{"id":12130,"date":"1999-09-01T10:56:05","date_gmt":"1999-09-01T08:56:05","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=12130"},"modified":"1999-09-01T10:56:05","modified_gmt":"1999-09-01T08:56:05","slug":"agresividad-y-violencia-juvenil-un-problema-educativo","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/agresividad-y-violencia-juvenil-un-problema-educativo\/","title":{"rendered":"Agresividad y violencia juvenil: un problema educativo"},"content":{"rendered":"

Pie Autor:
\nFrancisco A. D\u00edaz<\/strong>\u00a0es profesor en la Facultad de Ciencias de la Educaci\u00f3n de la Universidad de M\u00e1laga.<\/em>
\n 
\nS\u00edntesis del Art\u00edculo:
\nTras definir y diferenciar agresividad, violencia y conflicto, el autor \u2014en primer lugar\u2014 analiza psicol\u00f3gicamente la agresividad humana. A partir de aqu\u00ed, el art\u00edculo se centra en el estudio de la violencia juvenil: factores de riesgo, c\u00f3mo educar en la familia y en la escuela, etc.
\n 
\n 
\n1 Introducci\u00f3n<\/strong>
\n 
\nDesgraciadamente, cada d\u00eda nos sorprenden menos las ca\u00f3ticas noticias que los medios de comunicaci\u00f3n nos lanzan: nuevas guerras que peri\u00f3dicamente nacen; poder, corrupci\u00f3n y destrucci\u00f3n que esparcen los \u00abse\u00f1ores de la droga\u00bb; luchas callejeras entre bandas juveniles; alumnos que agreden a sus compa\u00f1eros e incluso a sus profesores en el centro educativo; ni\u00f1os que maltratan y\/o violan a otros\/as menores, etc.
\n\u00bfQu\u00e9 est\u00e1 pasando en nuestra sociedad? \u00bfHasta d\u00f3nde llegaremos? \u00bfPor qu\u00e9 los m\u00e1s j\u00f3venes manifiestan conductas cada vez m\u00e1s violentas? \u00bfQu\u00e9 procesos de aprendizaje engendradores de toda esta realidad se est\u00e1n desarrollando en ellos? Las pautas educativas que padres y educadores nos marcamos, \u00bfson las id\u00f3neas?
\n 
\nNumerosos son los interrogantes que invaden nuestra mente y que nos invitan a plantear el presente art\u00edculo. Con \u00e9l nos proponemos ofrecerte, amigo lector, un punto de referencia para la reflexi\u00f3n personal desde la cual puedas encontrar tus propias respuestas y formular tus propias soluciones ante el creciente fen\u00f3meno social de la violencia juvenil.
\nPara ello, comenzamos con una breve aclaraci\u00f3n conceptual, como pre\u00e1mbulo a la exposici\u00f3n de las posibles causas o factores de riesgo que conducen a situaciones violentas, entre las que intercalaremos sint\u00e9ticamente algunas pistas que, desde el terreno pedag\u00f3gico, nos orienten en la prevenci\u00f3n y\/o actuaci\u00f3n en situaciones de agresi\u00f3n y violencia.
\n 
\n2\u00a0\u00a0Aclaraciones conceptuales<\/strong>
\n 
\n 
\nLa manifestaci\u00f3n descontrolada de la agresividad humana es, como todo problema social, una cuesti\u00f3n de origen multifactorial y por tanto de enorme complejidad, que exige para ser comprendida, primero, y abordada, despu\u00e9s, la conjunci\u00f3n de m\u00faltiples visiones (sociol\u00f3gica, psicol\u00f3gica, pedag\u00f3gica…), cada una de las cuales aportar\u00e1 desde su campo la correspondiente explicaci\u00f3n o la posible actuaci\u00f3n preventiva.
\n\u00a0<\/em>
\n\u00a0<\/em>
\n2.1. La agresividad humana desde la perspectiva psicol\u00f3gica<\/em>
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\nLas teor\u00edas psicol\u00f3gicas, desde una perspectiva naturalista hasta el enfoque profundo del psicoan\u00e1lisis, han contribuido a desarrollar creencias sociales sobre el comportamiento agresivo y, aunque mucha de la informaci\u00f3n cient\u00edfica que sustenta estas creencias es susceptible de ser revisada, otra buena parte de ella nos permite reflexionar sobre este complejo asunto y posicionarnos con algo de sensatez ante el tema.
