{"id":12051,"date":"1999-12-01T09:38:41","date_gmt":"1999-12-01T07:38:41","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=12051"},"modified":"1999-12-01T09:38:41","modified_gmt":"1999-12-01T07:38:41","slug":"mirada-cristiana-sobre-el-dinero","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/mirada-cristiana-sobre-el-dinero\/","title":{"rendered":"Mirada cristiana sobre el dinero"},"content":{"rendered":"
[vc_row][vc_column][vc_column_text]Pie autor: [1]<\/a>\u00a0La enorme capacidad de producci\u00f3n de las tecnolog\u00eda hoy disponible salta a la vista. Cosa menos evidente es que esta posibilidades productivas se usen para la producci\u00f3n de los bienes que son necesarios para vivir y no de otros que, o bien son superfluos, o bien son incluso nocivos para el ser humano, como lo son la producci\u00f3n de armamentos cada vez m\u00e1s sofisticados y con un enorme poder destructivo, o de las drogas, que est\u00e1n matando a muchos j\u00f3venes. [vc_row][vc_column][vc_column_text]Pie autor: Jos\u00e9 Antonio Lobo Alonso\u00a0es profesor en el \u00abInstituto Superior de Ciencias Morales\u00bb (Madrid). S\u00edntesis del art\u00edculo: El dinero \u201cha ocupado el centro de la vida de los seres humanos\u201d. Al respecto, el autor trata aqu\u00ed de responder a tres preguntas b\u00e1sicas: \u201c\u00bfCu\u00e1les son las consecuencias de la idolatr\u00eda del dinero? \u00bfC\u00f3mo se […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[124,450,31,94],"tags":[],"class_list":["post-12051","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-1999-mision-joven-2","category-estudios-275","category-jose-antonio-lobo","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12051","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=12051"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12051\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=12051"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=12051"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=12051"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\nJos\u00e9 Antonio Lobo Alonso<\/strong>\u00a0es profesor en el \u00abInstituto Superior de Ciencias Morales\u00bb (Madrid).<\/em>
\n
\nS\u00edntesis del art\u00edculo:
\nEl dinero \u201cha ocupado el centro de la vida de los seres humanos\u201d. Al respecto, el autor trata aqu\u00ed de responder a tres preguntas b\u00e1sicas: \u201c\u00bfCu\u00e1les son las consecuencias de la idolatr\u00eda del dinero? \u00bfC\u00f3mo se ha llegado a este estado de cosas? \u00bfCu\u00e1l ser\u00eda la visi\u00f3n y la actitud cristiana frente al dinero?\u201d Una vez recordadas las v\u00edctimas y analizado el proceso que conduce al \u00abhombre burgu\u00e9s\u00bb, la alternativa cristiana es clara: una \u00abcultura samaritana\u00bb cargada de \u00abgestos de vida\u00bb.
\n
\n
\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a01 \u00bfC\u00f3mo anda el mundo de los dineros?<\/strong>
\n
\nAl aproximarse desde una \u00f3ptica cristiana al mundo de la econom\u00eda, al mundo de los dineros, tal como funciona hoy, en \u00e9l no se percibe mayormente la presencia de valores evang\u00e9licos importantes como son la fraternidad, la justicia, la solidaridad y la gratuidad. M\u00e1s bien en este mundo todo parece indicar que el \u00abdios Mamm\u00f3n\u00bb, que se traduce en el af\u00e1n insaciable de acumular bienes, en el consumo depredador por parte de algunos, pero con la exclusi\u00f3n de la mayor\u00eda, ha ocupado el centro de la vida de los seres humanos, en el que lo dirige todo, lo anima todo y el que se ha apoderado de mentes, voluntades y corazones.
\n
\nEl dinero, convertido en dios, resulta ser un dios idol\u00e1trico que, como todos los \u00eddolos, exige el sacrificio de v\u00edctimas, produce muerte en torno suyo. E. Mounier ya se\u00f1al\u00f3 algunos de estos efectos delet\u00e9reos del dinero cuando se convierte en dios: \u00absepara a los hombres comercializando toda relaci\u00f3n, falseando las palabras y los comportamientos, aisl\u00e1ndolos sobre s\u00ed mismos, lejos de los reproches vivos de la miseria\u00bb.
