{"id":11979,"date":"2000-04-01T10:52:22","date_gmt":"2000-04-01T08:52:22","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=11979"},"modified":"2000-04-01T10:52:22","modified_gmt":"2000-04-01T08:52:22","slug":"espiritualidad-ecofeminista","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/espiritualidad-ecofeminista\/","title":{"rendered":"Espiritualidad ecofeminista"},"content":{"rendered":"
[vc_row][vc_column][vc_column_text]S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO [vc_row][vc_column][vc_column_text]S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO Contemplando el mar de la vida, la autora nos dibuja algunos mapas \u00abeco-femeninos\u00bb del mismo \u2014diversos de los habituales nacidos de la dominaci\u00f3n masculina (econ\u00f3mico-social, cultural y religiosa) y de la explotaci\u00f3n de la naturaleza\u2014, analiza diversos catalejos o teolog\u00edas que hist\u00f3ricamente han condicionado la visi\u00f3n y, por \u00faltimo, apunta la existencia […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[122,481,482,94],"tags":[],"class_list":["post-11979","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-2000-mision-joven-2","category-estudios-279","category-margarita-pintos","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11979"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=11979"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11979\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=11979"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=11979"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=11979"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\nContemplando el mar de la vida, la autora nos dibuja algunos mapas \u00abeco-femeninos\u00bb del mismo \u2014diversos de los habituales nacidos de la dominaci\u00f3n masculina (econ\u00f3mico-social, cultural y religiosa) y de la explotaci\u00f3n de la naturaleza\u2014, analiza diversos catalejos o teolog\u00edas que hist\u00f3ricamente han condicionado la visi\u00f3n y, por \u00faltimo, apunta la existencia de una nueva br\u00fajula \u2014el \u00abecofeminismo\u00bb\u2014 para orientar la navegaci\u00f3n hacia nuevos puertos en los que recuperar la experiencia m\u00edstica y, en definitiva, una espiritualidad de la vida y de la naturaleza. A lo largo de este viaje, se deja constancia concreta de una nueva manera de vivir la fe cristiana con todas las implicaciones que comporta.
\n
\nMargarita Pintos de Cea-Naharro<\/strong>\u00a0es te\u00f3loga y profesora en el \u00abLiceo Alem\u00e1n\u00bb (Madrid).
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\n
\n
\nPrimero estaba el mar.<\/em>
\nTodo estaba oscuro.<\/em>
\nNo hab\u00eda sol, ni luna, ni gente, ni animales, ni plantas.<\/em>
\nEl mar estaba en todas partes.<\/em>
\nEl mar era la madre.<\/em>
\nLa madre no era gente, ni nada, ni cosa alguna.<\/em>
\nElla era esp\u00edritu de lo que iba a venir.<\/em>
\nY ella era pensamiento y memoria.<\/em>
\nMITOLOG\u00cdA KOGUI
\n
\nEstaba participando en una reuni\u00f3n de Te\u00f3logas de Am\u00e9rica Latina y el Caribe en Bogot\u00e1 (Colombia), cuando en el Museo del Oro de la ciudad fui sorprendida por este maravilloso poema mitol\u00f3gico de sus m\u00e1s antiguos pobladores. Siendo el \u00fanico pa\u00eds latinoamericano que tiene salida a los dos oc\u00e9anos, no es de extra\u00f1ar la importancia de la mar para la vida cotidiana de sus habitantes.
\nY es que en la vida cotidiana, como en el mar, no hay caminos sino corrientes, que unas veces nos ayudan a llegar a un puerto seguro, otras nos arrastran a la deriva y algunas nos hacen encallar.
\nOs invito a la aventura de conocer nuestro mar, para descubrir el espacio de la espiritualidad. Como mujer, te\u00f3loga y parte de las especies vivas voy a utilizar algunos mapas (feminismos), catalejos (teolog\u00edas) y br\u00fajulas (ecofeminismos) para que nos ayuden en la navegaci\u00f3n.
\n
\n <\/p>\n\n
\nCuando miramos a nuestro alrededor y utilizamos nuestros cinco sentidos percibimos la contaminaci\u00f3n del aire, del agua y de la tierra, el agotamiento de los recursos b\u00e1sicos de la naturaleza; la superpoblaci\u00f3n o m\u00e1s bien, el hambre y la pobreza crecientes de la mitad de la poblaci\u00f3n del mundo, especialmente del Tercer Mundo, etc.: a esto lo llamamos crisis ecol\u00f3gica, que son muchas crisis entrelazadas. Estos fen\u00f3menos se entienden como elementos del modelo de desarrollo moderno, que explota los recursos de la naturaleza pero no se interesa en la restauraci\u00f3n de ellos ni en la justicia entre seres humanos.
