{"id":12004,"date":"2000-03-01T11:43:50","date_gmt":"2000-03-01T09:43:50","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=12004"},"modified":"2000-03-01T11:43:50","modified_gmt":"2000-03-01T09:43:50","slug":"razon-pedagogica-y-accion-pastoral","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/razon-pedagogica-y-accion-pastoral\/","title":{"rendered":"Raz\u00f3n pedag\u00f3gica y acci\u00f3n pastoral"},"content":{"rendered":"

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Pie Autor:
\nJos\u00e9 Luis Corzo<\/strong>\u00a0es Catedr\u00e1tico de Pedagog\u00eda de la Religi\u00f3n en la Facultad de Teolog\u00eda \u00abSan D\u00e1maso\u00bb (Madrid).<\/em>
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\nS\u00edntesis del Art\u00edculo:
\nRaz\u00f3n pedag\u00f3gica y praxis cristiana est\u00e1n \u00edntimamente unidas. Al hablar de \u00abeducaci\u00f3n en la fe\u00bb podr\u00edamos decir, incluso, que se funden \u2014sin confundirse\u2014. En la teor\u00eda nadie niega esta estrecha relaci\u00f3n; en la pr\u00e1ctica, sin embargo, s\u00ed. Ah\u00ed es donde el autor trata de aclarar la \u201cimplicaci\u00f3n del hecho cristiano y del hecho educativo\u201d, analizando la relaci\u00f3n pedagog\u00eda-teolog\u00eda y sus consecuencias. \u201cDif\u00edcilmente \u2014termina afirm\u00e1ndose en el art\u00edculo\u2014 llegar\u00e1 a ser cristiano quien no encuentre en el interior de sus propias vivencias con el mundo actual, en el interior de su humanidad, esa luz del absoluto que se desvela en Cristo Jes\u00fas\u201d.
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\nTe\u00f3ricamente, nadie duda de la estrecha relaci\u00f3n que deben guardar educaci\u00f3n y pastoral. Pero en la pr\u00e1ctica, las cosas ya no son tan claras; la pastoral y la catequesis suelen ocupar el rinc\u00f3n de los ap\u00e9ndices en los estudios eclesi\u00e1sticos y un sibilino proceso de curr\u00edculo oculto hace que, no s\u00f3lo la pedagog\u00eda se considere mero instrumento, sino que se impulsa la conciencia de que \u00ablo fundamental es lo fundamental\u00bb \u2014doctrina, etc.\u2014 y lo accesorio \u2014metodolog\u00edas, did\u00e1cticas, etc.\u2014 est\u00e1 m\u00e1s que nada estorbando, desvi\u00e1ndonos de lo esencial.
\nEscapando de una pol\u00e9mica con los planes de estudio, a todas luces innecesaria y fuera de lugar, dif\u00edcil ser\u00e1 negar que los procesos pastorales y catequ\u00e9ticos han de entenderse primordialmente como procesos de crecimiento, maduraci\u00f3n, educaci\u00f3n en la fe, que precisamente estudia la Teolog\u00eda.
\nPor eso la \u00abraz\u00f3n pedag\u00f3gica\u00bb se entrelaza necesariamente con el estudio teol\u00f3gico y la acci\u00f3n pastoral, y se influyen mutuamente. La comprensi\u00f3n racional de la fe tambi\u00e9n es intr\u00ednseca al hecho mismo del creer, que no es est\u00e1tico, sino evolutivo: se fortalece y evoluciona la relaci\u00f3n con Dios del creyente que mejor le comprende, ya sea en s\u00ed mismo\u00a0(Teolog\u00eda)<\/em>como en su mediaci\u00f3n cristol\u00f3gica o eclesial\u00a0(Cristolog\u00eda<\/em>\u00a0y\u00a0Eclesiolog\u00eda)<\/em>\u00a0o en las dem\u00e1s mediaciones que tambi\u00e9n influyen en la relaci\u00f3n creyente, como las referentes al momento hist\u00f3rico actual\u00a0(Gaudium et Spes)<\/em>\u00a0o a los aspectos \u00e9ticos\u00a0(Moral),<\/em>\u00a0celebrativos\u00a0(Liturgia),<\/em>\u00a0antropol\u00f3gicos, comunitarios, sociales y psicol\u00f3gicos\u00a0(Antropolog\u00eda, Sociolog\u00eda, Psicolog\u00eda de la religi\u00f3n).\u00a0<\/em>A veces estas diferentes perspectivas de la relaci\u00f3n con Dios se han denominado con los genitivos de moda a mediados de siglo (Teolog\u00eda\u00a0de las<\/em>\u00a0realidades humanas,\u00a0del<\/em>\u00a0trabajo,\u00a0de la<\/em>liberaci\u00f3n, etc.) y se entrelazan entre s\u00ed. No se puede ser creyente fuera del espacio y el tiempo concretos, ni al margen de los dem\u00e1s hombres, ni en solitario sin los dem\u00e1s creyentes, etc.
