{"id":12084,"date":"1999-11-01T08:20:38","date_gmt":"1999-11-01T06:20:38","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=12084"},"modified":"1999-11-01T08:20:38","modified_gmt":"1999-11-01T06:20:38","slug":"maria-del-2000-adviento-de-dios","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/maria-del-2000-adviento-de-dios\/","title":{"rendered":"Mar\u00eda del 2000: Adviento de Dios"},"content":{"rendered":"
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[vc_row][vc_column][vc_column_text] MADRE DEL \u00abTIEMPO NUEVO\u00bb Bien para preparar la fiesta de la Inmaculada o bien para introducir el Adviento, presentamos estos materiales centrados en el \u00abMagn\u00edficat\u00bb. En ellos se contempla a Mar\u00eda como \u00abadviento de Dios\u00bb que es estimulo y ejemplo para dar sentido al futuro, recordando el pasado y comprometi\u00e9ndonos en serio con […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[124,440,94,16],"tags":[],"class_list":["post-12084","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-1999-mision-joven-2","category-actividades-274","category-mision-joven-2","category-natalia-de-la-parte"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12084"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=12084"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12084\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=12084"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=12084"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=12084"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\nBien para preparar la fiesta de la Inmaculada o bien para introducir el Adviento, presentamos estos materiales centrados en el \u00abMagn\u00edficat\u00bb. En ellos se contempla a Mar\u00eda como \u00abadviento de Dios\u00bb que es estimulo y ejemplo para dar sentido al futuro, recordando el pasado y comprometi\u00e9ndonos en serio con el presente. Este a\u00f1o tanto la Inmaculada como el Adviento est\u00e1n a las puertas del 2000, un dato que podemos aprovechar para \u00abrecuperar encarnaci\u00f3n\u00bb, meti\u00e9ndonos profundamente en las alegr\u00edas y tristezas de nuestro tiempo y, sobre todo, empe\u00f1\u00e1ndonos en la justicia que brota de la fe. Entre otras aplicaciones, cuanto sigue servir\u00eda muy bien como base para organizar una de las habituales \u00abvigilias de la Inmaculada\u00bb.
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\nMar\u00eda de Nazaret, la madre de Jes\u00fas, sigue estando ah\u00ed despu\u00e9s de 2000 a\u00f1os. Parece incre\u00edble que una mujer sencilla pueda seguir interes\u00e1ndonos, pero es as\u00ed. El aniversario de la Encarnaci\u00f3n que se avecina, por encima de otras pretensiones de grandeza, puede albergar gestos prof\u00e9ticos a favor de la justicia y del encuentro reconciliador entre los hombres. En esa direcci\u00f3n queremos hacer \u00abmemoria de Mar\u00eda\u00bb para que ella suscite un nuevo \u00abadviento de Dios\u00bb en nuestros d\u00edas, es decir, para que nos ayude a redescubrir la Encarnaci\u00f3n, la persona y misterio de Jes\u00fas, a cuya luz se descubre \u00abel misterio del hombre\u00bb (cf. GS 22)[1]<\/a>.
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\n <\/p>\n\n
\nMar\u00eda no s\u00f3lo sigue ah\u00ed, despu\u00e9s de tantos siglos, sino que dif\u00edcilmente podremos encontrar otra mujer de la que se guarde un recuerdo tan intenso y tan vivo. Con todo, debemos preguntarnos qui\u00e9n fue realmente o, mejor, qui\u00e9n es esa Mar\u00eda de la fe y de la devoci\u00f3n popular.
