{"id":12258,"date":"1999-01-01T09:22:44","date_gmt":"1999-01-01T07:22:44","guid":{"rendered":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/?p=12258"},"modified":"1999-01-01T09:22:44","modified_gmt":"1999-01-01T07:22:44","slug":"un-pueblo-peregrino-utopia-y-profecia-del-pueblo-de-dios","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/un-pueblo-peregrino-utopia-y-profecia-del-pueblo-de-dios\/","title":{"rendered":"Un pueblo peregrino: Utop\u00eda y profec\u00eda del Pueblo de Dios"},"content":{"rendered":"

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Pie Autor:
\nJos\u00e9 Ignacio Gonz\u00e1lez Faus<\/strong>\u00a0es profesor en la Facultad de Teolog\u00eda de Catalu\u00f1a.<\/em>
\n 
\nS\u00edntesis del Art\u00edculo:
\nEl camino de una Iglesia que quiere juntar utop\u00eda y profec\u00eda en su peregrinar por la historia, esto es, de una Iglesia que m\u00e1s que\u00a0ense\u00f1ar<\/em>\u00a0verdades quiera\u00a0significar<\/em>\u00a0o trasparentar \u00abel amor de Dios manifestado en Cristo Jes\u00fas\u00bb (\u00abprofec\u00eda de la utop\u00eda\u00bb:\u00a0sacramento<\/em>\u00a0\u2014profec\u00eda\u2014\u00a0de salvaci\u00f3n<\/em>\u00a0\u2014utop\u00eda\u2014), pasa por transformarse: en una Iglesia sin discriminaci\u00f3n alguna entre mujer y var\u00f3n, en una Iglesia sin clases, en una Iglesia de puertas abiertas, en una Iglesia orientada m\u00e1s por las \u00abbien-aventuranzas\u00bb que por las \u00abbien-ense\u00f1anzas\u00bb, en una Iglesia orientada a la comunidad de mesa (compartir y comunicar alegr\u00eda y esperanza).
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\n <\/p>\n

    \n
  1. Introducci\u00f3n: Eclesiolog\u00eda m\u00ednima<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

    \u00a0<\/strong>
    \nLa Iglesia nace de la Resurrecci\u00f3n de Jes\u00fas, en cuanto \u00e9sta significa\u00a0la irrupci\u00f3n en la historia de la Dimensi\u00f3n Definitiva\u00a0<\/em>del m\u00e1s\u2011all\u00e1 (=de la Escatolog\u00eda). Si s\u00f3lo hubiese vivido Jes\u00fas sin resurgir desde la muerte a la Vida Plena, o si s\u00f3lo hubiese una religiosidad general, no existir\u00eda la Iglesia.
    \nPor eso, si la Iglesia no es\u00a0se\u00f1al de ese M\u00e1s All\u00e1,\u00a0<\/em>presente ya de alg\u00fan modo, o de ese \u00abFin de la historia anticipado en ella\u00bb[1]<\/a>, falsifica su misi\u00f3n. Si ella se cree simplemente guardiana de un orden moral y religioso, deja de ser Iglesia y se convierte en una especie de \u00abinstitutriz\u00bb m\u00e1s o menos gru\u00f1ona, y a la que se procura hacer el menor caso posible.
    \nLa misi\u00f3n de la Iglesia no es re\u00f1ir, ni siquiera ense\u00f1ar\u00a0verdades\u00a0<\/em>que los hombres quiz\u00e1 pueden aprender por otros caminos.\u00a0La misi\u00f3n de la Iglesia es significar,\u00a0<\/em>transparentar, hacer visible\u00a0la verdad\u00a0<\/em>que resume toda la revelaci\u00f3n de Dios: \u00abEl amor de Dios manifestado en Cristo Jes\u00fas\u00bb (Rom 8,39). Por eso la carta a los Efesios, con un juego de palabras que parece m\u00e1s complicado de lo que es en realidad, define a la Iglesia como\u00a0la plenificaci\u00f3n de Cristo que va alcanzando su plenitud conforme se cristifica el mundo\u00a0<\/em>(cf. Ef 1,23).
