{"id":12127,"date":"1999-09-01T10:52:30","date_gmt":"1999-09-01T08:52:30","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=12127"},"modified":"1999-09-01T10:52:30","modified_gmt":"1999-09-01T08:52:30","slug":"juventud-violenta-o-violentada-valores-y-violencia-juvenil","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/juventud-violenta-o-violentada-valores-y-violencia-juvenil\/","title":{"rendered":"\u00bfJuventud violenta o violentada?: valores y violencia juvenil"},"content":{"rendered":"

Pie Autor:
\nJavier Elzo<\/strong>\u00a0es Catedr\u00e1tico de Sociolog\u00eda en la Universidad de Deusto (Bilbao).<\/em>
\n 
\nS\u00edntesis del Art\u00edculo:
\nEl art\u00edculo aborda tres aspectos fundamentales en la \u00abviolencia juvenil\u00bb: 1\/ Panorama general del estado de la cuesti\u00f3n (modalidades de violencia juvenil, violencia en el \u00e1mbito escolar y violencia sobre los adolescentes y j\u00f3venes); 2\/ Valores de los adolescentes y j\u00f3venes; 3\/ Algunas notas para abordar la prevenci\u00f3n de la violencia. En esta \u00faltima parte, adem\u00e1s de considerar las ra\u00edces y l\u00edneas generales de la prevenci\u00f3n, el autor sugiere diversas pautas educativas concretas para prevenir la violencia.
\n 
\n 
\n 
\nEstas reflexiones no pretenden abordar de forma sistem\u00e1tica el fen\u00f3meno de la violencia juvenil en Espa\u00f1a. Tan s\u00f3lo ofrecer unos apuntes para impulsar el an\u00e1lisis a trav\u00e9s de tres aspectos: una visi\u00f3n de conjunto de la violencia juvenil, la s\u00edntesis de algunos valores centrales de los adolescentes y j\u00f3venes espa\u00f1oles y diversas notas para encarar la prevenci\u00f3n de la violencia.
\nNo busco establecer juicios ni conclusiones definitivas, sino animar la observaci\u00f3n del panorama concreto que rodea a los educadores, proporcionando algunos datos e interpretaciones que permitan la relaci\u00f3n entre valores y violencia o considerar si estamos ante una juventud violenta o, m\u00e1s bien, ante una adolescencia y juventud violentadas.
\n 
\n <\/p>\n

    \n
  1. Panorama de la violencia juvenil<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

     
    \nAntes de considerar el fen\u00f3meno de la violencia juvenil en Espa\u00f1a, enuncio una sencilla observaci\u00f3n sin la que resultar\u00eda dif\u00edcil valorar los an\u00e1lisis posteriores.\u00a0Hemos de hacer notar\u00a0que son escas\u00edsimos los estudios emp\u00edricos existentes en el \u00e1mbito espa\u00f1ol que aborden como objetivo prioritario el fen\u00f3meno de la violencia juvenil. Ciertamente hay mucha literatura sobre el tema, donde se alude al papel de la familia, de la escuela, del grupo de pares o de los medios de comunicaci\u00f3n social; tambi\u00e9n\u00a0es posible encontrar monta\u00f1as de definiciones de lo que se entiende por agresi\u00f3n, violencia, maltrato juvenil, sin olvidar el t\u00e9rmino\u00a0bullyng<\/em>\u00a0aplicado al maltrato escolar; igualmente existen estudios sobre el tratamiento penal de las manifestaciones de la violencia juvenil o descripciones de las actitudes de los j\u00f3venes y adolescentes acerca de la violencia y niveles de permisividad. Pero, con todo, podr\u00eda afirmarse que estamos construyendo un discurso sobre la violencia juvenil en Espa\u00f1a con ausencia de base emp\u00edrica suficiente y, lo que puede ser peor, pretendemos trabajar sobre un fen\u00f3meno del que sabemos muy poco de forma cient\u00edfica.
    \nEn las presentes reflexiones<\/a>, me limitar\u00e9 a presentar algunos presupuestos que considero b\u00e1sicos para estudiar la violencia juvenil a partir de dos hip\u00f3tesis centrales: la imposibilidad de entender a los adolescentes y a los j\u00f3venes como si se tratara de una realidad uniforme, as\u00ed como la necesidad de abordar las diferentes manifestaciones de violencia juvenil antes de emitir propuestas de prevenci\u00f3n.
    \n\u00a0<\/strong>
    \n\u00a0<\/strong>
    \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a01.1. Algunas modalidades de la violencia juvenil<\/strong>
    \n 
    \nLa violencia juvenil no es de hoy, no hay que olvidarlo. Ahora bien, bajo la perspectiva actual se incluyen diversas modalidades de violencia que exigen una clarificaci\u00f3n conceptual, pues responden a realidades muy diversas. Sin pretensi\u00f3n de exhaustividad y atendiendo a las circunstancias que pueden ser m\u00e1s cercanas en la sociedad occidental, se\u00f1alar\u00eda las siguientes:
    \n <\/p>\n

    n\u00a0Violencia racista y xen\u00f3foba<\/h2>\n

    La violencia de signo claramente racista en la que cabe incluir los movimientos neonazis y skinheads, muchas veces cercanos a la derecha extrema que los justifica, ampara y encubre, cuando no a\u00fapa.<\/h2>\n

