sobre la justicia, no simplemente sobre la supervivencia; sus sujetos primarios son las v\u00edctimas, no simplemente los seres humanos; el esc\u00e1ndalo que debe superar es la muerte infligida injustamente, no simplemente la muerte natural como destino. La esperanza que hay que rehacer hoy no es una esperanza cualquiera, sino\u00a0esperanza en el poder de Dios contra la injusticia que produce v\u00edctimas\u201d[2]<\/a><\/em>.
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\nResumiendo y concluyendo este punto. En un mundo, por una parte instalado en lo que se ha llamado una \u00abcultura del olvido\u00bb, que sume en ese sue\u00f1o de inhumanidad que permite vivir sin contar con las v\u00edctimas de la injusticia, y, por otra parte, fatigado y amenazado en su capacidad de proyectarse con ilusi\u00f3n hacia un futuro distinto y mejor, me parece exigencia fundamental de la fe cristiana reavivar una \u00abpasi\u00f3n por la justicia\u00bb informada por la fidelidad a lo real \u2014que implica memoria de las v\u00edctimas\u2014 y por una esperanza activa que nos mantenga, como ped\u00eda Pablo, \u00abfirmes e inconmovibles, trabajando sin descanso en la obra del Se\u00f1or\u00bb, sabiendo que \u00e9l no \u00abdejar\u00e1 sin recompensa nuestra fatiga\u00bb (cf. 1Cor 15, 58).
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\nPienso que todo proceso de educaci\u00f3n en la fe tendr\u00eda que poner de manifiesto, tanto te\u00f3rica como pr\u00e1cticamente, las virtualidades liberadoras de la fe cristiana, mostrando as\u00ed su capacidad de suscitar \u00abpasi\u00f3n por la justicia\u00bb.
\nPara ello considero de especial inter\u00e9s, y muy en primer t\u00e9rmino, recuperar el estatuto teologal\u00a0\u00a0de la cuesti\u00f3n de la justicia, en el sentido ya indicado. A\u00f1adir\u00eda ahora otras dos sugerencias, siempre con esa finalidad de poner de manifiesto la capacidad que tiene la fe cristiana de suscitar \u00abpasi\u00f3n por la justicia\u00bb.
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\n5.1.<\/strong>\u00a0Nuestros procesos de educaci\u00f3n en la fe<\/strong>
\nhan de estar vinculados a una reflexi\u00f3n sobre la revelaci\u00f3n cristiana realizada desde la solidaridad con las v\u00edctimas de la injusticia
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\nEsta demanda parece coherente, una vez mostrado el \u00abestatuto teologal\u00bb de nuestra cuesti\u00f3n. Se trata en realidad de incorporar en todo nuestro proceso de reflexi\u00f3n sobre la significaci\u00f3n y alcance de la fe, como momento interno de la misma, la perspectiva que nos ofrece la solidaridad real con las v\u00edctimas de la injusticia y su causa.
\nDicho de otro modo: se trata de reivindicar procesos de educaci\u00f3n en la fe en los que los contenidos a transmitir procedan de una reflexi\u00f3n realizada desde la perspectiva indicada. Es una reivindicaci\u00f3n basada en la convicci\u00f3n de que tal metodolog\u00eda \u2014que es, como se sabe, la que informa la teolog\u00eda de la liberaci\u00f3n y que, a mi entender, tiene valor de alcance universal\u2014 puede fecundar muy positivamente nuestros procesos de educaci\u00f3n en la fe.
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\nNo es posible aqu\u00ed detenerse en la consideraci\u00f3n detenida de dicha metodolog\u00eda. Baste decir que con ella nuestros procesos de educaci\u00f3n en la fe conducir\u00edan con mayor rigor y facilidad a suscitar esa \u00abpasi\u00f3n por la justicia\u00bb que la revelaci\u00f3n b\u00edblica nos muestra, como hemos visto, como pasi\u00f3n del mismo Dios.
\nEn efecto, si fu\u00e9semos fieles a una metodolog\u00eda as\u00ed contar\u00edamos, para informar nuestros procesos de educaci\u00f3n en la fe, con una reflexi\u00f3n teol\u00f3gica elaborada desde la honradez y fidelidad a lo real, mediada por las ciencias sociales de an\u00e1lisis, atenta a los desaf\u00edos prioritarios que preocupan seriamente a los seres humanos en cada momento hist\u00f3rico. Una teolog\u00eda informada por la misericordia y la compasi\u00f3n, solidaria hacia los m\u00e1s d\u00e9biles, partidaria y por ello \u2014y no a pesar de ello\u2014 dotada de verdadera significaci\u00f3n universal, preocupada por mostrar la dimensi\u00f3n de\u00a0Buena<\/em>\u00a0Noticia de salvaci\u00f3n que tiene la fe cristiana, su significaci\u00f3n humanizadora y dignificadora, su capacidad de enriquecer la vida de la gente.