\n
\nDesde el desarrollo de la agricultura, las personas hemos ampliado nuestras propias bases de alimentaci\u00f3n utilizando la tierra, las plantas y los animales como objetos de control y manipulaci\u00f3n. Durante este proceso algunos humanos, varones dominantes, han empezado a ampliar hasta el m\u00e1ximo su poder y su riqueza en perjuicio de otros humanos. Entonces la comunidad de la naturaleza y de la humanidad misma se vio dividida en sujetos dominadores y objetos explotados. S\u00f3lo cuando el sistema de explotaci\u00f3n alcanza lo m\u00e1ximo, cuando comienza a minar la calidad de vida de aquellos que se encuentran en la cima, nace la conciencia de una crisis ecol\u00f3gica.
\nPero no es seguro que la respuesta a esta conciencia de crisis ecol\u00f3gica vaya a ser una voluntad de reconstruir el sistema de explotaci\u00f3n desde su base. El instinto de los que se aprovechan de este sistema, es buscar c\u00f3mo sostener su propio estilo de vida confortable sin importarle las v\u00edctimas: los pobres se vuelven as\u00ed cada vez m\u00e1s pobres, y la destrucci\u00f3n del medio ambiente se va volviendo irreparable en algunas zonas.
\n
\nEl \u00abeco-feminismo\u00bb es un movimiento, extendido por todo nuestro planeta, que quiere poner fin a la dominaci\u00f3n estructural y sistem\u00e1tica sobre la naturaleza y acabar con los aspectos androc\u00e9ntricos de nuestra cultura patriarcal, porque reconoce nuestro enraizamiento en la naturaleza, la interconexi\u00f3n con todas las formas de vida y la dimensi\u00f3n sagrada de todo lo creado.
\nPara las ecofeministas occidentales la conexi\u00f3n entre la dominaci\u00f3n de la mujer y la explotaci\u00f3n de la naturaleza se hace, en un primer momento, a\u00a0nivel cultural\u2013simb\u00f3lico<\/em>. La cultura patriarcal define a la mujer como \u00abm\u00e1s cercana a la naturaleza\u00bb, o la coloca en el lado \u00abnaturaleza\u00bb de la divisi\u00f3n \u00abnaturaleza\u2013cultura\u00bb.
\nEsto se comprueba por la manera en que la mujer se asocia con el cuerpo, la tierra, la sexualidad, la carne mortal, y la propensi\u00f3n al pecado; por otro lado, lo masculino se asocia con el esp\u00edritu, la mente, y el poder soberano sobre la mujer y la naturaleza.
\n
\nHagamos un alto para recordar ahora este poema de Mario Benedetti:
\nDice el mercado: el cuerpo es un negocio.<\/em>
\nDice la Iglesia: el cuerpo es una culpa.<\/em>
\nDice el cuerpo: Yo soy una fiesta.<\/em>
\n
\nUn segundo nivel de an\u00e1lisis ecofeminista va m\u00e1s all\u00e1, explora\u00a0la base socio\/econ\u00f3mica<\/em>, a partir de la cual la dominaci\u00f3n del cuerpo y del trabajo de la mujer est\u00e1 relacionada con la explotaci\u00f3n de la tierra, el agua y los animales. Esta perspectiva examina c\u00f3mo las mujeres, como g\u00e9nero, han sido colonizadas por el patriarcado en tanto sistema legal, econ\u00f3mico, social y pol\u00edtico. Examina tambi\u00e9n c\u00f3mo esta colonizaci\u00f3n del cuerpo y del trabajo de la mujer funciona como la infraestructura invisible de la extracci\u00f3n de recursos naturales.
\nEsta forma socioecon\u00f3mica de an\u00e1lisis ecofeminista ve los patrones cultural-simb\u00f3licos mediante los cuales la mujer y la naturaleza son inferiorizadas e identificadas entre s\u00ed, como una superestructura ideol\u00f3gica a trav\u00e9s de la cual el sistema de dominaci\u00f3n econ\u00f3mico y legal de la mujer, la tierra y los animales, se justifica y se hace aparecer como \u00abnatural\u00bb e inevitable dentro de una cosmovisi\u00f3n totalmente patriarcal.
\n
\nLas ecofeministas que se concentran en el an\u00e1lisis del sistema econ\u00f3mico que existe bajo la ideolog\u00eda patriarcal de subordinaci\u00f3n de la mujer y la naturaleza, por lo general, quieren incluir tambi\u00e9n el reconocimiento de la existencia de una jerarqu\u00eda de clase y de raza. \u00abLas mujeres\u00bb no son un grupo homog\u00e9neo. Tenemos que examinar la estructura total de clases de una sociedad \u2014combinada con una jerarqu\u00eda racial\u2014 y analizar c\u00f3mo una jerarqu\u00eda de g\u00e9nero se inserta dentro de una jerarqu\u00eda de clase y raza. Lo que comparten en un sentido general todas las mujeres es que son definidas como madres, criadoras de hijos y objetos sexuales.
