{"id":12164,"date":"1999-07-01T17:37:39","date_gmt":"1999-07-01T15:37:39","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=12164"},"modified":"1999-07-01T17:37:39","modified_gmt":"1999-07-01T15:37:39","slug":"testigos-de-solidaridad","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/testigos-de-solidaridad\/","title":{"rendered":"Testigos de solidaridad"},"content":{"rendered":"
[vc_row][vc_column][vc_column_text]Nuestro siglo, entre otras muchas calificaciones, bien pudiera definirse como la \u00abcenturia de la solidaridad\u00bb. Por todas partes y junto a los dramas m\u00e1s inhumanos, aparecieron rostros de acompa\u00f1antes solidarios. Aqu\u00ed van unas peque\u00f1as muestras de esos compa\u00f1eros y compa\u00f1eras \u00abtestigos de solidaridad\u00bb.
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[vc_row][vc_column][vc_column_text]Nuestro siglo, entre otras muchas calificaciones, bien pudiera definirse como la \u00abcenturia de la solidaridad\u00bb. Por todas partes y junto a los dramas m\u00e1s inhumanos, aparecieron rostros de acompa\u00f1antes solidarios. Aqu\u00ed van unas peque\u00f1as muestras de esos compa\u00f1eros y compa\u00f1eras \u00abtestigos de solidaridad\u00bb. 1\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0LA ESPERANZA DESOBEDIENTE Tengo un amigo que abri\u00f3 […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[124,401,402,403,94],"tags":[],"class_list":["post-12164","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-1999-mision-joven-2","category-dosier-270-271","category-inmaculada-sanchez","category-julian-c-rios-martin","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12164"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=12164"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12164\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=12164"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=12164"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=12164"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\nTengo un amigo que abri\u00f3 su casa, que dedic\u00f3 su profesi\u00f3n y comparti\u00f3 su tiempo con personas que no ten\u00edan pan, ni mesa, ni techo; por no tener, ni tan siquiera pose\u00edan esperanza. La c\u00e1rcel y la droga dibujaban el final de historias de vida escritas por la soledad y la exclusi\u00f3n social. Cuando me encuentro con mi amigo, me repite con ilusi\u00f3n:\u00a0la vida es un regalo.<\/em>Cada minuto que somos ya es mucho, lo es todo. Pero para ser, sabiendo que no todo lo que creemos que hay es lo que es, se hace imprescindible descubrir el sentido de vivir, el nuestro propio.
\nEsta tarea, me comenta con mucha frecuencia, se hace imposible si no desarrollamos una m\u00ednima capacidad de empat\u00eda para descubrir \u00abal otro\u00bb, \u00aba los otros\u00bb, como seres dotados de id\u00e9ntica dignidad a la nuestra. Con frecuencia, esas dignidades \u2014ilusiones, esperanzas, capacidad de so\u00f1ar\u2014 se arrebatan a golpe de injusticia social, estructural o personal. Cuando a algunos, que son casi todos, se les arrebata lo m\u00e1s esencial de la condici\u00f3n humana, otros, que son\/somos muy pocos, perdemos la nuestra. El reto que se abre con el nuevo siglo, o quiz\u00e1s, mejor dicho, que permanece como asignatura pendiente, es el de rescatar dignidades y crear esperanzas. Ello requiere nuestra presencia, nuestro compromiso y nuestra palabra. Son tres exigencias que necesitan un peque\u00f1o comentario.
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\nVivir es convivir.<\/em>\u00a0Esto supone la presencia f\u00edsica en espacios de pobreza, donde se padece la injusticia y se trunca la esperanza. Hablamos de lugares en los que la ausencia de oportunidades materiales y afectivas para que las personas lleguen a\u00a0ser,<\/em>\u00a0se hace una triste realidad. Es esencial vivir y convivir, y no simplemente pasar de visita por lugares donde se germina la soledad, el dolor y el sufrimiento. Mi amigo me dice: o se vive en la ciudad de los pobres, o con los pobres de la ciudad. Esa presencia f\u00edsica entre lo humano, con capacidad de sentir, que no es otra cosa que sufrir con quien sufre y de alegrarse en los momentos de fiesta, permite construir nuestras vidas desde \u00abel otro\u00bb. Descubrir \u00abque desde abajo\u00bb y no desde nuestra \u00abaltura social\u00bb se intuye lo esencial, porque la realidad es el \u00fanico criterio que cuestiona lo aprendido cultural y socialmente.