    \n 
    \nEsto empalma a la Iglesia con el Jes\u00fas terreno, con quien tambi\u00e9n est\u00e1 conectada la Resurrecci\u00f3n (recu\u00e9rdese que el Resucitado es\u00a0aquel hombre Jes\u00fas y\u00a0<\/em>no un ser humano abstracto). Y por oscuro que sea el acceso al Jes\u00fas terreno, puede decirse que ese empalme se da en estos tres puntos, que hoy parecen incontestables: el anuncio del Reinado de Dios, la llamada al seguimiento, y el grupo (el peque\u00f1o \u00abpueblito\u00bb) de disc\u00edpulos en torno a \u00e9l.
    \nCristificar la historia es, por tanto, eliminar de ella todas las esclavitudes: la esclavitud del mal, personal y estructurado. O la esclavitud de la Ley y de ese af\u00e1n de valer m\u00e1s y ser m\u00e1s, que los hombres religiosos y morales buscan realizar a trav\u00e9s de la Ley. O la esclavitud de la muerte, que resulta ser la verdad m\u00e1s irrebatible de esta historia y que parece dejar sin fundamento a todas las utop\u00edas…\u00a0\u00a0En esto se percibe tambi\u00e9n la continuidad entre la Iglesia y el Jes\u00fas terreno.
    \nSeg\u00fan la carta a los Corintios, s\u00f3lo despu\u00e9s de que el mundo haya sido liberado de todas las esclavitudes, Cristo entregar\u00e1 el Reino al Padre y Dios ser\u00e1 \u00abtodo en todas las cosas\u00bb (1 Cor 15,28). \u00c9sa es, al menos, la \u00f3ptica del plan de Dios que, no obstante, ha de lidiar con nuestras libertades humanas.
    \n 
    \nPero lo dif\u00edcil de esta misi\u00f3n de la Iglesia es que ha de realizarla no desde las nubes o desde fuera de la historia, sino\u00a0dentro de esta misma historia\u00a0<\/em>(tambi\u00e9n como la misi\u00f3n de Jes\u00fas), en ese caminar oscuro por el desierto del tiempo, que no se sabe si conduce a alguna parte. Por eso, el mejor s\u00edmbolo de la Iglesia ha sido siempre el primer pueblo de Dios, salido de la esclavitud de Egipto y caminando \u2013ya con la certeza de la tierra prometida\u2013 pero caminando por\u00a0el desierto,\u00a0<\/em>en medio de la oscuridad. Es all\u00ed donde aparece la palabra hebrea\u00a0qahal\u00a0<\/em>(traducida al griego como\u00a0ekkles\u00eda)\u00a0<\/em>que significa\u00a0la asamblea del pueblo,\u00a0<\/em>congregado para discernir sobre su marcha por el desierto. No se trata de una asamblea \u00abc\u00faltica\u00bb (para eso existe otra palabra:\u00a0synagog\u00ea<\/em>) sino de una asamblea comunitaria, hist\u00f3rica.
    \n 
    \nPor todo ello, en la misi\u00f3n de la Iglesia es m\u00e1s importante la \u00abanticipaci\u00f3n\u00bb de lo metahist\u00f3rico, que el triunfo o el \u00e9xito hist\u00f3rico. Se ha dicho muchas veces que, por ejemplo, los votos de las \u00f3rdenes religiosas (de pobreza, castidad y obediencia) se justifican como una \u00abanticipaci\u00f3n\u00bb del m\u00e1s\u2011all\u00e1 de Dios. Pero los votos religiosos afectan s\u00f3lo a algunas personas concretas. Y lo que buscamos aqu\u00ed son formas de anticipaci\u00f3n del m\u00e1s all\u00e1 que afecten a todo el pueblo de Dios, de modo que conviertan a la Iglesia en utop\u00eda y profec\u00eda o \u2013mejor formulado para ahora\u2013 en \u00abprofec\u00eda de la utop\u00eda\u00bb.
