{"id":12002,"date":"2000-03-01T11:39:10","date_gmt":"2000-03-01T09:39:10","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=12002"},"modified":"2000-03-01T11:39:10","modified_gmt":"2000-03-01T09:39:10","slug":"en-busca-de-un-nuevo-paradigma-de-evangelizacion-de-los-jovenes","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/en-busca-de-un-nuevo-paradigma-de-evangelizacion-de-los-jovenes\/","title":{"rendered":"En busca de un nuevo paradigma de evangelizaci\u00f3n de los j\u00f3venes"},"content":{"rendered":"
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\nVicente Marqu\u00e9s<\/strong>\u00a0dirige el \u00abCentro Arrupe\u00bb (Valencia) para el di\u00e1logo fe-cultura y fe-justicia.<\/em>
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\nS\u00edntesis del Art\u00edculo:<\/strong>
\nEl \u00abCentro Arrupe\u00bb de Valencia est\u00e1 desarrollando a lo largo de este curso 1999-2000 un \u00abForum sobre la evengelizaci\u00f3n de los j\u00f3venes\u00bb. El art\u00edculo recoge los planteamientos y propuesta del mismo: ir m\u00e1s all\u00e1 de los modelos tanto doctrinales como antropol\u00f3gicos para caminar hacia otro m\u00e1s integrador: un \u00abparadigma m\u00edstico\u00bb de evangelizaci\u00f3n de los j\u00f3venes.
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\nEl \u00abCentro Arrupe\u00bb, centro para el di\u00e1logo de fe-cultura y de fe-justicia, desarrolla en Valencia una ilusionada oferta de actividades \u2014seminarios internos, cursos, conferencias, encuentros…\u2014, encuadradas en las \u00e1reas de Cultura, Psicolog\u00eda y desarrollo personal, Matrimonio y Familia, Espiritualidad y Ejercicios Espirituales, Escuela de Teolog\u00eda para laicos, Temas Monogr\u00e1ficos. A estas \u00e1reas se ha unido el \u00abForum de Escuela cristiana y agentes de pastoral juvenil\u00bb: un punto de encuentro y reflexi\u00f3n de educadores y evangelizadores de j\u00f3venes que buscan alternativas para la inculturaci\u00f3n de la fe en el mundo joven y dialogar con su cultura desde los valores del Evangelio. El programa del Forum de este curso se centra en una reflexi\u00f3n en torno a la \u00abSituaci\u00f3n y nuevos planteamientos de la evangelizaci\u00f3n de j\u00f3venes\u00bb.
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\n <\/p>\n\n
\nEs indudable que, hoy d\u00eda, bastantes agentes de evangelizaci\u00f3n, en particular del mundo de los j\u00f3venes, se cuestionan, con un cierto malestar y desconcierto, sus modos evangelizadores y pastorales. \u00bfBastar\u00eda s\u00f3lo una renovaci\u00f3n de esos modos o, quiz\u00e1s, habr\u00eda que cambiar el paradigma mismo, los principios y modelos teol\u00f3gicos y sociales de que parten? \u00bfNo se cae hoy d\u00eda en un cierto reduccionismo de la Buena Noticia en un humanismo social? \u00bfNo se est\u00e1 dando una psicologizaci\u00f3n de la evangelizaci\u00f3n frente a una m\u00e1s honda experiencia del Dios vivo? \u00bfNo hay una vergonzante apolog\u00e9tica, contagiada por los mitos y la sospecha del secularismo frente a la fe, que trata de justificarla, acomplejadamente, desde lo que hace y no desde ella misma?
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\nPor otra parte los estudios y evaluaciones actuales de la evangelizaci\u00f3n juvenil confirman, desde la teolog\u00eda y la sociolog\u00eda, el malestar y el cuestionamiento sobre la validez actual del paradigma evangelizador de los \u00faltimos veinticinco a\u00f1os. Ha producido un cristianismo al que se ha identificado como \u00abcristianismo de tareas\u00bb: busca la eficacia del Amor y olvida la gratuidad, el don, el misterio que es el Amor. Ha primado la opci\u00f3n y la voluntad, lo prof\u00e9tico, el compromiso y la denuncia, frente a la gracia, la experiencia, la seducci\u00f3n, la comunicaci\u00f3n, la ternura y el anuncio, sin conseguir una integraci\u00f3n.