\nLas informaciones hist\u00f3ricas que tenemos de ella son muy escasas. Interes\u00f3 a la historia como madre de Jes\u00fas y, a partir de ah\u00ed, se fue\u00a0desatando<\/em>\u00a0el coraz\u00f3n y la imaginaci\u00f3n de los creyentes. En palabras de A. Aparicio\u00a0[Mar\u00eda, esposa de Jos\u00e9,<\/em>\u00a0en \u00abEphemerides Mariologicae\u00bb 46 (1996), 297], as\u00ed podemos resumir todos los datos evang\u00e9licos respecto a ella y su familia:
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\n\u201cNos situamos ante una familia de la baja Galilea, de Nazaret, pocos a\u00f1os antes de nuestra era. Est\u00e1 compuesta por un var\u00f3n, por una mujer y por un hijo al menos, o, seg\u00fan la tradici\u00f3n recogida por Mc 3,6 y por Mt 13,55-56, por un conjunto de hijos e hijas. Sabemos el nombre del var\u00f3n, esposo y padre: Jos\u00e9, esposo de Mar\u00eda (Mt 1,16). Se nos notifica la ascendencia del mismo. Es \u00abhijo de David\u00bb (Mt 1,20). Es artesano de oficio (cf. Mt 13,55). Religiosa o moralmente es llamado justo (Mt 1,19). La mujer se llama \u00abMar\u00eda\u00bb. Es presentada como joven virgen (Lc 1,27; Mt 1,23). Ambos forman una familia tras transcurrir un tiempo de \u00abesponsales\u00bb y ser conducida la esposa a casa del esposo (Mt 2,1-2). Un hijo de esa familia galilea, Jes\u00fas, era considerado jur\u00eddicamente hijo de Jos\u00e9 (Lc 3,23) \u2014llamado a su vez \u00abpadre\u00bb de Jes\u00fas (Lc 2,33-4.8)\u2014 mientras que a Mar\u00eda se la denomina con insistencia \u00abmadre\u00bb de Jes\u00fas (Mt 1,18; 2,11.13.14; 3,20.21). Jos\u00e9 da nombre (Mt 1,21) y da su casa a Jes\u00fas (cf. Lc 2,4), que tambi\u00e9n ser\u00e1 artesano, como su padre (Mc 6,3). He aqu\u00ed el nombre de los hermanos de Jes\u00fas: \u00abSantiago y Jos\u00e9 y Judas y Santiago\u00bb. Desconocemos el nombre de las hermanas, pero de ellas se dice que eran vecinas de Nazaret (Mc 6,3; Mt 13,56)\u201d.
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\nEl desinter\u00e9s de los historiadores por Mar\u00eda no puede suplirse, como vemos por los datos apuntados, con las referencias del Evangelio. Fue una \u00abjud\u00eda marginal\u00bb, madre de un ajusticiado; una mujer sencilla y pobre.
\nSin embargo, a partir de la elecci\u00f3n de Dios y su aceptaci\u00f3n, comienza el verdadero y definitivo adviento de Dios que \u2014concentrado en la escena de la Visitaci\u00f3n\u2014 nos sit\u00faa \u00aben el tiempo de las mujeres\u00bb: los preparativos y cuidados ante la venida del Salvador est\u00e1n en manos de mujeres. Dicen, tambi\u00e9n, que el XXI ser\u00e1 un siglo femenino.
\nAntes de centrarnos en el Magn\u00edficat, vamos a detenernos el significado de la presencia de Mar\u00eda y otras mujeres en la vida de Jes\u00fas.
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\n1.1. Mar\u00eda en la vida de Jes\u00fas<\/strong>
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\nEvidentemente, Mar\u00eda siempre estuvo ligada, estrechamente unida a Jes\u00fas, tanto en lo referido a los cuidados y preocupaciones que toda madre tiene por su hijo, como en la esperanza que alberg\u00f3 como seguidora suya, como primera cristiana. Ligada a las promesas del Antiguo Testamento, Mar\u00eda se sit\u00faa al final del largo proceso espera del Mes\u00edas. En este sentido, ella lo define ya antes de que nazca Jes\u00fas con sus actitudes de sencillez y humildad. Despu\u00e9s, da a luz a Jes\u00fas, situ\u00e1ndolo en geograf\u00eda e historia reales. Por \u00faltimo, se coloca ante \u00e9l con una actitud creyente: ser\u00e1 la primera que acepte la salvaci\u00f3n que se hace presente en Jes\u00fas.
\nProponemos unas cuantas citas evang\u00e9licas para fijarnos precisamente en estos elementos: geograf\u00eda, palabras y actitudes de Mar\u00eda ante Jes\u00fas, el Cristo.
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\n Citas<\/em><\/strong><\/td>\n Lugar geogr\u00e1fico<\/strong><\/td>\n Frases de Mar\u00eda<\/strong><\/td>\n Actitudes de Mar\u00eda<\/strong><\/td>\n<\/tr>\n \n Lc 1,26-27<\/strong><\/td>\n <\/td>\n <\/td>\n <\/td>\n<\/tr>\n \n Lc 1,35<\/strong><\/td>\n <\/td>\n <\/td>\n <\/td>\n<\/tr>\n \n Lc 2,7<\/strong><\/td>\n <\/td>\n <\/td>\n <\/td>\n<\/tr>\n \n Lc 2,19<\/strong><\/td>\n <\/td>\n <\/td>\n <\/td>\n<\/tr>\n \n Lc 2,48<\/strong><\/td>\n <\/td>\n <\/td>\n <\/td>\n<\/tr>\n \n Lc 8,19-21<\/strong><\/td>\n <\/td>\n <\/td>\n <\/td>\n<\/tr>\n \n Jn 2,1-11<\/strong><\/td>\n <\/td>\n <\/td>\n <\/td>\n<\/tr>\n \n Jn 19,27<\/strong><\/td>\n <\/td>\n <\/td>\n <\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n
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\n1.2.<\/strong>\u00a0Unas mujeres, primeras testigos de la Resurrecci\u00f3n<\/strong>
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\nLa \u00abResurrecci\u00f3n\u00bb es el momento culminante de los Evangelios. Dios confirma a Jes\u00fas, resucit\u00e1ndolo y elev\u00e1ndolo a su derecha. Los disc\u00edpulos le reconocen, entonces, como \u00abKyrios\u00bb, como Se\u00f1or, como Hijo de Dios. Pero quienes percibieron esa realidad nueva fueron algunas de las mujeres que segu\u00edan a Jes\u00fas; ellas fueron las primeras testigos de su resurrecci\u00f3n. Se trata de un dato importante, m\u00e1xime si lo analizamos en el contexto cultural de aquel tiempo: una sociedad en el que el mujer apenas si contaba, fuera de vincularse a un marido.
