{"id":12176,"date":"1999-06-01T04:58:10","date_gmt":"1999-06-01T02:58:10","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=12176"},"modified":"1999-06-01T04:58:10","modified_gmt":"1999-06-01T02:58:10","slug":"la-violencia-entre-iguales-o-bulling-escolar","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/la-violencia-entre-iguales-o-bulling-escolar\/","title":{"rendered":"La violencia entre iguales o \u00abbulling escolar\u00bb"},"content":{"rendered":"
[vc_row][vc_column][vc_column_text]Pie Autor: [vc_row][vc_column][vc_column_text]Pie Autor: Francisco A. D\u00edaz\u00a0es profesor en la Facultad de Ciencias de la Educaci\u00f3n de la Universidad de M\u00e1laga. S\u00edntesis del art\u00edculo: El \u00abbulling escolar\u00bb \u2014o violencia entre iguales en los centros escolares\u2014 preocupa cada vez m\u00e1s. Junto a la caracterizaci\u00f3n del tema, el autor analiza aqu\u00ed su extensi\u00f3n y consecuencias, a la par […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[124,388,391,94],"tags":[],"class_list":["post-12176","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-1999-mision-joven-2","category-estudios-269","category-francisco-a-diaz","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12176","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=12176"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12176\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=12176"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=12176"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=12176"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\nFrancisco A. D\u00edaz<\/strong>\u00a0es profesor en la Facultad de Ciencias de la Educaci\u00f3n de la Universidad de M\u00e1laga.<\/em>
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\nS\u00edntesis del art\u00edculo:
\nEl \u00abbulling escolar\u00bb \u2014o violencia entre iguales en los centros escolares\u2014 preocupa cada vez m\u00e1s. Junto a la caracterizaci\u00f3n del tema, el autor analiza aqu\u00ed su extensi\u00f3n y consecuencias, a la par que propone estrategias tanto para reconocer su presencia como para intervenir ante las conductas violentas.
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\nPor desgracia, pero como no podr\u00eda ser de otra manera, los problemas que mayor repercusi\u00f3n tienen sobre la vida de las personas son, a la par, los m\u00e1s dif\u00edciles de resolver, ya que obedecen a una compleja multicausalidad. El \u00abbulling escolar\u00bb o violencia en los centros escolares responde a este patr\u00f3n. De ello vamos a ocuparnos.
\nNos planteamos en este art\u00edculo un doble objetivo.\u00a0En primer lugar,<\/em>\u00a0queremos se\u00f1alar la necesidad de concienciar a la sociedad de la problem\u00e1tica del\u00a0bulling<\/em>\u00a0en tanto fen\u00f3meno que afecta al desarrollo del ni\u00f1o en todos los aspectos y dimensiones de su personalidad. En efecto, el respeto a los derechos del ni\u00f1o no puede plantearse s\u00f3lo desde la perspectiva de la relaci\u00f3n jer\u00e1rquica entre padres e hijos, entre profesores y alumnos, entre adultos y menores, etc., sino que el respeto a los derechos del menor, tambi\u00e9n, debe plantearse en la relaci\u00f3n entre iguales.
\nEfectivamente, las investigaciones sobre el maltrato infantil se han realizado desde la perspectiva de la relaci\u00f3n del adulto y el menor; pero este tratamiento \u2014que nos parece b\u00e1sico y fundamental\u2014 no agota la problem\u00e1tica del maltrato.
\nEl fen\u00f3meno del \u00abbulling escolar\u00bb es una expresi\u00f3n de otro tipo de maltrato, pero referido a las relaciones entre iguales dentro del contexto escolar. La existencia de esta relaci\u00f3n desigual entre compa\u00f1eros supone un maltrato que se da dentro del contexto escolar, que tiene diversas expresiones \u2014verbales, f\u00edsicas o de otro tipo\u2014, y produce consecuencias negativas importantes en el desarrollo psicol\u00f3gico, intelectual y social del ni\u00f1o.
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\nEl\u00a0segundo objetivo<\/em>\u00a0que nos planteamos con este art\u00edculo es, sin duda alguna, la profundizaci\u00f3n en el significado del\u00a0bulling<\/em>\u00a0desde la \u00f3ptica conceptual y metodol\u00f3gica, as\u00ed como desde la perspectiva de la intervenci\u00f3n sobre el mismo o sobre el contexto que lo posibilita.