\n
\nEstas palabras son reveladoras de la actual situaci\u00f3n del mundo de los dineros y ponen de manifiesto dos cosas. Primera, que el dinero, convertido en valor supremo de la vida, termina por concentrar todas las aspiraciones y energ\u00edas de las personas en su b\u00fasqueda y posesi\u00f3n. Y segunda, que es consecuencia de la anterior, quita sensibilidad para los sufrimientos ajenos, muchos de ellos causados precisamente por el af\u00e1n desmedido de riqueza, pues para que algunos acumulen bienes y despilfarren es preciso que otros sean explotados, expoliados y despose\u00eddos.
\n
\nPor eso, el acercamiento al mundo de los dineros desde la \u00f3ptica de la fe cristiana obliga a plantearse una serie de preguntas: \u00bfcu\u00e1les son las consecuencias de la idolatr\u00eda del dinero?; \u00bfc\u00f3mo se ha llegado a este estado de cosas; y \u00bfcu\u00e1l ser\u00eda la visi\u00f3n y la actitud cristiana frente al dinero?
\n
\n <\/p>\n\n
\nFunci\u00f3n de la econom\u00eda es organizar racionalmente la producci\u00f3n, la distribuci\u00f3n, el uso y el consumo de bienes, su meta parece l\u00f3gico que sea poner al alcance del conjunto de los seres humanos, y no s\u00f3lo de unos pocos, los bienes requeridos para satisfacer sus necesidades, al menos sus necesidades b\u00e1sicas, como son: alimento, vivienda, salud, higiene, educaci\u00f3n, etc.
\n\u00bfCumple el actual modelo de organizaci\u00f3n de la econom\u00eda estos objetivos? Desde luego el objetivo de la producci\u00f3n suficiente de bienes, al menos en su aspecto t\u00e9cnico[1]<\/a>, parece estar logrado, pues en menos tiempo y con menos manos de obra se consigue hoy producir muchos m\u00e1s bienes que anta\u00f1o.
\n
\nPor el contrario, el actual modelo econ\u00f3mico no parece haber resuelto adecuadamente el problema de la distribuci\u00f3n equitativa de los bienes producidos en abundancia. Esto es tan cierto que se puede afirmar, sin caer en demagogia, \u00abque el problema primero y principal que existe en la actualidad es el de la\u00a0pobreza<\/em>\u00a0en la se encuentran miles de millones de seres humanos en los pa\u00edses del sur\u00bb[2]<\/a>.
\n
\nEsta situaci\u00f3n no ha escapado a la mirada de la Iglesia, en la medida en que ella contempla este mundo de la econom\u00eda precisamente desde la perspectiva de la fe cristiana. Juan Pablo II, en su enc\u00edclica\u00a0Sollicitudo rei socialis<\/em>, se\u00f1alaba este hecho, \u00abel de la persistencia y a veces ensanchamiento del\u00a0abismo<\/em>\u00a0entre las \u00e1reas del llamado norte desarrollado y las del sur en v\u00edas de desarrollo\u00bb (n\u00ba 14), no s\u00f3lo como una de las mayores lacras de nuestro tiempo, sino como uno de los m\u00e1s graves \u00abpecados estructurales\u00bb[3]<\/a>.
\n
\nEsta es, pues, la m\u00e1s escandalosa contradicci\u00f3n del actual sistema econ\u00f3mico, que, a pesar de la innegable capacidad t\u00e9cnica para la producci\u00f3n de los bienes necesarios para la satisfacci\u00f3n de las necesidades del conjunto de los seres humanos, persiste el contraste entre las oportunidades que tienen unos, la minor\u00eda, que hasta les permite vivir en el lujo y el despilfarro, y las necesidades que padecen la mayor\u00eda de los habitantes del planeta, muchos de ellos privados hasta de los m\u00ednimos necesarios para la vida, que contin\u00faa la divisi\u00f3n, denunciada por el Papa, entre un norte rico y un sur pobre.