\nJes\u00fas vivi\u00f3 en un momento hist\u00f3rico determinado, pero no fue esclavo de las normas sociales que encontr\u00f3. A lo largo de su vida se enfrent\u00f3 a m\u00faltiples ideas, normas y comportamientos establecidos, yendo mucho m\u00e1s all\u00e1 de todo ellos para ofrecer la salvaci\u00f3n. Tambi\u00e9n su trato con las mujeres rompi\u00f3 los moldes de la \u00e9poca y parece como si, en la misma resurrecci\u00f3n, quisiera habernos dicho que segu\u00eda rompi\u00e9ndolos para no empecinarnos en segregar a nadie ni en la sociedad ni en la Iglesia. Proponemos, pues, trabajar sobre las citas evang\u00e9licas donde aparecen las mujeres como testigos, al tiempo que analizamos su reacci\u00f3n y testimonio.
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\n Citas<\/em><\/strong><\/td>\n Mujer\/es testigos<\/strong><\/td>\n Reacci\u00f3n y testimonio<\/strong><\/td>\n<\/tr>\n \n Mt 28,1-10<\/strong><\/td>\n <\/td>\n <\/td>\n<\/tr>\n \n Mc 16,1-8<\/strong><\/td>\n <\/td>\n <\/td>\n<\/tr>\n \n Lc 24,1-12<\/strong><\/td>\n <\/td>\n <\/td>\n<\/tr>\n \n Mc 16,9-11<\/strong><\/td>\n <\/td>\n <\/td>\n<\/tr>\n \n Jn 20,1-10<\/strong><\/td>\n <\/td>\n <\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n
\n <\/p>\n\n
\nIndudablemente, entre los \u00faltimos grandes profetas \u2014mensajeros de Dios y de su justicia\u2014, se encuentra Mar\u00eda, la m\u00e1s grande profetisa que elev\u00f3 su voz agradecida para proclamar la justicia de Dios. \u201cElla ha recibido la palabra del \u00e1ngel de Dios y camina, gr\u00e1vida de vida a la casa de Isabel, su prima anciana, tambi\u00e9n encinta. Mar\u00eda lleva el futuro salvador en sus entra\u00f1as y, por eso, compartiendo su experiencia de profeta con su prima, canta a Dios desde lo m\u00e1s hondo del alma, con la voz de su Magn\u00edficat\u201d (X. Pikaza).
\nEl \u00abMagn\u00edficat\u00bb es el canto por excelencia de la profetisa Mar\u00eda, canto que nos sit\u00faa en el aut\u00e9ntico \u00abadviento de Dios\u00bb. No es s\u00f3lo un bello canto de reconocimiento a Dios\u00a0(Santo es su nombre y su misericordia se derrama de generaci\u00f3n en generaci\u00f3n…),<\/em>\u00a0sino tambi\u00e9n un himno revolucionario\u00a0(Dispersa a los soberbios, derriba a los poderosos, enaltece a los humildes y despide vac\u00edos a los ricos…).<\/em>
\nLa tradici\u00f3n y devoci\u00f3n cristianas quiz\u00e1 ha subrayado m\u00e1s lo primero que lo segundo, sin embargo es evidente que no podemos ser devotos de Mar\u00eda sin un firme compromiso de liberaci\u00f3n. La devoci\u00f3n mariana, por tanto, puede y debe ser provocativa: al igual que el Magn\u00edficat, puede que empiece por ser una realidad \u00edntima, pero ha de convertirse para los cristianos en el programa de liberaci\u00f3n al que ella nos invita.
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\nOfrecemos, a continuaci\u00f3n, una posible lectura para meditar, orar y comprometerse a partir del Magn\u00edficat. Lo dividimos en ocho partes y en cada una proponemos una reflexi\u00f3n introductoria, a continuaci\u00f3n algunos textos de la Escritura y, por \u00faltimo, la reflexi\u00f3n orientada a sugerir pistas para la praxis cristiana. Al final, aparecen diversas pautas conclusivas para concretar el compromiso.
