{"id":12049,"date":"1999-12-01T09:35:48","date_gmt":"1999-12-01T07:35:48","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=12049"},"modified":"1999-12-01T09:35:48","modified_gmt":"1999-12-01T07:35:48","slug":"mas-alla-del-euro-responsabilidad-y-dinero-en-la-vida-de-los-jovenes","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/mas-alla-del-euro-responsabilidad-y-dinero-en-la-vida-de-los-jovenes\/","title":{"rendered":"M\u00e1s all\u00e1 del \u00abEuro\u00bb: Responsabilidad y dinero en la vida de los j\u00f3venes"},"content":{"rendered":"

Pie de autor:
\nCarlos D\u00edaz\u00a0es profesor de Filosof\u00eda en la Universidad Complutense (Madrid).
\n 
\nS\u00edntesis del art\u00edculo:
\n\u201cEl verdadero giro copernicano lo ha producido el dinero que, frente a un mundo hipercomplejo y sofisticado, aparece como una respuesta simplificadora, niveladora, estereotipada, paralizante\u201d. \u00bfQu\u00e9 hacer, pues, frente a los efectos despersonalizadores y paralizantes del dinero? Antes de nada y por delante, habr\u00e1 de ir el ejemplo personal, amasado con actitudes verdaderas; despu\u00e9s, la familia y la escuela deben empe\u00f1arse seriamente en vivir de otro modo; y, en fin, no habr\u00e1 mejor modelo que \u00abCristo pobre, centrado en el amor y no en el dinero\u00bb.
\n 
\n1. El eterno becerro de oro
\n 
\nTodas las culturas han dado culto al dinero. Mientras Mois\u00e9s estaba arriba, abajo el pueblo israelita se entregaba a los \u00eddolos de oro. Entre los griegos se hizo proverbial la expresi\u00f3n \u00abjr\u00e9mata, jr\u00e9mata, aner\u00bb: el dinero, el dinero, el hombre. Todav\u00eda hoy decimos que \u00abpoderoso caballero es Don Dinero\u00bb.
\nShakespeare calific\u00f3 al dinero como \u00abprostituta universal\u00bb, y desde luego su capacidad de prostituirlo todo parece ilimitada.\u00a0Mammona,<\/em>\u00a0el dinero de iniquidad, gobierna al mundo con una l\u00f3gica universal, raz\u00f3n por la cual la educaci\u00f3n en el dinero, comenzando por la herencia que sacraliza y perpet\u00faa esa educaci\u00f3n. La \u00fanica v\u00eda de acceso al nosotros es la que conduce a la comunidad grupal, que no a la democracia, la cual no es apenas nada al lado de la crematocracia. Por su parte, la \u00fanica educaci\u00f3n que parece transmitirse f\u00e9rreamente de padres a hijos es la cremat\u00edstica, socializaci\u00f3n del egocentrismo individualista.
\n 
\nEl dinero es la realidad con mayor fuerza de contagio, la socializaci\u00f3n m\u00e1s porosa, tanto, que hoy no existe una subcultura diferenciada al respecto entre adultos y j\u00f3venes, ya que unos y otros giramos en torno al dinero. Se habla de \u00abplasticidad del deseo\u00bb, pero esa plasticidad es de escaso margen, en la medida en que va y viene exclusivamente en torno a todo aquello que se puede comprar con el dinero, que es lo r\u00edgido por excelencia incluso cuando se trata de dinero de pl\u00e1stico (tarjetas y cl\u00f3nicos derivados).
\nEl verdadero giro copernicano lo ha producido el dinero en el alma del burgu\u00e9s, es decir, de aquella persona que gira en torno al per\u00edmetro de lo que tiene, en torno al poder de que dispone, en torno a la tranquilidad y el prestigio que puede adquirir, todo lo cual resulta siempre mucho m\u00e1s f\u00e1cil con peculio. En todo caso, para el burgu\u00e9s edificar sobre roca equivale a edificar sobre masa dineraria. Ya Arist\u00f3teles se quejaba hace veinticinco siglos de que la econom\u00eda (administraci\u00f3n de la casa) s\u00f3lo se entend\u00eda en su \u00e9poca como cremat\u00edstica, y desde entonces las cosas no han cambiado mucho al respecto. Resumiendo, el dinero es la s\u00edntesis de los enemigos del alma: mundo, demonio y carne.