\nCu\u00e1ntas veces mi amigo hace referencia a todo lo que ha aprendido viviendo con estas personas y en estos lugares: a darse cuenta que\u00a0heridos<\/em>\u00a0estamos todos y que nadie est\u00e1 \u00abmas sano\u00bb para curar a nadie, pues lo que transforma y da esperanza es el encuentro personal; a vivir con poco, con lo imprescindible, tanto como lo que tenga la gente de su casa, pues no es justo acumular lo que a otros les falta para comer o vestir; a escuchar, a comprender que las personas est\u00e1n siempre por encima de las cosas, y que determinados comportamientos, por lesivos que sean, necesitan ser comprendidos tras enmarcarlos en una determinada historia de vida. Ha aprendido a buscar soluciones pac\u00edficas, desde la creatividad y el di\u00e1logo, ante los conflictos interpersonales. Y lo m\u00e1s costoso, tiene que seguir aprendiendo a cambiar ciertos h\u00e1bitos y actitudes, propias de una determinada socializaci\u00f3n, la que tuvo de joven, para poder convivir con personas que necesitan conseguir un m\u00ednimo de estructura personal y equilibrio.
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\nEl\u00a0compromiso,<\/em>\u00a0que no mantiene otra exigencia que la fidelidad a lo real y personalmente descubierto, es otra clave esencial de transformaci\u00f3n. Fidelidad a las personas con las que nos encontramos en el camino. Compromiso que exige nuestra presencia en los momentos de desesperanza, y en los de alegr\u00eda. Mi amigo me cuenta an\u00e9cdotas de lo importante que es volver a estar cuando las personas con las que comparte la vida vuelven a drogarse, a vivir en la calle, o son detenidos y llevados a la c\u00e1rcel; estas situaciones exigen estar de forma distinta, pero estar. Estos son los momentos en los que el encuentro personal est\u00e1 en juego, y por tanto, son la expresi\u00f3n mayor de la fidelidad.
\nFidelidad a las ideas forjadas a golpe de contraste de nuestra realidad social y personal con la que padecen la gran mayor\u00eda de las personas que en este mundo son v\u00edctimas de un sistema de estructura absurdamente injusto. Ideas que hay que forjar desde la realidad, con valent\u00eda y capacidad de riesgo. Ideas que hay que mantener, defender y cuestionar. Compromisos que no se pueden asumir sin libertad, sin disponibilidad, sin desprendimiento, y sin valent\u00eda.
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\nLa tercera clave de esperanza es la\u00a0palabra,<\/em>\u00a0la voz para defender; palabra para denunciar, palabra para desobedecer aquello que hace de nuestra convivencia un espacio de sufrimiento y exclusi\u00f3n social. Palabra que garantiza nuestra fidelidad con el pueblo, con la gente compa\u00f1era de camino; esas palabras que nos evocan directamente a Jes\u00fas de Nazaret, a Gandhi o a Martin Luther King, entre otros muchos.\u00a0Gestos, s\u00edmbolos de desobediencia que hagan germinar motivos de esperanza.<\/em>
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\nVolviendo sobre nuestra asignatura pendiente respecto de la que hoy estamos todos suspendidos. Darnos cuenta que las cosas no son como parecen que son; como dice el cantautor Pedro Guerra, no todo lo que hay es lo que ves, y lo que ves es lo que es. Presencia, compromiso y palabra disidente. Sin presencia f\u00edsica es muy dif\u00edcil que surja la transformaci\u00f3n personal, ni la social. Se reducen las posibilidades de que germinen los sentimientos de\u00a0com-pasi\u00f3n<\/em>\u00a0e indignaci\u00f3n. Sentimientos que surgen de la cercan\u00eda, y que han movido a quienes han vivido y luchado por una historia social y pol\u00edtica alternativa, distinta de la escrita por los reyes y reinas (poderosos, en el sentido m\u00e1s literal del t\u00e9rmino); una historia silenciada a golpe de humillaci\u00f3n y muerte, no escrita, pero heredada, sin la cual, a\u00fan no habr\u00edamos avanzado nada en la consecuci\u00f3n de los pocos derechos humanos que existen en la realidad. Sin presencia,\u00a0com-pasi\u00f3n<\/em>\u00a0e indignaci\u00f3n seguiremos manteniendo e incluso reforzando con nuestra presencia una estructura deshumanizadora e injusta.