\nSe sabe que ciertas tendencias comportamentales se heredan, a pesar del cambio acelerado de las condiciones naturales y sociales, donde debe tener lugar el desarrollo de los individuos y que pueden no corresponder ya con el esquema heredado.
\nSeguramente la agresividad es uno de estos patrones que en la actualidad, dado el nivel de evoluci\u00f3n humana, podr\u00eda parecernos improcedente, ya que muchos de nosotros no tenemos que enfrentarnos cada d\u00eda a animales peligrosos o a condiciones naturales violentas. Pero la evoluci\u00f3n filogen\u00e9tica no tiene mucha prisa en cambiar patrones conductuales que adquiri\u00f3 durante miles de a\u00f1os, y seguimos naciendo preparados para situaciones adversas.
\n 
\n 
\nSi aceptamos los argumentos naturalistas para explicar la existencia de la agresividad, considerada \u00e9sta como un componente m\u00e1s de la compleja naturaleza biosocial del ser humano, deber\u00edamos recordar tambi\u00e9n que los et\u00f3logos han propuesto que algunas de las caracter\u00edsticas m\u00e1s estrictamente humanas vienen a modificar los procesos naturales de aprendizaje.
\nTal es el caso de la refinada capacidad de comunicaci\u00f3n que el lenguaje ofrece a los seres racionales. El patr\u00f3n heredado incluye pues, adem\u00e1s de esquemas de respuestas defensivas y, por tanto, agresivas, las habilidades necesarias para resolver el conflicto de forma pactada. Todo ello confirmar\u00eda los rasgos adaptativos de la llamada agresividad natural, dado que existe la posibilidad de reconvertirla en habilidades sociales.
\n 
\nEn efecto, el modelo etol\u00f3gico, defendido, entre otros, por\u00a0Eibl-Eibesfeldt<\/em>\u00a0(1993), considera que algunas de las funciones de las capacidades superiores del ser humano (inteligencia y lenguaje, entre otras) deben convertirse en instrumentos id\u00f3neos para penetrar en las sutilezas de la negociaci\u00f3n social de los conflictos.
\nEn definitiva, los et\u00f3logos consideran que el ser humano, a trav\u00e9s de la inteligencia mental y de las habilidades verbales, puede aprender a dominar la propia agresividad y la de los cong\u00e9neres para lograr un buen desarrollo social y para adquirir una cierta independencia individual. Independencia que, a su vez, es necesaria para afrontar el gregarismo que, siendo imprescindible para vivir, puede llegar a convertirse en un obst\u00e1culo para la construcci\u00f3n de la autonom\u00eda y de la capacidad de decisi\u00f3n moral.
\n 
\nNo obstante, m\u00e1s all\u00e1 de la agresividad natural y de la aceptaci\u00f3n de que vivimos en permanente conflicto con nosotros mismos y con los dem\u00e1s, est\u00e1 la violencia: un comportamiento de agresividad gratuita y cruel, que denigra y da\u00f1a tanto al agresor como a la v\u00edctima. La violencia no puede justificarse a partir de la agresividad natural, pues se trata de conceptos distintos, que pueden diferenciarse si hacemos uso de la idea de conflicto.
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\n2.2. Agresividad, violencia y conflicto<\/em>
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\nEl conflicto nace de la confluencia de intereses o de la intersecci\u00f3n de dos posiciones frente a una necesidad, una situaci\u00f3n, un objeto o una intenci\u00f3n. El conflicto, como una situaci\u00f3n de confrontaci\u00f3n entre dos protagonistas, puede conducirse con agresividad, cuando fallan, en alguna medida, los instrumentos mediadores con los que hay que enfrentarse al mismo.