\nLas diferentes corrientes feministas hab\u00edan criticado tambi\u00e9n, a\u00f1os antes, la cultura y el sistema econ\u00f3mico-social en el que se define a las mujeres como un grupo subordinado y marginado de la vida p\u00fablica. En la ideolog\u00eda patriarcal, la naturaleza es una realidad femenina, solamente algo material y sin esp\u00edritu. No tiene vida en s\u00ed misma. Entonces, la naturaleza es solamente una herramienta para ser explotada por los hombres. Las ra\u00edces culturales de la crisis ecol\u00f3gica se hallan en esta actitud doble, tanto hacia la mujer como hacia la naturaleza: las dos se ven como realidades sin esp\u00edritu.
\n
\nPara crear una cultura y una sociedad ecol\u00f3gicas, tendr\u00edamos que cambiar todas las relaciones de dominaci\u00f3n y explotaci\u00f3n, por unas relaciones basadas en el apoyo mutuo. Los seres humanos, entre s\u00ed mismos y con las dem\u00e1s criaturas, deber\u00edamos vernos como miembros de una misma comunidad.
\nPor otra parte, la tradici\u00f3n cristiana enraizada en los mundos hebreo y grecorromano ha sido se\u00f1alada como la fuente principal de los patrones cultural-simb\u00f3licos que han\u00a0inferiorizado<\/em>\u00a0a la mujer y a la naturaleza. El hombre occidental de clase dominante ha adoptado como su principal mito de identidad al Dios patriarcal de la Biblia hebrea \u2014quien define como fuera y sobre el mundo material como su Creador y Se\u00f1or\u2014 combinado con la dicotom\u00eda esp\u00edritu y materia de los fil\u00f3sofos griegos. Ha hecho este Dios a la imagen de su propia aspiraci\u00f3n de ser separado de, y dominante sobre, el mundo material, la tierra y los seres vivos (o \u00abrecursos\u00bb no humanos), y los grupos subyugados de seres humanos.
\n
\nLa cr\u00edtica al cristianismo y a la ideolog\u00eda cient\u00edfica, como fuentes y reforzadores principales de la dominaci\u00f3n sobre la mujer y la naturaleza, se asocia frecuentemente a lo que se podr\u00eda llamar una historia ecofeminista de la \u00abca\u00edda del para\u00edso\u00bb. En esta historia se afirma que en los tiempos de caza-recolecci\u00f3n y caza-horticultura, los humanos viv\u00edan en unas sociedades igualitarias en una relaci\u00f3n benigna con el resto de la naturaleza. El sistema social de guerra, violencia y dominaci\u00f3n masculina habr\u00eda llegado con una serie de invasiones por parte de pueblos patriarcales de las estepas del norte, entre el sexto y el tercer milenio a. C., transformando a las sociedades igualitarias en sociedad de dominaci\u00f3n militarizada.
\nEn este cambio habr\u00eda sido clave una revoluci\u00f3n religiosa que produjo un desplazamiento desde la adoraci\u00f3n de una Diosa, que representaba la fuerza vital dentro de la naturaleza, hacia un Dios patriarcal colocado fuera, a la manera del Se\u00f1or guerrero. La implicaci\u00f3n de esta historia ecofeminista de la \u00abca\u00edda del para\u00edso\u00bb es que la recuperaci\u00f3n de una asociaci\u00f3n entre hombres y mujeres, y una relaci\u00f3n sustentadora de vida con la naturaleza, nos exigen un rechazo de todas las formas de religi\u00f3n patriarcal, y un regreso a la \u2014o una reinvenci\u00f3n de alguna forma de\u2014 adoraci\u00f3n a la antigua Diosa de la naturaleza.
\nEste punto de vista es expresado por grupos de mujeres y algunos hombres, no simplemente como teor\u00eda sino como una pr\u00e1ctica que se traduce en la creaci\u00f3n de grupos de celebraci\u00f3n que desarrollan pr\u00e1cticas rituales que se postulan como una reedici\u00f3n de la antigua adoraci\u00f3n a la Diosa.
