{"id":11933,"date":"2000-06-01T11:50:33","date_gmt":"2000-06-01T09:50:33","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=11933"},"modified":"2000-06-01T11:50:33","modified_gmt":"2000-06-01T09:50:33","slug":"alejados-o-nos-alejamos-reconstruir-con-los-jovenes-la-fe-y-la-religion","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/alejados-o-nos-alejamos-reconstruir-con-los-jovenes-la-fe-y-la-religion\/","title":{"rendered":"\u00bfAlejados o nos alejamos?: Reconstruir con los j\u00f3venes la fe y la religi\u00f3n"},"content":{"rendered":"

[vc_row][vc_column][vc_column_text]<\/p>\n\n\n\n
\u00a0<\/em>
\nLa Iglesia se est\u00e1 alejando de los j\u00f3venes, aunque tambi\u00e9n ellos vivan distanciados… Los \u00faltimos estudios dejan bien calaro el agotamiento de las actuales v\u00edas para la socializaci\u00f3n religiosa. Es necesario repensar y reconstruir con los j\u00f3venes la fe y la religi\u00f3n. Nos enfrantamos, en primer lugar, a una cuesti\u00f3n de competencia o incompetencia educativa.
\n 
\nJos\u00e9 Luis Moral<\/strong>\u00a0es profesor de Teolog\u00eda Fundamental y Teolog\u00eda Pr\u00e1ctica en el Instituto Superior de Teolog\u00eda \u00abDon Bosco\u00bb y director de<\/em>\u00a0Misi\u00f3n Joven<\/strong>.
\n <\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n

 
\n <\/p>\n

    \n
  1. J\u00f3venes, religi\u00f3n e Iglesia: \u00bfalejados o nos alejamos?<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

     
    \nBastar\u00edan los datos aportados por el estudio precedente de este n\u00famero de\u00a0Misi\u00f3n Joven<\/em><\/strong>\u00a0para responder a la pregunta. Con todo, nos permitimos dos pinceladas m\u00e1s para justificar nuestra respuesta. Ella origina y estimula el resto de las reflexiones del art\u00edculo acerca de c\u00f3mo reconstruir con las nuevas generaciones la fe y la religi\u00f3n.
    \nM\u00e1s que alejarse de la Iglesia y de la religi\u00f3n, somos nosotros \u2014los miembros de la primera con las\u00a0formas<\/em>\u00a0de vivir la segunda\u2014 quienes nos alejamos de los j\u00f3venes, aunque tambi\u00e9n \u00e9stos gestan, por su parte, un espont\u00e1neo distanciamiento. He ah\u00ed la base de la contestaci\u00f3n al interrogante. Los dos brochazos para mostrar argumentalmente su consistencia, a\u00f1adidos a lo ya dicho en el art\u00edculo anterior: el agotamiento de la \u00absocializaci\u00f3n religiosa\u00bb y la \u00abinstalaci\u00f3n\u00bb en la cotidianidad, con una \u00abimplicaci\u00f3n distanciada\u00bb y no afrontada educativamente[1]<\/a>.
    \n 
    \n1.1. Agotamiento de la \u00absocializaci\u00f3n religiosa\u00bb<\/strong>
    \n 
    \nM\u00e1s que alejados, nos alejamos y alejamos la religi\u00f3n de los j\u00f3venes. Guiados esencialmente por el \u00faltimo informe sociol\u00f3gico de la Fundaci\u00f3n \u00abSanta Mar\u00eda\u00bb,\u00a0J\u00f3venes espa\u00f1oles \u201999<\/em>\u00a0(a partir de ahora: JE\u201999), la tesis encuentra una clara confirmaci\u00f3n en el \u00abagotamiento de la socializaci\u00f3n religiosa de los j\u00f3venes\u00bb avalado por gran cantidad y diversidad de datos (cf. JE\u201999, 263-354). Dicho agotamiento, en definitiva, sobreviene tanto por una inadecuada o mala transmisi\u00f3n, del cristianismo en nuestro caso, como por una deficiente incorporaci\u00f3n de los j\u00f3venes a la vida y acci\u00f3n de la Iglesia.
    \nEl declive de la socializaci\u00f3n religiosa se palpa en cifras de este estilo: en 1960, se declaraban cat\u00f3licos el 91% de los j\u00f3venes espa\u00f1oles, el 45% en 1994 y tan solo el 35% en 1999; frente al 78% que afirmaba creer en Dios en 1981, ahora lo hace el 65%; la pr\u00e1ctica religiosa de la juventud ha disminuido un 50% en los \u00faltimos 15 a\u00f1os y, en la actualidad, apenas el 12% aparece semanalmente por la Iglesia; un parecido y progresivo descenso sufre la pertenencia a \u00abgrupos religiosos\u00bb, siendo hoy un escaso 3\u20195% el n\u00famero de j\u00f3venes que participa en ellos (cf. JE\u201999, 312-321).
    \n 
    \nLos j\u00f3venes espa\u00f1oles son cada vez menos religiosos y, por supuesto, muchas y complejas las causas. Pero, sin duda, un buen n\u00famero de ellas apunta hacia ese alejamiento que nos ocupa. El que un 70% de los j\u00f3venes no est\u00e9 preparado para ser \u00abreceptivo\u00bb a la dimensi\u00f3n religiosa, seg\u00fan la hip\u00f3tesis de J. Elzo (JE\u201999, 299), am\u00e9n de otras razones vinculadas a la familia y a la sociedad, guarda una estrecha dependencia con el\u00a0distanciamiento<\/em>\u00a0de la Iglesia respecto a la vida de los j\u00f3venes.
    \nLa Iglesia apenas si suscita inter\u00e9s en medio de los j\u00f3venes: en una lista de 14 instituciones, ocupa el \u00faltimo lugar cuando se mide la confianza que les merece cada una de ellas; s\u00f3lo un 2\u20197% de los j\u00f3venes espa\u00f1oles se\u00f1ala a la Iglesia a la hora de indicar d\u00f3nde se dicen cosas importantes para orientarse en la vida; religi\u00f3n (6%) y pol\u00edtica (4%) son, por otro lado, las cenicientas entre los 10 aspectos fundamentales de su vida (cf. JE\u201999, 57-80). Tambi\u00e9n la impronta de la Iglesia en ellos ha descendido notablemente en los \u00faltimos cinco a\u00f1os: 36% dec\u00eda estar de acuerdo con sus directrices en 1994, mientras en la actualidad es el 28%; el 64% afirmaba en 1994 que \u201cera miembro de la Iglesia cat\u00f3lica y pensaba continuar si\u00e9ndolo\u201d, en 1999 se manifiesta en ese sentido el 13% (cf. JE\u201999, 294-307).