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\nPues bien, la Pedagog\u00eda de la Religi\u00f3n (o en perspectiva inversa, la Teolog\u00eda de la Educaci\u00f3n) se ocupa precisamente de estudiar ese proceso y crecimiento de la fe y, secundariamente, de c\u00f3mo\u00a0(Did\u00e1ctica)<\/em>\u00a0se realiza mejor. La raz\u00f3n pedag\u00f3gica (evolutiva) est\u00e1 implicada en la comprensi\u00f3n de la fe y no s\u00f3lo en su propagaci\u00f3n (posterior) a otros. Una buena pedagog\u00eda es esencial al estudio teol\u00f3gico, so pena de confundir \u00e9ste con el estudio del entom\u00f3logo o del ge\u00f3logo que si guardan relaci\u00f3n con sus piedras e insectos, jam\u00e1s ser\u00e1 una relaci\u00f3n o un encuentro interpersonal vivo como sucede en la fe.
\n\u00bfC\u00f3mo se va a estudiar a Dios igual ahora que en la Edad media, con 20 a\u00f1os que con 50, aqu\u00ed en Europa que en \u00c1frica\u2026, si el hombre cambia y es polo esencial de esa relaci\u00f3n hecha tambi\u00e9n de conocimiento, de compromiso, de sentimiento y celebraci\u00f3n?
\nSeg\u00fan se entienda el crecimiento personal de los creyentes, as\u00ed habremos de desarrollar el estudio teol\u00f3gico y tambi\u00e9n la praxis cristiana, que llamamos pastoral. La Pedagog\u00eda, pues, no es un mero saber segundo, instrumental[1]<\/strong><\/a>.
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  1. Implicaci\u00f3n del hecho cristiano y del hecho educativo<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

     
    \nPero la descuidada relaci\u00f3n intr\u00ednseca entre pedagog\u00eda y teolog\u00eda, educaci\u00f3n y cristianismo, tiene adem\u00e1s otro inconveniente a\u00f1adido, a medida que crece la secularizaci\u00f3n del conocimiento cient\u00edfico: el desarrollo humano del que se ocupan los pedagogos resulta algo obvio y sin complicaciones para la fe. As\u00ed hablamos de educaci\u00f3n cristiana o de escuela cristiana dando por sobreentendido el significado adjetivo. No creo, sin embargo, que tal relaci\u00f3n deba darse por descontada.
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    \nAl menos cuatro direcciones son posibles en la relaci\u00f3n entre educaci\u00f3n o escuela y fe cristiana. En primer lugar, cabe pensar que educar o madurar como persona y creer en Jesucristo sean divergentes, en la l\u00ednea de una teolog\u00eda radical, de corte luterano, que llega hasta\u00a0\u00a0separar la religi\u00f3n (producto de la carne) de la fe (obra del esp\u00edritu). Tambi\u00e9n pueden concebirse \u2014segunda posibilidad\u2014 como dos procesos que se suman: primero hay que hacer al hombre y, despu\u00e9s, podremos hablar del cristiano. En tercer lugar, en la l\u00ednea de la secularizaci\u00f3n, se piensa en dos realidades o aspectos equivalentes: basta madurar, basta ser hombre, basta crecer en nuestro tiempo para alcanzar la medida\u00a0omega<\/em>\u00a0de la plenitud que conocemos por la fe. Por \u00faltimo, me gusta sugerir una cuarta posibilidad que, en l\u00ednea fenomenol\u00f3gica, describe un proceso de mutua\u00a0implicaci\u00f3n;<\/em>\u00a0es decir, el hecho educativo contiene la posibilidad de la experiencia cristiana (obra de la Gracia, no resultado de la educaci\u00f3n), lo mismo que tal experiencia implica necesariamente una maduraci\u00f3n humana.
    \nLas consecuencias de uno u otro esquema de esta relaci\u00f3n sobre la praxis educativa diaria \u2014programas escolares, actividades pastorales, admisi\u00f3n de alumnos y profesores, etc.\u2014 son obvias y har\u00e1 bien el lector en describirlas con detalle.
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    \n1.1. Renovaci\u00f3n pedag\u00f3gica<\/strong>
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    \nVamos a revisar el estado actual de la pedagog\u00eda y luego el de la teolog\u00eda fundamental para comprender mejor la hip\u00f3tesis de la mutua implicaci\u00f3n.
    \n\u00bfHa habido alguna aportaci\u00f3n profunda y seria en pedagog\u00eda durante los \u00faltimos tiempos que pueda iluminar el quehacer teol\u00f3gico y pastoral?
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    \nAntes de nada, la primera impresi\u00f3n que tengo, tras observar reformas y novedades, es doble: que los modelos pedag\u00f3gicos se repiten c\u00edclicamente y que la instituci\u00f3n educativa por excelencia, la escuela \u2014la universidad tambi\u00e9n y en mayor grado\u2014, es como un gran paquidermo de movimientos lentos, cuando no torpes, que\u00a0escolariza<\/em>\u00a0todo cuanto llega a su propio umbral y lo nivela consigo misma, es decir, no cambia nunca sustancialmente, aunque lo haga superficialmente.