\n
\nEl esc\u00e1ndalo de esta contradicci\u00f3n resalta m\u00e1s si se tienen en cuenta los siguientes datos: \u00abEn los primeros (los pa\u00edses ricos) s\u00f3lo habitamos el 20 por ciento de los humanos y en los segundos (los pa\u00edses pobres) el 80 por ciento… En los pa\u00edses del sur existen 1.300 millones de personas por debajo del l\u00edmite de la pobreza, un n\u00famero superior al de toda la poblaci\u00f3n de los pa\u00edses del norte (1.178 millones). Debemos tener en cuenta que los 1.280 millones de personas que no tienen acceso a agua apta para el consumo o los 1.200 millones de seres humanos que viven en poblados de cart\u00f3n y pl\u00e1stico son m\u00e1s que toda la poblaci\u00f3n del norte. Los 1.000 millones de personas que no tienen acceso a ning\u00fan servicio de salud constituyen casi el doble de toda la poblaci\u00f3n europea oriental y occidental\u00bb[4]<\/a>.
\n
\nEstas son las v\u00edctimas de la idolatr\u00eda del dinero, del reinado del \u00abdios Mamm\u00f3n\u00bb. Son personas de carne y hueso, que tienen las mismas aspiraciones y los mismos derechos que la minor\u00eda de privilegiados, y, por desgracia, son demasiadas y claman a nuestra conciencia para que no nos conformemos ni quedemos pasivos ante esta situaci\u00f3n.
\nPor todo ello, al mirar desde una \u00f3ptica cristiana hacia el mundo de la econom\u00eda, tal como funciona hoy, debemos seguir haci\u00e9ndonos preguntas: \u00bfcu\u00e1l es la raz\u00f3n de todo esto?, \u00bfacaso el dinero es malo por su propia naturaleza?, \u00bfcu\u00e1l ser\u00eda el fundamento de las actuales disfunciones en el uso del dinero?, \u00bfexiste, vistas las cosas desde la fe cristiana, una salida alternativa, la posibilidad de un uso diferente del dinero?
\n
\n <\/p>\n\n
\nLa econom\u00eda est\u00e1 sometida a ciertas normas. Una de ellas es la de la\u00a0divisi\u00f3n del trabajo<\/em>. Puesto que la\u00a0autarqu\u00eda,<\/em>\u00a0la capacidad para abastecerse de todo por s\u00ed mismo, es imposible, se convierte en necesaria la especializaci\u00f3n de las tareas productivas, pues tiene que haber agricultores, alba\u00f1iles, m\u00e9dicos, maestros, etc.
\nComo exigencia de la divisi\u00f3n del trabajo surge\u00a0el mercado<\/em>, otra norma de la econom\u00eda[5]<\/a>. Para dar salida a los productos de la divisi\u00f3n del trabajo es necesario\u00a0un mercado<\/em>, un espacio real o simb\u00f3lico en que se realicen las transacciones, las operaciones de compra y venta.
\n
\nSiendo el mercado una pieza necesaria para los intercambios, lo que var\u00eda es\u00a0el modo<\/em>\u00a0como se pueden realizar los intercambios. Uno de esos modos es el intercambio de bienes por bienes o la\u00a0\u00abeconom\u00eda de trueque\u00bb.<\/em>\u00a0Esta modalidad de intercambios, que se practic\u00f3 alg\u00fan tiempo y en algunas sociedades, cuando \u00e9stas se volvieron m\u00e1s complejas y los intercambios se multiplicaron en el n\u00famero y en el espacio, dej\u00f3 de ser viable y fue preciso encontrar un sistema de intercambios m\u00e1s \u00e1gil y eficaz. De esta manera naci\u00f3 el dinero como unidad simb\u00f3lica para los intercambios, pues fijado el precio de las mercanc\u00edas en dinero, \u00e9stas dejan de intercambiarse directamente y el intercambio se har\u00e1 acudiendo al dinero.