    La violencia de car\u00e1cter xen\u00f3fobo que sin ser puramente racista lo aparenta, si no en la ideolog\u00eda s\u00ed en la pr\u00e1ctica. Es la que ve al extranjero como un peligro para su propia comodidad, su nivel de vida. Es una modalidad de violencia que est\u00e1 desgraciadamente m\u00e1s extendida de lo que parece. Las causas pueden ser muchas: el miedo y la inseguridad ante una sociedad d\u00eda a d\u00eda m\u00e1s abierta, m\u00e1s competitiva; la percepci\u00f3n de fracaso vital, ya desde la escuela, cuando no se es capaz de seguir el ritmo impuesto; la b\u00fasqueda de la identidad por diferenciaci\u00f3n sea \u00e9tnica, sea nacional (o nacionalista), sea meramente grupal; el retorno de los clanes, sea de los m\u00e1s d\u00e9biles (en lo f\u00edsico, en lo psicol\u00f3gico…) sea de los m\u00e1s radicales, defensores de la verdad \u00fanica, del proyecto \u00fanico; el aumento de las diferencias en los niveles de vida entre los pa\u00edses, con la consecuencia de fuertes corrientes migratorias… (de hecho, mucha gente de los pa\u00edses del primer mundo acaba temiendo al de fuera, al \u00abotro\u00bb. De ah\u00ed a aborrecerlo, hay un paso ya franqueado por muchos. Consecuencia: las expresiones como\u00a0\u00ablos franceses primero\u00bb<\/em>\u00a0de Le Pen reciben excelente acogida, con todo lo que ello conlleva).
    \n 
    \nn\u00a0Violencia nacionalista<\/strong>
    \nLa violencia nacionalista con carga fundamentalmente \u00e9tnica en la que cabe incluir los casos irland\u00e9s y toda la problem\u00e1tica de la ex-Yugoslavia.
    \nLa violencia de signo revolucionario-nacionalista que padecemos en el Pa\u00eds Vasco con el autodenominado Movimiento de Liberaci\u00f3n Nacional Vasco que comprende, entre otros, a ETA, Jarrai, y los diversos comandos que protagonizan desde el a\u00f1o 1994 la llamada \u201cKale Borroka\u201d (violencia callejera).
    \n 
    \nn\u00a0Violencia antisocial y vandalismo<\/strong>
    \nLa violencia antisocial puede aparentar una violencia de revuelta social protagonizada por j\u00f3venes desarraigados que, frustrados ante la imposibilidad o gran dificultad de adquirir los bienes que les ofrece la sociedad del bienestar (sociedad de la opulencia, dir\u00e1n otros), sencillamente \u00abse revuelven\u00bb a las primeras de cambio. Es en este tipo de violencia en el que se piensa cuando se habla de \u00abpotencial de violencia\u00bb en ciertas capas de juventud, o de factores sociales que pueden engendrar situaciones \u00abexplosivas\u00bb por la marginaci\u00f3n de un n\u00famero importante de j\u00f3venes.
    \nHay que hacer una menci\u00f3n especial al vandalismo en el f\u00fatbol, a los\u00a0hooligans,<\/em>\u00a0como forma de identificaci\u00f3n de j\u00f3venes en b\u00fasqueda de alg\u00fan asidero en sus vidas, sin olvidar la utilizaci\u00f3n pol\u00edtico-partidista de determinadas manifestaciones de las pe\u00f1as futbolistas.
    \n 
    \nn\u00a0Violencia \u00abgratuita\u00bb<\/strong>
    \nLa violencia gratuita configura un t\u00e9rmino-comod\u00edn que estamos utilizando quiz\u00e1s sin demasiada precisi\u00f3n. Decimos gratuita pues no parece responder ni a objetivos estrat\u00e9gicos (como las violencias racistas, revolucionarias o nacionalistas), ni corresponderse con situaciones de marginalidad o desarraigo social. Es la violencia que se manifiesta, a veces, en la rotura de los faros de un coche, en quemar una bolsa de basura, pero que tambi\u00e9n puede tener una mayor gravedad como la quema de un anciano desvalido, sin que, aparentemente, seamos capaces de encontrar una motivaci\u00f3n a esos actos. Pero no hay violencia que no responda a una insatisfacci\u00f3n, necesidad o\u00a0falta.<\/em>\u00a0Distinguir\u00eda, sucintamente, varias causalidades o motivaciones en esta modalidad de violencia.
    \n 
    \nEn unos casos se puede tratar de un mero juego (tr\u00e1gico juego ciertamente, pero juego al fin). De ah\u00ed que se hable tambi\u00e9n de violencia l\u00fadica. Muchas veces esta manifestaci\u00f3n de violencia no es sino la consecuencia del aburrimiento, hast\u00edo y falta de alicientes en la vida cotidiana de no pocos adolescentes y j\u00f3venes. Puede ser indicador de la necesidad de llenar un vac\u00edo vital, m\u00e1s profundo de lo que pensamos los adultos.
    \nPero, en otros casos, se puede tratar de una violencia \u00abidentitaria\u00bb, es decir, una violencia que no es sino la manifestaci\u00f3n de una b\u00fasqueda de identidad. As\u00ed la violencia adquiere carta de naturaleza como modelo de identificaci\u00f3n. M\u00e1s a\u00fan, la repetici\u00f3n de actos violentos se corresponde con una forma (\u00abla\u00bb forma en no pocos casos) de identidad en determinados adolescentes y j\u00f3venes.
    \n 
    \nUn ejemplo de lo anterior lo tenemos en ciertas manifestaciones de la violencia en los chicos que se sienten relegados, en la escuela por ejemplo, por el empuje y protagonismo de las chicas. Es una especie de\u00a0revival<\/em>\u00a0del machismo, pero con otras connotaciones distintas de las tradicionales. De hecho, la violencia de car\u00e1cter sexual exigir\u00eda un tratamiento propio.
    \nPor \u00faltimo, la violencia como consecuencia de la dificultad de asumir cualquier frustraci\u00f3n y diferir en el tiempo lo deseado en el presente, la no aceptaci\u00f3n del l\u00edmite, sea el que sea; as\u00ed como todo lo que connote autoridad exterior a la del grupo de pares. Esta modalidad de violencia que tiene su origen, en \u00faltima instancia, en los sistemas de valores dominantes \u00faltimamente en la educaci\u00f3n (familiar, escolar, social, etc.), explica no pocas de las espec\u00edficas manifestaciones de violencia imputadas hoy a los adolescentes y j\u00f3venes del mundo llamado desarrollado.
    \n 
    \n 
    \n1.2. La violencia en el \u00e1mbito escolar<\/strong>
    \n 
    \nLa violencia escolar, a\u00fan cuando quepa colocarla dentro del \u00e1mbito m\u00e1s gen\u00e9rico de la violencia juvenil, presenta una singularidad particular. Sin duda, el espacio escolar es un espacio espec\u00edfico, con consistencia propia, tanto desde el punto de vista espacial como ideol\u00f3gico. Tengamos presente que los alumnos pasan un n\u00famero important\u00edsimo de horas de su infancia, adolescencia y juventud en el centro escolar, \u00absometidos\u00bb a la l\u00f3gica educativo-pedag\u00f3gica del centro. En este punto, cada d\u00eda parece m\u00e1s plausible la consideraci\u00f3n de \u00abcada\u00bb centro escolar como una unidad de an\u00e1lisis, m\u00e1s all\u00e1 de consideraciones generalistas.
