{"id":12236,"date":"1999-03-01T08:26:39","date_gmt":"1999-03-01T06:26:39","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=12236"},"modified":"1999-03-01T08:26:39","modified_gmt":"1999-03-01T06:26:39","slug":"para-que-y-como-hablar-hoy-de-los-sacramentos","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/para-que-y-como-hablar-hoy-de-los-sacramentos\/","title":{"rendered":"Para qu\u00e9 y c\u00f3mo hablar hoy de los Sacramentos"},"content":{"rendered":"

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Pie autor:
\nJos\u00e9 M. Castillo<\/strong>\u00a0es profesor en la Facultad de Teolog\u00eda de Granada.<\/em>
\nS\u00edntesis del Art\u00edculo:
\n(dejar 8 l\u00edneas de espacio para la s\u00edntesis)
\n 
\n 
\n 
\n 
\n 
\n 
\n 
\n <\/p>\n

    \n
  1. Cuando las cosas no est\u00e1n claras<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

     
    \nHace muchos a\u00f1os, le o\u00ed decir a un viejo profesor, que ense\u00f1aba precisamente c\u00f3mo hay que entender esto de los sacramentos, una cosa que me ha dado mucho que pensar:\u00a0en asuntos de verdadera importancia, lo m\u00e1s pr\u00e1ctico es tener una buena teor\u00eda<\/em>. Le he dado muchas vueltas a esta gran verdad. Y cada d\u00eda que pasa, me convenzo m\u00e1s y m\u00e1s de la raz\u00f3n que tiene.
    \n 
    \nPorque es as\u00ed. Cuando algo no funciona y (en general) cuando las cosas van mal, lo que en realidad ocurre es que la\u00a0teor\u00eda<\/em>, que explica por qu\u00e9 se hace lo que se hace y c\u00f3mo se hace, es lo que est\u00e1 mal. Y, por tanto, si queremos que las cosas mejoren, lo primero que hay que preguntarse es si nuestras teor\u00edas, sobre lo que estamos haciendo, est\u00e1n o no est\u00e1n en su sitio.
    \n 
    \nYo tengo el convencimiento de que esto es lo que pasa con los sacramentos. Porque no hay que ser un lince para darse cuenta de que, en este asunto, las cosas no est\u00e1n claras. Tenemos un hecho que nadie pone en duda: hay cantidad de gente, que dicen que son cristianos (y lo dicen de verdad), pero es rar\u00edsimo verlos que acudan a recibir un sacramento. Es cierto que, por ejemplo, una gran mayor\u00eda de los matrimonios suelen llevar a sus hijos a que los bauticen en la parroquia. Tambi\u00e9n es abundante el n\u00famero de ni\u00f1as y ni\u00f1os que hacen la primera comuni\u00f3n. Ya son bastante menos los que se confirman. Y es un hecho que, despu\u00e9s de la confirmaci\u00f3n, la gran mayor\u00eda de la poblaci\u00f3n joven se aleja de los sacramentos. Muchos, ya para siempre. Algunos, hasta que van a casarse por la Iglesia. Y luego quedan los peque\u00f1os grupos, que pertenecen a alg\u00fan movimiento, voluntariado o lo que sea, que les mantiene en contacto con la eucarist\u00eda m\u00e1s o menos frecuente. En todo caso, lo que resulta cada d\u00eda m\u00e1s raro es ver gente confes\u00e1ndose con un cura, a no ser personas mayores o grupos muy particulares que fomentan eso.
    \n 
    \nEl problema, que todo esto plantea, se comprende enseguida. Si hay tantas personas que dicen sinceramente que son cristianos, sin duda porque la figura de Cristo les atrae y les dice algo importante para su vida, \u00bfc\u00f3mo se explica que luego no quieran ni o\u00edr hablar de lo que (seg\u00fan ense\u00f1a la Iglesia) es enteramente necesario para acercarse a Cristo y mantener una buena relaci\u00f3n con \u00e9l? \u00bfes que para ser buen cristiano hay que pasar por los sacramentos y someterse a todo lo que esos ritos y sus leyes le exigen a la gente? \u00bfqu\u00e9 es lo que realmente le resulta a muchas personas inaceptable en esto de los sacramentos?
    \n 
    \n <\/p>\n

      \n
    1. Las dificultades superficiales<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

