{"id":11921,"date":"2000-07-01T11:27:53","date_gmt":"2000-07-01T09:27:53","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=11921"},"modified":"2000-07-01T11:27:53","modified_gmt":"2000-07-01T09:27:53","slug":"hasta-cuando-tendre-que-soportaros","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/hasta-cuando-tendre-que-soportaros\/","title":{"rendered":"\u00bfHasta cu\u00e1ndo tendr\u00e9 que soportaros?"},"content":{"rendered":"

[vc_row][vc_column][vc_column_text]\u00bfQU\u00c9 NOS PASA? \u00bfQU\u00c9 SENTIDO TIENE EDUCAR EN LA FE HOY?<\/strong>
\n 
\nM\u00e1s que experiencia, el autor reflexiona sobre una experiencia determinada y dolorosa: la de no pocos educadores que cada d\u00eda sienten menos apasionamiento por su tarea. Muchos se preguntan hoy qu\u00e9 pasa con las tareas pastorales y, sobre todo, \u201c\u00bfqu\u00e9 sentido tiene mi vida de educador en la fe cuando \u00ablo de la fe\u00bb ni lo entienden, ni les interesa, ni les cuestiona?\u201d
\n 
\n 
\n\u00a1Gente sin fe! \u00bfHasta cu\u00e1ndo tendr\u00e9 que estar con vosotros? \u00bfHasta cu\u00e1ndo tendr\u00e9 que soportaros?\u00a0<\/em>(Mc 9,19).
\n\u00a0<\/em>
\nEl t\u00e9rmino\u00a0pasi\u00f3n<\/em>\u00a0tiene varias acepciones:\u00a0inclinaci\u00f3n o preferencia<\/em>\u00a0muy vivas de una persona por otra. Tambi\u00e9n\u00a0pasi\u00f3n<\/em>\u00a0es\u00a0una acci\u00f3n de padecer<\/em>,\u00a0sentir da\u00f1o, pena, peso que nos viene de otros y lo tenemos que llevar.<\/em>
\nCuando hoy reflexionamos sobre las \u00abpasiones\u00bb de los educadores y de los educadores en la fe creo que es oportuno abrir el abanico a las diversas acepciones del t\u00e9rmino y descubrir que los educadores hoy viven de diversas maneras el t\u00e9rmino\u00a0pasi\u00f3n<\/em>.
\n 
\nMe voy a referir, de manera especial a la segunda acepci\u00f3n del t\u00e9rmino pasi\u00f3n. Una de las \u00abpasiones\u00bb de las que m\u00e1s hablan ahora los educadores y los educadores de la fe hoy es la pasi\u00f3n entendida como \u00abpadecer, aguantar y estar\u00bb. Esta pasi\u00f3n no es ajena a la experiencia de Jes\u00fas de Nazaret:\u00a0\u00bfHasta cu\u00e1ndo tendr\u00e9 que soportaros?<\/em>
\n\u00bfC\u00f3mo silenciar o negar la alegr\u00eda de muchos educadores cuando el calendario acerca las fechas de vacaci\u00f3n?\u00a0\u00a1Qu\u00e9 bien<\/em>\u00a0\u2014dicen\u2014\u00a0por un tiempo no los tendr\u00e9 que soportar!<\/em>
\n\u00a0<\/em>
\nAquel por quien vocacionalmente un d\u00eda y hoy mismo se siente\u00a0pasi\u00f3n-atracci\u00f3n,\u00a0<\/em>llega a ser, al mismo tiempo,\u00a0pasi\u00f3n-cruz.<\/em>\u00a0No es infrecuente el hecho de educadores que viven tan fuertemente el aspecto de\u00a0pasi\u00f3n-cruz\u00a0<\/em>que han llegado o est\u00e1n llegando, a olvidarse de aquello que les puso en marcha hacia los otros, la\u00a0pasi\u00f3n-atracci\u00f3n-entrega.\u00a0<\/em>\u00ab\u00a1Es imposible educar! \u00a1Que la vida les eduque!\u00bb es la conclusi\u00f3n a la que han llegado algunos educadores.
\n\u00a0<\/em>
\n\u00a0<\/strong><\/p>\n

    \n
  1. \u00bfQu\u00e9 es lo que \u00abpesa\u00bb del otro?<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