\n
\nEsta breve y sencilla explicaci\u00f3n sobre el sentido y funci\u00f3n del dinero, como unidad simb\u00f3lica de cambio, la ofrecemos con el objeto de dejar constancia de varias cosas. Primera, el dinero ni es bueno ni es malo en s\u00ed mismo, sino que es un simple\u00a0medio<\/em>\u00a0al servicio del funcionamiento de la econom\u00eda. Y, segunda, que el uso del dinero tenga efectos negativos, ocurre siempre que deja de ser medio para convertirse en s\u00ed mismo en\u00a0el fin de la econom\u00eda<\/em>.
\n
\nCuando el dinero cambia su condici\u00f3n de\u00a0medio<\/em>\u00a0para convertirse en\u00a0un fin<\/em>, en algo que acapara mentes y voluntades y en el centro de las aspiraciones de los seres humanos, como parece ocurrir en el actual modo de concebir y funcionar la econom\u00eda, se convierte en un\u00a0fetiche, en un \u00eddolo<\/em>\u00a0y, en cuanto tal, exige servidores y en torno a \u00e9l se monta un aut\u00e9ntico culto.
\nEl car\u00e1cter idol\u00e1trico del dinero se pone en evidencia, en este sentido, siempre que, como vimos en el apartado anterior, del modo en que se usa y valora derivan v\u00edctimas. Ejemplo actual y paradigm\u00e1tico de esta inversi\u00f3n de la funci\u00f3n del dinero son las v\u00edctimas producidas por el tr\u00e1fico de armas y el tr\u00e1fico de drogas: para amasar grandes fortunas personas y grupos, \u00e1vidos de dinero, no se detienen ante la destrucci\u00f3n de vidas que resulta de tales negocios.
\n
\nEntendida la raz\u00f3n que lleva a que el dinero, que en s\u00ed ni es bueno ni es malo, tenga una funci\u00f3n negativa, su paso de medio a fin, su uso idol\u00e1trico, nos queda por ver el proceso que llev\u00f3 a esta inversi\u00f3n, que parece haberse generalizado en el funcionamiento actual de la econom\u00eda, pues damos por supuesto que las cosas no cambian de la noche a la ma\u00f1ana, sino que los cambios en la vida y los comportamientos sociales son efecto de largos procesos.
\n
\nEste proceso ha sido estudiado y explicado por autores conocidos, como Max Weber y Werner Sombart, quienes lo vincularon al nacimiento del\u00a0\u00abesp\u00edritu burgu\u00e9s\u00bb<\/em>, del\u00a0\u00abestilo de vida burgu\u00e9s\u00bb<\/em>, del\u00a0\u00abhombre burgu\u00e9s\u00bb.<\/em>\u00a0Estos autores, por una parte introdujeron el t\u00e9rmino\u00a0\u00abesp\u00edritu\u00bb<\/em>\u00a0en el vocabulario sociol\u00f3gico y lo definieron como el sistema de valores, de convicciones profundas y de motivaciones de fondo que gu\u00edan siempre a los seres humanos en su actuaci\u00f3n pr\u00e1ctica; y, por otra, explicaron de manera adecuada el nacimiento del\u00a0\u00abesp\u00edritu burgu\u00e9s\u00bb.<\/em>
\n
\nFrente al \u00abhombre medieval\u00bb, seg\u00fan estos autores, el \u00abhombre burgu\u00e9s\u00bb ya no vivir\u00e1 como aqu\u00e9l centrado en la posesi\u00f3n de Dios, en la entrega piadosa a su contemplaci\u00f3n, sino en la acci\u00f3n, en la que ver\u00e1 la forma de cumplir la voluntad de Dios, sinti\u00e9ndose, adem\u00e1s, un instrumento en sus manos para la transformaci\u00f3n del mundo.
\n
\nEsto quiere decir que, en sus or\u00edgenes, el \u00abhombre burgu\u00e9s\u00bb fue un hombre profundamente religioso y preocupado hasta la angustia por su salvaci\u00f3n, pero que encontr\u00f3 una salida a esa angustiosa incertidumbre sobre la salvaci\u00f3n, precisamente en la dedicaci\u00f3n al trabajo, en el ejercicio de una profesi\u00f3n. M\u00e1s a\u00fan, el \u00e9xito profesional terminar\u00e1 convirti\u00e9ndose en el mejor signo de salvaci\u00f3n, en la prueba fehaciente de gozar de las bendiciones de Dios.