    \nNo es dif\u00edcil encontrar algunos ejemplos de ello y en este breve art\u00edculo, vamos a fijarnos en tres: la proclama paulina de Gal 3,28, la proclama jesu\u00e1nica de las bienaventuranzas, y el car\u00e1cter \u00abanticipador\u00bb (o sacramental) de la eucarist\u00eda.
    \n 
    \n <\/p>\n

      \n
    1. Una Iglesia \u00aben Cristo Jes\u00fas\u00bb<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

       
      \nSeg\u00fan el texto de Pablo, \u201cen Cristo Jes\u00fas ya no hay var\u00f3n ni mujer, se\u00f1or ni esclavo, jud\u00edo ni griego\u00bb. Nos sabemos esa frase casi de memoria, y a lo mejor hacemos de ella una lectura espiritualista o ajena a la historia; como si en la historia debieran subsistir las diferencias, aunque Dios\u00a0no se fija\u00a0<\/em>en ellas.
      \nEs \u00e9sa una lectura terriblemente cicatera y descontextuada. Cuando Pablo escribe su frase, el mundo griego ha conocido ya la democracia, que es una de las mayores utop\u00edas de la historia. Pero la democracia griega, de la que tan ufanos nos sentimos, era una democracia que exclu\u00eda expresamente a las mujeres, a los esclavos y a los extranjeros. Es en este contexto cultural donde cobra su fuerza la frase de Pablo, y marca todas las diferencias entre lo que llega a ocurrir en la historia humana y lo que ocurre \u00aben Cristo Jes\u00fas\u00bb: en esa \u00abdimensi\u00f3n nueva\u00bb de la que la Iglesia ha de ser testigo, se\u00f1al y garante.
      \nLas tareas que impone hoy esa dimensi\u00f3n de Cristo Jes\u00fas son f\u00e1ciles de ver: 1\/ Una Iglesia del respeto profundo y casi exagerado a la dignidad de la mujer; 2\/ Una Iglesia \u00absin clases\u00bb; 3\/ Una Iglesia de puertas abiertas.
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      \n 
      \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a02.1. Una Iglesia del respeto profundo y casi exagerado a la dignidad de la mujer<\/strong>
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      \nUna Iglesia en la que la diversidad mujer\u2013var\u00f3n no es ni raz\u00f3n ni fundamento para ninguna diferencia. Donde tanto el amor sexual como la llamada \u00abvirginidad por el reino\u00bb est\u00e1n cargados de esa actitud de respeto, igualdad y reciprocidad entre los sexos. Una Iglesia donde, si se me apura un poco, se diera ahora una especie de \u00abdiscriminaci\u00f3n negativa\u00bb para compensar una historia pecadora de discriminaci\u00f3n positiva.
      \nY todo esto no es cuesti\u00f3n de aparatosidades y de grandes declaraciones. Es cosa de una elementalidad apabullante. Como tampoco es cuesti\u00f3n de id\u00edlicas armon\u00edas preestablecidas, ajenas a este mundo, puesto que la diversidad mujer\u2013var\u00f3n subsiste con toda su carga de riqueza y de amenaza; pero \u00aben Cristo Jes\u00fas\u00bb se la acepta, se la respeta y, cuando haga falta, se dialoga desde ella.