    \u00a0<\/strong>
    \nEn el relato de Marcos, Jes\u00fas pronuncia la expresi\u00f3n: \u00ab\u00a1Hasta cu\u00e1ndo tendr\u00e9 que soportaros!\u00bb.\u00a0Se refiere a la \u00abgente\u00bb que le sigue. \u00abUno de entre la gente\u00bb le dice que \u00abdiscuten entre s\u00ed\u00bb porque los disc\u00edpulos de Jes\u00fas no han podido hacer lo que \u00e9l hace:\u00a0echar demonios.<\/em>
    \nA Jes\u00fas le\u00a0pesa\u00a0<\/em>el hecho de que la gente se queda en la\u00a0superficie<\/em>. Quieren ver milagros, quieren ver cambios externos m\u00e1s que interrogarse por el cambio interno, por la\u00a0fuerza<\/em>presente entre ellos que hacen posible \u00ablas maravillas de Dios\u00bb. \u00a1Qu\u00e9 bonitos son los milagros con tal de que los milagros no me planteen preguntas… personales! Esta \u00absuperficialidad\u00bb con la que la \u00abgente\u00bb se posiciona ante el reino de Dios es la que a Jes\u00fas le \u00abpesa\u00bb y le hace exclamar:\u00a0\u00a1Hasta cuando os tengo que soportar!<\/em>
    \n 
    \nNo se trata de una situaci\u00f3n exclusiva de la \u00abgente\u00bb. Tambi\u00e9n entre los m\u00e1s cercanos, los disc\u00edpulos de Ema\u00fas \u2014por ejemplo\u2014, tendr\u00e1 que decir: \u00ab\u00a1Qu\u00e9 torpes y lentos sois para creer!\u00bb.\u00a0(Lc 24 25). La constataci\u00f3n de la torpeza para creer es motivo de \u00abpasi\u00f3n\u00bb. El ritmo lento con el que los destinatarios del anuncio aceptan su novedad hace\u00a0padecer\u00a0<\/em>al evangelizador.
    \nAvanzando en el relato, descubrimos que a los disc\u00edpulos Jes\u00fas les desvela la raz\u00f3n de no haber sido ellos capaces de expulsar al demonio:\u00a0les faltaba oraci\u00f3n.<\/em>
    \n\u00a0<\/em>
    \n\u00a0<\/em><\/p>\n

      \n
    1. Las quejas de los educadores<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

       
      \nLas quejas o \u00abpasiones que sufren\u00bb los educadores, en general, y los educadores en la fe, en particular, se ponen casi siempre\u00a0en otra parte, en los destinatarios y en la \u00f3rbita que los destinatarios viven: la familia, los amigos, la sociedad.\u00a0<\/em>Es el otro el que \u00abme hace sufrir\u00bb con sus actitudes o con su apertura a la propuesta educativa que le ofrezco.
      \n 
      \nEstas quejas est\u00e1n llenas de raz\u00f3n. Son muchos los signos de eclipse cultural de Dios que nos rodean. La forma concreta de \u00abechar las culpas al destinatario\u00bb suelen ser: \u201cVienen mal preparados; no tienen fundamentos s\u00f3lidos iniciales; no les interesa nada; no se quedan con nada; van s\u00f3lo a lo f\u00e1cil; en casa no les ense\u00f1an ni ven nada religioso…\u201d.
      \nUna precisi\u00f3n me parece sugerente aqu\u00ed. No siempre que los destinatarios dicen \u00abDios no me interesa\u00bb est\u00e1n rechazando al Dios verdadero. Hay veces que lo que rechazan es la traducci\u00f3n o actualizaci\u00f3n de Dios que somos capaces de presentar en nuestras vidas. Desde luego que no se puede negar que no existan personas que se resistan a aceptar a un\u00a0Dios esc\u00e1ndalo, a un Dios crucificado.<\/em>
      \n 
      \n <\/p>\n

        \n
      1. La fuente de la queja que no se ve<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