    \n 
    \nNos encontramos ante la \u00abprimera generaci\u00f3n de j\u00f3venes que no han sido educados religiosamente\u00bb, fruto de la brutal aceleraci\u00f3n del cambio religioso en Espa\u00f1a, mas efecto igualmente vinculado a una especie de \u00abp\u00e9rdida de la realidad\u00bb por parte de la Iglesia y sus miembros. Por eso, a los ojos de los j\u00f3venes aparece cual instituci\u00f3n antigua y\u00a0pasada,<\/em>\u00a0en la que no encuentran referentes atractivos puesto que ni los sacerdotes ni los religiosos \u2014por un lado\u2014 son para ellos modelos a imitar, ni encuentran cristianos significativos \u2014por otro\u2014 en la vida cultural, intelectual o pol\u00edtica y, en fin, las parroquias son un espacio lejano a sus vidas. Tampoco deber\u00edamos echar en saco roto, cuando de valorar la religi\u00f3n y la Iglesia se trata, el hecho de que las respuestas de los j\u00f3venes m\u00e1s pertinentemente religiosas no son las positivas \u2014que suelen quedarse en aspectos externos: el \u00abtalante de los curas\u00bb o el ambiente\u2014 sino las negativas \u2014sentido y coherencia vital, etc.\u2014 (cf. JE\u201999, 294-307).
    \nEn general y seg\u00fan expresi\u00f3n de J. Gonz\u00e1lez-Anleo, el legado de los adultos a los j\u00f3venes espa\u00f1oles est\u00e1 muy claro: \u201cun soberano desinter\u00e9s por la religi\u00f3n y el sentido religioso\u201d (JE\u201999, 317). Con similar entorno, no resulta f\u00e1cil a la Iglesia presentar su mensaje. Sin embargo es que, adem\u00e1s, se ha ganado a pulso la irrelevancia del mismo para la vida de los j\u00f3venes, por exceso e inentiligibilidad de palabras, falta de sinton\u00eda e, incluso, divorcio… (cf. JE\u201999, 312-321).
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    \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a01.2. Instalados en la cotidianidad con una \u00abimplicaci\u00f3n distanciada\u00bb<\/strong>
    \n 
    \nHemos querido reflejar crudamente algunas claves para entender c\u00f3mo es m\u00e1s bien el mundo de la religi\u00f3n y de la Iglesia el que se aleja de los j\u00f3venes y no tanto estos \u00faltimos de aqu\u00e9l. Ciertamente tambi\u00e9n las j\u00f3venes generaciones se distancian por el simple hecho de\u00a0instalarse<\/em>\u00a0c\u00f3modamente en la vida. Observemos ciertos datos al respecto.
    \nDe entrada, estamos ante \u00abuna juventud contenta, feliz, bien inserta en la sociedad\u00bb: el 82% manifiesta estar contento con la vida que lleva; s\u00f3lo un 9% se\u00f1ala que cuenta con menos libertad de la que debiera, cuando el 69% estima adecuado su nivel y hasta un 22% considera que tiene m\u00e1s libertad de la necesaria (JE\u201999, 423). Obligados a permanecer en el\u00a0nido<\/em>\u00a0familiar y alargar la juventud, lejos de molestarse, se acomodan a esa \u00abautonom\u00eda truncada\u00bb y, haciendo de la necesidad virtud, permutan el cl\u00e1sico proceso de identificaci\u00f3n por el de experimentaci\u00f3n: el ocio y el tiempo libre se transforman en espacios donde decidir y \u00abdiferenciarse\u00bb, canonizan la ley del \u00abdoble v\u00ednculo\u00bb \u2014obe-dientes durante la semana, transgresores el fin de la misma\u2014 y apuestan por una \u00abidentidad abierta\u00bb cuyo referente principal est\u00e1 en el grupo de iguales-amigos (cf. JE\u201999, 355-371).
    \n 
    \nNi que decir tiene que as\u00ed, confortablemente instalados en la cotidianidad, se cercena cualquier apertura a la trascendencia. Y una a\u00f1adidura no menos problem\u00e1tica: los j\u00f3venes se encuentran a gusto en el hogar familiar, pero tal complacencia se emparenta sobre todo con la actual\u00a0debilidad<\/em>\u00a0de la familia. En efecto, m\u00e1s que\u00a0autoridad<\/em>\u00a0y modelos, los j\u00f3venes encuentran en sus padres una especie de colch\u00f3n protector, manteniendo con ellos \u00abbuenas relaciones\u00bb, si bien es escaso el intercambio de contenidos tem\u00e1ticos con los que confrontarse y dar sentido a la vida (cf. JE\u201999, 412-415).
    \nAlcanzan de este modo una identidad d\u00e9bil, abierta y acomodaticia que lo ti\u00f1e todo de esas mismas caracter\u00edsticas: no quieren m\u00e1s revoluci\u00f3n que la cotidiana, \u00e9sa que les permite sentirse c\u00f3modos, felices hasta donde el cuerpo aguanta. Domina en ellos la \u00abraz\u00f3n instrumental\u00bb y una despreocupada alegr\u00eda de vivir: si hay que estudiar, ser\u00e1 casi exclusivamente para conseguir un t\u00edtulo y obtener un empleo; al considerarse como presos entre rejas escolares, quieren y consiguen mucho ocio y muy diverso \u2014siendo capaces de dedicar en un fin de semana m\u00e1s tiempo a la diversi\u00f3n que al estudio en toda la semana\u2014; engordan la permisividad y enflaquecen el compromiso, administrando fr\u00edvolamente rechazos \u2014m\u00e1s o menos racistas\u2014 y simpat\u00edas (cf. JE\u201999, 121-262).
    \n 
    \nCuesta abajo semejante nos conduce a uno de los rasgos m\u00e1s pronunciados de la juventud actual: la \u00abimplicaci\u00f3n distanciada\u00bb respecto a la vida y sus problemas. En los j\u00f3venes existe una falla profunda, un\u00a0hiatus<\/em>\u00a0entre los valores finalistas y los instrumentales: invierten en valores finalistas \u2014pacifismo, ecolog\u00eda, tolerancia, lealtad, solidaridad, etc.\u2014, no obstante se despreocupan de los instrumentales \u2014esfuerzo, autorresponsabilidad, compromiso, participaci\u00f3n, abnegaci\u00f3n, trabajo bien hecho, etc.\u2014, con lo que todo lo anterior corre el riesgo de reducirse a puro discurso bonito. \u201cApuestan fuertemente por fines nobles, pero les falta el ejercicio de la disciplina\u201d (JE\u201999, 433).