\nEn cualquier caso, pensamos que \u00abbulling escolar\u00bb debe ser objeto de preocupaci\u00f3n, de investigaci\u00f3n y de intervenci\u00f3n desde el campo pedag\u00f3gico, ya que nos encontramos ante un fen\u00f3meno que incide negativamente en el desarrollo de la personalidad de no pocos alumnos y que se est\u00e1 extendiendo a espacios no netamente escolares.<\/p>\n\n
\nEl\u00a0bulling<\/em>\u00a0es una forma de conducta agresiva f\u00edsica y\/o psicol\u00f3gica que se realiza de forma deliberada por parte de uno o varios alumnos contra uno o varios de sus compa\u00f1eros. Es un conducta lesiva y persistente que puede durar semanas, meses o a\u00f1os.
\nLas personas v\u00edctimas del\u00a0bulling<\/em>\u00a0no son capaces de hacer frente a las agresiones por s\u00ed mismas, por volverse ansiosas e inseguras ante el resto de sus compa\u00f1eros. Ello les coloca en una situaci\u00f3n de indefensi\u00f3n frente a sus agresores. La conducta de\u00a0bulling<\/em>\u00a0o maltrato a iguales es un abuso de poder y de intimidaci\u00f3n por parte del agresor o agresores. Existen diversas formas de\u00a0bulling,<\/em>\u00a0si bien pueden agruparse en tres tipos: f\u00edsico (golpes, empujones, patadas, etc.), verbal (poner motes, insultar, dar repetidamente bromas de mal gusto, hacer comentarios desagradables, amenazar, etc.), y\u00a0bulling<\/em>indirecto (extender rumores desagradables, excluir a alguien de los grupos sociales, etc.).
\nLa conducta de\u00a0bulling<\/em>\u00a0puede ser muy sutil, con lo que, a veces, es dif\u00edcil de detectar e incluso interpretar adecuadamente; sin embargo, es muy f\u00e1cil reforzarla. Una vez que una persona es v\u00edctima, una simple mirada amenazadora o un simple gesto proveniente del agresor o agresores ser\u00e1 suficiente para que se sienta amenazada.
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\nRespecto a la extensi\u00f3n del \u00abbulling escolar\u00bb, los estudios realizados por Olwens en 1978 y 1993 en Suecia y Noruega respectivamente, muestran que un 15% de la totalidad de las escuelas de primaria y secundaria presentaban problemas de maltrato entre iguales. Este porcentaje representa uno de cada siete alumnos. Aproximadamente un 9% eran v\u00edctimas y un 7% eran maltratadores. Un 1\u20196% de estos alumnos eran tanto maltratadores como maltratados.
\nEn el Reino Unido los estudios m\u00e1s amplios de la conducta de\u00a0bulling<\/em>\u00a0fueron realizados por Irene Witney en 1990 y Peter Smith en 1994, con una poblaci\u00f3n de 2.623 alumnos de primaria y 4.135 de secundaria respectivamente. Ambos autores se\u00f1alan que ninguna escuela primaria presentaba conductas de bulling por debajo de un 19% de su poblaci\u00f3n. En las escuelas secundarias, ninguna de las analizadas presentaba un nivel inferior al 8%. Tanto en las escuelas primarias como en las secundarias, poner motes, agredir f\u00edsicamente y amenazar eran las formas m\u00e1s directas de\u00a0bulling.<\/em>\u00a0El aislamiento social deliberado y la extensi\u00f3n de rumores eran las formas m\u00e1s indirectas del mismo.
\nPor su parte, los estudios longitudinales llevados a cabo, entre otros autores, por Sharp y Smith (1994), demuestran que las experiencias de\u00a0bulling<\/em>\u00a0son menos frecuentes con el paso del tiempo. Sin embargo, tambi\u00e9n demuestran que las formas m\u00e1s severas no descienden con el tiempo. Finalmente, sit\u00faan los picos de edad para estar en una situaci\u00f3n de bulling entre los siete y catorce a\u00f1os.
