{"id":12219,"date":"1999-04-01T06:53:10","date_gmt":"1999-04-01T04:53:10","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=12219"},"modified":"1999-04-01T06:53:10","modified_gmt":"1999-04-01T04:53:10","slug":"noticias-de-dios-para-el-hombre-de-hoy","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/noticias-de-dios-para-el-hombre-de-hoy\/","title":{"rendered":"Noticias de Dios para el hombre de hoy"},"content":{"rendered":"
[vc_row][vc_column][vc_column_text]<\/p>\n
FRENTE a im\u00e1genes de Dios poco significativas y hasta\u00a0deformadas,\u00a0<\/em>el autor nos propone \u00absiete rostros\u00bb que son otras tantas \u00abbuenas noticias\u203a de y sobre Dios para los hombres de hoy: Dios existe, es \u00fanico y es\u00a0amor,\u00a0<\/em>es pa\u00addre y madre, \u00abno es dalt\u00f3nico\u00bb y,; en fin, es una familia. JES\u00daS siempre llamaba a Dios\u00a0‘Abb\u00e1.\u00a0<\/em>El hecho de que los evangelios -escritos en griego– hayan conservado esa pala\u00adbra aramea revela la sorpresa que debi\u00f3 producirles a quienes le escuchaban.\u00a0‘Abb\u00e1\u00a0<\/em>era originalmente un balbuceo in\u00adfantil -equivalente a nuestro \u00abpa-p\u00e1\u00bb\u00adque m\u00e1s tarde se convirti\u00f3 en una f\u00f3r\u00admula para tratar\u00a0cari\u00f1osamente\u00a0<\/em>al propio padre, en vez de la antigua f\u00f3rmula\u00a0‘abi\u00a0<\/em>(padre m\u00edo), que hab\u00eda ca\u00eddo en desuso. En tiempos de Jes\u00fas se llamaba\u00a0‘abb\u00e1\u00a0<\/em>al padre de la tierra, pero nunca a Dios. Pa\u00adra \u00c9l todo respeto parec\u00eda poco. Cuando, al leer las Escrituras, aparec\u00eda el nombre divino era frecuente taparse los ojos y guardar un momento de silencio sin osar pronunciarlo. Por eso debi\u00f3 asombrar profundamente a los disc\u00edpulos que Je\u00ads\u00fas llamara a Dios con una expresi\u00f3n tan corriente que pod\u00eda escucharse por la ca\u00adlle cuando cualquier ni\u00f1o llamaba a su padre. [vc_row][vc_column][vc_column_text] S\u00cdNTESIS DEL ART\u00cdCULO FRENTE a im\u00e1genes de Dios poco significativas y hasta\u00a0deformadas,\u00a0el autor nos propone \u00absiete rostros\u00bb que son otras tantas \u00abbuenas noticias\u203a de y sobre Dios para los hombres de hoy: Dios existe, es \u00fanico y es\u00a0amor,\u00a0es pa\u00addre y madre, \u00abno es dalt\u00f3nico\u00bb y,; en fin, es una familia. HACE treinta a\u00f1os, […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[124,372,374,94],"tags":[],"class_list":["post-12219","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-1999-mision-joven-2","category-estudios-267","category-luis-gonzalez-carvajal","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12219","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=12219"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12219\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=12219"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=12219"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=12219"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
\n
\nHACE treinta a\u00f1os, Juan Arias pu\u00adblic\u00f3 en el peri\u00f3dico \u00abPueblo\u00bb hoy de\u00adsaparecido- un art\u00edculo titulado \u00abEl Dios en quien no creo\u00bb, que levant\u00f3 mu\u00adcha polvareda. Inspir\u00e1ndose en aquella famosa frase del patriarca M\u00e1ximos IV que dec\u00eda \u00abmuchos ateos, en io que no creen es en un Dios en el que yo tampo\u00adco creo\u00bb, ofreci\u00f3 una larga lista de im\u00e1\u00adgenes deformadas de Dios.