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\nProclama mi alma la grandeza del Se\u00f1or,<\/strong>
\nse alegra mi esp\u00edritu en Dios, mi salvador<\/strong>
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\nEl himno comienza con una exclamaci\u00f3n de alabanza, no se orienta hacia la petici\u00f3n o la queja como expresi\u00f3n del abatimiento. Mar\u00eda, en su di\u00e1logo con Dios, prorrumpe en alabanzas y admiraci\u00f3n hacia \u00c9l. La \u00abacci\u00f3n de gracias\u00bb es la oraci\u00f3n por excelencia de todo cristiano, su vida una aut\u00e9ntica \u00abeucarist\u00eda\u00bb.
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\nn\u00a0Te ensalzar\u00e9, Se\u00f1or, porque me has librado y no has dejado que mis enemigos se r\u00edan de m\u00ed<\/em>\u00a0(Sal 30,2).\u00a0Yo te ensalzo, Dios m\u00edo, y bendigo tu nombre para siempre\u00a0<\/em>(Sal 145,1).\u00a0Bendito seas, Padre, Se\u00f1or del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos y las has revelado a la gente sencilla<\/em>\u00a0(Lc 10,21)
\n
\nMar\u00eda alaba a Dios por su grandeza y se alegra por el regalo de la salvaci\u00f3n. No olvidemos que esa grandeza, para el israelita, no es sino la de su amor, su bondad y su misericordia. No estamos ante la grandeza de los grandes de la tierra. Y si Mar\u00eda admira la \u00abgrandeza de Dios\u00bb es precisamente por su manifestaci\u00f3n amorosa en la historia y, sobre todo, porque si nosotros\u00a0engrandecemos<\/em>\u00a0a Dios, es porque antes nos ha engrandecido \u00e9l a nosotros, como muy ha descubierto la Virgen. La salvaci\u00f3n, no lo olvidemos, incluye una\u00a0abajamiento<\/em>\u00a0divino que transforma en\u00a0gracia<\/em>\u00a0todo lo humano.
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\nPorque ha mirado<\/strong>
\nla humillaci\u00f3n de su esclava<\/strong>
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\nEsta segunda parte de la oraci\u00f3n causal no parece una verdadera consecuencia de la principal. M\u00e1s bien nos suena a inconsecuente: solemos agradecer y nos alegramos por algo bueno. La humildad y humillaci\u00f3n, a primera vista, est\u00e1n lejos de serlo. Y es que hace falta \u00abdejarse mirar\u00bb por Dios para entender esta aparente contradicci\u00f3n. Mar\u00eda porque crey\u00f3, se vio con los ojos de Dios. Por eso puede\u00a0gloriarse,<\/em>\u00a0como bellamente expres\u00f3 despu\u00e9s san Pablo, en sus debilidades, si pueden reconocerse sostenidas por Dios.
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\nn\u00a0Yo te conoc\u00eda s\u00f3lo de o\u00eddas, m\u00e1s ahora te han visto mis ojos. Por eso retracto mis palabras, me arrepiento en el polvo y la ceniza<\/em>\u00a0(Job 4,5-6). T\u00fa me escrutas y me conoces… familiares te son mis sendas<\/em>\u00a0(Sal 139). Jes\u00fas nos mira con amor como al joven rico (Mc 10,21); una mirada que puede transformarnos, como a Zaqueo (Lc 19,5). Nosotros podemos mirar como Jes\u00fas, sintiendo compasi\u00f3n (Mc 6,34).
\n
\nYahv\u00e9, nos recuerda reiteradamente el Antiguo Testamento, no es como los dioses falsos que tienen ojos y no ven. Jes\u00fas vino \u00abpara que los que no ven, vean\u00bb; incluso tambi\u00e9n para que \u00abcuantos ven se vuelvan ciegos\u00bb y puedan de ese modo abrirse humildemente a la verdad.
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\n
\nDesde ahora<\/strong>
\nme felicitar\u00e1n todas las generaciones<\/strong>
\n
\nEn el Evangelio, especialmente san Lucas, se presenta a Mar\u00eda como prototipo de los disc\u00edpulos de Jes\u00fas: acoge, conserva, medita y poner por obra la palabra de Dios. Los disc\u00edpulos no son los sabios, ni los ricos, ni los poderosos; como Mar\u00eda, son los pobres, los humildes. El Evangelio de Lucas convierte a Mar\u00eda en prototipo y portavoz de todos ellos. Y en este verso, ella reconoce que, no siendo m\u00e1s que una humilde sierva, Dios ha hecho grandes obras en su vida; por eso afirma que le felicitar\u00e1n todas las generaciones.