    \nSe ha de a\u00f1adir, adem\u00e1s, que la escuela de hoy presenta algunos rasgos marcadamente distintos a la de generaciones anteriores, que se deben tener muy presentes a la hora de acercarse a la problem\u00e1tica de la violencia escolar. Simplificando al extremo, se\u00f1alamos dos.
    \n 
    \nEl gran n\u00famero de alumnos que acceden a todos los niveles de ense\u00f1anza, con una notable diversificaci\u00f3n entre ellos, en el interior de cada unidad escolar. Esto supone una dificultad a\u00f1adida en la labor educativa. Por un lado, resulta muy arduo gestionar la diversidad de talantes, motivaciones, expectativas, etc., de los alumnos y de sus padres. Por otro, la experiencia parece decir que un grupo muy minoritario de adolescentes o j\u00f3venes \u00abdesclasados\u00bb \u2014aquellos que han abandonado definitivamente la l\u00f3gica escolar, aunque sigan dentro de la escuela\u2014 puede perturbar toda la marcha normal de un centro. En este orden de cosas no hay que olvidar tampoco que cuanto de elitista tuvo la escuela, est\u00e1 hoy relegado a un n\u00famero muy restringido de centros.
    \nLa l\u00f3gica utilitarista de la escuela \u2014\u00abesfu\u00e9rzate hoy para ser alguien el d\u00eda de ma\u00f1ana\u00bb\u2014 est\u00e1 muy cuestionada en la percepci\u00f3n de muchos alumnos que consideran la escuela como un espacio impuesto al que no ven utilidad, dado el alt\u00edsimo porcentaje de parados. Cierta literatura que ha hablado de la \u00abuniversidad como f\u00e1brica de parados\u00bb, adem\u00e1s de ser inexacta no ha hecho sino alimentar esta percepci\u00f3n.
    \n 
    \nPasando al tema concreto de la violencia en la escuela no podemos por menos que comenzar refiri\u00e9ndonos a sus muchas y muy variadas formas y manifestaciones. Adopto y adapto la tipolog\u00eda de F. Dubet
    <\/a>:
    \n 
    \nn\u00a0Atendiendo al sujeto activo y pasivo de la violencia<\/strong>
    \nEl alumno puede ejercer actos violentos pero tambi\u00e9n ser objeto de violencias, y me refiero tanto a las violencias de orden f\u00edsico, como ps\u00edquico. En este orden de cosas, al hablar de violencia en la escuela, no hay que reducirla al alumno como sujeto activo o pasivo de la misma. Los padres, por ejemplo, pueden ser agentes activos de violencia (no pienso aqu\u00ed solamente en la violencia f\u00edsica) y ello por circunstancias tan diversas como las que van desde problemas imputables a diversas modalidades de desestructuraci\u00f3n familiar hasta la demanda desmedida de \u00abbuenas calificaciones\u00bb, a veces inalcanzables para el alumno, su hijo o hija. Adem\u00e1s, quienes somos profesores sabemos que no solamente somos agentes pasivos de la violencia.
    \n 
    \nn\u00a0Atendiendo a la gravedad de los actos violentos<\/strong>
    \nHay que distinguir diversos niveles en lo que entendemos como violencia en la escuela: desde faltas de cortes\u00eda hacia el personal docente y no docente hasta agresiones f\u00edsicas, incluso asesinatos. Nuestra hip\u00f3tesis en este punto \u2014recu\u00e9rdese que nos situamos en el contexto espa\u00f1ol\u2014, es que la inmensa mayor\u00eda de cuanto gen\u00e9ricamente entendemos como \u00abviolencia\u00bb son acciones \u00abbenignas\u00bb que, sin embargo, en su repetici\u00f3n y su contextualizaci\u00f3n en un clima de permisividad y descr\u00e9dito de la autoridad (me refiero al clima interno y externo al centro docente), provocan incertidumbre y desasosiego en los profesores (cuando no miedo f\u00edsico) e incomprensi\u00f3n en los padres.
    \n 
    \nn\u00a0Atendiendo a las modalidades de esta violencia<\/strong>
    \nPodr\u00edamos distinguir tres modalidades de violencia que comportan l\u00f3gicas distintas e igualmente exigen diversos modos de abordaje y resoluci\u00f3n: 1\/ Violencias que, exteriores a la escuela, se manifiestan dentro de la escuela; 2\/ Violencias resultantes de inadecuaciones entre la oferta institucional y la demanda de los alumnos (ofertas y demandas no necesariamente explicitadas, mucho menos tematizadas); 3\/ la violencia \u00abanti-escuela\u00bb por parte de algunos alumnos.
    \n 
    \n 
    \n 
    \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a01.3. \u00bfViolentos o violentados?<\/strong>
    \n 
    \nNormalmente, cuando hablamos de la violencia escolar pensamos en los alumnos como agentes activos de la violencia, como sujetos violentos. Pero no siempre eso es as\u00ed, pues no faltan, ni mucho menos, los adolescentes y j\u00f3venes que son \u00abobjeto\u00bb de violencia. Los datos que ofrezco en la tabla que sigue responden a una pregunta formulada en una investigaci\u00f3n francesa, realizada en 186 establecimientos de Ense\u00f1anzas Medias de toda Francia, que pretend\u00eda medir los niveles de toxicoman\u00eda de los adolescentes escolarizados franceses y los factores asociados. Yo traslad\u00e9, exactamente la misma pregunta (\u00ab\u00bfHas sido t\u00fa, alguna vez, v\u00edctima de la violencia?\u00bb), a la investigaci\u00f3n que llev\u00e9 a cabo, el a\u00f1o 1.996, en 92 centros escolares de ESO, BUP y FP, entre los adolescentes y j\u00f3venes escolarizados vascos, tambi\u00e9n en el contexto de una investigaci\u00f3n sobre la relaci\u00f3n drogas-escuela.
    \n 
    \nQ\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0PORCENTAJES DE ESCOLARES VASCOS Y FRANCESES<\/strong>
    \nQUE AFIRMAN HABER SIDO V\u00cdCTIMAS DE LA VIOLENCIA<\/strong><\/p>\n\n\n\n\n\n\n
    <\/td>\nTotal<\/strong>
    \nVascos<\/strong><\/td>\n
    Total<\/strong>
    \nFranceses<\/strong><\/td>\n
    Hombres<\/strong>
    \nvascos<\/strong><\/td>\n
    Hombres<\/strong>
    \nfranceses<\/strong><\/td>\n
    Mujeres<\/strong>
    \nVascas<\/strong><\/td>\n
    Mujeres<\/strong>
    \nfrancesas<\/strong><\/td>\n<\/tr>\n
    S\u00cd<\/strong><\/td>\n16,9<\/td>\n16,9<\/td>\n21,2<\/td>\n21,4<\/td>\n12,6<\/td>\n12,7<\/td>\n<\/tr>\n
    NO<\/strong><\/td>\n83,1<\/td>\n83,1<\/td>\n78,8<\/td>\n78,6<\/td>\n87,4<\/td>\n87,3<\/td>\n<\/tr>\n
    Total – N<\/em><\/strong><\/td>\n5.527<\/em><\/strong><\/td>\n12.391<\/em><\/strong><\/td>\n2.769<\/em><\/strong><\/td>\n6.116<\/em><\/strong><\/td>\n2.758<\/em><\/strong><\/td>\n6.268<\/em><\/strong><\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n