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\nLa reflexi\u00f3n del\u00a0Forum<\/em>\u00a0ha llevado al an\u00e1lisis de los \u00faltimos paradigmas evangelizadores y de sus posibles alternativas. Ser\u00eda vano no asumir el riesgo de simplificaci\u00f3n y hasta de caricatura al querer caracterizarlos a grandes trazos. Tal vez se podr\u00edan describir sumariamente como modelo \u00abdoctrinal\u00bb y modelo \u00abantropol\u00f3gico\u00bb. Y, en la b\u00fasqueda de una superaci\u00f3n dial\u00e9ctica e integradora de los mismos, parece entreverse un paradigma alternativo al que podr\u00edamos nombrar como \u00abm\u00edstico\u00bb. Corresponden aproximadamente a tres dimensiones de la vida cristiana: dimensi\u00f3n racional o cr\u00edtica (conocer lo que creemos), pol\u00edtica o \u00e9tica (hacer lo que creemos) y l\u00edrica y m\u00edstica (experimentar y celebrar lo que creemos). Ojal\u00e1 se vivieran integradamente esas dimensiones.
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\nEl\u00a0modelo \u00abdoctrinal\u00bb<\/em>\u00a0subrayaba el conocimiento, la \u00abdoctrina cristiana\u00bb, y la deducida y consecuente moral: lo que hab\u00eda que \u00abcreer, cumplir y practicar\u00bb de los viejos catecismos.
\nCreer:<\/em>\u00a0subrayado del conocer, m\u00e1s que del saber; la ortodoxia, m\u00e1s que la ortopraxis liberadora. A veces desembocaba en una fe no personalizada, en creencia, m\u00e1s que en experiencia; incluso en una fe que se ha llamado \u00abpor procuraci\u00f3n\u00bb, por la aceptaci\u00f3n de la fe de otros (\u00abdoctores tiene la Iglesia que nos sabr\u00e1n ense\u00f1ar\u00bb).
\nCumplir:<\/em>\u00a0los comportamientos cristianos pod\u00edan concretarse en cumplimiento, en ley, m\u00e1s que en su plenitud que es el amor.
\nPracticar:<\/em>\u00a0la misma vida sacramental y oracional no tanto en celebraci\u00f3n, fiesta y compromiso, cuanto en cumplimiento, en \u00abpr\u00e1cticas\u00bb.
\nCon su innegable adecuaci\u00f3n a su ya lejano tiempo, a este paradigma le faltaba integraci\u00f3n de las diversas vertientes de la fe y vida cristiana, aunque se viv\u00eda con una admirable fidelidad y entrega, sin cuestionamientos. Era un modelo de evangelizaci\u00f3n y de fe de trazos muy precisos, basado en una teolog\u00eda razonadora e intelectual, que respond\u00eda, por otra parte a un mundo de fe socializada, a veces impuesta, de masa, el nacionalcatolicismo.
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\nEl\u00a0paradigma antropol\u00f3gico,<\/em>\u00a0a\u00fan vigente, es hijo de una teolog\u00eda que asum\u00eda el llamado giro antropol\u00f3gico de la fe. Intenta llevar a la fe desde la experiencia humana profundizada, centr\u00e1ndose, de hecho, m\u00e1s en el sujeto a evangelizar que en el Dios salvador; m\u00e1s en la voluntad y la opci\u00f3n personal que en la gracia.
\nExtremando la descripci\u00f3n, el seguimiento de Jes\u00fas se concibe antes que nada como compromiso por el cambio del mundo. Reduce tal vez el ser al hacer (\u00abYo soy lo que hago\u00bb): optar por Jes\u00fas, no ser\u00eda tanto vincularse personalmente con \u00c9l, como el hacer por los dem\u00e1s. La comunidad que nace de estos presupuestos es, con frecuencia, una comunidad c\u00e1lida y protectora ante el medio hostil o indiferente a la fe y sus valores, que intenta ser prof\u00e9tica y comprometida; de un cierto elitismo tambi\u00e9n y ensimismamiento e insularidad eclesial, pues se genera a s\u00ed misma y atiende m\u00e1s a la denuncia que al propio pecado.
\nLa pr\u00e1ctica-s\u00edmbolo de este modelo, en la evangelizaci\u00f3n juvenil, podr\u00eda ser la \u00abconvivencia\u00bb, que prima el encuentro gratificante, la comunicaci\u00f3n y la liberaci\u00f3n personal; pero en la que la experiencia de Dios, a pesar de voluntariosos intentos, no es fundante, radical e integradora. El resultado quiz\u00e1s de este tipo de evangelizaci\u00f3n, en general, ha sido un joven sensible a lo social, pero sin apenas vivencia interiorizada y personalizaci\u00f3n de la fe.
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\nSubrayar, por lo dem\u00e1s, que este modelo antropol\u00f3gico, a pesar de sus carencias, descubre algo tan importante y esencial, y, con frecuencia olvidado, como la dimensi\u00f3n social de la fe, la justicia en la que la fe exige expresarse y el valor comunitario.