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\nEn Espa\u00f1a, Fern\u00e1ndez y Quevedo (1992) encontraron que un 17% de alumnos de 3\u00ba, 5\u00ba y 7\u00ba de EGB manifestaron haber sufrido alg\u00fan tipo de maltrato escolar a lo largo de un trimestre. Rosario Ortega (1994), con una poblaci\u00f3n de 575 chicos y chicas de 14-16 a\u00f1os, alumnos de 1\u00ba y 2\u00ba de BUP y FP, obtuvo, entre otros, los siguientes datos: un 5% se sent\u00edan maltratados o intimidados constantemente y un 33% se\u00f1alaban que lo hab\u00edan sido a veces (m\u00e1s de una vez al trimestre). Un 10% de los sujetos confesaban sentirse violentos frecuentemente con sus compa\u00f1eros y un 47% confesaban serlo a veces. Las principales formas de maltrato e intimidaci\u00f3n fueron: insultos, rumores y motes, as\u00ed como el aislamiento social, el da\u00f1o f\u00edsico y la amenaza.
\nFinalmente, Ortega y Merch\u00e1n (1997) deducen de su estudio que un 18\u20193% de los alumnos entre once y quince a\u00f1os participan de forma directa en relaciones de intimidaci\u00f3n y\/o victimizaci\u00f3n ya sea como agresor o v\u00edctima. Por \u00faltimo, los estudios tambi\u00e9n nos dan cifras relativas al g\u00e9nero, observ\u00e1ndose de forma repetida en los diferentes estudios (Ortega, 1994; Olwens, 1978), que el agresor es var\u00f3n en la mayor\u00eda de los casos. Sin embargo, Smith (1994) plantea la hip\u00f3tesis de que dado que las chicas tienden a utilizar elementos psicol\u00f3gicos para sus intimidaciones, y debido a la dificultad de ejemplificar y explicitar dichas agresiones, sutiles y poco evidentes, puede que los abusos, por parte de ellas hayan sido menospreciados o ignorados. Cabe, pues, la posibilidad de que futuras investigaciones aclaren los niveles de agresividad por parte de las chicas. La v\u00edctima, no obstante, puede ser tanto chico como chica reparti\u00e9ndose en un 50%-50%.
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\nLos estudios demuestran, por otra parte, que el maltrato y la intimidaci\u00f3n entre iguales tiene lugar principalmente en el patio de recreo aunque tambi\u00e9n en y alrededor de la escuela (el aula, los pasillos, e incluso en las zonas m\u00e1s cercanas a la escuela).
\nPor tanto, resulta evidente que el \u00abbulling escolar\u00bb se nos presenta como una manifestaci\u00f3n importante y significativa de maltrato entre iguales, que necesita de un conocimiento m\u00e1s profundo para poder prevenir e intervenir de una forma eficaz sobre el mismo. los datos expuestos anteriormente constituyen la pauta de un iceberg que necesita de investigaciones profundas, permanentes y aplicadas, y que cuenten con la colaboraci\u00f3n de todos los sectores educativos. En cualquier caso, ser\u00eda una hip\u00f3tesis, m\u00e1s que probable, el afirmar que nos encontramos ante un fen\u00f3meno humano creciente, en una sociedad cada vez m\u00e1s dura, m\u00e1s competitiva y m\u00e1s violenta.
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\nLas consecuencias de este tipo de violencia entre iguales pueden ser altamente nocivas para los agentes involucrados. Para la v\u00edctima, puede convertirse en motivos de trauma psicol\u00f3gico, riesgo f\u00edsico, causa de profunda ansiedad, infelicidad, problemas de personalidad y, en definitiva, un sinf\u00edn de insatisfacciones y riesgos innecesarios y lesivos para el desarrollo de cualquier individuo. Tambi\u00e9n tiene implicaciones escolares tales como el fracaso escolar y pobre concentraci\u00f3n, absentismo, sensaci\u00f3n de enfermedad psicosom\u00e1tica debido al estr\u00e9s, que se manifiesta al llegar la hora de ir al colegio, adem\u00e1s de trastornos del sue\u00f1o que impiden un adecuado descanso. Olwens (1993) observ\u00f3 claramente que los adolescentes que hab\u00edan sido victimizados de trece a diecis\u00e9is a\u00f1os mostraban gran probabilidad de depresi\u00f3n y baja autoestima a los veintitr\u00e9s a\u00f1os.