\nNunca ponderaremos bastante el da\u00f1o que pueden hacer esas im\u00e1genes defor\u00admadas. Casi siempre, antes de creer o de\u00adjar de creer, existe una imagen de Dios que condiciona en un sentido o en otro la decisi\u00f3n vital que despu\u00e9s se adoptar\u00e1.
\nEn estas p\u00e1ginas -escritas sin preten\u00adsiones acad\u00e9micas- quiero adoptar la
\nperspectiva positiva y ofrecer una selec\u00adci\u00f3n de buenas noticias\u00a0de y sobre Dios.<\/em>
\n\u00a0<\/strong>
\nDios existe<\/strong>
\n
\nLA primera noticia que necesitamos comunicar al hombre actual es que Dios existe; cosa evidente en \u00e9pocas pasadas, pero ignorada por muchos en nuestros d\u00edas.
\nSe trata de una buen\u00edsima noticia por\u00adque, si Dios no existiera, no sabr\u00edamos de d\u00f3nde venimos ni ad\u00f3nde vamos. No me atrevo a decir que la vida ser\u00eda absurda sin Dios, porque es evidente que el amor, la amistad, la belleza… son experiencias llenas de sentido. Pero, vistas las cosas a cierta distancia, ser\u00eda dif\u00edcil evitar una sensaci\u00f3n de vertigo ante aquellas cuen\u00adtas que hac\u00eda Marchenoir: \u00abUn minuto acaba de transcurrir, y con \u00e9l, alrededor de cien muertes y cien nacimientos: un centenar de vagidos y un centenar de sus\u00adpiros de agon\u00eda. Es el balance del hormi\u00adgueo de la humanidad. Al cabo de una hora, seis mil cad\u00e1veres estar\u00e1n debajo de tu lecho y seis mil criaturas, en tierra o en sus cunas, llorar\u00e1n en torno tuyo\u00bb.
\nSin Dios, nuestras peque\u00f1as vidas ten\u00addr\u00edan momentos felices, pero no dejar\u00edan de ser un suspiro entre dos nadas. Falta\u00adr\u00eda lo que E. L\u00e9vinas llamaba \u00abel sentido de los sentidos, la Roma a la que condu\u00adcen todos los caminos, la sinfon\u00eda en la que todos los sones cantan, el cantar de los cantares\u00bb. Por eso Auguste Valensin pudo escribir: \u00abSi, por un imposible, en mi lecho de muerte, se me manifestase con evidencia perfecta que me he equi\u00advocado, que Dios no existe, no lamenta\u00adr\u00eda haber cre\u00eddo. Pensar\u00eda que el error no era m\u00edo por haber pensado que Dios existe, sino de Dios por no existir\u00bb.
\n\u00a0<\/strong>
\nDios es \u00fanico<\/strong>
\n
\n
\nLA segunda noticia que debemos co\u00admunicar a todos es que s\u00f3lo hay un Dios. Esto es de sentido com\u00fan, porque si hubiera varios dioses se limitar\u00edan unos a otros y, al final, ninguno de ellos ser\u00eda Dios. En el caso de la palabra \u00abDios\u00bb, el plural no multiplica el singular, sino que lo desvirtua.
\nEs igualmente una buen\u00edsima noticia, porque los falsos dioses suelen exigir sa\u00adcrificios humanos. Ayer fueron Moloc o los dioses aztecas; hoy son el dinero, el poder o la naci\u00f3n cuando se absolutizan. (Desde el punto de vista fenomenol\u00f3gi\u00adco, los dioses no son necesariamente fi\u00adguras de madera pintada, sino cualquier realidad que colocamos en el lugar m\u00e1s alto de nuestra jerarqu\u00eda de valores, de la que esperamos todo y a la que esta\u00admos dispuestos a sacrificar todo).