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    \nA pesar de todo, una importante novedad me parece atisbar en pedagog\u00eda, m\u00e1s all\u00e1 de los m\u00e9todos y modas que califican diversas tendencias innovadoras, pero al fin superficiales y c\u00edclicas. La educaci\u00f3n permisiva o autoritaria, memor\u00edstica, cognitiva, activa o t\u00e9cnica, individualizadora o socializante, integrada o no, inici\u00e1tica, humanista, confesional o neutra, laica o cualquier otra adjetivaci\u00f3n que se le d\u00e9, puede adscribirse a uno de estos dos grandes modelos:\u00a0la transmisi\u00f3n o la elaboraci\u00f3n de la respuesta.<\/em>
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    \nLa intuici\u00f3n fundamental de esta distinci\u00f3n se basa en la sustituci\u00f3n del objeto mismo del crecimiento y del aprendizaje (ya sea de saberes, de valores o de conductas) tan central en educaci\u00f3n. Habitualmente el objeto consiste en un saber ya sabido y programado de antemano, acumulado, secuenciado y distribuido en asignaturas, impreso en libros y ordenadamente administrado a quienes, por supuesto previo indefectible en la casi totalidad de los modelos educativos, se supone ignorantes y necesitados, los alumnos. La novedad (en realidad\u00a0nihil novum sub sole)<\/em>\u00a0cambia de objeto:\u00a0el grupo de alumnos y maestros<\/em>\u00a0\u2014y casi siempre con ayuda de terceros\u2014\u00a0afronta y estudia los desaf\u00edos<\/em>\u00a0\u2014como gustaba decir a Freire\u2014\u00a0de la propia vida colectiva. As\u00ed se educan\u00a0<\/em>\u2014crecen, construyen\u2014\u00a0juntos.<\/em>\u00a0Varios ser\u00edan los detalles a subrayar en este enunciado.
    \nAntes, un aviso: no todo lo que circula con el nombre de constructivismo en pedagog\u00eda tiene que ver con esta novedad. Con frecuencia no hace sino enmascarar bajo aparente novedad una acci\u00f3n tradicional, de\u00a0tradere<\/em>, del m\u00e1s rancio esquema transitivo antes descrito: el maestro entrega lo de siempre haci\u00e9ndoselo construir al alumno. Puede que no sea poco, pero no es suficiente.
    \nVuelvo a los detalles del nuevo enunciado:
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    \n\u00a1\u00a0Los\u00a0desaf\u00edos<\/em>\u00a0pueden no coincidir con los intereses conscientes previos y, desde luego, no con los gustos o aficiones del grupo, sino que suponen el acercamiento serio a la realidad humana: paro, barrio, futuro, diversiones, dinero, salud, muerte, injusticia, etc., y preferentemente de cerca a lejos, pero no siempre es as\u00ed.
    \n\u00a1\u00a0La importancia de la vida colectiva, es decir, se trata de un modelo de pedagog\u00eda social. Aunque se tenga muy en cuenta la situaci\u00f3n del individuo, el modelo no es el desarrollo de la persona aislada para que luego se relacione, sino el inverso: la persona en grupo toma conciencia de su implicaci\u00f3n personal. Este es un rasgo identificativo m\u00e1ximo de la novedad, porque la mayor\u00eda de los modelos educativos son individualistas y hasta se enorgullecen de serlo.
    \n\u00a1\u00a0No se trata ni basta con ense\u00f1ar y aprender, sino afrontar, esto es, se incluye en el acto educativo la respuesta activa y moral. Hay que tomar partido y hay que responder; cambiar o, al menos, reforzar las actitudes.
    \n\u00a1\u00a0Est\u00e1n implicados por igual alumnos y maestros. La actividad educativa m\u00e1s caracter\u00edstica, no es ya ense\u00f1ar y aprender, sino investigar. No se va de lo lleno al vac\u00edo ni de lo sabido al ignorante, ni del m\u00e1s al menos, sino de lo ignorado a su b\u00fasqueda, del error al aprendizaje, del menos al m\u00e1s, de la pregunta a la respuesta, nunca al rev\u00e9s (y no por truco did\u00e1ctico, sino porque vivir es esto; vegetar, lo otro).
    \n\u00a1\u00a0El saber acumulado en el profesor y en los libros no s\u00f3lo no se desprecia, sino que se desvela como muy \u00fatil para abordar las nuevas situaciones.
    \n\u00a1\u00a0La implicaci\u00f3n del profesor es tal que le impide abstenerse o quedarse al margen. La neutralidad es tan imposible como indeseable; tanto como la imposici\u00f3n de las propias soluciones e ideas (otra cosa son los instrumentos y t\u00e9cnicas para buscar). La clave es que \u00e9l tambi\u00e9n busca, no lo sabe todo, y hace respetar todas las opiniones, aunque no oculta las suyas.
    \n\u00a1\u00a0En este ejercicio se necesita conocer y dominar las herramientas del oficio de vivir y afrontar desaf\u00edos, como son la informaci\u00f3n, la lectura, la escritura, la comunicaci\u00f3n, el di\u00e1logo, la dial\u00e9ctica, la ret\u00f3rica, el arte de preguntar, etc.