\nAs\u00ed, cuando est\u00e1 en juego una tensi\u00f3n de intereses y surge un conflicto, la aparici\u00f3n de episodios agresivos \u2014que pueden orientarse con violencia si uno de los contrincantes no juega honestamente y con prudencia sus\u00a0armas,<\/em>\u00a0sino que abusan de su poder, luchando por destruir o da\u00f1ar al contrario, y no por resolver el asunto\u2014 depender\u00e1 de esos procedimientos belicosos escogidos para resolver dicho conflicto. Eso es violencia, el uso deshonesto, prepotente y oportunista de poder sobre el contrario, sin estar legitimado para ello.
\n 
\n 
\nSi es cierto que el debate te\u00f3rico sobre la naturaleza psicol\u00f3gica de la agresividad humana sigue abierto, no lo es menos que las posibilidades de disponer de un marco conceptual para comprender el fen\u00f3meno de la violencia se nos presentan todav\u00eda remotas. M\u00e1s a\u00fan cuando asumimos que, en el fen\u00f3meno de la violencia, lo que tratamos de comprender es una agresividad sin ning\u00fan sentido, ni biol\u00f3gico ni social; esto es, una agresividad injustificada y cruel.
\n 
\nAceptemos, pues, que un cierto nivel de agresividad se activa cuando el ser humano se enfrenta a un conflicto, especialmente si \u00e9ste se le plantea como una lucha de intereses. Sin embargo, el dominio de uno mismo y la tarea de contener y controlar la agresividad del otro en situaciones de conflicto, es un proceso que se aprende. Pero en este aprendizaje, como en muchos otros, no todos tenemos el mismo grado de \u00e9xito.
\nAprender a dominar la propia agresividad y a ser h\u00e1biles para que no nos afecte la de los otros, es una tarea compleja. Cuando un ni\u00f1o\/a no aprende bien esta tarea, est\u00e1 en desventaja para establecer relaciones interpersonales que circulen en las v\u00edas de la negociaci\u00f3n y la palabra; y la situaci\u00f3n ser\u00e1 a\u00fan peor si aprendi\u00f3 a enfrentarse con los conflictos sin palabras ni negociaci\u00f3n.
\n 
\nLa rivalidad y la competici\u00f3n que surgen de la confrontaci\u00f3n de intereses, m\u00e1s o menos leg\u00edtimos, frecuentemente producen conflictos; pero el conflicto en s\u00ed no debe implicar violencia, aunque sea dif\u00edcil eludir un cierto grado de agresividad, posiblemente inherente al mismo.
\nDesde una perspectiva ecol\u00f3gica, el conflicto es un proceso natural que se desencadena dentro de un sistema de relaciones en el que, con toda seguridad, va a haber confrontaci\u00f3n de intereses.
\n 
\nTodos los procesos psicol\u00f3gicos, en donde se enclava la agresividad, tienen dos grandes ra\u00edces: la biol\u00f3gica y la sociocultural, y ambas son productoras de principios de confrontaci\u00f3n con los otros.
\nLa ra\u00edz social, comunicativa e interactiva, que aporta al individuo su articulaci\u00f3n cultural, mediante el proceso de socializaci\u00f3n, le proporciona tambi\u00e9n un mundo conflictivo, que tiene que aprender a dominar mediante la negociaci\u00f3n y la construcci\u00f3n conjunta de normas y significados, aunque no sea un camino f\u00e1cil.
\nLa ra\u00edz biol\u00f3gica, como expusimos anteriormente, lo enfrenta a la confrontaci\u00f3n natural, que quiz\u00e1s ha sido el origen de nuestra supervivencia hasta el momento actual de la historia. Sin embargo, ninguna de las dos justifica la violencia.
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\n2.3. Nacimiento y desarrollo de la violencia interpersonal<\/em>
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\nEl fen\u00f3meno de la violencia transciende la mera conducta individual y se convierte en un proceso interpersonal. Un an\u00e1lisis algo m\u00e1s complejo, nos permite distinguir un tercer afectado: quien la contempla sin poder o querer evitarla.
\n 
\nDesde una perspectiva ecol\u00f3gica se acepta que, m\u00e1s all\u00e1 de los intercambios individuales, las experiencias concretas que organizan la socializaci\u00f3n incluyen la connotaci\u00f3n afectiva necesaria para percibir el mundo social como un mundo suficientemente bueno y, por tanto, susceptible de ser imitado personalmente.