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      \n 
      \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a02.2. Una Iglesia \u00absin clases\u00bb<\/strong>
      \n 
      \nUna Iglesia \u00absin clases\u00bb,\u00a0<\/em>para retomar una expresi\u00f3n, hoy denigrada, de las utop\u00edas hist\u00f3ricas. Una Iglesia en la que no se da esa aberraci\u00f3n de que la mayor\u00eda de santos canonizados eran de clase alta, cuando ante Dios, la inmensa mayor\u00eda de sus preferidos son de las clases m\u00e1s bajas o (al menos) de quienes han optado radicalmente por ellas. Una Iglesia en la que no se reflejan las divisiones entre primeros, terceros y cuartos mundos, en la que la paz que se dan en la eucarist\u00eda el rico y el pobre (\u00a1si es que se la dan y no la evitan, acudiendo a eucarist\u00edas distintas u ocupando lugares distintos!) no es un mero rito vac\u00edo sino un punto de partida que marca toda la vida posterior, en la que rico y pobre se miran como hermanos y, precisamente por eso, tienden a igualarse, sin dejar hip\u00f3critamente esa tarea igualatoria al juicio de Dios.
      \n\u00a1Qu\u00e9 bien se comprende desde aqu\u00ed aquel p\u00e1rrafo que escrib\u00eda Simone Weil (\u00a1en 1938!) en una carta a Bernanos: \u00abA veces me digo que, con s\u00f3lo que a la puerta de la Iglesia hubiera un cartel diciendo que se prohib\u00eda la entrada a todo aquel que tuviera unos ingresos superiores a una determinada cantidad, me convertir\u00eda\u00bb
      [2]<\/a>. No es una frase demag\u00f3gica, sino, otra vez, de una profunda elementalidad cristol\u00f3gica. Si no la sentimos as\u00ed, es por el miedo que nos da tratar a ponerla en pr\u00e1ctica: porque entonces, \u00bfqui\u00e9n pagar\u00eda esos templos suntuosos donde tratamos falsamente de acomodar a Dios, mientras dejamos por vestir y acomodar\u00a0al verdadero templo de Dios\u00a0<\/em>que quiz\u00e1s est\u00e1 a la puerta del edificio eclesi\u00e1stico esperando una limosna?
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      \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a02.3. Una Iglesia de puertas abiertas<\/strong>
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      \n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0<\/em>Y finalmente\u00a0una Iglesia de puertas abiertas.\u00a0<\/em>En la cual, aunque haya una disciplina del arcano y un pudor por la propia intimidad creyente, no se vive de la hostilidad hacia fuera ni de la exclusi\u00f3n o el anatema, porque no se confunde la intimidad con la tranquilidad ni con la seguridad. Una Iglesia donde s\u00f3lo est\u00e1 excluida la antifraternidad. Donde al enemigo se le ofrece el perd\u00f3n y la mano tendida en lugar de la excomuni\u00f3n. Donde hay paciencia para comprender que los insultos o los ataques de los hombres pueden herirnos a nosotros pero no afectan a Dios ni a su Cristo, que no pueden ser alcanzados por ellos. Y donde hay voluntad de di\u00e1logo para todo aquello que se encuentra fuera de ella y que, quiz\u00e1s de entrada, no se entiende o se comprende menos. Donde tambi\u00e9n, todas esas actitudes no implican en modo alguno una debilitaci\u00f3n del propio compromiso creyente o una excusa contra la propia radicalidad, sino que brotan precisamente de esa radicalidad de la fe \u00aben Cristo Jes\u00fas\u00bb.
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      \n <\/p>\n

        \n
      1. Una Iglesia que anticipa las bienaventuranzas<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

        \u00a0<\/strong>
        \nEl segundo modelo ut\u00f3pico que quisiera proponer son las bienaventuranzas de Jes\u00fas, en la formulaci\u00f3n de san Mateo. Tenemos as\u00ed un rasgo sacado de la fe en Jes\u00fas como Cristo, y otro sacado del Jes\u00fas hist\u00f3rico, para marcar esa unidad indisoluble que constituye al cristiano y a la Iglesia: creyente y\u00a0disc\u00edpulo:\u00a0<\/em>ni seguimiento sin fe ni fe sin seguimiento.