\nA muchos, eso de \u00abYo, Yahveh, soy tu Dios. No habr\u00e1 para ti otros dioses de\u00adlante de m\u00ed\u00bb (Ex 20, 2-3; Dt 5, 6-7) les sue\u00adna a precepto. Pero en realidad es una bendici\u00f3n y una promesa: Ya no necesi\u00adtas tener otros dioses delante de m\u00ed, no necesitas tomarlos en serio, ni temerles, ni pagarles tributo. Por eso, una oraci\u00f3n pertinente ser\u00eda: \u00abSe\u00f1or, haz que me con\u00adtente con un solo Dios\u00bb.
\nNaturalmente, puesto que hay un solo Dios, debemos amarle \u00abcon todo el cora\u00adz\u00f3n, con toda la mente v con toda la fuerza\u00bb (Dt 6, 5; Mt 22, 37’v par.). Si hu\u00adbiera varios dioses, justo ser\u00eda repartir equitativamente el amor entre todos ellos, pero el Se\u00f1or es \u00fanico y no tolera \u00eddolos a su lado. Es, como leemos a me\u00adnudo en el Antiguo Testamento, un \u00abDios celoso\u00bb (Ex 20,\u00a05; 34, 14;\u00a0<\/em>Dt\u00a04, 24; 5, 6, 15; Jos 24, 19; Ez 39, 25;\u00a0<\/em>Nah 1, 2).
\n
\nPero notemos que, cuando Dios se ca\u00adlifica de \u00abceloso\u00bb, no es de los hombres de quienes siente celos, sino de los \u00eddo\u00adlos. Inseparable del mandamiento de amar a Dios con todo el coraz\u00f3n est\u00e1 el de amar al pr\u00f3jimo como a nosotros mis\u00admos (Lev 19, 18; Mt 22, 39). Se ve, pues, \u00abque el amor a Dios, a pesar de reclamar \u00abtodo el coraz\u00f3n\u00bb, deja todav\u00eda sitio en el coraz\u00f3n para el amor a los hombres. En realidad, m\u00e1s que \u00abdejar sitio\u00bb debe\u00adr\u00edamos decir que \u00abhace sitio\u00bb. All\u00e1 por el siglo XVI observaba el m\u00edstico Francisco de Osuna que el amor de Dios es \u00abm\u00e1s ensanchador que ocupador\u00bb.
\nDe hecho, Dios quiere ser amado a\u00a0tra\u00adv\u00e9s de los\u00a0<\/em>hombres, y nunca\u00a0a costa de\u00a0<\/em>ellos. \u00abSi alguno dice \u00abyo amo a Dios\u00bb, y aborrece a su hermano, es un mentiroso, porque quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve\u00bb (1 Jn 4, 20). Por eso Jes\u00fas repudia al sacerdote y al levita que, por ir al tem\u00adplo para ofrecer sus sacrificios a Dios, pasaron de largo ante el ca\u00eddo al borde del camino (cfr. Lc 10, 29-37). Curiosa\u00admente fue el samaritano -que no iba al templo- quien se encontr\u00f3 con Dios en aquel hombre malherido.
\nLos santos nunca olvidaron esa lec\u00adci\u00f3n. El Maestro Eckhart (1260-1327), por ejemplo, escribi\u00f3: \u00abSi estando en \u00e9x\u00adtasis como San Pablo oyeras que un en\u00adfermo necesita una sopita, yo considero preferible que renuncies al \u00e9xtasis y sir\u00advas al necesitado con gran amor\u00bb. Recor\u00addemos igualmente aquel conocido texto de Santa Teresa de Jes\u00fas en las\u00a0Moradas quintas:\u00a0<\/em>\u00abCuando veo almas muy dili\u00adgentes a entender la oraci\u00f3n que tienen y muy encapotadas cuando est\u00e1n en ella (que parece no se osan bullir ni menear el pensamiento, porque no se les vaya un poquito de gusto y devoci\u00f3n que han tenido), h\u00e1cerme ver cu\u00e1n poco entien\u00adden del camino por donde se alcanza la uni\u00f3n. Y piensan que all\u00ed est\u00e1 todo el ne\u00adgocio. Que no, hermanas, no; obras quie\u00adre el Se\u00f1or, y que, si ves una enferma a quien puedes dar alg\u00fan alivio, no se te d\u00e9 nada de perder esa devoci\u00f3n y te compadezcas de ella\u00bb.