\n 
\nLa consideraci\u00f3n de que los fen\u00f3menos psicol\u00f3gicos se producen dentro de marcos sociales, que se caracterizan por disponer de sistemas de comunicaci\u00f3n y de distribuci\u00f3n de conocimientos, afectos, emociones y valores, nos proporciona un enfoque adecuado para comprender el nacimiento y el desarrollo de fen\u00f3menos de violencia interpersonal, como respuesta a experiencias de socializaci\u00f3n que, en lugar de proporcionar a los individuos afectos positivos y modelos personales basados en la empat\u00eda personal, ofrecen claves para la rivalidad, la insolidaridad y el odio.
\n 
\nEl afecto, el amor y la empat\u00eda personal, pero tambi\u00e9n el desafecto, el desamor y la violencia, nacen, viven y crecen en el escenario de la convivencia diaria, que est\u00e1 sujeta a los sistemas de comunicaci\u00f3n e intercambio que, en cada per\u00edodo hist\u00f3rico, son espec\u00edficos de la cultura y constituyen los contextos del desarrollo: la crianza y la educaci\u00f3n. Creemos, pues, que s\u00f3lo en la conjunci\u00f3n de las claves simb\u00f3licas que aporta la cultura, con los procesos concretos de actividad y comunicaci\u00f3n en los que participan los protagonistas, podr\u00e1 encontrarse la respuesta al por qu\u00e9 brota la violencia juvenil.
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\n3\u00a0\u00a0Principales factores de riesgo<\/strong>
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\nVarios son los \u00e1mbitos que, desde el punto de vista de la socializaci\u00f3n del peque\u00f1o, ejercen su poder educativo, contribuyendo a un desarrollo equilibrado\u00a0<\/em>de su personalidad que, con posterioridad, le permita una adecuada integraci\u00f3n social y laboral.\u00a0<\/em>De todos, la familia y la escuela, son especialmente significativos por su sobresaliente influencia socializadora entre los m\u00e1s j\u00f3venes a la hora de brindarles modelos de aprendizaje social \u00fatiles en el proceso de inclusi\u00f3n en su espacio sociocultural.
\n 
\nCuando estos agentes socializadores no desempe\u00f1an correctamente su tarea, el resultado puede ser el inadecuado crecimiento personal que supondr\u00e1 en el sujeto una falta de estructuraci\u00f3n s\u00f3lida de la personalidad y, por tanto, estaremos ante personas inseguras de s\u00ed con cierta predisposici\u00f3n a caer en las redes del sectarismo, las drogas, bandas juveniles violentas …, medios todos ellos en los que el joven buscar\u00e1 la solidez y seguridad que a \u00e9l le falta, esto es, su reafirmaci\u00f3n como miembro integrante de una colectividad con la que se identifica, le acoge y acepta a pesar de su debilidad, en definitiva, un entorno que le \u00abprotege\u00bb.
\n\u00a0<\/em>
\n\u00a0<\/em>
\n3.1. La educaci\u00f3n que se desarrolla en la familia<\/em>
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\nLa familia es un grupo social en el que las relaciones que se establecen entre sus miembros est\u00e1n en gran parte mediatizadas por la misi\u00f3n educativa que tienen los adultos de proveer a los menores de los instrumentos y habilidades necesarias para que alcancen su plena madurez como personas. Todo ello dentro de una atm\u00f3sfera de cari\u00f1o, apoyo, implicaci\u00f3n emocional y compromiso mutuo duradero.