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\nPara el agresor puede ser la antesala de una futura conducta delictiva, por una interpretaci\u00f3n de la obtenci\u00f3n del poder a base de la agresi\u00f3n que se perpet\u00faa en su vida adulta por una supravaloraci\u00f3n del hecho violento como socialmente aceptable y con recompensa. A veces, cuando son parte de un grupo de agresores, agreden por presi\u00f3n del grupo. Otros agresores, sin embargo, toman parte en la victimizaci\u00f3n de forma activa y en ocasiones el comportamiento intimidatorio se convierte en una parte esencial de la relaci\u00f3n con otras personas.
\nPara los compa\u00f1eros observadores representa una actitud pasiva y complaciente ante la injusticia y un modelado equivocado de la val\u00eda personal. Adem\u00e1s de manifestar una clara falta de solidaridad.
\nLos estudios m\u00e1s recientes sobre esta problem\u00e1tica se centran en dos vertientes. Por un lado, se est\u00e1 estudiando, seg\u00fan indica Smith (1997), la proyecci\u00f3n de estos comportamientos en edad adulta en situaci\u00f3n de trabajo, si se mantienen rasgos de dominio y\/o sumisi\u00f3n y las repercusiones que esto tiene para dichas personas. y por otro lado, seg\u00fan Randall (1996), se est\u00e1n realizando experiencias de coordinaci\u00f3n dentro de la comunidad entre diferentes agentes sociales, incluida la escuela, para intervenir y prevenir las agresiones y abusos entre j\u00f3venes.
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\nEstos dos enfoques ampl\u00edan ciertamente las repercusiones que los actos de abusos entre compa\u00f1eros en el medio escolar, pueden tener para el futuro de agresores y v\u00edctimas.
\nSi en la escuela se pudiera obtener una conciencia moral de respeto entre los individuos y de afecto y apoyo al m\u00e1s d\u00e9bil tendr\u00edamos potencialmente una sociedad del futuro m\u00e1s justa y c\u00edvica. Visto as\u00ed, los estudios sobre abusos en la comunidad apuntan a la necesidad de coordinar esfuerzos para que aquello que se transmite en las aulas no quede limitado al espacio y tiempo escolar, sino que impregne la vida diaria de nuestros j\u00f3venes. Ello, sin duda alguna, favorecer\u00eda de facto el respeto de los derechos humanos entre los hombres.
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\nA menudo, los centros escolares se ven inmersos en un conjunto de incidentes en momentos cruciales del a\u00f1o escolar que los desbordan. Es importante valorar las posibilidades de objetivizar las impresiones a trav\u00e9s de \u00abdatos medibles y fiables\u00bb que puedan ayudar a prevenir o intervenir con mayor certeza en casos de conflictividad escolar.
\nLas estrategias que se han utilizado para\u00a0objetivizar<\/em>\u00a0las conductas agresivas en las escuelas incluyen diferentes instrumentos de evaluaci\u00f3n. Los m\u00e1s utilizados son: cuestionarios, observaci\u00f3n en diferentes contextos, sociogramas, entrevistas semiestructuradas realizadas a los alumnos, padres y profesores, actividades de peque\u00f1o y gran grupo de alumnos que permitan la creaci\u00f3n de un determinado clima de confianza y la canalizaci\u00f3n de determinadas informaciones sobre el bulling, etc. En cualquier caso, es importante mantener unas pautas de recogida de datos, o indicadores que sirvan como est\u00edmulo para desarrollar acciones preventivas o de intervenci\u00f3n. Estas pautas pueden ser:
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\nn\u00a0Definir el ambiente de convivencia, modos de proceder y nivel de consenso entre los profesores sobre las normas de disciplina, y conocer el curriculum oculto sobre el que se sustentan.
\nn\u00a0Resumir el tipo de incidentes que se dan con m\u00e1s frecuencia. Prestar especial atenci\u00f3n a los tiempos y lugares donde suelen darse, sin olvidar los actores que participan en los mismos.