\n <\/p>\n\n
\n
\nDESDE Nietzsche hasta Sartre, mu\u00adchos hombres se han rebelado contra la idea de un Dios presente en todas partes que todo lo ve. El hombre -dicen- no puede soportar un testigo semejante. Ellos s\u00f3lo eran capaces de imaginar una mirada escrutadora, que juzga implaca\u00adblemente las inevitables debilidades hu\u00admanas. No fueron capaces, por ejemplo, de imaginar la sensaci\u00f3n de seguridad que provoca en el ni\u00f1o la mirada de su madre, llena de ternura hacia \u00e9l.
\n\u00bfC\u00f3mo es realmente la mirada de Dios? Sabemos que Dios es poderoso y sabio, justo y misericordioso, fiel y paciente, amante y celoso. Pero la conciliaci\u00f3n de todas esas cualidades no resulta f\u00e1cil en la pr\u00e1ctica (pensemos, por ejemplo, en la justicia y la misericordia). Necesitamos saber c\u00f3mo se unifican todos esos contra\u00adrios en Dios, y la respuesta nos la da el Nuevo Testamento al decir con toda sen\u00adcillez: \u00abDios es Amor\u00bb (1 Jn 4, 8).
\nEs una frase verdaderamente lumino\u00adsa. \u00bfQuer\u00e9is saber c\u00f3mo es Dios? Basta que en el famoso himno al amor de San Pablo (1 Cor 13, 4-7) vay\u00e1is sustituyendo la palabra \u00abamor\u00bb por la palabra Dios:
\n
\n\u00abDios es comprensivo, Dios es servicial y no tiene envidia, Dios no presume ni se engr\u00ede, no es mal educado ni ego\u00edsta, no se irrita, no lleva cuentas del mal, no se alegra con la injusticia, sino que goza con la verdad. Disculpa sin l\u00edmites, cree sin l\u00edmites, espera sin l\u00edmites, aguanta sin l\u00edmites\u00bb. \u00bfNo es verdad que ese fue precisamente el rostro de Jes\u00fas?
\nQuiz\u00e1s alguno piense: Si Dios es Amor, y no lleva cuentas del mal, disculpa sin li\u00admites, etc., es imposible que condene eter\u00adnamente a nadie. As\u00ed lo creo tambi\u00e9n yo. El Dios Amor no condena a nadie, pero es infinitamente respetuoso con nuestra li\u00adbertad. Si alg\u00fan hombre, con pleno cono\u00adcimiento y deliberaci\u00f3n, rehusara hasta el final ese amor que se le regala, Dios no se atrever\u00eda a forzarle a vivir con \u00c9l.<\/p>\n\n
\nJes\u00fas pod\u00eda llamar as\u00ed a Dios debido a una intimidad con \u00c9l que nadie m\u00e1s po\u00adse\u00eda: Era el Hijo eterno de Dios hecho hombre. Pero lo curioso es que, cuando los disc\u00edpulos le rogaron que les ense\u00f1a\u00adra a rezar, les autoriz\u00f3 a dirigirse a Dios de la misma forma (\u00abcuando or\u00e9is, de\u00adcid: \u00abPadre…\u00bb\u00bb: Lc 11, 2). Las antiguas li\u00adturgias de la Iglesia ten\u00edan una concien\u00adcia tan clara de la magnitud de ese rega\u00adlo que preludiaron la oraci\u00f3n dominical con un \u00abnos atrevemos a decir…\u00bb.