\n 
\nLas principales funciones que la familia debe cumplir en relaci\u00f3n con los hijos, particularmente hasta el momento en que \u00e9stos est\u00e1n ya en condiciones de un desarrollo plenamente independiente, son: asegurar la supervivencia de los ni\u00f1os, su sano crecimiento, as\u00ed como su socializaci\u00f3n en las conductas b\u00e1sicas de comunicaci\u00f3n, di\u00e1logo y simbolizaci\u00f3n; aportar a su prole un clima de afecto y apoyo sin los cuales el desarrollo psicol\u00f3gico sano no resulta posible; ofrecer a los hijos la estimulaci\u00f3n que haga de ellos seres con capacidad para relacionarse completamente con su entorno f\u00edsico y social, as\u00ed como para responder a las demandas y exigencias planteadas por su adaptaci\u00f3n al mundo en que les toca vivir; tomar decisiones con respecto a la apertura hacia otros contextos educativos (escuela, por ejemplo) que van a compartir con la familia la tarea de educaci\u00f3n del menor.
\n 
\nLa familia falla en sus cometidos cuando, por ejemplo, no proporciona las normas de conducta adecuadas ni los modelos oportunos que imitar. Hoy se produce esta carencia cuando a los padres \u00ables falta tiempo\u00bb para atender a sus hijos (estar en su compa\u00f1\u00eda hablando, intercambiando ideas, conoci\u00e9ndose mutuamente, aconsejando …) porque est\u00e1n inmersos en un sistema de trabajo competitivo propio de nuestra sociedad industrial y de consumo (conseguir el \u00e9xito individual aun a costa de los dem\u00e1s prevalece sobre la cooperaci\u00f3n y la colaboraci\u00f3n); falta de tiempo que, por otra parte, intentan compensar ofreci\u00e9ndoles regalos que sustituyan su ausencia sin darse cuenta que una \u00abcosa\u00bb jam\u00e1s podr\u00e1 sustituir a una \u00abpersona\u00bb (a su compa\u00f1\u00eda, a su aceptaci\u00f3n incondicional, a su palabra c\u00e1lida y acogedora) y dif\u00edcilmente sabr\u00e1n en el futuro cuando crezcan \u00abofrecerse\u00bb a los dem\u00e1s, a lo sumo volver\u00e1n a dar \u00abcosas\u00bb como aprendieron de sus padres.
\n 
\n 
\nToda esta situaci\u00f3n familiar de falta de atenci\u00f3n al menor favorece la aparici\u00f3n en \u00e9ste de actitudes de rebeld\u00eda, temores, incomprensi\u00f3n, fugas del hogar, adicciones a drogas diversas, alcoholismo y tabaquismo, ingreso en sectas y grupos de cariz extremista y conductas de tipo antisocial.
\nBandura y Walters<\/em>\u00a0(1959) demostraron lo expuesto precedentemente,\u00a0\u00a0tras la realizaci\u00f3n de estudios sobre la agresi\u00f3n en adolescentes, con el fin de determinar patrones familiares relacionados con este tipo de conductas. Una de las conclusiones a la que llegaron fue que los lazos afectivos entre los miembros de la familia en j\u00f3venes agresivos estaban especialmente mermados.
\n 
\nQueda\u00a0mostrada,<\/em>\u00a0pues, la enorme importancia que un adecuado clima familiar de afecto y apoyo juega en la conformaci\u00f3n equilibrada de la personalidad del ni\u00f1o. Por ello, nos gustar\u00eda acabar este apartado esbozando aunque someramente algunas indicaciones que pueden desempe\u00f1ar un papel profil\u00e1ctico de este tipo de situaciones problem\u00e1ticas.
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\nn\u00a0Responsabilidad<\/strong>
\nEs aconsejable adoptar una actitud responsable de cuidadosa planificaci\u00f3n familiar que permita a las parejas tener sus hijos cuando est\u00e9n preparadas material y psicol\u00f3gicamente.