        \u00a0<\/strong>
        \nSiendo una realidad estas quejas \u2014bastante generalizadas\u2014, cuyo valor principal es la constataci\u00f3n de hechos, me parece que detr\u00e1s hay otra\u00a0queja m\u00e1s profunda e invisible que es ra\u00edz de todo lo que se ve.<\/em>\u00a0La formular\u00eda como la queja de la \u00abidentidad del educador\u00bb.
        \nEl educador, l\u00f3gicamente, proyecta unos objetivos en su tarea y acci\u00f3n educadora. Desea que la acci\u00f3n produzca unos efectos y sea visible una determinada conducta. El efecto \u00faltimo de su acci\u00f3n es la construcci\u00f3n de una persona. Cuando de la fe se trata, nos topamos ante una dificultad a\u00f1adida a toda acci\u00f3n educativa. La fe es don. La fe no es la resultante de una suma de acciones, por muy programadas y planificadas que \u00e9stas est\u00e9n.
        \n 
        \nDetr\u00e1s de las quejas de los educadores de la fe \u2014a ellos me refiero especialmente\u2014, lo que posiblemente haya de fondo es una queja de insatisfacci\u00f3n o de identidad personal.\u00a0\u00bfQu\u00e9 sentido tiene mi vida de educador en la fe cuando \u00ablo de la fe\u00bb ni lo entienden, ni les interesa, ni les cuestiona?<\/em>
        \nQuien s\u00ed queda cuestionado y desafiado por esta \u00abindiferencia\u00bb es el mismo educador que quiz\u00e1 no vea sentido a su vida.
        \n 
        \nLa multiplicaci\u00f3n de acciones y el ensayo de m\u00e9todos no han cambiado muchos las cosas. Los destinatarios siguen poniendo resistencias a la propuesta religiosa. Sienten que no hace falta\u00a0ser religioso<\/em>\u00a0para vivir bien, para ser ciudadano de la sociedad del bienestar. Sienten que no hay mucha diferencia entre el que se llama creyente y el no creyente. Entonces, para vivir lo mismo, \u00bfqu\u00e9 necesidad tengo de ser creyente? La libertad que el educador ha de conceder al educando le lleva a respetar las decisiones que el otro toma, bien a su pesar. Y de ah\u00ed nace una situaci\u00f3n de insatisfacci\u00f3n o su cuestionamiento vocacional.\u00a0\u00bfC\u00f3mo permanecer siendo educadores y educadores de la fe sembrando en el desierto? \u00bfQu\u00e9 significa ser educador y creyente?<\/em>
        \nUna \u00abpasi\u00f3n\u00bb, un \u00abpadecer\u00bb del educador radica en este distanciamiento entre el deseo y la realidad.
        \n 
        \n <\/p>\n

          \n
        1. La encrucijada<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

          \u00a0<\/strong>
          \nCuando un educador en la fe llega a verbalizar su sufrimiento en el ejercicio de la educaci\u00f3n de la fe tiene dos opciones:
          \n 
          \n\u00a1\u00a0Padecer y morir en el intento, y descubrir que no hay salida, que no merece la pena gastar la vida en una tarea que lleva a ning\u00fan sitio.
          \n\u00a1\u00a0Padecer y morir para abrirse a un nuevo horizonte.
          \n 
          \nLa primera opci\u00f3n es similar a la de aquellos que ante el discurso que sigui\u00f3 a la multiplicaci\u00f3n de los panes, abandonaron la compa\u00f1\u00eda de Jes\u00fas diciendo: \u00abEsto es intolerable\u00bb (Jn 6,60).\u00a0<\/em>No tiene sentido perder la vida para nada.
          \nLa segunda opci\u00f3n nos sit\u00faa en otra \u00f3rbita: la novedad de la educaci\u00f3n en la fe no est\u00e1 en formas, sino en la evangelizaci\u00f3n del evangelizador, en la calidad de vida que lleve el educador en la fe, es decir, en su experiencia de Dios. Si el evangelio predicado merece nuestra vida\u00a0\u00betoda ella y s\u00f3lo \u00e9l\u00be\u00a0nuestra predicaci\u00f3n ser\u00e1 fidedigna. La evangelizaci\u00f3n nueva necesita nuevos creyentes, hombres y mujeres apasionados por Dios.
          \n 
          \nEs urgente redescubrir que cualquier educaci\u00f3n aut\u00e9ntica de la fe viene dada por la propia experiencia de fe, o sea, por el hecho de que la existencia personal est\u00e1 alcanzada por la fe. \u201cTestigos seremos de Dios no por saber hablar de \u00c9l, sino por haber hablado con \u00c9l: saberse de Dios, no saberes sobre \u00c9l, convivencia y no habladur\u00edas son lo que esperan de nosotros nuestro pueblo, mejor, el pueblo de Dios. Es \u00c9l quien nos necesita como int\u00e9rpretes del\u00a0kair\u00f3s,<\/em>\u00a0lectores de la situaci\u00f3n hist\u00f3rica desde la perspectiva de Dios. Para no perderse entre tanto rumor, ni perder la esperanza ante la presencia del mal, hay que fijar la mirada en Dios\u201d[1]<\/a>.
          \nQuiz\u00e1 el peligro m\u00e1s grande que amenaza a la Iglesia hoy es la p\u00e9rdida de credibilidad, es decir, la coherencia entre la palabra pronunciada y la vida vivida. \u201cEl peligro para la Iglesia pocas veces vino de las dificultades exteriores o de las persecuciones de sus enemigos, y muchas veces, en cambio, de la degradaci\u00f3n interna de su fe dogm\u00e1tica y de su fidelidad moral\u201d
          [2]<\/a>.
          \n 
          \nCuando decimos que los destinatarios nos evangelizan estamos afirmando que la acci\u00f3n educativa y evangelizadora no son mecanismos de fabricaci\u00f3n\u00a0en serie<\/em>, sino una v\u00edas de maduraci\u00f3n y apertura a Dios\u00a0en serio<\/em>. La acci\u00f3n educadora y evangelizadora nos devuelve a nosotros mismos, los educadores, la pregunta por la madurez y la fe antes de plante\u00e1rsela a los destinatarios. La educaci\u00f3n y la fe nunca ser\u00e1n reductibles a bonitas teor\u00edas, a compendios de saber. La educaci\u00f3n y la fe ser\u00e1n siempre una teor\u00eda hecha vida, una teor\u00eda que posibilite vivir de manera nueva y plenificante, m\u00e1s all\u00e1 de las cuestiones que nosotros mismos nos planteemos.
          \n 
          \n <\/p>\n