\nn\u00a0Valorar la gravedad e intensidad de dichos incidentes. Su necesidad de tratamiento y posibles formas de prevenirlos.
\nn\u00a0Medir, siempre que sea posible, las actitudes y conductas que suponen dichos incidentes.
\nn\u00a0Elaborar un diagn\u00f3stico del estado de la convivencia y proponer unas actuaciones con objetivos concretos, posibles y evaluables.
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\nRecabada la informaci\u00f3n necesaria y suficiente sobre el \u00abbulling escolar\u00bb, se proceder\u00e1 a la intervenci\u00f3n sobre el mismo, seleccionando las estrategias apropiadas para ello. Dentro de \u00e9stas podemos considerar las estrategias preventivas y las de intervenci\u00f3n directa.
\nLas estrategias preventivas tienen por finalidad la adquisici\u00f3n de competencias socioemocionales en los alumnos. Dentro de \u00e9stas se pueden utilizar: la cooperaci\u00f3n entre compa\u00f1eros, los alumnos tutores, la dramatizaci\u00f3n, el\u00a0role-playing,<\/em>o las t\u00e9cnicas de asertividad y soluci\u00f3n de problemas, as\u00ed como las t\u00e9cnicas curriculares. \u00c9stas \u00faltimas tienen como base una estructura de aprendizaje cooperativo y un funcionamiento democr\u00e1tico, adem\u00e1s de la creaci\u00f3n de un ambiente de seguridad y confianza que facilite la expresi\u00f3n de las emociones y de los sentimientos de los alumnos. Las estrategias curriculares m\u00e1s utilizadas incluyen: los c\u00edrculos de calidad, los juegos de roles y la discusi\u00f3n a trav\u00e9s de escritos literarios.
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\nLas estrategias de intervenci\u00f3n directa se utilizan en el tratamiento individualizado, prioritariamente del agresor y tienen por finalidad suscitar sentimientos de culpabilidad en aqu\u00e9l y una actitud emp\u00e1tica hacia su v\u00edctima. Dentro de estas estrategias se encuentran el m\u00e9todo de Pikas (1989), el m\u00e9todo de Maines y Robinson (1992), y el c\u00edrculo de amigos.
\nFinalmente, indicar que existen otras estrategias, procedentes principalmente de Estados unidos, algunas de las cuales se utilizan actualmente en otros campos, como la delincuencia juvenil y los procesos de separaci\u00f3n y divorcio, son, por ejemplo, aquellas estrategias que se centran en \u00abla mediaci\u00f3n de conflictos\u00bb. Se trata de alternativas generadas desde la responsabilidad, la autonom\u00eda y la participaci\u00f3n como principios b\u00e1sicos desde los cuales las personas implicadas en un conflicto aportan soluciones de cambio.
\nLa mayor parte de las estrategias expuestas se pueden encontrar en manuales de din\u00e1mica de grupos y de animaci\u00f3n sociocultural. Por ello y por razones de espacio, nosotros no especificaremos aqu\u00ed ninguna de ellas.
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\n\u00a0<\/strong><\/p>\n\n
\nDe todo lo expuesto anteriormente, que hemos querido plantear y analizar dentro de un enfoque de aproximaci\u00f3n a un problema social significativo, podemos extraer las conclusiones que siguen.
\nEn\u00a0primer lugar,<\/em>\u00a0resulta evidente que nos encontramos ante n fen\u00f3meno que necesita de un conocimiento m\u00e1s profundo en nuestro pa\u00eds, no s\u00f3lo por la escasez de datos fiables sobre el mismo, sino tambi\u00e9n por su car\u00e1cter oculto. Hay que tener presente que \u00abbulling escolar\u00bb tiene su caldo de cultivo m\u00e1s importante en su car\u00e1cter oculto o \u00abmarginal dentro de las relaciones sociales entre iguales y dentro del mismo contexto escolar.
\nEn\u00a0segundo lugar,<\/em>\u00a0el conocimiento profundo que exige el \u00abbulling escolar\u00bb, sin embargo, \u00e9ste no puede ni debe plantearse desde una perspectiva de alarmismo y sensacionalismo social. Se trata de un conocimiento de esta problem\u00e1tica, partiendo de cada centro educativo concreto e intentando soluciones espec\u00edficas que integren el conjunto de la sociedad escolar, desde la prudencia, el anonimato, la discreci\u00f3n y la eficacia. se trata, en definitiva, de conocer para actuar y de actuar para conocer.