    Fuentes:<\/em>\u00a0Para los datos vascos,\u00a0ELZO (DIR),\u00a0Drogas y Escuela V,<\/em>\u00a0Edit. Gobierno Vasco, Vitoria 1997; para los franceses,\u00a0CHOQUET-LEDOUX,\u00a0Adolescents: enqu\u00eate nationale,<\/em>\u00a0Edit. Inserm, Par\u00eds 1994.
    \n 
    \nLos datos se comentan por s\u00ed mismos. Llama poderosamente la atenci\u00f3n la similitud absoluta de resultados entre los adolescentes y j\u00f3venes vascos y los franceses. Retengamos la cifra de 16,9 de adolescentes que afirman haber sido v\u00edctimas de la violencia. Nos parece una cifra nada desde\u00f1able pues estamos hablando de m\u00e1s de un adolescente sobre seis aunque, ciertamente, no sabemos precisar la gravedad de la violencia sufrida. En todos los casos, los chicos han sido objeto de violencia en mayor proporci\u00f3n que las chicas. No es nada aventurado afirmar que los chicos habr\u00e1n sido, tambi\u00e9n en mucha mayor proporci\u00f3n que las chicas, los agentes activos de la violencia, los agresores. Por lo dem\u00e1s, parece haber unanimidad en decir que la violencia juvenil es fundamentalmente de signo masculino, aunque no habr\u00eda que menospreciar el estudio de las manifestaciones femeninas de violencia.
    \nM\u00e1s all\u00e1 de la calificaci\u00f3n de la violencia a tenor del g\u00e9nero, vale la pena detenerse en las diferentes formas y tipos de violencia. Es lo que presentamos en la tabla siguiente.
    \n 
    \nQ\u00a0\u00a0\u00a0ADOLESCENTES Y J\u00d3VENES VASCOS QUE HAN SIDO V\u00cdCTIMAS DE LA VIOLENCIA,<\/strong>
    \nSEG\u00daN EL TIPO (EN % VERTICALES) Y EN RAZ\u00d3N DE EDAD-G\u00c9NERO<\/strong><\/p>\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n
    <\/td>\n12-13<\/strong><\/td>\n14-15<\/strong><\/td>\n16-18<\/strong><\/td>\n19+<\/strong><\/td>\nHombre<\/strong><\/td>\nMujer<\/strong><\/td>\nTotal<\/strong><\/td>\n<\/tr>\n
    S\u00cd<\/strong><\/td>\n8,8<\/strong><\/td>\n13,7<\/strong><\/td>\n20,4<\/strong><\/td>\n28,0<\/strong><\/td>\n21,2<\/strong><\/td>\n12,6<\/strong><\/td>\n16,9<\/strong><\/td>\n<\/tr>\n
    F\u00edsica pero no sexual<\/td>\n6,9<\/td>\n10,9<\/td>\n16,9<\/td>\n22,7<\/td>\n18,4<\/td>\n9,0<\/td>\n13,7<\/td>\n<\/tr>\n
    Sexual pero no f\u00edsica<\/td>\n0,4<\/td>\n0,8<\/td>\n1,4<\/td>\n2,4<\/td>\n0,6<\/td>\n1,7<\/td>\n1,1<\/td>\n<\/tr>\n
    Sexual y F\u00edsica<\/td>\n0,8<\/td>\n0,9<\/td>\n1,2<\/td>\n1,7<\/td>\n1,1<\/td>\n1,0<\/td>\n1,1<\/td>\n<\/tr>\n
    NO<\/strong><\/td>\n91.2<\/strong><\/td>\n86,3<\/strong><\/td>\n79,6<\/strong><\/td>\n72,0<\/strong><\/td>\n78,8<\/strong><\/td>\n87,4<\/strong><\/td>\n83,1<\/strong><\/td>\n<\/tr>\n
    Total \u2013 N<\/em><\/strong><\/td>\n1.170<\/em><\/strong><\/td>\n1.590<\/em><\/strong><\/td>\n2.120<\/em><\/strong><\/td>\n647<\/em><\/strong><\/td>\n2.769<\/em><\/strong><\/td>\n2.758<\/em><\/strong><\/td>\n5.527<\/em><\/strong><\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n