\n
\nPero esta transformaci\u00f3n no se dar\u00e1 sin un cambio paralelo sobre nuestra idea de Dios, de nuestra visi\u00f3n de la relaci\u00f3n entre Dios y la creaci\u00f3n en todas sus dimensiones. Debemos reformular nuestra idea de Dios que no puede ser un poder impositivo que ordena relaciones de dominaci\u00f3n, sino m\u00e1s bien un poder de apoyo mutuo, la fuente de la vida verdadera. Dicho Dios debe ser un Creador que ordena relaciones de apoyo mutuo, tanto entre varones y mujeres, como entre todos los grupos en la sociedad mundial, y entre los seres humanos y la naturaleza. Solamente cuando entendemos que Dios es la fuente y la base que nos llama a vivir apoy\u00e1ndonos mutuamente, podemos reconstruir con eficacia nuestra visi\u00f3n del mundo.
\nEste texto de Eduardo Galeano puede usarse de catalejo para \u00abver\u00bb un poco m\u00e1s all\u00e1:
\n
\n\u00abFe de erratas: donde el Antiguo Testamento dice lo que dice, debe decir lo que quiz\u00e1 me ha confesado su principal protagonista: L\u00e1stima que Ad\u00e1n fuera tan bruto. L\u00e1stima que Eva fuera tan sorda. Y l\u00e1stima que yo no supe hacerme entender.
\nAd\u00e1n y Eva eran los primeros seres humanos que de mi mano nac\u00edan y reconozco que ten\u00edan ciertos defectos de estructura, armado y terminaci\u00f3n. Ellos no estaban preparados para escuchar ni para pensar. Y yo\u2026 bueno, quiz\u00e1\u00a0yo no estaba preparado para hablar. Antes de Ad\u00e1n y Eva, nunca hab\u00eda hablado con nadie. Yo hab\u00eda pronunciado bellas frases, como \u00abH\u00e1gase la luz \u00bb, pero siempre en soledad. As\u00ed que aquella tarde, cuando me encontr\u00e9\u201a con Ad\u00e1n y Eva a la hora de la brisa, no fui muy elocuente. Me faltaba pr\u00e1ctica.
\nLo primero que sent\u00ed fue asombro. Ellos acababan de robar la fruta del \u00e1rbol prohibido, en el centro del Para\u00edso. Ad\u00e1n hab\u00eda puesto cara de general que viene de entregar la espada y Eva miraba al suelo, como contando hormigas. Pero los dos estaban incre\u00edblemente j\u00f3venes y bellos y radiantes. Me sorprendieron. Yo los hab\u00eda hecho; pero yo no sab\u00eda que el barro pod\u00eda ser luminoso.
\nDespu\u00e9s, lo reconozco, sent\u00ed envidia. Como nadie puede darme \u00f3rdenes, ignoro la dignidad de la desobediencia. Tampoco puedo conocer la osad\u00eda del amor, que exige dos. En homenaje al principio de autoridad me aguant\u00e9 las ganas de felicitarlos por haberse hecho s\u00fabitamente sabios en pasiones humanas.
\nEntonces, vinieron los equ\u00edvocos. Ellos entendieron ca\u00edda donde yo habl\u00e9\u201a de vuelo. Creyeron que un pecado merece castigo si es original. Dije que peca quien desama: entendieron que peca quien ama. Donde anunci\u00e9\u201a pradera de fiesta, entendieron valle de l\u00e1grimas. Dije que el dolor era la sal que daba gusto a la aventura humana: entendieron que yo los estaba condenando al otorgarles la gloria de ser mortales y loquitos. Entendieron todo al rev\u00e9s. Y se lo creyeron.
\n\u00daltimamente ando con problemas de insomnio. Desde hace algunos milenios, me cuesta dormir. Y dormir me gusta, me gusta mucho, porque cuando duermo, sue\u00f1o. Entonces me hago amante o amanta, me quemo en el fuego fugaz de los amores de paso, soy c\u00f3mico de la lengua, pescador de lata mar o gitana adivinadora de la suerte; del \u00e1rbol prohibido devoro hasta las hojas y bebo y bailo hasta rodar por los suelos. Cuando despierto, estoy solo. No tengo con quien jugar, porque los \u00e1ngeles me toman tan en serio, ni tengo a quien desear. Estoy condenado a desearme a m\u00ed mismo. De estrella en estrella ando vagando, aburri\u00e9ndome en el universo vac\u00edo. Me siento muy cansado, me siento muy solo. Yo estoy solo, yo soy solo, solo por la eternidad\u00bb.
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\nEste Dios necesita de nosotr@s para realizar lo que pretend\u00eda con la creaci\u00f3n. No es una cuesti\u00f3n que se resuelve racionalmente, sino existencialmente. \u00abHace demasiado fr\u00edo en el mundo para que creamos que se puede vivir sin estar abrigados bajo el manto de Dios. La gracia nos da calor pero al mismo tiempo nos ayuda a tejer el manto de Dios\u00bb[1]<\/a>.