    \n\u00a1\u00a0La materia escolar as\u00ed comprendida requiere saber elegir y globalizar ciertas cuestiones entre las muchas posibles que se suceden y no est\u00e1 re\u00f1ida con una cierta sistematizaci\u00f3n y orden, a condici\u00f3n de no impedir la sorpresa diaria de la vida.
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    \nPor lo dem\u00e1s, las condiciones actuales de nuestra aldea global del conocimiento han acentuado que la educaci\u00f3n no pueda ya ser otra cosa que un ejercicio cr\u00edtico para resucitar el cad\u00e1ver reconocido por Baudrillard en su \u00faltimo atestado: el crimen es perfecto, se ha sustituido la realidad por su imagen
    [2]<\/a>. Hay que reconstruir el sentido de la realidad, por muy dif\u00edcil que nos suene la tarea y, sobre todo, desenmascarar la falsedad o insuficiencia, al menos, de las im\u00e1genes que la suplantan.
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    \n1.2. La propuesta educativa<\/strong>
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    \nCreo que, para el pedagogo situado en una buena antropolog\u00eda, el que una persona madure significa que est\u00e9 en una buena relaci\u00f3n con este mundo: que se establezca un ajuste de relaciones con el mundo, ya que cada uno de nosotros va abriendo su conciencia precisamente en relaci\u00f3n con los objetos y personas que lo rodean.
    \nLa s\u00edntesis educativa que podr\u00eda hacernos un pedagogo efectivamente subrayar\u00eda tres momentos: apertura, conocimiento y buena relaci\u00f3n con el mundo; y s\u00f3lo aqu\u00ed son separables, ya que en la vida se dan como aspectos simult\u00e1neos.
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    \nPor una parte, abrir bien al sujeto a la interpelaci\u00f3n que pueda llegarle constantemente del exterior; abrir los ojos y o\u00eddos y coraz\u00f3n \u2014porque tambi\u00e9n vemos y o\u00edmos con el coraz\u00f3n\u2014, para que su relaci\u00f3n con el mundo no est\u00e9 entorpecida por su propia miop\u00eda, ni entorpecida por las orejeras que alguien le proponga, ni por filtros ajenos delante de sus ojos para que no vea la realidad; sino que est\u00e9 bien abierto, bien dispuesto a ver el mundo y a\u00a0sospechar y desconfiar<\/em>\u00a0hasta de s\u00ed mismo, ya que nada es verdad ni mentira, sino seg\u00fan el color del cristal con que se mira. Paulo Freire ha denominado este proceso como\u00a0concientizaci\u00f3n:<\/em>\u00a0acceso progresivo desde una conciencia ingenua, m\u00e1gica, o fan\u00e1tica, a una conciencia cr\u00edtica.
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    \n\u00bfY si yo dijera \u2014y dicho sea de paso\u2014 que hay educaciones basadas precisamente en lo contrario de abrir los ojos y los o\u00eddos? No me creer\u00edan; pero ruego que se reflexione sobre la realidad de educaciones que parecen hechas, m\u00e1s que para abrir una ventana siempre m\u00e1s amplia sobre la realidad, para cercar una determinada perspectiva y para que, desde ella, el sujeto ya se lo sepa todo y lleve consigo todas las consignas. Educaciones que no hacen dudar, que no interrogan, que no se\u00f1alan puntos conflictivos, que no ense\u00f1an a ignorar ni, por supuesto, ense\u00f1an el dolor, ni a sufrir ni a morir.
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    \nEl proceso educativo ser\u00e1 tambi\u00e9n mostrar el m\u00e1ximo posible de la realidad que nos rodea. \u00a1L\u00e1stima, que luego no quepa en nuestros programas escolares, tan acotados, tan selectivos! Pero, en cualquier caso, ser\u00e1 un segundo punto de la educaci\u00f3n: mostrar el mundo. Y para ese conocimiento son imprescindibles dos dimensiones: la apertura a lo universal y un conocimiento significativo y cr\u00edtico de causas y nudos. No se trata de conocer por conocer, sino de descubrir las relaciones que guardan o provocan con nosotros las cosas y personas de este mundo. No es buen maestro el que me ense\u00f1a Geograf\u00eda, sino el que me sabe relacionar o desvelar mis relaciones con todos los rincones del planeta. Lo significativo no s\u00f3lo responde a un para qu\u00e9 previo utilitario, sino que me despierta los porqu\u00e9s.
    \n 
    \nEl tercer momento educativo (no cronol\u00f3gico): ayudar a una buena relaci\u00f3n de cada persona con esa y toda realidad, porque, evidentemente, la relaci\u00f3n con el mundo asusta al hombre y, por eso, tiende a una relaci\u00f3n acotada con una parcela peque\u00f1ita y segura. De ah\u00ed que la relaci\u00f3n con el mundo pueda convertirse en una\u00a0huida,<\/em>\u00a0en una distracci\u00f3n permanente; en un\u00a0enga\u00f1o<\/em>\u00a0que nos lleva a confundir con Dios los dioses fabricados y a llamar absolutos y a establecer relaciones de absoluto (idolatr\u00eda) con lo que ciertamente no lo es; y, en fin, en simple\u00a0desesperanza<\/em>\u00a0con la que el hombre vaga bald\u00edo a lo largo de muchos a\u00f1os de su vida, sin entregarse a nada ni querer establecer relaciones permanentes, como ahogado ante su propia finitud.