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\nUn poco por todas partes la reflexi\u00f3n sobre la evangelizaci\u00f3n busca un paradigma nuevo. Al modelo antropol\u00f3gico de los a\u00f1os 70, a\u00fan en uso, se le impone un giro a uno \u00abm\u00edstico\u00bb, en cuanto lo caracteriza la experiencia personal de Dios (no necesariamente extraordinaria, pero siempre verdadera y profunda, no sensiblera o superficial), de la que brotan la capacidad prof\u00e9tica y el compromiso por el mundo. Los ejes b\u00e1sicos de este modelo vendr\u00edan dados por el\u00a0primado y la centralidad de la experiencia de Dios<\/em>\u00a0\u2014\u201cEl cristiano del futuro o ser\u00e1 un m\u00edstico, es decir habr\u00e1 experimentado a Dios, o no ser\u00e1 cristiano\u201d (K.Rahner)\u2014.
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\nM\u00e1s que preocuparse por \u00abtransmitir\u00bb la fe, con un cierto extrinsecismo, se tratar\u00eda de despertar la experiencia de la presencia y acci\u00f3n de Dios en el coraz\u00f3n de la persona y de la historia; una presencia y una acci\u00f3n que se perciben como gratuidad y amor incondicional, \u201cla interior ley de la caridad y amor que el Esp\u00edritu escribe e imprime en los corazones\u201d\u00a0<\/em>(Ignacio de Loyola). Esa experiencia es un conocimiento de Dios m\u00e1s all\u00e1 del no\u00e9tico, no meramente informativo de objetos, sino de relaci\u00f3n interpersonal, unitivo; conocimiento que no poseo, sino que me posee y se me regala; de intuici\u00f3n global, no discursivo, clarividente e \u00edntimo; vivencial, me llega con tal inmediatez que se entrelaza e integra en toda mi persona, incluso en mi afectividad y, por eso, me transforma por connaturalidad y cercan\u00eda.
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\nSe tratar\u00eda de propiciar y discernir esa experiencia real de Dios, con su fuerza de seducci\u00f3n, que cambia la propia identidad de tal modo que s\u00f3lo refiri\u00e9ndonos a ella podemos explicar qui\u00e9nes somos y por qu\u00e9 nos situamos en el mundo desde una perspectiva liberadora. Porque, desde la experiencia de Dios, nuestro compromiso con los dem\u00e1s brota de lo m\u00e1s hondo de uno mismo y no impuesto desde fuera, m\u00e1s libre y espont\u00e1neo, tierno y respetuoso; se hace comuni\u00f3n de amor, ama a Dios y al pr\u00f3jimo en \u00fanica din\u00e1mica, en un mismo gesto.
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\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a04.1. Recuperar la comunicaci\u00f3n de la experiencia de Dios<\/strong>
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\nRecuperar la comunicaci\u00f3n de la experiencia de Dios,\u00a0el testimonio compartido de las \u00abmagnalia Dei\u00bb que se descubren en la propia vida y en la historia como salvaci\u00f3n.
\n\u201cEl hombre contempor\u00e1neo escucha m\u00e1s a gusto a los que dan testimonio que a los que ense\u00f1an; y si escucha a los que ense\u00f1an es porque dan testimonio\u201d\u00a0<\/em>(EN 51).
\nPasar del lenguaje meramente informativo, para pensar, a la comunicaci\u00f3n en la que se sugiere y entrega personalmente a los dem\u00e1s la experiencia personal y comunitaria de Dios mismo.
\nContar la experiencia es decir a los dem\u00e1s algo que ha acontecido en m\u00ed, que no necesita ser probado, que est\u00e1 ah\u00ed con su evidencia discernida. Contarla a balbuceos, con sugerencias y alusiones, en palabras densas de sentido, vivas, porque es inexpresable: una explicaci\u00f3n meramente l\u00f3gica la empobrecer\u00eda y mentir\u00eda. Mostrarla en sus efectos, en la plenitud que me regala y hacerla as\u00ed incitaci\u00f3n y acercamiento a una experiencia parecida en los otros.
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\n4.2. Ayudar a la creaci\u00f3n de comunidades de memoria de la salvaci\u00f3n<\/strong>
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\n\u201cCompart\u00edan la Fracci\u00f3n del pan… Viv\u00edan todos unidos… Proclamaban la Resurrecci\u00f3n del Se\u00f1or… No hab\u00eda necesitados entre ellos…\u201d\u00a0(Hechos de los Ap\u00f3stoles).<\/em>
\nLa experiencia de Dios y el testimonio compartido y anunciado, la comuni\u00f3n en Cristo, m\u00e1s que los v\u00ednculos humanos, son la ra\u00edz y el estilo de tales comunidades.