            \n
          1. La \u00abpasi\u00f3n\u00bb por Dios hace posible las \u00abpasiones\u00bb del camino<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

             
            \nEn el relato de Marcos, Jes\u00fas termina diciendo a los disc\u00edpulos que hay \u00abdemonios\u00bb, situaciones concretas dif\u00edciles, que s\u00f3lo tienen soluci\u00f3n con la\u00a0oraci\u00f3n<\/em>, con la\u00a0intimidad<\/em>\u00a0con el Padre.
            \nLa \u00abpasi\u00f3n\u00bb, la preferencia viva por el Padre, es la que har\u00e1 posible a los educadores de la fe llevar las \u00abpasiones\u00bb del camino, los sufrimientos de la evangelizaci\u00f3n, sin perder el rumbo y sin sentir que se pierde el sentido de la propia existencia.
            \n 
            \n\u201cLa nueva situaci\u00f3n espiritual de los destinatarios no impone por s\u00ed misma una nueva evangelizaci\u00f3n; que los posibles oyentes del evangelio hayan cambiado, se hayan vuelto m\u00e1s sordos o inmunes, no cambia el mensaje. La evangelizaci\u00f3n, hoy como ayer, depende de los evangelizadores… Para ser fehacientes evangelistas hoy hay que ser buen creyente; y para convertirse en creyente bueno hay que ejercer de buen orante; no es posible dialogar con un Dios invisible siempre, y hoy menos evidente todav\u00eda, si no se vive de la contemplaci\u00f3n; la actitud contemplativa es hoy elemento constitutivo de la identidad cristiana\u201d
            [3]<\/a>.
            \n 
            \nLa insistencia que estamos poniendo al afirmar que la educaci\u00f3n y evangelizaci\u00f3n dependen en gran parte de la\u00a0pasi\u00f3n\u00a0<\/em>de los educadores y de los evangelizadores por Dios y por la persona tiene que ser tambi\u00e9n matizada.
            \nLa fe adulta se apoya s\u00f3lo secundariamente en la ejemplaridad de quienes viven de fe. La vivencia de la fe de un hombre o mujer puede provocar curiosidad, pregunta, deseos de imitar, ganas de recorrer un camino parecido… Pero la fe es personal y se apoya en la aceptaci\u00f3n \u00faltima de Dios. El \u00abcreo\u00bb y \u00abme f\u00edo\u00bb no se pronuncian porque otros los han pronunciado, sino porque yo acepto fiarme de Dios en la medida de la entrega que Jes\u00fas, el Cristo, nos ha revelado sobre todo en la cruz. Por lo menos este es el horizonte hacia el que todo educador y evangelizador tiene que mirar como un proceso irrenunciable que la persona deber\u00e1 asumir.
            \n 
            \nEsta misma l\u00f3gica nos lleva a afirmar que el esc\u00e1ndalo nacido de la vida de los evangelizadores o la infidelidad de la Iglesia a su Se\u00f1or tampoco son razones \u00faltimas para eludir una respuesta personal ante la fe. Aqu\u00ed topamos con un misterio:\u00a0las mediaciones<\/em>. Ni la Iglesia puede esperar a ser santa para anunciar el evangelio, ni el evangelizador puede esperar a anunciar a su Se\u00f1or cuando sea santo. \u00bfQui\u00e9n podr\u00eda decir el momento oportuno, el grado de santidad suficiente para anunciar?