        \nSi se me permite una an\u00e9cdota personal, una de las cosas que me parecen m\u00e1s heterodoxas de cuantas he escuchado me la dijo una vez un obispo amigo, en una peque\u00f1a discusi\u00f3n sobre la Iglesia: \u00abLas bienaventuranzas no sirven para configurar la comunidad eclesial. S\u00f3lo son para la piedad individual de cada uno\u00bb. Tambi\u00e9n los pol\u00edticos hab\u00edan dicho aquello de que \u00abcon las bienaventuranzas no se puede hacer pol\u00edtica\u00bb. A lo que Moltmann les a\u00f1adi\u00f3 que quiz\u00e1 s\u00ed; pero que sin las bienaventuranzas lo que se hace es mucho menos que pol\u00edtica. Y la historia se cansa de demostrarlo.
        \n 
        \nY es innegable \u2013para ser justo con mi amigo mitrado\u2013 que la realidad tiene una dimensi\u00f3n de opacidad y de empecatamiento que parece convertir las bienaventuranzas en ilusorias. Pero es innegable tambi\u00e9n que renunciar a ellas en la vida eclesial, archivarlas, dejar de mirarlas como \u00abutop\u00eda vigente\u00bb, vuelve simplemente in\u00fatil y carente de credibilidad a la Iglesia, porque le impedir\u00e1 ser \u00abcomunidad alternativa\u00bb y sacramento de salvaci\u00f3n.
        \nSi acaso resultan muy duras en su formulaci\u00f3n \u00abpositiva\u00bb, tratemos de acercarnos a las bienaventuranzas desde lejos, en una aproximaci\u00f3n negativa: pregunt\u00e9monos\u00a0qu\u00e9 es lo que falta\u00a0<\/em>en las bienaventuranzas, y quiz\u00e1s as\u00ed sabremos lo que la comunidad eclesial deber\u00eda alejar de s\u00ed. Ve\u00e1moslo:
        \n 
        \n\u25a0\u00a0\u00a0En las bienaventuranzas faltan el poder y la coacci\u00f3n.\u00a0Falta todo poder que no sea la fuerza d\u00e9bil del amor.\u00a0<\/em>La misericordia y el hambre y sed de justicia (que engloban todas las dem\u00e1s), no son obra del poder; el empobrecimiento por el Esp\u00edritu tampoco. S\u00f3lo \u00abla persecuci\u00f3n\u00bb es obra del poder. Y en este caso los bienaventurados ya no son los que persiguen sino los perseguidos.
        \n 
        \n\u25a0\u00a0\u00a0En las bienaventuranzas falta tambi\u00e9n\u00a0una determinada forma de saber que no implica para nada al sujeto y se convierte en dominio del objeto.\u00a0<\/em>Frente al saber descomprometido y \u00abt\u00e9cnico\u00bb de la raz\u00f3n griega (del\u00a0logos<\/em>), en las bienaventuranzas habla la raz\u00f3n jud\u00eda (el\u00a0dabar<\/em>\u00a0que significa tambi\u00e9n acci\u00f3n o compromiso): en ellas, los que ven son los limpios de coraz\u00f3n (o los \u00absufridos\u00bb, en la bienaventuranza paralela a \u00e9sta).
        \n 
        \nSi esto se tomara en serio, la \u00abortodoxia\u00bb no ser\u00eda simplemente una \u00abdoctrina\u00bb recta sino, antes de eso, una \u00abgloria\u00bb recta de Dios
        [3]<\/a>. Y la historia de la teolog\u00eda muestra c\u00f3mo una doctrina difundida como \u00abmuy ortodoxa\u00bb (por ejemplo, la explicaci\u00f3n jur\u00eddica de la redenci\u00f3n) puede ser una doctrina muy poco cristiana, porque niega a Dios su verdadera gloria[4]<\/a>. Como ya hemos dicho, la revelaci\u00f3n cristiana se resume toda en \u00abel amor de Dios manifestado en Cristo Jes\u00fas\u00bb (Rom 8,39): en que \u00abse ha manifestado la benignidad y el amor de Dios a los hombres\u00bb (Tito 3,4).\u00a0Todos los dem\u00e1s dogmas y saberes teol\u00f3gicos no son m\u00e1s que modos de expresar ese saberse amados por Dios<\/em>\u00a0(y pueden jugar un papel importante en la fe, porque el amor necesita ser expresado). Pero no son ni pueden ser saberes sobre Dios en el sentido griego del t\u00e9rmino que implica un domino del objeto conocido por el sujeto cognoscente.