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    \n <\/p>\n

      \n
    1. Por d\u00f3nde comenzar:<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

      \u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0El rostro de los j\u00f3venes como lugar teol\u00f3gico<\/strong>
      \n 
      \nNos alejamos, aunque tambi\u00e9n los j\u00f3venes se separan de la religi\u00f3n y de la Iglesia. Y…, la cuesti\u00f3n central: \u00bfqu\u00e9 hacer\u00a0con<\/em>\u00a0estos j\u00f3venes? \u00abCon\u00bb y \u00abestos\u00bb, aun cuando entonada la frase con un cierto\u00a0rintint\u00edn<\/em>\u00a0sirviera tanto para expresar la necesidad de resignarse \u2014\u00a1qu\u00e9 le vamos a hacer!\u2014 como para cargar despectivamente contra \u00abesos tales\u00bb que nos complican la vida, se corresponden con las dos claves del verdadero sentido de la pregunta. Se trata, por un lado, de encontrar el camino para llevar a cabo algo\u00a0con y junto<\/em>\u00a0a ellos y de realizarlo, por otro,\u00a0con<\/em>\u00a0unos j\u00f3venes muy concretos, \u00e9stos que son as\u00ed y est\u00e1n donde est\u00e1n.
      \nAquello que queremos hacer con los j\u00f3venes de hoy, en definitiva, solemos denominarlo \u00abeducaci\u00f3n a la fe\u00bb
      [2]<\/a>, puesto que tal es la identidad b\u00e1sica de la pastoral juvenil. Topamos ya, mientras hasta este momento hemos hablado preferentemente de religi\u00f3n e Iglesia, con las verdaderas contrase\u00f1as para afrontar la cuesti\u00f3n se\u00f1alada: educaci\u00f3n y fe.
      \nAhora s\u00ed contamos con todos los ingredientes para proseguir la reflexi\u00f3n: la realidad existencial de los j\u00f3venes y nuestro deseo de acompa\u00f1arlos conjugando educaci\u00f3n y fe.
      \n 
      \n 
      \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a02.1. El \u00ablugar teol\u00f3gico\u00bb de la pastoral juvenil<\/strong>
      \n 
      \nResulta habitual, en nuestros ambientes cristianos, encarar los problemas recurriendo o comenzando \u2014solemos decir\u2014 \u00abpor donde siempre hay que comenzar\u00bb, esto es: orando, escuchando la Palabra de Dios, retir\u00e1ndonos a reflexionar y tratar de discernir, examinando los criterios y dem\u00e1s orientaciones de la Iglesia o de la propia congregaci\u00f3n religiosa, en fin, coloc\u00e1ndonos delante del\u00a0sagrario<\/em>\u00a0para que sea Dios quien nos oriente.
      \nTodas cosas buenas y aconsejables. Pero cuando de teolog\u00eda pr\u00e1ctica se trata, en general, y de la praxis cristiana con j\u00f3venes o pastoral juvenil, en particular, especialmente desaconsejadas como punto de arranque, puesto que, f\u00e1cilmente, nos empujan a\u00a0desenfocar<\/em>\u00a0los problemas: descentr\u00e1ndolos \u2014en lugar de analizar la situaci\u00f3n y las personas dentro de ella, los esfuerzos se dirigen a la aplicaci\u00f3n de la \u00abdoctrina\u00bb o a trasladar \u00aborientaciones\u00bb de un sitio a otro\u2014 y \u00abespiritualiz\u00e1ndolos\u00bb \u2014las\u00a0situaciones<\/em>\u00a0se sustituyen o suplantan progresivamente por las\u00a0ayudas,<\/em>\u00a0por el bien que se puede y debe hacer en tales circunstancias\u2014.
      \n 
      \nQuiz\u00e1 al exegeta o al te\u00f3logo dogm\u00e1tico se les exija comenzar y orientarse preferentemente recurriendo a la Escritura y a la Tradici\u00f3n \u2014aunque imaginamos que sin los hombres y la historia del momento poco podr\u00e1n hacer con ellas\u2014. Algo muy diferente ocurre con la teolog\u00eda pastoral o pr\u00e1ctica y con la praxis cristiana. Su \u00ablugar teol\u00f3gico\u00bb por excelencia est\u00e1 en la vida y situaci\u00f3n de las personas. Es decir, los agentes y te\u00f3logos pastorales no tratan de pensar e interpretar la palabra de Dios o de organizar doctrinas para comunicar y ayudar a vivir a los hombres y mujeres de nuestros d\u00edas. Todo lo contrario: en contacto directo con esos hombres y mujeres descubren sus esperanzas y frustraciones, sus anhelos y contradicciones, etc.; es desde ah\u00ed, con dicho bagaje, desde donde (re)piensan qu\u00e9 y c\u00f3mo anunciar la salvaci\u00f3n, el \u00abevangelio\u00bb o las buenas noticias de parte de Dios.
      \nAterrizando en la realidad de los j\u00f3venes, han de ser sus rostros, su vida… el lugar b\u00e1sico y punto de partida para \u00abeducar a la fe\u00bb. Por tanto, la pastoral juvenil o praxis cristiana con j\u00f3venes ha de orientarse, no tanto por el contenido y objeto de la propuesta cristiana, cuanto por la condici\u00f3n existencial de los destinatarios.
      \nQuiere todo esto decir que la preocupaci\u00f3n central de la pastoral con j\u00f3venes se dirige primordialmente a prestar atenci\u00f3n a sus reacciones y disposiciones, a sus crisis y ritmos de maduraci\u00f3n. En principio, es cuesti\u00f3n de reflexionar a fondo \u00abcon ellos\u00bb c\u00f3mo y por qu\u00e9 les resulta dif\u00edcil o imposible creer, y de reconstruir, despu\u00e9s, con una sinceridad radical, lo que queremos decirles a la hora de hablar de Dios, de Cristo…
      \n 
      \n\u00a0<\/strong>
      \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a02.2. Encarnaci\u00f3n y fe<\/strong>
      \n 
      \nLos estudios sociol\u00f3gicos, dif\u00edcilmente, alcanzan a describir alg\u00fan rasgo de la fe. Se quedan en la religi\u00f3n. De ah\u00ed que si queremos entrelazarlos con la fe, han de someterse a una ponderaci\u00f3n ulterior. A ello vamos.