\nEn nuestros d\u00edas se ha problematizado la figura del padre. Pero en su esponta\u00adneidad m\u00e1s sencilla, no contaminada por deformaciones patol\u00f3gicas, el s\u00edm\u00adbolo paterno hace pensar en el don de la vida, est\u00edmulo para crecer y, sobre todo, amor incondicional. Cuando los cristia\u00adnos llamamos \u00abPadre\u00bb a Dios estamos seguros de que \u00c9l nos seguir\u00e1 queriendo siempre, hagamos lo que hagamos; que si nos marchamos de casa, esperar\u00e1 cada ma\u00f1ana nuestro retorno como el padre bueno de la par\u00e1bola y nos recibir\u00e1 sin reproches ni caras largas (Lc 15, 11-32).
\nQuienes llamamos \u00abPadre\u00bb a Dios sabe\u00admos que nuestra relaci\u00f3n con \u00c9l no puede basarse en el miedo, como los esclavos; ni en el inter\u00e9s, como los negociantes, si\u00adno \u00fanicamente en el amor, como los hi\u00adjos. San Basilio, entre otros Padres de la Iglesia, escribi\u00f3: \u00abSe me ocurren tres mo\u00adtivos distintos para someterse a la volun\u00adtad de Dios. O bien puede apartarnos del mal el temor de los suplicios, y esta dis\u00adposici\u00f3n de \u00e1nimo nos coloca en el rango de\u00a0los\u00a0<\/em>esclavos;\u00a0o\u00a0<\/em>bien\u00a0cumplimos sus\u00a0<\/em>mandamientos por la esperanza de obte-
\nLUIS GONZ\u00c1LEZ-CARVAJAL\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0<\/strong>9
\nner as\u00ed recompensas ventajosas, y esta motivaci\u00f3n interesada nos coloca entre los mercenarios; o bien tenemos como \u00fanico motor de nuestros actos la rectitud que debe acompa\u00f1arlos, y el amor de Aquel que nos ha dado la ley, llenos de -gozo porque nos han encontrado dignos de servir a un Dios tan bueno y tan glo\u00adrioso, y esta pureza de intenci\u00f3n nos ha\u00adce estar en el n\u00famero de los hijos\u00bb.
\nAl llamar \u00abPadre\u00bb a Dios, por \u00faltimo, descubrimos que tenemos hermanos. An\u00adte todo los que unen sus voces a la nues\u00adtra para invocarle con esa palabra tan en\u00adtra\u00f1able, pero tambi\u00e9n todos los que no son conscientes de ser hijos de Dios. Co\u00admo dijo el Concilio Vaticano II, \u00abno pode\u00admos invocar a Dios, Padre de todos, si nos negamos a conducirnos fraternal\u00admente con algunos hombres, creados a imagen de Dios\u00bb\u00a0(Nostra aetate, 5 a).\u00a0<\/em>Por desgracia, las extremas desigualdades econ\u00f3micas que existen en nuestro Plane\u00adta indican que los casi seis mil millones de personas que lo habitamos estamos to\u00addav\u00eda muy lejos de vivir como hermanos.
\nDios tambi\u00e9n es Madre<\/strong>
\nLGUNOS temen que llamar \u00abPa\u00addre\u00bb a Dios pueda servir -hoy, como ayer– para alimentar la preeminencia masculina.
\nDesde luego, cuando Jes\u00fas invocaba a Dios llam\u00e1ndolo\u00a0\u00ab’Abb\u00e1,\u00a0<\/em>Padre\u00bb (Mc 14, 36) estaba muy lejos de legitimar las es\u00adtructuras de dominaci\u00f3n patriarcal, pues\u00adto que expresamente reserv\u00f3 para Dios el nombre de \u00abPadre\u00bb y afirm\u00f3 que nin\u00adg\u00fan ser humano puede pretender ser otra cosa que hermano de los dem\u00e1s (cfr. Mt 23, 8-9).