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\n <\/p>\n\n
\nUna vez conocida la mar, aunque parcialmente, podemos iniciar nuestra traves\u00eda para descubrir su \u00abmemoria y pensamiento\u00bb (que dec\u00eda el poema inicial), ya que vemos tanto con los ojos como con el saber atesorado en nuestra memoria; pero, sobre todo, vemos con toda nuestra experiencia vital. Y \u00e9ste es el n\u00facleo de la teolog\u00eda feminista (TF) que ha hecho que las mujeres seamos agentes de una nueva espiritualidad.
\nCuando buscamos a nuestras antepasadas, muchas veces descubrimos que aceptaron un papel secundario y dependiente, marcadas por una \u00abcultura de la obediencia\u00bb en la que el culto a la autoridad estaba (y est\u00e1) muy presente; fueron socializadas para no desempe\u00f1ar cargos p\u00fablicos, para que \u00abestar en casa\u00bb se convirtiera en el lugar ideal para la realizaci\u00f3n del ser femenino; pero sobre todo asum\u00edan el pensamiento teol\u00f3gico de los hombres de iglesia porque ellos sab\u00edan m\u00e1s sobre Jes\u00fas, sobre la Biblia y eran los que mejor pod\u00edan interpretar la moral cristiana haciendo alarde de su fidelidad a la tradici\u00f3n primitiva.
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\nAlgunas mujeres del pasado nos dejaron, a pesar de la situaci\u00f3n adversa, toda una elaboraci\u00f3n de su espiritualidad porque fueron capaces de \u00abvivir en profundidad\u00bb su vida cotidiana. Pusieron por escrito sus experiencias, muchas veces obligadas por sus confesores, y su pensamiento ha llegado hasta nosotras a trav\u00e9s de cartas, autobiograf\u00edas o biograf\u00edas. Si queremos sentirnos vinculadas con nuestras antepasadas, tenemos que leerlas para conocerlas, y as\u00ed nos daremos cuenta que no somos las primeras, ni estamos solas en este mar de la espiritualidad.
\nHagamos algunas breves calas hist\u00f3ricas para que nos animemos a conocerlas mejor:
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\nn\u00a0En el cristianismo primitivo l@s excluidas por la sociedad patriarcal adquirieron en las primeras comunidades un estatuto de igualdad que les permiti\u00f3 ser ellas mismas liderando grupos y movimientos liberadores y prof\u00e9ticos. Ellas eran la mediaci\u00f3n con la divinidad.
\nn\u00a0Ya en el siglo IV la alianza del cristianismo con el patriarcado les neg\u00f3 el Logos para poder elaborar su pensamiento y experiencias teol\u00f3gicas, reduciendo a la mayor\u00eda de las mujeres a una posici\u00f3n de sometimiento porque el \u00abhombre fue creado primero\u00bb. Aparece el \u00abservicio subordinado\u00bb como la espiritualidad posible para las mujeres en la iglesia.
\nn\u00a0Pasaron de mediadoras de la divinidad a servidoras de sus representantes.<\/em>
\nn\u00a0Durante el Medioevo la identidad de las mujeres se centra en un \u00abser para otros\u00bb. Sus virtudes: la renuncia, el servicio, el cuidado… En definitiva la entrega de su subjetividad, de su cuerpo, de su afecto, de su trabajo, de sus bienes y recursos, etc. El poder, el saber y la raz\u00f3n quedan en manos del poder patriarcal que dicta las prohibiciones y los deberes. Es la \u00e9poca de los grandes debates sobre la sexualidad que hicieron sentir a muchas mujeres culpables: el objetivo era poder controlar su comportamiento.
\nEn este contexto surgen Monasterios como espacios de libertad para algunas mujeres. En ellos se llevan a cabo tareas intelectuales y encontraron en la figura de Mar\u00eda el inicio de una genealog\u00eda femenina. La pr\u00e1ctica de la caridad para el perd\u00f3n de los pecados y ganar la vida eterna fue la actividad que los cl\u00e9rigos impusieron a las mujeres que quer\u00edan alcanzar estas metas, y en ella basaron su espiritualidad
\n
\nn\u00a0Las beatas en Castilla y las beguinas en Arag\u00f3n crearon espacios dom\u00e9sticos sin lazos de sangre y sin autoridad masculina para encontrar un camino espiritual de uni\u00f3n con la divinidad, sin la mediaci\u00f3n de la clerec\u00eda.
\nn\u00a0En el contexto de la Reforma proliferan las iluminadas, las m\u00edsticas, las descalzas que quieren andar el camino de la vida iluminando los obst\u00e1culos que les imped\u00edan la uni\u00f3n con la divinidad.
\nMuchas ejercen un liderazgo espiritual, no s\u00f3lo con otras mujeres, sino con cl\u00e9rigos y con reyes (M. Jes\u00fas de \u00c1greda). Otras recuperaron el aspecto prof\u00e9tico y contemplativo del cristianismo primitivo y elaboraron modelos de oraci\u00f3n para hombres y mujeres (Teresa de \u00c1vila).