\nDe esta manera naci\u00f3 el\u00a0\u00abhombre burgu\u00e9s\u00bb.<\/em>\u00a0Este, volcado por una parte en el trabajo y en el ejercicio riguroso de una profesi\u00f3n y llevando, por otra, un estilo austero de vida, tal como le exig\u00edan sus profundas convicciones religiosas, termin\u00f3 por acumular el capital que sentar\u00eda las bases del\u00a0\u00absistema capitalista\u00bb.<\/em>
\n
\nEste \u00abhombre burgu\u00e9s\u00bb, originariamente un ser religioso, moralmente sacrificado, austero y de costumbres sencillas, y profesionalmente emprendedor, cuando con el paso del tiempo deja de ser religioso y abandona la austeridad y sus costumbres sencillas, pero no su esp\u00edritu emprendedor y competitivo en lo profesional, se convertir\u00e1 en el actual modelo de persona, cuya meta ser\u00e1 \u00abtrabajar para ganar m\u00e1s\u00bb, \u00abganar y tener m\u00e1s para consumir m\u00e1s\u00bb. Hemos llegado as\u00ed al\u00a0\u00abesp\u00edritu\u00bb<\/em>\u00a0que gu\u00eda al actual \u00abhombre burgu\u00e9s\u00bb, que vive bajo la idolatr\u00eda del dinero: \u00abtener y consumir m\u00e1s\u00bb en lugar de \u00abser m\u00e1s y mejor persona\u00bb.
\n
\nEl dios capital, el \u00abdios Mamm\u00f3n\u00bb se ha impuesto de tal manera que, en este momento, el dinero ni siquiera se utiliza ya y preferentemente para producir bienes o servicios, sino para generar m\u00e1s dinero. Estamos en la fase del capitalismo especulativo, en el que la fuente del enriquecimiento es especular con el dinero.
\n
\nUn autor ejemplifica este culto idol\u00e1trico del dinero, que impone el neoliberalismo imperante, en los \u00abshoping centers\u00bb, que ser\u00e1n los s\u00edmbolos de este mundo nuestro y de nuestras ciudades de la misma manera que las catedrales lo fueron de la ciudad medieval: Estos centros ser\u00edan los templos de la religi\u00f3n del consumo. \u00abNo se puede ir como uno quiera, hay que ir con ropa de misa dominical y usted pasa por aquellos claustros, por aquellas capillas con venerables objetos de consumo y rodeados de bellas sacerdotisas; si usted no puede comprar se siente en el Infierno. Si puede comprar a cr\u00e9dito est\u00e1 en el Purgatorio; pero si tuvo manera de comprar est\u00e1 en el Reino de los cielos. Y para todos finalmente hay una comuni\u00f3n post-moderna: el mismo pan y el mismo vino en la mesa de McDonald\u00bb[6]<\/a>.
\n
\n <\/p>\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a04 Hacia una actitud y cultura samaritanas<\/h2>\n
\nEl tipo de ser humano al que conduce el culto idol\u00e1trico del dinero se le podr\u00eda definir, creo que con bastante exactitud, como \u00abel hombre productor-consumidor\u00bb, pues esta es su principal caracter\u00edstica, la de vivir inmerso en el ciclo infernal del producir para consumir, sin que parezca tener fin el af\u00e1n del \u00abtener\u00bb, de la \u00abposesi\u00f3n-consumo\u00bb de bienes. Un ser as\u00ed ha dejado de ser el due\u00f1o y el dominador de las cosas, de los objetos, del dinero, de los bienes, para convertirse en su servidor y esclavo.
\n
\nSin embargo, aun dando por supuesto que esta sea la situaci\u00f3n, la tarea del cristiano cuando se enfrenta a ella, no puede limitarse a la simple constataci\u00f3n de los hechos, ni quedarse en la pura lamentaci\u00f3n y menos todav\u00eda optar por el conformismo, pues tales actitudes son diametralmente opuestas a la esperanza cristiana. Por el contrario, la actitud del cristiano ha de ser siempre positiva y constructiva y, en el caso de esta sociedad idol\u00e1trica, dominada por el esp\u00edritu de lucro y el deseo de un consumo ilimitado, se ha de traducir en la b\u00fasqueda de una alternativa, en la superaci\u00f3n de la idolatr\u00eda del dinero.