    \nNo quiero abundar en estas formas de malas relaciones porque desgraciadamente nos son muy conocidas y hasta las encontramos programadas en sistemas educativos muy poco serios. Parece que nuestra cultura es proclive y adecuada para la distracci\u00f3n y la huida, para no reflexionar y, por tanto, para esquivar tantas cosas que nos incomodar\u00edan mucho; lo mismo que cerramos un milenio pr\u00f3digo en enga\u00f1os y en el que el brote de la desesperanza ante continentes enteros parece una propuesta de futuro.
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    \nPues bien, cabe un cuarta relaci\u00f3n, una relaci\u00f3n no alterada ni por la huida, ni por el error, ni por la desesperanza, sino por la anchura del\u00a0trascendimiento<\/em>\u00a0de la persona, a la hora de medirse ante lo finito. Con el salmo: \u00abEn el aprieto me diste anchura\u00bb. Un trascendimiento, entonces, que hace al ser humano sentirse valioso, a pesar de saberse finito.
    \nCreo que cualquier pedagogo no creyente aceptar\u00eda que tambi\u00e9n esa relaci\u00f3n de trascendencia es una buena situaci\u00f3n de madurez y ajuste consigo mismo y con la realidad; cualquier psic\u00f3logo, soci\u00f3logo o antrop\u00f3logo nos dir\u00eda que el hombre no puede sostenerse en la vida sin descubrir un algo que no es huida, ni equivocaci\u00f3n, ni desesperaci\u00f3n, sino percepci\u00f3n de presencias y llamadas que le transcienden y le superan y se esconden tras los rostros humanos, tras los valores que traslucen que merece la pena ser honrado y trabajador y creativo y luchador y paciente y esperanzado…
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    \n <\/p>\n

      \n
    1. Ra\u00edz y actualidad del hecho cristiano<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

       
      \nTambi\u00e9n nuestra fe y religi\u00f3n cristianas son profundamente concretas, hist\u00f3ricas: nos basamos y fundamentamos en lo que aconteci\u00f3 a aquel Hombre del que dec\u00edan los primeros ap\u00f3stoles: \u201cVosotros lo crucificasteis, pero Dios lo ha levantado y convertido en Se\u00f1or\u201d (Hch 2,36). \u00c9ste es el \u00faltimo de los acontecimientos constituyentes de nuestra fe. En aquella muerte pavorosa, precisamente, Cristo quedaba constituido como Se\u00f1or de la Historia. Desde aquel momento el \u00e1rbol de la Cruz se convierte en el \u00e1rbol de la vida; desde entonces, tambi\u00e9n tienen un fuerte valor teof\u00e1nico todas las cruces de los hombres.
      \nDe ah\u00ed que podemos entender la revelaci\u00f3n, como lo ha sugerido Torres Queiruga, cual may\u00e9utica de la historia; es en ella donde est\u00e1 contenida la palabra y la presencia de Dios.
      \n 
      \nNadie duda, en el cristianismo, de este valor concreto e hist\u00f3rico de la primera revelaci\u00f3n (\u00e9poca jud\u00eda y neotestamentaria); y, sin embargo, muchos lo abandonan a la hora de dibujar el encuentro de cada creyente actual con Dios. Parece que se pueda vivir de las rentas de aquellos acontecimientos fundantes, pero que carezca de inter\u00e9s la historia colectiva e individual posterior. Esta p\u00e9rdida de la temporalidad constituye un profundo error, que comporta convertir la fe cristiana en espiritualismo, en la aceptaci\u00f3n de una ideolog\u00eda o en la pr\u00e1ctica de una moral preconcebida.
      \n 
      \nPero \u00bfcu\u00e1les ser\u00edan hoy los acontecimientos en los que una persona del siglo XXI puede encontrarse con Dios? \u00bfD\u00f3nde est\u00e1n los s\u00edmbolos actuales del cristianismo? \u00bfO vivimos de s\u00edmbolos del pasado? \u00bfSe trata s\u00f3lo de creernos que aquellas cosas hist\u00f3ricas sucedieron y estamos ahora en un par\u00e9ntesis de veinte siglos de carencia?
      \nFrente a quienes entienden estas preguntas como parte de su vida de fe, hay cristianos que prescinden de la historia \u2014y m\u00e1xime de la historia ajena a los pa\u00edses cristianos\u2014; recuerdan \u00abaquellas historias b\u00edblicas pasadas\u00bb, las repiten como un libro abierto, pero ya no miran lo que est\u00e1 pasando ahora o, si lo ven, es s\u00f3lo como lugar de aplicaci\u00f3n de lo que se aprendi\u00f3 entonces, no un lugar de encuentro con el Se\u00f1or aqu\u00ed y ahora.