    Fuente:<\/em>\u00a0ELZO (DIR),\u00a0Drogas y Escuela V,<\/em>\u00a0Edit. Gobierno Vasco, Vitoria 1997.
    \n 
    \nLa lectura de la tabla nos sugiere algunas reflexiones importantes. Por un lado, es claro que a medida que se avanza en edad hay un mayor n\u00famero de adolescentes que han sido objeto de violencia. Yendo a cifras concretas: ah\u00ed est\u00e1 el aumento de los niveles de violencia conforme crece la edad (28% de los chavales de m\u00e1s de 19 a\u00f1os), o que casi 3 de cada 10 adolescentes afirman haber sido objeto de violencia, etc.
    \nOtro punto importante en esa estad\u00edstica que vale la pena rese\u00f1ar y comentar. Me refiero al alto porcentaje de\u00a0violencia sexual<\/em>. Adicionando los porcentajes de adolescentes y j\u00f3venes que se\u00f1alan haber sido objeto de violencia sexual exclusivamente y los que han sido objeto de violencia f\u00edsica y sexual nos encontramos con un 2,2% en todo el conjunto poblacional, que llega al 4% entre los que tiene m\u00e1s de 19 a\u00f1os; luego estamos hablando de uno de cada 25 adolescentes y j\u00f3venes que dicen haber sido objeto, en alg\u00fan grado imposible de determinar con la informaci\u00f3n que tenemos, de violencia de car\u00e1cter sexual. No disponemos de datos comparativos para decir si este porcentaje es elevado respecto del que ha habido en otras \u00e9pocas. N\u00f3tese tambi\u00e9n que ya desde la temprana edad de los 12 y 13 a\u00f1os encontramos preadolescentes que han sido objeto de ese tipo de violencias.
    \n 
    \nEn la misma encuesta que venimos comentando se reflejaban otros datos fundamentales como la relaci\u00f3n entre \u00abestilos de vida\u00bb y violencia, la correlaci\u00f3n entre la violencia sufrida y el consumo de cannabis o entre violencia y alcohol.
    \nUn breve apunte sobre el \u00faltimo aspecto. Los j\u00f3venes beben, sobre todo, los fines de semana y afirman que tal conducta les plantea no pocos problemas con sus amigos a causa del alcohol, en tanta o m\u00e1s proporci\u00f3n que con sus padres. No es dif\u00edcil pensar que esos problemas, de car\u00e1cter relacional, pueden tener en m\u00e1s de un momento su vertiente violenta y, por supuesto, el consumo de alcohol repercute negativamente en el rendimiento escolar.
    \nLas cifras hablan de que casi uno de cada dos bebedores de fin de semana afirma haber tenido episodios de ri\u00f1as o discusiones, mientras que uno de cada cinco se\u00f1ala que ha llegado a pegarse. Por otro lado, 1,3 de cada diez de esos \u00abalcoh\u00f3licos de fin de semana\u00bb han sido protagonistas de actos violentos, como da\u00f1ar coches o farolas; uno de cada cuatro manifiesta haber tenido relaciones sexuales no deseadas, etc.
    \n 
    \nLos datos de la \u00faltima encuesta de la Fundaci\u00f3n \u00abSanta Mar\u00eda\u00bb \u2014en el momento que escribo se encuentra en fase de redacci\u00f3n<\/a>\u2014 apuntan para todo el estado en una direcci\u00f3n semejante a cuanto hemos expuesto hasta aqu\u00ed en el caso vasco. Reproducimos, a continuaci\u00f3n y parcialmente (omitimos las cifras que har\u00edan referencia a \u00abEstudios terminados\u00bb) dos tablas de la misma referidas, respectivamente, a los j\u00f3venes como v\u00edctimas y agentes activos de violencia.
    \n 
    \n 
    \n 
    \nQ\u00a0\u00a0\u00a0OCASIONES EN LAS QUE SE HA SIDO\u00a0V\u00cdCTIMA<\/em>\u00a0DE LAS SIGUIENTES MANIFESTACIONES DE VIOLENCIA, SEG\u00daN ESTUDIOS EN CURSO (TOTAL DE LAS RESPUESTAS: \u00abVARIAS VECES\u00bb Y \u00abALGUNA VEZ\u00bb). DATOS DE 1999.<\/strong><\/p>\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n
    <\/td>\nTotal<\/strong><\/td>\nPrimaria
    \nESO<\/td>\n
    Bachillerato<\/td>\nFP<\/td>\nUniversidad
    \nCiclo 1\u00ba<\/td>\n
    Universidad
    \nCiclos 2\u00ba-3\u00ba<\/td>\n<\/tr>\n
    Agresi\u00f3n f\u00edsica por amigos<\/strong><\/td>\n9.3<\/strong><\/td>\n10.6<\/td>\n10.3<\/td>\n8.8<\/td>\n6.5<\/td>\n5.4<\/td>\n<\/tr>\n
    Maltrato en la escuela o trabajo<\/strong><\/td>\n5.7<\/strong><\/td>\n3.2<\/td>\n4.3<\/td>\n5.9<\/td>\n5.9<\/td>\n6.7<\/td>\n<\/tr>\n
    Mis padres me han pegado<\/strong><\/td>\n15.5<\/strong><\/td>\n12.8<\/td>\n16.0<\/td>\n15.9<\/td>\n15.4<\/td>\n16.0<\/td>\n<\/tr>\n
    Mi pareja me ha pegado<\/strong><\/td>\n2.0<\/strong><\/td>\n1.0<\/td>\n1.8<\/td>\n2.9<\/td>\n1.4<\/td>\n0.9<\/td>\n<\/tr>\n
    Alg\u00fan profesor me ha pegado<\/strong><\/td>\n8.9<\/strong><\/td>\n6.1<\/td>\n5.2<\/td>\n7.3<\/td>\n9.2<\/td>\n11.8<\/td>\n<\/tr>\n
    Obligar a pr\u00e1ctica sexual<\/strong><\/td>\n1.3<\/strong><\/td>\n1.8<\/td>\n0.9<\/td>\n2.3<\/td>\n1.4<\/td>\n0<\/td>\n<\/tr>\n
    Agresi\u00f3n f\u00edsica por desconocidos<\/strong><\/td>\n11.4<\/strong><\/td>\n7.1<\/td>\n11.9<\/td>\n10.3<\/td>\n11.6<\/td>\n13.5<\/td>\n<\/tr>\n
    Recibir insultos con amenazas graves<\/strong><\/td>\n17.3<\/strong><\/td>\n13.3<\/td>\n17.0<\/td>\n16.3<\/td>\n20.6<\/td>\n19.6<\/td>\n<\/tr>\n
    Polic\u00eda me ha pegado<\/strong><\/td>\n2.6<\/strong><\/td>\n1.5<\/td>\n1.3<\/td>\n3.2<\/td>\n2.4<\/td>\n4.0<\/td>\n<\/tr>\n
    Agente privado me ha pegado<\/strong><\/td>\n1.3<\/strong><\/td>\n0.8<\/td>\n0.8<\/td>\n1.4<\/td>\n1.2<\/td>\n1.3<\/td>\n<\/tr>\n
    \n

    Total \u2013 N<\/em><\/strong><\/h1>\n<\/td>\n

    3.853<\/em><\/strong><\/td>\n578<\/em><\/td>\n693<\/em><\/td>\n367<\/em><\/td>\n633<\/em><\/td>\n249<\/em><\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n

    Fuente:\u00a0J\u00f3venes Espa\u00f1oles 99,\u00a0<\/em>Fundaci\u00f3n \u00abSanta Mar\u00eda\u00bb
    \n 
    \nQ\u00a0\u00a0\u00a0OCASIONES EN LAS QUE SE HA SIDO\u00a0AGENTE<\/em>\u00a0DE LAS SIGUIENTES MANIFESTACIONES DE VIOLENCIA, SEG\u00daN ESTUDIOS EN CURSO (TOTAL DE LAS RESPUESTAS \u00abVARIAS VECES\u00bb Y \u00abALGUNA VEZ\u00bb). DATOS DE 1999.<\/strong><\/p>\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n
    <\/td>\nTotal<\/strong><\/td>\nPrimaria
    \nESO<\/td>\n
    Bachillerato<\/td>\nFP<\/td>\nUniversidad Ciclo 1\u00ba<\/td>\nUniversidad
    \nCiclos 2\u00ba-3\u00ba<\/td>\n<\/tr>\n
    Causar destrozos (rayar coches, …)<\/strong><\/td>\n7.7<\/strong><\/td>\n6.5<\/td>\n8.0<\/td>\n8.5<\/td>\n7.8<\/td>\n7.0<\/td>\n<\/tr>\n
    Asaltos o atracos para robar<\/strong><\/td>\n1.3<\/strong><\/td>\n1.1<\/td>\n1.3<\/td>\n0.9<\/td>\n2.0<\/td>\n0.8<\/td>\n<\/tr>\n
    Agredir a la polic\u00eda<\/strong><\/td>\n1.2<\/strong><\/td>\n0.9<\/td>\n0.5<\/td>\n1.4<\/td>\n1.5<\/td>\n0.4<\/td>\n<\/tr>\n
    Agredir a profesor<\/strong><\/td>\n2.2<\/strong><\/td>\n2.6<\/td>\n1.6<\/td>\n3.6<\/td>\n0.5<\/td>\n1.1<\/td>\n<\/tr>\n
    Peleas con amigos<\/strong><\/td>\n16.8<\/strong><\/td>\n18.9<\/td>\n16.7<\/td>\n16.0<\/td>\n14.9<\/td>\n11.8<\/td>\n<\/tr>\n
    Peleas con pareja<\/strong><\/td>\n8.0<\/strong><\/td>\n4.1<\/td>\n9.9<\/td>\n7.9<\/td>\n6.1<\/td>\n7.6<\/td>\n<\/tr>\n
    Peleas con padres<\/strong><\/td>\n14.4<\/strong><\/td>\n12.2<\/td>\n16.5<\/td>\n13.4<\/td>\n12.3<\/td>\n13.5<\/td>\n<\/tr>\n
    Enfrentamiento entre pandillas<\/strong><\/td>\n11.0<\/strong><\/td>\n10.8<\/td>\n12.1<\/td>\n10.1<\/td>\n8.1<\/td>\n5.3<\/td>\n<\/tr>\n
    Peleas con desconocidos<\/strong><\/td>\n9.8<\/strong><\/td>\n8.9<\/td>\n9.3<\/td>\n9.9<\/td>\n9.1<\/td>\n6.1<\/td>\n<\/tr>\n
    Forzar a pr\u00e1ctica sexual<\/strong><\/td>\n0.2<\/strong><\/td>\n0<\/td>\n0<\/td>\n0<\/td>\n0.7<\/td>\n0<\/td>\n<\/tr>\n
    \n