\n
\nSin embargo, para que esta b\u00fasqueda no termine demasiado pronto en la frustraci\u00f3n conviene, primero, poner los pies firmemente en tierra y tener en cuenta las dificultades que semejante proyecto tendr\u00e1 que encarar.
\n
\nLa primera de ellas la expres\u00f3 el fil\u00f3sofo Adorno en la siguiente frase: \u00abLo terrible es que el burgu\u00e9s no encontr\u00f3 sucesor\u00bb. Lo que tal frase parece sugerir es que el problema no est\u00e1 tanto en el \u00abhombre burgu\u00e9s\u00bb, quien, apareciendo en la historia, habr\u00eda cumplido una funci\u00f3n positiva, la de poner fin a la concepci\u00f3n m\u00e1gica de la vida y, en consecuencia, a la pasividad, otorgando as\u00ed a los seres humanos el protagonismo que les corresponde en la transformaci\u00f3n de este mundo, cuanto en su perpetuaci\u00f3n o en el hecho de que se acepte esta concepci\u00f3n de la vida y del hombre como definitiva, considerando imposible su superaci\u00f3n o la existencia de una alternativa.
\n
\nEsta dificultad es importante, porque tiene sus voceros, como es el caso del norteamericano Francis Fukuyama, quien hace a\u00f1os decretaba el \u00abfin de la historia\u00bb y, m\u00e1s recientemente, ha insistido en que lo acaecido en los \u00faltimos a\u00f1os sigue d\u00e1ndole la raz\u00f3n; y porque se ha convertido en el mensaje oficial transmitido por el \u00abpensamiento \u00fanico\u00bb: nuestro mundo tal como est\u00e1 organizado y funciona no es un mundo perfecto, pero s\u00ed es el mejor de los posibles.
\n
\nLa segunda dificultad, y no precisamente la menor, es que al \u00abhombre burgu\u00e9s\u00bb lo llevamos todos dentro. Ha sido asimilado hasta tal punto por la mayor\u00eda de la gente que, hoy, el que no acumula y consume sin medida no es por falta de ganas, sino porque no ha tenido la oportunidad de hacerlo, pero ese ser\u00eda su mayor deseo y vive al acecho de esa oportunidad. Este hecho lo descubri\u00f3 hace tiempo en el propio proletariado A. Gramsci: \u00abEl enemigo al que habr\u00e1 que combatir y vencer \u2014advert\u00eda\u2014 no se encontrar\u00e1 ya fuera del proletariado, no ser\u00e1 ya una potencia f\u00edsica externa limitada y controlable, sino que\u00a0estar\u00e1 en el proletariado mismo<\/em>…, en cada conciencia el hombre nuevo tendr\u00e1 que luchar, en cada acto, contra\u00a0el burgu\u00e9s al acecho\u00bb[7]<\/a>.<\/em>
\n\u00a0<\/em>
\nFrente a estas dificultades ciertas encontramos una luz de esperanza en otro hecho no menos cierto. Se trata de que est\u00e1 aumentando el n\u00famero de personas insatisfechas con la actual cultura de la idolatr\u00eda del dinero. Este hecho se refleja, seg\u00fan un autor, en una serie de datos tomados de Estados Unidos, un pa\u00eds emblem\u00e1tico por lo que respecta a esta cultura idol\u00e1trica: \u00abUn 24 por ciento de los norteamericanos… se declaran hastiados de la impulsi\u00f3n a ganar m\u00e1s dinero, ascender y comprar m\u00e1s. Esta tendencia agrupa actualmente a 44 millones de ciudadanos que se han aunado en una plataforma de doscientas organizaciones… (tienen) el deseo de una vida m\u00e1s sencilla y austera. Los partidarios de esta \u00absimplicidad\u00bb bajan el grado de ambici\u00f3n. Sus miembros hacen campa\u00f1a diciendo\u00a0no a\u00a0<\/em>los contenidos de la televisi\u00f3n,\u00a0no\u00a0<\/em>a la comida basura,\u00a0no<\/em>\u00a0a los centros comerciales,\u00a0no<\/em>\u00a0al desasosiego de la hiperactividad, y\u00a0s\u00ed<\/em>\u00a0a los transportes p\u00fablicos, al consumo moderado, al reciclaje y al voluntariado social[8]<\/a>.