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\nSin compromiso no hay realidad transformadora, hay paternalismo, autojustificaci\u00f3n; desaparece la conciencia de responsabilidad por todo lo humano superando fronteras, ideas y poderes. Sin palabra, no hay lucha por rescatar dignidades, no hay coherencia, no hay esperanza. No hay gestos, no hay s\u00edmbolos, no hay cambio, no hay lucha, no hay esperanza.
\nPor finalizar desde lo positivo. Con estas claves, en el rescate de dignidades cada uno de nosotros se juega la vida, se juega ese momento tan importante como es la muerte. Se juega llegar hasta ese lugar vital, cierto, esperanzador, donde la conciencia tendr\u00e1 la \u00faltima palabra, pudiendo gritar como el poeta: confieso que he vivido. O, por el contrario, callar.\u00a0n
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\nDurante alg\u00fan tiempo he estado trabajando con mujeres del mundo rural. Esto ha formado parte de mi quehacer profesional, pero sobre todo ha sido una iniciativa surgida de la necesidad de reconciliarme con una parte de esa historia que me precede, y que tambi\u00e9n me conforma con la enorme cantidad de mujeres de las que he aprendido lo que yo quer\u00eda ser \u2014y lo que yo no quer\u00eda ser\u2014, de las que he aprendido que las mujeres pagamos en esta sociedad un precio m\u00e1s elevado que los hombres por conseguir determinadas cosas.
\nSupongo, que se trata tambi\u00e9n de reconciliarme conmigo misma, con esos valores, actitudes, prejuicios… que introyectamos a lo largo de nuestro proceso de socializaci\u00f3n; algunos de los cuales llegamos a descifrar y, por lo mismo, podemos cambiarlos o aceptarlos llanamente; aunque otros nunca los llegamos a hacer conscientes. No en vano la lucha por la igualdad de derechos de hombres y mujeres, es una lucha que libramos junto a otras mujeres y hombres, frente a gran parte de la sociedad, las leyes, la historia… y tambi\u00e9n frente a una misma.
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\nEsa era la raz\u00f3n, quiz\u00e1s, de porqu\u00e9 en un momento dado me plante\u00e9 realizar programas llamados de \u00abpromoci\u00f3n de la mujer\u00bb en varios pueblos de Extremadura, pueblos peque\u00f1os que viven de la agricultura, donde a\u00fan hay gente que no sabe leer y muchos\/as que nunca completaron los estudios primarios. Pueblos, donde el \u00fanico empleo posible est\u00e1 en el campo, y a\u00fan \u00e9ste escasea. Las mujeres que participan en nuestros programas tienen: entre 30 y 50 a\u00f1os que apenas han estudiado, amas de casa, as\u00ed se autocalifican aunque alternen este papel con el de empleadas de hogar por horas en las ciudades m\u00e1s pr\u00f3ximas, o con el de jornaleras agr\u00edcolas durante las temporadas de recolecci\u00f3n.
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\nEl programa que desarrollamos es muy sencillito, y no alberga grandes pretensiones: ofrecemos una alternativa de tiempo libre que permita a quienes participan hacer lo que ellas elijan y les apetezca: trabajos manuales, costura, gimnasia, obtener el Graduado Escolar u otro t\u00edtulo acad\u00e9mico… Una alternativa que, sobre todo, proporcione un espacio donde puedan interrelacionarse fuera del medio habitual (la cola del mercado o mientras barren la puerta de la calle), que puedan charlar, re\u00edrse. Esto se completa con unas charlas-coloquio, m\u00e1s o menos informales, donde tratamos tambi\u00e9n aquellos asuntos de inter\u00e9s com\u00fan, que no suelen hablarse en la calle: el reparto de las tareas dom\u00e9sticas, los malos tratos, el medio ambiente, la educaci\u00f3n de los hijos, la depresi\u00f3n, la incorporaci\u00f3n al mercado laboral, el papel de la mujer en la publicidad, etc.
\nNadie ense\u00f1a a nadie, todas compartimos nuestras distintas experiencias, opiniones, dudas, miedos, alternativas… En el fondo, siempre aparece una directriz: combatir la falta de autoestima, recuperar un lugar que es de justicia, quererse a s\u00ed mismas, dar un valor a lo que se hace, a las capacidades que se tienen.