    Total – N<\/em><\/strong><\/h1>\n<\/td>\n

    3.853<\/em><\/strong><\/td>\n578<\/em><\/td>\n693<\/em><\/td>\n367<\/em><\/td>\n633<\/em><\/td>\n249<\/em><\/td>\n<\/tr>\n<\/tbody>\n<\/table>\n

    Fuente:\u00a0J\u00f3venes Espa\u00f1oles 99,\u00a0<\/em>Fundaci\u00f3n \u00abSanta Mar\u00eda\u00bb
    \n\u00a0<\/strong>
    \nLos datos son bien expresivos. Respecto a las ocasiones en que los j\u00f3venes han sido v\u00edctimas de la violencia destacan las vinculadas a los \u00abpadres que pegan\u00bb, a los insultos con amenazas graves y a las agresiones f\u00edsicas ejercidas por desconocidos. Un valor (negativamente) alto obtiene tambi\u00e9n la violencia proveniente de \u00ablos profesores que pegan\u00bb.
    \nEn cuanto a la violencia ejercida por los j\u00f3venes, las peleas con los amigos, con los padres y los enfrentamientos entre pandillas, representan los terrenos m\u00e1s abonados para su desarrollo. Igualmente obtienen resultados elevados manifestaciones violentas como causar destrozos o las peleas con desconocidos.
    \n 
    \n 
    \n <\/p>\n

      \n
    1. Valores de los adolescentes y j\u00f3venes espa\u00f1oles<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

       
      \nEl an\u00e1lisis de los valores de los adolescentes y j\u00f3venes nos permite comprender mejor tanto las dificultades actuales para que adquieran un protagonismo propio en el quehacer social, como algunas ra\u00edces de desenga\u00f1os, frustraciones, etc. que pueden\u00a0empujar<\/em>\u00a0a la violencia. Hacemos, pues, un boceto sint\u00e9tico de tales valores, dejando a cada cual la reflexi\u00f3n que los relacione con los elementos hasta ahora analizados. El resumen que sigue, en cualquier caso, nos permitir\u00e1 entender mejor las perspectivas educativas para prevenir la violencia.
      \n 
      \nn\u00a0Individualismo y presentismo<\/strong>
      \nUn individualismo te\u00f1ido de b\u00fasqueda de autonom\u00eda como valor fundante de lo bueno y lo malo, de lo \u00fatil e in\u00fatil, de lo que sirve y lo que no sirve. Todo ello braseado preferentemente en el grupo de pares, de amigos o, al menos, compa\u00f1eros.
      \nEl\u00a0presentismo<\/em>\u00a0o la dificultad de proyectarse en el futuro as\u00ed como la necesidad de vivir el presente a tope, sin diferir el gozo de lo deseado en cada momento. La \u00fanica planificaci\u00f3n posible es la semanal. El horizonte es semanal.
      \n 
      \nn\u00a0Pluralismo<\/strong>
      \nLa aceptaci\u00f3n del\u00a0pluralismo<\/em>\u00a0y la actitud b\u00e1sicamente tolerante ante el diferente, aunque en este punto se deban hacer dos matizaciones importantes. Una referida a la dificultad de separar en muchos momentos la tolerancia \u2014en lo que supone de respeto al \u00abotro\u00bb, en tanto que \u00abotro\u00bb\u2014, de la indiferencia por el distinto con tal de que no me moleste. Junto a ello est\u00e1 muy extendido el principio, (el valor justamente), de que todo es opinable, de que todas las ideas valen con tal de expresarse y defenderse sin violencias. Esto es reflejo de la confusi\u00f3n existente entre el\u00a0relativismo<\/em>\u00a0del \u00abtodo vale\u00bb y la\u00a0relatividad<\/em>\u00a0que se opone a la pretensi\u00f3n de la verdad \u00fanica, de la verdad absoluta.
      \nLa segunda matizaci\u00f3n: en algunos segmentos estad\u00edsticamente importantes de los adolescentes y j\u00f3venes espa\u00f1oles (m\u00e1s entre los primeros), en consonancia con sus coet\u00e1neos europeos, est\u00e1 emergiendo una actitud autoritaria que no dudo en calificar de racista.
      \n 
      \nn\u00a0\u00abPacifismo\u00bb<\/strong>
      \nUna actitud b\u00e1sicamente pacifista con un\u00a0antimilitarismo<\/em>\u00a0incrustado en lo m\u00e1s profundo de ellos mismos. M\u00e1s all\u00e1 de las contextualizaciones hist\u00f3rico-pol\u00edticas que cabr\u00eda hacer, resulta evidente que la juventud espa\u00f1ola es pionera en este campo. Decir que junto a posturas antimilitaristas y pacifistas podemos encontrar, en algunos j\u00f3venes, actitudes de pura conveniencia personal no invalida en absoluto la afirmaci\u00f3n anterior.
      \n 
      \nn\u00a0Inseguridad<\/strong>
      \nUna gran\u00a0inseguridad<\/em>\u00a0muy en consonancia con su presentismo y ante un futuro que perciben como\u00a0negro.<\/em>\u00a0Las personas adultas no somos plenamente conscientes de lo que supone para muchos adolescentes y j\u00f3venes la constataci\u00f3n de que viven en un mundo competitivo, feroz, en el que los niveles de paro son escalofriantes. En clara correlaci\u00f3n con ello, aunque las explicaciones hay que buscarlas tambi\u00e9n en otras latitudes, me parece llamativa la preocupaci\u00f3n por el dinero, el amor al dinero, la rentabilidad financiera y pecuniaria de todo esfuerzo solicitado… que es medido por el tiempo exigido.
      \n 
      \nn\u00a0Familia<\/strong>
      \nEn el \u00e1mbito institucional es cada d\u00eda mayor la\u00a0aceptaci\u00f3n de la familia<\/em>\u00a0de origen, no solamente como \u00abfonda gratuita\u00bb sino tambi\u00e9n como espacio de\u00a0convivialidad<\/em>\u00a0buscada y, en gran medida, correspondida. De cara al futuro, tambi\u00e9n se proyectan en un \u00e1mbito familiar y, si no se liberan antes de la \u00abfonda\u00bb, es por tres razones esenciales: por la precariedad del empleo, por la carest\u00eda de las viviendas y, especialmente los que provienen de clase sociales medias y altas, porque dif\u00edcilmente podr\u00edan empezar su vida emancipada en el mismo o similar nivel de vida de su familia de origen.
      \n 
      \nn\u00a0Apoteosis de sensaciones<\/strong>
      \nUna adolescencia y juventud abiertas a toda suerte de sensaciones, emociones, con aceptaci\u00f3n del \u00abriesgo festivo\u00bb y con una gran dificultad para admitir cualquier tipo de l\u00edmite.\u00a0La\u00a0ausencia de l\u00edmites<\/em>\u00a0est\u00e1 muy relacionada con la ausencia de normas, y la ausencia de normas no es sino la consecuencia, a su vez, de la inexistencia de referentes firmes y de esquemas de legitimaci\u00f3n que haya propiciado una socializaci\u00f3n s\u00f3lida.
      \nPara un gran n\u00famero de j\u00f3venes los \u00fanicos l\u00edmites plausibles, durante el tiempo libre, son los que provienen de su cuerpo y de su (pretendido) libre albedr\u00edo. El cuerpo, esto es, lo que aguante su cuerpo, por un lado, y las ganas, la apetencia o inapetencia del momento, su estado an\u00edmico \u2014\u00abme gusta o no me gusta\u00bb\u2014, por el otro, son los \u00fanicos criterios por los que el l\u00edmite puede ser pensable. Fuera de estos dos factores todo l\u00edmite es entendido como una imposici\u00f3n arbitraria ordenada por el mundo de los mayores.
      \n 
      \nn\u00a0Utilitarismo<\/strong>
      \nUna\u00a0concepci\u00f3n utilitarista del trabajo,<\/em>\u00a0que se les aparece, casi exclusivamente, como un medio de inserci\u00f3n en la sociedad y no como medio de realizaci\u00f3n personal. En efecto,\u00a0el trabajo es percibido como mero valor utilitarista que tiene como \u00fanico objetivo la adquisici\u00f3n de medios (ganar dinero, dicho lisa y llanamente) para disfrutar\u00a0la fiesta.<\/em>\u00a0El trabajo no es elemento de realizaci\u00f3n personal sino simple exigencia de integraci\u00f3n social, condici\u00f3n\u00a0sine qua non<\/em>\u00a0de seguridad vital.
      \nEmpieza a no ser plausible, esto pertenece al orden de lo socialmente pensable, proyectarse en el trabajo como modo de realizaci\u00f3n personal, habiendo desplazado al tiempo libre, al ocio, esa facultad de realizaci\u00f3n personal, con lo que hemos evacuado al ocio de lo que ten\u00eda de m\u00e1s espont\u00e1neo, m\u00e1s libre, m\u00e1s po\u00e9tico, haci\u00e9ndolo prosaico y banal.
      \n 
      \nn\u00a0Supervaloraci\u00f3n de la emoci\u00f3n<\/strong>
      \nUna adolescencia y juventud reacias al discurso racionalizado, construido intelectualmente y con cierto grado de conceptualizaci\u00f3n. Es claramente la\u00a0supervaloraci\u00f3n de la emoci\u00f3n sobre la mera raz\u00f3n<\/em>, la percepci\u00f3n sobre la racionalizaci\u00f3n; a diferencia de las generaciones precedentes que han infravalorado lo sensitivo y emocional a favor y en aras de la mera racionalidad e, incluso, de la racionalidad cient\u00edfico-t\u00e9cnica en la reciente modernidad secularizante. Hoy necesitamos, m\u00e1s que nunca dada la globalizaci\u00f3n en la que nos encontramos, una formaci\u00f3n que ayude a construir una \u00abinteligencia sentiente\u00bb. Los adolescentes deben estar intelectual y emocionalmente armados para situarse en la complejidad de la vida contempor\u00e1nea.
      \n 
      \nn\u00a0Disociaci\u00f3n entre valores finalistas e instrumentales<\/strong>
      \nEn muchos adolescentes y j\u00f3venes hay un\u00a0hiatus,<\/em>\u00a0una disonancia entre los valores finalistas y los valores instrumentales. Los adolescentes y j\u00f3venes de los 90 invierten afectiva y racionalmente en los valores finalistas, (pacifismo, tolerancia, ecolog\u00eda, etc.) a la par que presentan, sin embargo, grandes fallas en los valores instrumentales sin los cuales todo lo anterior corre el gran riesgo de quedarse en un discurso bonito. Me refiero a los d\u00e9ficits que presentan en valores tales como el esfuerzo, la auto-responsabilidad, la abnegaci\u00f3n (que ni saben lo que es), el trabajo bien hecho, etc. No quisiera que se hiciera una lectura moralizante de esta hip\u00f3tesis, menos a\u00fan culpabilizante de los adolescentes, pues no pretende ser otra cosa que descriptiva y, en todo caso, meramente anal\u00edtica
      \nDe cualquier modo, pienso que la diferencia entre valores finalistas y valores instrumentales y su escasa articulaci\u00f3n est\u00e1 poniendo al descubierto la continua contradicci\u00f3n \u2014am\u00e9n de la dificultad\u2014 de muchos adolescentes y j\u00f3venes para mantener un discurso y una pr\u00e1ctica con una determinada coherencia y alguna prolongada continuidad temporal, all\u00ed donde se precisa un esfuerzo cuya utilidad no sea inmediatamente percibida.
      \n 
      \n 
      \n <\/p>\n