\n 
\nFrente al mundo hipercomplejo y sofisticado en que vivimos, el dinero aparece como una respuesta simplificadora, niveladora, estereotipada, paralizante. La supuesta \u00abmovida\u00bb juvenil no es tal movida, sino nomadeo cansino en torno a las rutas del dinero, eterno Lo Mismo de Lo Mismo para lo mismo responder ma\u00f1ana. J\u00f3venes y viejos de hoy escribimos de izquierda a derecha en nuestras modernas m\u00e1quinas de computar, y no por casualidad o por necesidad.
\n 
\n <\/p>\n

    \n
  1. Los efectos gravemente despersonalizadores<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

    \u00a0\u00a0\u00a0\u00a0del eterno becerro de oro<\/strong>
    \n 
    \nPero cuanto m\u00e1s se gira en torno a ello, tanto m\u00e1s difusa, angustiosa y permanente deviene la propia identidad, y tanto mayor la crisis de sentido. El \u00abtener\u00bb, como siempre se ha dicho, ahoga al \u00abser\u00bb, convierte al propietario en reh\u00e9n de lo que dice haberse apropiado, embota la sensibilidad, genera soledad neur\u00f3tica y miedo a la p\u00e9rdida de la posesi\u00f3n, propicia actitudes depredadoras, competitividades desaforadas y salvajes, culto fetichista hacia los m\u00e1s poderosos de este mundo y envidias feroces, frustra a quien no posee pero tambi\u00e9n a quien posee y quiere poseer m\u00e1s, enclaustra en los privilegios y en las privacidades, a\u00edsla, insolidariza, cercena las utop\u00edas e impide las preguntas, o las reduce a un mu\u00f1\u00f3n de oro, esclaviza la mirada, a la que somete a cautiverio, confunde la voluntad con el deseo (y por tanto el querer con las querencias).
    \n 
    \nTodo esto, en suma, despersonaliza, reduce la relaci\u00f3n humana a relaci\u00f3n mercantil, anula la relaci\u00f3n yo-t\u00fa y yo-nosotros, pues trata al t\u00fa como a un \u00ab\u00e9l\u00bb, y al final al \u00ab\u00e9l\u00bb como a un \u00abello\u00bb, evitando la alegr\u00eda de los pronombres personales. En esta ciudad la noche sin aurora cae sobre la calle, siempre artificialmente iluminada con reclamos publicitarios alienantes, y los habitantes de la ciudad se tornan carcamalopolitanos telecentauros a la b\u00fasqueda de un programa (o \u00abpograma\u00bb) embrutecedor, destruy\u00e9ndose cualquier forma de intercambio que no sea dinerario, y anul\u00e1ndose la econom\u00eda del don y de la gratuidad.
    \n 
    \nUn mundo con electroencefalograma amoroso plano, en suma, que lleva a los padres a decir a los hijos: \u00abNos hemos sacrificado para que tengas todo, y ahora t\u00fa nos pagas as\u00ed\u00bb. Para que tengas. T\u00fa nos pagas. Nosotros te compramos. Eso es todo.
    \n 
    \nIncluso \u2014entre los a\u00fan creyentes cristianos\u2014 el atesoramiento del dinero lleva insensiblemente a contemplar a Dios como una especie de banquero que contabiliza los m\u00e9ritos supuestamente contra\u00eddos. El dinero ciega, produce hipoacusia axiol\u00f3gica incluso a los numerosos creyentes que pretenden compatibilizar el culto a Dios y al dinero, olvidando que no se puede servir a dos se\u00f1ores, y que si en la cumbre axiol\u00f3gica los poderes del mundo sit\u00faan al dinero, el creyente tiene que invertir esa pir\u00e1mide de mercader\u00eda y poner en la c\u00faspide s\u00f3lo a Dios. Corriente arriba, en un Reino que no es de este mundo, y que ni se compra ni se vende, pues tiene valor y no precio, es fuente de todo valer y de todo aprecio.