       
      \nEfectivamente, hay muchos cristianos, sobre todo entre los j\u00f3venes, que sienten tal resistencia ante todo eso de los sacramentos, que ni se interesan por el tema. Pasan del asunto. Y basta. \u00bfPor qu\u00e9?
      \nNo hablo de los que ni creen en Dios, ni se preocupan por nada que se relacione con la religi\u00f3n. Los que aqu\u00ed me interesan son los que, por ejemplo, afirman que la figura de Jes\u00fas es importante para ellos, incluso dicen que creen en \u00e9l, pero que no les hablen de sacramento alguno. Cuando esto ocurre, sin duda es que hay dificultades que act\u00faan como freno en las ideas y en las pr\u00e1cticas religiosas de los individuos y de los grupos. Esto supuesto, empiezo por recordar las dificultades, que, a mi manera de ver, son las m\u00e1s superficia\u00adles. Yo creo que se pueden reducir a tres.
      \n 
      \n 
      \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a02.1. La dificultad de entender lo anacr\u00f3nico<\/em>
      \n 
      \nMuchas de las cosas que hacen los sacerdotes, cuando administran los sacramentos, son gestos, ritos y oraciones que se empezaron a practicar en los tiempos antiguos del cristianis\u00admo, o sea hace quince siglos o muchos m\u00e1s a\u00f1os. Naturalmente, esos gestos y oraciones se entend\u00edan en aquellos tiempos y, m\u00e1s concretamente, en la cultura romana de entonces. Es verdad que, en algunos detalles, los libros de la liturgia se han actualizado. Pero todav\u00eda quedan demasiadas ceremonias que seguramente las comprend\u00edan las gentes de la antig\u00fcedad, pero hoy no se entienden. Por ejemplo, las vestiduras, que se pone el sacerdote para decir misa, son una reproducci\u00f3n estilizada de la ropa de lujo que se usaba cuando Roma era la capital del Imperio. Pero es claro que hoy resulta dif\u00edcil entender que, para acercarse a Dios, haya que disfrazarse de romano. Los ejemplos, como \u00e9ste, se podr\u00edan multiplicar y ver\u00edamos que se dan en casi todos los sacramentos.
      \n 
      \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a02.2. La dificultad de aceptar lo autoritario<\/em>
      \n 
      \nLa gente sabe que si tomas en serio lo de los sacramentos, tienes que tomar en serio tambi\u00e9n las\u00a0obligaciones<\/em>\u00a0que eso lleva consigo. De manera que, en la mentalidad de muchas personas, ser \u00abpracticante\u00bb (en cuanto se refiere a la religi\u00f3n) es lo mismo que \u00absometerse\u00bb a la autoridad de los que mandan en la Iglesia. Lo cual quiere decir que los sacramentos se ven asociados, en amplios sectores de la opini\u00f3n p\u00fablica, no a la libertad y al gozo de vivir, sino a la pesada carga que, para muchos cristianos, representa tener que ir a misa cada domingo y all\u00ed aguantar lo que te digan, tener que confesar hasta las cosas m\u00e1s \u00edntimas que no se le dicen a nadie, tener que privarse de tal y tal cosa, porque as\u00ed lo ha dicho el papa, etc., etc. Sin duda, todo esto tiene mucho que ver con el hecho de que cada d\u00eda haya m\u00e1s gente que no quiere bautizar a sus hijos, ni quieren casarse por la Iglesia, ni est\u00e1n dispuestos a que venga el cura cuando un familiar se echa a morir, y menos a\u00fan aceptar\u00edan ir a contarle \u00absus cosas\u00bb a un cl\u00e9rigo, que Dios sabe c\u00f3mo va a reaccionar.
      \n2.3.\u00a0La dificultad de hacer lo que no se sabe para qu\u00e9 sirve<\/em>
      \n 
      \nCualquiera que no sea un masoquista, si hace una cosa que le resulta costosa, es porque sabe que eso es necesario o quiz\u00e1 importante para conseguir algo que le interesa. Lo malo es cuando las costumbres, los convencionalismos sociales o los imperativos religiosos nos dicen \u00abhay que hacer esto\u00bb, pero la pura verdad es que uno no sabe ni por qu\u00e9 hay que hacerlo, ni para qu\u00e9 sirve lo que tiene que hacer. Entonces, lo m\u00e1s seguro es que cada cual se buscar\u00e1\u00a0\u00a0razones para no complicarse la vida y quedarse como estaba.
      \nSeguramente, esto es lo que les pasa a muchos cristianos, concretamente entre los j\u00f3venes, cuando piensan o cuando oyen hablar de las pr\u00e1cticas y de las obligaciones sacramenta\u00adles. Quiz\u00e1 debido a una educaci\u00f3n religiosa deficiente, en la que no se les explic\u00f3 debidamente\u00a0por qu\u00e9<\/em>\u00a0hay sacramentos y\u00a0para qu\u00e9<\/em>\u00a0son los sacramentos, much\u00edsimas personas terminan por desentenderse del tema. Sencillamente, las ceremonias sacramentales (inclu\u00edda la eucarist\u00eda), y las obligaciones que llevan consigo, no les dicen nada, ni les resuelven nada. Y as\u00ed las cosas, lo m\u00e1s l\u00f3gico es que prescindan del asunto. As\u00ed de simple. Y as\u00ed de tr\u00e1gico.
      \n 
      \n <\/p>\n

        \n
      1. El problema de fondo<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