\na
\nPor otra parte, resulta\u00a0obvio que Dios\u00a0<\/strong>est\u00e1 m\u00e1s all\u00e1 de los sexos.\u00a0Tan leg\u00edtimo es llamarle\u00a0<\/strong>\u00abPadre\u00bb como\u00a0llamarle \u00abMadre\u00bb.\u00a0<\/strong>Es significativo que la Biblia, a pesar de haberse escrito en el seno de una cultura patriarcal, no vacile en atribuir rasgos fe\u00admeninos a Dios. El Segundo y el Tercer Isa\u00edas, por ejemplo, ponen en boca de -Dios las siguientes palabras: \u00ab\u00bfAcaso puede olvidar una mujer a su ni\u00f1o de pe\u00adcho, no compadecerse del hijo de sus en\u00adtra\u00f1as? Pues, aunque ella llegase a olvi\u00addar, yo no te olvidar\u00e9\u00bb (Is 49,15); \u00abcomo a un ni\u00f1o a quien su madre consuela, as\u00ed os consolar\u00e9 yo\u00bb (Is 66, 13). El salmista dice igualmente que, estando agitado su esp\u00edritu, se tranquiliz\u00f3 en los brazos de Yahveh \u00abcomo un ni\u00f1o en brazos de su madre\u00bb (Sal 131, 2).
\nEn el Nuevo Testamento es verdad que Jes\u00fas llama\u00a0‘Abb\u00e1\u00a0<\/em>a Dios, y no\u00a0‘Imm\u00e1\u00a0<\/em>(madre, mam\u00e1), pero la misericordia en\u00adtra\u00f1able que le atribuye es m\u00e1s propia de una madre que de un padre. Por eso Juan Pablo I pudo decir con toda raz\u00f3n el 10 de septiembre de 1978: Dios \u00abes pa\u00addre; m\u00e1s a\u00fan, es madre. No quiere ha\u00adcernos mal. Quiere hacemos s\u00f3lo bien a todos sus hijos. Si, por desgracia, est\u00e1 uno enfermo, posee un t\u00edtulo mejor para ser amado de la madre\u00bb.
\nDios no es dalt\u00f3nico<\/strong>
\nAS palabras de Juan Pablo I nos in\u00adtroducen en un tema recurrente en la Sa\u00adgrada Escritura: El amor preferencial de Dios por los \u00faltimos de la tierra, que re\u00adsumi\u00f3 muy bien Mar\u00eda en el\u00a0Magnificat.\u00a0<\/em><\/strong>Dios \u00abhace proezas con su brazo: disper\u00adsa a los soberbios de coraz\u00f3n, derriba del
\nFOI<\/u>\u00a0WWkrN+N+aFWaNUN#Ad:WW\/W:aP#a:NIA:+WlW7ul7W+WW+uI:aP#W\/a74iaNWlaNU1+:rNaeNCiiWWK:P+\u00e9+WUNWM:‘._.~._\u00b0^+~:<\/u>N#N#u:fuaWWN#P:fneiuNWNNU:N#u:iu:p:lIgNaN:Friuw:iv:N#W(WF:N#ItaN#N:fPrtW7uR:7N#\/W#N#IM:W:\/ll+#:al:7Wlah#iTiMWFR!a Ml:#iW~:Wla<\/em><\/strong>
\ntrono a los poderosos y enaltece a\u00a0los hu\u00admildes,\u00a0<\/strong>a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vac\u00edos\u00bb (Lc 1, 51-53). Es l\u00f3gico; un padre -y m\u00e1s todav\u00eda una madre- no puede querer sino el bien y la igualdad de todos sus hijos y, como la balanza se inclina siem\u00adpre del lado del m\u00e1s fuerte, intenta res\u00adtablecer el equilibrio. No hace falta decir que los cristianos debemos ser instru\u00admento de ese amor preferencial de Dios por los \u00faltimos de la tierra.