            \nLa din\u00e1mica de la mediaci\u00f3n es que la realizaci\u00f3n del anuncio impulse a la Iglesia y al evangelizador a una fidelidad siempre renovada y siempre mayor hacia el Se\u00f1or. El que hace de mediaci\u00f3n puede condicionar la relaci\u00f3n entre Cristo y el destinatario, pero no impedirla recluy\u00e9ndose en el silencio bajo excusa de imperfecci\u00f3n.
            \n 
            \nLa tentaci\u00f3n de perder de vista nuestro \u00absitio\u00bb y usurpar lo que es espec\u00edfico de Dios es constate en el educador de la fe. Hay maneras de entender hoy la acci\u00f3n educadora como \u00abempe\u00f1o por darlo todo y darlo todo hecho\u00bb. Algunos llevan a sentirse\u00a0actores y protagonistas de la fe<\/em>\u00a0de los otros, les orientan tanto, les dicen tanto qu\u00e9 tienen que hacer y c\u00f3mo, qu\u00e9 tienen que creer y c\u00f3mo… que evitan el verdadero encuentro de la persona con Dios. Una de las tareas irrenunciables del creyente es descubrir el querer de Dios sobre la propia vida. El creyente tiene que hacer experiencia de Dios inmerso en la vida. Con esto quedan descalificadas mediaciones que no llevan a la persona a dialogar cara a cara con el Se\u00f1or Dios. La primera lecci\u00f3n que conoce el que es \u00abmaestro de la fe\u00bb es que s\u00f3lo hay un maestro, el Se\u00f1or. El maestro de la fe sabe que las mejores lecciones de fe las imparten no los evangelizadores, sino el Esp\u00edritu del Se\u00f1or. Hay secretos y palabras que Dios quiere comunicar a cada persona que no est\u00e1n escritos en ning\u00fan manual. S\u00f3lo ser\u00e1n audibles en la medida en que la persona se ponga a la escucha del Se\u00f1or.
            \n 
            \nApasionados por Dios nos pondremos a la escucha de Dios. Apasionados por Dios buscaremos su intimidad, el silencio donde \u00c9l habla, el silencio donde el creyente se hace obediente.
            \nApasionados por Dios seremos capaces de conectar con las pasiones de los hombres y mujeres de hoy y sufrir y soportar las \u00abpasiones\u00bb que nos causen porque el fondo de la cuesti\u00f3n no es que yo o que t\u00fa les convirtamos, sino que yo y t\u00fa estemos apasionados por Dios, vivamos a Dios con pasi\u00f3n.\u00a0n
            \n 
            \n
            [1]<\/a>\u00a0J.J. BARTOLOM\u00c9,\u00a0\u00a0La contemplaci\u00f3n de Dios, tarea apost\u00f3lica. Motivo, m\u00e9todo e itinerario,\u00a0<\/em>PPC, Madrid 1999 ,27.
            \n
            [2]<\/a>\u00a0O.\u00a0GONZ\u00c1LEZ DE CARDEDAL\u00a0(Dir.),\u00a0\u00a0La Iglesia en Espa\u00f1a 1950-2000,\u00a0<\/em>PPC, Madrid 1999, 373.
            \n
            [3]<\/a>\u00a0J.J.\u00a0BARTOLOM\u00c9, o.c., p. 21.[\/vc_column_text][\/vc_column][\/vc_row]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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