      \nEl misterio central del cristianismo, sin el que resultar\u00eda imposible entender la fe y la religi\u00f3n cat\u00f3licas, est\u00e1 en la Encarnaci\u00f3n que nos descubre a un \u00abDios-con-nosotros\u00bb. En Jes\u00fas de Nazaret, \u00abalcanzar a Dios\u00bb no supone una salida de lo humano, sino todo lo contrario, la plenitud y realizaci\u00f3n m\u00e1s profunda del propio hombre. El \u00abacontecimiento Encarnaci\u00f3n\u00bb destruye cualquier pretensi\u00f3n ideol\u00f3gica de sometimiento del hombre a dictados incomprensibles en nombre de un \u00abSer omnipotente e imprevisible\u00bb: reconocer a Dios, conocer su mensaje, no tiene nada que ver con un proceso ciego o\u00a0sobrenaturalista,<\/em>\u00a0sino con la experiencia humana de la realidad.
      \nLa historia de Dios con el hombre no es m\u00e1s que una paulatina profundizaci\u00f3n de la \u00abencarnaci\u00f3n\u00bb, un progresivo\u00a0abajamiento<\/em>\u00a0de la altura de Dios hasta\u00a0acreditarse<\/em>\u00a0ante nosotros con una talla humana. Se mire por donde se mire, se ande o rodee por donde se rodee, se termina en el lugar de siempre y hablando de lo mismo: del amor de Dios y, m\u00e1s concretamente, de un amor visible y tangible o hecho carne de nuestra carne.
      \n 
      \nDios\u00a0consiste<\/em>\u00a0en amar (cf. 1Jn 4,8). Los cristianos entendemos que la existencia humana se asienta encima de esa experiencia fundamental: el amor universal, gratuito e incondicional de Dios. La Encarnaci\u00f3n nos descubre hasta sus \u00faltimas consecuencias la doble\u00a0provocaci\u00f3n<\/em>\u00a0que encierra el amor de Dios
      [3]<\/a>: desde lo m\u00e1s profundo de nosotros mismos, \u00c9l nos sostiene y empuja, nos\u00a0provoca<\/em>\u00a0para sacar a flote todas las potencialidades que llevamos dentro; y tambi\u00e9n nos\u00a0pro-voca<\/em>\u00a0o llama a un destino divino.
      \nLa \u00abencarnaci\u00f3n\u00bb, experiencia central y clave para estructurar el cristianismo, permite descubrir y articular la fe en Dios como un\u00a0salto<\/em>\u00a0con base humana: queda fuera de duda la\u00a0correlaci\u00f3n<\/em>\u00a0y\u00a0continuidad<\/em>\u00a0entre lo humano y la revelaci\u00f3n divina; el rostro y las palabras del hombre son la\u00a0zona<\/em>\u00a0de Dios, la fe en \u00c9l tiene su m\u00e1s importante condici\u00f3n de posibilidad en una extraordinaria fe en el hombre; y, a partir de la Encarnaci\u00f3n, s\u00f3lo se puede hablar sensatamente de Dios sobre el fundamento de nuestras experiencias humanas.
      \n 
      \nDios est\u00e1 amando continuamente y tratando de revelarse a todos los hombres. Ese amor habita en el fondo de cada persona; la revelaci\u00f3n divina, entonces y \u00a1bien lo sabemos por la Encarnaci\u00f3n!, no trata de introducir algo externo al sujeto sino de ayudarle a \u00abdar a luz\u00bb \u2014al estilo de la may\u00e9utica socr\u00e1tica, seg\u00fan ha puesto de relieve A. Torres Queiruga\u2014 su intimidad m\u00e1s radical habitada por Dios.
      \nTodo cuanto nos ha sido revelado y tratamos de vivir e interpretar se comprime en una frase muy breve: Dios ama y salva al hombre. Aquello que aseveramos bajo el concepto de \u00abdoctrina cristiana\u00bb no pretende ser sino la afirmaci\u00f3n de que Dios es as\u00ed, de que su presencia en la vida humana s\u00f3lo tiene sentido con el fin de afirmarla y confirmarla de cara a su plenitud.
      \nPor ah\u00ed anda la doble provocaci\u00f3n, antes aludida: el amor salvador de Dios nos impulsa a realizarnos como personas, por lo que nos\u00a0provoca<\/em>\u00a0con esos aguijones de frustraci\u00f3n e insatisfacci\u00f3n que acompa\u00f1an los proyectos ego\u00edstas o injustos y ponen en peligro su plan; y nos lanza m\u00e1s all\u00e1 de nosotros mismos,\u00a0pro-voc\u00e1ndonos<\/em>\u00a0a trav\u00e9s de la rebeld\u00eda frente a la finitud de la existencia humana.
      \n 
      \nDos breves implicaciones del asunto \u2014a las que retornaremos m\u00e1s adelante\u2014 de cara a \u00abreconstruir con los j\u00f3venes la fe y la religi\u00f3n\u00bb. Los cristianos solemos referirnos a la fe cual don de Dios. Cierto. Empero la afirmaci\u00f3n no es tan clara como a simple vista puede parecernos. Dios es puro don, nos da todo, nos da su amor y la salvaci\u00f3n. La fe, antes de nada, debiera entenderse como respuesta a ese don previo, incre\u00edble y provocador. Y una respuesta o un \u00abs\u00ed\u00bb, en principio, al ser humano y su realizaci\u00f3n, puesto que no otra es la causa de Dios. No lo olvidemos: \u00abTuve hambre o sed y me disteis de comer y beber…\u00bb A Dios le interesa mucho m\u00e1s que los hombres lleven a cabo su proyecto, que el reconocimiento expl\u00edcito de \u00c9l como autor del plan. La fe, en esta perspectiva, no es tanto cuesti\u00f3n de descubrimiento y afirmaci\u00f3n de Dios, cuanto respuesta a la realidad humana m\u00e1s \u00edntima y radical: Dios asume todo \u00abs\u00ed\u00bb a esa realidad de los hombres cual si fuera un \u00abs\u00ed\u00bb a \u00c9l mismo.