         
        \nLos sacramentos, \u00bfse justifican y se explican\u00a0desde arriba<\/em>\u00a0o\u00a0desde abajo<\/em>? Decir que los sacramentos se justifican \u00abdesde arriba\u00bb es lo mismo que decir lo siguiente: hay sacramentos porque Dios lo ha dispuesto as\u00ed, porque Cristo los instituy\u00f3, y porque la Iglesia (que representa a Cristo) tiene autoridad para mandar, y manda, que los cristianos, si es que de verdad quieren estar dentro de la Iglesia y salvarse, tienen que aceptar los sacramentos y ponerlos en pr\u00e1ctica, tal y como la autoridad eclesi\u00e1stica lo dispone, lo legisla y lo regula hasta el \u00faltimo detalle.
        \n 
        \nDecir que los sacramentos se justifican \u00abdesde abajo\u00bb es lo mismo que decir lo siguiente: hay sacramentos porque los seres humanos expresan sus experiencias fundamentales mediante gestos simb\u00f3licos, y Dios (que respeta la condici\u00f3n humana hasta sus \u00faltimas consecuencias) interviene y act\u00faa, en la vida de las personas, a trav\u00e9s de las experiencias, que viven tales personas. Teniendo siempre muy en cuenta que las experiencias humanas se expresan simb\u00f3licamente. Y, cuando son experiencias colectivas, tambi\u00e9n ritualmente.
        \n 
        \nLa diferencia determinante, que hay entre la primera y la segunda explicaci\u00f3n, est\u00e1 en que, cuando el sacramento se justifica \u00abdesde arriba\u00bb, la\u00a0mediaci\u00f3n<\/em>, a trav\u00e9s de la cual interviene Dios, es el\u00a0rito<\/em>\u00a0o sea el \u00abgesto sagrado\u00bb al que se le atribuye un efecto inmediato, de alguna manera autom\u00e1tico, para cambiar, mejorar y santificar al creyente, con tal que el sujeto (que recibe el sacramento) no ponga obst\u00e1culo o, como dicen los te\u00f3logos, no ponga \u00ab\u00f3bice\u00bb. A esto se le llama, en teolog\u00eda, la eficacia de los sacramentos \u00abex opere operato\u00bb, es decir, \u00abpor el acto que se realiza\u00bb cuando se administra el sacramento.
        \n 
        \nEn la segunda explicaci\u00f3n, cuando el sacramento se justifica \u00abdesde abajo\u00bb, la\u00a0mediaci\u00f3n<\/em>, a trav\u00e9s de la cual interviene Dios, es la\u00a0experiencia<\/em>\u00a0humana, que vive el individuo (y la comunidad) que celebra el acto sacramen\u00adtal. Sin olvidar nunca lo que he dicho antes:\u00a0las experiencias fundamentales de la vida se expresan mediante s\u00edmbolos<\/em>, que, cuando son colectivos (compartidos por un grupo), necesitan un com\u00fan acuerdo y, en ese sentido, se ritualizan.
        \n 
        \nA m\u00ed me parece que es decisivo tener muy claras estas dos posibles maneras de explicar\u00a0por qu\u00e9<\/em>\u00a0hay sacramentos,\u00a0para qu\u00e9<\/em>\u00a0sirven y\u00a0c\u00f3mo<\/em>\u00a0hay que celebrarlos. No se trata de elucubraciones caprichosas. Y menos a\u00fan del prurito por decir algo curioso y nuevo.
        \nLo que aqu\u00ed est\u00e1 en juego es nada menos que esto: si el sacramento se pone en pr\u00e1ctica de acuerdo con la primera explicaci\u00f3n (\u00abdesde arriba\u00bb), eso lleva inevitablemente al\u00a0ritualismo<\/em>\u00a0y, de ah\u00ed, a la\u00a0magia<\/em>, que no sirve sino para\u00a0enga\u00f1ar<\/em>\u00a0al sujeto. Mientras que, si el sacramento se pone en pr\u00e1ctica de acuerdo con la segunda explicaci\u00f3n (\u00abdesde abajo\u00bb), eso es lo \u00fanico que resulta coherente: ante todo,\u00a0con lo que es la vida humana<\/em>\u00a0y c\u00f3mo funciona la existencia de las personas en este mundo; en segundo lugar,\u00a0con lo que nos ense\u00f1a el Nuevo Testamento<\/em>\u00a0sobre la existencia de los cristianos.
        \nY desde ahora hago caer en la cuenta que no se trata de poner en duda, y menos a\u00fan de negar, la intervenci\u00f3n de Dios o, como se suele decir, de la gracia divina, en el sacramento. El problema est\u00e1 en si Dios se comunica al ser humano\u00a0mediante el rito<\/em>\u00a0o\u00a0mediante la experiencia humana<\/em>, que se expresa ritualmente.
        \n 
        \n <\/p>\n

          \n
        1. De acuerdo con la vida<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