\nUna teolog\u00eda perforada por la esperanza, proyectada hacia el futuro posible y esencialmente vinculada a la pr\u00e1ctica liberadora que pretende superar las situaciones de injusticia que padecen las v\u00edctimas. Una teolog\u00eda, en fin,\u00a0\u00a0con tensi\u00f3n prof\u00e9tica, incluso martirial, siempre acompa\u00f1ada, posibilitada y verificada por el testimonio comprometido que deriva del seguimiento fiel de Jes\u00fas.
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\n5.2.<\/strong>\u00a0Nuestros procesos de educaci\u00f3n en la fe<\/strong>
\ndeben generar en la conciencia creyente la preocupaci\u00f3n por forjar un ecumenismo en torno a la humanidad sufriente, capaz de responder m\u00e1s eficazmente al desaf\u00edo de la injusticia existente
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\nParece necesario hacer converger todas las energ\u00edas hoy ya disponibles, generar otras nuevas y forjar juntos una \u00abconciencia humana universal\u00bb informada por \u00abla pasi\u00f3n por la justicia\u00bb. El ingente esfuerzo que se requiere para avanzar en la lucha contra la injusticia parece pasar por la elaboraci\u00f3n de un proyecto com\u00fan de muy amplio espectro, en el que puedan converger todos los seres humanos que experimenten esa pasi\u00f3n, cualquiera que sea el pueblo a que pertenezcan, las creencias que tengan o la fe religiosa que confiesen.
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\nEsta misma preocupaci\u00f3n empieza a ser intensamente sentida por los pensadores cristianos. Mart\u00edn Velasco, refiri\u00e9ndose a la construcci\u00f3n de Europa, demanda la \u00abelaboraci\u00f3n de un proyecto com\u00fan\u00bb que supone \u201cla b\u00fasqueda de una base com\u00fan, lo m\u00e1s amplia posible, en la que coincidamos, y, posteriormente, la convergencia de lo mejor de cada tradici\u00f3n en una b\u00fasqueda ecum\u00e9nica realizable a trav\u00e9s de la discusi\u00f3n y el di\u00e1logo\u201d. H. K\u00fcng viene insistiendo en los \u00faltimos a\u00f1os en la necesidad de una \u00e9tica com\u00fan para la pol\u00edtica y la econom\u00eda mundiales, que comprometa a todos en la construcci\u00f3n de un mundo m\u00e1s pac\u00edfico, m\u00e1s justo y m\u00e1s humano.<\/p>\n\n
\nTendr\u00eda que producirse un despertar entre los cristianos, personal y comunitariamente considerados, que nos permitiese contribuir a generar los espacios de encuentro que se necesitan para ir formando esa \u00abecumene del sufrimiento o de la compasi\u00f3n\u00bb a trav\u00e9s de la discusi\u00f3n y el di\u00e1logo, convencidos de que una \u00abpasi\u00f3n por la justicia\u00bb vivida al margen de esa \u00abecumene\u00bb est\u00e1 condenada a la ineficacia.
\n\u00bfSer\u00eda excesivo pedir que nuestros procesos de educaci\u00f3n en la fe contribuyan no s\u00f3lo a generar \u00abla pasi\u00f3n por la justicia\u00bb sino adem\u00e1s a canalizarla hacia la creaci\u00f3n de esos espacios de encuentro que puedan ir dando rostro a esa \u00abecumene del sufrimiento o de la compasi\u00f3n\u00bb a que nos estamos refiriendo?\u00a0n
\n <\/p>\nJulio Lois Fern\u00e1ndez<\/h1>\n
\n[1]<\/a>\u00a0Cf.\u00a0La Teolog\u00eda B\u00edblica configurada por la \u00abjusticia\u00bb,\u00a0<\/em>Ed. PPC y EDICABI, Madrid 1979.
\n[2]<\/a>\u00a0Cf.\u00a0La fe en Jesucristo. Ensayo desde las v\u00edctimas,\u00a0<\/em>Ed. Trotta, Madrid 1999, 70.[\/vc_column_text][\/vc_column][\/vc_row]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"