\nQuiz\u00e1s recordar\u00e1 el lector la canci\u00f3n \u00ab\u00bfDe qu\u00e9 color es la piel de Dios?\u00bb, que cantaba el conjunto Viva la\u00a0gente\u00a0<\/em>all\u00e1 por los a\u00f1os sesenta. Su respuesta era: \u00abne\u00adgra, amarilla, roja y blanca es\u00bb. Desde luego, ellos sab\u00edan que Dios no ten\u00eda piel (y menos todav\u00eda de tantos colores como la cola de un pavo real); quer\u00edan decir simplemente que \u00abtodos somos iguales a los ojos de Dios\u00bb.
\nOtros han dado respuestas m\u00e1s radica\u00adles a esa pregunta. Desde que un obispo metodista negro llamado Henry McNeal Turner escribi\u00f3 en 1898 un art\u00edculo con el t\u00edtulo Dios\u00a0es negro,\u00a0<\/em>muchos han hecho suya esa afirmaci\u00f3n. Y, cuando se tom\u00f3 conciencia de que las negras estaban to\u00addav\u00eda m\u00e1s marginadas que los negros, se puso en circulaci\u00f3n el provocativo eslo\u00adgan \u00abDios es negra\u00bb. Entre nosotros, An\u00addr\u00e9s Torres Queiruga ha escrito unas p\u00e1\u00adginas sugerentes sobre ese tema.
\nSi Viva la gente\u00a0<\/em>quer\u00eda decirnos que to\u00addos somos iguales a los ojos de Dios, es\u00adta teolog\u00eda negra-feminista va m\u00e1s lejos y nos dice -con palabras de James Co\u00adne- que \u00abDios no es dalt\u00f3nico\u00bb, es de\u00adcir, no le resultan indiferentes los colo\u00adres, porque se pone siempre a favor de los \u00faltiznos. Y conviene tenerlo presente,
\nahora que hay entre nosotros tantos in\u00admigrantes sin papeles.
\nDios es una Familia<\/strong>
\nNTES de que existieran los cristia\u00adnos, los jud\u00edos hab\u00edan proclamado ya dos cosas muy importantes: que Dios es uno solo y que es un ser personal. Pero ellos no se dieron cuenta del problema que planteaban esas\u00a0dos\u00a0<\/strong>afirmaciones juntas. Si la relaci\u00f3n con un \u00abt\u00fa\u00bb’ es un constitu\u00adtivo esencial de la persona y Dios es uno solo, \u00bfc\u00f3mo podr\u00eda tener naturaleza per\u00adsonal? Naturalmente, ser\u00eda una ingenui\u00addad responder que lo que constituye a Dios como persona es su relaci\u00f3n con no\u00adsotros; en primer lugar porque los huma\u00adnos nunca podremos ser un \u00abt\u00fa\u00bb sufi\u00adciente para Dios y en segundo lugar por\u00adque, en tal caso, antes de crear al hombre, Dios no ser\u00eda un ser personal.
\nLa respuesta a ese problema s\u00f3lo pue\u00adde estar en la fe trinitaria. Dios supera las categor\u00edas de unidad y multiplicidad. Es un misterio que no podemos com\u00adprender, pero del que deducimos algo importante para nosotros: Si Dios -a cuya imagen estamos hechos- no es \u00abel perfecto solitario de la metaf\u00edsica\u00bb, sino que en \u00c9l se da el fen\u00f3meno del di\u00e1logo, se deduce que la relaci\u00f3n con otros seres humanos es un fen\u00f3meno esencial, cons\u00adtitutivo de la persona. La motivaci\u00f3n te\u00adol\u00f3gica \u00faltima de la sociabilidad huma\u00adna, o del ser solidario de cada persona, est\u00e1 en el misterio de Dios mismo.
\nDe hecho, Jes\u00fas rog\u00f3 al Padre que \u00abto\u00addos sean uno, como nosotros tambi\u00e9n somos uno\u00bb (Jn 17, 21).
\nLuis Gonz\u00e1lez-Carvajal<\/strong>[\/vc_column_text][\/vc_column][\/vc_row]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"