\n
\nn\u00a0Doy gracias a Dios, que constantemente nos asocia a la victoria que \u00e9l obtuvo por Cristo y por nuestro medio se difunde en todas partes la fragancia de su conocimiento. Porque somos para Dios ese buen olor de Cristo…\u00a0<\/em>(2Cor 2,14-15).
\n
\nMar\u00eda alaba a Dios porque su vida se ha convertido en un eco de su palabra y de su amor. Tambi\u00e9n porque sabe que, as\u00ed, su vida est\u00e1 llamada a difundir el buen olor de Cristo \u2014su vida nueva que a todo da vida\u2014 en un mundo donde triunfa la injusticia por muchas partes y parece caminar hacia la muerte.
\n
\n
\nSu nombre es santo<\/strong>
\ny su misericordia llega a sus fieles de generaci\u00f3n en generaci\u00f3n<\/strong>
\n
\n\u00abSanto\u00bb condensa de nuevo la alabanza y confesi\u00f3n de fe de Mar\u00eda. Desconoc\u00edamos el verdadero nombre de Dios hasta que Jes\u00fas nos dio a conocer el verdadero: \u00abAbb\u00e1, Padre\u00bb. Por eso Mar\u00eda puede pronunciar de ese modo su particular \u00absantificado sea tu nombre\u00bb, precisamente porque es el de un Padre misericordioso. De este modo la segunda parte del verso explica cu\u00e1l es el contenido y direcci\u00f3n de la santidad de Dios: la misericordia. Dios es santo, todopoderoso, grande, etc., porque es capaz de amar hasta el final, porque es capaz de amar mucho, much\u00edsimo, m\u00e1s que los seres humanos. La Virgen, adem\u00e1s, reconoce que esta misericordia \u2014as\u00ed como ha estado presente hasta ahora en la historia acompa\u00f1ando los pasos del hombre\u2014 seguir\u00e1 hasta el fin.
\n
\nn\u00a0Ha enviado la redenci\u00f3n a su pueblo, ha fijado para siempre su alianza; santo es su nombre<\/em>\u00a0(Sal 110,9-10).\u00a0Yo les di a conocer tu nombre y se lo dar\u00e9 a conocer, para que el amor con que t\u00fa me has amado est\u00e9 con ellos<\/em>\u00a0(Jn 17,6 ss.). Misericordia quiero y no sacrificios<\/em>\u00a0(Mt 9,13).\u00a0Me casar\u00e9 contigo para siempre; te desposar\u00e9 conmigo en justicia y en derecho, con amor y compasi\u00f3n; me casar\u00e9 contigo en fidelidad, y t\u00fa conocer\u00e1s a Yahv\u00e9<\/em>\u00a0(Os 2,21-22).
\n
\nDicen que hay muchos \u00abdevotos\u00bb de Mar\u00eda, pero quiz\u00e1 no tantos cantores del Magn\u00edficat. Hacer nuestra esta oraci\u00f3n mariana nos exige convertirnos en portavoces de la misericordia de Dios, cantautores de un Dios que s\u00f3lo sabe amar y s\u00f3lo quiere la felicidad del hombre. En un mundo dominado por los que se quieren imponer, por los que buscan y consiguen el triunfo, cantar con Mar\u00eda la misericordia de Dios es el mejor regalo a los hombres de hoy. Por eso ella fue un gran regalo de Dios para la humanidad.
\n
\n
\n\u00c9l hace proezas con su brazo,<\/strong>
\ndispersa a los soberbios de coraz\u00f3n<\/strong>
\n
\nNo pocos al repetir estas palabras sienten que, en alguna medida, Mar\u00eda ha sido\u00a0secuestrada<\/em>\u00a0por otro tipo de im\u00e1genes de ella\u2014l\u00e9ase: oraciones y canciones un tanto melifluas, etc. Esta estrofa nos deja bien claro que estamos ante un \u00abhimno revolucionario\u00bb. Ahora bien, conforme a la mentalidad b\u00edblica, las proezas que hace Dios son fundamentalmente los actos de liberaci\u00f3n hist\u00f3rica a favor del pueblo. Su finalidad: la paz y la justicia. Adem\u00e1s, vistos con los simples ojos humanos, esos actos tienen poco de\u00a0prodigiosos<\/em>\u00a0o\u00a0grandiosos,<\/em>\u00a0estando m\u00e1s bien marcados por la humildad y los peque\u00f1os avances. Pero s\u00ed que est\u00e1 clara una cosa: el mismo Dios que congrega, que tiene m\u00e1s cerca que a nadie en su amor, a los pobres y oprimidos, tambi\u00e9n dispersa a los soberbios, a los opresores. O mejor: son los propios opresores quienes generan su propia dispersi\u00f3n, al convertirse en dioses o seguir tras \u00eddolos dispersores.