           
          \nLa vida de una persona no cambia ni mejora por la eficacia que puedan tener, sobre ella, determinados ceremoniales, que, de una manera o de otra, terminan siendo rituales m\u00e1gicos. La vida de una persona cambia y mejora cuando esa persona vive experiencias muy profundas, que le modifican sus afectos y sentimientos o sea su sensibilidad y, de ah\u00ed, se modifica tambi\u00e9n su manera de pensar, sus criterios, los valores que aprecia y que desprecia, en definitiva, todo su comportamiento. Esto es lo que la gente suele decir cuando afirma que la vida no cambia \u00abpor arte de magia\u00bb. Incluso cuando a esa magia le ponemos nombres divinos, ya sea que hablemos de \u00absignos sagrados\u00bb, de \u00abeficacia sacramental\u00bb, de \u00abinstituci\u00f3n divina\u00bb o de otras cosas por el estilo.
          \n 
          \nDebo explicar todo esto. Lo primero, es tener muy claro que hay magia, en un gesto humano (el que sea), cuando a ese gesto se le atribuye una eficacia autom\u00e1tica. Es decir, cuando nos imaginamos que, realizado el gesto (se le llame\u00a0signo,<\/em>\u00a0rito<\/em>\u00a0o algo parecido), inmediatamente y por la virtualidad divina que presuntamente tiene ese gesto, el que lo pone en pr\u00e1ctica se transforma, se hace mejor, cambia en su vida, se hace m\u00e1s santo o algo as\u00ed. Naturalmente, los que piensan de esta manera, ponen todo su inter\u00e9s y centran su empe\u00f1o en que el gesto se ejecute con la mayor exactitud posible. Para que no falte ni un detalle o, como dicen los entendidos en liturgia, para que se observen todas las\u00a0r\u00fabricas.<\/em>\u00a0Y yo tengo la impresi\u00f3n de que se comportan as\u00ed, no s\u00f3lo por un sentido de obediencia a lo que est\u00e1 mandado, sino, sobre todo, porque se imaginan (con no s\u00e9 qu\u00e9 sentimiento inconsciente de\u00a0omnipotencia)<\/em>\u00a0que si yo hago exactamente tal cosa, se sigue autom\u00e1ticamente tal efecto. Es verdad que ese automatismo se le atribuye a la gracia divina. Pero, si la cosa se piensa despacio, lo que en relidad se oculta, detr\u00e1s de todo eso, es que el sujeto cree firmemente que Dios est\u00e1 encadenado al gesto que el individuo realiza, por minucioso que sea el rito en cuesti\u00f3n.
          \n 
          \nPero ya he dicho que la vida humana no funciona as\u00ed. Lo sabemos todos por experiencia. Y lo que pasa en la Iglesia lo est\u00e1 diciendo a voces. Porque de sobra nos consta que hay personas, que se pasan a\u00f1os y a\u00f1os recibiendo sacramentos, con toda la exactitud que mandan las\u00a0r\u00fabricas,<\/em>\u00a0y al cabo de treinta o cuarenta a\u00f1os acumulando \u00abgracia sacramental\u00bb, resulta que esas personas tienen los mismos defectos que ten\u00edan cuando empezaron. Si no es que los tienen m\u00e1s desarrollados. El que era testarudo o ego\u00edsta, hace treinta a\u00f1os, despu\u00e9s de tanto tiempo confesando y comulgando, resulta que es tan testarudo como antes o quiz\u00e1s m\u00e1s que nunca. \u00bfDe qu\u00e9 le ha servido\u00a0acumular<\/em>\u00a0tanta gracia divina? Porque la gracia -digo yo- debe notarse en algo o de alguna manera. Pero, \u00bfno ser\u00e1, m\u00e1s bien, que la realidad pura y dura es que el individuo no ha acumulado nada? \u00bfes que no se puede pensar que lo que ha ocurrido es que el individuo se ha pasado muchos a\u00f1os enga\u00f1ado y enga\u00f1\u00e1ndose con la idea de que cada d\u00eda estaba m\u00e1s cerca de Dios, cuando la realidad de la vida nos dice que cada d\u00eda est\u00e1 m\u00e1s lejos del dolor y el sufrimiento de aquellos con los que convive?
          \n 
          \nDespu\u00e9s explicar\u00e9 en qu\u00e9 sentido se puede y se debe afirmar que los sacramentos comunican la gracia \u00abex opere operato\u00bb, seg\u00fan la conocida f\u00f3rmula del concilio de Trento. Despu\u00e9s dir\u00e9 tambi\u00e9n c\u00f3mo se explica eso de que los sacramentos aumentan la gracia santificante. De momento, lo que me interesa dejar muy claro es que, en ning\u00fan caso, podemos decir de los sacramentos lo que no se puede decir de ninguna otra cosa en la vida de los seres humanos. Los sacramentos no son fen\u00f3menos al margen de la vida. Y menos a\u00fan son actos misteriosamente m\u00e1gicos que funcionan de manera completamente distinta a como funciona la vida en general. Y no vale decir que los sacramentos son actos divinos. Porque eso as\u00ed, tal como suena, no es verdad. Los sacramentos son actos que realizamos los seres humanos. Sabemos, por la fe, que en esos actos interviene Dios. Pero, entonces, vuelve a plantearse la cuesti\u00f3n que antes indiqu\u00e9, a saber: la \u00abmediaci\u00f3n\u00bb ,o si se prefiere, el\u00a0medio,<\/em>\u00a0a trav\u00e9s del cual interviene Dios, \u00bfes el\u00a0rito<\/em>\u00a0o es la \u00abexperiencia\u00bb, que se expresa simb\u00f3lica\u00admente y tambi\u00e9n ritualmente? Esta es la pregunta que, con frecuencia, los cristianos no se imaginan y muchos te\u00f3logos no se atreven a afrontar.
          \n 
          \n <\/p>\n