    \n 
    \nY entonces…
    \nEntonces todo vestigio de orden desaparece, en favor del caos emergente. Entonces re\u00edmos menos, dirigimos m\u00e1s r\u00e1pidamente a los dem\u00e1s, nos irritamos mucho m\u00e1s f\u00e1cilmente, trasnochamos en exceso, nos fatigamos en demas\u00eda, raramente nos paramos a leer un libro, gastamos un tiempo desmesurado ante el televisor, y raramente oramos. Multiplicamos nuestras propiedades si podemos, pero reducimos nuestros valores. Hablamos demasiado, amamos raramente y odiamos con mucha frecuencia. Aprendemos c\u00f3mo ganar la vida, pero no vivimos esa vida, antes al contrario la perdemos. A\u00f1adimos a\u00f1os a la longevidad de nuestra existencia, pero no a\u00f1adimos vida a la longevidad de nuestros a\u00f1os. Vamos a la luna y volvemos de la luna, pero estamos en la luna porque tenemos dificultad para atravesar la calle y para encontrarnos con nuestros vecinos. Conquistamos el espacio exterior, pero no nuestro espacio interior. Emprendemos empresas mayores, pero no sabemos acometer empresas cotidianas, las de nuestra propia vida diaria. Limpiamos el mar, pero polucionamos el alma. Dividimos el \u00e1tomo, pero no nuestros prejuicios. Estudiamos m\u00e1s, pero aprendemos menos. Tenemos m\u00e1s escuelas, pero menos maestros. M\u00e1s aulas y menos escuelas. M\u00e1s conocimiento y menos poder de juicio. Planeamos m\u00e1s, pero realizamos menos. Tenemos edificios m\u00e1s altos y calles m\u00e1s largas, pero puntos de vista m\u00e1s estrechos; tenemos m\u00e1s, pero somos menos. Cuanto m\u00e1s, menos. Cuanto menos, m\u00e1s.
    \n 
    \nDel mismo modo, aprendemos a correr contra el tiempo, pero no a esperar con paciencia. Obtenemos mayores rendimientos econ\u00f3micos, pero nuestro rendimiento moral decrece. Tenemos m\u00e1s comida, pero peor reparto. Incentivamos y competimos, pero carecemos de paz. Construimos m\u00e1s computadoras para almacenar m\u00e1s informaciones y para producir m\u00e1s copias que nunca, pero tenemos menos comunicaci\u00f3n. Hemos logrado avances en la cantidad, pero no en la calidad. Cuanto mejor, peor.
    \n 
    \nEstos son tiempos de comidas r\u00e1pidas y de digestiones lentas; de personajes altos y de personalidades bajas, de ganancias burs\u00e1tiles y de p\u00e9rdidas y hemorragias de humanidad. Son tiempos en los que se habla de paz mundial, pero en ellos perdura la guerra en las casas. Tenemos m\u00e1s ocio envasado, pero menos diversi\u00f3n; tambi\u00e9n tenemos mayor variedad de comidas, pero menor calidad de nutrici\u00f3n. Tenemos m\u00e1s residencias para ancianos, pero menos familias, pues aunque disfrutamos de casas mejores y de familias m\u00e1s ilustradas disponemos de menos tiempo para el encuentro. Cuanto m\u00e1s cantidad, menos calidad.
    \nSon d\u00edas de viajes r\u00e1pidos y de llegadas lentas, de usar y tirar todo, especialmente lo m\u00e1s descartable: la moralidad. Moralidad para una sola noche.
    \nCuerpos sobrecargados de peso, y pastillas que hacen de todo: alegrar, aquietar, excitar, matar.
    \n 
    \nEs un tiempo en el que hay mucho en los escaparates, y nada en el interior. Todo a cien, porque hay ni\u00f1os esclavos que fabrican esos objetos como en los tiempos de los Faraones, a las puertas del tercer milenio. Es un hoy sin ma\u00f1ana claro. Es un tiempo de dicciones y de predicciones, pero sin expectativas ni prospectivas. Es un tiempo de profec\u00edas y de hor\u00f3scopos cargados de designios banales, pero sin huella de profetas. La gente espera el cumplimiento de grandes profec\u00edas, y no ve que ante sus narices est\u00e1 llegando el Apocalipsis: las profec\u00edas como ocultaci\u00f3n de los signos de evidencia prof\u00e9tica.
    \n 
    \nEs un\u00a0tiempo de jajajajijij\u00ed,<\/em>\u00a0que sin embargo termina amodorrando su somnolencia en la decepci\u00f3n de la madrugada fatigada. Es un tiempo de apolog\u00eda de los sentidos y de ausencia de sentido. De autoridades pero no de autoridad. Cuanto m\u00e1s plural, menos singular.