      \nLos peores enredos, sin embargo, los formamos con la religi\u00f3n. El m\u00e1s gordo: contemplarla como si de algo \u00abcelestial\u00bb se tratara, cuando fundamentalmente es la visi\u00f3n,\u00a0elaboraci\u00f3n<\/em>\u00a0o respuesta que un grupo determinado de hombres y mujeres construye para salir al paso de los problemas esenciales de la existencia humana. En tanto que respuesta espec\u00edfica, para ser v\u00e1lida, m\u00e1s que justificarse invocando la revelaci\u00f3n de Dios \u2014pues \u00c9l est\u00e1 siempre tratando de revelarse a todos\u2014, la religi\u00f3n debe comprobar si su interpretaci\u00f3n de la realidad humana\u00a0sirve<\/em>\u00a0no s\u00f3lo a sus miembros sino a todos los hombres
      [4]<\/a>.
      \nEl agotamiento de una concreta socializaci\u00f3n religiosa que constatan los estudios sociol\u00f3gicos y la escasa importancia de la Iglesia en la vida de los j\u00f3venes, tienen mucho que ver con \u00abformas de religi\u00f3n\u00bb que no dicen nada a la vida actual o dan la impresi\u00f3n de pretender negarla.
      \n 
      \n 
      \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a02.3.\u00a0\u00a0Educaci\u00f3n y fe<\/strong>
      \n 
      \nPor fortuna, nadie discute a estas alturas que la pastoral con j\u00f3venes se especifica en procesos de \u00abeducaci\u00f3n a la fe\u00bb. Te\u00f3ricamente, tampoco existen dudas acerca de la estrecha relaci\u00f3n existente entre educaci\u00f3n y fe. No obstante, en la pr\u00e1ctica, ambas afirmaciones se desdibujan. Y es que en la pr\u00e1ctica, muchas veces, la pastoral juvenil se reduce a simple \u00abcatequesis juvenil\u00bb y la educaci\u00f3n se utiliza cual mero instrumento al servicio de la doctrina.
      \nLa situaci\u00f3n actual de los j\u00f3venes y el \u00abparadigma encarnaci\u00f3n\u00bb, pese a todos los pesares, empujan decididamente a entrelazar profundamente educaci\u00f3n y fe, hasta fundirlas en procesos de \u00abmutua implicaci\u00f3n\u00bb
      [5]<\/a>, es decir: madurar como personas y crecer como cristianos se implican rec\u00edprocamente, por lo que el hecho educativo contiene la posibilidad de la experiencia cristiana, al igual que \u00e9sta comporta la maduraci\u00f3n que persigue la educaci\u00f3n.
      \nLenta pero inexorablemente vamos comprendiendo c\u00f3mo las dificultades, incluida la incapacidad de muchas parroquias y agentes de pastoral para entrar en contacto con los j\u00f3venes, tienen la ra\u00edz com\u00fan de un cierto descuido de las actitudes educativas. Aunque el tema sea complejo, b\u00e1sicamente nos enfrentamos a una cuesti\u00f3n de competencia o incompetencia pedag\u00f3gica.
      \n 
      \nUbicados en esa implicaci\u00f3n mutua de educaci\u00f3n y fe, debemos ser escrupulosos con la identidad y autonom\u00eda cient\u00edfica de la pedagog\u00eda y de la teolog\u00eda, si bien la interrelaci\u00f3n ha de plasmarse en una verdadera interdisciplinaridad que, por ejemplo, no reduzca el hecho educativo a pre\u00e1mbulo de la fe.
      \nPues bien y mirando a los j\u00f3venes, si es palpable la urgencia de nuevas formulaciones de la fe y pr\u00e1ctica religiosa, no nos debiera resultar menos clara y necesaria la renovaci\u00f3n pedag\u00f3gica. En s\u00edntesis, la novedad educativa fundamental de nuestros d\u00edas radica precisamente en la sustituci\u00f3n del\u00a0objeto<\/em>\u00a0mismo del crecimiento y aprendizaje, en el paso de la transmisi\u00f3n a la elaboraci\u00f3n de respuestas. Frente al cl\u00e1sico \u00abobjeto educativo\u00bb entendido como saber constituido y administrado, el nuevo est\u00e1 formado por \u201cel grupo de alumnos y profesores \u2014y casi siempre con ayuda de terceros\u2014 [que] afronta y estudia los desaf\u00edos de la propia vida colectiva. As\u00ed se educan \u2014crecen, construyen\u2014 juntos\u201d
      [6]<\/a>.
      \nNadie educa a nadie, sino que nos educamos unos a otros o, por el contrario, nos cerramos en nuestras propias ideas, estrecheces o raquitismos. En la \u00abeducaci\u00f3n a la fe\u00bb, desde esta \u00f3ptica, los j\u00f3venes tienen no poco que ense\u00f1arnos; nosotros, mucho que aprender; y hemos de educar atendiendo a los verdaderos\u00a0desaf\u00edos,<\/em>\u00a0aunque no coincidan con nuestros intereses, visiones o interpretaciones de la realidad.
      \n 
      \nUn \u00faltimo subrayado. Los proyectos de pastoral juvenil acostumbran a vertebrar la \u00abeducaci\u00f3n a la fe\u00bb conforme a procesos, directa o indirectamente, dependientes del desarrollo evolutivo; igualmente, dentro de ellos, se subraya el aspecto del \u00abacompa\u00f1amiento personal\u00bb. Considerando los actuales planteamientos de la educaci\u00f3n, ser\u00edan dos aspectos a revisar en profundidad. La cultura y la vida de los j\u00f3venes corren el peligro de ocultar la realidad o de inventarla a su gusto, por eso la necesidad de emplear un modelo de pedagog\u00eda social; y por eso, por mucho que se tenga en cuenta la situaci\u00f3n del individuo, el modelo no se postula desde el desarrollo de la persona aislada para que luego entre en relaci\u00f3n, sino al rev\u00e9s: se proyectan y programan itinerarios de las personas en un grupo y contexto social para que ah\u00ed tomen conciencia de su identidad e implicaci\u00f3n personal. De esa manera evitaremos el riesgo de los modelos educativos individualistas y descomprometidos.