            \n
          1. De acuerdo con el Nuevo Testamento<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

             
            \nLa religi\u00f3n de Israel, desde muy antiguo, pero sobre todo en tiempos de Jes\u00fas, hab\u00eda centrado sus preocupaciones en la exacta observancia de los ritos y ceremonias del culto sagrado. No hace falta, en este momento, explicar por qu\u00e9 y c\u00f3mo ocurri\u00f3 esto. Lo que interesa aqu\u00ed es recordar que la carta a los hebreos, en su secci\u00f3n central, afirma que todos aquellos ceremoniales \u00abno pueden trasformar en su conciencia al que practica el culto\u00bb (Heb 9,9). Y la raz\u00f3n es que tales ceremonias \u00abse relacionan s\u00f3lo con alimentos, bebidas y abluciones diversas, observancias externas impuestas hasta que llegara el momento de poner las cosas en su punto\u00bb (Heb 9,10). Con esto, como ha explicado muy bien el mejor conocedor de la carta a los hebreos, el profesor A. Vanhoye, se nos quiere decir que el culto puramente ritual es entera\u00admente ineficaz.
            \n 
            \nEsto mismo ya estaba dicho en los evangelios. Concretamente, el de Marcos cuenta que \u00ablos fariseos, y los jud\u00edos en general, no comen sin lavarse las manos restregando bien… y, al volver de la plaza, no comen sin antes hacer abluciones; y se aferran a otras muchas cosas que han recibido por tradici\u00f3n, como enjuagar vasos, jarras y ollas\u00bb (Mc 7,3-4). Con esto, el evangelio indica la importancia que los israelitas conced\u00edan a los rituales. Sin duda, porque pensaban que de eso depend\u00eda su cercan\u00eda o alejamiento de Dios. Pues bien, el mismo Marcos pone a continuaci\u00f3n, en boca de Jes\u00fas, un texto tremendo del profeta Isa\u00edas: \u00abEste pueblo me honra con los labios, pero su coraz\u00f3n est\u00e1 lejos de m\u00ed. El culto que me dan es in\u00fatil\u00bb (Mc 7,6-7; cf. Is 29,13). O sea, Jes\u00fas desautoriza el culto religioso basado en meros ceremoniales a los que se atribuye no s\u00e9 qu\u00e9 efecto santificante. Lo determinante, seg\u00fan el pasaje de Isa\u00edas, es d\u00f3nde est\u00e1 el \u00abcoraz\u00f3n\u00bb, o sea lo m\u00e1s profundo de la experiencia humana y la ra\u00edz de nuestra experiencias m\u00e1s fuertes. Y el mismo Jes\u00fas da la explicaci\u00f3n: \u00abNada que entra de fuera puede manchar al hombre; no, lo que sale de dentro es lo que mancha al hombre\u00bb (Mc 7,15). Es decir, lo que brota del coraz\u00f3n es lo decisivo en la vida (Mc 7,20-23).
            \n 
            \nAl decir estas cosas, Jes\u00fas le dio la vuelta a la religi\u00f3n. Lo que importa, ya no son los ritos, las ceremonias o las observancias. Lo que determina si estamos cerca o lejos de Dios es lo que a cada uno le sale de la sede de sus sentimientos y experiencias m\u00e1s aut\u00e9nticas y m\u00e1s fuertes. Por eso Jes\u00fas denunci\u00f3 con vigor el ritualismo y el legalismo de los jud\u00edos de su tiempo. Por eso mismo Jes\u00fas no estableci\u00f3 rituales o leyes ceremoniales de ninguna clase. Es verdad que Jes\u00fas nos dej\u00f3 el mandato de: \u00abhaced esto en memoria m\u00eda\u00bb (la eucarist\u00eda), seg\u00fan los relatos de la instituci\u00f3n (1Cor 11,23-25; Mc 14,22-25 par). Pero tambi\u00e9n sabemos que el evangelio de Juan, que sab\u00eda mucho de la eucarist\u00eda (cf. cap. 6), no cuenta lo del pan y el vino, en la \u00faltima cena. Y en lugar de eso, justamente donde los otros evangelios sit\u00faan el relato eucar\u00edsti\u00adco, Juan pone el mandamiento del amor (Jn 13,34-35). Porque el cuarto evangelio se dio cuenta del peligro, que siempre tenemos los cristianos, de aferrarnos a repetir el ceremonial, sin caer en la cuenta de que lo decisivo es la experiencia profunda, el cari\u00f1o aut\u00e9ntico, que se expresa simb\u00f3licamente.
            \n 
            \nPor eso, san Pablo afirma con toda energ\u00eda que donde no hay amor, la eucarist\u00eda no se celebra, por m\u00e1s que se realice el ritual con toda la exactitud del mundo. Eso, ni m\u00e1s ni menos, es lo que ocurr\u00eda en la comunidad de Corinto. All\u00ed hab\u00eda divisiones y bandos enfrentados (1Cor 11,18), de manera que los ricos cenaban hasta emborracharse, mientras que los pobres pasaban hambre (1Cor 11,21). Ahora bien, en una comunidad en la que pasa eso, la sentencia de Pablo es tajante: \u00abeso ya no es comer la Cena del Se\u00f1or\u00bb (1Cor 11,20). El problema, entre los cristianos de Corinto, no estaba en que dejaran de observar el ritual. El problema estaba en que no se quer\u00edan. Y as\u00ed, es sencillamente imposible celebrar un sacramento.
            \n 
            \nLa conclusi\u00f3n de todo esto es algo que vio claramente el autor de la carta de Santiago: \u00abReligi\u00f3n pura y sin tacha a los ojos de Dios Padre es \u00e9sta: mirar por los hu\u00e9rfanos y las viudas en sus apuros y no dejarse contaminar por el mundo\u00bb (Sant 1,27). En eso consiste el \u00abculto aut\u00e9ntico\u00bb del que habla san Pablo, en ofrecer la propia existencia como el sacrificio religioso que agrada a Dios (Rom 12,1-2). Y no vale decir que la gracia de Dios se recibe por la imposici\u00f3n de manos (2Tim 1,6), o sea el rito que comunica la gracia divina. Porque esa traducci\u00f3n es dudosa. Y porque el autor de la carta alude enseguida al \u00abesp\u00edritu de valent\u00eda y de amor\u00bb (2Tim 1,7). Eso es lo que importa.
            \n 
            \n <\/p>\n