    \nEn fin: Su Majestad el Euro. Su Alteza el Mercado Com\u00fan, que es el m\u00e1s com\u00fan de los mercados donde se compra y se vende la sangre de los pobres, los cuales siempre son castigados con decalvaci\u00f3n y azotes, los cuales tambi\u00e9n cuanto m\u00e1s numerosos menos significativos socialmente. Ahora, aunque no lo veamos, aunque no lo creamos, hay un perro amarillo rondando por cada casa.
    \n 
    \n <\/p>\n

      \n
    1. \u00bfQu\u00e9 se puede hacer? Algo se podr\u00e1 \u00bfno?<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

       
      \n\u00bfQu\u00e9 se puede hacer en este contexto en favor de los hoy m\u00e1s j\u00f3venes? \u00bfSer\u00e1, por ejemplo, bueno sermonear, sermonear, sermonear? Podemos sermonear, por ejemplo. Podemos decir, por ejemplo, que el dinero no da la felicidad y\u00a0blablabl\u00e1.<\/em>\u00a0Pero no es un recurso recomendable, sobre todo si nosotros los filosermonizantes no vivimos de otro modo, antes al contrario a la hora de la verdad es lo que m\u00e1s nos preocupa: no olvidemos que nuestra religi\u00f3n es lo que viene cuando acaba el serm\u00f3n. La palabra es el arca de la memoria.
      \n 
      \n\u00bfQu\u00e9 m\u00e1s podemos hacer? No tenemos otra alternativa que la de dar ejemplo de que a nosotros nos interesa vivir de otro modo y pensar de otro modo. Como los cristianos mexicanos de la \u00e9poca de la Revoluci\u00f3n, tambi\u00e9n los adultos realmente interesados en corregir el sesgo demon\u00edaco-mamonizado de nuestra vida \u2013padres, educadores, formadores- deber\u00edamos recordar aquella consigna exigente y perentoria: \u201cSi avanzo, s\u00edganme; si me detengo, emp\u00fajenme; si retrocedo, m\u00e1tenme\u201d. Si no nos atrevemos a llegar tan lejos, al menos recordemos que de adultos envilecedores con el vil metal no vamos a sacar otra cosa que j\u00f3venes envilecidos por el vil metal. \u00danicamente de adultos que leen, conviven, promueven, buscan seriamente y no tan s\u00f3lo blandenguemente nuevas formas de encuentro y de convivencia no envilecidas, es m\u00e1s f\u00e1cil esperar reto\u00f1os diferenciales.
      \n 
      \nAunque s\u00f3lo sea a escala individual, al nivel elemental de cada uno, hay que echarse a nadar, que es como se aprende: nadando. No hemos venido al mundo tan solo para escribir un Manual de T\u00e9cnicas de Investigaci\u00f3n de Rumiolog\u00eda, por mucho est\u00f3mago que tengamos.
      \nDesde luego tendremos que comenzar a prescindir en lo posible del gasto dinerario cuando se es adicto a \u00e9l. Probablemente podamos vivir con menos de lo que acostumbramos, ahora bajo el signo de la sobriedad, como aquel S\u00f3crates que ante las abarrotadas calles de Atenas exclamaba: \u201c\u00a1Cu\u00e1nto es lo que no necesito, y lo poco que necesito cu\u00e1n poco lo necesito!\u201d.
      \n 
      \nSin actitudes verdaderas de\u00a0ecoausteridad<\/em>\u00a0no lograremos comenzar nunca una vida distinta. Se trata, pues, no solamente de gastar menos de lo que es propio, sino de gastar propiamente menos tambi\u00e9n de lo que es com\u00fan: agua, bienes no renovables, y semejantes. En un mundo escaso en recursos hay que recordar que los dem\u00e1s habitantes del planeta Tierra tambi\u00e9n existen, algo que por extra\u00f1o que parezca a los pa\u00edses \u00abdesarrollados\u00bb y a las personas \u00abdesarrolladas\u00bb, incluso a las de los pa\u00edses empobrecidos, les tiene absolutamente sin cuidado. En realidad, lo \u00fanico en ellos verdaderamente desarrollado es el ego\u00edsmo, el gen tramposo seg\u00fan el tratamiento de los actuales genetistas de poblaciones.