      \n 
      \n <\/p>\n

        \n
      1. Por d\u00f3nde tirar:<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

        \u00a0<\/strong><\/p>\n

        Reconstruir con los j\u00f3venes la fe y la religi\u00f3n<\/h6>\n

         
        \nFinalizamos con una serie concentrada de breves conclusiones. Las visiones y reflexiones generales con las que hemos llegado hasta aqu\u00ed no consienten otro cierre, si queremos mantenernos en espacios tolerables. La pastoral juvenil se mueve al ritmo de un triple proceso: arrancar de la situaci\u00f3n concreta que viven los j\u00f3venes, construir aquel proyecto de existencia \u2014en torno a objetivos consistentes\u2014 que mejor responda a su realidad y, por \u00faltimo, programar itinerarios para llevarlo adelante. El\u00a0quid<\/em>\u00a0de este camino se encuentra en el\u00a0paso de la situaci\u00f3n al proyecto,<\/em>\u00a0dirigido por\u00a0criterios<\/em>\u00a0y\u00a0opciones<\/em>\u00a0que permitan \u00abrepensar\u00bb la\u00a0Buena<\/em>\u00a0Noticia<\/em>\u00a0para que efectivamente lo sea en la vida de los j\u00f3venes.
        \n 
        \n 
        \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a03.1. Repensar y reconstruir la praxis cristiana con los j\u00f3venes<\/strong>
        \n 
        \nObservando el agotamiento del vigente modelo de socializaci\u00f3n religiosa, no estar\u00e1 de m\u00e1s centrar y poner en su sitio los problemas. Inicialmente, hay que cambiar\u00a0chip:<\/em>\u00a0nuestra sociedad vive sostenida por un\u00a0a priori emp\u00edrico<\/em>\u00a0y por la autonom\u00eda cr\u00edtica de la racionalidad humana, cuando en el pasado el\u00a0a priori religioso<\/em>\u00a0era el \u00fanico y obvio presupuesto de todo. Al hombre de la calle ya no le extra\u00f1a que se\u00a0\u00a0prescinda de Dios y de la religi\u00f3n; un buen n\u00famero de gente rechaza ambas realidades por estimar que una existencia a-religiosa, secular y laica, resulta humanamente m\u00e1s coherente. A estos hombres, a los j\u00f3venes en particular, la Iglesia les resulta cada vez m\u00e1s anacr\u00f3nica y reaccionaria contra las posibilidades humanas de una aut\u00f3noma, libre y creativa organizaci\u00f3n de la vida y sociedad. Su estructura interna y ejercicio de la autoridad, el sistema de creencias y normas que promueve, el lenguaje y razonamiento empleados, etc., adolecen de credibilidad y terminan por ser contraproducentes.
        \n 
        \nEs desde esa nueva conciencia del hombre \u2014y no desde nuestra seguridad de \u00abconvencidos\u00bb\u2014, desde donde hemos de (re)pensar y (re)construir la fe y la religi\u00f3n. Peligroso camino, por lo mismo, el indicado por quienes propugnan, dada la realidad de los j\u00f3venes y de cara a su \u00abeducaci\u00f3n a la fe\u00bb, una especie de\u00a0rearme<\/em>\u00a0espiritual. Piensan \u00e9stos que el problema de la pastoral juvenil es principalmente un problema de \u00abcalidad espiritual\u00bb de los agentes y que, tocando esa tecla, sonar\u00e1 la m\u00fasica en los j\u00f3venes. Fueras de tonoespiritualistas<\/em>\u00a0aparte, no parecen ir por ah\u00ed los tiros o, en cualquier caso, se tratar\u00eda de un problema m\u00e1s en medio de otros muchos.
        \nPese a la l\u00f3gica interrelaci\u00f3n de todo \u2014y aunque de poco servir\u00eda ser \u00abmuy espirituales\u00bb y testimoniales, si no\u00a0contemplamos<\/em>\u00a0a Dios en y con los j\u00f3venes a los que resulta dif\u00edcil creer en \u00c9l\u2014, calidad espiritual y competencia educativa ni son la misma cosa ni necesariamente la una arrastra a la otra.
        \nY pocas dudas caben en el diagn\u00f3stico: el problema central de la pastoral juvenil es esencialmente educativo. Por una parte, su \u00abfrecuencia\u00bb de\u00a0\u00a0vida no logra captar la onda del amor y de las palabras de Dios; por otra, existe una comunicaci\u00f3n con tantas interferencias y distorsiones que ni la Iglesia los entiende ni ellos conectan con su vida y mensaje.
        \n 
        \nEjemplificando un tanto rastreramente: nosotros decimos que todo est\u00e1 supeditado a Dios; ellos, que s\u00f3lo merece la pena vivir a tope cuanto agarran con sus manos. El camino para encontrarse y marchar juntos: superar las seguridades de unos y otros, a trav\u00e9s de una tercera v\u00eda educativa. Ni el presupuesto Dios, sin m\u00e1s, ni reducir lo real a lo visible y tangible; sino el sendero que pisando tierra \u2014la tierra de los j\u00f3venes, de los hombres de nuestro tiempo\u2014 abre a lo desconocido, al misterio que se adivina detr\u00e1s de cuanto rodea la marcha.
        \n\u00c9ste ser\u00eda el camino para \u00abreconstruir con los j\u00f3venes la fe y la religi\u00f3n\u00bb. Antes de referirnos a las se\u00f1ales para ordenar el tr\u00e1fico por \u00e9l, no nos enga\u00f1emos: \u00abs\u00f3lo se hace camino al andar\u00bb, esto es, cuando se van descubriendo esos significados y sentidos impl\u00edcitos con los que Dios se va manifestando hoy, que casi siempre nos obligan a revisar no pocas formulaciones de la fe y otras tantas pr\u00e1cticas religiosas.
        \n 
        \n3.2. Educaci\u00f3n a la fe: objetivo y criterios<\/strong>
        \nTodos vivimos de fe, cada cual con la suya. Y todos, cristianos y no cristianos, debi\u00e9ramos aceptar la confrontaci\u00f3n racional, abierta, de las bases sobre las que se apoya. Al respecto y desde nuestra orilla, cabe en principio preguntarse si hay derecho a catalogar, a quienes no creen lo mismo que nosotros, como increyentes o indiferentes \u2014t\u00e9rminos prolijamente aplicados a los j\u00f3venes\u2014. Si bien necesitamos categor\u00edas para ordenar la realidad \u2014y puesto que no s\u00f3lo decimos palabras sino que \u00e9stas tambi\u00e9n \u00abnos dicen\u00bb\u2014, en ciertos an\u00e1lisis y momentos, no vendr\u00eda mal retirar las que comporten juicios impropios o nos empujen con prejuicios cegadores.