              \n
            1. Los s\u00edmbolos de la vida<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

               
              \nMuchas veces se ha dicho que los sacramentos son \u00absignos eficaces\u00bb que nos comunican la gracia. Esta definici\u00f3n, sin embargo, se queda corta y resulta insuficiente. Porque un signo es la uni\u00f3n de un significante y un significado. Pero de tal manera que el significado es siempre un concepto. Por ejemplo, en el lenguaje, cada palabra es un signo. Porque, en la palabra, el significante (fonema) al unirse con el significado (concepto), se forma o se configura el signo. Por eso solemos decir que el signo se sit\u00faa siempre a nivel ling\u00fc\u00edstico. Y, por tanto, a nivel conceptual.
              \n 
              \nAhora bien, todos sabemos que en la vida hay experiencias que no se pueden comunicar a nivel ling\u00fc\u00edstico o conceptual, sino que se sit\u00faan a un nivel m\u00e1s profundo, el nivel simb\u00f3lico. As\u00ed, en el complejo mundo de las relaciones humanas, en el psicoan\u00e1lisis y en la historia comparada de las religiones, aparecen con frecuencia experiencias que resultan estrictamente inefables. Porque no se pueden expresar mediante\u00a0signos.<\/em>\u00a0De ah\u00ed, la necesidad de los \u00abs\u00edmbolos\u00bb, que son la expresi\u00f3n de nuestras experiencias m\u00e1s hondas. Por ejemplo, una madre no le expresa su cari\u00f1o a un hijo mediante palabras o discursos, sino con caricias y besos. Una persona, que ama a otra, no se pone a explicarle las teor\u00edas filos\u00f3ficas sobre el amor, sino que sencillamente la abraza o con su mirada le dice mucho m\u00e1s que mil palabras. Y es que hay experiencias que no se comunican a nivel ling\u00fc\u00edstico, sino \u00fanicamente mediante gestos simb\u00f3licos.
              \n 
              \nPor otra parte, todo s\u00edmbolo se compone de dos elementos: la experiencia, que ahonda sus ra\u00edces en el inconsciente de la persona, y la expresi\u00f3n externa de esa experiencia. Si falta uno de estos os elementos, no hay s\u00edmbolo.
              \nPues bien, la fe cristiana comporta experiencias muy hondas, que no se pueden comunicar solamente mediante signos, a nivel ling\u00fc\u00edstico. La experiencia del amor, de la esperanza, de la libertad, etc. ahondan sus ra\u00edces en el inconsciente de la persona. Y por eso solamente se pueden asumir y expresar adecuadamente mediante s\u00edmbolos. Tales s\u00edmbolos son nuestros sacramentos.
              \n 
              \nPero conviene tener presente que, con relativa frecuencia, los s\u00edmbolos tienen el peligro de degenerar en simples ritos, vac\u00edos de contenido. Esto ocurre cuando la experiencia de la vida muere y desaparece, pero de tal manera que el gesto externo se mantiene y perdura. Por ejemplo, hay personas que se dan la mano, se abraza o hasta se besan, pero eso es un mero gesto externo, que no expresa amor de ninguna clase. En esos casos, el s\u00edmbolo se ha vaciado de un elemento esencial, la experiencia profunda. Y, entonces, el gesto externo no sirve sino para ocultar, en vez de comunicar, lo que realmente se vive.
              \n 
              \nEsto es lo que pasa, demasiadas veces, con los sacramentos. La gente va a misa, comulga o pone en pr\u00e1ctica el ritual que sea. Pero todo se queda en eso, en un mero ritual. Porque la pura verdad es que la vida de esa persona no cambia, ni mejora, ni de all\u00ed sale con m\u00e1s amor y con m\u00e1s bondad. Porque ha habido un gesto externo, pero ha faltado la experiencia profunda que se tendr\u00eda que expresar en tal gesto. Sencillamente, se ha puesto en pr\u00e1ctica un\u00a0rito<\/em>, pero no ha existido\u00a0s\u00edmbolo<\/em>\u00a0alguno. En ese caso, es evidente que el ritual s\u00f3lo ha servido para enga\u00f1ar al propio sujeto, que se va pensando que est\u00e1 m\u00e1s cerca de Dios. Y tambi\u00e9n para enga\u00f1ar a los dem\u00e1s, que se hacen la idea de que tal persona es \u00abcomo hay que ser\u00bb.
              \n 
              \n <\/p>\n