      \n 
      \nQuiz\u00e1 si logr\u00e1semos interesar consciente y vivencialmente a los nuevos j\u00f3venes de la vieja Europa en el car\u00e1cter no renovable de los bienes fungibles del planeta podr\u00eda iniciarse una generaci\u00f3n metadineraria y por ende realmente distinta. No todo es comprar, no todo es poseer, no todo es acumular euros, d\u00f3lares o yens. Pero para lograrlo no bastar\u00e1n cursillitos reblandecidos ni morarilas, sino una nueva forma de mirar la realidad, una propuesta enamoradora, un cambio real del coraz\u00f3n y de las cabezas.
      \n 
      \nLo que, por todo ello, est\u00e1 sometido a prueba es, pues, el valor de la instituci\u00f3n escolar. Si la educaci\u00f3n escolar y familiar no es capaz de modificar las pautas de comportamiento derrochadoras y los h\u00e1bitos consumistas, entonces no habr\u00e1 nada que hacer. O cuando haya algo que hacer quiz\u00e1 sea demasiado tarde, pues no se puede conducir apurando la frenada, ya que en alg\u00fan momento esa conducta de riesgo termina en cat\u00e1strofe. Seguiremos trabajando para que as\u00ed no sea, de forma que \u2014siquiera por ego\u00edsmo inteligente\u2014 los planes de estudio de las escuelas, de las ense\u00f1anzas secundarias y de las universidades aporten un aire nuevo, una forma de vida distinta.
      \n 
      \nLo importante es hacer algo, cuanto m\u00e1s mejor y cuanto mejor m\u00e1s. No es preciso ni tan siquiera \u00abser bueno\u00bb para empezar a hacer cosas que nos liberen del s\u00edndrome del dinero. Lo que importa es echarse a andar, mirar a nuestro alrededor: unos ancianos que est\u00e1n solos, alg\u00fan enfermo terminal, alguna familia con alg\u00fan problema angustioso, alguien que requiere un peque\u00f1o servicio. Y comenzar. A veces nos recibir\u00e1n con un desconcierto que parece hostilidad. No hay tal. Es sorpresa y timidez. No est\u00e1n acostumbrados. Volvamos a la otra semana y a la otra. Nos estar\u00e1n esperando. Es una emoci\u00f3n y una experiencia inexpresables.
      \n 
      \nEstamos hablando de gastar menos y de ayudar a los dem\u00e1s, claro est\u00e1, no s\u00f3lo de gastar menos para ahorrar m\u00e1s dinero, al modo como lo entender\u00eda la persona avara. La idea ser\u00eda esta:
      \n 
      \n\u201cHaz todo el bien que puedas,
      \npor todos los medios que puedas,
      \nde todas las maneras que puedas,
      \nen todos los sitios que puedas,
      \na todas las horas que puedas,
      \ndurante todo el tiempo que puedas\u201d.
      \n 
      \n <\/p>\n

        \n
      1. Hacer de otro modo significa asimismo<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

        \u00a0\u00a0\u00a0\u00a0idear otros modos y nuevos mundos<\/strong>
        \n 
        \nSe necesita pensar de otro modo y vivir de otro modo para poder idear otros mundos. Dos hombres, ambos enfermos de gravedad, compart\u00edan la misma habitaci\u00f3n del hospital. A uno de ellos se le permit\u00eda sentarse durante una hora por la tarde para drenar el l\u00edquido de sus pulmones. Su cama estaba al lado de la \u00fanica ventana de la habitaci\u00f3n. El otro ten\u00eda que permanecer acostado durante todo el tiempo mirando a la pared, sin poder acceder a la ventana citada.
        \n 
        \nConversaban incesantemente durante todo el d\u00eda sobre sus familias, sus experiencias, sus temores; en una palabra, sobre su vida. Cada tarde, el compa\u00f1ero sentado cerca de la ventana relataba a su compa\u00f1ero lo que ve\u00eda a su trav\u00e9s. La ventana daba a un parque con un lago donde se deslizaban hermosos cisnes. Los enamorados entrelazaban sus manos mientras paseaban entre \u00e1rboles y flores multicolores. All\u00e1 al fondo, una hermosa vista de la ciudad se divisaba. Un d\u00eda era esto, otro d\u00eda era aquello, y siempre hab\u00eda novedades que relatar, las suficientes para mantener en alto la ilusi\u00f3n y viva la imaginaci\u00f3n.