        \n
      1. Algunas notas para abordar la prevenci\u00f3n de la violencia<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

         
        \nComo hemos se\u00f1alado m\u00e1s arriba, bajo la denominaci\u00f3n de violencia juvenil se incluyen diversas modalidades de violencia que responden a realidades muy diversas. En consecuencia, para hablar de prevenci\u00f3n, habr\u00e1 que delimitar la clase de violencia de la que estamos hablando. Me atrever\u00eda incluso a decir que la primera medida a adoptar cuando de prevenci\u00f3n se trata ser\u00e1 la de diagnosticar, lo m\u00e1s precisamente posible, el alcance, motivaciones, justificaciones, ramificaciones, actores etc., de la violencia cuyas manifestaciones se quieren prevenir.
        \n 
        \n 
        \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a03.1. Ra\u00edces de la violencia juvenil<\/strong>
        \n 
        \nM\u00e1s del 90% de las manifestaciones de violencia juvenil responden a tres grandes cap\u00edtulos. Podemos encuadrarlas, en primer lugar \u2014como consecuencia, concomitancia o causalidad\u2014,\u00a0en relaci\u00f3n a situaciones de marginaci\u00f3n social<\/em>.
        \nEl segundo cap\u00edtulo ser\u00eda el de las manifestaciones provenientes de alg\u00fan tipo de\u00a0fundamentalismo<\/em>, de la pretensi\u00f3n de que exista una sola idea o proyecto como \u00fanico v\u00e1lido a la hora de interpretar y organizar la sociedad. Este planteamiento, muchas veces no est\u00e1 explicitado ni para el mundo interno de muchos j\u00f3venes, pero no por ello es menos real. Si cabe es a\u00fan m\u00e1s peligroso, pues su puesta en duda ni siquiera es plausible. La consecuencia o corolario es evidente: rechazo del \u00abotro\u00bb, del diferente, como portador de una idea con la que no se puede comulgar pues choca con \u00abmi\u00bb idea, \u00fanica verdadera. Cuando esa idea es vista como definidora del \u00abotro\u00bb entonces el rechazo no es a las ideas del otro sino al \u00abotro\u00bb como enemigo, como peligroso. Es la v\u00eda real para el racismo, la xenofobia, la depuraci\u00f3n \u00e9tnica, etc.
        \nEn fin, en el tercer gran cap\u00edtulo podr\u00edamos incluir todo tipo de reacci\u00f3n no controlada, proveniente de una frustraci\u00f3n, de una\u00a0disociaci\u00f3n entre \u00abobjetivos y medios\u00bb<\/em>\u00a0(recordando al hist\u00f3rico Merton, pero m\u00e1s all\u00e1 del exclusivo \u00e1mbito econ\u00f3mico y del \u00e9xito social en que se enmarca su teor\u00eda de la desviaci\u00f3n social), de la instauraci\u00f3n de un sistema de valores en el que el goce de lo deseado no puede ser diferido, mucho menos cuestionado, etc.
        \n 
        \n 
        \n3.2. \u00abRa\u00edces\u00bb y l\u00edneas generales de prevenci\u00f3n<\/strong>
        \n 
        \nLas situaciones de marginaci\u00f3n social se previenen, hasta donde sea posible, mediante la eliminaci\u00f3n de la injusticia social, mediante\u00a0la lucha contra la exclusi\u00f3n social.<\/em>\u00a0Es un problema, en \u00faltima instancia, de orden pol\u00edtico, salvo que hayamos dimitido en favor del Mercado como \u00fanico referente de acci\u00f3n social. No se puede pedir a la educaci\u00f3n ni al sistema educativo, a\u00fan al mejor y m\u00e1s dotado en cantidad y calidad, que resuelva problemas que son anteriores y previos a la educaci\u00f3n. No se puede pedir a la educaci\u00f3n, como se so\u00f1\u00f3 en la d\u00e9cada de los sesenta con la teor\u00eda de la igualdad de oportunidades, que resuelva las desigualdades sociales.
        \nNo quiero negar con esto la bondad del principio de la igualdad de oportunidades. Quiero se\u00f1alar, sencillamente, que la reiteraci\u00f3n del principio e incluso los intentos de aplicarlo no resuelven la desigualdad originaria, que es una desigualdad de estratificaci\u00f3n social. He de a\u00f1adir, en este punto y hablando de los j\u00f3venes, que es preciso se\u00f1alar las altas tasas de paro juvenil y, lo que puede ser peor, la percepci\u00f3n de inevitabilidad que hace que muchos adolescentes y j\u00f3venes digan que \u00abson\u00bb parados, no simplemente que \u00abest\u00e1n\u00bb en paro.
        \n 
        \nLos otros dos cap\u00edtulos explicativos de la violencia juvenil tienen mucho que ver con la\u00a0educaci\u00f3n,<\/em>\u00a0en el sentido m\u00e1s amplio del t\u00e9rmino. La lucha contra los fundamentalismos \u2014esto es, la pretensi\u00f3n de que uno sea portador de la \u00fanica verdad\u2014 exige educar en la tolerancia activa, en la instauraci\u00f3n del pluralismo como modo de regular la vida ciudadana, teniendo como norte la defensa de los derechos de la persona humana, de cada persona, sea quien sea y haya hecho lo que haya hecho.
        \nAs\u00ed mismo el tercer y m\u00e1s actual rasgo de la violencia, el que proviene de la dificultad para afrontar toda frustraci\u00f3n \u2014para diferir en el tiempo lo deseado en cada momento o aceptar un l\u00edmite en el tiempo de ocio\u2014, exige un cambio de rumbo en los sistemas de valores que padres y profesores tratamos de inculcar en los adolescentes y j\u00f3venes, as\u00ed como en los modelos educativos al uso para trasmitir esos valores.
        \n 
        \nRespecto de los sistemas de valores con los que educamos, de forma particular, pienso en la necesidad de introducir la responsabilidad en la vida diaria, familiar, escolar y social de los adolescentes y j\u00f3venes. El concepto de responsabilidad se corresponde con el del deber. Las encuestas de opini\u00f3n indican que nos encontramos ante una poblaci\u00f3n, especialmente la m\u00e1s joven, que apuesta m\u00e1s por exigir a los dem\u00e1s la resoluci\u00f3n de sus problemas que por la iniciativa personal para afrontarlos con el esfuerzo que ello conlleva. Las causas de este estado de cosas son m\u00faltiples y de \u00f3rdenes diversos. En mi opini\u00f3n, algunas explicaciones \u2014las m\u00e1s profundas, aunque puedan parecer las m\u00e1s alejadas de problem\u00e1ticas individuales actuales y de resoluci\u00f3n m\u00e1s compleja\u2014 corresponden a los sistemas de valores dominantes en la sociedad occidental durante los \u00faltimos cincuenta a\u00f1os.
        \nEn concreto, junto a graves situaciones estructurales carenciales que ser\u00eda ceguera negar (paro, etc.), los j\u00f3venes han recibido una socializaci\u00f3n que no les ha armado, me atrevo a decir que ni psicol\u00f3gicamente, para afrontar convenientemente la sociedad en la que les ha tocado vivir. Mi tesis es que gran parte de los actuales adolescentes ha crecido en una infancia dulce, sobreprotegida, con m\u00e1s recursos materiales que adolescencia y juventud alguna haya tenido en la historia de este pueblo…, al mismo tiempo que nadie, o casi nadie, les ha hablado y educado en la importancia del sacrificio para la obtenci\u00f3n de fines, en la abnegaci\u00f3n, en el esfuerzo, en una palabra, en la auto-responsabilidad.
        \n 
        \nInsisto en este punto, pues creo que es una de las peores derivas de nuestra sociedad actual: hemos creado una sociedad de derechos sin el correspondiente correlato de deberes; hemos insistido en la creatividad, en la espontaneidad, en la liberalidad de costumbres, en la queja continua, en la exigencia a los otros, especialmente a la Administraci\u00f3n para que nos resuelva todos los problemas; y hemos hecho de ella un gigante. Esta situaci\u00f3n, al l\u00edmite, lleva lisa y llanamente al estrangulamiento de una sociedad que ha perdido, como dir\u00eda el primer Touraine, la capacidad de hacerse a s\u00ed misma. Y la soluci\u00f3n no pasa, como afirm\u00e1bamos con no poca ingenuidad anta\u00f1o, por el cambio en las estructuras sociales y pol\u00edticas (aunque tambi\u00e9n habr\u00e1 que cambiarlas) si antes, con anterioridad al cambio de estructuras, no cambiamos los esquemas de valores. En el actual estadio de la civilizaci\u00f3n occidental, el factor humano se nos antoja primario y por encima del factor estructural.
        \n 
        \n 
        \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a03.3. Pautas educativas para prevenir la violencia<\/strong>
        \n 
        \nSe ha dicho, y con raz\u00f3n, que la sociedad actual se ha hecho muy individualista. Cada cual va a lo suyo y aunque el t\u00e9rmino solidaridad est\u00e1 muy de moda, de hecho lo que prima es el individualismo, cada uno para s\u00ed.
        \nSi la persona humana se percibe a s\u00ed misma como mero sujeto de derechos, el riesgo de autismo social es evidente. Pero no tendr\u00eda porqu\u00e9 ser as\u00ed necesariamente. La filosof\u00eda de los derechos humanos \u2014centr\u00e1ndose en una serie inherente de valores a defender, propugnar y promover en toda persona humana, precisamente por su condici\u00f3n de persona\u2014 conlleva un fondo de fraternidad universal innegable. Es lo que para algunos conforma una de las bases para una moral de m\u00ednimos o substrato para una \u00e9tica civil. A partir de ese momento es posible pasar de una situaci\u00f3n de individualismo a una situaci\u00f3n de \u00abautonom\u00eda consensuada\u00bb.