\n 
\nn\u00a0Di\u00e1logo<\/strong>
\nCuando \u00abllega\u00bb un hijo hay que quererlo interes\u00e1ndose de veras por su vida y sus asuntos. Conforme va madurando es preciso que vayamos haciendo uso de una poderosa herramienta en el dif\u00edcil campo de la interacci\u00f3n humana: el\u00a0di\u00e1logo<\/em>. Con \u00e9l podremos entablar un proceso de encuentro y conocimiento mutuo que nos permitir\u00e1 aprender a expresar nuestra complejidad interior (ideas, sentimientos …). Este aprendizaje nos reportar\u00e1 un mejor conocimiento de nosotros mismos y de los dem\u00e1s, as\u00ed como una mayor capacidad para defender lo que pensamos y deseamos a la vez que respetamos lo que piensan y desean otros porque ya no nos asusta expresarnos libremente a trav\u00e9s del di\u00e1logo sincero y honesto. Muchas veces, la agresividad tiene su caldo de cultivo en la falta de comunicaci\u00f3n interpersonal o en un entorpecimiento de la misma, por tanto, si conseguimos mantenerla de forma eficaz, se resolver\u00e1n muchas dudas y se aclarar\u00e1n las falsas interpretaciones que paulatinamente van distanciando a las personas entre s\u00ed.
\nEl ejercicio de una relaci\u00f3n interpersonal dial\u00f3gica, en definitiva, gestar\u00e1 entre quienes la practiquen una actitud pac\u00edfica y tolerante de apertura y aceptaci\u00f3n de otros puntos de vista, de otras formas de hacer las cosas que complementen y enriquezcan las nuestras:\u00a0aqu\u00e9l que posee una perspectiva amplia desde la que contempla y comprende la grandeza del ser humano, ser\u00e1 capaz de percibir su riqueza y dif\u00edcilmente ser\u00e1 violento<\/em>.
\n 
\nn\u00a0Correcciones<\/strong>
\nEs obligaci\u00f3n de los adultos denunciar cualquier situaci\u00f3n de maltrato infanto-juvenil del que se tenga conocimiento para evitar que los m\u00e1s peque\u00f1os aprendan a ser violentos.
\nPor otro lado, si unos padres se manifiestan sistem\u00e1ticamente de forma violenta con sus hijos suele deberse a un intento de liberar tensiones y frustraciones personales; por ello, deber\u00edan buscar ayuda psicol\u00f3gica o psiqui\u00e1trica, ya que es en ellos y no en el peque\u00f1o donde radica el aut\u00e9ntico problema.
\n 
\n 
\n3.2. El centro educativo<\/em>
\n 
\nEl hombre nace en una sociedad que le es dada, pero est\u00e1 destinado a entrar en m\u00e1s\u00a0sociedades<\/em>\u00a0que libremente elegir\u00e1. La instituci\u00f3n educativa tiene como funci\u00f3n prioritaria el hacer posible al menor esa entrada en la sociedad.
\nLa educaci\u00f3n, rectamente comprendida, no ser\u00eda m\u00e1s que un proceso de separaci\u00f3n; es decir, un proceso en virtud del cual el menor se va haciendo capaz de independizarse de aquellas sociedades en las cuales vino al mundo. La escuela encuentra su raz\u00f3n de ser justamente aqu\u00ed, en el hecho de que el ni\u00f1o se desligue de su familia originaria y se incorpore a nuevas comunidades.
\n 
\nEl centro escolar es otra de las instituciones socializadores trascendentales para el desarrollo equilibrado de su personalidad y para la adquisici\u00f3n del conjunto de conocimientos conceptuales, procedimentales y actitudinales que garanticen su adecuada incorporaci\u00f3n a la sociedad. Sin embargo, para que ese proceso integrador sea adecuado, es preciso que la actuaci\u00f3n educativa se adapte a las circunstancias particulares de cada alumno.
\nSi todos reciben los mismos contenidos sin analizar las condiciones desde las que parte cada ni\u00f1o, se estar\u00e1 \u00abcondenando\u00bb a muchos de ellos al \u00abfracaso escolar\u00bb porque no se acomodan al sistema educativo que se les impone.
\n 
\nLa atenci\u00f3n \u00abindividualizada\u00bb es un derecho del educando y un deber del profesorado quien debe velar por su cumplimiento. Por ello, es \u00e9sta una\u00a0profesi\u00f3n<\/em>\u00a0que debe gozar de la adecuada consideraci\u00f3n y prestigio social y del cuidado de la administraci\u00f3n p\u00fablica para satisfacer las necesidades formativas y econ\u00f3micas que recompensen con justicia el desempe\u00f1o laboral y la alta dedicaci\u00f3n del docente y, as\u00ed, motivarle continuamente en su duro quehacer educativo.