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\nLa garant\u00eda mayor para la posibilidad de salir de esta cultura idol\u00e1trica del dinero, de superar al \u00abhombre burgu\u00e9s\u00bb, est\u00e1, al menos desde la \u00f3ptica cristiana, en la vuelta al\u00a0cristianismo originario<\/em>, a los valores contenidos en el Evangelio y puestos en pr\u00e1ctica por Jes\u00fas, que se concretan en lo que se ha llamado\u00a0\u00abactitud samaritana\u00bb<\/em>\u00a0y tambi\u00e9n\u00a0\u00abcultura samaritana\u00bb:<\/em>\u00a0\u00abDel mismo modo que la idea religiosa de \u00abprofesi\u00f3n\u00bb cre\u00f3 una psique peculiar que origin\u00f3 el puritano concentrado en el trabajo como eje de la vida, la socializaci\u00f3n en la\u00a0cultura samaritana<\/em>puede crear una psique militante muy peculiar en la lucha contra la desigualdad como nuevo eje de la vida salvada\u00bb[9]<\/a>.
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\nSon diversos los textos evang\u00e9licos en los que aparece con claridad el esp\u00edritu del cristianismo originario, que se concreta en la cultura samaritana, pero dos nos parecen especialmente representativos: el de la Par\u00e1bola del Buen Samaritano (Lc 10, 25-37) y el del Juicio final (Mt 25, 31-46).
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\nEl primero resume muy bien lo que de peculiar tiene esta cultura samaritana, que presentamos como alternativa a la cultura idol\u00e1trica del dinero, del tener y del consumo, en la medida que en ella es una forma de pensar, de sentir y de actuar: \u00abUn\u00a0pensamiento<\/em>\u00a0capaz de ver el problema de las v\u00edctimas y no estar ciego ante \u00e9l, un\u00a0sentimiento<\/em>\u00a0abierto al dolor de los oprimidos que queda conmovido por su situaci\u00f3n, una\u00a0acci\u00f3n<\/em>\u00a0dirigida a erradicar la situaci\u00f3n en la que se encuentran las v\u00edctimas\u00bb[10]<\/a>.
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\nEn el segundo, se ejemplifica la tarea del buen samaritano en la historia y se concreta cu\u00e1les son algunos de esos grupos a los que habr\u00e1 que aproximarse, en cuanto pr\u00f3jimos nuestros, para ver el modo de conseguir su liberaci\u00f3n.
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\n <\/p>\n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a05 Conclusi\u00f3n<\/h2>\n
\nNuestra aproximaci\u00f3n cristiana al dinero se ha detenido en el an\u00e1lisis de la actual situaci\u00f3n, dominada por un culto idol\u00e1trico del dinero y del \u00abtener\u00bb, y en la descripci\u00f3n de cu\u00e1les son las v\u00edctimas de este culto idol\u00e1trico; pero no se ha quedado en esto, sino que hemos intentado tomar partido frente a esta situaci\u00f3n y llamar a la implicaci\u00f3n y el compromiso, buscando la superaci\u00f3n de una cultura, que hoy puede definirse, si se atiende a sus efectos, como una \u00abcultura de muerte\u00bb, y su recambio por la\u00a0\u00abcultura samaritana\u00bb.<\/em>\u00a0El fundamento de esta nueva cultura a implantar se encuentra el\u00a0cristianismo originario<\/em>, esto es, en lo que Jes\u00fas dijo de parte de Dios su Padre y \u00e9l mismo puso en pr\u00e1ctica
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\nLa apuesta por esta nueva cultura requiere, en primer lugar, hacerse cargo de la realidad del otro, sobre todo del sufriente y de los que son v\u00edctimas de la visi\u00f3n desenfocada y la valoraci\u00f3n equivocada del dinero, y no pasar de lado y mirando hacia otra parte como hicieron el sacerdote y el levita de la Par\u00e1bola; y, en segundo lugar, cargar sobre nuestras espaldas con la tarea de sentar a la mesa del banquete de la vida a todos los excluidos, porque este es el deseo de Dios.