        \nPara los cristianos, en el fondo, creer significa amar. Amar de tal modo el mundo, las personas y sus cosas, que resulte imposible declararlas absurdas o un simple juguete del azar. Y es que Dios es mucho m\u00e1s que un postulado:\u00a0creer<\/em>\u00a0en \u00c9l consiste en reconocer y acoger activamente su amor, esto es, saberse acogidos en su misterio de gratuidad y llevar adelante el proyecto para el que nos capacita.
        \nLo confesamos de ese modo gracias a la Encarnaci\u00f3n que, adem\u00e1s de paradigma o modelo fundamental para articular la estructura b\u00e1sica del pensamiento cristiano o su interpretaci\u00f3n de la vida y la historia, constituye tambi\u00e9n el criterio cardinal de la pastoral juvenil.
        \n 
        \nEl camino de Dios para llegar al hombre se convierte en el camino de los hombres para llegar a Dios: el modelo y el m\u00e9todo de la Encarnaci\u00f3n resultan el modelo y el m\u00e9todo de toda praxis cristiana. Las palabras y el rostro del hombre son la \u00abgram\u00e1tica de Dios\u00bb; por ser humanidad de Dios, la humanidad se convierte en\u00a0absoluto:<\/em>\u00a0afirmar al hombre es afirmar a Dios, y afirmar a Dios es afirmar al hombre.
        \nA trav\u00e9s de la Encarnaci\u00f3n asume Cristo toda la creaci\u00f3n a fin de redimirla y unirla. Nada puede salvarse a menos que sea asumido y todo lo creado debe salvarse. Esa nueva, definitiva e inesperada relaci\u00f3n entre Dios, el hombre, el mundo y la historia, descifra el rumbo de toda praxis cristiana: el anuncio del\u00a0don<\/em>\u00a0de Dios ha de partir de los problemas humanos y anclar en ellos su Buena Noticia salvadora.
        \n 
        \nAdem\u00e1s de modelo y \u00abacontecimiento\u00bb \u2014del que brota el contenido fundamental de nuestra fe\u2014, la Encarnaci\u00f3n nos se\u00f1ala el \u00abm\u00e9todo\u00bb\u00a0(camino):<\/em>\u00a0para \u00abvivir de fe\u00bb y anunciar el Evangelio no hay m\u00e1s pista que\u00a0encarnarse,<\/em>\u00a0que ser \u00abcarne de Dios\u00bb\u00a0(amor)<\/em>\u00a0para los hombres y mujeres, para los j\u00f3venes de nuestros d\u00edas.
        \nEl objetivo de los proyectos de pastoral juvenil, habitualmente, se viene refiriendo a la uni\u00f3n de fe y vida. La peculiar situaci\u00f3n de los j\u00f3venes respecto a la fe y la religi\u00f3n exige una mayor concreci\u00f3n. \u00abHumanizaci\u00f3n\u00bb podr\u00eda ser el nombre espec\u00edfico para adentrarnos con hondura en la direcci\u00f3n que hemos de dar hoy a tal uni\u00f3n: la ruta de la humanizaci\u00f3n para crecer y madurar como personas con tanto sentido, que implique y posibilite la experiencia de la fe.
        \nLa vida de los j\u00f3venes y el \u00abcriterio encarnaci\u00f3n\u00bb encauzan el objetivo general de los proyectos de pastoral juvenil por canales de humanizaci\u00f3n. No nos detenemos a mostrar c\u00f3mo las tipolog\u00edas general y religiosa de los j\u00f3venes espa\u00f1oles, justamente, atestiguan semejante canalizaci\u00f3n por los nuevos \u00abpar\u00e1metros religiosos\u00bb que afirman (cf. JE\u201999, 13-51 y 321-337). En este mismo contexto, am\u00e9n de lo ya se\u00f1alado, fluye igualmente el segundo criterio esencial de toda praxis cristiana con j\u00f3venes, su dimensi\u00f3n educativa.
        \n\u00a0<\/strong>
        \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a03.3. Opciones para una pr\u00e1ctica religiosa humanizadora<\/strong>
        \n 
        \nEn el indiscutible \u00abestado de evangelizaci\u00f3n\u00bb que vivimos, se palpa con mayor relieve el requisito de las opciones. A la hora de evangelizar, ni hemos de pretender todo al mismo tiempo ni se pueden\u00a0mezclar<\/em>\u00a0a la ligera las intervenciones. La vida de los j\u00f3venes, los criterios y los procesos educativos motivar\u00e1n las opciones del proyecto pastoral.
        \nTambi\u00e9n en el caso de las opciones es determinante la educaci\u00f3n. Pues bien, tanto la cultura y sociedad actuales como la \u00abinstalaci\u00f3n\u00bb e \u00abimplicaci\u00f3n distanciada\u00bb de la vida de los j\u00f3venes, sin duda, abocan a la suplantaci\u00f3n de la realidad por im\u00e1genes y espacios a gusto del consumidor, a inventarnos mundos a la medida de nuestros m\u00e1s c\u00f3modos deseos. Con mayor raz\u00f3n, por lo tanto, la educaci\u00f3n ser\u00e1 un ejercicio cr\u00edtico activo para que cada joven descubra sentidos y relaciones que la \u00abconstrucci\u00f3n social de la realidad\u00bb tiende hoy en d\u00eda a ocultar o desdibujar.
        \n 
        \n\u00abEducar a la fe\u00bb, entonces, pasa por abrir los ojos y el coraz\u00f3n, por \u00abconcientizar\u00bb ante la realidad mayor, la de la injusticia y la pobreza \u2014sin contentarse simplemente de abrir una ventana con perspectivas particulares\u2014; por construir entre todos el mayor conocimiento posible de nuestro mundo \u2014sin recluir y\u00a0acostumbrar<\/em>\u00a0al peque\u00f1o mundo que nos circunda\u2014; por alcanzar unas relaciones con dicha realidad que, aunque cr\u00edticas, sean buenas y permitan la aceptaci\u00f3n de uno mismo y de los dem\u00e1s. Todo ello y al mismo tiempo, por \u00faltimo, consintiendo trascender, taladrar ese mapa real de la vida e historia humanas para abrirlo al misterio de Dios, para \u2014seg\u00fan dir\u00eda Rahner\u2014 \u00absaberse infinitamente m\u00e1s que simples hombres\u00bb.