        \n 
        \nNo quiero hablar en sentido\u00a0excluyente\u00a0<\/em>sino s\u00f3lo reequilibrar y hacer una valoraci\u00f3n justa, siguiendo el consejo de Jes\u00fas: \u00ab\u00a1Esto es lo que hab\u00eda que potenciar!, aunque no se descuide lo otro\u00bb. La Iglesia no s\u00f3lo camina hacia la utop\u00eda sino que camina en este mundo. Y en este mundo duro y empecatado son indispensables algunas dosis de poder y de ortodoxia intelectual, porque sin autoridad y sin lenguaje com\u00fan no habr\u00eda comunidad. Pero dosis m\u00ednimas, so pena de que se coman al evangelio. Son mucho m\u00e1s necesarias la misericordia, el hambre de justicia, el trabajo por la paz, la mansedumbre, el coraz\u00f3n dolorido por el dolor del mundo, la pureza de coraz\u00f3n… Y son necesarias en dosis m\u00e1ximas. Ellas son las que har\u00edan casi innecesario el poder, y volver\u00edan recto el entender.
        \nPor eso, si la Iglesia renuncia a dejarse constituir un poco por las bienaventuranzas, firma su partida de defunci\u00f3n como Iglesia.
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        \n <\/p>\n

          \n
        1. Una Iglesia eucar\u00edstica<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

          \u00a0<\/strong>
          \nFrente al poder de la doctrina impuesta, aparece en los hechos cristianos la interpelaci\u00f3n de la mesa compartida. Jes\u00fas no hablaba como los escribas y fariseos, con una ense\u00f1anza impartida desde una posici\u00f3n de dominio. El impacto que causaba la autoridad de su palabra iba junto al esc\u00e1ndalo que produc\u00eda su cercan\u00eda en el gesto de la mesa compartida. Y todo lo cristiano est\u00e1 marcado por ese gesto que, desde su sentido m\u00e1s laico de compartir el pan, converge hacia la mesa eucar\u00edstica, en la cual lo que se comparte y con lo que se comulga es la Persona y la Vida (el cuerpo y la sangre) de Cristo, y culmina en el Reino de Dios como mesa de Plenitud compartida. Por tanto:
          \n 
          \n\u25a0\u00a0\u00a0La Iglesia deber\u00eda estar mucho m\u00e1s marcada y m\u00e1s configurada por este gesto, que la constituye mucho m\u00e1s profundamente que el ser guardiana de unas verdades. De Lubac escribi\u00f3 hace tiempo que no s\u00f3lo la Iglesia hace la Eucarist\u00eda, sino que tambi\u00e9n la Eucarist\u00eda hace a la Iglesia. Y mucho antes que \u00e9l hab\u00eda escrito san Ireneo que nuestra \u00abortodoxia\u00bb debe responder a nuestra eucarist\u00eda. La Iglesia necesita, pues, un magisterio m\u00e1s \u00abeucar\u00edstico\u00bb y una autoridad m\u00e1s \u00abeucar\u00edstica\u00bb. Porque si la Eucarist\u00eda deja de configurar a la Iglesia, se convierte en un sacrificio (en el sentido supersticioso del t\u00e9rmino, criticado por la carta a los Hebreos) con el que los hombres se imaginan aplacar a Dios y \u00abmantenerlo a raya\u00bb, para impedir as\u00ed que Dios penetre y configure su vida de cada d\u00eda.