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\nEn\u00a0tercer lugar,<\/em>\u00a0y desde la perspectiva de solucionar esta problem\u00e1tica, se debe huir, de forma clara y objetiva, de un enfoque represivo para la soluci\u00f3n de la misma. La resoluci\u00f3n del \u00abbulling escolar\u00bb debe realizarse desde una \u00f3ptica preventiva y educativa y con un planteamiento positivo de los programas a aplicar.
\nEn\u00a0cuarto lugar,<\/em>\u00a0es necesario llevar a cabo una adecuada formaci\u00f3n de los diferentes profesionales de la educaci\u00f3n dentro o en relaci\u00f3n con el contexto escolar: maestros, profesores, pedagogos, psicopedagogos… La introducci\u00f3n de este tipo de contenidos en los\u00a0curricula<\/em>\u00a0de los planes de estudios de estas titulaciones resulta fundamental, si se pretende resolver de ra\u00edz dicho fen\u00f3meno social.
\nEn\u00a0quinto lugar,<\/em>\u00a0es necesario, tambi\u00e9n, empezar a plantear el tema del\u00a0bulling<\/em>\u00a0dentro de los diferentes contextos de la educaci\u00f3n no formal, ya que \u00e9stos, dado su proceso de institucionalizaci\u00f3n y de profesionalizaci\u00f3n, est\u00e1n generando nuevas formas de socializaci\u00f3n y de relaci\u00f3n social entre los diferentes grupos de iguales. Resulta evidente que la problem\u00e1tica del\u00a0bulling<\/em>\u00a0se da tambi\u00e9n en los centros de ocio infantiles y juveniles, en hogares infantiles, en centros de reforma, en las instituciones penitenciarias juveniles, etc. En cualquier caso se trata de espacios de educaci\u00f3n que necesitan programas de prevenci\u00f3n y de intervenci\u00f3n de este tipo de actitudes y de conductas, que no s\u00f3lo pueden producir situaciones personales negativas y actitudes de rechazo ante todo lo que implique situaciones prosociales.
\nFinalmente, queremos se\u00f1alar que la erradicaci\u00f3n del\u00a0bulling<\/em>\u00a0en los diferentes espacios y contextos en los que se genera, tambi\u00e9n supone una forma de abordar el cumplimiento y el desarrollo de los derechos del menor.\u00a0n
\n <\/p>\nREFERENCIAS BIBLIOGR\u00c1FICAS<\/h2>\n
\n– FERN\u00c1NDEZ, I.-QUEVEDO, G. (1992):\u00a0\u00bfC\u00f3mo desenmascarar lo que no se deja ver? Violencia en la escuela,<\/em>\u00a0Alfar, Madrid.
\n– OLWEUS, D. (1978):\u00a0Agression in the schools. Bullies and Whipping boys,<\/em>\u00a0Hemispher Press, Washington.
\n
\n– OLWEUS, D. (1993):\u00a0Bullyng at school. What we know and what we can do,<\/em>\u00a0Blackwell Publishers Ltd.\u00a0Oxford.
\n– ORTEGA, R. (1994):\u00a0Violencia interpersonal en los centros educativos de ense\u00f1anza secundaria. un estudio sobre el maltrato e intimidaci\u00f3n entre compa\u00f1eros,<\/em>\u00a0en: \u00abRevista de Educaci\u00f3n\u00bb 304(1994), 253-280. MEC.
\n– ORTEGA, R.-MORA-MERCH\u00c1N, J. (1997): Agresividad y violencia. El problema de la victimizaci\u00f3n entre escolares, en: En \u00abRevista de Educaci\u00f3n\u00bb 313(1997).\u00a0MEC.
\n– PIKAS, A. (1989):\u00a0The common concern method for the treatment of mobbing,<\/em>\u00a0en:\u00a0ROLAND AND MUTHE (EDS.):\u00a0Bullyng, an international perspective,<\/em>\u00a0David Fulton, London.
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