        \nUn transcurso pedag\u00f3gico as\u00ed, demanda a la pastoral juvenil, al menos, tres opciones cardinales: 1\/ Traducir y actuar la fe y la religi\u00f3n como \u00absentido salvador\u00bb, es decir, restituyendo vida \u2014con su dignidad y seriedad\u2014 a la existencia concreta de los j\u00f3venes; 2\/ Situar los procesos educativos en la vida colectiva y cotidiana con modelos de pedagog\u00eda social que arranquen de la persona en grupo, etc.; 3\/ Implicarse todos, j\u00f3venes y educadores, en afrontar la realidad tomando partido, con actitudes y compromisos concretos.
        \n 
        \nEstas opciones, particularmente la primera, reclaman una profunda y coherente reconstrucci\u00f3n (humanizadora) de la pr\u00e1ctica religiosa, en consonancia con la articulaci\u00f3n de la fe cristiana en torno a la Encarnaci\u00f3n \u2014sacramentos, oraci\u00f3n, celebraciones, etc.\u2014.
        \nTodas ellas, en suma, remiten a una pastoral juvenil donde compartir con los j\u00f3venes tiempos, espacios y temas. El tiempo de la vida cotidiana, en el espacio privilegiado de la escuela, para resucitar constantemente el tema del sentido; el tiempo libre, tiempo de calle y \u2014\u00a1ojal\u00e1!\u2014 de centro juvenil, para introducir el tema de la solidaridad en una identidad tejida en el\u00a0grupo de<\/em>\u00a0iguales,\u00a0<\/em>expuesta al peligro del aislamiento ego\u00edsta; el \u00abtiempo interior\u00bb, amasado en la soledad, para abrir huecos a la invocaci\u00f3n y a la trascendencia
        [7]<\/a>.\u00a0n
        \nJos\u00e9 Luis Moral<\/strong>
        \n 
        \n
        [1]<\/a>\u00a0No nos detenemos a describir el contexto actual ni el estudio sociol\u00f3gico sobre el que construimos esta reflexi\u00f3n (J.\u00a0ELZO ET ALII,\u00a0J\u00f3venes espa\u00f1oles \u201999,\u00a0<\/em>Fundaci\u00f3n \u00abSanta Mar\u00eda\u00bb, Madrid 1999). Quede claro, con todo, que no se puede hablar de la juventud como si de una categor\u00eda real y uniforme se tratara:\u00a0no hay juventud sino j\u00f3venes,<\/em>\u00a0cuya diversidad y pluralidad necesariamente se difumina cuando tratamos de dibujar algunos perfiles comunes a todos ellos. Adem\u00e1s, si tuvi\u00e9ramos que apuntar una de las novedades m\u00e1s significativas de las nuevas generaciones, quiz\u00e1 debi\u00e9ramos referirnos, por desgracia, a las pocas diferencias que las separan de las adultas. Las disparidades intergeneracionales no son muy grandes: cada vez los j\u00f3venes se parecen m\u00e1s a quienes ya no lo somos, sobre todo en las contradicciones que los mayores no sabemos o no queremos evitar. Por otra parte, en todas las \u00e9pocas, el debate alrededor de los j\u00f3venes ha sido uno de los temas con que la sociedad ha reflexionado acerca de s\u00ed misma. De ah\u00ed que corramos el peligro de olvidar que, propiamente hablando, no hay problemas o cuestiones juveniles, sino problemas sociales que se reflejan o condensan en los j\u00f3venes.
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        [2]<\/a>\u00a0La verdad es que se habla m\u00e1s de educaci\u00f3n \u00aben\u00bb e, incluso, \u00abde\u00bb la fe. Sin embargo, como bien ha hecho notar J.L. Corzo [cf.\u00a0La educaci\u00f3n de la fe ante el nuevo milenio,<\/em>\u00a0\u00abS\u00ednite\u00bb 122(1999), 457-476], si en castellano empleamos cual expresi\u00f3n m\u00e1s usual \u00abeducaci\u00f3n a la paz\u00bb, etc., algo semejante debi\u00e9ramos hacer en este caso. Por lo dem\u00e1s, as\u00ed se manifestaba el documento de la Congregaci\u00f3n para la Educaci\u00f3n cat\u00f3lica sobre \u00abLa escuela cat\u00f3lica\u00bb (1977): \u201cLa Escuela Cat\u00f3lica entra de lleno en la misi\u00f3n salv\u00edfica de la Iglesia y particularmente en la exigencia de la educaci\u00f3n a la fe\u00bb (n. 9).
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        [3]<\/a>\u00a0Tomamos la expresi\u00f3n de\u00a0M. DE UNCITI:\u00a0cf.\u00a0Teolog\u00eda en vaqueros,<\/em>\u00a0PPC, Madrid 2000, 17-86.
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        [4]<\/a>\u00a0Misi\u00f3n Joven<\/em><\/strong>\u00a0ha estudiado esta tem\u00e1tica desde diferentes puntos de vista. Remitimos a uno particularmente clarificador: cf. A.\u00a0TORRES QUEIRUGA,\u00a0Recuperar los caminos de Dios (con los j\u00f3venes),<\/em>\u00a0\u00abMisi\u00f3n Joven\u00bb 264-265(1999), 5-16.
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        [5]<\/a>\u00a0Cf. J.L.\u00a0CORZO,\u00a0Raz\u00f3n pedag\u00f3gica y acci\u00f3n pastoral,\u00a0<\/em>\u00abMisi\u00f3n Joven\u00bb 278(2000), 27-32 y 49-52.
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        [6]<\/a>\u00a0Ibid., p. 30.
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        [7]<\/a>\u00a0Cf. J.L.\u00a0MORAL,\u00a0Los j\u00f3venes, met\u00e1fora y profec\u00eda del cambio de siglo,\u00a0<\/em>\u00abMisi\u00f3n Joven\u00bb 270-271(1999), 51-62, ah\u00ed hemos tratado espec\u00edfica y m\u00e1s ampliamente todos estos aspectos.[\/vc_column_text][\/vc_column][\/vc_row]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

        [vc_row][vc_column][vc_column_text] \u00a0 La Iglesia se est\u00e1 alejando de los j\u00f3venes, aunque tambi\u00e9n ellos vivan distanciados… Los \u00faltimos estudios dejan bien calaro el agotamiento de las actuales v\u00edas para la socializaci\u00f3n religiosa. Es necesario repensar y reconstruir con los j\u00f3venes la fe y la religi\u00f3n. Nos enfrantamos, en primer lugar, a una cuesti\u00f3n de competencia o […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[122,499,7,94],"tags":[],"class_list":["post-11933","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-2000-mision-joven-2","category-estudios-281","category-jose-luis-moral","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11933"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=11933"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11933\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=11933"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=11933"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=11933"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}