                \n
              1. La eficacia de los sacramentos<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                 
                \nSeg\u00fan la doctrina del concilio de Trento, los sacramentos comunican la gracia \u00abex opere operato\u00bb, es decir, por la acci\u00f3n que se realiza. Pero esta f\u00f3rmula del concilio no quiere decir que el sacramento comunica la gracia de una manera autom\u00e1tica. Esto ha sido estudiado detenidamente. Y se ha demostrado que esa f\u00f3rmula quiere decir que el sacramento comunica la gracia por la acci\u00f3n de Cristo, que se comunica al creyente. Por tanto, la f\u00f3rmula se refiere s\u00f3lo al origen de la gracia divina, que, por eso mismo, viene de Dios y no es efecto de la actuaci\u00f3n humana.
                \n 
                \nEntonces, \u00bfen qu\u00e9 sentido y c\u00f3mo comunican y aumentan los sacramentos la gracia de Dios en los creyentes? Los sacramentos act\u00faan como act\u00faa todo s\u00edmbolo en la vida de los seres humanos. Dos personas que se quieren, si se besan y se abrazan, no s\u00f3lo se expresan el cari\u00f1o, sino que adem\u00e1s ese cari\u00f1o se intensifica y aumenta. Eso es muy humano. Y Dios se sirve de lo que es la vida humana y de c\u00f3mo funciona nuestra vida, para intervenir as\u00ed en nosotros.
                \n 
                \nPor eso, una persona que participa de verdad en la eucarist\u00eda, no s\u00f3lo expresa se fe en Jesucristo, sino que, adem\u00e1s, esa fe se acrecienta, se hace m\u00e1s fuerte, m\u00e1s madura, m\u00e1s coherente. Y lo mismo se puede decir de los dem\u00e1s sacramentos.
                \n 
                \n 
                \n <\/p>\n

                  \n
                1. Tres preguntas para concluir<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