\n
\nn\u00a0Yo soy el Se\u00f1or, os quitar\u00e9 de encima las cargas de los egipcios, os rescatar\u00e9 de vuestra esclavitud, os redimir\u00e9 con brazo extendido y haciendo justicia solemne. Os adoptar\u00e9 como pueblo m\u00edo y ser\u00e9 vuestro Dios<\/em>\u00a0(Ex 6,6).\u00a0Venid a ver las obras del Se\u00f1or, las proezas que hace en la tierra: pone fin a la guerra hasta el extremo del orbe, rompe los arcos, quiebra las lanzas, prende fuego a los escudos<\/em>\u00a0(Sal 46, 9-10).\u00a0El Esp\u00edritu del Se\u00f1or est\u00e1 sobre m\u00ed, porque \u00e9l me ha ungido para que d\u00e9 la buena noticia a los pobres. Me ha enviado para anunciar la libertad a los cautivos y la vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos, para proclamar el a\u00f1o de gracia del Se\u00f1or. […] Hoy, en vuestra presencia, se ha cumplido este pasaje<\/em>\u00a0(Lc 4,18-21).\u00a0\u00a1Ay de vosotros, fariseos! Pag\u00e1is diezmos y pas\u00e1is por alto la justicia y el amor de Dios<\/em>\u00a0(Lc 11,42).\u00a0\u00a1Ay de vosotros, maestros de la ley, que os hab\u00e9is guardado la llave del saber! Vosotros no hab\u00e9is entrado, y a los que estaban entrando les hab\u00e9is cerrado el paso<\/em>\u00a0(Lc 11,52).
\n
\nNuestra propia vida es la que nos va congregando o dispersando, respecto a Dios y a los dem\u00e1s. \u00c9l est\u00e1 ah\u00ed, siempre \u00abcon\u00bb nosotros, para deshacer la dispersi\u00f3n o exclusi\u00f3n. Mar\u00eda lo sab\u00eda muy bien. Pero Dios respeta nuestra libertad y sus proezas, las proezas del amor, no surtir su efecto. En nuestras manos est\u00e1 el ponerlas en la obra del Reino y construir la justicia y la paz.
\n
\n
\nDerriba a los poderosos<\/strong>
\ny enaltece a los humildes<\/strong>
\n
\nHumildes, en el primer sentido evang\u00e9lico del t\u00e9rmino, son los pobres, peque\u00f1os y, en general, quienes han sido desfavorecidos en el reparto de los bienes del\u00a0\u00a0mundo. En otro sentido, humilde equivale tambi\u00e9n a misericordioso; humilde es quien tiene un coraz\u00f3n compasivo hacia la miseria humana. Ambos significados se contraponen a poderoso. Sube el tono revolucionario en este vers\u00edculo. Dios es claro y Mar\u00eda lo entiende perfectamente. Pablo VI, en la\u00a0Marialis cultus,<\/em>\u00a0pudo decir: \u201cMar\u00eda de Nazaret, a pesar de estar absolutamente entregada a la voluntad del Se\u00f1or, lejos de ser una mujer pasivamente sumisa o de una religiosidad alienante, fue ciertamente una mujer que no dud\u00f3 en afirmar que Dios es vengador de los humildes y oprimidos y derriba de sus tronos a los poderosos del mundo\u201d.
\n
\nn\u00a0Fijaos a quienes os llam\u00f3 Dios: no a muchos intelectuales, ni a muchos poderosos, ni a muchos de buena familia; todo lo contrario: lo necio del mundo se lo escogi\u00f3 Dios para humillar a los sabios; y lo d\u00e9bil del mundo se lo escogi\u00f3 Dios para humillar a lo fuerte<\/em>\u00a0(1Cor 1,26-27).\u00a0Quien quiera ser el primero, que sea el \u00faltimo de todos y el servidor de todos\u00a0<\/em>(Mc 9,35).
\n
\nNuestra oraci\u00f3n, como la de Mar\u00eda, no puede dejar fuera la situaci\u00f3n de tantos y tantos hombres ignorados, marginados, humillados, vencidos. Y quien reza con esa\u00a0memoria<\/em>\u00a0no tiene m\u00e1s remedio que pedir y comprometerse para que los poderosos sean derribados de sus tronos. Tambi\u00e9n con palabras de Pablo VI en la enc\u00edclica apuntada antes, la oraci\u00f3n de Mar\u00eda es la del \u201cmodelo acabado de disc\u00edpulo del Se\u00f1or: obrero de la ciudad terrena y temporal y al mismo tiempo peregrino diligente en direcci\u00f3n hacia la ciudad celeste y eterna; promotor de la justicia que libera al oprimido y de la caridad que ayuda al necesitado, pero sobre todo testigo activo que edifica a Cristo en los corazones\u201d.