\nCrearon nuevas im\u00e1genes de la divinidad, centr\u00e1ndose en sus aspectos femeninos; proclamaron a la Madre como la segunda persona de la Trinidad representando \u00abla profundidad de la sabidur\u00eda\u00bb (Juliana de Norwich). Denunciaron la corrupci\u00f3n de la jerarqu\u00eda eclesi\u00e1stica y trabajaron para purificar las \u00f3rdenes existentes (Catalina de Siena).
\nAlgunas fueron obedientes a la Iglesia, no reclamaron poder para ellas y aceptaron un gu\u00eda masculino, mientras que otras reclamaron su derecho absoluto a definir y a controlar el acceso a Dios (Margarita Perote, quemada en la hoguera) o cuestionaron la validez de los sacramentos (Mar\u00eda Cazalla).
\nDefendieron la encarnaci\u00f3n de Dios en una mujer, como Maifreda que afirmaba de su maestra: \u00abGuillerma es Dios\u00bb. Para ella era la encarnaci\u00f3n femenina de Dios, y quer\u00eda recuperar su cuerpo de mujer como presencia de la divinidad.
\n
\nNo podemos dejar de acudir a Hildegarda de Bingen (1098-1179). Su obra\u00a0Scivias: Conoce los caminos[2]<\/a>,<\/em>\u00a0es una de las cumbres de la teolog\u00eda m\u00edstica medieval. As\u00ed describe su despertar espiritual: \u00abCuando ten\u00eda cuarenta y dos a\u00f1os y siete meses de edad, del cielo vino a m\u00ed una luz de fuego deslumbrante; inund\u00f3 mi cerebro todo y, cual llama que aviva pero no abrasa, inflam\u00f3 todo mi coraz\u00f3n y mi pecho, as\u00ed como el sol calienta las cosas al extender sus rayos sobre ellas. Y, de pronto, goc\u00e9 del entendimiento\u2026\u00bb[3]<\/a>.
\nHildegarda propone una teolog\u00eda centrada en la creaci\u00f3n y grita: \u00ab\u00a1La tierra no debe ser herida, la tierra no debe ser destruida!\u00bb. Advierte que la indiferencia e injusticia con la naturaleza causar\u00e1n privaciones para la humanidad misma porque la creaci\u00f3n demanda justicia. Es una de las mujeres que m\u00e1s consciente ha sido de la presencia divina dentro de la naturaleza.
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\nCuando las \u00f3rdenes religiosas empiezan sus fundaciones de educaci\u00f3n, sanidad, etc. ejerciendo una funci\u00f3n de suplencia del estado, la espiritualidad aparece condicionada por el ejercicio de sus trabajos y vuelven al dualismo alma\/cuerpo. \u00c9ste es el principio del mal, por eso hay que ocultarlo, callarlo o castigarlo. La ascesis f\u00edsica y moral de las \u00f3rdenes contemplativas y tambi\u00e9n activas, lleva hasta la muerte de ese\u00a0\u00abotro\u00bb<\/em>\u00a0(cuerpo) que impide la uni\u00f3n con Dios. Morir j\u00f3venes es el sue\u00f1o de muchas piadosas mujeres. La solo alimentaci\u00f3n con la Eucarist\u00eda lleva a la anorexia de muchas m\u00edsticas de esta \u00e9poca. El modelo o paradigma de esta espiritualidad es Teresita de Lisieux o mejor la que aparece en sus escritos muchos de ellos llenos de interpolaciones.
\nM\u00e1s cercana a nosotros Simone Weil, m\u00edstica compasiva, renuncia a su situaci\u00f3n familiar y profesional acomodada y vive en su propia carne las condiciones infrahumanas de la clase obrera, trabajando manualmente. Su espiritualidad es un ejemplo de alguien que utiliza la mediaci\u00f3n de la sensibilidad-solidaridad con l@s marginados como camino de acceso a la divinidad.
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\nPoco a poco nuestras dudas se est\u00e1n convirtiendo en luces que nos orientan y ayudan a descubrir nuevas corrientes que nos empujan hacia puertos seguros.
\nLa teolog\u00eda feminista plantea el\u00a0ecofeminismo<\/em>\u00a0como un nuevo lugar desde donde recuperar la experiencia m\u00edstica. Surge como una cr\u00edtica con respecto a la modernidad y desaf\u00eda la estructura patriarcal subyacente en el cristianismo. Cuestiona una teolog\u00eda que ve a Dios por encima de todas las cosas y propone una nueva relaci\u00f3n con la tierra y con el cosmos consider\u00e1ndolo parte de nuestro mismo cuerpo.