          \n 
          \n\u25a0\u00a0\u00a0Una Iglesia eucar\u00edstica es adem\u00e1s, y necesariamente,\u00a0una Iglesia del perd\u00f3n y la paz.\u00a0<\/em>Estamos viviendo una \u00e9poca de crecimiento y recrudecimiento de la violencia (nacionalista, econ\u00f3mica, mafiosa, pseudojusticiera o simplemente dom\u00e9stica). Y creo que deber\u00edamos preguntarnos hasta qu\u00e9 punto no tiene algo que ver en ese renacer de la violencia el que los cristianos estemos perdiendo la experiencia del perd\u00f3n
          [5]<\/a>. Desde que los cristianos no recibimos ni celebramos el perd\u00f3n, parece que la sociedad se est\u00e1 acostumbrando a no darlo (salvo en ese gesto del \u00abperdonavidas\u00bb que no es verdadero perd\u00f3n sino un simple acto de superioridad humillante).
          \n 
          \nY es que, en mi opini\u00f3n, los seres humanos, o nos sabemos de alg\u00fan modo graciosamente perdonados o no somos capaces de perdonarnos.
          \n 
          \n <\/p>\n

            \n
          1. Conclusi\u00f3n<\/strong><\/li>\n<\/ol>\n

            \u00a0<\/strong>
            \nBasten estos tres cap\u00edtulos de reflexi\u00f3n para marcar un poco el camino de una Iglesia que quiere juntar utop\u00eda y profec\u00eda en su peregrinar por la historia (o con palabras m\u00e1s cl\u00e1sicas: ser \u00absacramento\u00bb \u2013profec\u00eda\u2013 \u00abde salvaci\u00f3n\u00bb \u2013de la utop\u00eda\u2013).
            \nResumiendo ahora, el caminar de la comunidad creyente podr\u00eda ir por el empe\u00f1o:
            \n 
            \n\u25a0\u00a0Hacia una Iglesia sin discriminaci\u00f3n alguna entre mujer y var\u00f3n.
            \n\u25a0\u00a0\u00a0Hacia una Iglesia sin clases.
            \n\u25a0\u00a0\u00a0Hacia una Iglesia de puertas abiertas.
            \n\u25a0\u00a0\u00a0Hacia una Iglesia m\u00e1s orientada a las bien\u2011aventuranzas que a las bien\u2011ense\u00f1anzas y, por eso, en la que el ejercicio de la autoridad y el magisterio tienen m\u00e1s de \u00abeucar\u00edsticos\u00bb que de formas de poder pagano o pol\u00edtico.
            \n\u25a0\u00a0\u00a0Hacia una Iglesia orientada a la comunidad de mesa, para compartir la necesidad humana (simbolizada en el pan) y comunicar la alegr\u00eda y la esperanza (simbolizadas en el vino), en ese gesto a la vez tan humano y tan presencializador de Cristo.
            \n 
            \nAhora, perm\u00edtaseme terminar esta reflexi\u00f3n con un par de an\u00e9cdotas recientes que interpelan m\u00e1s que las teor\u00edas.
            \n 
            \n\u00c4\u00a0En la apertura del pasado congreso de la organizaci\u00f3n Juan XXIII (dedicado al tema\u00a0Neoliberalismo y cristianismo<\/em>), E. Miret Magdalena hizo la siguiente confesi\u00f3n: este congreso cat\u00f3lico se celebra en el local de \u00abComisiones Obreras\u00bb, porque la jerarqu\u00eda eclesi\u00e1stica nos ha negado todas las autorizaciones para celebrarlo en un local de la Iglesia. Y a\u00f1adi\u00f3 que los organizadores del Congreso hab\u00edan salido ganando porque, en otros a\u00f1os en que el congreso se celebraba en locales eclesi\u00e1sticos, el alquiler oscilaba en torno al mill\u00f3n de pesetas. Y en este a\u00f1o 1998, Comisiones Obreras hab\u00eda cedido su local gratuitamente.