        \n 
        \nUn d\u00eda muri\u00f3 el enfermo situado cerca de la ventana. El otro fue trasladado con sumo cuidado a la cama del difunto, que daba a la ventana. El enfermo, que iba mejorando, con mucho esfuerzo y dolor se apoy\u00f3 sobre un codo para poder mirar al mundo exterior por primera vez: finalmente podr\u00eda ver por s\u00ed mismo los paisajes relatados por el a\u00f1orado compa\u00f1ero ya desaparecido. Al erguirse no vio sin embargo otra cosa que una oscura pared frente a su cama.
        \nConfundido y entristecido pregunt\u00f3 entonces a la enfermera c\u00f3mo era posible el cambio del decorado, a lo que aqu\u00e9lla respondi\u00f3 que el se\u00f1or anterior era ciego, a\u00f1adiendo en voz baja: \u00abQuiz\u00e1 solamente deseaba animarlo a usted\u00bb.
        \n 
        \nYa se ve lo importante del gesto del ciego. Frente a \u00e9l el mundo se encuentra lleno de desanimados sin causa suficiente para estarlo. Uno no sabe c\u00f3mo se las ingenia el dinero, que hace realmente lo m\u00e1s dif\u00edcil: desfondar a quien busca otra alternativa imp\u00e9cune y adineraria, gratuita, antes de comenzar a ejercerla. S\u00ed, aunque parezca inexplicable, mucha gente adulta muere la v\u00edspera, arrastrando sin saberlo a los j\u00f3venes a morir del mismo modo, y luego ech\u00e1ndoles la culpa por ello. Para los \u00abadultos\u00bb o ad\u00falteros (ad\u00falteros porque adulteran cuanto tocan, porque echan a perder a la juventud, que una vez adulterada pasar\u00e1 por su parte a ser adulteradora) amigos del dinero no vale la pregunta de si hay vida despu\u00e9s de la muerte, la pregunta que habr\u00eda que hacerles es la de si hay vida en esta vida, ya que muchos de ellos llevan una existencia de zombis, aunque fuere de zombis con un reloj\u00a0rolex<\/em>\u00a0de oro y pulsera de brillantes y con un maravilloso encendedor\u00a0dupont<\/em>\u00a0de alta definici\u00f3n.
        \n 
        \n\u00bfC\u00f3mo explicar en este contexto mugriento a las eurogentes esc\u00e9pticas en todo menos en el euroconsumismo (con su mismo euro) que hay sol, luna y estrellas por encima de sus cabezas aburguesadas? \u00bfC\u00f3mo hacer ver a estos sujetos poseedores pose\u00eddos que para quien alberga en su pecho una catedral g\u00f3tica y un instinto de poes\u00eda no hay ni puede haber aburrimiento, ni dinero con que comprar ocio enlatado para consumir m\u00e1s aburrimiento, antes al contrario siempre tensi\u00f3n dise\u00f1adora, eterno proyectar de energ\u00edas cin\u00e9ticas, palomas lanzadas en vuelo desde las g\u00e1rgolas de esas catedrales, arpegios armoniosos de m\u00fasicas celestes? \u00bfC\u00f3mo decirles que cada ser amado en la distancia aviva lo eterno sin endurecer la propia soledad? \u00bfC\u00f3mo hacerles entender que vivir no es morir, o sea, volver la cara a la pared, aferrar por los hombros al que est\u00e9 cerca, echarse uno a correr como el que tiene las ropas incendiadas?
        \n 
        \nEn fin, \u00bfc\u00f3mo devolver la vista a los ciegos, Dios m\u00edo, si no eres t\u00fa en \u00faltima instancia quien te acuerdas del justo de Sodoma y Gomorra, pues Europa y su poderoso caballero eurodinero ya no es otra cosa que un sumatorio de sodomitas y de gomorrinos, pompa solemne pero f\u00fanebre para mentar el nihilismo m\u00e1s feroz?