\n
\n
\nA los hambrientos los colma de bienes<\/strong>
\ny a los ricos los despide vac\u00edos<\/strong>
\n
\nSigue el aire revolucionario. Esto \u2014parece querer decir Mar\u00eda\u2014 no puede seguir as\u00ed. Para Dios tiene que cambiar la situaci\u00f3n; \u00c9l est\u00e1 de parte de los pobres, sin excluir a nadie; invierte las situaciones que se dan en el mundo. Dios quiere hombres y mujeres \u00abcon esp\u00edritu\u00bb, que planten cara a la injusticia. En estas palabras de la Virgen reconocemos el grito de los humillados y oprimidos de siempre y de ahora. Tener fe es ver, juzgar y vivir la realidad desde la perspectiva del Dios que no quiere que las cosas funcionen as\u00ed.
\n
\nn\u00a0Levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre, para sentarlo con los nobles<\/em>\u00a0(Sal 113, 7-8).\u00a0Hab\u00eda un hombre rico que se vest\u00eda de p\u00farpura y lino y banqueteaba todos los d\u00edas espl\u00e9ndidamente. Y un mendigo…<\/em>\u00a0(Lc 16, 19 ss.). \u00a1Ay de vosotros, los ricos; ay de vosotros, los que ahora est\u00e1is saciados!<\/em>\u00a0(Lc 6,24-25).
\n
\nMar\u00eda proclama que la riqueza y el poder no tienen consistencia a los ojos de Dios, sobre todo cuando la riqueza margina o el poder esclaviza. Y lo proclama, llena de esperanza creyente: Dios no permitir\u00e1 que ning\u00fan verdugo triunfe sobre sus v\u00edctimas.
\n
\n
\nAuxilia a Israel, su siervo,<\/strong>
\nacord\u00e1ndose de su misericordia<\/strong>
\n
\nEl amor y la misericordia de Dios siempre est\u00e1n ah\u00ed. Tiremos por donde tiremos siempre terminamos en el mismo lugar: la misericordia salv\u00edfica de Dios. La fidelidad \u2014como hist\u00f3ricamente podemos contemplar en el pueblo del Antiguo Testamento\u2014 y la misericordia de Dios llenan la tierra y \u00abduran por siempre\u00bb.
\n
\nn\u00a0El Se\u00f1or es un Dios compasivo y clemente, paciente, misericordioso y fiel<\/em>\u00a0(Ex 34,6).\u00a0Cantar\u00e9 eternamente la misericordia del Se\u00f1or, anunciar\u00e9 tu fidelidad por todas las edades<\/em>\u00a0(Sal 89,2).\u00a0\u00bfPuede una madre olvidarse del fruto de sus entra\u00f1as? Pues, aunque ella se olvide, yo el Se\u00f1or no te olvidar\u00e9<\/em>\u00a0(Is 49,15).\u00a0En la persona de Jes\u00fas se ha pronunciado el s\u00ed a todas las promesas de Dios<\/em>\u00a0(2Cor 1,20).
\n
\nMar\u00eda reconoci\u00f3 c\u00f3mo la historia entera del pueblo estaba acariciada por la ternura entra\u00f1able de Dios. En Jes\u00fas, la misericordia de Dios llega al extremo de la entrega. La Virgen acompa\u00f1\u00f3 ese camino de vida, muerte y resurrecci\u00f3n que culminaba el tiempo de salvaci\u00f3n.
\n
\n
\nq\u00a0Reflexi\u00f3n, oraci\u00f3n y compromiso<\/strong>
\n
\nTras la lectura de los comentarios precedentes, en primer lugar, ser\u00eda conveniente fijar claramente el mensaje e implicaciones del Magn\u00edficat. Se puede, por ejemplo, hacerlo a partir de una gu\u00eda de trabajo de este estilo:
\n <\/p>\n\n\n
\n Magn\u00edficat<\/strong><\/td>\n Qu\u00e9 nos dice de Dios<\/strong><\/td>\n Actitud de Mar\u00eda<\/strong><\/td>\n Implicaciones para la vida<\/strong><\/td>\n<\/tr>\n \n 1. Proclama mi alma la grandeza…<\/td>\n <\/td>\n <\/td>\n <\/td>\n<\/tr>\n \n 2. Porque ha mirado la humillaci\u00f3n…<\/td>\n <\/td>\n <\/td>\n <\/td>\n<\/tr>\n \n 3. Desde…\u00a0(as\u00ed las ocho partes).<\/em><\/td>\n <\/td>\n <\/td>\n <\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n
\nn\u00a0Tras esto, se tratar\u00eda de concretar el compromiso para preparar el \u00abadviento del 2000\u00bb como Mar\u00eda. Entre las actitudes de la Virgen y la implicaciones que hemos comentado habr\u00eda que definir c\u00f3mo queremos orientar nuestra vida siguiendo su ejemplo.