\nEn este puerto podemos aprender a criticar las im\u00e1genes masculinas de Dios y como consecuencia nos cuestionaremos algunas afirmaciones teol\u00f3gicas; seguramente sentiremos la necesidad de reformular un credo que incorpore nuestra historia, nuestros dolores, nuestras convicciones y esperanzas.
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\nTenemos que ser conscientes de que estamos intentando remover las bases de una tradici\u00f3n milenarista muy interiorizada en nuestros cuerpos. Esto nos puede proporcionar incertidumbre e inseguridad a la vez que una eficaz ayuda porque podemos seguir aprendiendo del pasado y apostando por los nuevos desaf\u00edos del presente a la vez que a asumir las cr\u00edticas que hacemos a los dogmatismos patriarcales presentes en nuestras formulaciones religiosas y a estar atentas para no caer en otros nuevos.
\nUno de los pasos m\u00e1s importantes que muchas mujeres han conseguido dar es comprender que su vida cotidiana, con su monoton\u00eda y su riqueza, es una fuente de espiritualidad que las alimenta. El descubrimiento de que sobre todo lo cotidiano es lo que da consistencia a nuestra existencia puede ser lo m\u00e1s importante para nosotras. De repente, el presente, el momento actual, pasa a tener una densidad mayor y percibimos que es \u00aben este momento\u00bb, en el que tenemos que hacer las cosas que creemos importantes (ser feliz, construir la justicia, buscar la paridad\u2026).
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\nEs la vida misma la que tiene una dimensi\u00f3n espiritual que le da todo su sentido. No se trata de inventar una espiritualidad o una escuela espiritual para motivar el respeto y la lucha por la defensa de todo lo que vive. En la simple vida cotidiana se puede encontrar el alimento para el sustento del respeto, la dignidad y la justicia.
\nLa espiritualidad no es algo que viene de fuera, sino que se encuentra dentro de la existencia cotidiana. Sin duda, esta espiritualidad no tiene una estructura organizada, pero se desenvuelve marcada por las necesidades, por los encuentros y b\u00fasquedas que caracterizan la vida de las mujeres. Esta informalidad es afirmar y acoger la presencia del misterio de Dios en medio de la vida de cada persona, es la que da sentido a la solidaridad.
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\nAunque vayamos por la mar, no podemos olvidarnos de tener nuestros sentidos alerta para descubrir todo lo que vive a nuestro alrededor. Instaurar unas relaciones justas con el conjunto del ecosistema implica creernos que nuestra vida depende de la vida del planeta. Podemos poner algunos ejemplos:
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\n– La lucha por el pleno empleo pasa por un trabajo que no destruya la vida.
\n– La salud de la comunidad humana significa la salud de la tierra.
\n– Las peque\u00f1as conquistas pasan por la calidad de vida que garantice el equilibrio de todo proceso vital.
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\nEst\u00e1 creciendo la conciencia de que somos parte de un cuerpo vivo y que la agresi\u00f3n al cuerpo de la naturaleza significa una agresi\u00f3n a nuestro propio cuerpo. Por eso, nuestra causa se torna cada vez m\u00e1s una causa com\u00fan que nos lleva a percibir c\u00f3mo nuestras instituciones religiosas deber\u00edan insistir en la superaci\u00f3n de las divisiones doctrinales. La destrucci\u00f3n ecol\u00f3gica es un hecho alarmante y no siempre nuestras comunidades religiosas afirman la conexi\u00f3n y la interdependencia entre la vida humana y el ecosistema.
\nHoy se empieza a desarrollar una visi\u00f3n m\u00e1s totalizadora que poco a poco va recuperando la integridad y la interconexi\u00f3n de varios elementos de la vida. Se percibe que en los an\u00e1lisis econ\u00f3micos la dimensi\u00f3n ecol\u00f3gica y la dimensi\u00f3n de g\u00e9nero se est\u00e1 introduciendo de forma significativa. Lo mismo podr\u00edamos decir de las reflexiones teol\u00f3gicas cada vez m\u00e1s conectadas con la naturaleza y los seres humanos desde una antropolog\u00eda no patriarcal y en conexi\u00f3n con la vida cotidiana. Sentimos la llamada a una hermandad\/sororidad com\u00fan con todos los elementos y a trav\u00e9s de esta actitud recuperar las tradiciones liberadoras que forman parte de nuestra cultura.