                   
                  \no\u00a0\u00bfPor qu\u00e9 hay sacramentos?<\/em><\/strong>
                  \nPorque la vida\u00a0cristiana<\/em>\u00a0no es algo que est\u00e1 al margen de la vida\u00a0humana.<\/em>\u00a0Ni es una realidad extra\u00f1a y misteriosa que poco o nada tiene que ver con lo que hacemos y vivimos todos los d\u00edas y a todas horas. De la misma manera que, en la vida de los seres humanos, hay experiencias que no podemos expresar, ni acrecentar en nosotros, sino mediante gestos simb\u00f3licos, igualmente en la vida de fe, la vida cristiana, hay experiencias que s\u00f3lo se pueden expresar mediante los s\u00edmbolos, que son los sacramentos. Una vida de fe sin sacramentos, ser\u00eda algo as\u00ed como una vida humana sin gestos de amistad, de cari\u00f1o y de entrega mutua. Por otra parte, esto tambi\u00e9n quiere decir que los sacramentos son indispensables para trasmitir la fe. As\u00ed como el cari\u00f1o no se transmite sino por medio de los gestos que lo expresan y en los que se disfruta lo que es quererse, tambi\u00e9n debemos saber que la fe no se comunica s\u00f3lo mediante palabras y compromisos, por m\u00e1s aut\u00e9nticos que sean. La fe se comunica efectivamente cuando es experiencia compartida mediante los s\u00edmbolos que le son propios, o sea los sacramentos.
                  \n 
                  \no\u00a0\u00bfPara qu\u00e9 son los sacramentos?<\/em><\/strong>
                  \nNo abrazamos a las personas que queremos \u00abpara que as\u00ed y por eso nos quieran m\u00e1s\u00bb. El que abraza con esa intenci\u00f3n es un ego\u00edsta y hasta un hip\u00f3crita. Abrazamos a las personas que queremos porque eso nos sale de las entra\u00f1as y, por tanto, porque sentimos esa necesidad. Pues de la misma manera, hay que decir que no vamos a misa \u00abpara que as\u00ed Dios me quiera m\u00e1s\u00bb. No. Yo voy a misa y participo en la eucarist\u00eda porque me sale de lo m\u00e1s hondo de mi fe en Jes\u00fas, porque no puedo pasar sin \u00e9l y porque necesito expresarle as\u00ed mi fidelidad a su mensaje. Adem\u00e1s, voy a la eucarist\u00eda porque tambi\u00e9n necesito compartir mi fe con los que tienen las mismas convicciones que yo. Cuando se siente todo esto, entonces se empieza a comprender \u00abpara qu\u00e9\u00bb son los sacramentos.
                  \n\u00a0<\/strong>
                  \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0<\/strong>o\u00a0\u00bfC\u00f3mo se deben celebrar los sacramentos?<\/em><\/strong>
                  \nLo primero de todo es pensarse muy en serio si vivimos la experiencia que se trata de expresar en el gesto simb\u00f3lico (el sacramento) que voy a celebrar. Por eso, dice Jes\u00fas que si vas a acercarte al altar, pero te acuerdas de que alguien tiene algo contra ti, lo que tienes que hacer es no acercarte al altar, hasta que hayas arreglado el problema que tienes con quien sea (Mt 5,23-24).
                  \n 
                  \nLo segundo es caer en la cuenta de que los s\u00edmbolos son siempre gestos\u00a0culturales,<\/em>\u00a0es decir, una misma experiencia se expresa de maneras distintas en las diferentes culturas. Por ejemplo, el respeto o el amor, en unas culturas se expresa besando, en otras haciendo determinados gestos de reverencia. Esto quiere decir que es necesario pensar si nuestros sacramentos,\u00a0tal como los celebramos<\/em>, est\u00e1n debidamente \u00abinculturados\u00bb en los modos y formas de expresi\u00f3n que hoy vive la gente normal\u00a0en nuestra cultura<\/em>. En este sentido, hay un largo camino que andar. Y hay que acometer cambios importantes. En di\u00e1logo con la Iglesia y, por supuesto, con la libertad propia de los cristianos.
                  \n 
                  \nLo tercero es no vivir los sacramentos como\u00a0obligaciones<\/em>, que hay que cumplir para no estar en pecado. Los sacramentos no son obligaciones, sino expresiones de amor y de fe. Finalmente, los sacramentos se tienen que celebrar\u00a0como una fiesta<\/em>. Porque son eso exactamente: una \u00abcelebraci\u00f3n\u00bb. Por tanto, que de ellos salga la gente con m\u00e1s alegr\u00eda, con m\u00e1s ganas de vivir, con m\u00e1s ilusi\u00f3n y, sobre todo, sinti\u00e9ndose m\u00e1s cerca de todos los que sufren en esta vida. Porque si los sacramentos son sacramentos\u00a0de la fe<\/em>, sabemos que la fe en Jes\u00fas lleva derechamente a la solidaridad con el dolor y la humillaci\u00f3n de las v\u00edctimas de este mundo.\u00a0\u00a0\u00a0n<\/p>\n

                  Jos\u00e9 M. Castillo<\/h3>\n

                  [\/vc_column_text][\/vc_column][\/vc_row]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

                  [vc_row][vc_column][vc_column_text]Pie autor: Jos\u00e9 M. Castillo\u00a0es profesor en la Facultad de Teolog\u00eda de Granada. S\u00edntesis del Art\u00edculo: (dejar 8 l\u00edneas de espacio para la s\u00edntesis)                 Cuando las cosas no est\u00e1n claras   Hace muchos a\u00f1os, le o\u00ed decir a un viejo profesor, que ense\u00f1aba precisamente c\u00f3mo hay que […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[124,359,360,94],"tags":[],"class_list":["post-12236","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-1999-mision-joven-2","category-estudios-266","category-jose-m-castillo","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12236","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=12236"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12236\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=12236"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=12236"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=12236"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}