            \nL\u00e9ase esta an\u00e9cdota hist\u00f3rica como una par\u00e1bola. Por ejemplo, como versi\u00f3n actual de la par\u00e1bola del buen samaritano. Y despu\u00e9s de la lectura apliquemos las palabras de Jes\u00fas: \u00ab\u00bfQui\u00e9n de todos ellos se port\u00f3 como pr\u00f3jimo? […] Pues anda y haz t\u00fa lo mismo\u00bb.
            \n 
            \n\u00c4\u00a0En una recensi\u00f3n de un libro, publicada en\u00a0El Ciervo,\u00a0<\/em>\u00a0en el mes de octubre, D\u00edez Alegr\u00eda cita una frase del mexicano Augusto Monterroso, que viene a decir: el evangelio es algo tan bueno que hubo necesidad de crear toda la organizaci\u00f3n de la Iglesia para combatirlo.
            \nAnte esa frase caben tres posturas: desautorizar al autor como anticlerical, descre\u00eddo, etc., porque nos molesta; o generar mecanismos de autodefensa para tranquilizarnos y luego \u00abperdonar la vida\u00bb al autor; o bien, dejarnos interpelar y preguntarnos si \u2013como Iglesia que somos\u2013 no nos dice Dios algo a trav\u00e9s de esa frase.
            \n\u00bfCu\u00e1l es la actitud m\u00e1s evang\u00e9lica? Pues no quepa duda de que \u00e9sa ser\u00e1 la que marca el camino del pueblo de Dios peregrino. \u25a0
            \n <\/p>\n

            Jos\u00e9 Ignacio Gonz\u00e1lez Faus<\/h3>\n

            [1]<\/a>\u00a0As\u00ed define W. Pannenberg la Resurrecci\u00f3n de Jes\u00fas, como ya es sabido.
            \n
            [2]<\/a>\u00a0\u00c9crits historiques et politiques<\/em>, Par\u00eds 1960, p. 220.
            \n 
            \n
            [3]<\/a>\u00a0La palabra griega\u00a0doksa<\/em>\u00a0significa tanto saber como gloria.
            \n 
            \n
            [4]<\/a>\u00a0Puede verse una cr\u00edtica moderada, y autorizada, de esta explicaci\u00f3n jur\u00eddica en\u00a0F. DURRWEL,\u00a0Nuestro Padre. Dios en su misterio,<\/em>\u00a0Salamanca 1990, pp.53 ss.
            \n 
            \n
            [5]<\/a>\u00a0Por la conocida crisis del sacramento de la Penitencia, que est\u00e1 llevando a su extinci\u00f3n, y en la que se prefiere pisar el freno antes que buscar caminos de soluci\u00f3n.[\/vc_column_text][\/vc_column][\/vc_row]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

            [vc_row][vc_column][vc_column_text]Pie Autor: Jos\u00e9 Ignacio Gonz\u00e1lez Faus\u00a0es profesor en la Facultad de Teolog\u00eda de Catalu\u00f1a.   S\u00edntesis del Art\u00edculo: El camino de una Iglesia que quiere juntar utop\u00eda y profec\u00eda en su peregrinar por la historia, esto es, de una Iglesia que m\u00e1s que\u00a0ense\u00f1ar\u00a0verdades quiera\u00a0significar\u00a0o trasparentar \u00abel amor de Dios manifestado en Cristo Jes\u00fas\u00bb (\u00abprofec\u00eda de […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[124,346,348,94],"tags":[],"class_list":["post-12258","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-1999-mision-joven-2","category-estudios-264-265","category-jose-i-gonzalez-faus","category-mision-joven-2"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12258"}],"collection":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=12258"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/12258\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=12258"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=12258"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/pastoraljuvenil.es\/misionjoven\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=12258"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}