\nComunidades, por eso mismo, m\u00e1s abiertas y eclesiales, en red de interrelaci\u00f3n, comunicaci\u00f3n y colaboraci\u00f3n solidaria y m\u00fatua, confesantes, testimoniales y\u00a0anunciadoras y, a la vez e integradamente, samaritanas, liberadoras.
\nComunidades de referencia, alternativas, testigos y anticipaciones de un mundo distinto, ante las que la indiferencia es imposible, porque invitan indeludiblemente a la atracci\u00f3n o al rechazo, al acercamiento o a la distancia.
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\nEl cambio de paradigma evangelizador que se avizora no habr\u00eda de ser una basculaci\u00f3n o reacci\u00f3n culpabilizada que niega los anteriores, sino que lo integra en una s\u00edntesis m\u00e1s rica. Y es, sobre todo, como lo fueron otros modelos, una respuesta a lo que demanda y produce cada situaci\u00f3n hist\u00f3rica, que no se puede juzgar ni condenar desde otro contexto.
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\nPor otra parte puede darse una reacci\u00f3n de rechazo frontal a este modelo de evangelizaci\u00f3n, por temor a una posible y peligrosa involuci\u00f3n intimista. Es cierto que hay que discernir la verdad de la experiencia de Dios, pero no m\u00e1s que la del prepotente racionalismo. \u201cLa intimidad se hace sospechosa a los ojos de la ideolog\u00eda, porque es potencialmente subversiva. Lo que se vive desde \u00abel hond\u00f3n del alma\u00bb (Unamuno) se suele autentificar por s\u00ed mismo… Adem\u00e1s los evangelizadores somos, o deber\u00edamos ser, \u00abexpertos en intimidad\u00bb como una natural consecuencia del primado de la experiencia \u00edntima en el Esp\u00edritu\u201d (Xavier Quinz\u00e1).
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\n\u00bfC\u00f3mo, pues, articular para la pr\u00e1ctica esas grandes intuiciones de una evangelizaci\u00f3n que quiere fundamentarse en la experiencia personal y comunitaria de Dios, narrarla como referencia testimonial y anuncio liberador? La teolog\u00eda actual, que se proclama narrativa, la pedadog\u00eda y la pr\u00e1ctica que se eval\u00faa a s\u00ed misma tendr\u00e1n que ense\u00f1arnos.
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\nEn concreto, \u00bfqu\u00e9 valores disponen a esa experiencia? \u00bf C\u00f3mo educar, por ejemplo, en la admiraci\u00f3n y el asombro, la sensibilidad al misterio, la gratuidad y la gratitud, la fiesta, la interioridad no ensimismada o narcis\u00edstica, la b\u00fasqueda de sentido, la contemplaci\u00f3n de la realidad atenta, desinteresada y no posesiva…?
\n\u00bfC\u00f3mo, sobre todo, ense\u00f1ar la alegr\u00eda del descentramiento de uno mismo para propiciar la acogida y el amor? \u00bfCu\u00e1les ser\u00edan las etapas y procesos de esa experiencia a la que pretendemos ayudar? \u00bfQu\u00e9 tipo de lenguaje exige la comunicaci\u00f3n de la experiencia, inefable de por s\u00ed?
\n\u00bfQu\u00e9 palabras que evoquen el Misterio y nombren al que no tiene nombre; palabras que alcancen el centro del hombre, su coraz\u00f3n? \u00bfHabr\u00e1 que recurrir al s\u00edmbolo? Y, por encima de todo, \u00bfcu\u00e1les son las mediaciones en que Dios se comunica? \u00bfSituaciones l\u00edmite o de plenitud? \u00bfEl amor, la comunicaci\u00f3n, la entrega? \u00bfEl imperativo absoluto del bien?
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\nPor supuesto el encuentro con Jes\u00fas, Imagen de Dios; el encuentro con los hombres y mujeres, im\u00e1genes de Jes\u00fas; los pobres, vicarios de Dios… \u00bfC\u00f3mo disponer, en la pr\u00e1ctica, al acercamiento y al habitar en esas mediaciones, al vivir la vida en Dios y no s\u00f3lo pensarlo? \u00abDios es la casa del hombre\u00bb, dec\u00eda ya Her\u00e1clito.
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\nHe ah\u00ed algunas tareas para la reflexi\u00f3n y la pr\u00e1ctica de la evangelizaci\u00f3n de los j\u00f3venes. Habr\u00e1 que liberarse de la rutina del cada d\u00eda y buscar respuestas de futuro.\u00a0n
\n <\/p>\nVicente Marqu\u00e9s<\/h3>\n