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\nPara que esto no se convierta en una utop\u00eda irrealizable, ser\u00e1 necesario aceptar aquellos cambios en nuestro estilo de vida que la hagan posible. Este cambio diversos te\u00f3logos lo han concretado en el avance hacia una\u00a0civilizaci\u00f3n de la austeridad<\/em>. Se trata de que quienes tienen, o tenemos, un elevado nivel de bienestar y de consumo, renunciemos a parte de \u00e9l para poder compartir m\u00e1s con los que tienen menos.
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\nNo se trata de un ideal imposible, ni de renunciar a la propia felicidad, sino de colocar \u00e9sta no en el \u00abtener m\u00e1s\u00bb, sino en el \u00abser m\u00e1s\u00bb, de acuerdo con una antigua sentencia que dec\u00eda: \u00abNo es m\u00e1s feliz el que m\u00e1s tiene, sino el que menos necesita\u00bb. Frente a la actual cultura del \u00abcuanto m\u00e1s mejor\u00bb, apostar por esta otra sentencia: \u00abDe nada en exceso\u00bb. En esta apuesta se juega, a nuestro juicio, no s\u00f3lo el provenir de la humanidad y hasta del planeta, sino tambi\u00e9n la propia salud f\u00edsica, ps\u00edquica y espiritual de los individuos.\u00a0n
\n <\/p>\nJos\u00e9 Antonio Lobo<\/h3>\n
\n[2]<\/a>\u00a0R.\u00a0D\u00cdAZ-SALAZAR,\u00a0La izquierda y el cristianismo,<\/em>\u00a0Taurus, Madrid 1998, 312.
\n[3]<\/a>\u00a0Es un concepto acu\u00f1ado por el Pont\u00edfice y del que daba en esta enc\u00edclica dos definiciones. Se le identificaba, en primer lugar, con los \u00abmecanismos<\/em>\u00a0econ\u00f3micos, financieros y sociales que llevan de modo casi autom\u00e1tico a la actual separaci\u00f3n entre ricos y pobres\u00bb (n\u00ba 16); y, en segundo lugar, se describ\u00eda el\u00a0pecado estructural<\/em>\u00a0como \u00abla suma de factores que act\u00faan contrariamente a una verdadera conciencia del\u00a0bien com\u00fan<\/em>\u00a0universal\u00bb (n\u00ba 36).
\n[4]<\/a>\u00a0R.\u00a0D\u00cdAZ-SALAZAR, o. c., p. 312.
\n[5]<\/a>\u00a0Sin entrar a explicar la diferencia entre una\u00a0<\/strong>\u00abeconom\u00eda con mercado\u00bb<\/em>\u00a0y una\u00a0\u00abeconom\u00eda de mercado\u00bb,<\/em>\u00a0simplemente se\u00f1alamos que la primera reconoce la necesidad del mercado y la segunda convierte a \u00e9ste en el eje de la econom\u00eda, como sucede en el actual modelo econ\u00f3mico.
\n[6]<\/a>\u00a0\u00a0F. BETTO,\u00a0Retos que nos impone el neoliberalismo<\/em>, en: Revista \u00abAlternativas\u00bb, n\u00ba 13, Managua 1999, p. 192.
\n[7]<\/a>\u00a0L’Ordine nuovo,\u00a0<\/em>cf. R.\u00a0D\u00cdAZ-SALAZAR, o. c., pp. 419-420.
\n[8]<\/a>\u00a0V.\u00a0VERDU:\u00a0La merienda civil,<\/em>\u00a0\u00abEl Pa\u00eds\u00bb 16 de enero de 1997.
\n[9]<\/a>\u00a0R.\u00a0D\u00cdAZ-SALAZAR, o. c., p. 303.
\n[10]<\/a>\u00a0Ibid., p. 386.[\/vc_column_text][\/vc_column][\/vc_row]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"