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\nEsta interdependencia nos llevar\u00e1 a una nueva manera de vivir nuestra fe cristiana, procurando ser m\u00e1s\u00a0inclusivas de la diversidad<\/em>\u00a0que constituye todas las vidas; abri\u00e9ndonos a una\u00a0imagen de Dios-misterio<\/em>\u00a0que atraviesa y sustenta el tejido de la vida situ\u00e1ndonos al margen de esquemas jer\u00e1rquicos; con\u00a0una comprensi\u00f3n de la salvaci\u00f3n<\/em>\u00a0que incluya no s\u00f3lo el pluralismo de las necesidades y situaciones, sino tambi\u00e9n el medio ambiente, nuestro medio vital destruido por los intereses econ\u00f3micos;\u00a0conocer la Biblia<\/em>\u00a0con una preocupaci\u00f3n de abrirnos al di\u00e1logo entre las perspectivas propias y la antigua cultura hebrea torn\u00e1ndose as\u00ed en un libro de memoria de nuestras tradiciones religiosas, libro que debe ser enriquecido por las culturas actuales y preguntas que lanza hoy el mundo.\u00a0Realizar celebraciones<\/em>\u00a0donde compartimos, no s\u00f3lo las l\u00e1grimas y las esperanzas, sino tambi\u00e9n la comida hecha por nosotras mismas, y as\u00ed introduciremos en ellas la vida cotidiana. Las voces e historias empiezan a tener importancia y las celebraciones dejan de ser una obra de teatro a la que asistimos como meras espectadoras.
\nEsta es una revoluci\u00f3n espiritual en lo cotidiano que apuesta por un mundo mejor y por la que merece la pena \u00abesperar contra toda esperanza\u00bb.
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\nEsto es lo que os ofrezco para nuestra navegaci\u00f3n: unas claves te\u00f3ricas para una espiritualidad que nos ayuden en la traves\u00eda que ahora comenzamos juntos:
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\n\u00a1\u00a0Integradora de las distintas dimensiones de la vida: unificar experiencias y convicciones, esp\u00edritu y cuerpo, deseos y acciones.
\n\u00a1\u00a0Sentido din\u00e1mico de la espiritualidad: sin normas preestablecidas, abierta y en b\u00fasqueda, capaces de dudar y de apostar todo, cuando descubrimos que nuestro centro est\u00e1 m\u00e1s all\u00e1.
\n\u00a1\u00a0Sanadora y reconfortadora de la vida: como salud para nosotras mismas y como oferta de salvaci\u00f3n para los dem\u00e1s. Unida a hacer el bien a nuestro alrededor y a comprometernos en causas humanizadoras concretas.
\n\u00a1\u00a0Unida fuertemente a una vivencia comunitaria: la relaci\u00f3n grupal como parte de nuestro ser. Queremos una iglesia m\u00e1s igualitaria, participativa, humilde y dialogante.
\n\u00a1\u00a0Sensibles y abiertas al ecumenismo: a las nuevas formas y maneras de rezar, de sentir y vivir la fe. Buscamos y ofrecemos nuevos modos de sentido m\u00e1s all\u00e1 de una determinada tradici\u00f3n cristiana.
\n\u00a1\u00a0La subjetividad como espacio de la manifestaci\u00f3n de Dios y el trabajo por la justicia como realizaci\u00f3n del Reino. El mundo est\u00e1 en Dios y Dios est\u00e1 en el mundo (pan-en-te\u00edsmo)
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\nS\u00f3lo me queda decirnos: \u00a1Buena navegaci\u00f3n!\u00a0n
\n <\/p>\nMargarita Pintos de Cea-Naharro<\/h4>\n
\nq\u00a0Bibliograf\u00eda<\/strong>
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\n\u00a1\u00a0M.\u00a0CORB\u00cd,\u00a0El cam\u00ed interior. M\u00e9s enll\u00e1 de les formes religioses,<\/em>\u00a0Helios, Barcelona 1998.
\n\u00a1\u00a0G.\u00a0EPINEY-BURGARD\u2013E.\u00a0\u00a0ZUM BRUNN,\u00a0Mujeres trovadoras de Dios. Una tradici\u00f3n silenciada de la Europa medieval,<\/em>\u00a0Paid\u00f3s, Barcelona 1998.
\n\u00a1\u00a0I.\u00a0GEBARA,\u00a0Intuiciones ecofeministas. Ensayo para repensar el conocimiento y la religi\u00f3n,\u00a0<\/em>Doble Clic, Uruguay 1998.
\n\u00a1\u00a0A.M.\u00a0HAAS,\u00a0Visi\u00f3n en azul. Estudios de m\u00edstica europea,<\/em>\u00a0Siruela, Madrid 1999.
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\n[2]<\/a>\u00a0HILDEGARDA DE BINGEN,\u00a0Scivias: Conoce los caminos,<\/em>\u00a0Trotta, Madrid 1999.
\n[3]<\/a>\u00a0Ib\u00edd., p\u00e1g. 15.[\/vc_column_text][\/vc_column][\/vc_row]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"