      \n 
      \nA la luz de la lectura de la fe que nos presentan las iglesias cristianas, en memoria de lo que all\u00ed pas\u00f3, los hombres hacen aqu\u00ed y ahora, y con las experiencias humanas actuales, una experiencia personal que, gracias a esa memoria, es posible reconocer como cristiana, y en la que se percibe aqu\u00ed y ahora la salvaci\u00f3n que viene de Dios en Jes\u00fas
      [3]<\/a>.
      \nY es que los cristianos no afirmamos que Cristo resucit\u00f3 hace veinte siglos, afirmamos que est\u00e1 vivo hoy y, por eso, en el cristianismo est\u00e1 contenida la contemporaneidad en la que viven todos los hombres (lo mismo que, al recuperar en el presente ese pasado y como efecto de una may\u00e9utica nueva, surge tambi\u00e9n el futuro…).
      \n 
      \n 
      \n2.1 Dificultades para una s\u00edntesis entre Pedagog\u00eda y Teolog\u00eda<\/strong>
      \n 
      \nPor esto sabemos bien que, tanto la condici\u00f3n de la encarnaci\u00f3n del Logos, como la condici\u00f3n espacio-temporal de los creyentes, hacen de la teolog\u00eda una tarea constante, pues en un logos concreto se expres\u00f3 Jesucristo y una comprensi\u00f3n adecuada requieren los hombres cada vez. Lo que vale, seg\u00fan dijimos, no s\u00f3lo para la pastoral sino para la misma teolog\u00eda y para el propio te\u00f3logo. Tampoco \u00e9l entiende de su objeto sin las coordenadas espacio-temporales (culturales) en que vive
      [4]<\/a>.
      \nPero en esta perspectiva, la versi\u00f3n pedag\u00f3gica \u00abconstructivista\u00bb plantea un doble interrogante a la pr\u00e1ctica de la teolog\u00eda, en el aula y en la praxis educativo-pastoral.
      \n 
      \nEl\u00a0primero:<\/em>\u00a0si no ser\u00e1 precisamente la iniciaci\u00f3n religiosa,\u00a0de facto,<\/em>\u00a0el mejor ejemplo de la vieja educaci\u00f3n transmisora, ayudada adem\u00e1s por un colosal andamiaje de transmisi\u00f3n, a base de operadores culturales externos que configuran para sus adeptos sentimientos e ideas, ritos y modelos de conducta, cuya asimilaci\u00f3n y empleo masivo constituyen adem\u00e1s el mayor \u00e9xito, indiscutible en la historia, de toda religi\u00f3n.
      \nEl\u00a0segundo:<\/em>\u00a0si realmente el proceso humano que describimos como religi\u00f3n \u2014y fe cristiana en particular\u2014 consiste en la transmisi\u00f3n y asimilaci\u00f3n de un conjunto dado (datos) o, m\u00e1s bien, en el descubrimiento y construcci\u00f3n del significado y sentido de ese mismo dep\u00f3sito, que vendr\u00eda a iluminar la relaci\u00f3n existencial en que se halla el sujeto con cuanto le rodea y con Dios.
      \n 
      \nAmbas cuestiones parecen verdaderas, pero traslucen sombras de alguna contradicci\u00f3n. La sabidur\u00eda transmisora de las religiones \u2014y de la Iglesia cat\u00f3lica en estos veinte siglos\u2014 est\u00e1 fuera de duda a lo largo de los tiempos. La pedagog\u00eda de estos inmensos grupos sociales ha logrado una profunda inculturaci\u00f3n en los pueblos a los que llegaron y ha generado aut\u00e9nticos operadores culturales propios. Sin embargo, algo parece haberse quebrado en los \u00faltimos tiempos \u2014al menos en el influyente Occidente europeo\u2014 que hace de la transmisi\u00f3n religiosa algo dif\u00edcil hoy, muy contrario a lo que siempre fue.
      \n 
      \nTambi\u00e9n parece verdadera la segunda cuesti\u00f3n, aunque no a primera vista. De hecho la educaci\u00f3n y aprendizaje religioso no pueden ser otra cosa que transmisi\u00f3n de lo recibido, trat\u00e1ndose de una religi\u00f3n revelada. No obstante, ser creyente no es adoptar la fe de otros, ni siquiera la de la Iglesia. Es hacerla propia. Lo expresan bien los samaritanos: \u201cYa no creemos por tus palabras; nosotros mismos hemos o\u00eddo y sabemos que \u00e9ste es el salvador del mundo\u201d (Jn 4,42)
      [5]<\/a>.
      \nSin duda, esto significa \u2014en los t\u00e9rminos pedag\u00f3gicos apuntados\u2014 que hay que descubrir el sentido de cuanto queda modificado por la relaci\u00f3n con Dios: la comprensi\u00f3n de Dios en el mundo comporta descubrirle en las se\u00f1ales \u2014mundanas\u2014 que le manifiestan como un\u00a0otro<\/em>\u00a0cercano y salvador (mucho m\u00e1s que como un nuevo objeto cognitivo).