        \nMe estoy refiriendo con este sucinto apunte a uno de los marcos educativos que hemos de cuidar con m\u00e1s inter\u00e9s. Pero no basta con propugnar el\u00a0desideratum<\/em>\u00a0expuesto, si a la par no establecemos los mecanismos necesarios para alcanzarlo. Y estos pasan, a mi juicio, por los aspectos que siguen.
        \n 
        \nn\u00a0Racionalidad dial\u00f3gica y argumentaci\u00f3n<\/strong>
        \nIntroducir la racionalidad y la argumentaci\u00f3n pasando del \u00e1mbito de la opini\u00f3n, de la mera declaraci\u00f3n de intenciones al \u00e1mbito de la confrontaci\u00f3n y del afrontamiento dial\u00f3gico en base a la realidad social, realidad conocida y contrastada con rigor. M\u00e1s di\u00e1logo, m\u00e1s contraste de informaciones, menos opiniones, menos declaraciones, menos pugilatos dial\u00e9cticos. Hay una real urgencia \u00e9tica en desterrar de nuestras costumbres la idea de que, en nombre de la libertad, cada cual puede opinar lo que quiera de cualquier tema sin dar raz\u00f3n de lo que dice m\u00e1s all\u00e1 de un gen\u00e9rico \u00abseg\u00fan mi opini\u00f3n\u00bb o \u00aba mi entender\u00bb, saldando las divergencias con \u00abeso opinas t\u00fa, eso opino yo\u00bb.
        \n 
        \nn\u00a0Verdad, perspectivas y proyectos<\/strong>
        \nEstablecer de una vez por todas que\u00a0la verdad la vamos construyendo d\u00eda a d\u00eda.<\/em>\u00a0De ah\u00ed no se colige que todo vale; de ah\u00ed se concluye que nadie posee la verdad absoluta sencillamente porque los proyectos de vida son diversos. Es en los proyectos de vida en los que perentoriamente hay que incidir, pero incluyendo en la socializaci\u00f3n o educaci\u00f3n de los ni\u00f1os, adolescentes y j\u00f3venes, el principio de\u00a0relatividad<\/em>\u00a0(no relativismo) en los propios proyectos.
        \n 
        \nn\u00a0Reconocimiento del \u00abotro\u00bb<\/strong>
        \nEn consecuencia, el \u00abotro\u00bb es tan sujeto de derechos como uno mismo y, entre sus derechos, est\u00e1 el de promover su propio proyecto de vida, tanto en el \u00e1mbito de la privacidad como en el de la construcci\u00f3n de la sociedad. Si alguna excepci\u00f3n cabe realizar ser\u00eda la de la opci\u00f3n preferencial o, como se dice \u00faltimamente, la discriminaci\u00f3n positiva hacia los m\u00e1s d\u00e9biles, aunque procurando no caer en la institucionalizaci\u00f3n del\u00a0pedig\u00fce\u00f1o.<\/em>
        \n 
        \nn\u00a0Tolerancia activa y pasiva<\/strong>
        \nDistinguir la\u00a0tolerancia activa<\/em>\u00a0de la\u00a0tolerancia pasiva<\/em>, sin olvidar la necesaria\u00a0intolerancia<\/em>. Hay una gran confusi\u00f3n acerca del significado de la tolerancia, m\u00e1s a\u00fan en determinadas actitudes que, bajo el t\u00e9rmino de tolerancia, no son sino indiferencia, cuando no dejaci\u00f3n de responsabilidades.
        \nLa tolerancia activa presupone el respeto profundo a la diferencia, a los proyectos del \u00abotro\u00bb. M\u00e1s a\u00fan, presupone una actitud de comprehensi\u00f3n del distinto, esto es, una actitud de comprender al \u00abotro\u00bb desde dentro, desde sus propias ecuaciones personales, sociales, culturales, etc., al menos hasta donde sea posible \u00abponerse en la posici\u00f3n de otro\u00bb.
        \nA su vez, la tolerancia pasiva equivale a la indiferencia, es esa aceptaci\u00f3n del t\u00e9rmino tolerancia que significa indulgencia, condescendencia con algo o alguien que, en el fondo, se rechaza o no se acepta, pero cuya presencia \u00abse tolera\u00bb.
        \n 
        \nBajo capa de tolerancia, adem\u00e1s del indiferentismo, podemos impedir que aflore la \u00abnecesaria intolerancia\u00bb ante determinados comportamientos o ideas. Hay que ser\u00a0intolerante<\/em>\u00a0ante el indiferentismo, ante la exclusi\u00f3n social en raz\u00f3n de la raza, etnia, g\u00e9nero, religi\u00f3n, proyecto pol\u00edtico, etc. Hay que ser\u00a0intolerantes<\/em>\u00a0ante la legitimaci\u00f3n de la violencia para la consecuci\u00f3n de objetivos sociales, pol\u00edticos o del orden que sean, tanto personales como colectivos.
        \nLa educaci\u00f3n en el ejercicio de la tolerancia activa, rechazando el indiferentismo \u2014luego asumiendo la responsabilidad de nuestros actos\u2014, as\u00ed como la pr\u00e1ctica de la intolerancia ante lo intolerable (y en este punto el papel de los educadores y padres me parece crucial) son, entre otras, condiciones\u00a0sine qua non<\/em>\u00a0para ayudar a los escolares a insertarse en una sociedad pluralista y abierta como la nuestra, en la que el respeto a la diferencia no conduzca a vivir en departamentos estancos, en\u00a0tribus<\/em>separadas y antag\u00f3nicas en las que la violencia puede convertirse en santo y se\u00f1a de identidad para los m\u00e1s d\u00e9biles.
        \n 
        \nEn conclusi\u00f3n,<\/em>\u00a0la prevenci\u00f3n de la violencia juvenil exige, a mi juicio, comenzar por un\u00a0diagn\u00f3stico<\/em>\u00a0exacto de lo que estamos hablando para aplicar medidas de\u00a0prevenci\u00f3n espec\u00edfica<\/em>\u00a0a cada situaci\u00f3n concreta. Como\u00a0prevenci\u00f3n global, o inespec\u00edfica<\/em>, hay que trabajar en\u00a0dos registros<\/em>\u00a0principalmente: en el de la\u00a0eliminaci\u00f3n de la exclusi\u00f3n social,<\/em>\u00a0por un lado, y en una\u00a0educaci\u00f3n en el respeto a los derechos humanos y en la responsabilidad de lo que se hace y dice,<\/em>\u00a0tanto por parte de los alumnos como por parte de los padres y educadores, por el otro. Educar en la responsabilidad, en el valor del esfuerzo, del trabajo, de la disciplina, de la abnegaci\u00f3n, etc., es poner en su lugar unos \u00abvalores\u00bb no suficientemente reconocidos en los \u00faltimos tiempos, pero sin los cuales otros valores \u2014estos s\u00ed, muy reconocidos (y justamente reconocidos) como la solidaridad, la tolerancia, el rechazo de la exclusi\u00f3n social etc.\u2014 no son sino papel mojado. La prevenci\u00f3n de la violencia juvenil pasa por fomentar la tolerancia y la solidaridad, pero el ejercicio concreto de la tolerancia y la solidaridad, adem\u00e1s de la justa proclamaci\u00f3n de su conveniencia y absoluta necesidad, exigen d\u00eda a d\u00eda, esfuerzo y trabajo, constancia y disciplina, reflexi\u00f3n y estudio.
        \nConforme afirmaban recientemente algunos intelectuales europeos reunidos en Valencia \u2014pensando en el III Milenio\u2014,\u00a0el reto del futuro est\u00e1 en educar para el ejercicio de una libertad responsable.<\/em>\u00a0Perm\u00edtaseme a\u00f1adir que, a\u00fan estando de acuerdo con la formulaci\u00f3n anterior, prefiero la que dice que el reto del futuro est\u00e1 en\u00a0educar para el ejercicio de la auto-responsabilidad en la libertad<\/em>\u00a0dentro de una sociedad donde las desigualdades sociales no solamente no vayan en aumento, sino que tiendan a disminuir. Esto exige, lo repito una vez m\u00e1s, acci\u00f3n pol\u00edtica sin dejarnos embaucar por la mera l\u00f3gica del Mercado y apuesta decidida por la educaci\u00f3n como valor primero para todos.\u00a0n
        \n 
        \n<\/a>\u00a0NOTA DE LA REDACCI\u00d3N: Hemos pedido al autor, muy espec\u00edficamente, unas sugerencias concretas que ya ha presentado en diversas jornadas y ponencias sobre la violencia en los adolescentes y j\u00f3venes, as\u00ed como en algunos de sus estudios, a los que remitimos para una mejor comprensi\u00f3n de cuanto aparece en el art\u00edculo: J. ELZO\u00a0(Dir.),\u00a0Delincuencia y Drogas,<\/em>\u00a0Edit. Gobierno Vasco, Vitoria 1992; J.\u00a0ELZO,\u00a0J\u00f3venes Espa\u00f1oles 1994,<\/em>\u00a0Fund. \u00abSanta Mar\u00eda\u00bb, Madrid 1994; J.\u00a0ELZO,\u00a0Drogas y Escuela V,<\/em>\u00a0Edit. Gobierno Vasco, Vitoria 1997.
        \n
        <\/a>\u00a0Cf. F. DUBET,\u00a0Les mutations du syt\u00e8me scolaire et les violences \u00e0 l\u2019\u00e9cole,<\/em>\u00a0\u00abLes cahiers de la s\u00e9curit\u00e9 int\u00e9rieure\u00bb 15 (1994), pp. 22-24. La tipolog\u00eda, de todos modos, me parece muy restrictiva y requiere una profundizaci\u00f3n ulterior.
        \n
        <\/a>\u00a0\u00a0El trabajo de campo se llev\u00f3 a cabo durante los meses de octubre y noviembre de 1998, mediante entrevista oral domiciliaria, con una muestra representativa de 3.853 j\u00f3venes espa\u00f1oles en edades comprendidas entre los 15 y los 24 a\u00f1os.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

        Pie Autor: Javier Elzo\u00a0es Catedr\u00e1tico de Sociolog\u00eda en la Universidad de Deusto (Bilbao).   S\u00edntesis del Art\u00edculo: El art\u00edculo aborda tres aspectos fundamentales en la \u00abviolencia juvenil\u00bb: 1\/ Panorama general del estado de la cuesti\u00f3n (modalidades de violencia juvenil, violencia en el \u00e1mbito escolar y violencia sobre los adolescentes y j\u00f3venes); 2\/ Valores de los […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","inline_featured_image":false,"footnotes":""},"categories":[124,412,288,94],"tags":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12127"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=12127"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12127\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=12127"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=12127"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=12127"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}