\n 
\n 
\nBajo nuestro punto de vista, la intervenci\u00f3n educativa individualizada \u2014teniendo presente que al alumno se le obliga, aunque no lo desease, a permanecer escolarizado hasta los diecis\u00e9is a\u00f1os\u2014, tendr\u00eda que dirigirse a ense\u00f1ar:
\n 
\nn\u00a0A convivir bajo un clima de respeto y trato cordial entre los miembros de la comunidad educativa.
\nn\u00a0A expresar y a resolver pac\u00edficamente los conflictos interpersonales (recordemos que una de las materias transversales es la de\u00a0Educaci\u00f3n para la Paz<\/em>).
\nn\u00a0A otorgar a los alumnos m\u00e1s poder y m\u00e1s protagonismo, anim\u00e1ndoles a que participen en un r\u00e9gimen escolar democr\u00e1tico que ellos mismos deben haber contribuido a dise\u00f1ar colaborando en la redacci\u00f3n del Reglamento Interno del centro, participando en la definici\u00f3n de deberes y derechos de la comunidad educativa.
\nn\u00a0A los profesores a tratar de forma emp\u00e1tica a sus alumnos, siempre con una actitud de ayuda.
\n 
\nCon una\u00a0\u00a0educaci\u00f3n individualizada en esta perspectiva, estamos convencidos que los niveles de violencia y agresividad entre los educandos disminuir\u00edan ostensiblemente.
\n 
\n 
\nq\u00a0Nota bibliogr\u00e1fica<\/strong>
\n 
\nn\u00a0AA.VV. (1981),\u00a0La violencia y sus causas,<\/em>\u00a0UNESCO, Par\u00eds.
\nn\u00a0AJURIAGUERRA, J. (1980),\u00a0Manual de psiquiatr\u00eda infantil,<\/em>\u00a0Toray-Masson, Barcelona.
\nn\u00a0ALPHANDERY, G. (1981),\u00a0La formaci\u00f3n de la personalidad del ni\u00f1o,<\/em>\u00a0Morata, Madrid.
\nn\u00a0ARANA, J. (1988),\u00a0Ni\u00f1os adolescentes agresivos,<\/em>\u00a0\u00abCiencias del Hombre\u00bb (Cuad. 9), Madrid.
\nn\u00a0ARRANZ, S. (1983),\u00a0\u00bfPor qu\u00e9 se revelan nuestros j\u00f3venes?,<\/em>\u00a0Gr\u00e1f. Arag\u00f3n, Madrid.
\nn\u00a0BANDURA, A.-WALTERS, R.H. (1959),\u00a0Agresi\u00f3n en adolescentes<\/em>\u00a0(citados en\u00a0MEGARGEE, E.I.-HOKANSON, J.E. (1.976),\u00a0Din\u00e1mica de la agresi\u00f3n,<\/em>\u00a0Trillas, M\u00e9xico).
\nn\u00a0BERGE, A. (1985):\u00a0El ni\u00f1o de car\u00e1cter dif\u00edcil,<\/em>\u00a0Morata, Madrid.
\nn\u00a0BERKOWITZ, L.-ROTHMAN, E.P. (1984),\u00a0El ni\u00f1o problema, diagn\u00f3stico y tratamiento psicoeducacional en el aula,<\/em>\u00a0Paid\u00f3s, B. Aires.
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Francisco A. D\u00edaz S\u00e1nchez<\/h4>\n

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Pie Autor: Francisco A. D\u00edaz\u00a0es profesor en la Facultad de Ciencias de la Educaci\u00f3n de la Universidad de M\u00e1laga.   S\u00edntesis del Art\u00edculo: Tras definir y diferenciar agresividad, violencia y conflicto, el autor \u2014en primer lugar\u2014 analiza psicol\u00f3gicamente la agresividad humana. A partir de aqu\u00ed, el art\u00edculo se centra en el estudio de la violencia […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","inline_featured_image":false,"footnotes":""},"categories":[124,412,391,94],"tags":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12130"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=12130"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12130\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=12130"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=12130"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=12130"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}