\nn\u00a0Podemos concluir transformando en una oraci\u00f3n cada una de las ocho partes en las que hemos dividido el Magn\u00edficat o bien utilizar las que proponemos a continuaci\u00f3n, cuyo autor es\u00a0Jos\u00e9 C.R. Garc\u00eda Paredes.<\/em>
\n
\nq\u00a0Mar\u00eda, Adviento del 2000<\/strong>
\n
\nY t\u00fa, Mar\u00eda de Nazaret,
\nestablecida par siempre en el futuro de Dios,
\nvienes a nosotros
\npara recordarnos el pasado de nuestro Porvenir.
\nEns\u00e9\u00f1anos a vivir en Adviento,
\ncomo t\u00fa viviste el Adviento de Jes\u00fas.
\nS\u00e9 nuestra madre de re-iniciaci\u00f3n cristiana,
\no nuestra madrina, o nuestra mistagoga,
\no nuestra catequista.
\nTe necesitamos, Mar\u00eda de Nazaret.
\nT\u00fa sabes lo que es alegrarse de verdad
\ny vivir un a\u00f1o jubilar.
\nContigo se inici\u00f3 el m\u00e1s sublime a\u00f1o jubilar
\nde nuestra historia,
\ncontigo, en la plenitud de los tiempos.
\nIntercede por nosotros.
\nSed\u00facenos hacia el futuro del Reino
\ny \u00a1mu\u00e9stranos a Jes\u00fas,
\nfruto bendito de tu vientre!
\nAmiga, hermana,
\nMadre,
\nfuente y vida nuestra,
\nruega por nosotros
\nal Dios-Misterio
\nque tan magn\u00edficamente acogiste
\ny que ahora tan esplendorosamente
\nte acoge y colma.
\n
\n
\nq\u00a0\u00abMar\u00eda de los marginados\u00bb<\/strong>
\n\u00a0<\/strong>
\nMar\u00eda de los marginados,
\nde aquellos y aquellas
\nque parecen estar de m\u00e1s
\nen nuestro mundo,
\nen nuestra sociedad.
\nMar\u00eda de los marginados,
\n\u00a1qu\u00e9 bien los comprendes!
\nC\u00f3mo se prolonga
\ntu dolor en la historia,
\nmadre soltera incomprendida,
\nmadre y familiar de ajusticiados,
\ninmigrante de Egipto,
\ncampesina y mujer de aldea,
\nmarginada en tu hijo marginal,
\nJes\u00fas, el Crucificado.
\n\u00a1Qu\u00e9 bien comprendes,
\nMar\u00eda de los marginados,
\na quienes no son alabados,
\nni acogidos,
\nsino vituperados,
\ncondenados
\ny rechazados,
\naun en su misma comunidad!
\nCont\u00e1gianos tu compasi\u00f3n,
\ny seremos buenos samaritanos,
\ny os seguiremos
\na tu Hijo, y a ti, y a tu Jos\u00e9,
\nhasta donde el Reino del Abb\u00e1 nos lleve,
\nhasta la cruz y la infamia.
\nMar\u00eda de los marginados,
\nde tu k\u00e9nosis llegas a la exaltaci\u00f3n,
\na la notoriedad m\u00e1s parad\u00f3jica
\nde nuestra historia.
\n\u00a1Qu\u00e9 raz\u00f3n ten\u00edas!
\n\u00a1Ha mirado la humillaci\u00f3n de su sierva!
\n\u00a1Ensalz\u00f3 a los humillados!
\n[1]<\/a>\u00a0Para todas las reflexiones que siguen nos hemos servido de tres textos fundamentales, de donde extraemos la mayor\u00eda de ellas:\u00a0AA.VV.,\u00a0Orar con j\u00fabilo y alabanza. Magn\u00edficat-Benedictus,<\/em>\u00a0Narcea, Madrid 1998; X.\u00a0PIKAZA,\u00a0Amiga de Dios. Mensaje mariano del Nuevo Testamento,<\/em>\u00a0Paulinas, Madrid 1996; J. C.R.\u00a0GARC\u00cdA PAREDES,\u00a0Santa Mar\u00eda del 2000,\u00a0<\/em>BAC, Madrid 1996.[\/vc_column_text][\/vc_column][\/vc_row]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"