      \n 
      \n 
      \n2.2. Aplicaciones<\/strong>
      \n\u00a0<\/strong>
      \nEfectivamente un constructivismo total en la percepci\u00f3n religiosa no es posible. Como tampoco lo es en cualquier relaci\u00f3n interpersonal profunda. M\u00e1s radicalmente que en cualquier otro conocimiento, en alg\u00fan momento se romper\u00e1 el \u00e1mbito de las expectativas humanas para crear una absoluta novedad en el tejido existencial previo. Y tiene raz\u00f3n nuestra fe cuando nos acredita que en Cristo no s\u00f3lo conocemos a Dios, sino que acabamos por conocer mejor al propio hombre. Pero, tambi\u00e9n aqu\u00ed, el exceso acabar\u00eda por transformar la fe en una imposici\u00f3n incomprensible y arbitraria de conocimientos que han de asimilarse por autoridad: una caricatura de la experiencia religiosa, que reduce a Dios a saber sabido objetivable. Al imponerse tal conocimiento del hombre nuevo se acabar\u00eda cediendo a la tentaci\u00f3n fundamentalista que ha impedido varias veces en la historia la autonom\u00eda de lo humano.
      \n 
      \nEn el \u00e1rea de la educaci\u00f3n conocemos bien los dos extremos: alg\u00fan educador cristiano no sabe a\u00f1adir nada al espont\u00e1neo desarrollo socio-humano. Al contrario, hay quien tiene la verdad de Cristo y la\u00a0distribuye<\/em>\u00a0\u00abcon ocasi\u00f3n y sin ella\u00bb, sin necesidad de contexto previo alguno, como un \u00e1rea m\u00e1s del saber humano objetivo, por m\u00e1s que secreta.
      \n 
      \nNo se trata de ninguna apor\u00eda. Entre ambos excesos cabe una l\u00ednea diversa de educaci\u00f3n cristiana que, si bien mantiene la autonom\u00eda de los conocimientos humanos, los sabe trasl\u00facidos, capaces de un tejido (texto) tal entre ellos, que en \u00e9l cobra sentido la aportaci\u00f3n de una nueva Palabra que nos interpela. Acercarse a la realidad de todos desde esa Palabra no es ver visiones, sino abrir el texto que puede hacer significativa la Palabra nueva, hasta modificarlo en uno nuevo, creado por ella. \u00c9sa es la tarea de un cristiano en la escuela o en la acci\u00f3n pastoral y, en parte, la tarea tambi\u00e9n del te\u00f3logo.
      \n 
      \n\u00bfPero cu\u00e1l es el\u00a0contexto contempor\u00e1neo<\/em>\u00a0que har\u00e1 significativa la Palabra de Dios y que, a la vez, se iluminar\u00e1 con ella? \u00bfSe podr\u00e1 escoger? \u00bfHabr\u00e1 unas zonas m\u00e1s aptas que otras? Quiz\u00e1 pudiera resumirse la respuesta refiri\u00e9ndonos a una \u00abrealidad mayor\u00bb como la pobreza, y la opci\u00f3n preferencial por quienes habitan ese espacio, los pobres
      [6]<\/a>.
      \n 
      \nLa dimensi\u00f3n cr\u00edtica del aprendizaje en nuestros tiempos es m\u00e1s necesaria que nunca a la hora de detectar los mediadores que nublan la nitidez tan deseada de nuestra conciencia. Muchas mediaciones tienden a suplantar al Se\u00f1or y nos lo ocultan. La impaciencia por verle cara a cara nos hace confundirle con los destellos moment\u00e1neos de esta o aquella \u00e9poca. Menos mal que, peregrino, camina a nuestro lado y nos sigue explicando el verdadero sentido de las Escrituras (cf. Lc 24,27). Menos mal que nos guiar\u00e1 hacia la verdad completa (cf. Jn 16,13).
      \n 
      \n 
      \n2.3. Consecuencias para la educaci\u00f3n cristiana<\/strong>
      \n 
      \nAlg\u00fan d\u00eda, en b\u00fasqueda continua de una buena relaci\u00f3n con el mundo, oir\u00e1 cada persona las preguntas de Dios, antes que sus respuestas: \u00abAd\u00e1n, \u00bfd\u00f3nde est\u00e1s?; Ca\u00edn, \u00bfd\u00f3nde est\u00e1 Abel tu hermano?\u00bb (Gn 3,9; 4,9). Y tratar\u00e1 de responder. No me doy por satisfecho con que el hombre simplemente sea un cristiano an\u00f3nimo cada vez que opta por el bien y la verdad; propongo que el cristiano educador aporte a esta realidad del crecimiento humano su propio anuncio de que, en Jesucristo, \u00e9l descubre valioso el amor, por encima de la muerte, que es posible amar y dar la vida hasta por el \u00faltimo y por el enemigo.
      \n 
      \nYo quiero que eso se anuncie y se explicite, pero no creo que pueda explicitarse sobre cualquier tipo de educaci\u00f3n. Seguro que no. Una educaci\u00f3n que cierre relaciones con este mundo o una educaci\u00f3n que, por ejemplo, sustituya el encuentro con la realidad por la verdad que ella misma formula y transmite, dudo que sirva para encontrarse con Dios en el interior de la experiencia humana. Es decir, no me parece que sean divergentes crecimiento y cristianismo o que d\u00e9 igual el tipo de maduraci\u00f3n de cada persona; tampoco me parece que se sumen; sino que dif\u00edcilmente llegar\u00e1 a ser cristiano quien no encuentre en el interior de sus propias vivencias con el mundo actual, en el interior de su humanidad, esa luz del absoluto que se desvela en Cristo Jes\u00fas.