        \n 
        \n <\/p>\n

          \n
        1. Y, desde luego, para el joven<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

          \u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0no hay mejor modelo que Cristo pobre,<\/strong>
          \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0centrado en el amor y no en el dinero.\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0<\/strong>
          \n 
          \nYa en el tercer milenio el mundo parece haber renunciado a la justicia social, a la revoluci\u00f3n, comunista o a la de cualquier otro modo. Algo incomprensible, pues hay m\u00e1s depauperados que nunca. Sin embargo, los j\u00f3venes, amaestrados por sus mayores, han o\u00eddo hablar a todas horas de pensamiento \u00fanico y de neoliberalismo como p\u00f3cima universal, b\u00e1lsamo de Fierabr\u00e1s y ung\u00fcento amarillo. Nadie les hace ver que hay cada vez m\u00e1s pobres m\u00e1s empobrecidos para que haya cada vez menos ricos m\u00e1s enriquecidos. Y casi nadie, o muy pocos, parecen interesados en hacerles ver a los actuales j\u00f3venes las inmensas grietas del sistema, los inquietantes signos del naufragio.
          \n 
          \nPero adem\u00e1s ha renunciado a Dios. En realidad, quien renuncia a querer a su hermano renuncia a la vez a Dios. Y quien vive expoliando a su hermano vive asimismo expoliando a Dios. El resultado es que no hay Tierra que resista tanto expolio.
          \nLos mayores no quieren reconocerlo. Pretenden solucionar la cat\u00e1strofe con nuevos m\u00e1sters en Chicago, donde los g\u00e1nsters (o m\u00e1sters) del mundo se concitan. Y el resultado es que el mundo se fractura cada vez m\u00e1s entre empobrecidos y entre enriquecidos. Un alma sensible ya no sabe ad\u00f3nde mirar para no ver m\u00e1s dolor.
          \n 
          \nY cuando el alma bella habla as\u00ed, entonces los corazones duros inician el contraataque para que esa alma bella se calle. Si es necesario, callar\u00e1n su boca sell\u00e1ndola de un cantazo.
          \nPero quien, joven de esp\u00edritu, a\u00fan viva con austeridad y adem\u00e1s trabaje por la justicia denunciando su contrario ser\u00e1 persona creyente en Dios y sabr\u00e1 que Dios cree en \u00e9l antes de que \u00e9l hubiera cre\u00eddo en Dios. Dios, manifestado en Cristo, es la respuesta al euro y a todo desfallecimiento. Sin fundamentalismo, con fundamento, experimentar\u00e1 que hay m\u00e1s fuerza en sentirse amado que en creerse fuerte.
          \n 
          \nSituarse en el amor de Cristo significa abrir sitio a la plenitud donde antes no hab\u00eda m\u00e1s que vac\u00edo lleno de dinero. Es perder la oscura religaci\u00f3n con el objeto de nuestros temores y de nuestros rencores. Es gozar del dinero como medio o instrumento, nunca como simon\u00edaco fin en s\u00ed.
          \nTodo lo cual resulta demasiado consabido, pero tambi\u00e9n demasiado olvidado. S\u00f3lo quien vive de otro modo puede despertar a su propia juventud y despertar la juventud ajena.
          \n 
          \nEn \u00faltima instancia, la pregunta por el culto al euro es la pregunta teol\u00f3gica \u00fanica: qu\u00e9 hacemos por nuestro hermano. Por eso interesa a todos, no s\u00f3lo a los creyentes. \u201cUn d\u00eda, escribe Jean Guitton en su libro\u00a0Silencio sobre lo esencial,<\/em>\u00a0en que estaba con el m\u00e1s increyente de mis amigos, Jean Rostand, me dijo: \u00abTiene usted mucha suerte. Usted cree en Dios, por consiguiente puede no pensar en Dios. Yo, que no creo en \u00c9l, estoy obligado a pensar siempre en \u00c9l\u00bb\u201d.
          \nPor eso las grandes cuestiones obligan a poner en com\u00fan las grandes preguntas, las \u2014como dec\u00edan los griegos\u2014 homologo\u00famena.\u00a0n
          \n 
          \nCarlos D\u00edaz<\/strong><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

          Pie de autor: Carlos D\u00edaz\u00a0es profesor de Filosof\u00eda en la Universidad Complutense (Madrid).   S\u00edntesis del art\u00edculo: \u201cEl verdadero giro copernicano lo ha producido el dinero que, frente a un mundo hipercomplejo y sofisticado, aparece como una respuesta simplificadora, niveladora, estereotipada, paralizante\u201d. \u00bfQu\u00e9 hacer, pues, frente a los efectos despersonalizadores y paralizantes del dinero? Antes […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","inline_featured_image":false,"footnotes":""},"categories":[124,452,450,94],"tags":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12049"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=12049"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12049\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=12049"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=12049"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=12049"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}