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\nPueden parecer cuestiones de perogrullo, largamente superadas, pero desgraciadamente no es as\u00ed. Recuerdo en una ocasi\u00f3n en que habl\u00e1bamos sobre c\u00f3mo podr\u00edamos conseguir que \u00ablos maridos\u00bb colaborasen m\u00e1s en las tareas dom\u00e9sticas, y una de las participantes comentaba:\u00a0Durante el verano, los dos nos levantamos a las seis de la ma\u00f1ana y nos vamos a coger tomates hasta las tres de la tarde; cargamos las cajas, las echamos al cami\u00f3n y volvemos a casa; comemos, mi marido se echa a la siesta y yo arreglo la casa, preparo la comida para el d\u00eda siguiente, lavo la ropa del campo…<\/em>\u00a0Alguna de las presentes le inquiri\u00f3:\u00a0T\u00fa tambi\u00e9n has estado cogiendo tomates, deber\u00edas descansar igual que \u00e9l y luego entre los dos hacer todas esas tareas.<\/em>\u00a0Ella replic\u00f3;\u00a0S\u00ed, yo he estado cogiendo tomates, pero \u00e9l carga muchas m\u00e1s cajas que yo, porque es m\u00e1s fuerte, y por lo tanto debe descansar m\u00e1s<\/em>.
\nAquello me impresion\u00f3 mucho: son mujeres que no solo han asumido plenamente el rol que la sociedad (y en esto el mundo rural es mucho m\u00e1s estricto) les ha asignado sino que, adem\u00e1s \u2013y esto es muy peligroso\u2013, han buscado una justificaci\u00f3n a lo injustificable .
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\nNo pretendemos una lucha encarnizada frente a los hombres, esto no es una cruzada para doblegar a nadie. Pretendemos ayudar a la mujer para que se reconozca a s\u00ed misma, como una persona, ante todo, una persona con sus deseos, sus capacidades, sus posibilidades… Pretendemos que el mundo cambie; s\u00ed, tal vez suene a utop\u00edas manidas, pero… \u00a1es tan necesario! He escuchado a muchas mujeres maltratadas, justificar las palizas de sus compa\u00f1eros de vida, resignarse a ellas para siempre, describir su historia como una concatenaci\u00f3n de desgracias en las que ellas siempre han sido v\u00edctimas. Supongo que nuestro sue\u00f1o es acompa\u00f1ar a algunas mujeres a tomar las riendas de sus vidas, a que sientan que en esa historia propia que les toca vivir, son protagonistas, y no actrices secundarias. Resulta dif\u00edcil. Muchas sufren ya una indefensi\u00f3n absoluta. Por otra parte, la sociedad rural impone unas normas tan f\u00e9rreas, que en ocasiones se teje una coraza infranqueable en torno a ellas, sin que las afectadas perciban para s\u00ed mismas, m\u00e1s alternativa que la resignaci\u00f3n.
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\nNo obstante, creo que esta tarea es enormemente esperanzadora, no s\u00f3lo por la gente joven que vamos empujando con nuestras fuerzas nuevas y con nuestras ideas, tal vez menos constre\u00f1idas por la tradici\u00f3n, sino tambi\u00e9n porque muchas de las mujeres que participan en estos programas encuentran en ellos un lugar donde divertirse, re\u00edrse a carcajadas, compartir sus historias, decidir peque\u00f1os cambios, respirar, dejar la fregona y sentirse \u00fatiles, sentirse creativas, y mirar un poco hacia dentro para quererse algo m\u00e1s.
\nJuntas, preparamos tambi\u00e9n el\u00a0D\u00eda de la Mujer,<\/em>\u00a0recordamos a cuantas mujeres est\u00e1n en situaciones terribles (las refugiadas, las mujeres del mundo \u00e1rabe, etc.,) pensamos c\u00f3mo en estos peque\u00f1os pueblos puede profundizarse en la igualdad, reivindicamos, so\u00f1amos… y, todo, con un talante festivo, porque el derrotismo no conduce a la esperanza. As\u00ed, se van creando peque\u00f1as asociaciones, que empiezan a realizar aportaciones espec\u00edficas a sus comunidades \u2014y, sobre todo, a s\u00ed mismas\u2014 en este camino que a\u00fan ser\u00e1 largo, pero que en grupo se recorre m\u00e1s agradablemente.[\/vc_column_text][\/vc_column][\/vc_row]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"