      \n 
      \nCreo que se equivocan los educadores cristianos que renuncian a mostrar el mundo para concentrarse en el anuncio del Jesucristo Salvador. Si es verdad que los cristianos no tenemos una verdad mundana aparte, y que la buscamos con los dem\u00e1s, tambi\u00e9n lo es que no la damos por supuesta en cualquiera. Sin la verdad del mundo, la fe es una ideolog\u00eda, que nos cierra y a\u00edsla todav\u00eda m\u00e1s.
      \nCristo est\u00e1 vivo en nuestro tiempo, pero alguien tiene que ayudar a los chicos y j\u00f3venes y, con el dedo, desvelar apariencias y se\u00f1alar esos puntos de la historia contempor\u00e1nea donde se precisa amor y donde brota el esp\u00edritu del Se\u00f1or con un aliento nuevo.\u00a0n
      \nJos\u00e9 Luis Corzo<\/strong>
      \n 
      \n 
      \n
      [1]<\/a>\u00a0NOTA DE LA REDACCI\u00d3N: Hemos pedido al autor una reflexi\u00f3n concreta sobre el tema tal como ya lo hab\u00eda abordado en otros escritos suyos, particularmente en:\u00a0Una s\u00edntesis teol\u00f3gica para la educaci\u00f3n,<\/em>\u00a0en: J.L.\u00a0CORZO (DIR.),\u00a0Escuchar el mundo, o\u00edr a Dios. Te\u00f3logos y educaci\u00f3n,<\/em>\u00a0PPC, Madrid 1997, 79-98; y\u00a0La raz\u00f3n pedag\u00f3gica en la teolog\u00eda y en la catequesis,<\/em>\u00a0\u00abTeolog\u00eda y Catequesis\u00bb 66(1998), 27-53.\u00a0A ellos remitimos para situar m\u00e1s adecuadamente la s\u00edntesis que presenta este art\u00edculo.
      \n
      [2]<\/a>\u00a0\u201cVivimos un mundo en el que la m\u00e1s elevado funci\u00f3n del signo es hacer desaparecer la realidad, y enmascarar al mismo tiempo esa desaparici\u00f3n\u201d: J.\u00a0BAUDRILLARD,\u00a0El crimen perfecto,<\/em>\u00a0Anagrama, Barcelona 1966, 17.
      \n
      [3]<\/a>\u00a0Cf. E.\u00a0SCHILLEBEECKX,\u00a0Los hombres, relato de Dios,<\/em>\u00a0S\u00edgueme, Salamanca 1994.
      \n
      [4]<\/a>\u00a0\u201cLa misi\u00f3n actual del te\u00f3logo es su misi\u00f3n de siempre: ofrecer un\u00a0l\u00f3gos<\/em>\u00a0del\u00a0Th\u00e9os,<\/em>\u00a0acercar a los hombres a quien es la radical y substantiva palabra de la humanidad\u201d, O.\u00a0GONZ\u00c1LEZ DE CARDEDAL,\u00a0El lugar de la teolog\u00eda,\u00a0<\/em>R. A. de Ciencias Morales y Pol\u00edticas, Madrid 1986, 73.
      \n
      [5]<\/a>\u00a0Cf. J.\u00a0MART\u00cdN VELASCO,\u00a0Itinerarios del hombre contempor\u00e1neo hacia Dios,<\/em>\u00a0en: J.L.\u00a0CORZO (DIR.),\u00a0Escuchar el mundo, o\u00edr a Dios. Te\u00f3logos y educaci\u00f3n,<\/em>\u00a0PPC, Madrid 1997.
      \n
      [6]<\/a>\u00a0Cf., por ejemplo, algunas reflexiones que escrib\u00ed al respecto en \u00abDios en los mapas: Norte-Sur\u00bb, en: J.L.\u00a0CORZO (DIR.), o.c. pp. 141-162.[\/vc_column_text][\/vc_column][\/vc_row]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

      [vc_row][vc_column][vc_column_text]Pie Autor: Jos\u00e9 Luis Corzo\u00a0es Catedr\u00e1tico de Pedagog\u00eda de la Religi\u00f3n en la Facultad de Teolog\u00eda \u00abSan D\u00e1maso\u00bb (Madrid).   S\u00edntesis del Art\u00edculo: Raz\u00f3n pedag\u00f3gica y praxis cristiana est\u00e1n \u00edntimamente unidas. Al hablar de \u00abeducaci\u00f3n en la fe\u00bb podr\u00edamos decir, incluso, que se funden \u2014sin confundirse\u2014. En la teor\u00eda nadie niega esta estrecha relaci\u00f3n; en […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[122,471,305,94],"tags":[],"class_list":["post-12004","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-2000-mision-joven-2","category-estudios-278","category-jose-luis-corzo","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12004"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=12004"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12004\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=12004"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=12004"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=12004"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}